La desaparición del modisto de la Reina.

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El Mundo Orbyt.

09/07/2016

EL MISTERIOSO RUMBO DE LA MARCA FELIPE VARELA
LETIZIA, INFIEL A SU MODISTA ‘DE CÁMARA’

Extraños movimientos en la empresa familiar del modista ‘de cámara’. No han modernizado la firma tal y como anunciaron en Pasarela Cibeles y tienen acreedores. No actualizan ni su perfil de Twitter desde el 3 de junio
POR BEATRIZ MIRANDA

Durante los diez primeros años de matrimonio Letizia le fue fiel a Felipe. Pero aquello se acabó. En 2014 empezó a verse con otros... diseñadores. No piensen mal. Hablamos de su modista de cámara, Felipe Varela, su mano derecha en cuestiones de indumentaria desde que se casó y le ayudó a vestir a su madre y hermanas para su boda. Desde entonces son cientos los modelos que tiene firmados por él. El armario de Doña Letizia es el más auditado, sin duda. Así que no es ningún secreto que el monopolio del modista madrileño en su vestidor de Zarzuela se ha terminado. Desde hace un par de años, Letizia ha ido incorporando progresivamente nuevas marcas para los conjuntos escogidos para ponerse en actos oficiales, cuando durante una década sólo había confiado en Varela para ir impecable e impoluta, primero como Princesa de Asturias y luego como Reina de España. De hecho, hasta en la proclamación de Felipe VI se puso un Varela, tal y como esperábamos. Quizás instigada por su nueva estilista, Eva Fernández, ex redactora de la revista Cosmopolitan o, probablemente harta de las críticas por la poca variedad de patrones y estilos en su ropa formal, Letizia este año ha estrenado menos Varelas que nunca. Sin embargo, a pesar de lo que muchos creen, esto es también una buena noticia para el propio Felipe Varela, que lleva tiempo queriéndose desprender de la etiqueta royal que le puso Letizia. Varela siempre ha sido apreciado por las damas de la alta sociedad por sus chaquetas de corte perfecto, por su sastrería en general, pero él quiere vestir a chicas más jóvenes y destacar como creador con cosas más atrevidas que la Reina nunca podría ponerse en público. Así que es posible que haya consenso entre la Reina y él para que combine sus patrones más rancios con marcas más frescas, entre ellas, sobre todo, Hugo Boss, Nina Ricci y Carolina Herrera. En cuestión de complementos y no en conjuntos, también lleva otras firmas que van del mayor de los lujos hasta el más barato de los low cost: Prada, Lolita Blu, Roger Vivier, Mbubag, Cucareliquia, Madmacarena, Tissa Fontaneda, Designers Remix, Isato, Uno de 50, Harmony Design, Mónica Vinader, Folli Follie, Paz Sintes, Coolook, Furla, Sandro, Acosta, Inés Figaredo, Cortana, Adolfo Domínguez, Lodi, etc. La Reina ha escuchado así las voces de quienes la animaban a abrir su mente a un nuevo estilo más juvenil. Sigue sin ser epítome de la elegancia para los críticos de moda, pero sí se trata de una it queen. En ocasiones compra online, tanto para ella como para las niñas, que ya le roban ropa, pues se vio hace poco a Leonor con unos pantalones pitillo amarillo de su madre. Otras veces, que son muchas, acepta regalos. Pero lo que no consiente es que ninguna marca hable de ella. Valora la discreción y ejemplo de ello es su episodio con Jorge Vázquez, que deslizó a la prensa que la Reina le había pedido cita en el taller para hacerse unos vestidos. Enfadada por servirse de ella para hacerse publicidad, canceló el encuentro.

EL PASADO 22 DE FEBRERO Pasarela Cibeles hervía de periodistas por primera vez después de muchas ediciones. Felipe Varela, que había participado en el certamen 14 años atrás (dejó de hacerlo por desavenencias con la dirección), volvía a presentar una de sus colecciones y había gran expectación. Algún iluso pensó que la Rei na se iba a dejar caer por allí para apoyar a su amigo. Otros creyeron que podrían arrancarle al modista de cámara una declaración. Nada más lejos de la realidad.

