La extrema derecha declara la guerra al periodismo de verificación en España, igual que Bolsonaro o Trump

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El acoso a los verificadores de información por su ideología y la teoría de la conspiración que asegura que existe "censura" en las plataformas digitales replica las campañas de intoxicación detectadas en Brasil y EEUU .

WhatsApp desmiente oficialmente la teoría de la conspiración sobre la censura de mensajes en España: "Es 100% falso"


Carlos del Castillo
47 comentarios

13/04/2020 - 22:10h
Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' han lanzado una nueva teoría de la conspiración contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita.es.

Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' han lanzado una nueva teoría de la conspiración contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita


Una red crítica con el gobierno recibe el impulso de conocidos difusores de bulos
Los terraplanistas del coronavirus: la red para contarte "la verdad" está impulsada por conocidos difusores de bulos


Los medios independientes de verificación de contenidos se han convertido en uno de los elementos más incómodos para los políticos que basan sus mensajes a la ciudadanía en datos falsos e información no contrastada. Más allá de Donald Trump y sus habituales ataques a la prensa de EEUU, otros líderes como el brasileño Jair Bolsonaro, el filipino Rodrigo Duterte o el turco Recep Tayyip Erdogan han acosado a los periodistas encargados de esta tarea. "Desafortunadamente, es una tendencia al alza alrededor del mundo ver a líderes populistas atacar a los verificadores", lamenta Baybars Örsek, director de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés).

Esta organización defiende un código de principios para los verificadores al que se han adscrito 76 organizaciones de todo el mundo. Más de 100 forman parte de su iniciativa pare frenar la desinformación sobre la pandemia de coronavirus en 45 países diferentes. "Brasil, India, Filipinas y Turquía son algunos de los países en los que hemos experimentado este tipo de ataques a los verificadores, la mayoría provenientes de actores políticos", expone Örsek en conversación con eldiario.es.




La extrema derecha ha metido a España en esa lista de países este fin de semana. Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' (que difunden teorías de la conspiración sin base factual para intentan canalizar el malestar social por la gestión política de la pandemia) han desencadenado un ataque frontal contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita.es.

La campaña tóxica incluye intentos de intimidación personal en redes sociales, ataques coordinados desde foros y una mezcla entre datos parcialmente ciertos y mentiras para llegar a conclusiones erróneas que se viralizan con facilidad.

La ofensiva contra los periodistas españoles especializados en verificación comenzó con un bulo para desacreditar su labor. Durante todo el fin de semana se les ha acusado de "censurar" los mensajes que se distribuyen a través de WhatsApp, algo que Facebook (propietaria de la app de mensajería instantánea) ha desmentido este lunes a través de un comunicado oficial en español, adelantado por eldiario.es. Se trata de una decisión casi sin precedentes, puesto que la multinacional nunca suele inmiscuirse en este tipo de disputas nacionales.

Este lunes, un diputado de la formación de extrema derecha centraba su crítica en la periodista Ana Pastor, fundadora de Newtral, para la que ha pedido una detención de la Guardia Civil. Luis Gestoso, diputado de Vox en el Congreso por Murcia, ha animado en sus redes sociales a descubrir "el negocio de la censura y contra nuestras libertades, que tanto ayuda a consolidar el régimen bolivariano en España".

Figuras como la de Alvise Pérez, de mucho impacto en las redes de una derecha más organizada en lo digital que nunca, se han centrado en los últimos días de crisis del coronavirus en criticar a los medios verificadores y en especial a Newtral, poniendo en duda su independencia y credibilidad. Periodistas como Javier Negre, miembro de El Mundo y uno de los impulsores junto a Alvise de 'Estado de Alarma', un programa de televisión por Internet que ejerce de catalizador de opinión en este clima, ha acusado a Newtral y Maldita.es de ser "los censores mayores del reino" con un pantallazo que no está relacionado con la acusación. Su propio periódico, El Mundo, ha explicado que todas estas acusaciones se tratan de un bulo



El empuje desde los ámbitos de influencia de Vox ha llegado ya al PP. El ex portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, y otro histórico dirigente popular como el eurodiputado Esteban González Pons, han jugado con la idea de la censura informativa en WhatsApp a través de estos medios de verificación. González Pons borró su mensaje tras las respuestas: "No obstante, digo que la posibilidad de que estén leyendo nuestros mensajes no hay que descartarla ingenuamente".




