La banalización del s*x*

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Ana de Miguel Álvarez
«Hay una banalización del s*x* que tiene como víctimas a las chicas»
  • Ana de Miguel Álvarez, Filósofa, Advierte sobre «la deriva patriarcal» de la revolución sexual de los años 60, que «no es igual a mujeres desnudas en los quioscos»
26 junio 201618:37

Arremete contra una sociedad en la que se transmite el mensaje de que el s*x* «es vida o transgresión, que es antiburgués o te da un brillo especial en la piel», contra la idea de que «no puedes ser feliz sin s*x*». Ana de Miguel Álvarez, profesora de Filosofía moral y política de la Universidad Rey Juan Carlos, ha participado con la conferencia '¿Revolución sexual o revolución sexual patriarcal?' en el curso de verano de la UPV 's*x*, amor y relaciones de poder'. Critica sin reservas la prostit*ción y la por**grafía y advierte sobre «la deriva patriarcal» de los avances logrados durante la revolución sexual de los años sesenta del siglo pasado, que «no es igual a mujeres desnudas en los quioscos».

«Hay cierta similitud entre los discursos alternativos y el capitalismo más patriarcal y rancio»

«Hay un mandato que te impulsa a mantener relaciones sexuales para ser guay»

«Mis alumnas me dicen que las avasallan, las tocan y la palabra put* no se la quita nadie de la boca»

«Se habla del miedo de los hombres a no dar la talla, pero para las mujeres ese miedo es enorme



- ¿Me puede dar algún consejo para llevar una vida sexual sana y saludable?


- Los medios de comunicación, diferentes negocios, empresas, instituciones y fuerzas sociales han entrado a saco para decirnos cómo tenemos que vivir nuestra vida sexual. Nos dicen lo que tenemos que vestir, que no debemos caer en la monotonía, te preguntan si has practicado el sadomasoquismo y por qué no te atreves o te recetan intercambios de pareja. La sociedad entra a saco a decirte cómo debes vivir tu vida sexual desde instancias de mercado y de poder pero también, y esto es lo chocante, desde movimientos sociales que se consideran alternativos.

- ¿Y cómo debo vivirla?


- Solo le voy a decir que desarrolle cierto espíritu crítico. En '50 sombras de Grey', una novela que ha sido un éxito gracias a un marketing brutal, te invitan a que practiques el sadomasoquismo, pero eso también lo hacen en publicaciones tan alternativas una revista feminista del País Vasco y que invita a hacer el día de San Valentín una fiesta de lesbianas sadomasoquistas. En un periódico llevo años observando el mismo anuncio: 's*x* es vida'. En él sale un hombre con cara de tener problemas y te recomienda una clínica.


- ¿Es la idea de que el s*x* es salud?


- Es la idea de que el s*x* es vida o transgresión, que es antiburgués o te da un brillo especial en la piel, que no puedes ser feliz sin s*x*. Tienes que hacerlo cuando eres vieja, cuando estás embarazada, te decimos cómo tener s*x* cuando estás de nueve meses, en la televisión catalana autonómica salen prost*tutas explicando que están embarazadas y que su ginecóloga les ha dicho que pueden seguir ejerciendo, que no hay ningún problema. Son putas felices. Están normativizando el s*x* y el mercado capitalista y patriarcal ha entrado a saco con ello. Lo que a mí me llama más la atención de todo esto es cierta similitud entre los discursos alternativos y el capitalismo más patriarcal y rancio.


- ¿El s*x* es de izquierdas? ¿Es transgresor?


- ¿A usted Berlusconi le parece de izquierdas? ¿ Strauss-Kahn, aunque fue del Partido Socialista, le parece de izquierdas? Son dos señores muy mayores, físicamente cero patatero y amantes de las orgías, de las adolescentes y de las prost*tutas de lujo. ¿Es esto transgresor? ¿Es de izquierdas?


- No sabría decirle.


