La Cocina Italiana

Queso Ricotta: Origen, características, nutrientes, tipos y elaboración

El Ricotta es un derivado lácteo difundido a nivel mundial y pionero en la realización de diversas recetas dulces y saladas. En ocasiones, el queso Ricotta es confundido con el Quark o Requesón.



Origen del queso Ricotta

Origen del queso Ricotta



El queso Ricotta posee su origen en las comarcas de Cerdeña, Calabria, Lacio, Sicilia, Piamonte, Venecia y Lombardia (Italia) en el año 1996, aunque en cada una de estas regiones se elaboraba de forma distinta. En la actualidad se fabrica en todo el continente europeo y en los Estados Unidos de América.

Características Del queso Ricotta

Características sobre el queso Ricotta



Este producto posee texturas, sabores y olores que lo conllevan a estar bajo refrigeración. Algunas de las características del queso Ricotta, son:


  1. Materia prima: Leche de vaca o de oveja.
  2. Textura: Alimento fresco, granulado, suave, cremoso y sin corteza (opcional).
  3. Sabor: Insípido.
  4. Olor: Lechoso.
  5. Tonalidad: Blanca.
  6. Representación: El queso Ricotta posee una forma de cesta debido a los moldes que se emplean en su elaboración.
  7. Tiempo de consumo: Una semana
Tipos de quesos Ricotta

De acuerdo a los ingredientes (leche de vaca, oveja o búfala), técnicas, estilos (dulce, salado, seco, fresco, ahumado, sin ahumar u horneado), elaboración y zona geográfica, existen diferentes tipos de quesos Ricotta.

Queso Ricotta Affumicatta

Tipo de queso con tonalidad marrón claro y sabor muy peculiar.

Queso Ricotta Infornata

Este es el único que posee corteza ya que se lleva al horno. Se elabora con sal marina y tiene una tonalidad parda rojiza.

Queso Ricotta Scanta

A través de su proceso de salinidad y acidez, consigue un sabor picante muy fuerte y amargo.

Valor nutricional del Ricotta

Por cada 100 gr de queso Ricotta se obtiene 174 calorías. También posee calcio, fósforo, vitamina A, B y D.

Preparación del queso Ricotta

Preparación del queso Ricotta



El queso Ricotta es un producto que es utilizado en platos italianos dulces y salados. A continuación los pasos a seguir para su elaboración.

Cubrir un colador con una gasa

Hallar un colador de malla, cubrir con una gasa y colocar encima una taza que debe ser un poco más grande que él.

Calentar la leche

En una olla agregar leche entera, nata y sal, llevar a fuego medio alto y mezclar hasta conseguir una temperatura de 93 grados centígrados. Cuando esté caliente, retirar la olla de la cocina. Si se llega a pasar la cocción no se logrará la textura típica de un queso Ricotta.

Dejar reposar

Conservar la preparación en reposo por un tiempo de 10 a 20 minutos para hacer que la cuajada se separe del suero.

Colar la cuajada

Si la masa flota en la superficie y el suero se quede en la parte de abajo, verter la preparación en el colador y dejar que derrame todo el líquido por 30 minutos. Este punto determina la textura del queso; 10 minutos para un producto de consistencia cremosa y una hora para un Ricotta seco.

Envasar el queso

Agregar la cuajada en otro envase y llevarla a la nevera.

La realidad del queso Ricotta

Según diversos queseros, el Ricotta no es un queso ya que proviene del suero de leche y no pasa por un proceso de curación o tiempo de maduración.

¿Sabías qué?

Algunos fabricantes de queso Ricotta tienden a añadir a la mezcla hierbas, especias, azúcar y sal ya que este alimento no posee mucho sabor.

 
Tortilla de pasta o frittata di pasta, facilisíma
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Ingredientes
  1. Pasta ya cocida 350g
  2. Salsa de tomate 300 g o tomate frito
  3. Huevos 4
  4. Queso parmiggiano (parmesano) rallado 40 g
  5. Queso tipo emmental, provolone o scamorza 40 g
  6. Cebolla media pequeña
  7. Aceite v.e.
  8. Albahaca
  9. Azúcar
  10. Sal
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Instruciones
  1. Prepara un tomate frito italiano, pica una cebolla muy fina, fríela en unas 4 cucharadas de aceite. Cuando esté lista añade la salsa de tomate, unas hojas de albahaca, sal y una cucharadita de azúcar. Cocina durante 10 minutos. Si usa thermomix pica la cebolla 4 seg. a vel. 5, bájala con una espátula, añade 15 g de aceite y cocina 3 minutos temp. Varoma o 120º C. Añade tomate, albahaca, sal, una cucharadita de azúcar y cocina 10 minutos 100º vel 2.
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  2. Mientras bate los huevos. Corta el queso una parte en rodajas y otra mitad en cubitos.
  3. Cuando la salsa esté lista añádela a la pasta y mezcla bien.
  4. Vierte la pasta en el bol de los huevos, mezcla bien, añade el queso parmiggiano y parte del queso troceado. Mezcla todo muy bien.
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  5. Calienta una sartén con una cucharada de aceite, vierte la tortilla de pasta, levanta unos espaguetis con un tenedor y mete por debajo el queso cortado en rodajas. Cocina durante 4-5 minutos. Dale la vuelta con otro plato (como si fuese una tortilla de patatas) y cocina un par de minutos más.
  6. Sirve bien caliente.
Notas
  1. Puedes utilizar cualquier tipo de pasta, yo prefiero espaguetis.
 