Aquella tarde de invierno Ifema se llenó de glamour y de buenas clientas del barrio de Salamanca (ninguna famosa) durante unos minutos de gloria. Los aplausos fueron interminables, pero Felipe, tímido como siempre y con el rostro muy estirado, salió huyendo de los reporteros y los fans como una estrella del rock.

El relanzamiento de la marca Varela, a secas, como una firma de moda más moderna y menos carca, prometía. Felipe presentó una línea más juvenil, con trajes de noche con piedras de azabache, pieles, strass. Poco trajecito de chaqueta.

Sin embargo, cinco meses después de todo esos brillos, de esas promesas del Este sobre una inminente internacionalización de la firma, no se percibe evolución alguna en el reposicionamiento de la enseña. La vida chez Varela sigue igual y se ha impuesto un extraño silencio administrativo por parte de una etiqueta que ya no seduce a Letizia.

Entre los planes de futuro hoy frustrados pero anunciados a bombo y platillo en el marco de esa edición de Cibeles, que coincidía con la celebración del 20 aniversario de Varela en el mundo de la moda, se encontraba un nuevo y necesario proyecto de branding. Para ello hicieron nuevos fichajes y recibieron asesoramiento para actualizar la estrategia de comunicación y distribución. Su intención era rediseñar la marca, abrir más tiendas en el extranjero, ponerse al día en redes sociales...

En definitiva, querían sacudirse el polvo royal y explorar nuevos mercados.

Sorprendentemente, estos cambios a mejor no se han llevado a cabo y a esta redacción han llegado voces de acreedores. Todo es extraño, porque el regreso de Varela, hace apenas cinco meses, al circo mediático de los desfiles, fue triunfal. No se entiende su progresiva desaparición del mapa y del armario de la Reina. El otro Felipe siempre fue discreto, sin amigas blogueras, pero este parón no es normal.

La Otra Crónica se ha intentado poner en contacto con Rut, hermana de Felipe y su responsable de prensa, y con Jacob, director general de esta empresa familiar, y no ha obtenido respuesta, cuando siempre han atendido de forma impecable a los medios. Además, desde hace tiempo, Rut no envía a su lista de periodistas de confianza la descripción de los vestidos de Varela que estrena Letizia. También es cierto que hace bastante que la Reina no estrena un Varela.

Nada cuadra. Fuentes consultadas por LOC aseguran que ha habido algún desencuentro en el seno de los Varela. La empresa es eminentemente familiar y varios de los muchos hermanos de Varela (son ocho en total, todos tienen nombres bíblicos y estudiaron en el colegio Los Rosales) trabajan o han trabajado en la compañía, cuya administradora única llegó a ser Manuela, la madre del clan. Hoy lo es Felipe.

Hasta la fecha, Jacob era quien tomaba las decisiones importantes de Centro de Costura Castresana S.L., la sociedad con la que operan desde el año 2000 (Letizia se casó en 2004). Pero hace unos días confirmó a unos amigos que iba a dejar de participar a tiempo completo en la gestión de la empresa. Curiosamente, hace apenas un mes fue nombrado apoderado de la compañía Abraham, otro de los hermanos Varela, con amplia formación en banca como Jacob. ¿Criterios enfrentados?

Según contó Modaes en febrero, las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil correspondientes al ejercicio 2014, Costura Castresana registró una cifra de negocio de 1,5 millones de euros, frente a los 1,2 millones de euros de un año antes. El beneficio neto se situó en 11.833 euros.

Los Varela, en tiempos de crisis, tuvieron que cerrar más de 20 corners en centros de provincias de El Corte Inglés, pero aún conservan el del Paseo de la Castellana de Madrid. Aún así, en 2008, inyectaron medio millón de euros de capital como consecuencia del efecto Letizia y en la actualidad, su tiendón de más de 500 metros cuadrados en la calle Ortega y Gasset de la capital sigue abierto. Pocos diseñadores españoles pueden decir lo mismo. Pagan un alquiler que se estima carísimo y mantienen su taller de la calle Cartagena y en nómina a la encargada, la fiel Teresa.

