La dramática historia detrás de los ancianos abandonados en un bar por su hijo

Registrado
9 May 2017
Mensajes
29.260
Calificaciones
81.589
Ubicación
Buenos Aires - Argentina
La dramática historia detrás de los ancianos abandonados en un bar por su hijo: "Cuando se dieron cuenta se largaron a llorar"
El calvario que padecen Hilda y Hugo no sólo se explica por lo que vivieron esta semana en el bar de Rosario. El trasfondo esconde una vida de maltrato y problemas económicos. Cómo fueron las siete horas que pasaron en el local
Por Miguel Prieto Toledo
7 de junio de 2019

  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
abuelos-abandonados-rosario-1920.jpg

Los ancianos hoy viven con su otro hijo
El miércoles pasado, cerca del mediodía, Hilda, de 87 años, y su esposo Hugo, de 92, entraron a Megabar, un pequeño local de Rosario ubicado en la esquina de 27 de Febrero y Corrientes. A paso muy lento, se sentaron, dejaron a un costado las bolsas que traían encima y pidieron milanesas. La pareja terminó de comer pero permaneció en el local por varias horas más. Estuvieron casi sin hablar y moviéndose cada tanto de un lado a otro. Estaban como nerviosos. La situación despertó cierta inquietud en el resto de los clientes y en los empleados.

Finalmente, la dueña del bar se acercó a la mesa de los ancianos y empezó a indagarlos para saber qué estaba pasando. Por qué estaban teniendo esa actitud. Fue así que pudo conocer los detalles del drama que se escondía detrás de la pareja.

Hilda fue la única que dio explicaciones. Su marido apenas podía hablar, así que fue ella la que se puso al frente de la situación. La mujer contó, entre varias cosas, que habían sido desalojados ese día por la mañana del departamento que alquilaban y que no salieron del bar porque estaban esperando a que llegara uno de sus hijos, el que vivía con ellos y los había acompañado hasta la puerta del local con la promesa de que pasaría a buscarlos apenas pudiera.

Play

Las cámaras del bar de Rosario

Pero el reloj siguió avanzando y esto jamás pasó. Con el tiempo se fue confirmando lo peor: Hilda y Hugo fueron abandonados por su hijo en un bar céntrico, con sólo 500 pesos y varias bolsas de consorcio llenas de ropa vieja.

María Inés es la propietaria de Megabar y contó en diálogo con Infobae cómo transcurrieron las horas entre que se sentaron a comer hasta que finalmente fueron llevados a la comisaría 5ta de Rosario. "Terminaron de comer y pasaron como tres horas. Comenzaron a ponerse nerviosos. Caminaban de un lado a otro. Nos pareció muy rara la situación hasta que me acerqué y les pregunté qué les estaba pasando. Les pregunté si tenían plata para pagar la comida y me contestaron que sí. Fue ahí que me contaron lo del hijo y el desalojo", dijo.

La dueña decidió entonces esperar algún tiempo más pero todo seguía igual. En el fondo, María Inés sabía que el hijo no iba a pasar a buscar a sus padres. Sospechaba que los había dejado y no volvería jamás. Decidió entonces avisarle a la Policía y con los pocos datos que pudieron sacarle a la mujer y varios de los vecinos que los conocían, ubicaron el edificio del que habían sido desalojados.

"Hilda no sabía ni dónde estaba parada y menos el marido, que había sufrido un ACV hace poco. No tenían teléfono, estaban muy débiles, sucios y tenían sólo las bolsas con ropa y perchas. Ella, por ejemplo, tenía pis encima. Era muy triste verlos", lamentó.

bar-en-el-que-abandonaron-a-dos-abuelos-en-Rosario-1920.jpg

El bar en el que fueron abandonados los ancianos
Las autoridades le pidieron a la propietaria del bar que los retuviera en el local. Hasta ese punto, los abuelos conservaban la esperanza de que su hijo pasara a buscarlos. No querían decirles nada para no alterarlos. María Inés y los efectivos policiales se dirigieron hasta el edificio para intentar ubicar al hijo de los abuelos. Entraron por la fuerza al no recibir respuesta y tocaron timbre por timbre hasta dar con el departamento. Fue entonces que corroboraron el desalojo. La vivienda no tenía un solo mueble.