"Me alegra que Facebook lo haya desmentido", expone Örsek, que fundó el primer medio de verificación de Turquía y ayudó a crear la primera plataforma de datos abiertos del país. "En el caso español, Maldita y Newtral han sido acusadas de censurar mensajes de WhatsApp aunque no tienen ningún rol en la moderación de contenidos en dicha app", continúa. Ambos medios españoles son miembros de la IFCN.

El pacto de estos verificadores con la multinacional contempla solo a la red social Facebook. Desde marzo de 2019, su trabajo es detectar los bulos y la desinformación que corren por esta plataforma para que sus algoritmos eviten que se viralice. A ellos se suma la Agence France Press (AFP) la agencia de noticias más antigua del mundo y una de las mayores junto con la británica Reuters, la estadounidense Associated Press y la española EFE. Entre Maldita, Newtral y AFP se reparten el trabajo de encontrar, verificar y etiquetar como desinformación todos los bulos que se distribuyen por las comunidades españolas de Facebook.

"Estos ataques pretenden desacreditar a los verificadores para que los grupos de desinformadores puedan extender el odio y el pánico en la sociedad", añade Örsek. La campaña tóxica contra los periodistas cazabulos españoles sigue una estrategia que ya se documentado en otros países. Bulos dirigidos específicamente contra ellos y acoso personal: "Ellos siempre lanzan este tipo de campañas y ataques basados en acusaciones sin fundamento".

Ataques ideológicos
Los ataques contra Newtral y Maldita.es tienen un marcado tinte ideológico. El bulo inicial distribuido en cadenas de WhatsApp los acusa de orientar sus desmentidos para detectar "qué contenido es nocivo para el discurso público afín a PSOE-Podemos". No se cuestiona su trabajo o un desmentido en concreto, sino su ideología. La estrategia de la extrema derecha española y los 'terraplanistas del coronavirus' recuerda a la que sufrieron los verificadores brasileños, a los que se tachó de "militantes a favor del aborto, la ideología de género y la censura" en 2018.

La llegada al país del proyecto de Facebook contra la desinformación tanto en su red social principal como en WhatsApp también provocó una campaña de acoso contra dos de los tres medios independientes de verificación con los que pactó la multinacional, Agência Lupa y Aos Fatos. Esta provenía de las comunidades de activistas digitales próximos a Bolsonaro y según declaró Cristina Tardáguila, directora de Agência Lupa, incluía un dossier online de casi 300 páginas "sobre varios periodistas: todos los de Lupa y los de Aos Fatos".

La estrategia también se basó en la distribución de propaganda en redes sociales que incluía las caras de los periodistas miembros de estos dos medios de verificación y sus publicaciones en sus perfiles personales .

Propaganda distribuida por las comunidades afines al presidente brasileño Jair Bolsonaro con ataques personales contra los periodistas miembros de los medios de verificación brasileños.

Propaganda distribuida por las comunidades afines al presidente brasileño Jair Bolsonaro con ataques personales contra los periodistas miembros de los medios de verificación brasileños.


El dossier incluía datos de periodistas de otro medio progresista, Agência Pública, que ni siquiera participaba en la iniciativa de Facebook. También de profesores y académicos expertos en comunicación, "que para estos grupos sirven como prueba de que somos todos de izquierda o extrema izquierda. Nos califican, nos ponen etiquetas a cada uno, utilizando nuestros propios posts para justificar una posición política", denunció Tardáguila a la Fundación Gabo, que impulsa la función democrática del buen periodismo y mantiene el legado de Gabriel García Márquez.

