La corrupcion del PSOE

El PSOE, su enfermedad política y moral y los trabajadores
La distinción entre justicia burguesa y otra justicia, la socialista, que es la realmente justa para ellos, sigue penetrando el tuétano moral del PSOE.
2019-11-20
https://www.libertaddigital.com/opi...al-y-los-trabajadores-89307/#comentarios89307
Cuando Francisco Largo Caballero mintió en el juicio en el que se le acusaba, justamente, de haber promovido y participado en el golpe de estado contra la II República en 1934, confesó en sus Recuerdos que lo había hecho porque no podía consentir que, a un paladín del proletariado, él mismo, pudiera condenarlo la "justicia burguesa". Lo dijo de este modo:
"¿Hice bien o mal al proceder como lo hice? ¿Debía entregar a la voracidad de la justicia burguesa a un defensor del proletariado? Mi conciencia está tranquila. Estoy convencido de haber cumplido con mi deber, pues ofrecerme como víctima sin beneficio alguno para la causa del proletariado hubiera sido tan inocente como inútil."
Esta distinción entre justicia burguesa y otra justicia, la socialista, que es la realmente justa para ellos, sigue penetrando el tuétano moral de un PSOE que se niega a protagonizar una transición interna desde el PSOE de la II República a un PSOE socialdemócrata inscrito en una Unión Europea donde se consagra, con mayor o menos eficacia, la democracia liberal.


Por otro lado, claro está, está la identificación absolutamente abusiva y falsificada, tal vez krausista, quizá marxista, entre los dirigentes del PSOE y el PSOE mismo con el "proletariado", con los trabajadores asalariados, a los que se asigna una determinada "conciencia" de clase que sólo puede ser interpretada desde los análisis "objetivos" de los marxistas en general y del socialismo.
Por ello, como ya dijimos en otro lugar, la genealogía del impulso político que conduce a la constitución de una tela de araña para conseguir o mantener el poder al margen de la legalidad democrática, se encuentra intacta en la teoría clásica de la democracia burguesa defendida por el marxismo en general y muy aguda y radicalmente, por el leninismo.
Según tal teoría, la democracia liberal o burguesa no es una democracia real, sino meramente una democracia formal que defiende los intereses de la burguesía en su conjunto, agraria, industrial, de servicios y financiera en concreto y los intereses y derechos humanos sólo en abstracto. Por eso, Marx diferenció entre los derechos humanos y los derechos del ciudadano.
Los derechos humanos que incluyen la libertad de conciencia, el derecho a la propiedad privada, a la igualdad ante la ley, a la elección de educación, a practicar cualquier culto así como las demás libertades democráticas, de opinión, expresión y reunión, no son los auténticos derechos ciudadanos. Marx mismo lo dijo así:

