La gran suerte que resulta que tuvimos todos en el 2012

Es un tema recurrente...se avecina la nueva tormenta solar, Obama ya está tomando medidas para que no sea una catástrofe para la vida normal

¿Qué pasaría si impacta la tormenta solar que advierte Obama?

La Casa Blanca ha ordenado una serie de medidas para evitar que un evento climático extremo convierta al país en un caos inimaginable

Una gran erupción solar puede poner en peligro infraestructuras terrestres - NASA
J. DE J. Madrid17/10/2016 11:09h - Actualizado: 17/10/2016 13:46h. Guardado en: Ciencia - Temas: Ciencia , Barack Obama , Tormenta solar , Astronomía
Si aparecen juntas las palabras presidente de EE.UU., tormenta solar, orden ejecutiva y seguridad mundial, uno podría pensar que forman parte del argumento de la última película de catástrofes de Hollywood, pero se trata de algo mucho más real, respaldado por científicos del clima espacial y que debe ser tomado en serio. Barack Obama dictó el pasado viernes una orden, recogida en la web de la Casa Blanca, para que el país se prepare ante un hipotético evento climático espacial extremo, como una gran erupción solar, que podría poner en peligro infraestructuras y tecnologías críticas para la vida tal y como la concebimos hoy en Occidente.

Obama no dice en ningún momento que se prevea un balazo solar en un tiempo breve. Las medidas se toman como prevención, porque la amenaza, aunque de baja probabilidad, es de alto impacto. Y puede llegar algún día. De hecho, ya ha ocurrido en el pasado. En 1989, un transformador en Nueva Jersey quedó inutilizado dejando a 6 millones de personas en la provincia de Quebec (Canadá) sin energía eléctrica a causa de una eyección de plasma solar. En 1859 se produjo el famoso evento Carrington, que inutilizó el telégrafo de la época. Si algo así ocurriera hoy en día, de decenas a cientos de transformadores quedarían destruidos, hundiendo en la oscuridad durante semanas, meses o años a buena parte de los continentes.

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Hemos estado cerca de vivirlo. El 23 de julio de 2012, una sucesión de eyecciones de masa coronal -las más intensas erupciones que se producen en el Sol- envió una nube de plasma magnetizado hacia el espacio que atravesó la órbita terrestre. La Tierra consiguió esquivarla, pero si la erupción se hubiera producido tan solo nueve días antes, nos habría golpeado de lleno. Las consecuencias, descritas por investigadores de la Universidad de California en Berkeley y la Academia China de Ciencias en Pekín, habrían incluido estragos en la red eléctrica, los satélites y GPS. Los efectos habrían sido «tremendos» y el mundo habría necesitado de cuatro a diez años para recuperarse.


Con estudios como estos en mente, el aviso del presidente estadounidense va dirigido a las distintas autoridades competentes para que tomen las precauciones necesarias para desarrollar planes y programas de alerta, protección, reducción de riesgos y recuperación. No se trata en ningún caso de que cada cual salga corriendo a construirse un refugio ante el apocalipsis, sino de que los distintos organismos sean conscientes del peligro y se preparen.

Adiós satélites y GPS
La orden es clara y va en la línea de las advertencias dadas por los científicos en los últimos años: un fenómeno semejante podría desactivar una gran parte de la red de energía eléctrica, lo que resulta en una cascada de fracasos que afectarían a servicios clave como el abastecimiento de agua, la salud y el transporte. «El clima espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la seguridad a través de continentes enteros simultáneamente», recuerda. Las consecuencias totales pueden ser inimaginables.

En efecto, una tormenta solar geomagnética muy poderosa puede dañar los satélites de comunicaciones, noquear los sistemas GPS, cerrar el tráfico aéreo y apagar las luces, computadoras y teléfonos en millones de hogares durante días, meses o incluso años. Además, sería capaz de corroer las tuberías de agua y alcantarillado, socavar las operaciones militares y de seguridad, y hacer daño a los astronautas que viajan en el espacio, según informaban especialistas en meteorología espacial de distintos ámbitos en una conferencia celebrada el pasado abril en Washington.

