La Carrera Espacial

Los astronautas se preparan para ir a la Luna y Marte sembrando corales
Los grupos de restauración de todo el mundo ya usan los denominados «árboles de coral» para favorecer su crecimiento rápido y en grandes cantidades
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Miami (Estados Unidos)Actualizado:14/06/2019 10:43h

Dos astronautas se preparan esta semana en las profundidades del mar frente a la costa de Florida (EE.UU.) para las «condiciones hostiles» de futuras misiones a la Luna y Marte, y de paso siembran corales para salvar en la Tierra sus amenazados arrecifes.

«Estamos listos para ir a vivir y trabajar en el fondo del océano», escribió en su cuenta de Twitter Samantha Cristoforetti, astronauta italiana de laAgencia Espacial Europea (ESA) que comanda la misión a unos 19 metros bajo la superficie marina, cerca de Cayo Largo.

La nueva edición de la Misión de Operaciones en Ambientes Extremos de la NASA (NEEMO, en inglés) reúne a astronautas y «un equipo de apoyo en tierra» de las agencias espaciales estadounidense y europea, así como expertos medioambientales que trabajarán hasta el próximo 20 de junio en pruebas para viajes de larga duración.

Una de ellas está relacionada con la construcción e instalación de «árboles de coral» en las inmediaciones de la Base de Arrecifes Acuario, reserva submarina que la Universidad Internacional de Florida (FIU) tiene a unos 10 kilómetros de la costa de Cayo Largo.

«En el interior de Acuario, los acuanautas y los astronautas abordarán una serie de experimentos e investigaciones humanas relacionadas con los viajes espaciales de larga duración», manifestó Bill Todd, líder del proyecto NEEMO 23, en un comunicado.

Cristoforetti está acompañada de la candidata a astronauta de la NASA Jessica Watkins y las investigadoras marinas Shirley Pomponi y Csilla Ari D'Agostino, entre otros especialistas en hábitat.

«En muchos sentidos, Acuario funciona como la Estación Espacial, con procedimientos establecidos, roles y líneas de tiempo ajustadas», manifestó Cristoforetti al inicio de la misión.

Durante su misión las astronautas imitan bajo el mar algunas de las destrezas necesarias para explorar la superficie de otros planetas mientras ayudan a salvar los corales, indicó por su parte la Fundación de Restauración de Coral (CRF, en inglés), organización no gubernamental que participa en NEEMO 23.

«Las travesías diarias del fondo marino, o las actividades extravehiculares en la jerga espacial, están repletas de tecnología y pruebas de concepto de operaciones, así como de complejas ciencias marinas», dijo Todd.

Durante su misión, las astronautas viven y trabajan bajo el agua junto a científicos marinos para entrenarse en vuelos espaciales y otros objetivos relacionados con misiones espaciales, como la Estación Espacial Internacional (EEI) y futuras misiones al espacio profundo a la Luna y Marte.

«No sucede todos los días que llegas a vivir diez días bajo el agua donde tienes esta flora y fauna marina increíblemente rica», manifestó Cristoforetti.

Los denominados «árboles de coral» fueron desarrollados por CRF y ahora son utilizados por los grupos de restauración de coral de todo el mundo para el crecimiento rápido de grandes cantidades de corales.

Se trata de una estructura de PVC (policloruro de vinilo) atada al fondo del mar y con flotadores en la parte superior, a la que se le cuelga hasta un centenar de fragmentos de coral, del tamaño de un dedo, para que se desarrollen.

Los corales crecen y se reproducen sexualmente a través del desove, pero también asexualmente mediante la «fragmentación», cuando, mediante condiciones favorables, una rama se rompe y cae sobre el arrecife, y puede volver a unirse y comenzar a crecer una nueva colonia.

Este segundo proceso es aprovechado por CRF, que ya tiene siete viveros en Florida que albergan hasta once especies de corales.

La siembra de corales en aguas profundas supone otro reto para los ambientalistas, explicó Amelia Moura, directora del programa científico de CRF. Moura precisó que el ambiente en la base Acuario es «completamente diferente» a los sitios en donde tradicionalmente cultivan corales.

«Es una oportunidad emocionante para comprender mejor cómo diferentes especies de coral y diferentes cepas genéticas dentro de ciertas especies reaccionan a diferentes ambientes, diferentes comunidades de peces y diferentes condiciones de luz», indicó.

Al finalizar NEEMO 23, FIU se hará cargo del nuevo vivero, estudiará los corales jóvenes, observará las tasas de nutrientes y herbívoros y cómo estos cambios están influenciados al ser en las profundidades del mar en la base Acuario.

https://www.abc.es/natural/vivirenv...e-sembrando-corales-201906141042_noticia.html
 
Científicos a punto de lanzar una nave espacial impulsada por una vela
La Sociedad Planetaria lanzará la LightSail 2, una vela solar de 32 metros cuadrados, el próximo lunes
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Representación de la LightSail 2. La presión de los fotones hará que gane altitud en su órbita alrededor de la Tierra - Planetary Society
Científicos a punto de lanzar una nave espacial impulsada por una vela
La Sociedad Planetaria lanzará la LightSail 2, una vela solar de 32 metros cuadrados, el próximo lunes
G.L.S.
Madrid
Actualizado:21/06/2019 12:26h

El Sistema Solar es tan inmenso y las estrellas vecinas son tan lejanas que el espacio a veces parece inconquistable. Pero al igual que los vikingos o los navegantes del siglo XV se lanzaron al océano en pequeñas naves de madera, ahora algunos ingenieros espaciales sueñan con recorrer la galaxia a bordo de naves impulsadas por velas: en este caso, por velas estelares, capaces de aprovechar el impulso de los fotones liberados por el Sol y quién sabe si también por otras estrellas.

