Una producción siempre es riesgo. Las grúas, el cableado, piezas que no estén debidamente montadas, y eso sólo hablando de interiores. Generalmente lo que siempresse oye es, ten cuidado con esto, ten cuidado con aquello.
Algo que no tiene nada de improbable es si se tropieza con un cable y pierde el niño.
Después si por ejemplo le sale algo en la piel no es el problema del seguro, ella tendrá su propio seguro de enfermedad. Pero sí esa anomalía en la piel es debida a un cambio hormonal por el embarazo, sí que podría pasarle factura a la aseguradora. Esto es un ejemplo nimio, ahora piensa en la diabetes.
Las bajas también son más probables en un embarazo, ella sería actriz principal. Significa que según que baja habría que dejar de filmar, cambiar escena, cambiar calendario, costes y más costes.
En lo que te doy razón es que por ejemplo el daño material que puede causar la actriz es el mismo que el que pueda causar otro actor. Aquí supongo que los niños pagan más, tampoco lo sé.
Pero es que todo eso le puede pasar a cualquier mujer embarazada en cualquier ámbito. También se puede tropezar con un cable en la peluquería. Por otro lado el riesgo de grúas, cableado y piezas mal montadas son un peligro para todos, y para evitarlos están las normas y procedimientos de seguridad laboral.
El tema de la discusión es si hay alguna situación en la que prescindir de una mujer embarazada esté justificado. Y yo creo que no. Claro que altera el plan original, y plantea dificultades. Pero esa no es la cuestión, la cuestión es cómo nos enfrentamos a ellas, si les buscamos una solución o si las adelantamos por la derecha, nos las quitamos de encima pero también las dejamos sin resolver. Y cuál sea nuestra elección nos retrata. Y eso es lo que le está pasando a Leticia Dolera.