"En el departamento pudimos encontrar el teléfono del otro hijo, que es el que termina buscándolos después en la comisaría. Durante todo el allanamiento los abuelos se quedaron en el local. Después regresamos y seguimos esperando a ver si aparecía, pero nunca sucedió", continuó la mujer en la entrevista a este medio.

El tiempo pasó. Ya casi se hacía de noche y María Inés decidió llamar a la policía nuevamente. No podían quedarse en el local y ellos lo sabían. "Cuando finalmente vinieron de la comisaría, ahí se dieron cuenta de que los había abandonado y se largaron a llorar. Fue tremendo. Yo en la tarde les ofrecí mate cocido pero no quisieron tomar nada", relató la mujer, quien reveló más datos del calvario que vive el par de jubilados.

Gracias a lo que pudo averiguar la propietaria del bar con el relato de los vecinos que sí los conocen, se pudo saber que Hilda y Hugo sufrían del maltrato constante por parte de su hijo. Según le contaron en el edificio, todo el tiempo se escuchaban gritos por parte del hombre hacia sus padres. Otro detalle que da cuenta del drama es el tema económico. De acuerdo con la propietaria, ambos cobraban jubilación. El hombre de 92 años del sector de comercio e Hilda la mínima.

"Ella me explicaba que no entendían por qué los desalojaban si siempre pagaron el alquiler. De hecho con lo que ganan les alcanzaba. Por eso para mí en esto tiene que ver el hijo que los abandonó. Hoy están sin nada, como a la deriva", resaltó.

Casi a las 19 pasó un patrullero y llevó a los ancianos a la sede policial. Todo el barrio se conmovió y hasta pensaron en hacer una suerte de colecta para pagarles un hotel y que no pasaran la noche en la comisaría. Sin embargo, no fue necesario. Hacia las 20 se hizo presente Raúl, el otro hijo de la pareja, quien en medio de llanto, dijo no saber nada de la precaria situación de sus padres.

"Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo. Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta acá llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle", dijo. El hombre agregó que no tiene contacto con su hermano, y que los números que tiene están en desuso.

"El caso de Hilda y Hugo fue tan conmovedor que incluso las policías de la comisaría nos dijeron que se les rompió el corazón. Quedaron completamente solos y ojalá esto se sepa aún más para que nunca más pase, porque los casos de abuelos abandonados son muchos. A mí me llaman todo el tiempo pidiéndome comida", finalizó María Inés. Hasta el momento, el hombre que los dejó en la puerta del bar no ha podido ser encontrado.

https://www.infobae.com/sociedad/20...cuando-se-dieron-cuenta-se-largaron-a-llorar/
 
Última edición por un moderador:
La dramática historia detrás de los ancianos abandonados en un bar por su hijo: "Cuando se dieron cuenta se largaron a llorar"
El calvario que padecen Hilda y Hugo no sólo se explica por lo que vivieron esta semana en el bar de Rosario. El trasfondo esconde una vida de maltrato y problemas económicos. Cómo fueron las siete horas que pasaron en el local
Por Miguel Prieto Toledo
7 de junio de 2019

abuelos-abandonados-rosario-1920.jpg

Los ancianos hoy viven con su otro hijo
El miércoles pasado, cerca del mediodía, Hilda, de 87 años, y su esposo Hugo, de 92, entraron a Megabar, un pequeño local de Rosario ubicado en la esquina de 27 de Febrero y Corrientes. A paso muy lento, se sentaron, dejaron a un costado las bolsas que traían encima y pidieron milanesas. La pareja terminó de comer pero permaneció en el local por varias horas más. Estuvieron casi sin hablar y moviéndose cada tanto de un lado a otro. Estaban como nerviosos. La situación despertó cierta inquietud en el resto de los clientes y en los empleados.