En 2010 la misión japonesa IKAROS demostró que esta tecnología es viable, con una vela cuadrada de 14 metros que llevó una sonda de 300 kilogramos más allá de Venus. Un año más tarde la NASA hizo pruebas con una pequeña vela, NanoSail-D2, diseñada para «deorbitar» satélites, es decir, sacarlos de la órbita terrestre y desintegrarlos en la atmósfera. Este lunes, si todo va bien, veremos el próximo paso en la corta histora de las velas solares: La Sociedad Planetaria lanzará LightSail 2, una vela solar de 32 metros cuadrados, a bordo de un cohete Falcon Heavy de Space X.

«En el año 1600 Johannes Kepler mencionó la idea de navegar a vela por las estrellas», ha dicho en AFP Bill Nye, jefe de la Sociedad Planetaria, una organización fundada en 1980 por Carl Sagan para promover la exploración espacial. Según el astrónomo, físico y matemático alemán, las naves estarían adaptadas a las «brisas celestes». Ahora, según Nye: «resulta que es así. No es solo poesía».

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La LightSail 2, desplegada sobre una mesa en la Universidad Politécnica Estatal de California, en San Luis Obispo - Planetary Society
Lo más curioso es que la vela no es precisamente un diseño de altísima tecnología. En primer lugar está hiperplegada en un cubesat de tres unidades, un pequeño satélite compuesto por tres cubos de solo diez centímetros de lado, y que resulta muy barato de producir y de lanzar al espacio, siempre junto a cargas más pesadas. Además, las velas en sí están hechas de plástico, politereftalato de etileno (PET o Mylar), muy usado en envases de bebidas y tejidos. Básicamente, las velas están hechas de una película muy fina, menos que el ancho de un pelo humano, que resulta ultraligera y muy reflectante.

De esta forma, se logra que los fotones transmitan parte de su energía cinética a un satélite muy ligero que se encuentra suspendido en el (casi) vacío del espacio. El empuje es escaso, pero también resulta ilimitado: «Una vez que estás en órbita, nunca te quedas sin combustible», ha dicho Nye.

Esta es precisamente su mayor ventaja. Aunque la aceleración ejercida por los fotones es nimia, también es constante, por lo que puedepermitir alcanzar altísimas velocidades en viajes de larga duración. Además, se cree que este empuje se puede aprovechar para mantener naves en posiciones estacionarias, durante largos periodos de tiempo, sin gasto de combustible.

La LightSail 2 será la segunda etapa de un programa que arrancó en 2011, gracias a un presupuesto de 1,8 millones de dólares recogidos de apoyos privados, aunque ahora la LightSail 2 ya ha costado siete millones (conviene recordar que una misión interplanetaria tiene un coste de cientos de millones). El paso previo ocurrió en 2015, cuando se hizo un vuelo de prueba fallido con una versión más pequeña, a la que se llamó LightSail 1.

Está previsto que días después del lanzamiento del lunes, la vela despliegue unos paneles solares y después los cuatro triángulos que forman el cuadrado de 32 metros cuadrados de área. En teoría, a medida que orbitará la Tierra, la vela ganará altitud gracias a la presión solar.
https://www.abc.es/ciencia/abci-cie...cial-impulsada-vela-201906211226_noticia.html
 
‘Historia y vida’ recuerda los 50 años de la llegada del hombre a la Luna
La revista explica cómo se gestó la proeza así como la implicación de España
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Retrato de la tripulación del Apollo 11 (NASA PHOTO)
REDACCIÓN, BARCELONA
24/06/2019 19:28
Actualizado a 24/06/2019 20:04

La revista Historia y vida dedica su número de julio, ya a la venta, a los 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Cuando el presidente Kennedy se comprometió a enviar a un hombre la luna, dijo que su país elegía hacer esa y otras cosas no porque fueran fáciles, sino porque eran difíciles. Sus épicas palabras respondían a un contexto muy preciso, el de la guerra fría.

Estados Unidos debía alcanzar nuestro satélite antes que los soviéticos y anotarse una victoria simbólica de valor incalculable. Para superar este reto, los norteamericanos tuvieron que superar infinidad de dificultades técnicas. Fue un camino largo y tortuoso que culminó el 20 de julio de 1969 con el alunizaje del Apollo XI.

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Portada del número de julio de la revista, ya a la venta (HYV)
España no permaneció al margen esta proeza. Mientras la opinión pública seguía expectante los progresos de los astronautas Armstrong, Aldrin y Collins, dos centros de seguimiento de la NASA instalados en la península contribuían al éxito de la misión. Fresnedillas se ocupaba de cubrir el módulo lunar y Robledo de Chavela hacía lo mismo con el módulo de mando.

Un periodista, Jesús Hermida, se convirtió en la voz que trasmitió desde Cabo Cañaveral la expectación y la esperanza de aquel día histórico. Durante un momento, pareció que era la Tierra la que giraba alrededor de la luna y no al revés: la publicidad de la época utilizaba el acontecimiento como reclamo y en la prensa se publicaban reflexiones metafísicas. Casi nadie permaneció indiferente, salvo excepciones como la de Picasso.

https://www.lavanguardia.com/vida/2...-julio-50-anos-llegada-a-la-luna-kennedy.html
 
‘Historia y vida’ recuerda los 50 años de la llegada del hombre a la Luna
La revista explica cómo se gestó la proeza así como la implicación de España
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Retrato de la tripulación del Apollo 11 (NASA PHOTO)
REDACCIÓN, BARCELONA
24/06/2019 19:28
Actualizado a 24/06/2019 20:04

La revista Historia y vida dedica su número de julio, ya a la venta, a los 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Cuando el presidente Kennedy se comprometió a enviar a un hombre la luna, dijo que su país elegía hacer esa y otras cosas no porque fueran fáciles, sino porque eran difíciles. Sus épicas palabras respondían a un contexto muy preciso, el de la guerra fría.

