La madre de un joven asesinado implora sus cenizas a los acusados

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MADRID
La madre de un joven asesinado implora sus cenizas a los acusados

“Necesito un trozo de mi hijo para hacer el funeral porque somos católicos”



La madre de un joven asesinado implora sus cenizas a los acusados


Juzgados de plaza Castilla de Madrid. (Dani Duch)




07/11/2019

La madre del joven de 27 años asesinado en una vivienda de Rivas Vaciamadrid en 2016, de cuyo cadáver no hay rastro tres años después, ha rogado en el juicio a los cuatro acusados que se sientan en el banquillo que le den “las cenizas” de su hijo para poder hacerle un funeral.


”Necesito un trozo de mi hijo para hacer el funeral porque somos católicos. ¡Qué me digan dónde está!”. Con estas palabras y con un rosario entre sus manos, la madre de A.P. se ha dirigido a los procesados, cuyas declaraciones contradictorias no despejan las dudas sobre qué pasó la madrugada del 9 al 10 de agosto en la vivienda de la calle Manuel Hazaña de Rivas donde ocurrió el macabro crimen.

El fiscal pide tres años y cuatro meses de prisión para el autor material, Javier Ceballos, por un delito de homicidio y profanación de cadáver, mientras que solicita dos años y tres meses para dos acusados de un delito de encubrimiento, David Tena y Francisco Gomara, apodado ‘Paco El Loco’ por sus “problemas psiquiátricos”.

Los hechos se produjeron en la mañana del 10 de agosto de 2016 en un piso de Rivas cuando se produjo una discusión entre la víctima y su asesino. Llevaban todo el día consumiendo. Tras el crimen, Ceballos contactó con ‘Paco el Loco’, según el fiscal, para que se deshicieran del cadáver, que fue quemado durante tres días en un bidón de gasolina en una finca de El Pardo.

La comparecencia de la madre ha sido breve para explicar la afición de su hijo a las artes marciales, lo que vendría a indicar que si alguien le mató lo tuvo que hacer de forma sorpresiva debido a su corpulencia. La familia califica los hechos de asesinato y no de homicidio como pide la representante del Ministerio Fiscal.


Los acusados realizaron todo tipo de bromas durante su declaración


Ante la confesión ayer del autor material del homicidio durante su declaración, el Jurado Popular tendrá que dilucidar sobre si ‘Paco el Loco’ le ayudó a desmembrar el cuerpo y quemarlo en una finca de El Pardo, algo que el acusado rechaza pero que así lo atestigua el entorno de Ceballos.

Con tono altivo y en ocasiones chulesco, lo que le ha valido varias reprimendas por parte del tribunal, Gomara ha cambiado la versión que ofreció ante la Guardia Civil cuatro meses después del crimen alegando que estaba “muy drogado”. Así, ha mantenido que Ceballos solo le comentó que se “había cargado” a alguien, sin ver nunca el cadáver ni una gota de sangre. “Era un mentirosa compulsivo. Nunca me he creído sus historias”, ha dicho.

”¿Que declaración creemos, la de antes o la de hoy?”, le ha preguntado la fiscal durante el interrogatorio después de que este manifestará que pudo acudir ese agosto a casa del que fuera su amigo pero que ahora no se acuerda porque entonces consumía todo tipo de drogas junto a las pastillas que tomaba por sus problemas psiquiátricos.

En su comparecencia ante la Guardia Civil, manifestó que el homicida confeso lo llamó porque tenía un muerto en casa y que acudió a la vivienda, sin estar implicado en descuartizarlo. Pero hoy se ha desdicho y ha mantenido que Ceballos lo llamó para decirle que le daban miedo “los espíritus”. “La Guardia Civil hizo mal la transcripción y puso los muertos”, ha explicado.

En cuanto al autor material, ha relatado que eran amigos de consumo y que siempre estaba mintiendo para que le dejara dinero. “Nunca me creí esa historia de que había matado a alguien y lo había quemado. Me imaginaba el cuerpo en una hoguera... pero si en el caso de Bretón aparecieron los huesos... ¡cómo no van a aparecer los huesos si esta persona era tan corpulenta!”, ha lanzado al aire.

También se le ha preguntado sobre el arsenal de armas que se encontraron en su casa de la calle de López de Hoyos, a lo que ha respondido que es coleccionista desde los cuatro años, y sobre un cartel colgado en su salón en el que se podía leer: “Dos no discuten.. si uno desaparece en extrañas circunstancias”.

Al respecto, ha aclarado que le gusta el humor negro y que tiene muchos carteles en su casa de la película de Pulp Fiction de Quentin Tarantino, indicando que la Guardia Civil grabó ese cártel porque quedaba “bonito” con la historia. “Solo falta que tuviera tarjetas de visita a domicilio”, ha bromeado a preguntas de la fiscal.

De igual modo, ha justificado que tuviera una libreta con anotaciones de las supuestas deudas contraídas por sus clientes y ha explicado que debido a sus problemas mentales cuando hace llamadas a conocidos hace anotaciones que no tienen sentido como “palizón”, “tumbas” o “Rip”, algo de lo que ha dicho que podría estar pensando en eso momento cuando lo escribía.

”Ahora soy las páginas amarillas y antes era un triturador”, ha bromeado de nuevo en relación a la declaración del principal acusado tras manifestar ayer que Gomara le facilitó el teléfono de un “sudamericano” para deshacerse del cadáver.


