Todo sobre la herencia de la infanta Pilar

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La muerte de Pilar de Borbón, víctima de un cáncer de colon en enero de este año, abrió la caja de los truenos entre sus cinco hijos, enfrentados por la herencia de la madre. Un testamento en forma de propiedades, acciones empresariales y mucho dinero que todavía faltaba repartir del todo. El problema lo tenían para decidir qué hacer con algunos de los inmuebles. Pero después de meses de reticencias, el portal Vanitatis ha podido saber, de fuentes próximas a la familia, que por fin se han puesto de acuerdo.

pilar borbo hospital GTRES


GTRES

El principal motivo de discusión entre los cinco era decidir el destino de la casa familiar, ubicada dentro de una finca de la exclusiva urbanización Puerta de Hierro de Madrid. Beltrán, Bruno y Juan Gómez-Acebo tenían claro que había que venderla, aunque estaba donde habían vivido toda la vida hasta que fueron mayores de edad y se independizaron. Simotena y Fernando, la primogénita y el hermano pequeño, se negaron en redondo. La mayor, por el valor sentimental. Y el benjamín porque se instaló ahí hace tres años, después de separarse de la multimillonaria griega Nadia Halamandari, y ahora la consideraba su casa. Entre ellos llegaron al entendimiento de que Fernando se podría quedar hasta que decidieran qué hacer de manera definitiva, y que se haría cargo de los gastos a solas. Pero durante este breve periodo se ha dado cuenta de que mantener la mansión cuesta un dineral, ha caído del caballo y se ha posicionado por fin con sus hermanos: se la venden. Jugada maestra.

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Simoneta y Fernando Gómez-Acebo en el funeral de Pilar de Borbón | GTRES

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Los cinco hijos de la infanta Pilar se encuentran con Felipe y Letizia en el funeral | GTRES

El valor aproximado de la finca de Casa de Hierro es de 4 millones de euros. Un buen pellizco que se suma al precio de otra propiedad que también han puesto en venta. Se trata de la casa de veraneo que la hermana de Juan Carlos tenía en Calvià, en la isla de Mallorca. En este caso se calcula que vale unos 3 millones. Además, Beltrán y Simoneta ahora son los administradores de San Jacobo SL, la empresa que gestiona el patrimonio familiar y que cuenta también con un chalet de 300m² y 2 millones y medio de euros en la carísima calle de Velázquez de Madrid, en el barrio de Salamanca. Por otra parte, los cinco hijos son socios de la sicav de la madre, la sociedad que utilizaba para sus inversiones financieras. Todo esto sin contar una fortuna millonaria en metálico y un montón de joyas.

 
UNA ABULTADA HERENCIA
La herencia de la infanta Pilar, a la venta: dos mansiones, 3.000 metros y 7 millones
Los hermanos Gómez-Acebo han puesto a la venta las dos residencias familiares, mientras que siguen conservando el piso en el que se encuentra domiciliada la empresa



Foto: La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


AUTOR
A. RODRÍGUEZ
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INFANTA PILAR
18/06/2020


No es el mejor momento del mercado, dada la situación que ha provocado en todo el mundo el coronavirus, pero los hijos de la infanta Pilar han decidido vender dos de las propiedades de la familia, las más importantes y significativas del patrimonio de los Gómez-Acebo. Se trata de la mansión de la zona de Puerta de Hierro, la residencia en la que se han criado todos los hermanos y en la que despedían a su madre el pasado 8 de enero, y de la casa de vacaciones que aún tienen en la urbanización Sol de Mallorca, en la localidad de Calvià.

Si algo tienen en común las dos viviendas es que han sido el escenario de muchas reuniones familiares e importantes acontecimientos. Desde la comunión de los nietos de la infanta Pilar hasta la boda de Beltrán Gómez-Acebo con Andrea Pascual, amén de almuerzos, muchos, con el rey Juan Carlos, quien tenía en su hermana mayor a una amiga y cómplice. Según ella misma contaba en una entrevista a 'Vanity Fair' hace unos años, el emérito avisaba a doña Pilar de que iba a comer cuando le apetecía, sin importarle si había alguién más invitado y siempre llevando una botella de vino, lo cual hacía que fuera aún mejor recibido.