Estados Unidos debía alcanzar nuestro satélite antes que los soviéticos y anotarse una victoria simbólica de valor incalculable. Para superar este reto, los norteamericanos tuvieron que superar infinidad de dificultades técnicas. Fue un camino largo y tortuoso que culminó el 20 de julio de 1969 con el alunizaje del Apollo XI.

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Portada del número de julio de la revista, ya a la venta (HYV)
España no permaneció al margen esta proeza. Mientras la opinión pública seguía expectante los progresos de los astronautas Armstrong, Aldrin y Collins, dos centros de seguimiento de la NASA instalados en la península contribuían al éxito de la misión. Fresnedillas se ocupaba de cubrir el módulo lunar y Robledo de Chavela hacía lo mismo con el módulo de mando.

Un periodista, Jesús Hermida, se convirtió en la voz que trasmitió desde Cabo Cañaveral la expectación y la esperanza de aquel día histórico. Durante un momento, pareció que era la Tierra la que giraba alrededor de la luna y no al revés: la publicidad de la época utilizaba el acontecimiento como reclamo y en la prensa se publicaban reflexiones metafísicas. Casi nadie permaneció indiferente, salvo excepciones como la de Picasso.

https://www.lavanguardia.com/vida/2...-julio-50-anos-llegada-a-la-luna-kennedy.html

Como estoy suscrita a la revista desde hace 19 años, estará al caer en mi buzón.

De todos modos, no va a ser la única en conmemorar el medio siglo de la conquista de la Luna. Y la película "Firth Man" es fabulosa.

Así se ve hoy dia el rastro que Amstrong y Aldrin dejaron en la Luna, incluído el Eagle.

https://www.elmundo.es/ciencia/2014/07/22/53ce2831ca474104338b4576.html
 
La conquista espacial - Proyectos inminentes y el futuro que nos espera


¡Es el análisis sobre el tema más realista y lógico que he visto jamás! Sobre todo la conclusión final, de que la inteligencia artificial tendría la capacidad de dar saltos a otros sistemas solares en la galaxia y los seres humanos seguiríamos habitando, como mucho algunos planetas y satélites del Sistema Solar, en minoría frente a la expansión espacial de la inteligencia artificial y, claro, a saber cómo serían nuestras relaciones con las IA que dominarían el resto de la galaxia...
 
Alunizajes y otras ficciones
publicado por Francisco Miguel Espinosa

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Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad.

Más allá de las teorías conspirativas que hablan de un masónico Stanley Kubrick rodando el dichoso vídeo (seguramente, añadirían algunos, en el patio de su propia casa), el alunizaje en nuestro satélite natural por parte de la misión Apolo 11 supuso varias cosas al mismo tiempo: el fin de la carrera espacial, con victoria para los Estados Unidos de América; el mayor hito histórico del siglo XX, y la culminación de un puñado de fantasías que venían arrullando los sueños de gloria de la humanidad como conjunto desde tiempos inmemoriales.

La ficción llevaba siglos soñando con pisar la Luna. Algo hipnótico en el astro que rota alrededor de nuestro mundo nos ha llevado a imaginar, desde antes de lo que algunos sospecharán, diferentes caminos para romper el vacío espacial que nos separa. El imaginario colectivo, quizás, tenga bien arraigada la imagen de la faz pícara y tontorrona de la Luna siendo golpeada por un cohete en la película Le Voyage dans la Lune, de Georges Méliès(1902), y basada (de forma lejana) en los escritos de Jules Verne y H. G. Wells. Pero mucho antes de la invención del cine, y por supuesto, mucho antes de la coletilla pegadiza de Neil Armstrong, el primer ser humano en pisar la Luna, la ficción había mirado a la redondez de la diosa Selene con añoranza.

El quincuagésimo aniversario de la llegada del primer hombre a la Luna parece un buen momento para repasar algunas de estas ficciones que, adelantándose a su tiempo, habían alunizado muchas veces y descubierto algunos de los insólitos secretos de la Luna.

Ἀληθῆ διηγήματα, de Luciano de Samósata

O Relatos verídicos, si se prefiere, lo que podría considerarse la primera novela de ciencia ficción, escrita en el siglo II d. C, aproximadamente en torno al año 180. En esta insólita narración, antecesora de las historias de conquista y lucha interplanetaria, Luciano y sus congéneres llegan hasta una isla con ríos de vino y árboles con forma humana para, fortuitamente, verse atrapados en un tornado que los eleva hasta la Luna. Una vez allí, se ven envueltos en una dispuesta entre lo reyes de la Luna y el Sol por la hegemonía de Venus.

Tras la guerra entre los dos ejércitos y la llegada a una paz relativa, Luciano describe los pormenores de la vida en la Luna; de las costumbres y aspecto de los selenitas y las extraordinarias fantasías que se le pasan por la cabeza ante la descripción de lo que, para aquella época, solo podía catalogarse como imposible.

