La condesa de Romanones habla de famosos y personajes históricos que conoció

El Gobierno británico confirma las simpatías nazis del duque de Windsor

  • Londres hace públicos 'papeles' secretos de la II Guerra Mundial
Lola Galán Londres 4 DIC 1996

El primer ministro británico Winston Churchill libró una peculiar batalla diplomática durante los primeros años de la II Guerra Mundial con el duque de Windsor, cuyas tendencias filonazis habían quedado de manifiesto desde poco después de su abdicación del trono como Eduardo VIII, en 1936. Documentos hasta ahora secretos hechos públicos ayer por el Gobierno confirman todas las sospechas sobre las abiertas simpatías nazis del duque, quien visitó a Hitler en 1937.

Telegramas cifrados, cartas y notas secretas enviadas desde el Foreign Office a diversos embajadores británicos demuestran hasta que punto Eduardo de Windsor representó una fuente de inquietud política para Churchill con sus declaraciones a la prensa abiertamente favorables a la paz con Hitler, en total oposición a la línea del Gobierno conservador británico. El duque albergó secretamente la esperanza de que un triunfo de los nazis pudiera restituirle la corona perdida tras su matrimonio con la norteamericana divorciada Wallis Simpson.La mayor parte del material data de la primera mitad de la guerra, hasta que los Duques de Windsor se fueron a las Bahamas, una vez que el Foreign Office consiguió convencer al destronado monarca de la conveniencia de aceptar el cargo de Gobernador general en esas islas. Se trataba sobre todo de una hábil estratagema para apartarlo de Europa.

Los meses de exilio en España y Portugal -países neutrales- habían constituido un escándalo en Londres por el movimiento de espías alemanes en tomo a las residencias de la pareja. Acaso el ejemplo más curioso de la documentación revelada ayer, sean las cartas y telegramas intercambiados entre Eduardo de Windsor y el secretario de las colonias, Lord Moyne, y entre el propio duque y el primer ministro Churchill, en relación con un proyectado viaje de los Windsor a Estados Unidos en un yate prestado, en marzo de 1941. Viaje que Churchill se negó a autorizar, habida cuenta de los temores de que el generoso multimillonario que prestaba su yate no era otro que Axel Wenner-Gren, un individuo de reputadas simpatías nazis.

"Me propongo pasar en América unas dos semanas. La duquesa y yo queremos hacer una visita a su familia en Baltimore... nos comunicaremos con la Casa Blanca y la Embajada británica tan pronto como recibamos el visto bueno para este plan", escribía el Duque de Windsor a Lord Moyne.
Pero, además, la idea del Duque de Windsor en EE UU, concediendo entrevistas a periodistas y visitando a personalidades políticas estaba lejos de agradar a Churchill. Días antes, el destronado rey había concedido una entrevista a un semanario estadounidense con declaraciones favorables a la paz con Hitler.

http://elpais.com/diario/1996/12/04/internacional/849654006_850215.html


Declaraciones favorables a la paz con Hitler.... eso da una idea de lo perdido que estaba el pobre... como si Hitler quisiera la paz.... De menudo mentecato de rey se libraron los ingleses! Menos mal que se fue, si no... era pa darle una patada en todo el medio del culo.
 
Eduardo VIII el nazi

  • La historia de que el rey Eduardo VIII renunció al trono por amor a la divorciada Wallis Simpson es la peor novela romántica del siglo XX. Con Hitler a las puertas, Gran Bretaña necesitaba un rey de verdad
03 de mayo de 2011. 08:00h

Cuando estaba en Buenos Aires, hacía tertulia con el periodista James Nielson, director de «The Buenos Aires Herald», diario en inglés en la cuenca del Río de la Plata y único que publicaba alguna noticia de las atrocidades de cada Junta Militar. Hablando de bueyes perdidos pregunté su opinión sobre la extraña pareja de los duques de Windsor. «La señora Wallis Simpson –contestó– debería tener en Trafalgar Square una columna más alta que la de Nelson porque nos quitó de encima a Eduardo VIII, que hubiera sido una catástrofe para Gran Bretaña. Peor que Hitler». De él queda la sustancial cita de que un caballero nunca puede vestirse de marrón, y ella, al morir viuda, dejó herederos universales a sus perros. A más de divertirse toda su vida a costa del contribuyente británico, no se les conoce pensamiento alguno, no escribieron sus memorias ni se les puede atribuir una caridad. Solo su fascinación publicitaria por el nacional-socialismo y por Adolf Hitler en particular.