Finalmente, la dueña del bar se acercó a la mesa de los ancianos y empezó a indagarlos para saber qué estaba pasando. Por qué estaban teniendo esa actitud. Fue así que pudo conocer los detalles del drama que se escondía detrás de la pareja.

Hilda fue la única que dio explicaciones. Su marido apenas podía hablar, así que fue ella la que se puso al frente de la situación. La mujer contó, entre varias cosas, que habían sido desalojados ese día por la mañana del departamento que alquilaban y que no salieron del bar porque estaban esperando a que llegara uno de sus hijos, el que vivía con ellos y los había acompañado hasta la puerta del local con la promesa de que pasaría a buscarlos apenas pudiera.

Play

Las cámaras del bar de Rosario

Pero el reloj siguió avanzando y esto jamás pasó. Con el tiempo se fue confirmando lo peor: Hilda y Hugo fueron abandonados por su hijo en un bar céntrico, con sólo 500 pesos y varias bolsas de consorcio llenas de ropa vieja.

María Inés es la propietaria de Megabar y contó en diálogo con Infobae cómo transcurrieron las horas entre que se sentaron a comer hasta que finalmente fueron llevados a la comisaría 5ta de Rosario. "Terminaron de comer y pasaron como tres horas. Comenzaron a ponerse nerviosos. Caminaban de un lado a otro. Nos pareció muy rara la situación hasta que me acerqué y les pregunté qué les estaba pasando. Les pregunté si tenían plata para pagar la comida y me contestaron que sí. Fue ahí que me contaron lo del hijo y el desalojo", dijo.

La dueña decidió entonces esperar algún tiempo más pero todo seguía igual. En el fondo, María Inés sabía que el hijo no iba a pasar a buscar a sus padres. Sospechaba que los había dejado y no volvería jamás. Decidió entonces avisarle a la Policía y con los pocos datos que pudieron sacarle a la mujer y varios de los vecinos que los conocían, ubicaron el edificio del que habían sido desalojados.

"Hilda no sabía ni dónde estaba parada y menos el marido, que había sufrido un ACV hace poco. No tenían teléfono, estaban muy débiles, sucios y tenían sólo las bolsas con ropa y perchas. Ella, por ejemplo, tenía pis encima. Era muy triste verlos", lamentó.

bar-en-el-que-abandonaron-a-dos-abuelos-en-Rosario-1920.jpg

El bar en el que fueron abandonados los ancianos
Las autoridades le pidieron a la propietaria del bar que los retuviera en el local. Hasta ese punto, los abuelos conservaban la esperanza de que su hijo pasara a buscarlos. No querían decirles nada para no alterarlos. María Inés y los efectivos policiales se dirigieron hasta el edificio para intentar ubicar al hijo de los abuelos. Entraron por la fuerza al no recibir respuesta y tocaron timbre por timbre hasta dar con el departamento. Fue entonces que corroboraron el desalojo. La vivienda no tenía un solo mueble.

"En el departamento pudimos encontrar el teléfono del otro hijo, que es el que termina buscándolos después en la comisaría. Durante todo el allanamiento los abuelos se quedaron en el local. Después regresamos y seguimos esperando a ver si aparecía, pero nunca sucedió", continuó la mujer en la entrevista a este medio.

El tiempo pasó. Ya casi se hacía de noche y María Inés decidió llamar a la policía nuevamente. No podían quedarse en el local y ellos lo sabían. "Cuando finalmente vinieron de la comisaría, ahí se dieron cuenta de que los había abandonado y se largaron a llorar. Fue tremendo. Yo en la tarde les ofrecí mate cocido pero no quisieron tomar nada", relató la mujer, quien reveló más datos del calvario que vive el par de jubilados.