El estudio de esta obra como precursora de la ciencia ficción es bien conocido, aunque no se puede pasar por alto su carácter satírico: en realidad Relatos verídicos (cuya traducción podría ser también Una historia verdadera, no confundir con la cinta de David Lynch) es una parodia de las historias de viaje y colonización. Pero nadie puede quitarle el mérito de ser la primera aproximación al alunizaje del 16 de Julio de 1969 desde la ficción.

竹取物語, autor desconocido

O La historia del cortador de bambú, es un monogatari (un tipo de narración en prosa propia del folclore japonés) que data del siglo X d. C. En esta historia un humilde labriego que se dedica a cortar el bambú encuentra dentro del tallo de una de estas plantas a una niña, a la que cría como si fuera su propia hija. La niña crece bella y próspera: en algunas versiones de la historia, cada vez que el cortador de bambú sale a trabajar al campo, encuentra una pepita de oro en los tallos de las plantas que corta. La belleza de Kaguya (el nombre con que el agricultor bautiza a su hija adoptiva) hace que príncipes de todas las regiones, e incluso el mismísimo Mikado, emperador de Japón, le propongan matrimonio, pero las múltiples negativas de la muchacha hacen que sus padres se preocupen.

No es para menos, pues Kaguya revela que en realidad es de la Luna y que su gente está esperando su regreso. Misma gente, su verdadera familia, que pagaba en oro escondido en tallos de bambú la manutención de la muchacha. Ante la partida de esta, lega a sus padres su manto y al emperador el elixir de la vida, pero este lo quema, pues no desea vivir eternamente sin poder volverla a ver.

Una trágica narración que tiene puntos en común con la épica y otras narraciones del folclore asiático; así como una posible explicación del origen etimológico de algunos hombres japoneses, como el del monte Fuji (que puede provenir del vocablo fushi, inmortalidad, pues fue en ese monte donde el emperador mandó a los soldados deshacerse del elixir de la vida eterna). Esta obra ha sido recientemente adaptado al anime por el conocido Studio Ghibli, bajo el título El cuento de la princesa Kaguya (Isao Takahata, 2013).

Comedia, de Dante Alighieri

O La divina comedia, como se la conoce ya. Una de esas obras que se reconoce universalmente aunque pocos la hayan leído en realidad. El épico poema que narra el descenso del poeta a los infiernos y el ascenso al cielo nos deja también un alunizaje. En este caso, Dante se ve guiado por las nueve esferas celestiales por su amada, Beatrice. La primera de estas es, precisamente, la Luna.

Allí se dan cita las almas de los inconstantes: aquellos que abandonaron propósitos, votos y juramentos, y se da una prosaica explicación de las cicatrices que pueblan la superficie del satélite. En este escenario encuentran Dante y Beatrice a Constance, reina de Sicilia entre los años 1194 y 1198, quien fue obligada a casarse con Enrique VI y así romper sus votos de novicia. La Luna despierta en este segundo Canto del famoso poema italiano inquietudes semejante a las que despertaba en la comunidad científica, cuando preguntaba Dante aquello de: «[…]¿qué son las manchas negras de este cuerpo, que a algunos en la tierra hacen contar patrañas de Caín?».

«The Great Moon Hoax», de The Sun

El gran engaño de la luna se perpetró en 1835 en las páginas del conocido diario The Sun, y su autoría, aunque llena de teorías, no puede más que atribuirse al ficticio reportero Dr. Andrew Grant, aunque las investigaciones posteriores dan por sentada la pluma de Richard Adams Locke como artífice del engaño y creador del seudónimo. El primero de una serie de artículos sobre la Luna apareció en agosto del citado año, y la descripción pormenorizada de la vida en nuestro satélite resulta exagerada, aunque imaginativa como pocas. Según el reportero, las investigaciones de John Herschel, un conocido y reputado matemático y astrónomo de origen inglés, habían sacado a la luz que la Luna era rica en flora y fauna; la poblaban una raza de hombres alados, semejantes a un híbrido entre humano y murciélago, así como extraños animales que parecían sacados de cuadros del Bosco. Y, aunque no hay alunizaje por ninguna parte, pues el engaño se destapó finalmente, la importancia de esta ficción lunar va más allá de la mentira o de la imaginación: el autor Edgar Allan Poe proclamó que el engaño había sido plagiado de una de sus obras, concretamente «The Unparalleled Adventure of One Hans Pfaal», un relato corto del que el propio Locke había sido editor años antes. El engaño también ayudó al diario The Sun a ampliar su cartera de clientes y convertirse en un periódico más grande; uno de loas más importantes en Nueva York. Así pues, como ocurriría muchos años después con la pequeña broma de Orson Welles y la novela de H. G. Wells, el gran engaño de la Luna trajo cola e historia.

De la Terre à la Lune, de Jules Verne

Imposible no hablar de De la Tierra a la Luna y su secuela, Alrededor de la Luna, en toda revisión que se precie al tema de los alunizajes. Aunque, como ha quedado demostrado, no es la primera ficción sobre el tema, es de remarcar que en esta novela es la ciencia, y no la magia, la que propicia la llegada del hombre a la Luna. En honor a la verdad por poco se quedan fuera estas dos novelas tan conocidas, por no tratarse de un alunizaje propiamente dicho.

Lo más interesante de la narración quizás sea el momento en que el cohete, disparado desde la Tierra como si de una bala de cañón se tratara, rodea el satélite y se encuentra con la cara oculta, que hoy día no tiene ya secretos para nosotros (gracias a la reciente sonda china Chang’e 4), pero que en la imaginación del autor francés escondía las ruinas de una antigua civilización destruida.

