La princesa Caroline cumple 60 años el 23 de enero.

Esta mujer ha sido, es y será un bellezón, se le mire por donde se le mire y con un estilazo de quitarse el sombrero. Para mi gusto no caben las comparaciones con la madre, Carolina es más carácter mediterráneo, más cálida, la madre era muy guapa pero gélida, dos tipos de belleza que para mí no tienen nada que ver.

Me gusta la Carolina de ahora, con arrugas, manchas y fumando, le noto que está disfrutando de esta etapa de su vida. Sin embargo, me ha dado nostalgia ver las fotos con Stefano, en esa pareja había amor y complicidad a raudales. Y hasta un poco de envidia sana también. Qué pena que se acabase tan pronto.
 
Fué la princesa de mi infancia, estaba en todas las portadas, cuando aun vivia Grace Kelly. Recuerdo una portada que decia literalmente: "21 años después de la boda del siglo, Carolina de Mónaco se casa con Phillippe Junot". ¡Tan viejo, con esas pintas de vividor con collar incluido!

Estando despertando yo a la adolescencia, en ese momento me sentí más adulta que ella y vi lo que mi madre llamaba los resultados del "libertinaje". Y, en su caso, de los mimos sin disciplina. En un viaje a Filadelfia, una amiga de Grace la convenció para que dejase que la pequeña Caroline la acompañase de compras con su propia hijita. Grace parecia reticente pero la amiga la convenció. Y la amiga se arrepintió. Entraron en una tienda y la pequeña Caroline de 3 años empezó a poner la tienda patas arriba. Cuando un responsable la detuvo riñendola, la enana le respondió: "Yo soy la princesa Carolina de Monaco y no me puede hablar asi". Todo bajo el rubor de la amiga de Grace y del personal en general. Al regresar la amiga le contó a Grace lo sucedido y ella le respondió: "¿Ves? Por eso no me atrevo a que salga sin mí, ella no está acostumbrada a andar entre la gente normal." Y sin reñirla en absoluto. Después intentó que le metiesen disciplina en los internados pero lo que no se aprende en casa no cala y terminó yéndose con ella a quemar la noche parisina para controlarla y, de paso, separarse de Rainiero.

Ya os digo, era adolescente y me parecia una pasada de pija caprichosa eso de avergonzar a sus padres haciendo top less con el Vilas, y después del divorcio, además... Robertino parecia el chico bueno capaz de calmarla y que se comportase como una chica normal... ¡pero tuvo que morirse su madre para que decidiese sentar la cabeza con el miltimillonario rubio italiano que la habia dejado embarazada. Y a partir de ahi surgió la actual Caroline, pero la de mis recuerdos era para echarse a temblar y lo de Stephanie a su lado ya no me llamaba tanto la atención, además tocada de la cabeza por lo de su madre.

Ahora Carolina es una señora burguesa millonetis y clasista como siempre, de ahi que quiera seguir siendo Princesa de Hannover. Intenta eclipsar a Charlene todo lo que puede, a la que no ayuda en nada para que se haga con el papel de primera dama. Pero le alabo que no haya cedido a las tentaciones del bisturí.

En cuanto a los hijos, de momento los mejores parecen ser Pierre y Alexandra. Andrea tiene pinta de pijo viva la virgen y desaseado y Charlotte se las da de intelectual pero le gustan las portadas más que a un tonto un caramelo. Y no transmite simpatia, como lo hacia Carolina.
 
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A mi me suena que hubo una polémica porque Stefano se había librado del servicio militar en Italia por estéril. Que me parece una razón absurda, pero bueno. Y luego va y tiene tres hijos.

También recuerdo que la hermana, Estefanía, contó una vez que toda la familia se mondaba de risa con las películas de Louis de Funes. y esa tontería fue un shock en Francia. Les desmitificaba mucho.

Su matrimonio con Junot me pilló muy crío. Muchas fotos las vi por aquí muchos años más tarde. Junot salía claramente mayor que ella, siempre fumando, con pantalones ajustados y marcando paquete. La camisa siempre poco abrochada, pecholobo. Quizá en 1979 todo eso no quedaba tan mal pero visto ahora la pinta de macarra era terrorífica. Ella salía muy joven, preciosa y totalmente embobada, enamoradísima.
 
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