- Una parte de la izquierda está defendiendo la prostit*ción, que es la institución más rancia y patriarcal que existe. Hasta en el Antiguo Testamento sale un pueblo perdido por Judea, en el desierto, al que llega un extranjero y les pregunta dónde está su put*. Ellos le responden: 'somos un pueblo tan pobre que no tenemos ni una'. La prostit*ción es una institución inherente al patriarcado que siempre ha sido legitimada por la Iglesia con la teoría del mal menor.


- ¿Cuál es el mal mayor?


- Que los hombres no puedan acceder a mujeres para tener placer. Reflexionemos por un instante, ¿qué tiene de transgresor ir con tu dinero a por mujeres tras escaparates?


«Es una industria»


- Al final todo esto es una industria, un gran negocio.


- Es una industria. Desde los años 60 hasta la actualidad no sabemos dónde está el límite porque no lo tiene. Han descubierto que hay mucho dinero no solo en el s*x* como práctica, sino en seguir reproduciendo los roles y la desigualdad entre hombres y mujeres, porque también está el negocio de que ya no existe una sola bici, una goma de borrar o un estuche sino una bici para niñas, una goma de borrar para niños y un estuche para los dos. Todo esto se convierte en práctica sexual a partir de la adolescencia. El s*x* es un gran vehículo para enseñar a los chicos en la adolescencia lo que es una chica y lo que se puede hacer con ella.


- ¿Es en este momento cuando entra en escena la por**grafía?


- Como la sociedad ya no puede decir que los chicos sois superiores a las chicas, ellos llegan a la adolescencia y visualizan en la por**grafía que una chica no es solo su compañera de pupitre o su madre o hermana, sino un cuerpo. A través de la por**grafía la sociedad les dice a esos chicos que tienen derecho a disponer de esas tías. Ellos interiorizan este mensaje. El por** tiene un poder adictivo como cualquier juego de internet, pero no es un juego. Y no solo por toda la basura que hay detrás de esta industria, sino porque a los chicos les mete a sangre y fuego el derecho a acceder a los cuerpos de las mujeres, porque al final no es otra cosa.


- ¿Y las chicas?


- Lo primero que ven ellas en el por** son cuerpos que no son el suyo. Para empezar, aprenden que ellas están mal hechas, que sus cuerpos no dan la talla. Se habla mucho del miedo de los hombres a no dar la talla, pero en las mujeres ese miedo es enorme.


- ¿Por qué?


- Para empezar, todas las chicas que salen en el por** tienen el vello público afeitado y eso ha tenido tanta influencia que hoy en día casi todas las chicas de trece años se afeitan porque la por**grafía les ha dicho que es feo y sucio. También están las operaciones de las partes íntimas; las jóvenes se están operando no ya los pechos, sino los labios inferiores y esto es una vergüenza. Si en los años sesenta muchas mujeres confesaron que no tenían un orgasmo y no se lo pasaban tan bien como en las películas que veían, para las jóvenes de hoy la por**grafía está siendo devastadora porque están fingiendo que tienen orgasmos. Es todo una mentira y una hipocresía.


- ¿Tienen miedo a que se conozca la verdad?


- Ellas están muy expuestas a la idea de que el s*x* es maravilloso, de que te tiene que pasar lo de la por**grafía.


- ¿Los chicos y las chicas se están engañando mutuamente?


- Sí, pero con una diferencia. Ellas se quedan con la sensación de humillación y ellos al fin y al cabo han disfrutado, se levantan los pantalones y sienten algo así como el efecto lexatin para dormir. Usas a la pareja como lexatin. Si hay reciprocidad no hay ningún problema porque los dos se duermen y tan felices, pero si no la hay y las chicas no se atreven a decir que esto a mí no me ha relajado, que no era lo que yo quería, se va generando un distanciamiento.


- ¿La por**grafía tiene algo que ver en el aumento de las actitudes machistas entre los jóvenes?


- Muy probablemente. La palabra guarra la utilizan hoy los jóvenes a todas horas. Yo lo hablo mucho con mis alumnas y me dicen que sí, que las avasallan, las tocan y la palabra put* no se la quita nadie de la boca en esta sociedad. Es la palabra más pronunciada entre ellos. Ahí hay algo tremendo.


- Es algo que desde hace años se trata de evitar en los colegios pero no parece que dé resultado.