Roverandom, de J. R. R. Tolkien

El creador de la Tierra Media fue más allá de El hobbit o El Señor de los Anillos, aunque de su producción literaria (si exceptuamos la poética y la epistolar) ninguna destacó tanto como las aventuras de Frodo y compañía. Sin embargo, los cuentos escritos para sus hijos gozan de una inocencia y ssencillez que bien podrían valer una tarde de lectura o dos.

En Roverandom se cuenta la historia de un perrito que es transformado en juguete por un mago; tras acabar siendo el juguete de un niño pequeño y perderse en la playa (hecho real que inspiró el cuento), el perro llamado Rover vive un millar de aventuras. Entre ellas, viajar a la Luna. Allí vive un brujo, el Hombre de la Luna, que cuida del perrito y le presenta a su propio perro, de igual nombre, les da un par de alas a ambos y les insta a explorar, cuidándose de los peligros que puede esconder la Luna.

Este cuento, que vio la luz de forma póstuma, es la única aproximación que se conoce por parte del mítico autor británico al género de la ciencia ficción o la exploración espacial, si bien Roverandom ha de enmarcarse, por sus temas, en la fantasía.

2001: A Space Odyssey, de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke

Sería imposible tratar de cerrar o dar forma siquiera a un repaso de alunizajes ficticios sin mencionar la extraordinaria cinta de ciencia ficción del legendario director. Kubrick quería rodar una película de ciencia ficción que hablara sobre contacto extraterrestre y sobre el papel del ser humano en el universo, para lo que se alió con el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, conocido ya entonces por obras como Las arenas de Marte.

Tras un par de infructuosas aproximaciones al guion, ambos basaron el borrador final en un cuento de Clarke, «El centinela», en que se narra el descubrimiento por parte de la civilización humana de un artefacto (una pirámide) en la Luna, rodeado por un campo de fuerza. Este descubrimiento supone dos cosas al mismo tiempo: la constatación de que hay formas de vida inteligentes en el universo, y la prueba para estas de que el ser humano ha alcanzado cierto grado de independencia y capacidades tecnológicas. Del mismo modo ocurre en la película, fruto de estudios e interpretaciones diversas: en el momento en que el ser humano es capaz de abandonar su mundo y llegar al satélite, descubriendo así el monolito, se da la señal de que el momento propicio para el contacto de ambas civilizaciones ha llegado.

No deja de resultar paradójico que 2001 se estrenara tan solo un año antes del alunizaje real (o no) del Apolo 11, en 1968, y que fuera precisamente en este director sobre quien recayeran las sospechas de rodar un falso alunizaje. Abundan los que quieren ver una conspiración; los hay que creen en la versión oficial, pero buscan desesperados un matiz, la ocultación de algo que se encontraron en la Luna (véase a J. J. Benítez y su Mirlo rojo) y los hay que, sencillamente, se preguntan por qué no hemos vuelto. A todos nos queda la ficción, claro, que cumple siglos ya de observar ese disco blanco y luminoso, y de explorarlo, conocerlo, conquistarlo e incluso destruirlo, pero para los que aún no se consideren descreídos: feliz cincuenta aniversario de ese gran salto para la humanidad

https://www.jotdown.es/2019/07/alunizajes-y-otras-ficciones/
 
La bandera española que pudo ondear en la Luna
Fue la única prerrogativa que demandó el ingeniero andaluz Emilio Herrera para vender su traje espacial a la NASA
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La potente droga detrás del famoso cuadro «Ofelia»

Viajar al espacio ha dejado de ser algo extraordinario en este momento, pero no lo era hace cincuenta años. Fue precisamente en julio de 1969 cuando la tripulación del Apolo 11 llegó por vez primera a la Luna.

Las primeras palabras que se pronunciaron desde nuestro satélite se posaron en el madrileño pueblo de Fresnedillas de la Oliva, en donde estaba una de las estaciones de que la NASA habría preparado para la ocasión.

Allí se escucharon: «Houston, aquí Base de la Tranquilidad. El Águila ha alunizado».



Más adelante Neil Armstrong pronunciaría las ya míticas palabras: «un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad».

En el Museo del Aire y del Espacio, en los alrededores de Washington, se pueden contemplar los guantes y los trajes de los tres tripulantes de la legendaria misión. El paso del tiempo ha hecho mella, obviamente, en ellos a pesar de que un equipo de restauradores se afanan día a día en mantenerlos en el mejor estado posible.

La bandera del Apolo 11 fue confeccionada por la compañía Annin Flagmakers en rayón y costó a la NASA poco más de treinta y dos dólares al cambio actual. Lo que quizás muchos no sepan es que pudo haber ondeado junto a una bandera española.

El primer traje espacial fue español
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Emilio Herrera- Wikipedia
Corría el año 1935 cuando Emilio Herrera (1879-1967), un inquieto ingeniero militar granadino, diseñó un traje espacial, preparado especialmente para poder caminar en la superficie lunar.

Herrera lo confeccionó con forma de acordeón y lo reforzó con cables y tirantes de acero. Constaba de tres capas, una de la lana, otra de caucho y la tercera de lona muy resistente.

Para evitar el recalentamiento y reflejar los rayos solares el granadino optó por cubrir, tanto el casco como el traje, con una capa de aluminio pulimentada con una tela de plata.

El prototipo español vio la luz tres décadas antes del que diseñaron los ingenieros de la NASA. Desgraciadamente el estallido de la Guerra Civil en 1936, cuando el traje estaba terminado, frustró el proyecto y el diseño acabó convertido en ceniza.