Conspiranoia digital
La campaña de intoxicación desatada por la extrema derecha esta semana también reproduce esquemas que explotó Donald Trump para poner en duda el papel de las plataformas digitales en la distribución de información. Sus críticas contra Google, Facebook o Twitter, a las que acusa de parciales y escoradas a la izquierda, han sido constantes tanto antes como después de convertirse en presidente de EEUU.

Trump no ha ofrecido ni una sola prueba de estas acusaciones desde 2016. Sin embargo, el bulo contra los verificadores distribuido estos últimos días por Vox y sus comunidades afines sigue este mismo esquema, al asegurar que Facebook (vía WhatsApp) está compinchada con estos periodistas y con el Gobierno para "censurar". No es la primera vez que Vox intenta utilizar esta teoría de la conspiración en su beneficio, puesto que en enero de este año se basó en ella para acusar de "censura" a otra de ellas. Entonces le tocó a Twitter.

La base fue un comentario de réplica en esta red social a la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra. "No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo s*x*, no soportan la igualdad entre mujeres y hombres, no soportan que sus ideas retrógradas no sean las de toda la sociedad. Que no lo llamen libertad, es odio", escribió la socialista. "Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis cómo tenemos que vivir y cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con el dinero público promováis la pederastia", contestó la formación de extrema derecha.

Comentario de Vox que Twitter considera ofensivo contra el colectivo LGTBI y que ha llevado al bloqueo de la cuenta del partido de extrema derecha.

Comentario de Vox que Twitter considera "ofensivo" contra el colectivo LGTBI y que ha llevado al bloqueo de la cuenta del partido de extrema derecha.


El resultado fue que Twitter bloqueó algunas funciones de la cuenta de Vox, como publicar comentarios, hasta que borrara ese comentario, que detectó como ofensivo contra el colectivo LGTBi. La formación se negó, intentó hacer campaña política con la decisión de Twitter y llegó a presentar una denuncia ante la Fiscalía. Tras apróximadamente un mes de pataleta, Vox cedió, borró el comentario y recuperó las funciones de su cuenta en la plataforma.





Yo añadiría...la extrema derecha y la derecha también.
 
Del fanatismo y el odio de partido

Son los tiempos que corren: o eres de Ayuso o de Sánchez. O dices que el Gobierno es culpable de la magnitud de la pandemia o eres un vendido al socialismo bolivariano
Esther Palomera
30 comentarios

13/04/2020 - 22:21h
Vox acusa a TVE de esconder los ataúdes, adoctrinar a los ciudadanos y actuar al servicio del régimen

Macarena Olona, de Vox.

El día vuelve a registrar un descenso de fallecimientos y el menor dato de nuevos contagios. Pero el odio sigue imparable. Cabalga a lomos de la ignorancia, la inmoralidad o simplemente de quienes han visto en el virus una excusa con la que espolear a la sociedad contra el rival. Da igual que sea político o periodista. Corren como la pólvora los mensajes que señalan a los presuntos culpables. Difunden montajes con el rostro de los cómplices de comunistas, socialistas, marxistas, chavistas… Todos ellos responsables de los muertos que se acumulan en los servicios funerarios sin poder ser enterrados ni despedidos por sus familias.

Siembran la rabia y la aversión porque ni sienten el dolor ni jamás tuvieron un sentimiento misericorde con el prójimo. Luego escriben, sí, sobre penas infinitas y hondísimos vacíos. Son los mismos que dijeron "que se hunda España, que ya la levantaremos nosotros"; "¡que se jodan (los parados)!" o "el 11M fue ETA". Ya no hay línea divisoria entre la derecha y la extrema derecha. Si acaso, alguna honrosa excepción entre la dirigencia popular que, como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se negó desde el minuto uno a subirse al carro del naufragio moral de quienes se han tomado al pie de la letra que esto es una guerra y los políticos y los periodistas, soldados de un ejército al servicio, no de un país o de la información, sino de unas siglas.




