La durííísima vida de Rocíííííto. Sus relaciones con su ex, sus hijos y con Fidel Albiac

Estado
Cerrado para nuevas respuestas
Tiene que ser durísimo que tu hija te agreda y, acto seguido, te denuncie por maltrato habitual. Eso sí entrar en el maltrato psicológico que recoje el auto.
 
Tiene que ser durísimo que tu hija te agreda y, acto seguido, te denuncie por maltrato habitual. Eso sí entrar en el maltrato psicológico que recoje el auto.
Tiene que ser durísimo sufrir maltrato habitual a manos de tu madre y su novio y que cuando por fin te atreves a denunciar la justicia le da la vuelta a la tortilla y te condenan a ti.
 
Pues los forenses (no hablo de testigos) lo dejan bien claro:
  • Hablemos por un instantedel parte médico de la joven, que también pasó, como es obvio, a formar parte de las actuaciones. En la exploración de urgencia que se le realizó a Rocío Flores, el médico manifestó que “no presentaba lesiones objetivables en la zona del cuello, pese a lo sensible de la piel en la citada zona”, algo que podría resultar incompatible con su versión, pues ella insistía en que “su madre la había agarrado del cuello intentando ahogarla”. Rocío Flores también mostró al médico de urgencias una serie de contusiones en las piernas. El comentario que anotó el doctor en lo relativo a esta cuestión cabe calificarlo cuando menos de ilustrativo: el informe recoge, tal y como haría constar la jueza en la sentencia, “que las múltiples lesiones en ambos muslos y el hematoma en la rodilla son de tres o cuatro días de evolución”. Es decir, no eran resultado del devenir lúgubre de aquella mañana.

el-dia-que-un-juez-condeno-a-rocio-flores-por-maltrato-habitual-amenazas-e-injurias-durante-tres-anos-contra-rocio-carrasco.jpg

9'

FLORES-CARRASCO CONFIDENCIAL / CAPÍTULO 2
El día que un juez condenó a Rocío Flores por "maltrato habitual, amenazas e injurias” durante tres años contra Rocío Carrasco
Derribemos mitos. Se afirma recurrentemente que Rocío Carrasco renunció de forma voluntaria a la custodia de su hija. Nada más lejos de la realidad

NACHO GAY
22/02/2020 14:43 - Actualizado: 22/02/2020 14:44
El día 4 de marzo del año 2013, el excomité de auditoría de Caja Madrid negaba su competencia en la supervisión de créditos por parte de la entidad bancaria, Carlos Slim se consolidaba como el hombre más rico del mundo en la lista de la revista ‘Forbes’ y la directora de cine Isabel Coixet aseguraba que, a la hora de trabajar, le estimulaba que le dijeran que estaba loca. Entre los teletipos publicados por la agencia EFE en aquella fecha, sin embargo, no había ninguno relacionado con la sentencia firmada aquella misma mañana por el Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid en la que se condenaba a Rocío Flores, nieta de Rocío Jurado, por varios delitos y faltas.

[ Vea todo el especial: Rocío Carrasco o su hija, ¿quién es la verdadera superviviente? ]
Comencemos esta historia, quizá ya lo hemos hecho, por el final, restándole cualquier atisbo de emoción pretendida o pretenciosa:
Sentencia del Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid 44/2013
“Declaro a la menor Rocío Flores Carrasco autora responsable de un delito de maltrato habitual, de un delito de maltrato, de una falta continuada de amenazas y de una falta continuada de injurias”.
Párrafo extraído del epígrafe correspondiente al “fallo”
Hoy, casi siete años años después de que se publicara la sentencia, parte de cuyo fallo acabamos de reproducir, se sigue afirmando recurrentemente en los medios de comunicación que la tercera Rocío en discordia en este relato, Rocío Carrasco, renunció voluntariamente a la custodia de su hija, pero nada más lejos de la realidad. Un juez ordenó temporalmente la separación física entre ambas mujeres tras una agresión doméstica de la hija a la madre, como demuestran los documentos a los que ha tenido acceso Vanitatis, más de 2.000 folios relacionados con el duro proceso de divorcio (y sus derivadas) que ha enfrentado en los juzgados a Rocío Carrasco y Antonio David Flores durante los últimos veinte años.

Ver el archivo adjunto 1347269Antonio David Flores.
Crónica de una agresión anunciada
Pulsemos el botón de ‘rewind’ y viajemos de nuevo en el tiempo hasta el día de autos. Madrid, 27 de julio de 2012. Habíamos abandonado la escena (lea el capítulo 1)con Rocío Carrasco tendida en el suelo de la entrada de su casa madrileña tras una discusión con su hija que se inició por una inocente nectarina y acabó repleta de “golpes y patadas”, según resolvería la jueza. Mientras, la menor, de quince años de edad, había salido huyendo hacia la calle y solicitado al chofer de la familia que la llevase al cuartel de la Guardia Civil, pero este se negó. Según declararía posteriormente dicho trabajador en sede judicial, “no observó lesión alguna en la persona de Rocío Flores” y, por tanto, se limitó a trasladarla al colegio, como era su labor.