Pastel de queso ricotta y uvas pasas cocidas en Marsala. Receta

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El queso ricotta es una especialidad italiana producida a partir del suero lácteo obtenido en la fabricación de quesos de pasta blanda. Podría decirse que es parecido a nuestro requesón, de color blanco, suave, y textura granulosa, por lo que es ideal para la preparación de postres tales como este pastel de queso ricotta y uvas pasas cocidas en Marsala que os traigo hoy.

En la actualidad es relativamente sencillo encontrar el ricotta en cualquier gran superficie en la zona de los quesos frescos, y aunque se podría elaborar este pastel con otro tipo de queso, os aconsejo que lo busquéis pues la textura de la tarta cambia según usemos una variedad u otra.


Ingredientes para un molde de veinte centímetros de diámetro

  • 100 g de uvas pasas, 50 ml de vino semidulce Marsala u otro similar, 140 g de mantequilla a temperatura ambiente, 250 g de queso ricotta, 180 g de azúcar, 3 huevos L a temperatura ambiente, 175 g de harina, 2 cucharaditas de levadura química, azúcar glas para decorar

Cómo hacer pastel de ricotta y uvas pasas cocidas en Marsala

Comenzaremos calentando el vino Marsala en un cacito y añadiremos las pasas, dejándolas cocer a fuego bajo durante quince minutos. Reservamos. Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo y engrasamos y enharinamos un molde redondo.
Por otra parte separamos los huevos en clara y yemas, y batimos las claras a punto de nieve firme, reservamos en un bol.

En el vaso de una batidora batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar hasta que esté blanquecina. Vamos añadiendo el queso ricotta desmenuzado y las yemas de una en una, por último las pasas con el vino Marsala que nos haya quedado de la reducción. Mezclamos todo bien.

Echamos a la masa las claras batidas a punto de nieve, integramos removiendo lo justo para que no se bajen y por último añadimos la harina mezclada con la levadura. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante cuarenta y cinco minutos. Espolvorear cuando enfríe azúcar lustre por la superficie para decorar.

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Tiempo de elaboración | 1 hora y cuarto Dificultad | Fácil

Degustación

El pastel de queso ricotta y uvas pasas cocidas en Marsala es ideal para merendar pues la textura es a medio camino entre una tarta de queso y un bizcocho. Este pastel es mejor guardarlo en la nevera cubierto con un film o papel de aluminio para que no se seque.

 
Mozzarella, burrata, stracciatella... Qué son y en qué se diferencian los grandes quesos frescos italianos

Mozzarella, burrata, stracciatella... Qué son y en qué se diferencian los grandes quesos frescos italianos




No hay una pizza sin mozzarella, un antipasto sin burrata ni un helado sin stracciatella. El mundo de los quesos frescos y blancos italianos es amplio como recurrente su uso en cocina. Sin embargo, aunque puedan parecer similares en algunas ocasiones, estos tres quesos -y algún otro pariente suyo- tienen sus diferencias, tanto organolépticas como culinarias.


Hoy, para aportar un poco de luz sobre este curioso universo, os invitamos a conocer mejor estos tesoros gastronómicos italianos, repletos de sabor, untuosidad y muy, muy versátiles, que comparten ciertos elementos. Uno de ellos es el origen y es que estos productos lácteos se fabrican en todo el sur de Italia (lo que catalogaríamos como toda la suela de la bota), desde Campania hasta Puglia, pasando por Basilicata, llegado incluso a Sicilia y a algunas provincias del centro del país.


En esta zona del país están sus orígenes, aunque su éxito comercial ha propiciado que también se produzca en otras regiones del país pero el epicentro sigue siendo el sur. Todos tienen en común ser quesos blancos, frescos, sin corteza y elaborados con pasta hilada, que le permiten tener esa textura suave y chiclosa, capaz de hacer que se estire cuando lo mordemos o manipulamos.

Entendiendo a la pasta hilada

Foto 01 Proceso De Filatura De La Mozzarella Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana
Filatura de la mozzarella. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana

Es el big bang para comprender las diferencias de estos tres quesos, casi con forma de matrioska rusa, y es el punto de partida de la mozzarella, que se extiende a los otros dos quesos, que son productos distintos pero comparten al menos el inicio del proceso.


Hablamos de un queso fresco que se obtiene de coagulación enzimática. Esta leche se calienta hasta unos 35º, aproximadamente, y se le añade el suero resultado de la producción del día anterior. Esto provoca que la leche esté ligeramente acidificada, por ese añadido.



Sin embargo, la consistencia característica de la mozzarella y de los quesos hilados o filamentosos se obtiene tras dejar esa cuajada drenada sumergida en agua caliente, que se amasa y estira hasta que se vuelve plástica.


Cuando la masa está lista, se corta para que pierda el suero y se trocea, que es donde comienza el proceso de hilatura (filatura en italiano), añadiendo agua caliente (en torno a los 90º) y que se remueve para que la masa quede filamentosa. Esos grandes hilos serán los que los artesanos estirarán y cortarán (de ahí viene el nombre mozzarella, derivado de mozzare, o lo que es lo mismo cortar esa masa hilada), modelándose en las características bolas de mozzarella que ya conocemos.

Mozzarella, la más conocida

Foto 02 Proceso De Corte De La Mozzarella Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana
Corte de la mozzarella. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana

Su uso en pastas y pizzas la ha hecho mundialmente famosa, aunque puede dar mucho más juego en tu cocina que sobre esas recetas, ya sea en sándwiches, rellenando vegetales o dando nueva vida a tus ensaladas.