Dicen defender la vida, pero esparcen sin parar todo tipo de bulos sobre la muerte. Braman contra todas las medidas implementadas, con mayor o menor acierto por el Gobierno, pero no han puesto sobre la mesa una sola idea con la que frenar el virus. A lo sumo, una moratoria de todos los impuestos con los que se pagan por cierto, entre otros gastos, los sueldos de los sanitarios a los que aplauden cada noche a las ocho, de los policías que reparten mascarillas o del Ejército que desinfecta las residencias de ancianos. Necesitan como nunca del adoctrinamiento oscurantista para intentar resurgir de su indignidad y de sus cenizas, para hacer negocios o para orquestar maniobras en la oscuridad contra un gobierno que siempre consideraron ilegítimo. No tienen otra tarea más que la de manipular los sentimientos y destruir la capacidad de discernir de quienes sufren la pena de haber perdido a un ser querido, ven la quiebra de sus negocios cada día más cerca o lloran sin más por los abrazos perdidos.

Ha vuelto el fanatismo y el odio de partido. Y con ellos una legión de bots desde miles de cuentas, unas falsas y otras con sus nombres y apellidos. Estas últimas siguen, cómo no, las consignas de sus pagadores, retuitean el último tuit de sus jefes de filas y cacarean los argumentarios como loros, pero ellos, eso sí, difaman a quien se atreve a llevarles la contraria o afea un comportamiento político indigno en tiempos de emergencia nacional.

Son los tiempos que corren. Los de una sociedad enferma que ajusta cuentas en las redes sociales. O eres de Ayuso o eres de Sánchez. O dices que el Gobierno es culpable de la magnitud de la pandemia o eres un vendido al socialismo bolivariano. O defiendes que los recortes en la sanidad pública no han tenido consecuencias en las plantillas o tienes un primo, un hijo o un cuñado que cobra de una administración socialista. O haces la pregunta que ellos quieren en una rueda de prensa o eres un escriba del "sanchismo". Quienes más tienen que callar por sus chanchullos o sus prebendas son los que más hablan.

Son los propagadores del odio que en sitios como twitter o facebook van incluso un paso por delante en esto del aborrecimiento con la manipulación y la mentira. Son los que, en definitiva, no se han enterado que esto no es un problema del Gobierno, sino de todos. Y que igual que Sánchez, ni Torra, ni Urkullu, ni Ayuso, ni Feijóo, ni Moreno Bonilla, ni García-Page, ni Vara, ni cada uno de los alcaldes de los más de 8.000 municipios que tiene España son responsables de uno solo de los muertos que sumamos en cada Comunidad Autónoma. Y que todos ellos, sin duda alguna, desean que esto acabe cuanto antes porque esta plaga es más destructiva que cualquier enemigo político por muy listo que se tenga o muy tóxicas que sean sus estrategias. De pronto, en nuestras vidas ha irrumpido una catástrofe que ha encogido aún más la ya de por sí diminuta talla de algunos. Y solo cuando esto pase, se verán retratados. Ahora, hay demasiado ruido y poco tiempo que dedicar como para reparar en ello. Pero pasará.

 
El acoso a los verificadores de información por su ideología y la teoría de la conspiración que asegura que existe "censura" en las plataformas digitales replica las campañas de intoxicación detectadas en Brasil y EEUU .

WhatsApp desmiente oficialmente la teoría de la conspiración sobre la censura de mensajes en España: "Es 100% falso"


Carlos del Castillo
47 comentarios

13/04/2020 - 22:10h
Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' han lanzado una nueva teoría de la conspiración contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita.es.'terraplanistas del coronavirus' han lanzado una nueva teoría de la conspiración contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita.es.

Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' han lanzado una nueva teoría de la conspiración contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita


Una red crítica con el gobierno recibe el impulso de conocidos difusores de bulos
Los terraplanistas del coronavirus: la red para contarte "la verdad" está impulsada por conocidos difusores de bulos


Los medios independientes de verificación de contenidos se han convertido en uno de los elementos más incómodos para los políticos que basan sus mensajes a la ciudadanía en datos falsos e información no contrastada. Más allá de Donald Trump y sus habituales ataques a la prensa de EEUU, otros líderes como el brasileño Jair Bolsonaro, el filipino Rodrigo Duterte o el turco Recep Tayyip Erdogan han acosado a los periodistas encargados de esta tarea. "Desafortunadamente, es una tendencia al alza alrededor del mundo ver a líderes populistas atacar a los verificadores", lamenta Baybars Örsek, director de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés).

Esta organización defiende un código de principios para los verificadores al que se han adscrito 76 organizaciones de todo el mundo. Más de 100 forman parte de su iniciativa pare frenar la desinformación sobre la pandemia de coronavirus en 45 países diferentes. "Brasil, India, Filipinas y Turquía son algunos de los países en los que hemos experimentado este tipo de ataques a los verificadores, la mayoría provenientes de actores políticos", expone Örsek en conversación con eldiario.es.




La extrema derecha ha metido a España en esa lista de países este fin de semana. Vox, su comunidad digital de simpatizantes y los 'terraplanistas del coronavirus' (que difunden teorías de la conspiración sin base factual para intentan canalizar el malestar social por la gestión política de la pandemia) han desencadenado un ataque frontal contra los medios españoles especializados en verificación, Newtral y Maldita.es.

La campaña tóxica incluye intentos de intimidación personal en redes sociales, ataques coordinados desde foros y una mezcla entre datos parcialmente ciertos y mentiras para llegar a conclusiones erróneas que se viralizan con facilidad.

La ofensiva contra los periodistas españoles especializados en verificación comenzó con un bulo para desacreditar su labor. Durante todo el fin de semana se les ha acusado de "censurar" los mensajes que se distribuyen a través de WhatsApp, algo que Facebook (propietaria de la app de mensajería instantánea) ha desmentido este lunes a través de un comunicado oficial en español, adelantado por eldiario.es. Se trata de una decisión casi sin precedentes, puesto que la multinacional nunca suele inmiscuirse en este tipo de disputas nacionales.

Este lunes, un diputado de la formación de extrema derecha centraba su crítica en la periodista Ana Pastor, fundadora de Newtral, para la que ha pedido una detención de la Guardia Civil. Luis Gestoso, diputado de Vox en el Congreso por Murcia, ha animado en sus redes sociales a descubrir "el negocio de la censura y contra nuestras libertades, que tanto ayuda a consolidar el régimen bolivariano en España".

Figuras como la de Alvise Pérez, de mucho impacto en las redes de una derecha más organizada en lo digital que nunca, se han centrado en los últimos días de crisis del coronavirus en criticar a los medios verificadores y en especial a Newtral, poniendo en duda su independencia y credibilidad. Periodistas como Javier Negre, miembro de El Mundo y uno de los impulsores junto a Alvise de 'Estado de Alarma', un programa de televisión por Internet que ejerce de catalizador de opinión en este clima, ha acusado a Newtral y Maldita.es de ser "los censores mayores del reino" con un pantallazo que no está relacionado con la acusación. Su propio periódico, El Mundo, ha explicado que todas estas acusaciones se tratan de un bulo



El empuje desde los ámbitos de influencia de Vox ha llegado ya al PP. El ex portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, y otro histórico dirigente popular como el eurodiputado Esteban González Pons, han jugado con la idea de la censura informativa en WhatsApp a través de estos medios de verificación. González Pons borró su mensaje tras las respuestas: "No obstante, digo que la posibilidad de que estén leyendo nuestros mensajes no hay que descartarla ingenuamente".