Al parecer la NASA fue conocedora de la innovación española y se interesó por ella. Realizó una sustanciosa oferta para hacerse con diseño del traje espacial. La única prerrogativa que exigió Herrera fue que en el supuesto de que los astronautas norteamericanos llegasen a la Luna ondease al lado de la bandera de Estados Unidos la del gobierno de la República Española (Emilio Herrera fue presidente del Gobierno de la República española en el exilio).

Esta demanda no estaba entre los planes de la NASA por lo que desestimaron cortésmente la oferta hispana. ¿Se imagina la imagen televisiva de Neil Armstrong encajando en el suelo selenita la bandera tricolor junto a la de las barras y las estrellas?

Amigo de Einstein
Herrera fue un sabio en el sentido estricto de la palabra y durante su dilatada carrera profesional disfrutó de una enorme proyección internacional. Durante años se carteó con Albert Einstein, al cual sirvió de cicerone durante la visita que éste realizó a Madrid.

Los estudios de Herrera no sólo se limitaron a aspectos relacionados con la cosmología, sino que abarcaron otras disciplinas, entre ellas las partículas elementales y la bomba atómica.

En su tarjeta de visita además de ingeniero debería haber añadido aviador, inventor y aventurero. No en balde Herrera fue portada de los periódicos españoles en 1914 cuando se convirtió en el primer aviador en cruzar el estrecho de Gibraltar en aeroplano.

https://www.abc.es/ciencia/abci-bandera-espanola-pudo-ondear-luna-201907070214_noticia.html
 
Fallece el que podría haber sido el primer ‘afroastronauta’
Mandla Maseko venció a un millón de participantes de 75 países para conseguir esa plaza
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Mandla Maseko junto a trajes de la NASA (Alexander Joe / AFP)
REDACCIÓN, BARCELONA
08/07/2019 10:14 Actualizado a 08/07/2019 10:30

Mandla Maseko, el hombre sudafricano que ganó la oportunidad de ser el primer africano negro en ir al espació, falleció este sábado en un accidente de moto.

Fue apodado “Afronaut” después de obtener un codiciado asiento para ir al espacio en 2013 en una competición organizada por una academia espacial con sede en los Estados Unidos. Originalmente, estaba programado para volar en 2015, pero no se habían hecho públicos planes firmes para su viaje en el momento de su muerte.

Mandla Maseko, un DJ de tiempo parcial y candidato a la fuerza aérea sudafricana venció a un millón de participantes de 75 países para ser seleccionado como una de las 23 personas que viajaría una hora en la nave espacial Lynx Mark II.

Ir al espacio
Perdió la vida antes de que su sueño se hiciera realidad

Hijo de una limpiadora de escuelas y un fabricante de herramientas automotrices del municipio de Soshanguve, cerca de Pretoria, su triunfo fue una fuente de orgullo nacional, incluso tuvo vecinos que lo felicitaron por colocar a Sudáfrica en el “mapa galáctico”.

Tras conseguir la plaza, pasó una semana en la Academia Espacial Kennedy en Florida, donde hizo paracaidismo y emprendió combate aéreo y entrenamiento de fuerza G.

Mientras estuvo allí, se reunió y posó para fotos con el astronauta estadounidense Buzz Aldrin, quien fue el segundo hombre en pisar la luna después de Neil Armstrong como parte de la misión espacial 1969 del Apolo 11.

https://www.lavanguardia.com/facebo...6/astronauta-negro-muerte-moto-accidente.html
 
‘La Vanguardia’ revive la gesta de la llegada a la Luna
El 20 de julio se cumplen cincuenta años del alunizaje de Armstrong y Aldrin
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Buzz Aldrin en la Luna, con Neil Armstrong reflejado en su casco (Neil Armstrong / AP)
BARCELONA
14/07/2019 00:05

“Es un pequeño paso para [un] hombre, un salto de gigante para la humanidad”, comunicó por radio el astronauta Neil Armstrong el20 de julio de 1969 poco después de convertirse en el primer ser humano en pisar la Luna. Cuando se cumplen 50 años del alunizaje, La Vanguardia dedicará desde mañana y hasta el próximo domingo una cobertura informativa especial a rememorar la misión Apollo 11, su impacto en la historia de la exploración espacial y su influencia en la cultura popular.

El proyecto nació del entusiasmo del periodista gráfico Alan Jürgens, un friki de la astronáutica cuyas infografías sobre misiones espaciales han sido reconocidas con premios internacionales y que a finales del 2018 dijo un día en la redacción: “No volveremos a tener una ocasión como esta de explicar la llegada a la Luna, tenemos que hacerlo a lo grande. Tenemos seis meses para hacerlo lo mejor posible”.

Reto informativo
Catorce periodistas de seis secciones se han involucrado en un proyecto que se empezó a gestar en diciembre de 2018

Si Jürgens ha sido nuestro Saturno V, el cohete que lanzó el proyecto, los ingenieros en el centro de control de la misión han sido Josep Corbella, coordinador de la información de Ciencia y Medicina de La Vanguardia, y Sílvia Colomé, redactora jefa de Última Hora. Juntos han dirigido un proyecto en el que se han involucrado 14 periodistas de seis secciones y que ofrecerá a los lectores más de 30 artículos y vídeos sobre la Luna en los próximos siete días.

Los lectores de la edición impresa encontrarán una doble página diaria en la que se recordará la misión y se analizará su legado, con reportajes realizados por Josep Corbella, la periodista especializada en ciencia Cristina Sáez y el corresponsal en Nueva York Francesc Peiron, y con infografías de Alan Jürgens. Mañana, en la primera entrega, se publicará el reportaje ¿Cómo sabemos que llegaron a la Luna?