El rey Juan Carlos y la infanta Pilar, en la boda de Felipe y Letizia. (EFE)


El rey Juan Carlos y la infanta Pilar, en la boda de Felipe y Letizia. (EFE)




La vivienda familiar
Con un poco de suerte, la casa de Puerta de Hierro estará habitada por otras personas, ajenas a todo lo que han podido escuchar sus paredes y muros, guardianes de conversaciones familiares y seguro que algún que otro secreto del rey Juan Carlos, que quedará para siempre en el silencio de la casa, aún habitada por Fernando, el hijo pequeño de la infanta Pilar.

De lo que sí podrán disfrutar los nuevos dueños es de los más de 1.000 metros cuadrados de vivienda, distribuidos en varias plantas y construidos en una superficie de más de 2.400 de terreno. Fue levantada en los años 60, por lo que es un edificio robusto, con materiales resistentes pero sin grandes lujos, y sin que la decoración haya cambiado mucho desde entonces. Eso sí, la enorme superficie de la finca permite que tenga piscina y hasta una pista de pádel, sin duda dos importantes alicientes para la venta.

Teniendo en cuenta estas características y que el precio medio de la zona es de unos 3.800 euros por metro cuadrado, la casa podría alcanzar tranquilamente los 3,8 millones de euros, cifra que se incrementaría con el valor del terreno y las diferentes instalaciones de la finca y la vivienda.



La casa de la infanta Pilar, en la zona de Puerta de Hierro. (Limited Pictures)


La casa de la infanta Pilar, en la zona de Puerta de Hierro. (Limited Pictures)



La casa de vacaciones
La casa de Calvià tampoco anda coja a la hora de haber acogido reuniones familiares. Ha sido testigo de las vacaciones más especiales de los Gómez-Acebo, así como el refugio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin durante el proceso judicial del caso Noos, por lo que guarda aún más secretos que la anterior. Es una casa mucho más pequeña que la mansión de Puerta de Hierro, de apenas 200 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. En la planta baja encontramos un recibidor, salón comedor, dos habitaciones, cuarto de baño, cocina, patio interior y un porche con barbacoa de obra. En la planta de arriba, otros dos dormitorios, otro cuarto de baño y una terraza.

Pero el gran valor de esta casa está en el exterior. La parcela supera los 1.000 metros cuadrados, suficientes para la piscina y para disfrutar de las vistas al Mediterráneo, que se divisan desde cualquier rincón del jardín, gracias a la privilegiada situación de la casa, en un alto al borde del mar. Allí pudo celebrar la infanta Pilar sus 80 años, rodeada de su familia, incluyendo al rey Felipe, la infanta Elena, don Juan Carlos y doña Sofía.
Aunque no es tan grande como la mansión de Puerta de Hierro, tampoco hay que hacerle ascos, ya que en esta urbanización mallorquina el metro cuadrado cuesta casi 5.000 euros. A eso habría que sumar el valor de la parcela y la ubicación, ya que lógicamente no cuestan lo mismo las casas que se encuentran más alejadas del mar que las que están junto a él, como es este caso. En el mercado podría alcanzar los 3 millones de euros, uno menos de lo que podría costar, en condiciones normales, la mansión familiar de Puerta de Hierro.



El rey Felipe, la reina Sofía y la infanta Elena, en el 80º cumpleaños de la infanta Pilar, que celebró en su casa de Mallorca. (EFE)


El rey Felipe, la reina Sofía y la infanta Elena, en el 80º cumpleaños de la infanta Pilar, que celebró en su casa de Mallorca. (EFE)



La oficina
Pero aún hay otra propiedad de la familia, destinada a oficinas y que no está, de momento, en la cartera de inmuebles a la venta. Se trata de un piso situado en el Barrio de Salamanca. Una casa de más de 300 metros cuadrados que compraron en 1999 y que actualmente aún conservan, destinándola a usos profesionales. El precio por metro cuadrado en esta zona es aún mayor, ya que roza los 6.000 euros. Teniendo en cuenta la ubicación y las características, este piso podría alcanzar los 2,5 millones de euros, en caso de que los hermanos decidieran ponrlo a la venta.
Así que, en total, más de 3.000 cuadrados de superficie con un valor de casi diez millones de euros. Y dos de ellas, las que han estado destinadas a vivienda, puestas en el mercado por los hijos de doña Pilar. Ambas con mucho valor sentimental, sí, pero también económico, el factor que más ha empujado a Simoneta, Juan, Beltrán, Bruno y Fernando para deshacerse de estas dos valiosas posesiones.