"Me alegra que Facebook lo haya desmentido", expone Örsek, que fundó el primer medio de verificación de Turquía y ayudó a crear la primera plataforma de datos abiertos del país. "En el caso español, Maldita y Newtral han sido acusadas de censurar mensajes de WhatsApp aunque no tienen ningún rol en la moderación de contenidos en dicha app", continúa. Ambos medios españoles son miembros de la IFCN.

El pacto de estos verificadores con la multinacional contempla solo a la red social Facebook. Desde marzo de 2019, su trabajo es detectar los bulos y la desinformación que corren por esta plataforma para que sus algoritmos eviten que se viralice. A ellos se suma la Agence France Press (AFP) la agencia de noticias más antigua del mundo y una de las mayores junto con la británica Reuters, la estadounidense Associated Press y la española EFE. Entre Maldita, Newtral y AFP se reparten el trabajo de encontrar, verificar y etiquetar como desinformación todos los bulos que se distribuyen por las comunidades españolas de Facebook.

"Estos ataques pretenden desacreditar a los verificadores para que los grupos de desinformadores puedan extender el odio y el pánico en la sociedad", añade Örsek. La campaña tóxica contra los periodistas cazabulos españoles sigue una estrategia que ya se documentado en otros países. Bulos dirigidos específicamente contra ellos y acoso personal: "Ellos siempre lanzan este tipo de campañas y ataques basados en acusaciones sin fundamento".

Ataques ideológicos
Los ataques contra Newtral y Maldita.es tienen un marcado tinte ideológico. El bulo inicial distribuido en cadenas de WhatsApp los acusa de orientar sus desmentidos para detectar "qué contenido es nocivo para el discurso público afín a PSOE-Podemos". No se cuestiona su trabajo o un desmentido en concreto, sino su ideología. La estrategia de la extrema derecha española y los 'terraplanistas del coronavirus' recuerda a la que sufrieron los verificadores brasileños, a los que se tachó de "militantes a favor del aborto, la ideología de género y la censura" en 2018.

La llegada al país del proyecto de Facebook contra la desinformación tanto en su red social principal como en WhatsApp también provocó una campaña de acoso contra dos de los tres medios independientes de verificación con los que pactó la multinacional, Agência Lupa y Aos Fatos. Esta provenía de las comunidades de activistas digitales próximos a Bolsonaro y según declaró Cristina Tardáguila, directora de Agência Lupa, incluía un dossier online de casi 300 páginas "sobre varios periodistas: todos los de Lupa y los de Aos Fatos".

La estrategia también se basó en la distribución de propaganda en redes sociales que incluía las caras de los periodistas miembros de estos dos medios de verificación y sus publicaciones en sus perfiles personales .

Propaganda distribuida por las comunidades afines al presidente brasileño Jair Bolsonaro con ataques personales contra los periodistas miembros de los medios de verificación brasileños.

Propaganda distribuida por las comunidades afines al presidente brasileño Jair Bolsonaro con ataques personales contra los periodistas miembros de los medios de verificación brasileños.


El dossier incluía datos de periodistas de otro medio progresista, Agência Pública, que ni siquiera participaba en la iniciativa de Facebook. También de profesores y académicos expertos en comunicación, "que para estos grupos sirven como prueba de que somos todos de izquierda o extrema izquierda. Nos califican, nos ponen etiquetas a cada uno, utilizando nuestros propios posts para justificar una posición política", denunció Tardáguila a la Fundación Gabo, que impulsa la función democrática del buen periodismo y mantiene el legado de Gabriel García Márquez.

Conspiranoia digital
La campaña de intoxicación desatada por la extrema derecha esta semana también reproduce esquemas que explotó Donald Trump para poner en duda el papel de las plataformas digitales en la distribución de información. Sus críticas contra Google, Facebook o Twitter, a las que acusa de parciales y escoradas a la izquierda, han sido constantes tanto antes como después de convertirse en presidente de EEUU.

