La Faraona: si me queréis, cotillead

todos menos franco que era asexual..
Siempre se dijo que tras su campaña en África quedó impedido y no podía levantar la bandera.
La niña era "adoptada" (se parecía al padre y la madre como un huevo a una castaña) y evidentemente de poder hubiera tenido muchos hijos para dar ejemplo de familia cristiana y cumplidos..
Porque adoptaron una niña y no un niño???

Según los rumores de la época, la niña era hija del hermano de Paco y de una señora "de vida alegre".
 
El pescadilla casado o no,tenía parienta y una hija.Lola se encapricho de el y lo dejo todo y se fue con ella.la hija se llama Antonia y tiene buena relación con las dos hermanas flores..
De la hermana de Lola flores se comentó que no era hermana,sino la hija que tuvo muy muy joven..
Eran otras épocas y la hicieron pasar por hermana..
Hay otros casos así en esas épocas por ejemplo jack nicholson..
 
No jodas,no sabía yo que había otro,no lo había escuchado nunca, por que ellas con su hermana tienen mucha relación,es raro que no la tengan con el otro

No encuentro el artículo que postearon, pero hablaba de un hijo llamado Antonio, que tuvo con la bailaora Carmen Santos, que a su vez había sido novia de un hermano de Lola. Vamos, como el Paquirri: Cada mujer le puso Su nombre a un hijo, Antonia, Antonio y Antonio Flores.
 
No encuentro el artículo que postearon, pero hablaba de un hijo llamado Antonio, que tuvo con la bailaora Carmen Santos, que a su vez había sido novia de un hermano de Lola. Vamos, como el Paquirri: Cada mujer le puso Su nombre a un hijo, Antonia, Antonio y Antonio Flores.

En la Wikipedia sobre el Pescailla dicen que el hijo se llama Juan


Hijos
 
El pescadilla casado o no,tenía parienta y una hija.Lola se encapricho de el y lo dejo todo y se fue con ella.la hija se llama Antonia y tiene buena relación con las dos hermanas flores..
De la hermana de Lola flores se comentó que no era hermana,sino la hija que tuvo muy muy joven..
Eran otras épocas y la hicieron pasar por hermana..

Hay otros casos así en esas épocas por ejemplo jack nicholson..

Eso lo contaba mi abuela. Se quedo embarazada muy joven, cuando estaba empezando. Luego debió tener más cuidado. Sus comienzos debieron ser muy duros, tanta competencia con tan poco talento.

Lo de pasar por hermanos a los hijos era algo más habitual de lo que parece. Yo conozco un caso. El hermano pequeño de una compañera de clase realmente era hijo de su hermana mayor. Cuando nació lo adoptaron los abuelos. Y no estoy hablando de los años 40, esto ocurrió a finales de los 70.
 
Antonio Gonzalez "El Pescailla" fue el padre de la rumba, pero....
Se casó con una joven gitana y por el rito gitano.
Sin separarse legalmente se casó por 2ª vez, con "Lola Flores" y a escondidas en El Escorial.
La familia de dicha joven, lo buscaba para darle una soberana paliza.
(los gitanos, si los dejas tu van a por ti y te hacen la vida imposible).

Lola Flores "La Faraona" fué una gran cantante y actriz, pero....
Se lió con Manolo Caracol, pese a estar el casado y tener una hija (a saber que fué de esa familia después de ese revolcón).
De hecho se liaba con quien hiciera falta con tal de trepar y sin importarle absolutamente nada las consecuencias de ello.
Se casó con "El Pescailla" aconsejada por Carmen Polo "La Collares" y de penalty.
Estuvo muchos años sin pagar a Hacienda y no queria hacerlo, tuvo la caradura de pedir a España el dinero para pagar.
Murió despues de estar luchando contra el cancer durante 25 años.

Lolita Flores tuvo un breve romance con "Paquirri", hasta que apareció en su camino "Isabel Pantoja" y se acabó.
Su madre, lanzó una maldición a Isabel "Jamás serás feliz con un hombre" y así le ha ido.
A Lolita tampoco le ha ido bien sentimentalmente, ¿Era una maldición con efecto boomerang?.
Con la muerte de su hermano Antonio, su carrera como cantante se vió mermada, pues el le escribia las canciones.
A pesar de todo siguió cantando aunque poco y desarrolló una nueva faceta como actriz.