Los hermanos Gómez-Acebo, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE)


Los hermanos Gómez-Acebo, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE)


 
UNA ABULTADA HERENCIA
La herencia de la infanta Pilar, a la venta: dos mansiones, 3.000 metros y 7 millones
Los hermanos Gómez-Acebo han puesto a la venta las dos residencias familiares, mientras que siguen conservando el piso en el que se encuentra domiciliada la empresa



Foto: La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


La infanta Pilar, en una imagen de archivo. (Cordon Press)


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A. RODRÍGUEZ
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INFANTA PILAR
18/06/2020


No es el mejor momento del mercado, dada la situación que ha provocado en todo el mundo el coronavirus, pero los hijos de la infanta Pilar han decidido vender dos de las propiedades de la familia, las más importantes y significativas del patrimonio de los Gómez-Acebo. Se trata de la mansión de la zona de Puerta de Hierro, la residencia en la que se han criado todos los hermanos y en la que despedían a su madre el pasado 8 de enero, y de la casa de vacaciones que aún tienen en la urbanización Sol de Mallorca, en la localidad de Calvià.

Si algo tienen en común las dos viviendas es que han sido el escenario de muchas reuniones familiares e importantes acontecimientos. Desde la comunión de los nietos de la infanta Pilar hasta la boda de Beltrán Gómez-Acebo con Andrea Pascual, amén de almuerzos, muchos, con el rey Juan Carlos, quien tenía en su hermana mayor a una amiga y cómplice. Según ella misma contaba en una entrevista a 'Vanity Fair' hace unos años, el emérito avisaba a doña Pilar de que iba a comer cuando le apetecía, sin importarle si había alguién más invitado y siempre llevando una botella de vino, lo cual hacía que fuera aún mejor recibido.



El rey Juan Carlos y la infanta Pilar, en la boda de Felipe y Letizia. (EFE)


El rey Juan Carlos y la infanta Pilar, en la boda de Felipe y Letizia. (EFE)




La vivienda familiar
Con un poco de suerte, la casa de Puerta de Hierro estará habitada por otras personas, ajenas a todo lo que han podido escuchar sus paredes y muros, guardianes de conversaciones familiares y seguro que algún que otro secreto del rey Juan Carlos, que quedará para siempre en el silencio de la casa, aún habitada por Fernando, el hijo pequeño de la infanta Pilar.

De lo que sí podrán disfrutar los nuevos dueños es de los más de 1.000 metros cuadrados de vivienda, distribuidos en varias plantas y construidos en una superficie de más de 2.400 de terreno. Fue levantada en los años 60, por lo que es un edificio robusto, con materiales resistentes pero sin grandes lujos, y sin que la decoración haya cambiado mucho desde entonces. Eso sí, la enorme superficie de la finca permite que tenga piscina y hasta una pista de pádel, sin duda dos importantes alicientes para la venta.

Teniendo en cuenta estas características y que el precio medio de la zona es de unos 3.800 euros por metro cuadrado, la casa podría alcanzar tranquilamente los 3,8 millones de euros, cifra que se incrementaría con el valor del terreno y las diferentes instalaciones de la finca y la vivienda.



La casa de la infanta Pilar, en la zona de Puerta de Hierro. (Limited Pictures)


La casa de la infanta Pilar, en la zona de Puerta de Hierro. (Limited Pictures)



La casa de vacaciones
La casa de Calvià tampoco anda coja a la hora de haber acogido reuniones familiares. Ha sido testigo de las vacaciones más especiales de los Gómez-Acebo, así como el refugio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin durante el proceso judicial del caso Noos, por lo que guarda aún más secretos que la anterior. Es una casa mucho más pequeña que la mansión de Puerta de Hierro, de apenas 200 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. En la planta baja encontramos un recibidor, salón comedor, dos habitaciones, cuarto de baño, cocina, patio interior y un porche con barbacoa de obra. En la planta de arriba, otros dos dormitorios, otro cuarto de baño y una terraza.