  • Sus orígenes se encuentran en Campania -costa sudoccidental de Italia-, concretamente en la ciudad de Caserta. Aquel es el epicentro de una DOP llamada Mozzarella di Bufala Campana, que también se extiende a otras regiones como Puglia, Molise o Lazio, protegida a nivel europeo desde 1996. Sin embargo, eso no impide que el lucrativo negocio de la mozzarella esté presente en decenas de países distintos donde también se puede fabricar, con leche de vaca y por tanto no puede tener el sello de la DOP, del que apenas forman parte 100 productores del sur de Italia.
  • La auténtica mozzarella de Campania está elaborada con leche de búfala, que le da una textura más cremosa al queso, además de una mayor cantidad de proteínas, pero también de grasas.
  • Su gran demanda la convierte en protagonista en fresco de la base de cualquier pizza pero ofrece más recursos gastronómicos, sobre todo en ensaladas y también cuando la secamos y rallamos. Si la usamos en caliente, la mozzarella debe responder con igual facilidad a ser derretida, estirada y gratinada, tres características que la hacen deseada para las pizzas o para cualquier receta que implique panes.
  • Lo más habitual, al menos dentro de la DOP, es encontrar mozzarellas que oscilan entre los 150 y los 250 gramos.
  • Otros formatos permitidos son los bocconcini, ciliegine y perlina (todos de pequeño tamaño) o las treccia (trenza) que puede alcanzar los tres kilos. Así como las mozzarellas afumicatas (ahumadas), que pueden estar amparadas por la DOP.
  • Idéntico en formato y tipo de producción es el queso denominado Fior di Latte (o fiordilatte), ya que sólo se diferencia en que siempre se elabora con leche cruda de vaca. No son exactamente lo mismo pero son prácticamente idénticos y es más frecuente su elaboración en la región del Lazio, en el centro del país.

Foto Bufalas Pastando Consorzio Mozzarella Di Bufala Campana


Búfalas pastando. Se considera que llegaron a Italia por mano de reyes normandos, que las trajeron consigo después de que los árabes las introdujeran en Sicilia. Consorzio Mozzarella di Bufala Campana.


Burrata: parecida por fuera, distinta por dentro

Foto 03 Bis Rellenado De La Burrata Con La Stracciatella Igp Burrata Di Andria
Rellenado de la burrata con la stracciatella. IGP Burrata di Andria

La burrata comparte esa zona de producción al sur de Italia y parte del método de producción de la mozzarella sólo que en su caso se trata de una mozzarella rellena de nata o crema de leche.


  • Ostenta una IGP de Burrata di Andria (en Apulia -Puglia en italiano-, en la costa sudoriental del país, literalmente el tacón de la bota), de donde proviene este queso.
  • También se puede elaborar con leche de búfala y leche de vaca, siendo más costosa y rara la primera.
  • Su exterior guarda similitud con el de la mozzarella, siendo una fina capa blanca que se moldea y aplana, más resistente que su interior, muy cremoso y fundente, que está compuesto de stracciatella, nuestra tercera protagonista. Esa capa externa algo más sólida y ese interior delicioso y delicado forman una auténtica burrata.
  • Su uso gastronómico está relacionado con los antipasti (los aperitivos que preceden a la pasta) y es frecuente añadirle simplemente un poco de aceite, sal y pimienta, o acompañarla de pesto y tomates secos pero también en ensaladas ligeras como esta.
  • Debe su nombre a su parecido con la mantequilla (burro en italiano) pero no está elaborada con ella, ni tiene nada que ver más allá de que sea un derivado lácteo.
  • También existen las burratinas, que son burratas de menor tamaño y más sólidas que una burrata convencional.
  • Una buena burrata debe desparramarse sobre el plato si la cortamos, además, debe tener un sabor delicado y nunca ácido, que será un síntoma de mala conservación. Al ser un queso extraordinariamente fresco, ha de respetarse la cadena de frío con mucho celo, para que ese interior no se acidifique.
  • Sin embargo, para su consumo conviene atemperar la burrata un rato antes del consumo, para poder apreciar mejor sus matices.

Foto 04 Cuando La Burrata Adquiere Su Forma Se La Sumerge Brevemente En Agua Hirviendo Para Que La Mantenga Despues Se Enfria Con Agua Helada Igp Burrata Di Andria


Cuando la burrata adquiere su forma, se la sumerge brevemente en agua hirviendo para que la mantenga. Después, se enfría con agua helada. IGP Burrata di Andria


Stracciatella, fundamental para entender a la burrata.

Foto 05 Mezcla De La Nata Y Del Queso Para Obtener La Stracciatela Igp Burrata Di Andria
Mezcla de la nata y del queso para obtener la stracciatela. IGP Burrata di Andria

No, no es un helado o una sopa, o no sólo, vaya. La stracciatella es una mezcla de nata o crema de leche y pasta filada, que encontramos en el interior de la burrata.