Los investigadores insistían entonces en la creciente urgencia de reforzar tanto la investigación científica básica como el desarrollo de aplicaciones prácticas. «Una vez que los sistemas empiezan a fallar, (los cortes) pueden multiplicarse en cascada de maneras que ni siquiera podemos concebir», señalaba Daniel Baker, director del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado-Boulder. En un informe de 2013, el mercado de seguros Lloyd de Londres estimaba la población en riesgo de una tormenta masiva «entre 20-40 millones con duraciones de hasta 1-2 años», y el coste de tal recuperación oscilaría entre 600.000 millones y 2,6 billones de dólares. Un caos muy difícil de controlar.

http://www.abc.es/ciencia/abci-torm...olar-advierte-obama-201610171109_noticia.html
 
parece que esto ocurre con más frecuencia de lo que nos damos cuenta y de que nos lo cuentan...

Un bombazo solar rompió el escudo magnético de la Tierra en 2015

La nube de plasma lanzada por el Sol golpeó nuestro planeta a 2,5 millones de km por hora, comprimió la magnetosfera y provocó apagones de radio en muchos países

http://www.abc.es/sociedad/abci-tormenta-solar-5170153716001-20161014113000_video.html

Vídeo: Una tormenta solar captada por la NASA - ABC
ABC.ES Madrid03/11/2016 14:06h - Actualizado: 03/11/2016 15:52h. Guardado en: Ciencia
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El telescopio de muones GRAPES 3- TIFR
Ocurrió el 22 de junio de 2015 y duró dos horas. Un «bombazo» emitido por el Sol produjo una grieta en el escudo magnético de la Tierra. El telescopio de muones GRAPES-3, ubicado en el Laboratorio de Rayos Cósmicos del TIFR (Tata Institute of Fundamental Research), en Ooty (India), registró la explosión ocurrida cuando una nube gigante de plasma expulsada de la corona solar golpeó nuestro planeta a altísima velocidad, 2,5 millones de kilómetros por hora, causando la compresión masiva de la magnetosfera, que se redujo de 11 a sólo 4 veces el radio de la Tierra.

El colosal estallido de unos 20 GeV también desencadenó una gran tormenta geomagnética que a su vez generó una aurora boreal y apagones de señal de radio en muchos países ubicados en latitudes altas, según publican los investigadores de GRAPES-3 en Physical Review Letters.

La magnetosfera de la Tierra se extiende sobre un radio de un millón de kilómetros, actuando como primera línea de defensa contra el flujo continuo de rayos cósmicos y solares. De esta forma, protege la vida en nuestro planeta de las radiaciones energéticas de alta intensidad.

Las simulaciones realizadas por el equipo de GRAPES-3, el mayor y más sensible telescopio de muones que opera en el mundo, indican que «el escudo magnético de la Tierra se rompió temporalmente debido a la aparición de una reconexión magnética, permitiendo que las partículas de rayos cósmicos galácticos de menor energía entraran en nuestra atmósfera».

El campo magnético de la Tierra curvó estas partículas alrededor de 180 grados, desde el lado del día hasta el lado nocturno de la Tierra, donde fueron detectadas como una explosión por GRAPES-3 alrededor de la medianoche del 22 de junio de 2015. Los datos fueron analizados e interpretados a través de una simulación extensiva durante varias semanas utilizando el dispositivo de computación de 1.280 núcleos construido internamente por el equipo de físicos e ingenieros de GRAPES-3 del Laboratorio de Rayos Cósmicos de Ooty.

Las tormentas solares pueden causar graves alteraciones en la civilización humana paralizando las grandes redes de energía eléctrica, sistemas de posicionamiento global (GPS), operaciones de satélites y comunicaciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha publicado recientemente una orden ejecutiva para preparar y proteger EE.UU. de tales desastres provocados por las tormentas solares extremas.

http://www.abc.es/ciencia/abci-bomb...gnetico-tierra-2015-201611031406_noticia.html
 
qué curioso...

La tormenta solar que estuvo a punto de provocar una guerra atómica

En mayo de 1967 varios radares de defensa antimisiles estadounidenses dejaron de funcionar. De forma inmediata, Estados Unidos puso a una flota de bombarderos atómicos en estado de «lanzamiento inmediato»

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Una llamarada solar similar a esta, de 2012, colapsó en 1967 los sistemas de detección de misiles de Estados Unidos - SOHO
JOSÉ MANUEL NIEVES - josemnieves Madrid12/08/2016 16:51h - Actualizado: 16/08/2016 16:14h. Guardado en: Ciencia
Fue el 23 de mayo de 1967, en plena guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Varios radares de defensa norteamericanos, especialmente diseñados para detectar misiles soviéticos en pleno vuelo, dejaron de funcionar al mismo tiempo ese día, hecho que fue interpretado como un bloqueo intencionado por parte del enemigo. El alto mando consideró el suceso como un acto de guerra y puso toda una flota de aviones equipados con armas nucleares en estado de «lanzamiento inmediato».