En efecto, algo pasa con Felipe. Una acreedora ha denunciado a LOC un impago. Varela supuestamente le deben dinero a una diseñadora gráfica freelance que ha preferido mantenerse en el anonimato, y a quien le encargaron un logo que finalmente no ha visto la luz. Tampoco rehicieron la web para impulsar la venta online ni hay pistas de una recién fichada community manager.

Al cierre de esta edición, la cuenta de Varela en Twitter, abierta en diciembre de 2015, no se actualiza desde hace un mes y en el tiempo que lleva operativa, apenas se han escrito 32 tuits. Varela nunca estrenó perfiles en Instagram ni en Facebook.

Teorías conspiraonicas apuntan que la Reina, que hizo popular al modista, es también responsable de su desaparición. ¿Varela ha muerto de éxito


m
 
Última edición por un moderador:
!vaya articulo!.
Culpan a ella de las desgracias de Varela y los problemas familiares.
Quiza nunca le pago?
Telma debia el vestido que llevo en el casorio de su hermana, nose si ya lo pagó.
Lo mismo la tia, el padre, debe ser de familia.
 
No me creo, en absoluto, que Letizia tenga a esta redactora de Cosmopolitan, como asesora. Igual, en un principio, hablaron de algo, pero no me creo que haya continuado como asesora. O, es que si realmente lo es, es pésima, viendo como viste Letizia.

En cuanto a Varela, pienso que el haberse volcado tanto en la realeza durante 10 años, le ha perjudicado. Cuando se le ha acabado el chiringuito "Real", no ha tenido dónde agarrarse. Y, siendo Letizia esta reina, con la imagen que se tiene de ella, el perjuicio se le ha multiplicado por dos.
 
A mí no me gusta su ropa, ninguna. Nunca he encontrado algo de Varela que me guste. De la última colección no sé pues no la he mirado apenas. Indiscutiblemente para vestir a una princesa y/o reina hay que ser muy bueno para no quemarse, un Valentino, un Oscar de la Renta, o muchos modistos españoles a los que a ella no le interesa promocionar...no es el caso de Varela, no es un gran modisto, más bien es muy mediocre y conocido sólo cuando comenzó a coser para ella. Yo también me he percatado que hace algún tiempo ella no lleva la marca, supuse que su vuelta a la pasarela «que coincide con la ruptura con Letizia» con modelos, según dicen, más modernos, supondría un regreso, no ha sido así aparentemente pues parece que le debe un euro a cada virgen. Habrá que creer que ella le mantenía la tienda de Ortega y Gasset. En fin, ellos sabrán.
 
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El Mundo Orbyt.

09/07/2016

EL MISTERIOSO RUMBO DE LA MARCA FELIPE VARELA
LETIZIA, INFIEL A SU MODISTA ‘DE CÁMARA’

Extraños movimientos en la empresa familiar del modista ‘de cámara’. No han modernizado la firma tal y como anunciaron en Pasarela Cibeles y tienen acreedores. No actualizan ni su perfil de Twitter desde el 3 de junio
POR BEATRIZ MIRANDA