Esto es, sólo se es ciudadano y hombre cabales si se es ciudadano de un Estado socialista o, si se quiere, comunista. La "ciudadanía" socialista exige que lo individual deba subordinarse a lo colectivo y la persona y sus libertades al Estado. Todo este proceso de transición debe ser dirigido, claro está, por el partido inspirado en el marxismo, único poseedor – creía firmemente Marx -, de la "ciencia" necesaria para la interpretación y la transformación de la Historia.
El PSOE nunca ha hecho una reflexión, ni siquiera un intento de reforma, de su pensamiento en cuanto a la democracia y sus formas como único sistema político bajo el cual es posible la convivencia y, por tanto, nunca ha procedido a reformarse a sí mismo y a abrazar ética y moralmente los comportamientos socialdemócratas. Por ello, se han atribuido la superioridad moral de quienes son partidarios de una justicia y una legalidad supuestamente superiores a las de los demás demócratas.
Esa distinción entre "democracia burguesa" y "democracia real" o socialista ha justificado siempre el atropello de valores, ideas y leyes por parte del socialismo a favor de una dominación política y social sobre el conjunto de la nación española. El uso de la democracia como trampolín para erigir un régimen socialista es la práctica sistemática.
El caso ERE, ahora publicitado por una sentencia condenatoria que es la más grave de la historia de España y tal vez de la Unión Europea, es la consecuencia del mismo espíritu político socialista que no creía ni cree en la "democracia burguesa" y que, por tanto, no cree en la justicia "burguesa".
No hay más que oír a los actuales dirigentes socialistas, barones y no barones, descalificando directa o indirectamente la sentencia y la decisión del Tribunal y defendiendo la honorabilidad de quienes acaban de ser condenados por actuar ilegalmente a sabiendas y haber malversado 680 millones de euros públicos. El Tribunal no entiende la "superioridad" de la justicia socialista.
Pero si hay un ejemplo sangrante acerca de la discriminación, del abandono, de la marginación que esta sectaria concepción de la democracia perpetra, es el destino de los miles de trabajadores que, estando afectados por Expedientes de Regulación de Empleo, desde 2000 a 2010, no fueron ayudados ni siquiera informados por el PSOE ni por la Junta de las ayudas que se daban encubiertamente a los amiguetes, correligionarios, intrusos o cómplices sindicales.
En una democracia sana y normal, si se trata de ayudar a los 120.000 trabajadores que sufrían las consecuencias de las crisis laborales y empresariales, se publica una convocatoria de subvenciones, normales o excepcionales, y se articula el modo en que todos los afectados puedan optar a su disfrute previo cumplimiento de un pliego de condiciones iguales para todos, publicitados y en régimen de transparencia.
No se hizo así y esto es precisamente lo que exhibe la enfermedad moral del socialismo español, y muy especialmente, del socialismo andaluz. De esas 120.000 familias sólo fueron auxiliadas, en secreto, ilegal, sin conocimiento público y con desigualdad notoria, unas 6.000, esto es, un 5 por ciento. ¿Por qué razón lo fueron? Porque eran empresas y trabajadores que eran "amigos" bien del PSOE bien de los sindicatos mayoritarios uncidos al carro socialista.
Además, en el resto de los casos, se trataba de privilegiar a empresas y trabajadores que estaban situadas en zonas electoralmente sensibles para el PSOE, como la minería de Huelva, la sierra Norte de Sevilla y la provincia de Cádiz, sin hacer una relación exhaustiva. Por si fuera poco, se ayudaba a "intrusos de familias cercanas o afiliados incluyéndolos en plantillas ficticias de empresas beneficiadas. Si ello constituye un beneficio a título lucrativo o no, no ha sido considerado por el Tribunal.
Esto es, nunca en todo este tiempo se ha tratado igualmente a todos los trabajadores afectados por los ERE como no se les ha tratado igualmente a la hora de las contrataciones en la Administración, ni en otros casos. Eso indica que la supuesta igualdad que predican el PSOE y sus correas de transmisión sindicales es, como máximo, igualdad entre los suyos, no de todos los ciudadanos.
Esto es un delito moral y político, no sólo contra la democracia, sino contra el propio socialismo que, en vez de defender en la práctica la igualdad real o la simple igualdad de oportunidades, sólo la ofrece a los que son "de los suyos" o, como extensión, a los que son de "izquierda". Si no somos de los suyos, no sólo no somos iguales sino que les damos sencillamente igual.
140 años después de su fundación y casi 40 años después de la aprobación de la primera Constitución consensuada de la historia de España desde la Pepa en 1812, el PSOE sigue sin hacer su particular transición a la democracia ni hay quien proponga un examen de conciencia adecuado a su comportamiento histórico. Ese es precisamente uno de los principales problemas de España y nadie en el PSOE parece dispuesto a encabezar su regeneración para la democracia
Habría que repetirlo mil veces, porque todavía hay quien no se quiere enterar, y reserva el principio de igualdad de oportunidades para atacar a los centros concertados...

"Si hay un ejemplo sangrante acerca de la discriminación, del abandono, de la marginación que [la] sectaria concepción de la democracia [del PSOE] perpetra, es el destino de los miles de trabajadores que, estando afectados por Expedientes de Regulación de Empleo, desde 2000 a 2010, no fueron ayudados, ni siquiera informados, por el PSOE ni por la Junta, de las ayudas que se daban encubiertamente a los amiguetes, correligionarios, intrusos o cómplices sindicales.


En una democracia sana y normal, si se trata de ayudar a los 120.000 trabajadores que sufrían las consecuencias de las crisis laborales y empresariales, se publica una convocatoria de subvenciones, normales o excepcionales, y se articula el modo en que todos los afectados puedan optar a su disfrute, previo cumplimiento de un pliego de condiciones iguales para todos, publicitados y en régimen de transparencia.

No se hizo así y esto es precisamente lo que exhibe la enfermedad moral del socialismo español, y muy especialmente, del socialismo andaluz. De esas 120.000 familias sólo fueron auxiliadas, en secreto, ilegalmente, sin conocimiento público y con desigualdad notoria, unas 6.000, esto es, un 5 por ciento. ¿Por qué razón lo fueron? Porque eran empresas y trabajadores que eran "amigos", bien del PSOE, bien de los sindicatos mayoritarios uncidos al carro socialista.

