Si en su momento se hubiera permitido el matrimonio de Carlos con la católica Camila, la familia real inglesa se habría ahorrado muchos escándalos. Habría sido un matrimonio polémico a causa de la religión pero el "problema" se habría solucionado educando a los hijos en la religión anglicana.
Impidiendo el matrimonio lo único que consiguieron es que las candidatas -y hubo una multitud- a princesas de Gales perdieran el tiempo y huyeran cuándo se dieron cuenta que la relación entre Carlos y Camila era sólida. La misma Sarah Spencer, hermana de Diana, lo hizo. Es muy irreal pensar que Diana ignoraba la relación entre Carlos y Camila. Imposible no saberlo perteneciendo al mismo círculo social (su abuela era dama de compañía de la reina madre y su cuñado secretario de Isabel II).
Coincido en que Carlos y Camila deben tener muchas aficiones en común e intereses intelectuales similares, de manera que se han convertido en grandes amigos -la única forma que una relación de pareja permanezca en el tiempo-.
Si Diana hubiese sido más inteligente habría podido ocupar el lugar de Camila ganándose a Carlos con paciencia; tenía otra opción: pasar de ellos y ser princesa y madre de rey y, en lugar de perseguir a hombres de dudosa reputación, buscarse amantes discretos como otras mujeres de la realeza.