Pero el gran valor de esta casa está en el exterior. La parcela supera los 1.000 metros cuadrados, suficientes para la piscina y para disfrutar de las vistas al Mediterráneo, que se divisan desde cualquier rincón del jardín, gracias a la privilegiada situación de la casa, en un alto al borde del mar. Allí pudo celebrar la infanta Pilar sus 80 años, rodeada de su familia, incluyendo al rey Felipe, la infanta Elena, don Juan Carlos y doña Sofía.
Aunque no es tan grande como la mansión de Puerta de Hierro, tampoco hay que hacerle ascos, ya que en esta urbanización mallorquina el metro cuadrado cuesta casi 5.000 euros. A eso habría que sumar el valor de la parcela y la ubicación, ya que lógicamente no cuestan lo mismo las casas que se encuentran más alejadas del mar que las que están junto a él, como es este caso. En el mercado podría alcanzar los 3 millones de euros, uno menos de lo que podría costar, en condiciones normales, la mansión familiar de Puerta de Hierro.



El rey Felipe, la reina Sofía y la infanta Elena, en el 80º cumpleaños de la infanta Pilar, que celebró en su casa de Mallorca. (EFE)


El rey Felipe, la reina Sofía y la infanta Elena, en el 80º cumpleaños de la infanta Pilar, que celebró en su casa de Mallorca. (EFE)



La oficina
Pero aún hay otra propiedad de la familia, destinada a oficinas y que no está, de momento, en la cartera de inmuebles a la venta. Se trata de un piso situado en el Barrio de Salamanca. Una casa de más de 300 metros cuadrados que compraron en 1999 y que actualmente aún conservan, destinándola a usos profesionales. El precio por metro cuadrado en esta zona es aún mayor, ya que roza los 6.000 euros. Teniendo en cuenta la ubicación y las características, este piso podría alcanzar los 2,5 millones de euros, en caso de que los hermanos decidieran ponrlo a la venta.
Así que, en total, más de 3.000 cuadrados de superficie con un valor de casi diez millones de euros. Y dos de ellas, las que han estado destinadas a vivienda, puestas en el mercado por los hijos de doña Pilar. Ambas con mucho valor sentimental, sí, pero también económico, el factor que más ha empujado a Simoneta, Juan, Beltrán, Bruno y Fernando para deshacerse de estas dos valiosas posesiones.



Los hermanos Gómez-Acebo, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE)


Los hermanos Gómez-Acebo, en el funeral de la infanta Pilar. (EFE)


Será ignorancia mía o que tengo corazón de pollo, pero me parece un poco desagradable deshacerse de la casa familiar como cambiarse de ropa, tantos recuerdos, yo creía que la conservarían y seguiría siendo un punto de encuentro
 
Casi 10.000.000€ solo en 3 inmuebles pero a eso hay que sumarle las joyas y otros objetos de valor (cuadros, estatuas, jarrones, ect) que tuviera en cada una de sus propiedades. Además de un patrimonio económico igual de suculento. La fortuna real de la Infanta Pilar puede ser el doble de lo que dicen o hasta más.
 

Abrimos el joyero de la infanta Pilar: las valiosas e históricas piezas que se acaban de repartir sus hijos​

Descendiente directa de las reinas españolas, doña Pilar atesoró un buen número de piezas de gran valor, tanto histórico como económico​

Foto: La infanta Pilar. (Getty)

La infanta Pilar. (Getty)

Por
N.Tiburcio

P. Barrientos
13/01/2021 - 05:00

Un año después de su muerte, la herencia de la infanta Pilar parece estar ya repartida entre sus cinco hijos. Los hermanos Gómez-Acebo han puesto a la venta la casa en la que la hermana de don Juan Carlos residía en Madrid, concretamente en Puerta de Hierro, y también la propiedad que la difunta duquesa de Badajoz tenía en Calvià, Mallorca. Asimismo, los objetos personales así como sus joyas se dividieron en cinco lotes, uno para cada hermano.

A pesar de que nunca representó a la familia real española, salvo en contadas excepciones como la investidura de Beatriz de Holanda o la asistencia a alguna cena de gala, la infanta podía presumir de un importante joyero. Descendiente directa de las reinas españolas, doña Pilar atesoró un buen número de piezas de gran valor, tanto histórico como económico. Ahora, esas alhajas han pasado a manos de sus hijos y serán ellos quienes decidan su futuro.