(...) Eso indica que la supuesta igualdad que predican el PSOE y sus correas de transmisión sindicales es, como máximo, igualdad entre los suyos, no de todos los ciudadanos.
Esto es un delito moral y político, no sólo contra la democracia, sino contra el propio socialismo que, en vez de defender en la práctica la igualdad real o la simple igualdad de oportunidades, sólo la ofrece a los que son "de los suyos" o, como extensión, a los que son de "izquierda". Si no somos de los suyos, no sólo no somos iguales sino que les damos sencillamente igual."
 
Última edición:
La mayor corrupción clientelar en Andalucía es la "colocación" en entes, agencias, fundaciones, etc etc de cientos (más bien miles) de afines. Seleccionados como si fuese una empresa privada (CV y entrevista), pero como si fueran funcionarios, para siempre.
Comentario de Discreto en El Confidencial
 
Ma José Segarra, actual Fiscal General del Estado, era en la época de los ERES la fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Sevilla, que retrasó el procedimiento sine die y que, a petición de Susana Diaz retiró la acusación para que Griñán y Chávez no tuvieran que afrontar una fianza civil.
Comentario de JFNDUCK en El Confidencial
 
Estamos frente el escándalo mas grande que se ha podido perpetrar en España. La confabulación dentro de un gobierno monocolor del PSOE (...)

Proclaman ser el partido 'progresista' (¡una carcajada de oreja a oreja, o mejor un corte de manga!), socialmente justo, escrupulosamente democrático, 'de los trabajadores', al servicio del pueblo andaluz..., Y todo lo que se les ocurre, es diseñar una trama mafiosa, controlada por personajes del jaez que se ha comprobado de 'puteros', cocainómanos, y gente de semejante perfil, para favorecer a sus compadres (...) No vaya a ser que se nos cuelen los 'señoritos', los fachas, los burgueses, los capitalalistas, los explotadores y la gente antiobrera...!

¡Para mear y no echar gota, oiga!. Suficiente razón para que desapareciera el partido de los 140 años de honradez, (si hubiera vergüenza en sus dirigentes), y refundarlo de nuevo, después de pedir perdón a cada uno de los 8.426.405 habitantes andaluces y, de rebote, la dimisión del tal Sánchez (el regeneracionista, el que se erigió como azote de la corrupción del PP, y el que dijo que Rajoy no era una persona decente porque su partido era un partido corrupto...).

¿Cabe mayor grado de corrupción para señalar a un partido político que descubrirle una trama mafiosa en su seno, (durante mas de 10 años), saltándose todas las leyes, controles, etc. hasta llegar a dilapidar mas de 680 millones de €, en beneficio político espúrio y ventajista, con respecto a los demás partidos políticos rivales, y discriminando, para su propio interés, a los trabajadores...? 680 millones utilizados a su antojo.

¡Esto demuestra que el concepto de progresismo en este partido tiene una definición claramente escatológica: Progresismo para el PSOE es 'un huevo colgando y otro lo mismo'...!, es decir, pura fanfarria para fijar apócrifamente su engaño a la sociedad.
Comentario de Tejedor 9491 en El Confidencial
 
¿Clientelismo o caciquismo?

La evolución en las sutilezas del lenguaje hace que llamemos "clientelismo" al "caciquismo" tradicional.

La única diferencia es que los caciques de antaño debían comprar voluntades con su propio patrimonio.

El caciquismo actual las paga con el dinero del resto de los ciudadanos, a quienes roba con herramientas fiscales elaboradas por estos nuevos caciques.
Comentario de Luis Domínguez en El Confidencial
 
Así es que si (por ejemplo) pongo un impuesto progresista y expropiatorio a las herencias y lo que recaudo lo reparto entre los que me tienen que votar ¿no me he llevado nada para mi?.
Comentario de Student2016 en El Confidencial

Uno de los presidentes regó una empresa con millones de euros para colocar a su hija en un buen puesto. Eso es llevarse el dinero. Sin ese dinero la niña no tendría ese puesto y su sueldazo ha llegado a casa.

No han parado de limosnear al pueblo, al partido y a sus amigos durante cuarenta años para atrapar los millones de votos que necesitaban para seguir viviendo como califas. Y aun tenemos que escuchar que son honrrados. Que asco. Socialistas robando el dinero de los parados.