Una vez llegó la joven al centro educativo, insistió al claustro de profesores, de nuevo, en que se le dejara acudir al hospital y a la Guardia Civil, pero, siguiendo el protocolo de actuación en este tipo de casos, la dirección se opuso tajantemente, tal y como hicieron constar posteriormente en un documento oficial. Tras esto, un par de amigos de Antonio David Floreshicieron acto de presencia en el colegio Santa Helena de La Moraleja con objeto de recoger a la menor, pero los responsables se negaron de nuevo a que saliese de allí si no se personaba en las instalaciones alguno de los dos progenitores. Sin embargo, Rocío Flores consiguió abandonar finalmente el lugar junto a aquellos dos individuos sin que nadie pudiera hacer nada para impedirlo.

Esta versión contradecía la de los profesores y el conductor, que no habían observado lesión alguna en la pequeña ni detectado restos de fruta en ella
Más en Vanitatis
El efecto Carlos llega la moda: el nuevo influencer de la familia real

El padrino de la boda de Beatriz: alguien insólito (que hará historia) en un enlace real

Cambridge vs Sussex: el revelador (¿y tenso?) vídeo de 2018 que hoy cobra sentido

La sentencia de divorcio con los escándalos del emir de Dubái (que ha tratado de tapar)

'Diana calling': la última llamada de Lady Di, a quién fue y el trauma que le creó
Antonio David Flores declararía en sede judicial que, “como ni el conductor del vehículo que la llevó al colegio ni por parte del propio colegio llevaron a la niña al hospital, se puso en contacto con una pareja amiga”, recoge la sentencia. Dichos sujetos, cuyos nombres responden a las iniciales A.M.P. y P.M.T., también fueron llamados a declarar en el juicio posterior y manifestaron que la niña “olía a fruta, concretamente a nectarina, y tenía señales de dicha fruta por el pelo y todo el cuerpo”. Añadieron en el plenario que Rocío “les comentó, entre sollozos, que su madre le había pegado”. Y uno de ellos -el otro negó haberle prestado atención a este respecto- aseguró además que la pequeña tenía “arañazos” en las piernas.

Esta versión contradecía la de los profesores y el conductor, que no habían observado lesión alguna en la pequeña ni detectado restos de fruta sobre ella, así que la jueza de menores desacreditaría el testimonio de esta pareja: “Ellos no presenciaron ninguno de los indicios hoy enjuiciados, siendo cuando menos chocante que después de haber transcurrido varias horas […] pudieran detectar olor a fruta, y más concretamente a nectarina, así como signos de dicha fruta en el pelo, cara y ropa de la menor, cuando la propia Rocío Flores ha declarado en varias ocasiones que antes de salir del domicilio materno se lavó la cara”. Game over.
Adiós, mamá
Unas horas después de abandonar el colegio aquel 27 de julio de 2012, viernes, la hija de Rocío Carrasco, acompañada por su padre, Antonio David Flores, acudió a un cuartel de la Guardia Civil, con el Código Penal bajo el brazo, para denunciar a su madre por un presunto delito de malos tratos.

Llegados a este punto, es obligado hablar de tres cosas:
  • Hablemos por un momento del Código Penal. El delito de maltrato en el ámbito familiar, recogido en el artículo 153.2, prevé una condena de prisión de tres meses a un año o trabajos en beneficio de la comunidad, además de una orden de alejamiento respecto de la víctima. No se trataba, por tanto, de ninguna broma.
Rocío Flores.
Rocío Flores.
  • Hablemos por un instante también del parte médico de la joven, que también pasó, como es obvio, a formar parte de las actuaciones. En la exploración de urgencia que se le realizó a Rocío Flores, el médico manifestó que “no presentaba lesiones objetivables en la zona del cuello, pese a lo sensible de la piel en la citada zona”, algo que podría resultar incompatible con su versión, pues ella insistía en que “su madre la había agarrado del cuello intentando ahogarla”. Rocío Flores también mostró al médico de urgencias una serie de contusiones en las piernas. El comentario que anotó el doctor en lo relativo a esta cuestión cabe calificarlo cuando menos de ilustrativo: el informe recoge, tal y como haría constar la jueza en la sentencia, “que las múltiples lesiones en ambos muslos y el hematoma en la rodilla son de tres o cuatro días de evolución”. Es decir, no eran resultado del devenir lúgubre de aquella mañana.

  • Hablemos, por último, de Rocío Carrasco. Tras dejar a la joven en el centro escolar, el chofer regresó a la casa familiar y llevó a la hija de Rocío Jurado al hospital. El conductor manifestó en el plenario “que esta iba cojeando, pudiendo observar un enrojecimiento en un lado de la frente”, según queda reflejado en la sentencia. Todas estas lesiones, y algunas más, fueron confirmadas por el parte médico que se firmó tras esa visita al servicio de urgencias. La retahíla de palabros de la jerga médica resultado de esta exploración, tan explícita como macabra, fue exactamente la que sigue: “Policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho”.