La infanta, con sus zafiros. (Gtres)

La infanta, con sus zafiros. (Gtres)

Quizás la joya más importante que poseía la duquesa de Badajoz es esta tiara realizada en platino, diamantes y zafiros. Una pieza que recibió de manos de su madre, la condesa de Barcelona, y que ella misma lució en numerosas ocasiones. Un diseño Belle Époque que perteneció a la dinastía Orleans que, según David Cuevas, experto en joyas y dueño de la joyería Molina y Cuevas, puede alcanzar los 200.000 euros.

Se desconoce quién de los hermanos ha heredado la tiara, aunque todos los ojos están puestos en Simoneta, la única hija de la infanta, aunque puestos en contacto con ella prefiere no dar detalles. La pieza guarda además un gran valor sentimental para la familia Gómez-Acebo, ya que fue la que eligieron Bárbara Cano y Laura Ponte para sus bodas con Bruno y Beltrán, respectivamente. Esta última decidió lucirla del revés, dándole un aire mucho más retro.

Laura Ponte, con la tiara. (Getty)

Laura Ponte, con la tiara. (Getty)

Aparte de la tiara de zafiros, la infanta Pilar también contaba con varias piezas con estas piedras, como un collar y pendientes. Fueron propiedad de la reina María Cristina de Habsburgo, y María de las Mercedes las recibió en 1935 de manos de su suegro, Alfonso XIII, con motivo de su boda con don Juan. Los condes de Barcelona se las entregaron a su primogénita en sus nupcias con Luis Gómez-Acebo. La duquesa de Badajoz, una mujer práctica, decidió utilizar solo uno de los zafiros a modo de pendentif, que llevaba siempre colgado de su collar de perlas favorito.

La infanta, con el pendentif de zafiros. (CP)

La infanta, con el pendentif de zafiros. (CP)

Un collar también con mucha historia formado por 25 perlas y cierre de brillantes, a juego con unos pendientes también de perlas, cuya primera dueña fue la reina Isabel II. Tras su muerte, pasaría a su hijo Alfonso XII y acabarían en el joyero de su segunda esposa, la reina María Cristina, terminando en manos de la condesa de Barcelona. María de las Mercedes se lo legó a su primogénita, quien lo llevó tanto en la boda del Príncipe de Asturias como en la de su hijo Beltrán y en la abdicación de don Juan Carlos. En la imagen inferior, aparte del collar y los pendientes de perlas, vemos un original broche que también perteneció a la condesa de Barcelona.

La infanta, en la boda de Beltrán Gómez-Acebo. (Getty)

La infanta, en la boda de Beltrán Gómez-Acebo. (Getty)

Pero la infanta no solo contaba con la tiara de zafiros. Tenía una pieza en su joyero que también podía ser utilizada como diadema, aunque ella siempre la lució como collar. Según varias fuentes, fue un regalo de bodas que recibió de su futuro marido, Luis Gómez-Acebo. Además, la duquesa solía lucir este conjunto con unos pendientes de esmeraldas que pertenecieron a Isabel II.

La infanta Pilar, con las esmeraldas. (Gtres)

La infanta Pilar, con las esmeraldas. (Gtres)

Mónica Martín Luque ha sido la única de la familia en lucirla en modo tiara en su boda con Fernando Gómez-Acebo, en 2004.

Mónica Martín Luque, luciendo las esmeraldas como tiara. (Gtres)

Mónica Martín Luque, luciendo las esmeraldas como tiara. (Gtres)

Entre las joyas encontramos también un valioso broche de esmeraldas a juego con unos pendientes que pertenecieron a Isabel II. Al fallecer la reina, las piezas salieron a subasta y fue la reina María Cristina la que se hizo con ellas, dejándoselas en herencia a su hijo Alfonso XIII. Este se lo regalaría a la condesa de Barcelona, su nuera, con motivo del nacimiento de don Juan Carlos.

Pilar, en la boda de su hijo Fernando. (Getty)

Pilar, en la boda de su hijo Fernando. (Getty)

Y por último, pero no menos importante, la duquesa de Badajoz recibió al cumplir 18 años un regalo muy especial. Un conjunto con motivos florales formado por un par de pendientes, broche y un reloj. En la imagen, vemos a Simoneta, la hija de la infanta Pilar, luciendo los pendientes.

Simoneta, con los pendientes de su madre. (Gtres)

Simoneta, con los pendientes de su madre. (Gtres)

 
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