Gracias a lo que pudo averiguar la propietaria del bar con el relato de los vecinos que sí los conocen, se pudo saber que Hilda y Hugo sufrían del maltrato constante por parte de su hijo. Según le contaron en el edificio, todo el tiempo se escuchaban gritos por parte del hombre hacia sus padres. Otro detalle que da cuenta del drama es el tema económico. De acuerdo con la propietaria, ambos cobraban jubilación. El hombre de 92 años del sector de comercio e Hilda la mínima.

"Ella me explicaba que no entendían por qué los desalojaban si siempre pagaron el alquiler. De hecho con lo que ganan les alcanzaba. Por eso para mí en esto tiene que ver el hijo que los abandonó. Hoy están sin nada, como a la deriva", resaltó.

Casi a las 19 pasó un patrullero y llevó a los ancianos a la sede policial. Todo el barrio se conmovió y hasta pensaron en hacer una suerte de colecta para pagarles un hotel y que no pasaran la noche en la comisaría. Sin embargo, no fue necesario. Hacia las 20 se hizo presente Raúl, el otro hijo de la pareja, quien en medio de llanto, dijo no saber nada de la precaria situación de sus padres.

"Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo. Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta acá llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle", dijo. El hombre agregó que no tiene contacto con su hermano, y que los números que tiene están en desuso.

"El caso de Hilda y Hugo fue tan conmovedor que incluso las policías de la comisaría nos dijeron que se les rompió el corazón. Quedaron completamente solos y ojalá esto se sepa aún más para que nunca más pase, porque los casos de abuelos abandonados son muchos. A mí me llaman todo el tiempo pidiéndome comida", finalizó María Inés. Hasta el momento, el hombre que los dejó en la puerta del bar no ha podido ser encontrado.

https://www.infobae.com/sociedad/20...cuando-se-dieron-cuenta-se-largaron-a-llorar/
Que historia tan triste.. como puede haber gente que haga eso?:unsure: a mi se me parte el alma con solo leerlo, que vergüenza de hijo...
 
En Rosario

Hablaron los abuelos abandonados por su hijo en un bar: “Necesitamos un lugar donde vivir”
La increíble historia de Hilda y Hugo, quienes además habían sido desalojados por falta de pago.
hilda-de-86-anos-y___Ki4FK-m4X_1256x620__1.jpg

Hilda de 86 años y Hugo de 92 fueron abandonados por uno de sus hijos.


07/06/2019 - 14:28

Hilda, de 86 años, y Hugo, de 92, fueron abandonados por uno de sus hijos en un bar de Rosario, provincia de Santa Fe. El hombre los dejó allí y los dueños del bar llevaron a los abuelos a la policía para ayudarlos a contactarse con algún familiar.


El hijo, de quien no se sabe el nombre, vivía junto a sus padres, pero fueron desalojados el miércoles a la mañana por la inmobiliaria por falta de pago del alquiler del departamento. Ese mismo día, los llevó en un taxi a un bar para que almorzaran tranquilos y siguió su camino.

el-miercoles-uno-de-los___ma755byc0_720x0__1.jpg

El miércoles uno de los hijos los dejó en un bar y se fue.



Otro de los hijos, Raúl, se enteró de la increíble decisión de su hermano y salió a ayudar a sus padres. "Necesitamos un lugar para vivir", le dijeron a Telefe Noticias. La ropa de los abuelos quedó en un depósito y se fueron de su antigua vivienda apenas con lo puesto.

"Yo estoy jubilada como ama de casa y mi esposo de jubilado de comercio. Gastamos mucho en remedios, pero felizmente somos sanos. Tenemos que subsistir", dijo Hilda, con los ojos llenos de lágrimas.

La historia se hizo viral el miércoles cuando Hugo e Hilda fueron dejados todo el día en un bar de Rosario. "Lo único que decían era que estaban esperando al hijo y que estaban de mudanza", señaló Gabriel, el encargado del local gastronómico. Luego de varias horas, los trabajadores del lugar llamaron a la policía.

ahora-los-abuelos-buscan-otro___12OH8shUA_720x0__1.jpg

Ahora los abuelos buscan otro lugar para poder vivir.

