La indiscrección le sale cara a Jorge Vázquez, ya no vestirá a la Reina Letizia

http://www.abc.es/estilo/moda/abci-10-looks-cibeles-para-reina-201602290742_noticia.html

10 «looks» de cibeles para la reina

Felipe Varela no es el único rey de la moda patria. Elegimos otros estilismos que harían suspirar a Doña Letizia
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De izq. a dcha. diseños de: Teresa Helbig, Felipe Varela, Juanjo Oliva, Jorge Vázquez, Ángel Schlesser, Roberto Torretta, Ion Fiz, Ion Fiz, The 2nd Skin y Devota & Lomba - ANGEL DE ANTONIO Y EDU DE SAN BERNARDO
María Luisa FunesMadrid - 29/02/2016



En un momento en el que la moda es cada vez más universal y competitiva, gran parte de los creadores españoles está haciendo un esfuerzo por ofrecer piezas de calidad con estilo. El cuestionado valor de muchas de las propuestas de las últimas décadas ha hecho que la moda española de taller no despegase ni dentro ni fuera de nuestras fronteras.

Y es que la moda no forma parte de las bellas artes: como decía Coco Chanel, no se trata de crear una escultura rara y mostrarla, sino que «si la moda no se vende y no se lleva puesta, no es moda». Ahora parece que esto está cambiando a la fuerza: nada es más apremiante y efectivo que la falta de ventas. A los clásicos consagrados desde hace tres décadas, como Ángel Schlesser, Roberto Torretta o Modesto Lomba, se les unen valores más recientes que brillan ahora más que nunca en sus veinte años en el sector, como son Teresa Helbig o Felipe Varela, y otros más jóvenes, como Ion Fiz, Juanjo Oliva o Jorge Vázquez.

España, potentísima en pronto moda con Inditex y Mango, está por fin evolucionando en moda de costura y prêt-à-porter de alto nivel. Esto ofrece alternativas de guardarropa a Doña Letizia, que no tendrá que recurrir a marcas extranjeras para vestir adecuadamente, ni repetir en exceso la misma casa. He aquí una selección de modelos, recién sacados de la pasarela de Madrid, que se ajustarían a las necesidades del vestidor de la Reina.

1. Teresa Helbig. La catalana ha celebrado en esta edición de Cibeles su 20 aniversario en el mundo de la moda. Sus prendas, preciosistas, únicas, originales, delicadas y con un cierto aire bohemio-romántico, salen de su exquisito taller. Son inimitables prendas para cenas de gala y tardes de cóctel, piezas únicas y favorecedoras con las que la Reina Letizia podría destacar de un modo elegante: un ejemplo, el vestido largo de terciopelo en color nude, con bordados de hilos dorados de orfebrería y filigrana.

2. Felipe Varela. El favorito de la Reina ha vuelto a la pasarela después de varios lustros de ausencia. El resultado de su esperada vuelta ha sorprendido por no contar con prendas fáciles de llevar por la clientela del creador. Pocas piezas de la colección parecieron apropiadas para la vida pública de Doña Letizia, ya que se trataba de una serie abundante de minifaldas, transparencias y brillos. El vestido largo, blanco y negro, de tejido perforado y capa, fue uno de los más adecuados para una noche de gala o bien, cortado a la rodilla, para una tarde de cóctel.

3. Juanjo Oliva. El fuerte de Oliva suelen ser sus vestidos largos en materiales ligeros y gasas. Se ha decidido por cortes limpios, algún volante y tejidos monocolor. Suele elaborar prendas femeninas y favorecedoras, como este vestido rojo de su último desfile, ideal para una cena de gala.