Fenómeno cultural
Los periodistas de la sección de Cultura aportarán sus selecciones de las mejores películas, canciones y libros inspirados en la carrera espacial

Las ediciones en soportes electrónicos, además de reproducir contenidos del diario impreso, aportarán día a día una narración novelada de la misión por capítulos escrita por la periodista Elsa Velasco. Ofrecerán también un artículo de opinión de Susana Quadrado, redactora jefa de Tendencias, sobre nuestro dilema cotidiano entre contemplar la Luna, mirar el móvil o mirar la luna en el móvil. Y un reportaje de la documentalista Teresa Amiguet recordando cómo explicó La Vanguardia en 1969 la llegada de los primeros astronautas a la Luna.

Dado el gran impacto que la carrera espacial y la llegada a la Luna tuvieron en el imaginario colectivo y en la cultura popular, la sección de Cultura se ha sumado a la conmemoración del cincuentenario con aportaciones de Esteban Linés (especialista en música que ofrecerá su selección de las mejores canciones inspiradas en la carrera espacial), de Astrid Meseguer (especialista en cine que ha seleccionado las mejores películas) y de Xavi Ayén (especialista en literatura que ha seleccionado los mejores libros). Se recordarán las fotos más icónicas del programa Apollo y se invitará a los lectores a participar en encuestas para elegir sus canciones, películas, libros y fotos preferidos.

Una semana en la Luna
`La Vanguardia’ publicará més de 30 artículos y vídeos sobre la carrera espacial y la llegada a la Luna a lo largo de una semana

El equipo de vídeos de La Vanguardia, por su parte, ha realizado seis documentales de entre dos y siete minutos de duración sobre la historia de la carrera espacial elaborados por Pablo González y Juan Martínez. Asimismo, se publicará un contenido interactivo elaborado por Mario Chaparro en el que los lectores podrán explorar detalles del programa Apollo, del cohete Saturno V, del traje de los astronautas y de los vehículos espaciales que llegaron a la Luna.

Finalmente, durante la tarde del sábado 20 y la madrugada del domingo 21, los lectores podrán seguir a través de LaVanguardia.com una retransmisión en directo de la llegada a la Luna tal como ocurrió hace exactamente cincuenta años.

https://www.lavanguardia.com/cienci.../llegada-hombre-luna-20-julio-vanguardia.html
 
Día -1. La última cena de los astronautas en la Tierra
La expectación se acumula en Merritt Island y el Cabo Kennedy la noche antes de que el Apollo 11 parta hacia la Luna
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Neil Armstrong (izquierda) y Buzz Aldrin (derecha) durante un entrenamiento en un simulador del módulo lunar (NASA)
ELSA VELASCO
15/07/2019 06:00
Actualizado a 15/07/2019 06:36

Centro Espacial John F. Kennedy, Merritt Island (Florida, EE.UU.). Martes, 15 de julio de 1969.

En el último día antes de partir de la Tierra, tres hombres se preparan para hacer historia.

Los pilotos veteranos Neil Armstrong, de 38 años y Buzz Aldrin, de 39 años, ensayan por última vez una misión a la que ningún humano se ha enfrentado jamás: aterrizar sobre la superficie de la Luna. Atrás han quedado más de mil horas de formaciones y simulaciones, jornadas de más de 14 horas seguidas, que han llevado al límite su físico y su mente. Cerca de ellos, su compañero Michael Collins, de 38 años, termina la última de las más de ochocientas horas de entrenamiento para pilotar la nave que debe llevarlos los tres hasta el satélite.

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Neil Armstrong revisa una vez más el plan de vuelo el 14 de julio, dos días antes del lanzamiento (NASA)
La NASA y Estados Unidos se juegan mucho. La misión Apollo 11tiene que salir bien; no se pueden permitir un fracaso. Armstrong, Collins y Aldrin cargan con el deber que el presidente John F. Kennedy impuso a la NASA en mayo de 1961: : que un astronauta estadounidense pise la Luna antes de 1970. Eso aseguraría un triunfo indiscutible en la carrera espacial contra la Unión Soviética. Kennedy, asesinado en 1963, nunca llegó a ver su objetivo cumplido.

Ahora, seis años después, los tres astronautas del Apollo 11 se preparan para hacerlo realidad, en el centro espacial que heredó su nombre. Llevan una semana prácticamente aislados del mundo exterior, para minimizar el riesgo de que se contagien de un catarro, o algo peor, en el último momento.

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Los astronautas dieron una última conferencia de prensa el 13 de julio desde el Centro Espacial John F. Kennedy. De izquierda a derecha, Aldrin, Armstrong y Collins (NASA)
Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin se despidieron de sus familias y partieron de sus hogares, en Houston, después del fin de semana del 4 de julio. Desde entonces apenas han podido descansar. Simulaciones, revisiones de la misión, chequeos del estado físico, vuelos para ensayar el aterrizaje e incluso una teleconferencia de prensa desde el mismo Centro Espacial John F. Kennedy han llenado prácticamente todo su horario, hasta el último día.