- Se hace poco.


- Se les proporciona la palabra empoderar. ¿Sirve para algo?


- Esa palabra les da a las chicas argumentos para pensar que igual no son frígidas, ni puritanas ni condenables, sino que tienen que explorar lo que sienten y no tienen por qué llevar una vida sexual precipitada en la que pueden arriesgarse a un embarazo o a una infección con una persona que ni siquiera es su pareja fija.


- ¿Es lo que ocurre en realidad?


- Hay un mandato de tener relaciones sexuales para ser guay y además la sociedad les dice que por qué no lo van a hacer si es bueno. Hay una frivolidad y una banalización del s*x* que tiene como víctimas fundamentalmente a las chicas porque son ellas quienes tienen el deber y el mandato de satisfacer al otro. El deseo del otro es sagrado.


- Perdone que se lo diga, pero esto me ha sonado a conservador.


- Una exalumna ya de camino a los 40 años me contó un día que cuando estaba en una discoteca se fue con un chico que no se puso preservativo. Ella le dijo 'oye tío, de qué vas, ponte un condón'. Él le contestó: 'Ahora me lo pongo, es que como últimamente me hago veinteañeras y pasan de todo...' Para mí esto es banalizar.


- ¿Ha dicho que dijo que se 'hacía veinteañeras'?


- A mí me sorprendió ese lenguaje de 'oye tío', porque lo mínimo podría haber sido que ella sintiera atracción por él, pero es que hasta lo contaba con cara de asco. Seré una anticuada, pero pienso que en una relación sexual casual tiene que haber una atracción que no permita ese tipo de conversación tan fría. Esa exalumna treintañera, alternativa, que vivía en una caravana con sus perros en la Sierra de Madrid, me transmitió que allí había mucho de humillación, aunque ella sintiera que iba por su polvo casual. Que te digan que me hago veinteañeras...


- ¿El romanticismo ha desaparecido?


- Ya no el romanticismo, sino la atracción física.


- ¿Todo esto que me dice es consecuencia de la revolución sexual de los años 60?


- Es consecuencia de que ha tenido una deriva patriarcal que no nos permite criticarla, porque cuando decimos que revolución sexual no es igual a mujeres desnudas en los quioscos nos responden que somos puritanas y nos callan la boca. Debemos de tener fuerza para criticar la revolución sexual en cuanto que tiene una parte muy patriarcal que hace equivaler libertad a que vayas a un quiosco y esté todo lleno de t*tas de mujeres. ¿Pero por qué tiene que ser transgresor para mí, que tengo mis propias t*tas, ir a un quiosco y ver t*tas? Es que nos han tomado el pelo.


- ¿Como si toda una gran industria hubiera estado manejando durante años los hilos de una parte del feminismo?


- Vamos a sospechar eso. Tenemos que aplicar la hermenéutica de la sospecha, que es lo que siempre ha hecho el feminismo, sospechar de que lo que nos decían que era una mujer no lo era, que lo que nos decían que era nuestra felicidad no lo era. Y ahora que nos dicen lo que es nuestro placer sexual, igual no lo es, es posible que nos estén tomando el pelo.
 
Últimamente ya no hay fiesta en la que no haya alguna joven violada allí mismo, y muchas veces por sus propios "amigos".
Al parecer no tienen muy claro, ni ellos ni ellas, cuáles son los límites de la amistad, el compañerismo, el tonteo, el ligue y se les va de las manos.
 
Hay algo que no me gusta desde hace tiempo, aunque parezca rancia y puritana: son los vestuarios y duchas comunes en las instalaciones deportivas.
¿Por qué tengo que aparecer desnuda ante otras mujeres? Aunque sean todas mujeres, no me apetece mostrarme en pelotas, ni siquiera en bragas y sujetador, ni me apetece asearme mis partes íntimas en comunidad.
Tampoco me apetece ver a tías buenas pavoneándose en pelotas por el vestuario exhibiendo sus cuerpazos.
Los gays y lesbianas se tienen que poner las botas.
¿Lo siguiente será poner también los inodoros en común?
 
