Como NO lo hizo su padre, JC, y ya vemos, tan pimpante porque los españoles somos así de generosos.
Juramento de Leonor el 31 de Octubre de 2023 o Republica en 2022
- AutorHeleades
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Como NO lo hizo su padre, JC, y ya vemos, tan pimpante porque los españoles somos así de generosos.
Llita cuando su padre subió al trono no había la constitución que incluyó el juramento a la misma del heredero, el padre la sancionó mujer.
Exactamente, así fue, por juramento él está aun "sujeto" a los Principios Nacionales del Movimiento que si juró en el año 69.
Si creemos en juramentos, hagámoslo correctamente.
Se me quedó, ¿como se puede jugar a tantos bandos?
Esos principios se desmontaron desde la ley, acuérdate de Fdez Miranda, está todo en los libros de historia Llita.
Pues si se desmontaron entonces ¿por qué no acometió su obligación como era la de jurar la Constitución? Si ya no estaba sujeto al Movimiento Nacional, ¿por qué no hizo declaración de ello como le correspondía?
Lo hizo sancionando la nueva constitución.
Para asegurar que el hijo/a sea del borbi, ADN adecuado. Imagínate que la reina recipiente, da a luz a un heredero que no es hijo del susodicho.
Sancionar, que es lo que le corresponde ante todas las leyes que se promulguen, es confirmar una ley como válida, jurar es comprometerse a cumplirla.
Gracias, muchas gracias, por tu magnífico post.
Espero que alguien se interese por conocer más del perfecto Régimen Comunista.
Aunque soy mayor estudié Historia hace algunos años. Una compañera hizo un trabajo sobre Mao y me preguntó si conocía las atrocidades que había cometido el Régimen en China; por supuesto que lo sabía, siempre me ha gustado leer.
Ahora me asombra ver cómo gente que se considera cultísima porque no es de derechas puede ignorar semejantes salvajadas y matanzas.
Es también sorprendente que se ignoren los crímenes contra amplios sectores de la sociedad, como políticos, religiosos, etc. del 36, por parte del Gobierno legítimo que tenía la obligación de proteger a sus ciudadanos no de matarlos. (No soy católica).
No ignoro que la extrema derecha es violenta y sangrienta. Pero están muy lejos de los millones de personas que han matado los Regímenes Comunistas.
Gracias Rocío por contarlo. Ojalá que más personas que hayan vivido en Unión Soviética, China, Cuba o ahora Venezuela se atrevan a contar las maravillas de la izquierda aplicadas a seres humanos.
Felipe celebró su mayoría de edad acompañado de algunos de sus amigos más apreciados. Y, culminando la celebración, el ahora futuro rey de España, Felipe VI, recibió un regalo. Como a cualquier chico de su edad, su padre el Rey Juan Carlos, le regaló un coche, un flamante Seat Ibiza de alta gama color ‘fuego’ que el monarca, gran aficionado al automovilismo, había ‘tuneado’. España bien valía un coche y, si era español, mucho mejor.
Corría el 30 de enero de 1986 el príncipe Felipe de Borbón cumplía 18 años. Atrás quedaba su nacimiento en la clínica Nuestra Señora de Loreto. Aquel bebé rubito que, en palabras de su progenitor, se parecía mucho a su hermanita mayor Elena, era ya un adulto y debía tomar conciencia de las responsabilidades que le deparaba el futuro. Alcanzada la mayoría de edad, el heredero acometía una importante tarea. Ante la atenta mirada de sus padres, los Reyes don Juan Carlos y Doña Sofía, controlado por miles de ojos que observaban los primeros pasos del que se convertiría en futuro Rey de España, debía jurar su lealtad a la Constitución de 1978 y a su padre, el Rey, en el Congreso de los Diputados, aceptando así su papel como sucesor al trono. Felipe vestía su traje de civil, marcando las diferencias con su progenitor que, once años antes, había jurado su cargo como monarca ataviado con su traje de Capitán General del Ejército.
La imagen del momento del juramento ocupaba la portada de La Vanguardia del 31 de enero de 1986, no en vano se trataba de una fecha histórica. El joven heredero recibía, además, de manos de su padre el Collar de la Orden de Carlos III. El momento lo observaban muy de cerca los emocionados ojos de su padrino, su abuelo paterno Don Juan, Conde de Barcelona. La familia es la familia y, a la salida del hemiciclo, la propia Reina dejó de lado el protocolo e, impulsiva y maternal, besó a su hijo.
Corría el 30 de enero de 1986 el príncipe Felipe de Borbón cumplía 18 años. Atrás quedaba su nacimiento en la clínica Nuestra Señora de Loreto. Aquel bebé rubito que, en palabras de su progenitor, se parecía mucho a su hermanita mayor Elena, era ya un adulto y debía tomar conciencia de las responsabilidades que le deparaba el futuro. Alcanzada la mayoría de edad, el heredero acometía una importante tarea. Ante la atenta mirada de sus padres, los Reyes don Juan Carlos y Doña Sofía, controlado por miles de ojos que observaban los primeros pasos del que se convertiría en futuro Rey de España, debía jurar su lealtad a la Constitución de 1978 y a su padre, el Rey, en el Congreso de los Diputados, aceptando así su papel como sucesor al trono. Felipe vestía su traje de civil, marcando las diferencias con su progenitor que, once años antes, había jurado su cargo como monarca ataviado con su traje de Capitán General del Ejército.
La imagen del momento del juramento ocupaba la portada de La Vanguardia del 31 de enero de 1986, no en vano se trataba de una fecha histórica. El joven heredero recibía, además, de manos de su padre el Collar de la Orden de Carlos III. El momento lo observaban muy de cerca los emocionados ojos de su padrino, su abuelo paterno Don Juan, Conde de Barcelona. La familia es la familia y, a la salida del hemiciclo, la propia Reina dejó de lado el protocolo e, impulsiva y maternal, besó a su hijo.