Antonio Flores fué un gran cantante y compositor, pero....
Cayó en las drogas y destrozó su vida con ello.
Su madre empleó todo su tiempo-dinero en medicos y tratamientos para re-habilitarlo.
Murió por sobredosis y tan solo 15 dias después de ella.

Rosario Flores, tambien cantante y de exito.
Aunque a tenido sus altos y bajos sentimentales, parece ser la única a la que le siguen yendo bien las cosas.
 

http://blogs.elpais.com/memorias-blanco-negro/2013/12/coque-se-fugó-con-lola-flores.html
Coque se fugó con Lola Flores
Por: Alfredo Relaño | 29 de diciembre de 2013

Al rayar los años cincuenta, Coque era la gran promesa del fútbol español. Vallisoletano, formó parte destacada en la gran aventura del Real Valladolid en esos años. Una aventura que incluyó el ascenso de Tercera a Primera en dos temporadas y una final de Copa, resuelta por el Athletic de Bilbao en la prórroga, con tres goles de Zarra. Era el Valladolid de los siete internacionales. Coque marcó en aquella final.

En agosto de 1953, le fichó el Atlético, que acababa de perder a Pérez Payá. Pérez Payá, interior goleador o delantero centro, era un muchacho de Alcoy, de clase acomodada, que no había llegado a hacer ficha profesional en el Atlético, aunque sí aceptó un coche como regalo. Como amateur que era, pudo irse libre al Real Madrid, que le hizo una buena oferta para hacerle profesional. Para compensar su salida, el Atlético fichó a Coque, interior de ida y vuelta, con resistencia, clase, disparo y cabezazo. Costó un millón de pesetas. A la afición le pareció un buen recambio.

Coque empezó bien la 53-54, pero algo se torció: conoció a Lola Flores, la célebre cantaora flamenca. Lola Flores era un torbellino, conocida por sus amoríos. Había tenido una fuerte aventura con Biosca, central del Barça de cautivadores ojos verdes. Fue célebre una noche en la concentración de la selección, en que recibió la visita de Lola e invitó a dos compañeros a espiar desde el balcón de la habitación a través de la persiana entrecerrada. Les había dicho que le bailaba desnuda y ellos no le creían.

La escena se produjo y cuando ella se marchó, él castigó la incredulidad de sus compañeros dejándoles toda la noche en el balcón. Aquella relación terminó cuando al jugador le pareció que eso era lo más prudente. Biosca entendió que era incompatible ser futbolista con hacer la vida de noche, tablaos y juerga que imponía Lola. Esta se sintió defraudada y eligió a Coque “para darle celos a Biosca”, como confesaría en sus memorias y en declaraciones posteriores. Y Coque fue presa fácil. Estaba prometido con su novia de Valladolid, pero retrasó la boda y entró en el torbellino de vida de Lola Flores. Dejó de jugar bien, obviamente.

La prensa de aquellos años no informaba de esas cosas que contravenían la moral y las buenas costumbres, pero entre los aficionados el romance fue un runrún creciente. No se recataban, se les veía de noche en Riscal, en Morocco, los cabarets de moda, o más tarde en las ventas de los alrededores, donde apuraban la noche entre humo, finitos, jamón, cantares y zapateados. Coque tenía 25 años, pero no hay juventud que pueda hacer compatible esa vida con la de deportista de alto nivel.

La cosa cedió cuando Lola Flores hizo una gira de la que regresó con un novio panameño. Coque recapacitó y se casó. Pero al inicio de la 54-55, Lola despachó al panameño y Coque reanudó el carrusel de juergas. Su mujer se fue a Valladolid, abatida, mientras él se iba perdiendo definitivamente para el fútbol. Empezó a faltar a entrenamientos y el asunto tomó ya carácter público cuando, el 16 de octubre, el Atlético le expedientó por sus ausencias a los entrenamientos. Los compañeros se movían entre hacerle recapacitar o escucharle los prodigios de las fantasías sexuales de Lola, que les ponían los dientes largos. La prensa despachaba el asunto con sutiles insinuaciones.