Hay algo que no me gusta desde hace tiempo, aunque parezca rancia y puritana: son los vestuarios y duchas comunes en las instalaciones deportivas.
¿Por qué tengo que aparecer desnuda ante otras mujeres? Aunque sean todas mujeres, no me apetece mostrarme en pelotas, ni siquiera en bragas y sujetador, ni me apetece asearme mis partes íntimas en comunidad.
Tampoco me apetece ver a tías buenas pavoneándose en pelotas por el vestuario exhibiendo sus cuerpazos.
Los gays y lesbianas se tienen que poner las botas.
¿Lo siguiente será poner también los inodoros en común?


http://www.celebsnudeworld.com/3158/kristin-davis-nude-sauna-sex-and-the-city/



Jajajaja, me ha recordado a esta escena de Sex and the city cuando a Charlotte le da corte que la vean desnuda...
 
http://www.celebsnudeworld.com/3158/kristin-davis-nude-sauna-sex-and-the-city/



Jajajaja, me ha recordado a esta escena de Sex and the city cuando a Charlotte le da corte que la vean desnuda...
A mi ni me gusta que me vea ni me interesa ver a otras. Pero además recuerdo una mujer mayor, a quien le faltaba un pecho y se quejaba con toda la razón del mundo. Exhibir el cuerpo debe ser una opción libre, si incluso cuando vamos al médico nos dan una bata o nos cubren con una sábana para mostrar solo la parte necesaria....
 
Hay algo que no me gusta desde hace tiempo, aunque parezca rancia y puritana: son los vestuarios y duchas comunes en las instalaciones deportivas.
¿Por qué tengo que aparecer desnuda ante otras mujeres? Aunque sean todas mujeres, no me apetece mostrarme en pelotas, ni siquiera en bragas y sujetador, ni me apetece asearme mis partes íntimas en comunidad.
Tampoco me apetece ver a tías buenas pavoneándose en pelotas por el vestuario exhibiendo sus cuerpazos.
Los gays y lesbianas se tienen que poner las botas.
¿Lo siguiente será poner también los inodoros en común?

En mi lugar de origen muchos de los vestuarios en piscinas, gimnasios, etc son mixtos. Yo nunca he tenido ningún problema y no es que precisamente yo sea una exhibicionista. Simplemente me ducho, las hay cerradas y abiertas, me seco y me visto sin fijarme en nadie como suele hacer el resto de la gente, sean hombres y mujeres. También es cierto que la sociedad española es especialmente pudorosa con esos temas. Yo también conozco mujeres que no se atreven a pisar una sauna.
 
En mi lugar de origen muchos de los vestuarios en piscinas, gimnasios, etc son mixtos. Yo nunca he tenido ningún problema y no es que precisamente yo sea una exhibicionista. Simplemente me ducho, las hay cerradas y abiertas, me seco y me visto sin fijarme en nadie como suele hacer el resto de la gente, sean hombres y mujeres. También es cierto que la sociedad española es especialmente pudorosa con esos temas. Yo también conozco mujeres que no se atreven a pisar una sauna.
Pues no entiendo, no cuesta tanto poner unos paneles y separar espacios.
 
Parece que a ti si te interesa ver y/o dejarte ver. Si no ¿por qué tanto interés en que no haya paneles?

No hablo de mí, hablo en genérico y de lo que conozco y he vivido en Alemania o los países nórdicos donde no existe ese pudor por esconder tu cuerpo entre otras cosas porque a nadie le interesa. E insisto que son frecuentes los vestuarios mixtos porque nadie se preocupa de "espiar" a los vecinos.
 
No hablo de mí, hablo en genérico y de lo que conozco y he vivido en Alemania o los países nórdicos donde no existe ese pudor por esconder tu cuerpo entre otras cosas porque a nadie le interesa. E insisto que son frecuentes los vestuarios mixtos porque nadie se preocupa de "espiar" a los vecinos.
Pues fíjate si hay gente interesada en mirar que incluso se han descubierto en muchos casos cámaras ocultas en vestuarios, lo que es un delito.
Y ves que SI hay gente interesada en mirar.
 
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