Trump no ha ofrecido ni una sola prueba de estas acusaciones desde 2016. Sin embargo, el bulo contra los verificadores distribuido estos últimos días por Vox y sus comunidades afines sigue este mismo esquema, al asegurar que Facebook (vía WhatsApp) está compinchada con estos periodistas y con el Gobierno para "censurar". No es la primera vez que Vox intenta utilizar esta teoría de la conspiración en su beneficio, puesto que en enero de este año se basó en ella para acusar de "censura" a otra de ellas. Entonces le tocó a Twitter.

La base fue un comentario de réplica en esta red social a la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra. "No soportan al colectivo LGTBI, no soportan el matrimonio entre personas del mismo s*x*, no soportan la igualdad entre mujeres y hombres, no soportan que sus ideas retrógradas no sean las de toda la sociedad. Que no lo llamen libertad, es odio", escribió la socialista. "Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis cómo tenemos que vivir y cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con el dinero público promováis la pederastia", contestó la formación de extrema derecha.

Comentario de Vox que Twitter considera ofensivo contra el colectivo LGTBI y que ha llevado al bloqueo de la cuenta del partido de extrema derecha.

Comentario de Vox que Twitter considera "ofensivo" contra el colectivo LGTBI y que ha llevado al bloqueo de la cuenta del partido de extrema derecha.


El resultado fue que Twitter bloqueó algunas funciones de la cuenta de Vox, como publicar comentarios, hasta que borrara ese comentario, que detectó como ofensivo contra el colectivo LGTBi. La formación se negó, intentó hacer campaña política con la decisión de Twitter y llegó a presentar una denuncia ante la Fiscalía. Tras apróximadamente un mes de pataleta, Vox cedió, borró el comentario y recuperó las funciones de su cuenta en la plataforma.





Yo añadiría...la extrema derecha y la derecha también.



Me autocito porque se me olvidó. Éste elemento que está leyendo el libro de inglés, sin gafas que ya sabemos que las necesita y sobre todo al revés está muy capacitado para ser presidente de España y llevar el grave problema de la pandemia del coronavirus.

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BULOS COVID-19Dirigentes del PP difunden bulos contra el Gobierno a pesar de prometerle lealtad

En su estrategia para desgastar al Gobierno, los populares se hacen eco de los bulos que propagan los cientos de cuentas que se organizan en Twitter y otras redes sociales para inflar tendencias que recogen noticias falsas.


La dirección del PP en el Congreso.
La dirección del PP en el Congreso.


MADRID

13/04/2020 22:28

MARTA MONFORTE

Pablo Casado prometió "lealtad" al Gobierno durante la crisis del coronavirus. Sin embargo, el líder del PP lleva semanas arremetiendo constantemente contra el Ejecutivo central, acusando a Pedro Sánchez de haber actuado "tarde y mal" en su gestión de la pandemia y cuestionando que el Ministerio de Sanidad esté dando las cifras reales de fallecidos y contagiados por el virus.

En su estrategia para desgastar al Gobierno, los populares se hacen eco de los bulos que propagan los cientos de cuentas que se organizan en Twitter y otras redes sociales para inflar tendencias que recogen noticias falsas y ataques personales contra miembros del Ejecutivo bajo etiquetas como "Gobiernocriminal". Los expertos apuntan a que el objetivo es el de crear "ilusión de consenso" en las redes para generar ruido aprovechando la emergencia sanitaria.

El último de ellos, del que se han hecho eco el expresidente del PP canario y actual senador, Asier Antona y el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Ignacio Echániz, asegura que las comunidades autónomas "pueden ocupar viviendas privadas": "El 'exprópies' ya ha comenzado.El régimen chavista empieza a instaurarse en nuestro país", publicó en su cuenta de Twitter Antona el pasado 11 de abril.in embargo, la información es falsa. "El 'exprópiese' ha llegado a España", escribe Echániz.