Los agentes llevaron a la pareja a la seccional e hicieron una investigación, en la que muchos vecinos ayudaron. Aportaron datos y fueron hasta la casa de la que habían sido desalojados, pero no había rastros del hombre.

Por testimonios dieron con Raúl, quien no podía creer la situación que estaban atravesando sus padres. "La policía me notificó que tenía que venir a buscarlos. Yo estaba en cama, porque estoy en rehabilitación", contó el hombre visiblemente consternado.

"Mi hermano, de acuerdo a lo que me dijo mi mamá, los dejó en un bar para comer y después no apareció más", señaló, al tiempo que admitió que tenía conocimiento "muy por encima" de la situación que atravesaban sus padres y su hermano, porque "si bien uno se quiere meter es como que no me dejaron. Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo. Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta acá llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle".

https://www.clarin.com/sociedad/hab...-bar-necesitamos-lugar-vivir_0_uiY9gUMqS.html
 
Lo peor es que como estos casos hay mas... no entiendo como pueden llegar a hacer eso, yo por mi no quisiera que se separaran de mi nunca...
Existen estas cosas, mucho más de lo que imaginamos.
No se puede creer que se someta a semejante trato a seres indefensos, a una altura de la vida en que no tienen la fuerza para luchar por sí mismos ni la salud los acompaña.
Canalladas terribles!
 
Existen estas cosas, mucho más de lo que imaginamos.
No se puede creer que se someta a semejante trato a seres indefensos, a una altura de la vida en que no tienen la fuerza para luchar por sí mismos ni la salud los acompaña.
Canalladas terribles!
Pero es que además, son las personas que los han traído al mundo, que les han cuidado y que les han querido ¿como pueden hacer eso asi como si nada? En tal caso, de no poder cuidarlos por X motivos, que busque un sitio donde los puedan cuidar, o mismo que se lo comunicase a su hermano, pero eso de abandonarlos es horrible. Lo pienso, y siento mucha rabia y tristeza, de verdad..
En fin, supongo que es lo que hay que aguantar en este mundo de mierda. Solo espero que esos dos pobres ancianos acaben en un buen sitio que los cuiden y los traten lo mejor posible. Y al hijo, que la vida le dé lo que crea conveniente.
 
La dramática historia detrás de los ancianos abandonados en un bar por su hijo: "Cuando se dieron cuenta se largaron a llorar"
El calvario que padecen Hilda y Hugo no sólo se explica por lo que vivieron esta semana en el bar de Rosario. El trasfondo esconde una vida de maltrato y problemas económicos. Cómo fueron las siete horas que pasaron en el local
Por Miguel Prieto Toledo
7 de junio de 2019

  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
abuelos-abandonados-rosario-1920.jpg

Los ancianos hoy viven con su otro hijo
El miércoles pasado, cerca del mediodía, Hilda, de 87 años, y su esposo Hugo, de 92, entraron a Megabar, un pequeño local de Rosario ubicado en la esquina de 27 de Febrero y Corrientes. A paso muy lento, se sentaron, dejaron a un costado las bolsas que traían encima y pidieron milanesas. La pareja terminó de comer pero permaneció en el local por varias horas más. Estuvieron casi sin hablar y moviéndose cada tanto de un lado a otro. Estaban como nerviosos. La situación despertó cierta inquietud en el resto de los clientes y en los empleados.

Finalmente, la dueña del bar se acercó a la mesa de los ancianos y empezó a indagarlos para saber qué estaba pasando. Por qué estaban teniendo esa actitud. Fue así que pudo conocer los detalles del drama que se escondía detrás de la pareja.

