Para mi casi todo es relativo y las cosas tienen la importancia que se le quiera dar.Mi marido y yo nos fuimos de vacaciones hace unos años por Euskadi y Navarra.Me gusta recorrer los pueblos y conocer a la gente más rural,en Rentería tuvimos problemas para alojarnos en los hostales que había,nos daban excusas.Mi marido quería irse corriendo, pero me empeñe en que tenía que pasar la noche allí,si él quería irse que se fuera no me iba a enfadar pero yo me quedaba.Le pregunté aun chico de unos 20 años de donde podíamos dormir una noche y después de un rato charlando y explicando como me gustaba el pueblo y las ganas de conocer a su gente,nos llevo a una pensión familiar donde solo hablaban eusquera,no se que les dijo pero nos admitieron,fuimos a tomar unos vinos a una taberna y nos miraban todos sin disimulo,después de un tiempo, dos vinieron y hablaron con el chico que nos acompañaba en eusquera y luego hablaron con nosotros haciendo muchas preguntas,yo me enrolle a hablar, mientras mi marido me miraba acojonado perdido,creía me dijo más tarde que no íbamos a salir vivos de ahí jajajaja.Al final vinieron junto a nosotros más gente y nos dijeron de ir a cenar un poco a un caserío que tenía un bar, daba comidas y cenas.Mi maido quiso excusarse de que estábamos cansados,pero yo dije que no tendríamos que madrugar al día siguiente y fuimos,mientras mi compañero al oído me decía "esto me lo vas a pagar" jejejeje.El lugar era muy acogedor un chaval tocaba el acordeón con unas notas tristes y al mismo tiempo con una armonía musical tan profunda, que me embelesaron,fue una de las noches más bonitas de mis vacaciones,al bajar al pueblo nos invitaron a tomar algo como despedida y también nos invitaron a volver cuando quisiéramos que seríamos bien recibidos,mi marido al final se liberó de sus miedos y se lo paso muy bien también.Esto es una simple anécdota,pero queda claro,que ni todo es blanco,ni todo negro.Siempre que exista el respeto de unos y otros sin vehemencias absurdas.
Dios Mío...me has traído a la memoria cuando he oído comentar que las madres de los chavales que iban a la mili y les tocaba en el País Vasco lloraban como magadalenas porque no los iban a volver a ver nunca mas. Se pensaban que en el País Vasco todos ibamos todos con pistola lo mismo que con paraguas.
En fin....¡Lo que es la ignorancia!