El asunto hizo crisis definitiva, el 26 de diciembre de 1954, justo cuando se acababa de estrenar Morena Clara, película protagonizada por Lola Flores, cuyo anuncio aparece en la primera página del Marca de ese mismo día. Por la tarde el Atlético empató a dos con Las Palmas y la bronca fue tremenda. Aunque Coque marcó el primer gol, de cabeza, aprovechando un centro perfecto de Miguel, la bronca que se llevó por su visible agotamiento en la segunda parte fue enorme. Él y Silva, el otro interior, fueron estruendosamente abroncados por un público que les culpó del derrumbe del equipo, que pasó del 2-0 al 2-2. Para entonces, el Atlético se movía en los últimos puestos de la tabla.

Y de repente, Coque desapareció. Así, sin más. No fue a los entrenamientos ni esa semana, ni la siguiente, ni la siguiente… Nadie sabía dónde estaba, aunque se sospechaba. Lola Flores se había ido de gira a Sudamérica. Y, efectivamente, desde allí se informó de que un tal Gerardo Coque aparecía como productor del espectáculo de cante y baile de Lola. El Atlético le denunció ante la federación y el juzgado por incumplimiento de contrato. Cuando lo supo, Lola Flores envió al Atlético 50.000 pesetas, como pago de una parte de la ficha.

Coque pasó los que podrían haber sido sus mejores años de futbolista detrás de Lola Flores, en idas y venidas, celos y broncas. Cuando tuvo que dar la historia por definitivamente esfumada, porque comprendió que Lola se había enamorado perdidamente de un guitarrista llamado Antonio González, El Pescadilla (con el que se casaría y haría una familia), regresó. Su mujer le perdonó, pero para el fútbol era un poco tarde. En el semanario de Marca, de 24 de septiembre de 1957, aparece una entrevista con él, en la que hace votos por regresar al fútbol y pide indirectamente al Atlético que al menos le deje entrenarse con el Rayo Vallecano. El diálogo pasa de puntillas por las causas que le alejaron del fútbol: “(…) fueron muchos los factores que influyeron en su rendimiento, ajenos por completo a la labor que había de realizar como verdadero profesional”. Para entonces tenía 29 años. En la entrevista se quita uno, dice que tiene 28.

El Granada, que andaba en la zona baja de Primera División, consiguió del Atlético su cesión para la segunda vuelta de esa temporada, la 57-58. Pero estaba hecho una lástima. El Granada se salvó sin él. Sólo jugó en la última jornada, en el Camp Nou, con la permanencia ya garantizada. Ganó el Barça 4-1. Luego jugó un partido de Copa contra el Jaén, que eliminó al Granada. Y nada más.

La 58-59 la jugó, de regreso, en el Valladolid, en Segunda. Ascendieron, pero él no rindió mucho. Luego, el Racing, en Segunda, y ahí sí anduvo mejor. Subieron en la 59-60 y en la 60-61 tuvo un aceptable desempeño en Primera. Pero ya estaba en los 33 años. Mientras recuperaba la forma, le había alcanzado el tiempo. Remató su carrera en la 61-62 en la Cultural Leonesa, de nuevo en Segunda. Quedó última del grupo Norte y bajó a Tercera. Ahí terminó.

El que pudo ser un grande del fútbol se quedó en un solo partido internacional, 6-0 contra Irlanda, en el que marcó. De su paso por el Atlético quedaron 31 partidos, ocho goles y mil relatos picantes a sus compañeros.

Lola siempre se confesó arrepentida de haber malogrado su carrera
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http://www.revistagq.com/noticias/deporte/articulos/lola-flores/19609
Cuando Lola Flores se interesó por el fútbol
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Lola, mucha Lola. © GTRESONLINE

Lola Flores vino a alterar la leyenda cuando se lió con un futbolista. Hasta entonces, el mito de torero con tonadillera era querencia del folclore patrio. Algo que llevaba sucediendo desde los tiempos de Pastora Imperio y Joselito el Gallo, amorío antiguo que tuvo un poso amargo, lleno de habladurías que ya son leyenda. Los toros y la copla eran la pasión de un pueblo donde el fútbol todavía no figuraba. En esto que llegó Lola Flores y se acabó el misterio cuando hizo doblete. Primero con un futbolista del Barcelona y luego con otro del Valladolid.

