El Mundo Orbyt.
MARINA CICOGNA
21/01/2017
LA NUEVA AMIGA DEL REY
Fotógrafa, productora de cine, bisexual y figura fundamental de la ‘dolce vita’, ésta es la fascinante historia de la condesa italiana que ahora relacionan con el monarca emérito. Aunque ella tenga novia
POR COTE VILLAR
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Como explicó con gracia Pilar Eyre en su columna de Lecturas, la condesa Marina Cicogna es efectivamente una buena amiga del Rey Juan Carlos. Y es cierto que se han visto mucho últimamente. Han comido juntos al menos dos veces en las últimas semanas, una de ellas en el conocido restaurante Lucio, acompañados por la diseñadora Carolina Herrera y su marido, Reinaldo (un viejo amor, por cierto, de la condesa). Lástima que, tal y como explicaba la propia Eyre, la relación del monarca y la glamurosa condesa se haya inscrito siempre en el terreno de lo platónico, entre otras cosas porque Cicogna tiene pareja desde hace décadas: una bella morena llamada Benedetta.
Lo cierto es que reducir la figura de Marina Cicogna a la de mera amiga del Rey Juan Carlos es despreciar la fascinante historia de una de las grandes protagonistas de la dolce vita. Fotógrafa, escritora, actriz, productora de cine... Cicogna comenzó su historia en 1934 (es cuatro años mayor que Don Juan Carlos), en el palazzo Volpi de Roma. Su abuelo, el conde Volpi, fue uno de los hombres más relevantes en la creación de la Italia moderna. Entre otras cosas, inventó la Mostra de Venecia, el festival de cine más importante de Italia.
Esa pasión fue heredada por su familia, y Marina Cicogna fue durante un tiempo productora de cine. En un amplio perfil sobre “la mujer más poderosa del cine europeo de la época” publicado por The New York Times, se la describe como una persona “única en la industria, entre otras cosas porque salía igualmente con mujeres y hombres”. La lista de sus amantes de entonces incluye nombres tan conocidos como el de Warren Beatty o el de Alain Delon, de quien dijo después que era “sexualmente fascinante por su ambigüedad: tenía un excelente aspecto femenino pero en realidad era un hijo de put* terrible, muy masculino”. “Creo que por eso le gustaba tanto a Visconti, el propio Alain admite haber tenido relaciones dos veces con Luchino”, remató.
Era una época ajena a los prejuicios y a las etiquetas. “Simplemente vivía como quería vivir, pero en mi casa. No me gusta el exhibicionismo”. A finales de los 60 y principios de los 70, Marina produjo varias películas, como Amargo despertar, de Vittorio De Sica o Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha. En 1967 tenía tres películas en el Festival de Venecia, incluyendo Belle de Jour, que ganó el León de Oro. Entonces decidió hacer una pequeña celebración, que Diane von Furstenberg aún recuerda como “la mejor fiesta” a la que ha “asistido jamás”. “Mandé dos aviones privados, uno a Corsica para recoger a Elizabeth Taylor y Richard Burton, y el otro a Roma a por Jane Fonda y Roger Vadim. Después, en 1968, con la revolución, ya no se podía dar una gran fiesta como ésa sin herir los sentimientos de la gente, ni pasear con un Rolls-Royce sin que te tiraran huevos”, recordó en el NY Times.
Cicogna ha sido una mujer de relaciones duraderas. No con los hombres —“como mucho me han durado un año”—, pero sí con las mujeres. Mantuvo un intenso noviazgo de 18 años con la actriz brasileña Florinda Bolkan, con la que residió en Beverly Hills. “Fue una gran etapa repleta de interesantes nuevos amigos como Michael Caine, Sean Connery o Gregory Peck”. Aunque Bolkan le fue infiel con Ryan O’Neal, la relación no se resintió hasta que, muchos años más tarde, la condesa conoció a una bella morena llamada Benedetta.
Con ella reside actualmente entre Venecia, Módena, Roma, Saint-Tropez... Se ha convertido no sólo en su secretaria y su mano derecha, también en su hija. Tuvo que adoptarla legalmente “para asegurar su futuro”, dado que el matrimonio homosexual no está permitido en Italia.
“Cambiar de pareja ya con cierta edad es difícil e incluso aburrido”, explicó en otra entrevista, “por lo general, las parejas se convierten en felices al llegar la vejez. He visto varios casos por el estilo. Gianni Agnelli y Marella finalmente se adoraron. Paola de Lieja y el rey de Bélgica también. La ternura, la costumbre y la experiencia toman el relevo al combate anterior”. Una reflexión que quizá comparta con el Rey Juan Carlos en sus citas.