Posicionamientos y muestras de sangre


Por otro lado, han comparecido los agentes de la Guardia Civil que dirigieron la investigación, quienes han detallado cómo llegaron a los acusados. Desde un principio se sospechó en Ceballos. Tras la desaparición de la víctima, su hermano preguntó a Ceballos si sabía algo porque su novia le había dicho que se quedaba a dormir en su casa.

”Ceballos le manda un audio lleno de incoherencias y le dice que le ha dejado en una zona alejada de casa de sus padres. No tenía ningún sentido”, ha narrado uno de los agentes, que ha apuntado que la clave fue cuando el acusado comentó que seguramente el joven iba a aparecer en los próximos días.

”De once testigos, fue el único que dijo que iba a aparecer. El resto pensaba que tenía que ser una desaparición forzosa relacionada con el entorno de drogas que al parecer se movía”, han indicado los investigadores.

Tras sus sospechas, solicitaron al juez una autorización para realizar los estudios de geolocalización de los móviles de la víctima y del sospechoso. Los datos en los repetidores indicaron que pasaron toda la noche en la vivienda de la calle Manuel Azaña.

Durante la inspección de la vivienda, los agentes de Científíca hallaron con hisopos hasta 35 muestras rojizas de sangre en pomos, enchufes, debajo de la puerta. “Uno de los perros entró en la habitación donde dormía Ceballos y empezó a temblar por todos los estímulos que recibía a consecuencia de lo que debió pasar ahí”, ha comentado un agente.

Uno de los acusados tenía un cartel en su casa que decía:
“Dos no discuten.. si uno desaparece en extrañas circunstancias”



 
El fiscal pide tres años y cuatro meses de prisión para el autor material, Javier Ceballos, por un delito de homicidio y profanación de cadáver, mientras que solicita dos años y tres meses para dos acusados de un delito de encubrimiento, David Tena y Francisco Gomara, apodado ‘Paco El Loco’ por sus “problemas psiquiátricos”.

¿Tres años por un asesinato?
 
EN 2016
A juicio por asesinar, quemar y trocear a un joven en Madrid

Los restos del cuerpo aparecieron siete meses después | Hay cuatro acusados de homicidio




A juicio por asesinar, quemar y trocear a un joven en Madrid


La operación fue desarrollada por el Equipo de Policía Judicial de Rivas Vaciamadrid. (Emergencias Madrid)



4/ 11/ 2019

La Audiencia Provincial de Madrid juzgará este lunes a cuatro acusados por el homicidio de un joven que desapareció en Rivas Vaciamadrid en agosto de 2016 y cuyo cadáver apareció siete meses después troceado y quemado en una finca de El Pardo.
El fiscal solicita trece años de prisión para Javier Ceballos Zapata como presunto autor material del crimen tras una discusión por una cuestión de drogas.
También se sentarán en el banquillo de los acusados David Tena Moreno y Francisco Gomara-López Camacho, para quienes el representante del Ministerio Público pide dos años y tres meses por el delito de encubrimiento en concurso ideal con otro delito de profanación de cadáveres. Francisco Gomara-López Camacho, conocido como 'Paco El Loco', era un viajo conocido por la Justicia. Fue la persona que se encargó de desaparecer el cadáver. Contaba con numerosos antecedentes a sus espaldas de amenazas, extorsiones, lesiones, hurtos, allanamiento de morada y otros delitos violentos.

La operación fue desarrollada por el Equipo de Policía Judicial de Rivas Vaciamadrid y apoyados por personal especializado del laboratorio de la Comandancia de Madrid y Servicio Cinológico de la Guardia Civil.

Crimen por drogas


Según la Fiscalía, sobre la 01.00 horas del día 10 de agosto de 2016, Ceballos se encontraba en una vivienda de Rivas Vaciamadrid, junto a la víctima, momento en el que se originó una discusión entre ambos.
En el transcurso del mismo el acusado "haciendo uso de un instrumento cortante dio muerte" a la víctima, "derramándose toda la sangre del cuerpo por el suelo y las paredes de la vivienda, y causándose el acusado Javier Ceballos una herida cortante en la mano izquierda".
Dos horas más tarde se personó en la vivienda David Tena, quien compartía domicilio con Ceballos, pero no pudo acceder porque el otro acusado había puesto las llaves desde dentro de la casa en la cerradura.
Cuando le abrió la puerta Ceballos estaba en calzoncillos y ensangrentado, mientras que el cadáver de A.P. yacía en el suelo de la cocina "boca abajo y arropado con una manta".
Además, las paredes y el suelo de toda la vivienda estaban cubiertas de sangre, "marchándose momentos después al pedírselo Javier Ceballos, dejándolo en la vivienda mientras limpiaba la sangre y se deshacía del cadáver, no poniendo los hechos en conocimiento de la Policía".

Tras limpiar parte de la sangre de la vivienda, Ceballos llamó a Francisco Gomara-López para que acudiera a la vivienda. Una vez allí y teniendo conocimiento de lo ocurrido procedió junto al otro acusado a limpiarla sangre, "para a continuación trasladar los trozos del cadáver a la finca sita en el Camino Valdecerveras parcela 201 de las Colmenas, El Pardo (Madrid), donde tras rociarlo con gasoil lo prendieron fuego y tamizaron las cenizas, no quedando restos del cadáver".

 
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