Rocío Carrasco.
Rocío Carrasco.
El médico forense firmante del parte de sanidad relativo a Rocío Carrasco ratificó en el juicio que se celebraría como resultado de lo acontecido aquel día todo lo escrito en ese documento y, a preguntas de la acusación particular, explicó que, a su modo de ver, “existía total nexo de causalidad entre las lesiones que presentaba la víctima y la forma en la que se produjeron”, según el testimonio expuesto por esta.

A mí no me quedan dudas después de leer los informes forenses de ambas, no hablo de testigos, y fijate que yo era de las que pensaba que la culpable de la distancia entre ellas era la madre, pero ahora lo veo al revés. Menuda paliza le dió a su propia madre, y eso por no hablar de que días antes le cortó en una mano con un cuchillo.
No había caído yo, claro! La niña se fue al colegio (bueno, de esos de verano) y en el colegio no hicieron nada. La cría estaba bien. Blanco y en botella.
No solo se la lío a la madre que si la dan por maltratada el pobre colegio acaba mal.
Supongo que no volvería a ese colegio.
Y por cierto, la niña no tenía amigas en una edad tan grupal?
 
Tiene que ser durísimo sufrir maltrato habitual a manos de tu madre y su novio y que cuando por fin te atreves a denunciar la justicia le da la vuelta a la tortilla y te condenan a ti.
Parece ser que el juez, fiscalía de Menores y los psicólogos adscritos al juzgado no opinaron lo mismo
 
AD lleva demasiados años manteniendo solo a sus dos hijos mayores, cuya madre está viva y tiene medios para sacarles adelante en la vida. Esa mujer es un monstruo desnaturalizado, además de una ingrata, escupe sobre la memoria de su madre y su padre.

Si vende alguna cosilla, es una manera de que ella colabore en los gastos de los críos. Ella es una sinvergüenza y una viva la virgen.

Triste ironía, no es feliz, puliéndoselo con su maromo.

Si estos dos se hubieran sentado a HABLAR como padres cuyo mayor interés son dos niños tan pequeños que eran, podrían haber firmado un pacto de no agresión.

Nada de sacar mierdas en la tele, nada de exponer a los niños. Podrían haberlos mantenido perfectamente. La herencia de los abuelos daba de sobra para buenos colegios, estudios o lo que fuera.

Hay que ser palurdos para llegar a donde han llegado.
Ahora bien, desentenderse de esos niños, la madre. Eso está claro. A mí no me impide ver a mis hijos ni Dios que venga!!!
 
Peor que Sumo hito imposible. Rocío Carrasco lleva años callada para no hacer daño, y no ha agredido a nadie

Pues ese comportamiento pasivo agresivo no creo yo que haya ayudado a sus hijos en nada.

Y mucho menos demandando al padre que es el único que los mantiene (su obligación! No hace nada de más, la que hace de menos es la madre)

Por no hablar de las tontas de las palmeras, esas han hablado justo lo que ella quería que hablaran. Vaya manera de no hacer daño, no?
 
AD lleva demasiados años manteniendo solo a sus dos hijos mayores, cuya madre está viva y tiene medios para sacarles adelante en la vida. Esa mujer es un monstruo desnaturalizado, además de una ingrata, escupe sobre la memoria de su madre y su padre.

Si vende alguna cosilla, es una manera de que ella colabore en los gastos de los críos. Ella es una sinvergüenza y una viva la virgen.

Triste ironía, no es feliz, puliéndoselo con su maromo.
El unico monstruo condenado por tirar al suelo y patear a su madre es la Sumo niña. Y Antonio Daspena detrás, ya que es la mano que mece la cuna.
 
Pues ese comportamiento pasivo agresivo no creo yo que haya ayudado a sus hijos en nada.

Y mucho menos demandando al padre que es el único que los mantiene (su obligación! No hace nada de más, la que hace de menos es la madre)

Por no hablar de las tontas de las palmeras, esas han hablado justo lo que ella quería que hablaran. Vaya manera de no hacer daño, no?
Pasivo agresivo no. Silencio.
 
Parece ser que el juez, fiscalía de Menores y los psicólogos adscritos al juzgado no opinaron lo mismo

Por lo menos vieron que en esa casa, independientemente de quien agrediera a quien, tanto RF como su hermano se encontraban en estado de completa indefensión. Y así lo hicieron constar en los famosos 200 folios. Es normal que un juez escriba que dos menores viven en completa indefensión?
Aquí se mezclan dos cosas. La agresión de la niña hacia la madre, que debe ser castigada, aquí estoy muy con el juez, y la situación deplorable de los dos hijos en esa casa. Que el juez no podía castigar porque no tendría pruebas, pero le pareció tan patente que lo fijó por escrito.

Por lo menos significativo que un juez que tenía que penar a una agresora escriba que la agresora vive en un estado de indefensión allí.

Aquí dicen que es muy duro para una madre que le pegue un hijo. Muy de acuerdo. Personalmente todavía me dolería mucho más, sin comparación, que un juez dictaminara que mis hijos viven una situación de indefensión en mi casa, que por su puesto es su casa y su hogar. El lugar en el que tienen que sentirse acogidos, arropados, salvos.
 
Estado
Cerrado para nuevas respuestas
Back