  • Comparte procedencia, aunque como estos tres grandes lácteos italianos, no impide que su fabricación se limite a esta zona, ya que buena parte de la industria láctea del país vive de producir estos quesos.
  • Su nombre deriva de la palabra stracciato (despedazado en castellano) y se debe a esa rotura entre pasta filada y nata.
  • Aparte de rellenar burratas, la stracciatella puede encontrarse vendida aparte, convertida en un untable con el que muchos italianos se dan el capricho del desayuno.
  • Para fabricarla se mezclan la mozzarella desmenuzada en los hilos que te hemos comentado anteriormente con la nata

El stracchino: el referente del norte

Stracchino Fetta Di Pane
La tradicional forma del stracchino. Nonno Nanni

El mundo de los quesos blancos y frescos italianos es enorme y apasionante. A esas tres patas, podemos sumarle la presencia de otras curiosas variedades, menos conocidas en nuestro país pero que ya empiezan a verse en nuestros lineales como la robiola o el stracchino.


En el caso del stracchino hablamos de un queso fresco y blanco, cuadrado, de leche de vaca, que se elabora desde hace cientos de años en el norte del país, en la zona de Piamonte, Liguria y Lombardía, por lo que reivindica que en la parte más septentrional de Italia también se producen estos quesos ligeros. En ocasiones, algunos fabricantes curan y secan los stracchinos, convirtiéndolos en quesos más potentes y añejos, aunque lo más recurrente es encontrarlos en sus versiones frescas.


Es frecuente usarlo en los desayunos, ligeramente untado con pan o aderezado con unas gotas de aceite. Su sabor ha de ser casi fruta, con mucho aroma a leche, y es también una buena compañía para verduras a la plancha, como recomiendan desde Nonno Nanni, un caseificio -empresa productora de quesos- desde hace más de 70 años.


La robiola: untable y versátil

Robiola Piatto
La robiola en su forma tradicionalmente cuadrada. Nonno Nanni.

El norte vuelve a hacer acto de presencia con la robiola, un queso blando y fresco que, al contrario que el resto de sus compañeros de reportaje, puede ser elaborado con leche de vaca, de cabra y de oveja, pero lo más común es que sea de leche de vaca. Se produce en el norte del país e incluso cuenta con una DOP bastante antigua, la de Robiola di Roccaverano, que exige un 50% de leche de cabra en su elaboración.


Se trata de quesos igualmente frescos, salados en seco, y que son fácilmente untables porque su textura es muy cremosa. Es suave pero con cierta intensidad, producto de un buen equilibrio entre la frescura láctica, la acidez del cuajo animal y la sal. Por eso, desde Nonno Nanni aconsejan jugar con él en recetas dulces y saladas, como pudieran ser tartas de queso o quiches.


Ahora que ya sabéis más sobre los quesos frescos y blancos italianos, es el momento de decidir cuál es el que más os gusta y de adentraros en la cocina con ellos. Seguro que el resultado no os decepcionará.


Imágenes | Consorzio Tutela Mozzarella di Bufala Campana DOP/ CONSORZIO BURRATA DI ANDRIA I.G.P/Nonno Nanni

 
Lomo de cerdo en leche, la carne queda siempre tierna!
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El lomo de cerdo en leche o «arista di maiale al latte» es una receta tradicional italiana que se suele servir en los días de fiesta o los domingos. La cosa que más gusta de esta receta es que la carne queda siempre tierna y para nada seca, además es una receta muy económica, fácil y muy sabrosa.

Esta receta de carne es perfecta para presentarla en tu mesa en los días de fiesta, es una receta ideal para Navidad. La puedes preparar sin problemas cuando sois muchos comensales o si el presupuesto es un poco bajo. La carne queda muy sabrosa y aunque esté hecha en una sartén sobre el fuego queda con un sabor parecido al de un asado. ¿Y que decir de la salsa? Es realmente deliciosa. Las patatas que he preparado de acompañamiento se casan perfectamente con ella! Tienes que probarlas, quedan ligeras y crujiente con a penas un poco de aceite. Mi madre lleva haciéndolas desde hace ya unos años y en mi casa no pueden faltar.


Para cocinar la carne
  1. Lomo de cerdo 1 pieza entera de 1,2 Kg
  2. Mantequilla 30 g
  3. Aceite 30 g
  4. Ajo 1 diente
  5. Leche entera 1 L a temperatura ambiente
  6. Sal
  7. Pimienta negra
  8. Romero 1 ramillete
  9. Salvia 4 hojas
  10. Maizena 2 cucharadas
Para cocinar las patatas
  1. Patatas medianas 4
  2. Aceite v.e. 4 cucharadas
  3. Ajo 1 diente
  4. Sal
  5. Tomillo o romero