El documento al que hace referencia Antona y Echániz es real pero no permite la expropiación de viviendas, según el Ministerio Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sino que se trata de una medida para que las comunidades autónomas (encargadas de gestionar esta solución habitacional a víctimas de violencia de género o personas sin hogar) puedan acudir a viviendas de titularidad privada en régimen de alquiler, de cesión de uso, o en cualquier régimen de ocupación temporal admitido en derecho. Es decir, en régimen de alquiler, de cesión de uso, o en cualquier régimen de ocupación temporal admitido en derecho, tal y como aparece en el artículo una línea antes.

El también senador y exportavoz del PP en el Senado, Rafael Hernando, publicó en la misma red social que "siguiendo instrucciones del Gobierno Sanchezstein" WhatsApp ha limitado "la difusión de mensajes críticos al Gobierno". Una información falsa. Lo que ha realizado el servicio de mensajería es limitar que los mensajes que ya han sido reenviados más de 5 veces sólo se puedan mandar de nuevo a un único chat.

 
No merece la pena. Este hilo es un hilo entero de bulos al servicio de la extrema izquierda. No vale la pena ni entrar a hacerle el juego de leerlo. Todo lo que se publicara aqui seran bazofias, bulos y difamacion contra la derecha. No hay mas que ver el titulo.
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BULOS COVID-19Dirigentes del PP difunden bulos contra el Gobierno a pesar de prometerle lealtad

En su estrategia para desgastar al Gobierno, los populares se hacen eco de los bulos que propagan los cientos de cuentas que se organizan en Twitter y otras redes sociales para inflar tendencias que recogen noticias falsas.


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MADRID

13/04/2020 22:28

MARTA MONFORTE

Pablo Casado prometió "lealtad" al Gobierno durante la crisis del coronavirus. Sin embargo, el líder del PP lleva semanas arremetiendo constantemente contra el Ejecutivo central, acusando a Pedro Sánchez de haber actuado "tarde y mal" en su gestión de la pandemia y cuestionando que el Ministerio de Sanidad esté dando las cifras reales de fallecidos y contagiados por el virus.

En su estrategia para desgastar al Gobierno, los populares se hacen eco de los bulos que propagan los cientos de cuentas que se organizan en Twitter y otras redes sociales para inflar tendencias que recogen noticias falsas y ataques personales contra miembros del Ejecutivo bajo etiquetas como "Gobiernocriminal". Los expertos apuntan a que el objetivo es el de crear "ilusión de consenso" en las redes para generar ruido aprovechando la emergencia sanitaria.

El último de ellos, del que se han hecho eco el expresidente del PP canario y actual senador, Asier Antona y el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Ignacio Echániz, asegura que las comunidades autónomas "pueden ocupar viviendas privadas": "El 'exprópies' ya ha comenzado.El régimen chavista empieza a instaurarse en nuestro país", publicó en su cuenta de Twitter Antona el pasado 11 de abril.in embargo, la información es falsa. "El 'exprópiese' ha llegado a España", escribe Echániz.



El documento al que hace referencia Antona y Echániz es real pero no permite la expropiación de viviendas, según el Ministerio Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sino que se trata de una medida para que las comunidades autónomas (encargadas de gestionar esta solución habitacional a víctimas de violencia de género o personas sin hogar) puedan acudir a viviendas de titularidad privada en régimen de alquiler, de cesión de uso, o en cualquier régimen de ocupación temporal admitido en derecho. Es decir, en régimen de alquiler, de cesión de uso, o en cualquier régimen de ocupación temporal admitido en derecho, tal y como aparece en el artículo una línea antes.

El también senador y exportavoz del PP en el Senado, Rafael Hernando, publicó en la misma red social que "siguiendo instrucciones del Gobierno Sanchezstein" WhatsApp ha limitado "la difusión de mensajes críticos al Gobierno". Una información falsa. Lo que ha realizado el servicio de mensajería es limitar que los mensajes que ya han sido reenviados más de 5 veces sólo se puedan mandar de nuevo a un único chat.



Hoy he visto una encuesta, y lo positivo es ver que la voxización de este inútil hace que la gente compre el original...
Ahora el votante de derecha puede elegir entre extrema derecha y extrema derecha.
 
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