Hilda fue la única que dio explicaciones. Su marido apenas podía hablar, así que fue ella la que se puso al frente de la situación. La mujer contó, entre varias cosas, que habían sido desalojados ese día por la mañana del departamento que alquilaban y que no salieron del bar porque estaban esperando a que llegara uno de sus hijos, el que vivía con ellos y los había acompañado hasta la puerta del local con la promesa de que pasaría a buscarlos apenas pudiera.

Play

Las cámaras del bar de Rosario

Pero el reloj siguió avanzando y esto jamás pasó. Con el tiempo se fue confirmando lo peor: Hilda y Hugo fueron abandonados por su hijo en un bar céntrico, con sólo 500 pesos y varias bolsas de consorcio llenas de ropa vieja.

María Inés es la propietaria de Megabar y contó en diálogo con Infobae cómo transcurrieron las horas entre que se sentaron a comer hasta que finalmente fueron llevados a la comisaría 5ta de Rosario. "Terminaron de comer y pasaron como tres horas. Comenzaron a ponerse nerviosos. Caminaban de un lado a otro. Nos pareció muy rara la situación hasta que me acerqué y les pregunté qué les estaba pasando. Les pregunté si tenían plata para pagar la comida y me contestaron que sí. Fue ahí que me contaron lo del hijo y el desalojo", dijo.

La dueña decidió entonces esperar algún tiempo más pero todo seguía igual. En el fondo, María Inés sabía que el hijo no iba a pasar a buscar a sus padres. Sospechaba que los había dejado y no volvería jamás. Decidió entonces avisarle a la Policía y con los pocos datos que pudieron sacarle a la mujer y varios de los vecinos que los conocían, ubicaron el edificio del que habían sido desalojados.

"Hilda no sabía ni dónde estaba parada y menos el marido, que había sufrido un ACV hace poco. No tenían teléfono, estaban muy débiles, sucios y tenían sólo las bolsas con ropa y perchas. Ella, por ejemplo, tenía pis encima. Era muy triste verlos", lamentó.

bar-en-el-que-abandonaron-a-dos-abuelos-en-Rosario-1920.jpg

El bar en el que fueron abandonados los ancianos
Las autoridades le pidieron a la propietaria del bar que los retuviera en el local. Hasta ese punto, los abuelos conservaban la esperanza de que su hijo pasara a buscarlos. No querían decirles nada para no alterarlos. María Inés y los efectivos policiales se dirigieron hasta el edificio para intentar ubicar al hijo de los abuelos. Entraron por la fuerza al no recibir respuesta y tocaron timbre por timbre hasta dar con el departamento. Fue entonces que corroboraron el desalojo. La vivienda no tenía un solo mueble.

"En el departamento pudimos encontrar el teléfono del otro hijo, que es el que termina buscándolos después en la comisaría. Durante todo el allanamiento los abuelos se quedaron en el local. Después regresamos y seguimos esperando a ver si aparecía, pero nunca sucedió", continuó la mujer en la entrevista a este medio.

El tiempo pasó. Ya casi se hacía de noche y María Inés decidió llamar a la policía nuevamente. No podían quedarse en el local y ellos lo sabían. "Cuando finalmente vinieron de la comisaría, ahí se dieron cuenta de que los había abandonado y se largaron a llorar. Fue tremendo. Yo en la tarde les ofrecí mate cocido pero no quisieron tomar nada", relató la mujer, quien reveló más datos del calvario que vive el par de jubilados.

Gracias a lo que pudo averiguar la propietaria del bar con el relato de los vecinos que sí los conocen, se pudo saber que Hilda y Hugo sufrían del maltrato constante por parte de su hijo. Según le contaron en el edificio, todo el tiempo se escuchaban gritos por parte del hombre hacia sus padres. Otro detalle que da cuenta del drama es el tema económico. De acuerdo con la propietaria, ambos cobraban jubilación. El hombre de 92 años del sector de comercio e Hilda la mínima.