4. Jorge Vázquez. El «nuevo elegido» de la Reina Letizia ha vuelto a la pasarela de Madrid con un desfile variado: los abrigos y trajes de chaqueta, muy inspirados en Chanel y Prada, se alternaron con impecables faldas, como la de corte lápiz en pata de gallo con top negro, un atuendo práctico para las recepciones de día de Doña Letizia en La Zarzuela. Sus preciosos vestidos de noche abundaron en grandes flores y transparencias, no resultando siempre la opción más adecuada y sutil para el guardarropa real.

5. Ángel Schlesser. El Cary Grant nacional sabe vestir a la española durante la mañana, la tarde y la noche, triunfando siempre con su estilo sutil, personal y bien cortado. Destacaron sus impecables abrigos, los trajes de pantalón en materiales intemporales y la original falda de tubo en paño camel y lentejuelas que, combinada con una camisa de corte masculino, representaba la versión moderna del traje de cóctel del siglo XXI.

6. Roberto Torretta. Combina siempre colores eternos, como el gris, el blanco roto, el azul oscuro, el beis y los tonos tierra. Presentó una colección de trajes de pantalón clásicos con un twist; el discreto pero originalísimo pantalón de cintura cruzada es una prenda ideal para visitar un colegio o una exposición de arte diurna.

7. Ion Fiz. El creador vasco sabe combinar modernidad y clasicismo con su estilo romántico de corte años 60. El delicado vestido de dibujos en verde y blanco, mangas ceñidas y falda con vuelo es un atuendo favorecedor y original para algún acto durante la tarde o alguna ceremonia familiar, tipo bautizo o comunión.

8. Ion Fiz. Entre la variada selección de atuendos que presentó para el próximo otoño, destacó un traje sastre de falda en negro y blanco con dibujos geométricos de estilo años 70. El corte austero, ceñido y favorecedor, contrastaba con el tejido utilizado, un suave neopreno impreso absolutamente actual, ideal para acudir a una entrega de premios.

9. The 2nd Skin. Juan Fernández y Antonio Burillo son maestros del corte ceñido favorecedor. La colección para el próximo otoño contenía, no obstante, un exceso de prendas de noche ajustadas y brillantes, pero algunos de sus modelos, como este sencillo abrigo azul claro de solapa ancha, son perfectos para la llegada en avión a otro país.

10. Devota & Lomba. Cuando el modisto de Vitoria, de formación en sastrería y patronaje, suaviza las líneas de sus prendas, crea impecables conjuntos de corte intemporal. El traje de pantalón negro y chaqueta de corte japonés de su último desfile es un conjunto que Doña Letizia podría lucir con austera originalidad en casi cualquier ocasión de la mañana o la tarde.
 
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Roberto Torretta: «No me rindo a que la Reina Letizia lleve mi ropa»

El diseñador cumple 20 años en la Semanade la Moda de Madridy lo celebra posando con dos de sus musas
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Roberto Torretta con dos de sus musas - ISABEL PERMUY
MARTÍN BIANCHI -Madrid - 21/02/2016
Unos entran y otros salen de la Semana de la Moda de Madrid, pero siempre nos quedará Roberto Torretta. El diseñador de origen argentino cumple veinte años en la fashion week, pero, como cantaba Gardel, «Veinte años no es nada».

Debutó en la antigua Pasarela Cibeles en 1996, cuando esta desembarcó en Ifema. Y nunca más se ha bajado de ella. «No he faltado a ninguna edición. Estamos hablando de veinte años, cuarenta colecciones... es una barbaridad», reconoce el creador mientras ultima los detalles de la colección que presentará este domingo en la Mercedes-Benz Fashion Week: «Es mejorable, como todo, pero sigue siendo el mejor escaparate que tenemos para enseñar nuestro trabajo», añade.

