Ja, qué divertido. O sea que esto de ser princesa es de quita y pon, ahora lo soy, ahora no lo soy...menuda tontería, si eres hija del rey noruego eres princesa noruega con sus ventajas e inconvenientes, y a lo que tendría que renunciar es a sus "actividades comerciales" que son, básicamente hacer el tonto porque se aburre. Si fuera médico y tuviera una clínica también renunciaría a ser princesa mientras operase una apendicitis? Seguro que no. Lo que pasa es que está mujer, que ya va rauda y veloz hacia los 50 años está entre muy falta de cariño y al borde de la esquizofrenia con sus bobadas de ángeles y guardianes del universo y con muchas ganas de, sobre todo, putear a sus padres y que le presten atención como si fuera aún una niña pequeña.