Durante los diez primeros años de matrimonio Letizia le fue fiel a Felipe. Pero aquello se acabó. En 2014 empezó a verse con otros... diseñadores. No piensen mal. Hablamos de su modista de cámara, Felipe Varela, su mano derecha en cuestiones de indumentaria desde que se casó y le ayudó a vestir a su madre y hermanas para su boda. Desde entonces son cientos los modelos que tiene firmados por él. El armario de Doña Letizia es el más auditado, sin duda. Así que no es ningún secreto que el monopolio del modista madrileño en su vestidor de Zarzuela se ha terminado. Desde hace un par de años, Letizia ha ido incorporando progresivamente nuevas marcas para los conjuntos escogidos para ponerse en actos oficiales, cuando durante una década sólo había confiado en Varela para ir impecable e impoluta, primero como Princesa de Asturias y luego como Reina de España. De hecho, hasta en la proclamación de Felipe VI se puso un Varela, tal y como esperábamos. Quizás instigada por su nueva estilista, Eva Fernández, ex redactora de la revista Cosmopolitan o, probablemente harta de las críticas por la poca variedad de patrones y estilos en su ropa formal, Letizia este año ha estrenado menos Varelas que nunca. Sin embargo, a pesar de lo que muchos creen, esto es también una buena noticia para el propio Felipe Varela, que lleva tiempo queriéndose desprender de la etiqueta royal que le puso Letizia. Varela siempre ha sido apreciado por las damas de la alta sociedad por sus chaquetas de corte perfecto, por su sastrería en general, pero él quiere vestir a chicas más jóvenes y destacar como creador con cosas más atrevidas que la Reina nunca podría ponerse en público. Así que es posible que haya consenso entre la Reina y él para que combine sus patrones más rancios con marcas más frescas, entre ellas, sobre todo, Hugo Boss, Nina Ricci y Carolina Herrera. En cuestión de complementos y no en conjuntos, también lleva otras firmas que van del mayor de los lujos hasta el más barato de los low cost: Prada, Lolita Blu, Roger Vivier, Mbubag, Cucareliquia, Madmacarena, Tissa Fontaneda, Designers Remix, Isato, Uno de 50, Harmony Design, Mónica Vinader, Folli Follie, Paz Sintes, Coolook, Furla, Sandro, Acosta, Inés Figaredo, Cortana, Adolfo Domínguez, Lodi, etc. La Reina ha escuchado así las voces de quienes la animaban a abrir su mente a un nuevo estilo más juvenil. Sigue sin ser epítome de la elegancia para los críticos de moda, pero sí se trata de una it queen. En ocasiones compra online, tanto para ella como para las niñas, que ya le roban ropa, pues se vio hace poco a Leonor con unos pantalones pitillo amarillo de su madre. Otras veces, que son muchas, acepta regalos. Pero lo que no consiente es que ninguna marca hable de ella. Valora la discreción y ejemplo de ello es su episodio con Jorge Vázquez, que deslizó a la prensa que la Reina le había pedido cita en el taller para hacerse unos vestidos. Enfadada por servirse de ella para hacerse publicidad, canceló el encuentro.

EL PASADO 22 DE FEBRERO Pasarela Cibeles hervía de periodistas por primera vez después de muchas ediciones. Felipe Varela, que había participado en el certamen 14 años atrás (dejó de hacerlo por desavenencias con la dirección), volvía a presentar una de sus colecciones y había gran expectación. Algún iluso pensó que la Rei na se iba a dejar caer por allí para apoyar a su amigo. Otros creyeron que podrían arrancarle al modista de cámara una declaración. Nada más lejos de la realidad.

Aquella tarde de invierno Ifema se llenó de glamour y de buenas clientas del barrio de Salamanca (ninguna famosa) durante unos minutos de gloria. Los aplausos fueron interminables, pero Felipe, tímido como siempre y con el rostro muy estirado, salió huyendo de los reporteros y los fans como una estrella del rock.

El relanzamiento de la marca Varela, a secas, como una firma de moda más moderna y menos carca, prometía. Felipe presentó una línea más juvenil, con trajes de noche con piedras de azabache, pieles, strass. Poco trajecito de chaqueta.

Sin embargo, cinco meses después de todo esos brillos, de esas promesas del Este sobre una inminente internacionalización de la firma, no se percibe evolución alguna en el reposicionamiento de la enseña. La vida chez Varela sigue igual y se ha impuesto un extraño silencio administrativo por parte de una etiqueta que ya no seduce a Letizia.

Entre los planes de futuro hoy frustrados pero anunciados a bombo y platillo en el marco de esa edición de Cibeles, que coincidía con la celebración del 20 aniversario de Varela en el mundo de la moda, se encontraba un nuevo y necesario proyecto de branding. Para ello hicieron nuevos fichajes y recibieron asesoramiento para actualizar la estrategia de comunicación y distribución. Su intención era rediseñar la marca, abrir más tiendas en el extranjero, ponerse al día en redes sociales...

En definitiva, querían sacudirse el polvo royal y explorar nuevos mercados.

Sorprendentemente, estos cambios a mejor no se han llevado a cabo y a esta redacción han llegado voces de acreedores. Todo es extraño, porque el regreso de Varela, hace apenas cinco meses, al circo mediático de los desfiles, fue triunfal. No se entiende su progresiva desaparición del mapa y del armario de la Reina. El otro Felipe siempre fue discreto, sin amigas blogueras, pero este parón no es normal.