Él era brapdipsíquico y según su primer secretario pareciera que al llegar a la pubertad hubiera detenido su desarrollo intelectual. Con complejo de Electra y gerontófilo, persiguió mujeres casadas mucho mayores que él hasta que dio con la estadounidense Wallis Simpson, doblemente divorciada, poco agraciada, probablemente infértil y defensora de la tesis de que una mujer nunca está suficientemente delgada, banderín de enganche de la anorexia. La historia de que el rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y emperador de la India lo dejaba todo por el amor de una divorciada es la peor novela romántica del siglo XX. El primer ministro Stanley Baldwin forzó su abdicación (aún no había sido coronado y llevaba menos de un año en el trono) por propiciar un entendimiento anticomunista con Berlín distanciándose de Francia. Wallis Simpson fue un pretexto, y ya como duques de Windsor se marcharon de viaje de novios a la Alemania nazi siendo pública y calurosamente recibidos por Hitler. En Sidney afirmó que los aborígenes australianos «son la forma más repugnante de seres vivos que he visto. Son la forma más baja conocida de seres humanos y lo más parecido a los monos».

Su secreto es que era tonto pero bien vestido y esperaba recuperar la corona cuando Inglaterra fuera derrotada o regresar como líder político con la esvástica en la mano. Winston Churchill le nombró Gobernador de las Bahamas para tenerle lejos de Europa, pero siguió haciendo declaraciones sobre el inevitable triunfo del Tercer Reich, igual que Joseph Kennedy, patriarca de la saga y embajador de Roosevelt en Londres.

El contexto, la publicidad nazi y sus primeros éxitos, explicaban tales conductas, y a la postre quien fuera Eduardo VIII era hijo de un alemán, Jorge V, un Sajonia-Coburgo-Gotha, que mudó en Windsor por razones obvias. Un noble como sir Oswald Mosley fundó la Unión Británica de Fascistas, y Churchill lo encerró durante la guerra. Keynes estaba horrorizado ante las imposiciones a Alemania en el Tratado de Versalles y justificaba la vindicación germana. El ministro de Exteriores nazi, Von Ribentropp, siendo embajador en Londres, trabó lazos personales con lo más reaccionario de la aristocracia inglesa, que veía al enemigo en Stalin y no en Hitler. Rudolf Hess, segundo de Hitler, se lanzó en paracaídas sobre el castillo del duque de Hamilton ofreciendo una paz garantista del Imperio británico.
http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_373074/2782-eduardo-viii-el-nazi
 
Menuda joyita, la verdad es que la prensa y el cine lo han disfrazado de "gran historia de amor" y al final no era más que un pazguato acomplejado que se lio con una largata. A mi, asi a lo pronto, me vienen algún que otro caso actual a la cabeza.
 
Creía que esta mujer era otra cosa. Entre las mentiras y las barbaridades que cuenta, a partir de ahora me merece muy poco respeto.
 
Vamos, que Eduardito y la Wallis eran al final toda fachada. Pero cacho fachona! :LOL:
 
No habia visto esas noticias sobre Max Mosley, tenes razon, con semejantes padres, porque la Mitford y alguna de sus hermanas tambien eran nazis convencidas


Eran 6. Dos salieron simpatizantes del fascismo como el padre de la familia: la esposa de mosley y la que se intentó su***dar cuando Inglaterra le entró a la guerra contra Alemania. Ésta última era íntima de Hitler. Otra salió pacifista y de izquierda. Otra intelectual y escritora. Y otra salió buena hija de su casta, nunca se inmiscuyó en política y se casó con el duque de Devonshire. Y hay otra que no sé qué caraj...hizo.
 
Eran 6. Dos salieron simpatizantes del fascismo como el padre de la familia: la esposa de mosley y la que se intentó su***dar cuando Inglaterra le entró a la guerra contra Alemania. Ésta última era íntima de Hitler. Otra salió pacifista y de izquierda. Otra intelectual y escritora. Y otra salió buena hija de su casta, nunca se inmiscuyó en política y se casó con el duque de Devonshire. Y hay otra que no sé qué caraj...hizo.

Creo que te referis a Pamela, que se caso con un tal Derek Jackson y parece que eso es lo unico digno de mencion que hizo, la que se caso con el duque de Devonshire fue Deborah y es la abuela de la modelo inglesa Stella Tennant
 
A mi lo que me intriga es saber de donde salio esta pajarraca. Sus origenes, sus primeros anios de vida, etc. Cuentenos querida Aline. O es como Letizzzzia, que nacio el dia de su boda.
 

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