El del Barcelona era Gustavo Biosca, un defensa central que jugaba al fútbol como un pincel. La elegancia en los defensas de entonces resaltaba más que ahora pues, en aquellos años, un defensa era capaz de astillar tobillos a todo delantero que se acercase a la meta. Fracturar espinillas, romper tendones, clavar los tacos en los pies del contrario, tal eran las mañas de entonces que, para ser un defensa eficaz, había que estar entrenado en ciertas prácticas de combate cuerpo a cuerpo. Y por eso lucía Biosca, porque era diferente al resto de defensas.

De juego limpio y estilo ágil, Lola se fijó en Biosca de aquella manera. Iba a verlo jugar envuelta con un pañuelo y gafas negras, como una espía, para que nadie la reconociese en aquellos tiempos en que las fotografías eran gris marengo y en las gradas la afición chupaba el Farias en los inviernos y rico bombón helado en los veranos.

Según cuentan, la pareja se conoció en una fiesta, en el Caribe o por ahí cerca, y el romance no acabó en boda porque él no quiso ya que estaba comprometido. Pero el amor que vivieron futbolista y folclórica fue un serial con dos rombos y encuentros en hoteles de paso. Habitaciones donde ella se inscribía con nombre falso y él aparecía por la ventana. Fue en una de aquellas estancias donde el futbolista le confesó a Lola que tenían que dejarlo, que él estaba comprometido ya con otra mujer. Cuentan que Lola lo presentía, por ese sentido que tienen las mujeres para percibir los mundos invisibles, y que fue al baño y se encerró durante un buen rato para acicalarse en señal de despedida. Cuando Lola salió del baño lo hizo en cueros y, para la ocasión, llevaba un lazo negro en el pubis en señal de luto por aquel amor que iba a recibir los últimos salivazos.

Montero Glez.
09 · 03 · 2014 12:10h

Tiempo después, en Riscal, sitio de farándula y paellas madrileñas, Paco Rabal le presentaría al que fuera el segundo futbolista en su agitada vida. Nos referimos a Gerardo Coque, jugador del Real Valladolid y al que el Atlético de Madrid fichó por un kilo de los de entonces, cuando un millón de pesetas pesaba eso. Un kilo. El futbolista se quedó pillado con la folclórica de tal manera que dejó plantada a la esposa y también al equipo colchonero. "El único sitio donde Coque tiene que meter goles es aquí", parece que decía la folclórica, señalándose salva sea la parte. La Faraona era toda una figura cuando le daba por los gestos y por las metáforas. Igual te hacía un zapateao que te cantaba un rap. Cómo me la maravillaría yo. Total que, a Gerardo Coque, joven deportista, se le daba de rechupete lo del zapateao y las palmas. Arza mi niño, que no tié abuela. Y la Lola de España se lo lleva a hacer las Américas. Y como la Lola era mujer rumbosa, además de pagarle su sueldo como palmero, pagó al club por el traspaso del fichaje. "Porque el único sitio donde Coque tiene que meter goles es aquí".

Pero la cosa acabó en comedia de dos rombos cuando la pareja llegó a Madrid. La esposa despechada del futbolista había denunciado al marido por adúltero, abandono de hogar y esas cosas que hacen arrugar al más macho. Entonces la policía llegó a la casa de Lola en busca del futbolista y ésta abrió la puerta y dijo que Coque no estaba con ella. Pero la policía sospechó y entró a registrar la casa de Lola. Entre el cuero de los sofás y el polvo de las alfombras morunas, al final, dieron con el futbolista. Se había escondido en el rincón más oscuro, con la vergüenza y el miedo del que se sabe prófugo de la justicia. Cosas.

*Artículo originalmente publicado en el número 197 de GQ.
 
Lola era la put* ama. Sólo por la "pena penita" se merece un puto monumento. Me da igual si de quien era amiga o a quien coxx se arrimó. Era una fuerza total de la naturaleza y de la vida. Seré una paleta, pero la adoro; y me la suda. Pa mi está al nivel de Fourier, como mínimo. Era muy grande.



Esas fuerzas de la naturaleza resultan muy simpáticas hasta que te toca sufrirlas. Allí las ves como lo que son: Tremendas egoístas. Podrían haber gozado igual o mejor, sin ir dejando tantas víctimas a su paso.
 
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