Al fin, el entrenamiento termina. Los tres hombres se relajan y cenan junto a otros compañeros astronautas. Lew Hartzell, el chef de los cuarteles de la tripulación, les ha cocinado el menú tradicional que prepara siempre antes de un lanzamiento: ensalada, solomillo de vaca, purés de patata y de tomate, espárragos, queso, fruta, pan con mantequilla y una copa de vino. Pese a las quejas de Armstrong sobre el exceso de solomillos en la dieta de los últimos días, Hartzell se mantiene firme. Siempre ha sido así y no lo va a cambiar ahora, antes de una misión tan importante, no fuera a dar mala suerte…

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Cocineros preparando la comida el 14 de julio de 1969, dos días antes del despegue del Apollo 11. Aunque el pie de foto de la NASA no lo menciona, uno de ellos podría ser Lew Hartzell, el chef de los cuarteles del Centro Espacial John F. Kennedy (NASA)
En la cena está, como también marca la tradición, Deke Slayton. Astronauta del primer programa espacial estadounidense, el Mercury, nunca ha volado al espacio porque en una revisión médica le detectaron un problema cardíaco. La NASA le designó en cambio un cargo de dirección en la oficina de astronautas y se convirtió en el responsable de seleccionar cada uno de los integrantes de los programas Gemini y Apollo. También es quien asigna las tripulaciones para cada misión y quien supervisa su entrenamiento de principio a fin.

Slayton diseñó un sistema de rotaciones de modo que cada misión tuviera una tripulación de repuesto, que sería la tripulación principal tres misiones más tarde. Armstrong y Aldrin estaban de apoyo en el Apollo 8, la primera misión que llegó a la Luna, en Navidad de 1968. Por eso, les tocaba participar en el Apollo 11, aunque cuando la asignación se hizo oficial, en enero de 1969, no sabían si serían los primeros en aterrizar en la Luna; dependía del éxito de las misiones anteriores. Collins, asignado al Apollo 8, se tuvo que quedar en tierra esa vez por un problema en una vértebra cervical. Tras sus esfuerzos para recuperarse lo antes posible, Slayton le devolvió la oportunidad de volar a la Luna haciéndole un hueco en el Apollo 11.

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Mike Collins (izquierda) y Deke Slayton (derecha), tras salir de un avión durante un vuelo de entrenamiento para simular ingravidez, el 9 de julio de 1969 (NASA)
Esta noche, sin embargo, ha faltado alguien. Los tres astronautas invitaron por su cuenta al presidente Richard Nixon para compartir esta última cena con él. Aunque lo esperaban con emoción, finalmente no ha podido ser. El cirujano de la NASA Charles Berry, responsable de monitorizar su salud, lo considera demasiado arriesgado. ¿Qué pasaría si la tripulación del Apollo 11 se pusiera enferma por culpa de un estornudo del presidente?

Las reticencias de Berry han llegado a Nixon, quien finalmente ha rechazado la invitación, para bochorno de los astronautas y de los altos cargos de la NASA. “La parte más ridícula”, recordará más tarde Mike Collins, “era el hecho de que cada día estábamos en contacto con veinte o treinta personas, y tenía que ser así si debíamos completar nuestro entrenamiento; secretarios, técnicos de los trajes y de los simuladores y demás”. Sin ir más lejos, el propio cocinero, Lew Hartzell, hoy mismo ha recorrido varias tiendas de los alrededores para comprar los ingredientes de la cena.

Los astronautas esperaban cenar con el presidente Nixon, pero éste ha declinado la invitación por temor a contagiarles una enfermedad a última hora

En cualquier caso, tienen una cita con Nixon a la vuelta: está planeado que acuda a saludarlos tras su rescate en alta mar. Para eso, tendrán que regresar sanos y salvos, algo que nadie puede asegurar a ciencia cierta. Por ahora, disfrutan entre sonrisas de su penúltimo ágape en la Tierra, aunque la ensalada, los espárragos y la fruta tienen poco éxito. Llenarse el intestino de fibra antes de marchar ocho días al espacio, donde ir de vientre será cuanto menos incómodo, no es buena idea.

Mientras tanto, la fiesta se desata en playas, bares, moteles y chalets del adyacente Cabo Kennedy, desde donde despegan las misiones tripuladas de la NASA. En esta singular zona marcada por la actividad de la agencia espacial, los lanzamientos de cohetes son acontecimientos celebrados por todo lo alto y por anticipado; éste más que ningún otro. Miles de personas llegadas de todo el territorio estadounidense saturan los moteles y los campings de decenas de kilómetros a la redonda para ser testigos del lanzamiento del Apollo 11. Esta noche dejan ir la tensión de la expectación y beben hasta que les aguante el cuerpo. Es una noche histórica.

En los dormitorios de los cuarteles del Centro Espacial John F. Kennedy, el ambiente es diametralmente opuesto. Armstrong, Collins y Aldrin descansan en sus camas desde las 22.00. Para los protagonistas de la historia, esta noche no hay nada que celebrar. La tensión se acumula en silencio con cada hora que transcurre hasta la cuenta atrás. Mañana es el día y deberán madrugar más que el sol. A las 4.15 tienen que estar en pie para subirse puntuales al cohete que los lanzará a la Luna.

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De izquierda a derecha, Armstrong, Collins y Aldrin posan ante el cohete Saturno V que debe lanzarlos al espacio. Fotografía del 20 de mayo de 1969 (NASA)

Próximo capítulo
Día 1. “… Seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero. ¡Despegue!”

Fuentes: Apollo 11 Crew Training Summaries (NASA), First On The Moon. A voyage with Neil Armstrong, Michael Collins, Edwin E. Aldrin, Jr.(Konnecky & Konnecky, 1970), Apollo 11 Image Gallery (NASA)

https://www.lavanguardia.com/cienci...da-hombre-luna-cena-astronautas-15-julio.html
 
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