Comentario de Sakaramanda en El Confidencial

La implacable maquinaria propagandística del PSOE lo relativizará todo, y conseguirá señalar al PP como único partido corrupto en España. Del mismo modo que maneja conceptos superlativos como "progresismo", "izquierda", "público", "diálogo", "solidaridad"...
Comentario de Jagual en El Confidencial
 
Última edición:
Susana Diaz qué habla asi, como si fuese todo honradez, emocionalidad más falsa qué un trolex... Vamos qué ella no sabia nada es tann dificil de creer.
 
¿Clientelismo o caciquismo?

La evolución en las sutilezas del lenguaje hace que llamemos "clientelismo" al "caciquismo" tradicional.

La única diferencia es que los caciques de antaño debían comprar voluntades con su propio patrimonio.

El caciquismo actual las paga con el dinero del resto de los ciudadanos, a quienes roba con herramientas fiscales elaboradas por estos nuevos caciques.
Comentario de Luis Domínguez en El Confidencial
Es que viendo tanta gente qué vivia de la pzoe ,y sus chiringuitos lo que me extraña es que no haya conseguido estar por enesima vez gobernando
 
Susana Díaz: lealtades de quita y pon

Sánchez es el último socialista al que Susana Díaz ha prometido fidelidad eterna, después de emprender contra su liderazgo la más dura de las ofensivas que se recuerdan en el PSOE
Esther Palomera

21/11/2019 - 21:35h
Díaz apoya el acuerdo con UP y pide a los patriotas de boquilla que dejen gobernar

La expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. EFE

Hay lealtades que no es necesario proclamar y cuyos lazos son indestructibles. Duran toda la vida. Están en la conciencia de cada uno y en la fidelidad a lo que se cree y en quien se creen. Siempre van unidas a la gratitud y al respeto. Luego hay otras que son efímeras, que se profesan solo en función de circunstancias o coyunturas y que tienen más que ver con el interés que con el honor y el verdadero agradecimiento. En política hay más de las segundas que de las primeras. Y más pronto que tarde quedan en evidencia.

Susana Díaz lleva meses entregada al "sanchismo" para estupor de una parte del socialismo andaluz y regocijo del propio "sanchismo". Cada palabra que emite en favor del secretario general del PSOE y de la lealtad a su proyecto provoca una carcajada en la dirección socialista. Demasiados años, demasiadas guerras internas, demasiadas ofensas y demasiadas heridas que aún supuran. Pedro Sánchez es el último al que la expresidenta de la Junta de Andalucía ha prometido fidelidad eterna, después de emprender contra su liderazgo en el PSOE la más dura de las ofensivas que se recuerdan en el partido.




Antes lo hizo con José Antonio Griñán, con Felipe González, con José Luis Rodríguez Zapatero, con Eduardo Madina, con Mario Jiménez, con Rafa Velasco... A Rubalcaba, que por desgracia no puede desplegar ya su memoria para recordar el daño causado, mejor ni mentarlo. Hay decenas de socialistas que pueden dar cuenta de la oblicua relación con la franqueza que siempre tuvo Susana Díaz. Unos lo cuentan y otros aún prefieren callarlo.

Pero sus primeras declaraciones, solo para la Sexta, después de que se conociera la sentencia de los ERE han reabierto la caja de Pandora entre los damnificados de Díaz, que son muchos. Nunca nadie había acumulado tal número de perjudicados por sus palabras y por sus hechos. A unos les embarcó en operaciones orgánicas en las que no creían; a otros les utilizó para sus intereses personales y a otros directamente les expulsó antes de tiempo de la vida política.

Dos de ellos bien podrían ser los expresidentes del PSOE y de la Junta de Andalucía, hoy condenados por la Audiencia Provincial de Sevilla. "Susana nos ha matado", le dijo Manuel Chaves a Pepe Griñán el día que la entonces presidenta del gobierno andaluz en una especie de carrera contra Sánchez por ver quién iba más lejos en la exigencia de responsabilidades, les mostró la puerta de salida del partido antes siquiera de ser imputados en la macrocausa de los ERE.