Si no tienes la aplicación Buy Me a Pie! instalada, veras los ingredientes inmediatamente luego de descargarla
Preparación de la carne
  1. Limpia la pieza de lomo de eventuales grasas y sécala con papel de cocina.
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  2. Pon en una olla que tenga el fondo espeso o en una sartén anti adherente bien alta aceite, mantequilla y el diente de ajo aplastado con su piel. Calienta hasta que el ajo quede dorado, entonces quitalo de la sartén.
  3. Mete la pieza de lomo y sellala a fuego bien alto. Tiene que quedar bien sellada por todos los lados, también los laterales, ten cuidado de no darle la vuelta demasiado pronto. Una vez que esté completamente sellada salpimienta por todas los lados y añade romero y salvia.
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  4. Agrega un vaso de leche a temperatura ambiente (NO de frigorífico), espera que empiece a hervir y baja el fuego a un nivel medio. Cocina unos minutos, agrega otro medio vaso de leche dejándola caer por encima de la carne y entonces dale la vuelta. Sigue cocinando durante 1 hora y media. Cada 15-20 minutos ve añadiendo la leche (medio vaso o un vaso) siempre por encima de la carne y una vez añadida das la vuelta a la carne.
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  5. Transcurrido el tiempo saca la carne de la olla y resérvala en un lugar caliente.
  6. Prepara la salsa de acompañamiento para la carne. Si no te gusta el sabor a hierbas aromáticas filtra el liquido para eliminarlas.
  7. Disuelve 2 cucharadas de maizena en una tacita de leche o de agua. Agrégala a la salsa y remueve bien. Tritura con un robot de inmersión (si no has filtrado la salsa) y cocina unos minutos hasta que la salsa adquiera densidad. Si queda demasiado densa puedes añadir más leche, mientras si queda liquida agrega maizena previamente disuelta.
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  8. Sirve el lomo de cerdo cortado en lonchas muy finas acompañándolo con la salsa y las patatas crujientes.
Preparación de las patatas
  1. Mientras la carne se cocina pela las patatas, córtalas en 8 gajos y ponlas en agua muy fría durante 1 hora. Trascurrido el tiempo escúrrelas y sécalas bien.
  2. Pon en una sartén antiadherente suficientemente amplia para que las patatas no queden una encima de otra 4 cucharadas de aceite y el diente de ajo con su piel aplastado. Calienta un par de minutos y retira el ajo. Añade las patatas y cocina a fuego alto hasta que queden doradas por un lado, luego dale la vuelta para que se doren por otro lado. Baja el fuego tapa la sartén con una de esas tapas que dejen salir el vapor y cocina 15-20 minutos hasta que las patatas queden tiernas, dale la vuelta un par de veces teniendo cuidado de no pinchar las patatas.
  3. Una vez que estén tiernas, quita la tapa y sube el fuego. Cocina unos minutos más hasta que queden crujientes. Añade la sal y las hierbas aromaticas solo cuando las patatas estén listas.
Notas
  1. Para acompañar esta receta quedan también deliciosos unos champiñones ligeramente salteados en una sartén. Luego se les añade un poco de salsa de leche, se cocinan un par de minutos más y listos.
  2. Si queda carne guárdala en un tuper recubierta por la salsa y a la hora de comer calientala un poco en microondas
 
Lomo de cerdo en leche, la carne queda siempre tierna!
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El lomo de cerdo en leche o «arista di maiale al latte» es una receta tradicional italiana que se suele servir en los días de fiesta o los domingos. La cosa que más gusta de esta receta es que la carne queda siempre tierna y para nada seca, además es una receta muy económica, fácil y muy sabrosa.

Esta receta de carne es perfecta para presentarla en tu mesa en los días de fiesta, es una receta ideal para Navidad. La puedes preparar sin problemas cuando sois muchos comensales o si el presupuesto es un poco bajo. La carne queda muy sabrosa y aunque esté hecha en una sartén sobre el fuego queda con un sabor parecido al de un asado. ¿Y que decir de la salsa? Es realmente deliciosa. Las patatas que he preparado de acompañamiento se casan perfectamente con ella! Tienes que probarlas, quedan ligeras y crujiente con a penas un poco de aceite. Mi madre lleva haciéndolas desde hace ya unos años y en mi casa no pueden faltar.


Para cocinar la carne
  1. Lomo de cerdo 1 pieza entera de 1,2 Kg
  2. Mantequilla 30 g
  3. Aceite 30 g
  4. Ajo 1 diente
  5. Leche entera 1 L a temperatura ambiente
  6. Sal
  7. Pimienta negra
  8. Romero 1 ramillete
  9. Salvia 4 hojas
  10. Maizena 2 cucharadas
Para cocinar las patatas
  1. Patatas medianas 4
  2. Aceite v.e. 4 cucharadas
  3. Ajo 1 diente
  4. Sal
  5. Tomillo o romero

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Preparación de la carne
  1. Limpia la pieza de lomo de eventuales grasas y sécala con papel de cocina.
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  2. Pon en una olla que tenga el fondo espeso o en una sartén anti adherente bien alta aceite, mantequilla y el diente de ajo aplastado con su piel. Calienta hasta que el ajo quede dorado, entonces quitalo de la sartén.
  3. Mete la pieza de lomo y sellala a fuego bien alto. Tiene que quedar bien sellada por todos los lados, también los laterales, ten cuidado de no darle la vuelta demasiado pronto. Una vez que esté completamente sellada salpimienta por todas los lados y añade romero y salvia.
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  4. Agrega un vaso de leche a temperatura ambiente (NO de frigorífico), espera que empiece a hervir y baja el fuego a un nivel medio. Cocina unos minutos, agrega otro medio vaso de leche dejándola caer por encima de la carne y entonces dale la vuelta. Sigue cocinando durante 1 hora y media. Cada 15-20 minutos ve añadiendo la leche (medio vaso o un vaso) siempre por encima de la carne y una vez añadida das la vuelta a la carne.
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  5. Transcurrido el tiempo saca la carne de la olla y resérvala en un lugar caliente.
  6. Prepara la salsa de acompañamiento para la carne. Si no te gusta el sabor a hierbas aromáticas filtra el liquido para eliminarlas.
  7. Disuelve 2 cucharadas de maizena en una tacita de leche o de agua. Agrégala a la salsa y remueve bien. Tritura con un robot de inmersión (si no has filtrado la salsa) y cocina unos minutos hasta que la salsa adquiera densidad. Si queda demasiado densa puedes añadir más leche, mientras si queda liquida agrega maizena previamente disuelta.
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  8. Sirve el lomo de cerdo cortado en lonchas muy finas acompañándolo con la salsa y las patatas crujientes.
Preparación de las patatas
  1. Mientras la carne se cocina pela las patatas, córtalas en 8 gajos y ponlas en agua muy fría durante 1 hora. Trascurrido el tiempo escúrrelas y sécalas bien.
  2. Pon en una sartén antiadherente suficientemente amplia para que las patatas no queden una encima de otra 4 cucharadas de aceite y el diente de ajo con su piel aplastado. Calienta un par de minutos y retira el ajo. Añade las patatas y cocina a fuego alto hasta que queden doradas por un lado, luego dale la vuelta para que se doren por otro lado. Baja el fuego tapa la sartén con una de esas tapas que dejen salir el vapor y cocina 15-20 minutos hasta que las patatas queden tiernas, dale la vuelta un par de veces teniendo cuidado de no pinchar las patatas.
  3. Una vez que estén tiernas, quita la tapa y sube el fuego. Cocina unos minutos más hasta que queden crujientes. Añade la sal y las hierbas aromaticas solo cuando las patatas estén listas.
Notas
  1. Para acompañar esta receta quedan también deliciosos unos champiñones ligeramente salteados en una sartén. Luego se les añade un poco de salsa de leche, se cocinan un par de minutos más y listos.
  2. Si queda carne guárdala en un tuper recubierta por la salsa y a la hora de comer calientala un poco en microondas
ESTA POCO PASADA LA CARNE.- UN GRAN ABRAZO.-
 