Pero la crisis logró evitarse. Afortunadamente para todos, las Fuerzas Aéreas norteamericanas ya disponían de un incipiente programa de observación solar, y se dieron cuenta a tiempo de que los radares de defensa se habían bloqueado debido a una gran llamarada emitida por el Sol.

El «incidente» acaba de hacerse público en un estudio publicado en «Space Weather» por parte de un grupo de físicos y antiguos oficiales, ya retirados, de las Fuerzas Aéreas norteamericanas. Y en el artículo se describe con todo detalle lo cerca que estuvo Estados Unidos de lanzar un ataque nuclear contra la Unión Soviética. Hoy en día, toda una flota de observatorios espaciales vigila al Sol minuto a minuto, avisando de cualquier llamarada. Pero no era así en los años sesenta del pasado siglo.


Los militares norteamericanos, en efecto, empezaron a monitorizar la actividad solar a finales de la pasada década de los 50, utilizando para ello telescopios terrestres. Y no fue hasta los años sesenta cuando los servicios meteorológicos de las Fuerzas Aéreas empezaron a fijarse en las llamaradas solares, erupciones masivas de radiación en la atmósfera del Sol que, cuando alcanzan la Tierra, pueden provocar cortes en las comunicaciones y los sistemas informáticos.

En 1967, las predicciones de actividad solar llegaban diariamente al Comando de Defensa Aeroespacial de Norte América (NORAD), en boletines que resumían los datos de una serie de observatorios instalados tanto en los Estados Unidos como en otros lugares del mundo.

Y el 18 de mayo de ese año apareció en el Sol un grupo inusualmente grande de manchas solares, zonas oscuras y más frías que el resto y que suelen preceder a una actividad intensa. Los científicos, de hecho, avisaron de que se podría producir en los días siguientes una llamarada mayor que las demás.

Efectivamente, los observatorios de Nuevo México y Colorado observaron un destello que fue visible a simple vista, mientras que un radio observatorio solar en Massachusetts informó que el Sol estaba emitiendo niveles sin precedentes de ondas de radio.

Los radares se desconectan
Durante el día siguiente y a medida en que el brote se desarrollaba, los radares de tres emplazamientos de misiles balísticos del Early Warning System (Sistema de Alerta Temprana), situados en la estación de las Fuerzas Aéreas de Claro, en Alaska, en a base aérea de Thule, en Groenlandia y en Fylingdales, en el Reino Unido, dejaron de funcionar casi al mismo tiempo.

Y aunque había más de un indicio disponible para darse cuenta de que las averías eran achacables a la inusitada actividad solar, saltaron todas las alarmas ante un posible ataque nuclear por parte de la Unión Soviética. El protocolo se aplicó de inmediato y Estados Unidos se dispuso a contraatacar de inmediato.

En realidad, los tres emplazamientos militares afectados se encontraban a plena luz del sol. Y la afluencia repentina de las ondas de radio solares fueron las responsables del colapso de los sistemas, explican los autores del estudio. Por supuesto, en cuanto las emisiones solares cesaron, el supuesto «bloqueo» de los soviéticos desapareció.

Los autores del estudio explican que la información procedente del NORAD llegó justo a tiempo a manos del alto mando para que éste detuviera las acciones militares. Delores Knipp, físico espacial en la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del artículo, subraya que ese día, la información sobre la tormenta solar llegó con toda seguridad a manos de las más altas instancias del Gobierno, incluso probablemente a las del propio presidente Johnson.

Llamarada solar
Tras el impacto inicial de la llamarada solar, sus efectos se dejaron sentir en la Tierra durante más de una semana.Auroras boreales, que normalmente solo pueden apreciarse cerca del Polo Norte, fueron vistas incluso más al sur de Nuevo México. Según los firmantes del estudio, lo único que evitó el desastre nuclear ese día fue el correcto diagnóstico de la actividad solar llevada a cabo por los militares.

En última instancia, la tormenta llevó a los Estados Unidos a reconocer el clima espacial como una preocupación operacional más a tener en cuenta, y a construir un sistema de predicción del clima espacial más sólido y capaz, según explica el coronel retirado Arnold Snyder, uno de los «hombres del tiempo» solar del NORAD, y que estaba de servicio ese día.


http://www.abc.es/ciencia/abci-torm...ocar-guerra-atomica-201608121651_noticia.html
 
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