La celebración del 20N es una fecha inolvidable.Al fin murió el dictador,aunque se fue de rositas.Aunque la agonía que tuvo gracias a sus "seres queridos" no la deseo para mi.Pero fue muy fecundo en mentalizar a los siguientes en su misma doctrina,eso hay que reconocerlo,todavía quedan sus seguidores que no les da vergüenza de seguir en ese nazi-espejismo,que el amado Caudillo dejó en herencia.