Cannoli sicilianos

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Ingredientes
  1. Harina de trigo 125 g
  2. Marsala seco o vino blanco 30 ml
  3. Vinagre 1 cucharadita de café
  4. Manteca de cerdo 20 g + 20 g para untar
  5. Sal 1 pizca
  6. Azúcar glass 20 g
  7. Yema de huevo 20 g (1 huevo aprox, pero pesalo)
  8. Limón 1 solo la piel
  9. Aceite de girasol 1 litro
  10. Clara de 1 huevo
Para el relleno
  1. Ricotta 500 g
  2. Azúcar glass 120 g
  3. Chocolate negro troceado o gotas de chocolate 30 g
Para decorar
  1. Pistachos sin sal
  2. Chocolate negro troceado o en gotas
  3. Fruta confitada

Instruciones
  1. Pon en un bol harina, azucar, sal, manteca y la yema, mezcla con las puntas de los dedos hasta obtener una masa granulosa. Con Thermomix 20 seg vel 4.
  2. Añade vino, vinagre y la cascara rallada del limón. Amasa primero en el bol y luego traslada la masa sobre la encimera hasta obtener una masa lisa y homogénea. Con Thermomix 1,5 min modalidad espiga o amasado.
  3. Envuélvela en film transparente y deja reposar en frigorífico mínimo 30 minutos (también puedes prepararla de un día para otro).
  4. Después del reposo divide la masa en 10 bolitas. Extiéndelas muy finas (unos 2 mm) con un rodillo o con la maquina de la pasta dándole forma ovalada.
  5. Coge un molde canutillo de metal
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    , úntalo con un poco de manteca de cerdo. Colócalo encima de la masa y recórtala de forma ovalada más o menos 10 cm. (La primera vez que lo hagas te recomiendo recortar la masa de modo que quede un poquito más corta con respecto a la longitud del canuto, unos 8 cm, serán más pequeños pero de esta forma será más fácil extraerlo una vez fritos). La masa que sobra en cada corte, apartala y vuelve a amasarla para hacer más. Dobla la masa encima del canuto primero un lado, pincela con la clara batida el extremo, luego cierra con la otra mitad y presiona ligeramente para que se pegue la masa en el sitio donde echaste la clara.
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  6. Calienta en una sartén pequeña pero bien onda abundante aceite de girasol, tiene que ser suficiente para que el cannolo quede bien cubierto por el aceite (no como el mio). Cuando alcance los 160-170º C (yo meto una piel de cítricos y cuando queda dorada el aceite estará listo). Sumerge un cannoli, fríelo de uno en uno dándole la vuelta. Si la masa ha quedado bien fina y la temperatura del aceite es la correcta la masa se llenará de pompas, gira el cannolo y sácalo cuando esté bien dorado por todos los lados (tarda más o menos 1 minuto). Escurre sobre papel de cocina. Deja enfriar un poco para que el canuto no esté muy caliente, luego presionálo ligeramente para que se encoja y sácalo del cannolo.
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  7. Yo solo tengo 3 canutos de metal así que en cuanto frío los cannoli los quito del molde para ir haciendo más.
Preparación de la crema
  1. Pon la ricotta a escurrir en un colar de malla fina unas horas antes (yo la noche de antes). Al día siguiente tira el suero, pon la ricotta en un bol y añade el azucar glass, remueve y añade el chocolate. Vuelve a remover, mete la crema en una manga pastelera y reserva en frigorifico.
Montaje de los cannoli sicilianos
  1. Prepara los cuencos para decorar, uno de pistachos, otro de chocolate...
  2. Rellena solo los cannoli que te vayas a comer y rellenalos justo antes de comerlos.
  3. Pon en una manga pastelera la crema de ricotta y rellena el canuto de modo que la crema sobresalga ligeramente.
  4. Mete la punta del cannolo en el cuenco con las virutas de chocolate para que esta se pegue a la ricotta. Repite por el otro lado.
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Notas
  1. La ricotta debería ser de oveja, yo usé de vaca. Según el tipo de ricotta que uses es posible que necesites más o menos azúcar.
  2. Es fundamental rellenar solo los cannoli que te vayas a comer y justo antes de comerlos porque si no se ponen blandos y pierden la gracia. Si los tienes que rellenar con antelación la única forma para que se mantengan bien es mojar el interior del cannolo con chocolate fundido esperar que endurezca y entonces rellenarlos.
 