Torretta se mueve como en casa en su taller de la calle Fereluz, en el corazón del madrileño barrio de Tetuán. La flor y nata patria va a diario hasta allí en sus coches con cristales tintados para hacerse la ropa a medida. La filántropa Casilda Aguirre Cabanyes de Prado, mujer del empresario Manuel Prado y Eulate, y la galerista y coleccionista de arte Aina Nowack, exmujer de Federico Sainz de Vicuña Bemberg, revolotean por el estudio probándose algunas de las prendas que se presentarán mañana. «Llevo doce años vistiendo de Torretta. Lo que más me gusta de él es que hace ropa atemporal, pero con ese punto de moda, de tendencia, que necesitamos las mujeres. Yo me hago trajes de vestir que luego uso de día, y viceversa. Roberto me permite jugar con la ropa, mezclarlo todo. Hace un prêt-à-porter que en realidad es alta costura porque te queda como un guante», explica Casilda, que coordina el voluntariado de la fundación de Alicia Koplowitz.

La princesa Wanda de Ligne, Inés López-Quesada, Elena Mora-Figueroa, Pilar González de Gregorio... no hay gran dama de la alta sociedad vernácula que no pase por el taller la calle Fereluz. Aunque Torretta también viste a estrellas del cine y la televisión (Silvia Abascal, Toni Acosta, Juana Acosta), modelos (Nieves Álvarez, Mar Flores) y escritoras (Lola Suárez, Ana García-Siñeriz). Solo hay una mujer que se ha resistido a la magia de sus líneas puras y sencillas. «A mí me encantaría ver a la Reina Letizia con ropa de Torretta, creo que debería variar un poco de diseñador. Se lo he ofrecido, pero es muy complicado. Tiene una agenda dificilísima para hacerse pruebas de vestuario, pero no lo descarto, no me rindo a que lleve algo de Torretta. Creo que le encajaría perfectamente. Insistiremos...», dice.

En realidad no hay un tipo de mujer Torretta, hay muchos. «Tenemos líneas muy diferentes: a medida, prêt-à-porter y una segunda marca. Abarcamos todo el abanico de posibilidades. Siempre me imagino a una mujer femenina, elegante y urbana. Me gustan las cosas simples, que no quiere decir que no estén elaboradas. Cosas muy bien hechas: buenos tejidos, buenos patronajes y buena confección», explica el creador.

«Roberto es clásico y sexy a la vez. Y esa es una mezcla complicada», señala Aina Nowack, que suele utilizar la ropa del argentino para sus vernissages (inauguraciones). «Llevo más de una década vistiendo de él y no me canso porque con Roberto el fondo de armario es infinito y versátil», añade esta espectacular jerezana que ha vivido 17 años en Argentina y que ahora expone a grandes artistas latinos, como Grillo Demo o Manuel Amestoy, en su casa-galería.

Salida de la crisis
La celebración es doble para Torretta: dos décadas sobre la pasarela madrileña y un año de éxitos. «Hemos pasado algunos años durísimos, pero 2015 ha sido el de la recuperación. Cuando la economía va mal, lo primero que la gente deja de comprar es ropa; y cuando las cosas van mejor, es lo último que vuelve a comprar. Ahora, por suerte, las cosas van bien», reconoce. La empresa ha cambiado mucho en el último tiempo, «hasta el punto de que ni yo mismo la reconozco».

Los talleres de Torretta ya elaboran cuatro colecciones al año en lugar de dos, además de lanzar colecciones «cápsula» para reforzar las ventas, y la mirada de los comerciales está puesta en el mercado internacional. «Vendemos más fuera que dentro y estamos investigando canales nuevos de comercialización. Mi hija, María, se encarga de explorar los nuevos mercados. Ya estamos en Estados Unidos., Francia y Latinoamérica, que es un sitio natural para una marca española», apunta.

María Torretta es la última incorporación en la empresa familiar. «Llevamos bien lo de trabajar juntos, pero es difícil porque hay exceso de confianza», reconoce Roberto. Su esposa, Carmen Echevarría, es la otra mitad del negocio. «Mi mujer y mi hija tienen mucho carácter, pero por suerte empujamos todos para el mismo lado», aclara el diseñador. Mañana se verá el resultado de ese delicado equilibrio entre familia y trabajo. «Hacemos un esfuerzo bestial para estar en la fashion week. Tú piensa que en quince minutos enseñamos el trabajo de seis meses, y lo hacemos en vivo, con el riesgo que eso conlleva. Pero estamos seguros de que gustará».