La Otra Crónica se ha intentado poner en contacto con Rut, hermana de Felipe y su responsable de prensa, y con Jacob, director general de esta empresa familiar, y no ha obtenido respuesta, cuando siempre han atendido de forma impecable a los medios. Además, desde hace tiempo, Rut no envía a su lista de periodistas de confianza la descripción de los vestidos de Varela que estrena Letizia. También es cierto que hace bastante que la Reina no estrena un Varela.

Nada cuadra. Fuentes consultadas por LOC aseguran que ha habido algún desencuentro en el seno de los Varela. La empresa es eminentemente familiar y varios de los muchos hermanos de Varela (son ocho en total, todos tienen nombres bíblicos y estudiaron en el colegio Los Rosales) trabajan o han trabajado en la compañía, cuya administradora única llegó a ser Manuela, la madre del clan. Hoy lo es Felipe.

Hasta la fecha, Jacob era quien tomaba las decisiones importantes de Centro de Costura Castresana S.L., la sociedad con la que operan desde el año 2000 (Letizia se casó en 2004). Pero hace unos días confirmó a unos amigos que iba a dejar de participar a tiempo completo en la gestión de la empresa. Curiosamente, hace apenas un mes fue nombrado apoderado de la compañía Abraham, otro de los hermanos Varela, con amplia formación en banca como Jacob. ¿Criterios enfrentados?

Según contó Modaes en febrero, las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil correspondientes al ejercicio 2014, Costura Castresana registró una cifra de negocio de 1,5 millones de euros, frente a los 1,2 millones de euros de un año antes. El beneficio neto se situó en 11.833 euros.

Los Varela, en tiempos de crisis, tuvieron que cerrar más de 20 corners en centros de provincias de El Corte Inglés, pero aún conservan el del Paseo de la Castellana de Madrid. Aún así, en 2008, inyectaron medio millón de euros de capital como consecuencia del efecto Letizia y en la actualidad, su tiendón de más de 500 metros cuadrados en la calle Ortega y Gasset de la capital sigue abierto. Pocos diseñadores españoles pueden decir lo mismo. Pagan un alquiler que se estima carísimo y mantienen su taller de la calle Cartagena y en nómina a la encargada, la fiel Teresa.

En efecto, algo pasa con Felipe. Una acreedora ha denunciado a LOC un impago. Varela supuestamente le deben dinero a una diseñadora gráfica freelance que ha preferido mantenerse en el anonimato, y a quien le encargaron un logo que finalmente no ha visto la luz. Tampoco rehicieron la web para impulsar la venta online ni hay pistas de una recién fichada community manager.

Al cierre de esta edición, la cuenta de Varela en Twitter, abierta en diciembre de 2015, no se actualiza desde hace un mes y en el tiempo que lleva operativa, apenas se han escrito 32 tuits. Varela nunca estrenó perfiles en Instagram ni en Facebook.

Teorías conspiraonicas apuntan que la Reina, que hizo popular al modista, es también responsable de su desaparición. ¿Varela ha muerto de éxito


m
Gracias por traerlo. Me permito destacar una frase:"destacar como creador con cosas más atrevidas que la Reina nunca podría ponerse en público". WTF??????? ¿Qué cosas son esas? La hemos visto con sandalias de tiras propias de escort, pantalones de cuero de rejoneadora, vestidos con toda la espalda transparente, vestidos totalmente transparentes con forros mínimos, ¿sigo? Me intriga saber a qué se refieren con "cosas atrevidas". Algo asi:
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Pues no me da pena, ha vivido del contribuyente luengos y prósperos años, ahora toca buscarse las habichuelas como cualquier empresa. Es lo que tiene la crisis.
 
En la pasarela Cibeles se le vio muy desmejorado fisicamente y creo lo comentamos, ojala este bien de salud.

Otro caso donde todo lo que Leticia toca, lo destruye.
No dudo que todos sos años siendo su costurero y confidente hayan pasado factura y ahora este agobiado,desganado, desanimado y se quiera tomar un tiempo para recargarse.

La marca Leticia es toxica, en mi opinion. Como lo es ella.
 
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