Dolce&Gabbana incursiona en el mundo de los vinos con Donnafugata celebrando su amor por Sicilia

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Los atardeceres, el aroma de los árboles frutales y una buena copa de vino son los elementos esenciales con los que vivir un verano a la italiana resultan como el plan perfecto, pero si te es imposible viajar al menos podrás degustar de un rosado fabricado con las mejores uvas de la región de Sicilia, tierra a la que los diseñadores de Dolce&Gabbana han declarado su amor incondicionales veces y que ahora celebran con al lanzamiento de un vino de la mano de Donnafugata.


Aliándose con una de las firmas de lujo más populares del mundo y reconocidas de Italia, Donnafugata es una empresa familiar que por cinco generaciones han fabricado vino de forma artesanal y sustentable y que ahora la firma de Domenico y Stefano impulsan a través del diseño de las etiquetas de las botellas de su edición Rosa, obtenida de dos variedades de uva roja.

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Entre las notas de este vino rosado que refleja el color del atardecer, encontramos referencias frutales de fresa silvestre, durazno y bergamota, a la par que nos deja un exquisito gusto jazmín en el paladar, guiño a los campos de flores de Sicilia.

Ideal para acompañar aperitivos, carnes blancas, pescados y platillos vegetarianos, el vino Rosa de Dolce&Gabbana y Donnafugata puede comprarse en la web de la marca por 24,50 euros.

Imágenes | Cortesía Dolce&Gabbana

 
crescia sfogliata
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Para que disfrutes al 100% de esta receta italiana te aconsejo probarla con los rellenos clásicos que usamos en Italia: Salchichas frescas y verduras; Mozzarella de bufala, jamón y rúcula; Verduras a la plancha con scamorza y speck; Jamón cocido, mozzarella y champiñones; Ricotta y espinacas y más, muchas más… Dale rienda suelta a tu imaginación, será una receta de éxito asegurado.

Esta receta es perfecta para una cena con amigos, en este caso en lugar de servirla entera la puedes cortar por la mitad o en triángulos y servir como si se tratara de sándwiches. Verás como conquistas a tus amigos. Se prepara en poco tiempo y la puedes guardar en frigorífico lista para calentar y rellenar.


Ingredientes
  1. Harina panadera de El Amasadero 400 g
  2. Manteca de cerdo 100 g
  3. Huevos tamaño L 2
  4. Leche 100 ml
  5. Pimienta negra recién molida
  6. Sal 8 g

Método tradicional
  1. Pon en un bol harina y 70 g de manteca (reserva los otros 30 g). Amasa un poco con la punta de los dedos para deshacer la manteca.
  2. Añade sal, pimienta y huevos. Bate con un tenedor y ve incorporando cada vez más harina.
  3. Añade leche y empieza a amasar a mano. Luego traslada la masa sobre la encimera y amasa unos minutos hasta obtener una masa lista y elástica.Envuelve en film transparente y deja reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
  4. Después el reposo divide la masa en 5 bolas, extiende cada una con un rodillo, lo más fina que puedas. Pon en el centro un poco de manteca y extiéndela con los dedos hasta cubrir todo el disco.
  5. Enróllalo sobre si mismo y cuando tengas un churro enróllalo en forma de caracol, luego presionalo ligeramente con la palma de la mano. Repite esta operación con las demás porciones de masa, luego cubre con film transparente y deja reposar 1 hora.
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  6. Calienta una sartén (la mía es de 26 cm) a fuego medio. Mientras extiende la masa de la piadina hasta obtener un disco fino y uniforme. Mete un disco en la sartén, espera unos segundos y luego ve moviendolo de vez en cuando como si fuera un disco en un toca discos, cuidado con no quemarte. Dale la vuelta a la piadina cuando su superficie se haya llenado de pompas y la base esté bien dorada. Cocina por el otro lado y girala en la sartén como has hecho antes. Asegúrate que quede bien hecha en el centro, es fundamental para que quede deliciosa.
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  7. Te aconsejo servirla aún bien caliente acompañada por lo que más te gusta. Si sobran guárdalas una vez frías en una bolsa bien cerrada en el frigorífico y calientalas en la sartén antes de servir.
Con Thermomix
  1. Pon harina y 70 g de manteca en el vaso 40 seg vel 3.
  2. Añade los demás ingredientes y programa velocidad espiga o función amasado durante 3 min. Envuelve la masa en film transparente y deja reposar 30 minutos. Sigue con el paso 4 del método tradicional.
Notas
  1. En lugar de manteca puedes usar aceite pero el resultado no es comparable en absoluto a la original.
  2. Yo uso la harina panadera de El Amasadero porque me gusta el resultado y porque es de muy buena calidad. Si no la tienes puedes sustituirla por 50% de harina de trigo y 50% de harina de fuerza.
 
