La preciosa historia de una pareja divorciada hace 23 años

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"Es como si hubiéramos completado el círculo" afirman.


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Ian y Roz, que se habían divorciado tras 23 años de matrimonio, volvieron a unirse justo otros 23 años después de su divorcio, y se han vuelto a casar.

La pareja se conoció en 1967, se prometieron sólo unos meses después y se casaron al año siguiente. Roz dice que su primer encuentro "no fue exactamente amor a primera vista, pero hubo mucha química". Define su primer romance como un "terremoto".


Sin embargo, el amor no duró para siempre en ese momento y se divorciaron de manera amistosa en 1991 (tenían tres hijos y ocho nietos en común).

Ambos volvieron a casarse y quedaron viudos de sus segundas parejas. Pero en la boda de su hijo en 2013 (casi 23 años después de haberse divorciado), algo volvió a renacer y empezaron a cenar juntos y compartir viajes. Roz dice que en enero del año siguiente, se dieron cuenta de que seguían sintiendo algo el uno por el otro y decidieron darse una segunda oportunidad. En enero de 2015, ya estaban haciendo planes de boda.

Roz afirma que la boda de su hijo fue una reunión familiar maravillosa y muy romántica, había lago mágico. "Nunca pensé que nos casaríamos otra vez, pero estoy muy feliz de haber tomado esa decisión de nuevo". Roz guarda su anillo de boda original y piensa utilizarlo para su nueva boda ( Ian no guardó el suyo pero, ¿eso qué importa?). "Es como si hubiéramos completado el círculo" afirman felices.
 
Esta bella historia me ha recordado a esta otra. Lindas las dos
¿Qué pasaría si el amor de tu vida aparece 23 años después?
http://culturainquieta.com/es/inspi...e-inesperadamente-con-el-amor-de-su-vida.html
La artista serbia Marina Abramovic estuvo sentada más de 700 horas en el museo MoMA de Nueva York en 2010 en una de sus más memorables y aplaudidas perfomances llamada The artist is present (La artista está presente).

Miles de personas se sentaron delante de ella y la miraron a los ojos en busca de una experiencia única o por lo menos diferente. Pero de aquella performance es inolvidable el momento en el que Ulay, un enjuto y despeinado alemán, se sentó, estiró las piernas, respiró y fijó la mirada en la que había sido su amante y compañera durante años.

La artista se llevó una enorme sorpresa al ver a su expareja sentimental y artística. "No esperaba en absoluto que viniera a sentarse", comentó en su momento a The Guardian. "Se sentó y todo el mundo se puso muy sentimental porque estaban proyectando en nosotros sus propas relaciones. Fue muy difícil. Fue el único momento en que rompí las reglas". Abramovic se saltó el protocolo cuando, con lágrimas en los ojos, no pudo contenerse y le dio las manos. Tocó al hombre que había sido su amante y con el que había compartido años de experimentación creativa y sentimental durante los setenta y los ochenta.



Marina Abramovic y Ulay habían iniciado su intensa relación amorosa y artística en los años 1970. Cuando terminaron su relación, decidieron marchar a China y recorrer la Gran Muralla, iniciando el caminando cada uno desde un extremo distinto de la muralla, encontrándose a mitad del camino para darse un último abrazo. Esa había sido la última vez que se habían visto, 23 años atrás.



El emocionante vídeo lleva años subido en Youtube, acumula millones de visitas. A nosotros nos gusta asomarnos a él de vez en cuando, es una maravilla:


 
Esta bella historia me ha recordado a esta otra. Lindas las dos
¿Qué pasaría si el amor de tu vida aparece 23 años después?
http://culturainquieta.com/es/inspi...e-inesperadamente-con-el-amor-de-su-vida.html
La artista serbia Marina Abramovic estuvo sentada más de 700 horas en el museo MoMA de Nueva York en 2010 en una de sus más memorables y aplaudidas perfomances llamada The artist is present (La artista está presente).

Miles de personas se sentaron delante de ella y la miraron a los ojos en busca de una experiencia única o por lo menos diferente. Pero de aquella performance es inolvidable el momento en el que Ulay, un enjuto y despeinado alemán, se sentó, estiró las piernas, respiró y fijó la mirada en la que había sido su amante y compañera durante años.

La artista se llevó una enorme sorpresa al ver a su expareja sentimental y artística. "No esperaba en absoluto que viniera a sentarse", comentó en su momento a The Guardian. "Se sentó y todo el mundo se puso muy sentimental porque estaban proyectando en nosotros sus propas relaciones. Fue muy difícil. Fue el único momento en que rompí las reglas". Abramovic se saltó el protocolo cuando, con lágrimas en los ojos, no pudo contenerse y le dio las manos. Tocó al hombre que había sido su amante y con el que había compartido años de experimentación creativa y sentimental durante los setenta y los ochenta.



Marina Abramovic y Ulay habían iniciado su intensa relación amorosa y artística en los años 1970. Cuando terminaron su relación, decidieron marchar a China y recorrer la Gran Muralla, iniciando el caminando cada uno desde un extremo distinto de la muralla, encontrándose a mitad del camino para darse un último abrazo. Esa había sido la última vez que se habían visto, 23 años atrás.



El emocionante vídeo lleva años subido en Youtube, acumula millones de visitas. A nosotros nos gusta asomarnos a él de vez en cuando, es una maravilla:




Sus miradas esos ojos. Sus ojos son el vivo reflejo del alma. Sencillamente hermoso!
 
Esta bella historia me ha recordado a esta otra. Lindas las dos
¿Qué pasaría si el amor de tu vida aparece 23 años después?
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La artista serbia Marina Abramovic estuvo sentada más de 700 horas en el museo MoMA de Nueva York en 2010 en una de sus más memorables y aplaudidas perfomances llamada The artist is present (La artista está presente).

Miles de personas se sentaron delante de ella y la miraron a los ojos en busca de una experiencia única o por lo menos diferente. Pero de aquella performance es inolvidable el momento en el que Ulay, un enjuto y despeinado alemán, se sentó, estiró las piernas, respiró y fijó la mirada en la que había sido su amante y compañera durante años.

La artista se llevó una enorme sorpresa al ver a su expareja sentimental y artística. "No esperaba en absoluto que viniera a sentarse", comentó en su momento a The Guardian. "Se sentó y todo el mundo se puso muy sentimental porque estaban proyectando en nosotros sus propas relaciones. Fue muy difícil. Fue el único momento en que rompí las reglas". Abramovic se saltó el protocolo cuando, con lágrimas en los ojos, no pudo contenerse y le dio las manos. Tocó al hombre que había sido su amante y con el que había compartido años de experimentación creativa y sentimental durante los setenta y los ochenta.



Marina Abramovic y Ulay habían iniciado su intensa relación amorosa y artística en los años 1970. Cuando terminaron su relación, decidieron marchar a China y recorrer la Gran Muralla, iniciando el caminando cada uno desde un extremo distinto de la muralla, encontrándose a mitad del camino para darse un último abrazo. Esa había sido la última vez que se habían visto, 23 años atrás.



El emocionante vídeo lleva años subido en Youtube, acumula millones de visitas. A nosotros nos gusta asomarnos a él de vez en cuando, es una maravilla:




¡Qué bonito!

Creo que a veces las relaciones se agotan. Sin más. Puede haber muchos motivos.
El caso es que hay ocasiones en las que queda mucho amor hacia la otra persona que ha formado parte de tu vida. O quizás se ha perdonado algo que pasó.

No puedo ni imaginarme lo que pudo sentir la artista cuando se encontró al que fue su pareja. Debió de ser un torbellino de emociones.
 
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