El artículo completo,mañana.

MARINA CICOGNA
21/01/2017
LA NUEVA AMIGA DEL REY
Fotógrafa, productora de cine, bisexual y figura fundamental de la ‘dolce vita’, ésta es la fascinante historia de la condesa italiana que ahora relacionan con el monarca emérito. Aunque ella tenga novia
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Como explicó con gracia Pilar Eyre en su columna de Lecturas, la condesa Marina Cicogna es efectivamente una buena amiga del Rey Juan Carlos. Y es cierto que se han visto mucho últimamente. Han comido juntos al menos dos veces en las últimas semanas, una de ellas en el conocido restaurante Lucio, acompañados por la diseñadora Carolina Herrera y su marido, Reinaldo (un viejo amor, por cierto, de la condesa). Lástima que, tal y como explicaba la propia Eyre, la relación del monarca y la glamurosa condesa se haya inscrito siempre en el terreno de lo platónico, entre otras cosas porque Cicogna tiene pareja desde hace décadas: una bella morena llamada Benedetta.
Lo cierto es que reducir la figura de Marina Cicogna a la de mera amiga del Rey Juan Carlos es despreciar la fascinante historia de una de las grandes protagonistas de la dolce vita. Fotógrafa, escritora, actriz, productora de cine... Cicogna comenzó su historia en 1934 (es cuatro años mayor que Don Juan Carlos), en el palazzo Volpi de Roma. Su abuelo, el conde Volpi, fue uno de los hombres más relevantes en la creación de la Italia moderna. Entre otras cosas, inventó la Mostra de Venecia, el festival de cine más importante de Italia.
Esa pasión fue heredada por su familia, y Marina Cicogna fue durante un tiempo productora de cine. En un amplio perfil sobre “la mujer más poderosa del cine europeo de la época” publicado por The New York Times, se la describe como una persona “única en la industria, entre otras cosas porque salía igualmente con mujeres y hombres”. La lista de sus amantes de entonces incluye nombres tan conocidos como el de Warren Beatty o el de Alain Delon, de quien dijo después que era “sexualmente fascinante por su ambigüedad: tenía un excelente aspecto femenino pero en realidad era un hijo de put* terrible, muy masculino”. “Creo que por eso le gustaba tanto a Visconti, el propio Alain admite haber tenido relaciones dos veces con Luchino”, remató.
Era una época ajena a los prejuicios y a las etiquetas. “Simplemente vivía como quería vivir, pero en mi casa. No me gusta el exhibicionismo”. A finales de los 60 y principios de los 70, Marina produjo varias películas, como Amargo despertar, de Vittorio De Sica o Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha. En 1967 tenía tres películas en el Festival de Venecia, incluyendo Belle de Jour, que ganó el León de Oro. Entonces decidió hacer una pequeña celebración, que Diane von Furstenberg aún recuerda como “la mejor fiesta” a la que ha “asistido jamás”. “Mandé dos aviones privados, uno a Corsica para recoger a Elizabeth Taylor y Richard Burton, y el otro a Roma a por Jane Fonda y Roger Vadim. Después, en 1968, con la revolución, ya no se podía dar una gran fiesta como ésa sin herir los sentimientos de la gente, ni pasear con un Rolls-Royce sin que te tiraran huevos”, recordó en el NY Times.
Cicogna ha sido una mujer de relaciones duraderas. No con los hombres —“como mucho me han durado un año”—, pero sí con las mujeres. Mantuvo un intenso noviazgo de 18 años con la actriz brasileña Florinda Bolkan, con la que residió en Beverly Hills. “Fue una gran etapa repleta de interesantes nuevos amigos como Michael Caine, Sean Connery o Gregory Peck”. Aunque Bolkan le fue infiel con Ryan O’Neal, la relación no se resintió hasta que, muchos años más tarde, la condesa conoció a una bella morena llamada Benedetta.
Con ella reside actualmente entre Venecia, Módena, Roma, Saint-Tropez... Se ha convertido no sólo en su secretaria y su mano derecha, también en su hija. Tuvo que adoptarla legalmente “para asegurar su futuro”, dado que el matrimonio homosexual no está permitido en Italia.
“Cambiar de pareja ya con cierta edad es difícil e incluso aburrido”, explicó en otra entrevista, “por lo general, las parejas se convierten en felices al llegar la vejez. He visto varios casos por el estilo. Gianni Agnelli y Marella finalmente se adoraron. Paola de Lieja y el rey de Bélgica también. La ternura, la costumbre y la experiencia toman el relevo al combate anterior”. Una reflexión que quizá comparta con el Rey Juan Carlos en sus citas.
El artículo completo,mañana.