Focaccia barese con tomates cherry
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Ingredientes
  1. Harina de fuerza W360 de El amasadero 150 g
  2. Semola rimacinata de trigo duro de El amasadero 100 g
  3. Patata cocida 60 g
  4. Levadura prensada fresca de panadería 3 g
  5. Agua 180 ml
  6. Aceite v.e. 25 g + para los tomates y la fuente
  7. Sal 7 g
  8. Tomates cherry 250-300 g
  9. Salsa de tomate o tomate triturado 2 cucharadas
  10. Orégano
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Método tradicional
Aplasta la patata cocida con un aplasta patatas o con pasa puré y métela en un bol.
Añade agua, levadura y mezcla muy bien con un tenedor hasta que la levadura y la patata queden disueltas (si han quedado grumos de patata puedes usar un robot para que quede bien disuelta). Añade el aceite.
Agrega la harina de fuerza y mezcla bien con un tenedor durante 1 minuto. Bate la mezcla como si fuese una tortilla para que la masa vaya incorporando aire.
Añade sal y sémola de trigo. Mezcla primero con el tenedor, luego unta tus manos con aceite y amasa un poco hasta conseguir un aspecto homogéneo. La masa resultará bastante pegajosa.

Lávate las manos. Unta la encimera con un poco de aceite, vuelca la masa encima y realiza 4 pliegues (en las fotos me ha faltado el pliegue de abajo hacia arriba). Tapa la masa con film transparente y deja reposar 15-20 minutos. Repite este paso mínimo 3 veces con intervalos de 15-20 minutos, no olvides untar las manos con aceite. Verás como cada vez tu masa se vuelve más manejable y elástica (aunque quedará siendo siempre un poco pegajosa).

Unta un tapper bien grande con aceite, mete la masa, tápalo y deja reposar 1 hora a temperatura ambiente antes de ponerlo en frigorífico. Deja leudar en frío unas 12 horas. Trascurrido ese tiempo saca la masa del frigorífico una hora antes de empezar a extender la focaccia.

Mientras parte los tomates por la mitad mételos en un plato y aplástalos un poco para que suelten liquido. Añade sal, abundante orégano, salsa de tomate o tomate triturado y aceite. Remueve bien.

Unta fuente redonda de entre 26-32 cm de diámetro. Vuelca la masa en el molde sin a penas tocarla. Unta tus manos con aceite y extiende la masa tocándola a penas con la punta de los dedos.
Reparte por encima los tomates y el jugo que los acompaña. Hunde ligeramente los tomates apretando suavemente con los dedos. Añade un hilo de aceite por encima y deja reposar la focaccia barese una hora más. Hornea en horno caliente a 250º C durante 20-25 minutos. La superficie de la focaccia tiene que resultar algo tostada (no quemada), sobretodos sus bordes tienen que quedar crujientes.


Sirvela caliente, templada o fría, será siempre una delicia. Es la receta perfecta para picotear, para compartir con amigos en tus cenas o en la playa (como hago yo).
Con Thermomix
Pon en el vaso la patata cocida pelada 5 seg vel 5.
Añade levadura, agua y aceite 30 seg vel 2.
Incorpora harina de fuerza 1 min vel 3.
Añade sal y sémola de trigo 3 min vel espiga o función amasado.
Traslada la masa sobre la encimera bien untada con aceite y sigue con el paso 5 del método tradicional.


Notas
  1. Si utilizas una harinas distintas a las mías puede que necesites solo 150 ml de agua.
  2. Puedes utilizar también tomate tipo pera cortado en rodajas gruesas.
  3. Si preparas la masa para cocinarla en el mismo día procura que repose unas 10 horas para conseguir una masa ligera y esponjosa.
  4. La cantidad de patata cocida parece muy poca pero es indispensable y es la cantidad necesaria para obtener una focaccia tan esponjosa, ligera y que quede con esa textura.

 
Berenjenas a la siciliana: receta de guarnición mediterránea

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Me encantan las berenjenas, las podría comer cada día sin cansarme, por eso me gusta encontrar nuevas formas de prepararla. Esta receta de berenjenas a la siciliana es mi último descubrimiento, y ya ha pasado a formar parte de mi recetario habitual.
También es la primera vez que he preparado ajos confitados, en realidad hice más cantidad de la necesaria y guardé los que no usé para otras recetas. Los ingredientes van un poco a ojo, si alguno os gusta especialmente poned más y reducid los demás.





Ingredientes
Para 6 personas

  • Berenjena 3
  • Tomate 3
  • Cabeza de ajos 1
  • Anchoas en conserva 1
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Alcaparras 3 cucharadas
  • Orégano seco picado al gusto
Cómo hacer berenjenas a la siciliana
Dificultad: Fácil

  • Tiempo total 2 h
  • Elaboración 2 h

Empezamos picando muy menudos los ajos y confitándolos en aceite de oliva, a baja temperatura, después los reservamos. Lavamos las berenjenas, cortando las puntas y partiéndolas por la mitad a lo largo. Le damos unos cortes en diagonal a cada berenjena y la colocamos en una bandeja con la piel hacia abajo.
Cortamos los tomates en rodajas y las repartimos sobre las mitades de berenjenas. Sobre los tomates disponemos las anchoas, los ajos, las alcaparras y el orégano picado. Echamos agua en la bandeja en cantidad suficiente para cubrir las berenjenas hasta la mitad y también echamos un buen chorreón de aceite y sal. Las cocemos a horno precalentado a 160ºC durante una hora y media.

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Con qué acompañar las berenjenas a la siciliana

Lo bueno de esta receta de berenjenas a la siciliana es que puede prepararse con antelación y calentarse un poco antes de servirse. También admite congelación, con lo que podéis hacer más cantidad y guardar una parte para otro día. Son ideales para servir con carne a la brasa y una ensalada de lechugas variadas.

 
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