Ahora anda por Sevilla lamentando el estado emocional de quien fue su mentor al tiempo que trata de igualar su distancia con la de Sánchez de lo ocurrido durante años en el Gobierno de la Junta. Nada más lejos de la realidad y del sentir de la dirigencia socialista. El presidente en funciones puede dar por finiquitado un ciclo del socialismo andaluz porque nada le debe y nada le une, mientras que ella salió directamente de sus entrañas. Y aún así fabula con que "hay gente en la derecha a la que le molesta que Pedro y yo rememos en la misma dirección, pero ahora hay que ser generoso (…)" y simula que "la comunicación con Ferraz es fluida" y que Sánchez "me ha dado todo el apoyo, igual que él tiene el mío".

Si las paredes de la sede del PSOE hablaran, Díaz sabría de primera mano lo que aún permanece en el recuerdo de sus dirigentes sobre su trayectoria política y lo que se le atribuye en el PSOE andaluz sobre sucesivas traiciones de las que puede dar fe cada predecesor que la ha ascendido a un cargo orgánico o institucional.

El fallo de la Audiencia Provincial ha reabierto de nuevo el debate sobre su liderazgo y ha dado alas a quienes desde el PSOE andaluz abogan por la renovación desde la pérdida de la Junta en las pasadas elecciones autonómicas. Y aunque el plazo para celebrar el congreso regional no concluye hasta la primavera de 2021, y Díaz ya ha avanzado que quiere presentarse a las primarias para optar de nuevo a la secretaría general de la federación andaluza, hay pocos que apuesten por su continuidad. Cada vez menos. Y, desde luego, ni uno solo de los dirigentes de la actual dirección federal, donde confiesan no tener ninguna prisa y confían en que el final del liderazgo de Díaz caerá "como la fruta madura" y por decisión de una militancia cada día más consciente de que el fin de ciclo no será tal hasta que la expresidenta de la Junta no haya salido de la secretaría general. Pero ella sigue sin querer darse por enterada


Por interés te quiero Andrés
 
El PP pedirá la comparecencia urgente de Sánchez para explicar los ERE
Maroto replica a Feijóo que existe una sentencia que condena a Griñán, al margen de cuál sea "la opinión de un político"


 
Sánchez pudo exigir la devolución de los 680 millones robados en los ERE y no lo hizo
Pedro Sánchez ERE


Pedro Sánchez. (Foto. PSOE)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pudo reclamar que se devolvieran los 680 millones de euros robados en el caso de los ERE. Sin embargo, Sánchez no lo hizo. Es más, el PSOE puso todas las trabas posibles al proceso judicial de los ERE de Andalucía hasta el punto de que en 2016 directamente solicitó su archivo, como ha publicado OKDIARIO con los documentos judiciales acreditativos.
El PSOE intentó en febrero de 2017 ir más allá en la protección a los que ahora han sido condenados por el robo de cientos de millones de euros públicos destinados a los parados andaluces: exigir que sólo los abogados de la Junta de Andalucía pudiesen reclamar la devolución de lo robado.
El importe asciende al menos a 680 millones de euros, según la sentencia penal. En febrero, el equipo jurídico de los socialistas exigió esa reserva de la acción civil para que la Fiscalía, bajo el Gobierno nacional del PP en aquel entonces, no pudiese reclamar la devolución. Pedro Sánchez no era en esa fecha el secretario general del partido, pero sí se convirtió en líder del PSOE unos meses después tras ganar las primarias el 21 de mayo de 2017. Y, pese a contar con ese poder, Pedro Sánchez mantuvo hasta el final la reserva de forma que la reclamación de lo robado nunca se llegó a efectuar.




El documento que hoy publica OKDIARIO prueba esa maniobra del PSOE para impedir que la Fiscalía reclamara no sólo penas de prisión o inhabilitación. También el dinero robado.
El escrito esta fechado el 14 de febrero de 2017. Y en él se señala que “LOS LETRADOS DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA en la representación que por su cargo ostentan y que tienen acreditada en el procedimiento de referencia, ante el Juzgado comparecen y como mejor proceda en Derecho D I C E N” lo siguiente: en primer lugar, “que en fecha 14 de febrero de 2017, les ha sido notificada Providencia de fecha diez de febrero de dos mil diecisiete por la que se concede a esta parte plazo de tres días, para manifestar lo que a su derecho convenga en relación con el ejercicio de la acción civil”. Porque eran ellos los que tenían que decidir en última instancia sobre la reclamación de los 680 millones. ¿Por qué? Pues porque el dinero había salido de las arcas de la Junta de Andalucía y, por lo tanto, son ellos los encargados de reclamarlo
 
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