No hay leitmotiv para la colección, pero sí guiños a los gustos del diseñador. «Me encantaba David Bowie, crecí con él. Es uno de los grandes artistas del siglo XX: hizo música, cine, moda, de todo. Así que le haré un pequeño homenaje. La música del desfile será un cañón, puro Ziggy Stardust», adelanta. ¿También elige la música? «Sí, estoy en todo, aunque me gustaría poder delegar más. Ya son muchos años y quiero que mi hija María haga más cosas. Ya las está haciendo. Necesito aportes nuevos para evolucionar». Mientras tanto, María Torretta no para de cerrar flecos para el show del domingo. Las grandes damas pueden dormir tranquilas porque la maison Torretta tiene sucesora.
 
Esperemos que NO acepte, los vestidos son más feos todavía que las "vareladas"
Había leído Jorge (JAVIER) Vazquez:dead:
Pues yo creo que por eso le gustan a la Merdizia las creaciones de este diseñador. Van acorde con su feo estilo de vestir.
 
Como que se jubila ya y tiene excusa pa negarse :rolleyes:
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Roberto Torretta: «No me rindo a que la Reina Letizia lleve mi ropa»

El diseñador cumple 20 años en la Semanade la Moda de Madridy lo celebra posando con dos de sus musas
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Roberto Torretta con dos de sus musas - ISABEL PERMUY
MARTÍN BIANCHI -Madrid - 21/02/2016
Unos entran y otros salen de la Semana de la Moda de Madrid, pero siempre nos quedará Roberto Torretta. El diseñador de origen argentino cumple veinte años en la fashion week, pero, como cantaba Gardel, «Veinte años no es nada».

Debutó en la antigua Pasarela Cibeles en 1996, cuando esta desembarcó en Ifema. Y nunca más se ha bajado de ella. «No he faltado a ninguna edición. Estamos hablando de veinte años, cuarenta colecciones... es una barbaridad», reconoce el creador mientras ultima los detalles de la colección que presentará este domingo en la Mercedes-Benz Fashion Week: «Es mejorable, como todo, pero sigue siendo el mejor escaparate que tenemos para enseñar nuestro trabajo», añade.

Torretta se mueve como en casa en su taller de la calle Fereluz, en el corazón del madrileño barrio de Tetuán. La flor y nata patria va a diario hasta allí en sus coches con cristales tintados para hacerse la ropa a medida. La filántropa Casilda Aguirre Cabanyes de Prado, mujer del empresario Manuel Prado y Eulate, y la galerista y coleccionista de arte Aina Nowack, exmujer de Federico Sainz de Vicuña Bemberg, revolotean por el estudio probándose algunas de las prendas que se presentarán mañana. «Llevo doce años vistiendo de Torretta. Lo que más me gusta de él es que hace ropa atemporal, pero con ese punto de moda, de tendencia, que necesitamos las mujeres. Yo me hago trajes de vestir que luego uso de día, y viceversa. Roberto me permite jugar con la ropa, mezclarlo todo. Hace un prêt-à-porter que en realidad es alta costura porque te queda como un guante», explica Casilda, que coordina el voluntariado de la fundación de Alicia Koplowitz.