"Ella me explicaba que no entendían por qué los desalojaban si siempre pagaron el alquiler. De hecho con lo que ganan les alcanzaba. Por eso para mí en esto tiene que ver el hijo que los abandonó. Hoy están sin nada, como a la deriva", resaltó.

Casi a las 19 pasó un patrullero y llevó a los ancianos a la sede policial. Todo el barrio se conmovió y hasta pensaron en hacer una suerte de colecta para pagarles un hotel y que no pasaran la noche en la comisaría. Sin embargo, no fue necesario. Hacia las 20 se hizo presente Raúl, el otro hijo de la pareja, quien en medio de llanto, dijo no saber nada de la precaria situación de sus padres.

"Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo. Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta acá llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle", dijo. El hombre agregó que no tiene contacto con su hermano, y que los números que tiene están en desuso.

"El caso de Hilda y Hugo fue tan conmovedor que incluso las policías de la comisaría nos dijeron que se les rompió el corazón. Quedaron completamente solos y ojalá esto se sepa aún más para que nunca más pase, porque los casos de abuelos abandonados son muchos. A mí me llaman todo el tiempo pidiéndome comida", finalizó María Inés. Hasta el momento, el hombre que los dejó en la puerta del bar no ha podido ser encontrado.

https://www.infobae.com/sociedad/20...cuando-se-dieron-cuenta-se-largaron-a-llorar/



:cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry::cry: creo que se ha entendido.
 
No se si habeis oído el dicho , " a veces en vez de hijos es mejor tener conejos " .
Hay que ser despiadado y con un corazón de piedra para hacer esto a tus propios l padres , espero que si un día tiene hijos le recompensen de igual manera.
 
Murió el abuelo que había sido abandonado por su propio hijo en un bar
Hilda y Hugo conmovieron a la Argentina el pasado mes de junio pasado cuando fue desalojados de su apartamento por falta de pago y sufrieron el abandono de uno de sus hijos en un bar
ABC
MADRID Actualizado:03/11/2019 01:56h Guardar
abuelos-k5n--1240x698@abc.jpg


Hilda y Hugo conmovieron a la Argentina el pasado mes de junio pasado. Este matrimonio de abuelos fue desalojado de su apartamento por falta de pago y sufrieron el abandono de uno de sus hijos en un bar. La historia se hizo conocida y despertó muestras de solidaridad en todo el país.

Pese al «nuevo amanecer», como Hilda le confesó haber vivido al diario argentino Clarín, volvieron a llegar las malas noticias.

El 20 de octubre pasado, aquejado por una afección cardíaca, Hugo falleció. Tenía 93 años. La noticia se conoció este sábado. Su hijo, el mismo que los cobijó durante un mes en su casa, tomó la decisión de que regresara a una residencia para que compartiera los últimos días con su esposa, el amor de toda una vida.

«Tenía un problema cardíaco bastante complicado que se ve que nunca se había hecho tratar. Acá le detectamos una insuficiencia cardíaca, lo hicimos tratar, pero tuvo un infarto dos días después de salir de la internación», explicó a Clarín Gabriela Alabern, directora de la residencia.

Hilda continuará alojada en el hogar. Antes compartía la habitación con Hugo. Había sido una de las condiciones que pidió para ser alojada en ese lugar. «El se despierta y mira que yo estoy ahí. Yo me despierto y él está ahí. ¿Qué más podemos pedir?», explicaba hace unos meses. Ahora está junto a otra mujer de la que se hizo amiga.

La mujer, de 89 años, conserva un buen estado de salud. Uno de sus hijos, el que los recibió en su casa, la visita cada domingo y estuvo acompañando al padre mientras permaneció internado. El otro, quien vivió toda la vida con ellos y los abandonó en el bar cuando los desalojaron, está en situación de calle, descarta cualquier ayuda y cada tanto pasa por el hogar. «Ella quiere verlo. Lo adora, es su hijo», explican.

https://www.abc.es/sociedad/abci-mu...ndonado-propio-hijo-201911030156_noticia.html
 
Back