Kichirigotas tuvo los güevazos de reunirse unos días atrás en la casa consistorial gaditana con el alcalde pedáneo de Gibraltar. En fin, el trato dado por el novio de la Tere a este indeseable de allende la verja podría calificarse de exquisito como mínimo. Anda que no despotrica Podemos en contra de los paraísos fiscales, de la banca internacional, etc. Gibraltar es uno de los paraísos fiscales más salvajes del Mundo, pero a Kichirigotas (y a Podemos en general) le tira más el meterle el dedo en el ojo a la integridad territorial de la nación española o a cualquiera de sus símbolos a la mínima oportunidad que se les presente que el meterle el dedo en el ojo a los paraísos fiscales. Les ocurre algo parecido con el feminismo: a Podemos a la hora de la verdad le tira mucho más el justificar, o al menos el pasar por alto, los miles de crímenes que las dictaduras islámicas cometen a diario contra la mujer que el morder la mano que les da de comer. Con tal de contribuir a destruir los cimientos de la civilización democrática occidental, esa civilización que tanto odia Podemos, todo vale, hasta dar el visto bueno a la lapidación de adúlteras en la plaza pública o al ahorcamiento de gueis. Eso sí, después se les llena la boca con los derechos de la mujer, con lo de "ciudadanos y ciudadanas" y con el orgulloso desfile de Chueka. A estas alturas de la película, yo no me creo que Podemos engañe a nadie. Está bien claro quiénes son y lo que quieren. El que hoy le vote a Podemos lo hace únicamente por odio a España, a la democracia y a la libertad.
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