La princesa Wanda de Ligne, Inés López-Quesada, Elena Mora-Figueroa, Pilar González de Gregorio... no hay gran dama de la alta sociedad vernácula que no pase por el taller la calle Fereluz. Aunque Torretta también viste a estrellas del cine y la televisión (Silvia Abascal, Toni Acosta, Juana Acosta), modelos (Nieves Álvarez, Mar Flores) y escritoras (Lola Suárez, Ana García-Siñeriz). Solo hay una mujer que se ha resistido a la magia de sus líneas puras y sencillas. «A mí me encantaría ver a la Reina Letizia con ropa de Torretta, creo que debería variar un poco de diseñador. Se lo he ofrecido, pero es muy complicado. Tiene una agenda dificilísima para hacerse pruebas de vestuario, pero no lo descarto, no me rindo a que lleve algo de Torretta. Creo que le encajaría perfectamente. Insistiremos...», dice.

En realidad no hay un tipo de mujer Torretta, hay muchos. «Tenemos líneas muy diferentes: a medida, prêt-à-porter y una segunda marca. Abarcamos todo el abanico de posibilidades. Siempre me imagino a una mujer femenina, elegante y urbana. Me gustan las cosas simples, que no quiere decir que no estén elaboradas. Cosas muy bien hechas: buenos tejidos, buenos patronajes y buena confección», explica el creador.

«Roberto es clásico y sexy a la vez. Y esa es una mezcla complicada», señala Aina Nowack, que suele utilizar la ropa del argentino para sus vernissages (inauguraciones). «Llevo más de una década vistiendo de él y no me canso porque con Roberto el fondo de armario es infinito y versátil», añade esta espectacular jerezana que ha vivido 17 años en Argentina y que ahora expone a grandes artistas latinos, como Grillo Demo o Manuel Amestoy, en su casa-galería.

Salida de la crisis
La celebración es doble para Torretta: dos décadas sobre la pasarela madrileña y un año de éxitos. «Hemos pasado algunos años durísimos, pero 2015 ha sido el de la recuperación. Cuando la economía va mal, lo primero que la gente deja de comprar es ropa; y cuando las cosas van mejor, es lo último que vuelve a comprar. Ahora, por suerte, las cosas van bien», reconoce. La empresa ha cambiado mucho en el último tiempo, «hasta el punto de que ni yo mismo la reconozco».

Los talleres de Torretta ya elaboran cuatro colecciones al año en lugar de dos, además de lanzar colecciones «cápsula» para reforzar las ventas, y la mirada de los comerciales está puesta en el mercado internacional. «Vendemos más fuera que dentro y estamos investigando canales nuevos de comercialización. Mi hija, María, se encarga de explorar los nuevos mercados. Ya estamos en Estados Unidos., Francia y Latinoamérica, que es un sitio natural para una marca española», apunta.

María Torretta es la última incorporación en la empresa familiar. «Llevamos bien lo de trabajar juntos, pero es difícil porque hay exceso de confianza», reconoce Roberto. Su esposa, Carmen Echevarría, es la otra mitad del negocio. «Mi mujer y mi hija tienen mucho carácter, pero por suerte empujamos todos para el mismo lado», aclara el diseñador. Mañana se verá el resultado de ese delicado equilibrio entre familia y trabajo. «Hacemos un esfuerzo bestial para estar en la fashion week. Tú piensa que en quince minutos enseñamos el trabajo de seis meses, y lo hacemos en vivo, con el riesgo que eso conlleva. Pero estamos seguros de que gustará».

No hay leitmotiv para la colección, pero sí guiños a los gustos del diseñador. «Me encantaba David Bowie, crecí con él. Es uno de los grandes artistas del siglo XX: hizo música, cine, moda, de todo. Así que le haré un pequeño homenaje. La música del desfile será un cañón, puro Ziggy Stardust», adelanta. ¿También elige la música? «Sí, estoy en todo, aunque me gustaría poder delegar más. Ya son muchos años y quiero que mi hija María haga más cosas. Ya las está haciendo. Necesito aportes nuevos para evolucionar». Mientras tanto, María Torretta no para de cerrar flecos para el show del domingo. Las grandes damas pueden dormir tranquilas porque la maison Torretta tiene sucesora.
 
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