Julio Iglesias

Lo más terrible es que cuando decidieron mandar a los tres hijos a Miami por el secuestro de Papuchi, se dijo que se iban a vivir con su padre. Nadie nos imaginábamos que los cuidaría personalmente, pero es que ni siquiera los quiso en su casa, los mandö a la casa de Alfredo Fraile, su representante, que los adogió junto con su nani o tata, a la que todos, sobre Enrique consideran su madre.
 
Lo más terrible es que cuando decidieron mandar a los tres hijos a Miami por el secuestro de Papuchi, se dijo que se iban a vivir con su padre. Nadie nos imaginábamos que los cuidaría personalmente, pero es que ni siquiera los quiso en su casa, los mandö a la casa de Alfredo Fraile, su representante, que los adogió junto con su nani o tata, a la que todos, sobre Enrique consideran su madre.
A la Tata la mando Preysler con los niños y siempre dicen que les educó de manera exquisita. Lo he oído varias veces. Dudo mucho que Isabel no supiera ya como era Julio. No se los iba a mandar sin nadie. Lo que si que es cierto es que los hijos tienen muy buena relación con la madre (con loncual deduzco que el contacto era muy estrecho aún estando en miami) y que Julio le compro la casa en Miami a su madre
 
La agitada vida sentimental de Julio Iglesias: "groupies", modelos y amantes.

    • M. E. YAGÜE
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  • 13 JUL. 2019 02:05


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El cantante Julio Iglesias y la cantante Lola Flores y su familia GTRES
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Conquistó a 3.000 mujeres: Sydne Rome, Giannina Faccio, la hija de Sadat y claro, a María Edite, la madre de su nuevo hijo

El cantante, para satisfacer a Priscilla Presley, preparó un brebaje de guaraná, precursor de la viagra

Entre las 3.000 amantes que le atribuían a Julio Iglesias (75) hace unos años, lo normal es que una de ellas le hiciera padre. Y así ha ocurrido con María Edite Santos, una bailarina que actuaba en la misma sala de fiestas donde cantaba Julio en Tarragona, allá por 1975.

La portuguesa no figuró nunca entre las celebridades que el cantante iba anotando en una agenda con los nombres y teléfonos de sus conquistas. Desde azafatas pilladas al vuelo, y nunca mejor dicho, a modelos y ex esposas de personajes importantes. Bianca Jagger y Priscilla Presley podrían figurar en ese elenco, que quizá tiene más de leyenda que de realidad. Parte de la fábula, asegura que para poder dejar debidamente satisfecha a la viuda del rey del rock, Julio mandó preparar un vigoroso brebaje a base de guaraná. La viagra no estaba todavía en el mercado de los productos milagro.

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El cantante Julio Iglesias durante la promoción de su perfume de mujer 'Only'Ron Galella
Que Julio Iglesias ha sido un devorador sexual y hombre infiel por naturaleza, lo confirmaba Tamara Falcó estos días en una entrevista con Bertín Osborne: "Tío Julio le puso los cuernos y por eso mami le tuvo que abandonar". Cuando pasaron las escasas 10 noches de pasión con María Edite Santos, Julio llevaba cuatro años casado con Isabel Preysler, Chábeli tenía tres años, su hermano Julio José, dos y Enrique acababa de nacer.

Isabel se había casado con el cantante en 1971, embarazada y sin entusiasmo. Su deseo era irse a vivir a Estados Unidos y tener a su hijo sola. Pero Julio cumplió como un caballero español y formó con ella una familia, mientras disfrutaba del éxito con las mujeres que le daba la fama.

De regreso a Madrid, después de actuar en Argentina, donde la prensa publicó una de sus aventuras, el cantante se encontró con Isabel, que se las había ingeniado para entrar en la zona de equipajes. "Recoge tu maleta pero no vuelvas a casa", le dijo, poniendo fin a un matrimonio de siete años y tres hijos.

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El cantante Julio Iglesias junto a Isabel Preysler en Madrid en 1970
Gwendolyne, la chica británica, a la que conoció cuando estudiaba inglés en Londres y que inspiró la canción con la que compitió en Eurovisión en 1970. Y Natalie, una francesa que dio título a otra de sus composiciones, fueron seguramente las dos únicas relaciones de tipo romántico de su larga historia sentimental.

Una vez recuperada la soltería, instalado en Miami con un contrato con CBS, que le consagraba como la gran estrella internacional de la música latina, y otro de 200 millones de dólares, firmado con Coca Cola, Julio Iglesias se convertía en el latin lover más seductor del momento.

La modelo venezolana Virginia Sipl, que Julio llamaba la flaca, a pesar de su cuerpo de infarto, fue la primera relación posterior a su divorcio. Duró cinco años. Ella esperaba paciente en la mansión de Indian Creek a que volviera de sus actuaciones. Julio tiene fama de posesivo y celoso y la flaca se cansó de estar sola y de las noticias de las nuevas conquistas de su novio.

Conquistas tan llamativas como Jehan Sadat, la hija del presidente egipcio Anwar El Sadat, la actriz Sydne Rome o Giannina Faccio, la guapísima hija de un diplomático costarricense, cuya aventura con Philippe Junot, rompió el matrimonio del ejecutivo francés con Carolina de Mónaco.

TRÍOS Y COCA CON VAITIARE
Hasta que apareció Vaitiare Hirshon, una joven tahitiana de 17 años. Julio encontró en la inexperiencia y juventud de esta belleza exótica, a la amante sumisa y entregada que podía moldear a su medida. Fueron seis años, de 1982 a 1988, de un amor que daba envidia a todos los hombres que sienten debilidad por las lolitas.

Después un final amistoso, Vaitiare mostraba 22 años después el lado oscuro de Julio Iglesias, en Muñeca de trapo, unas memorias publicadas en España por Ediciones B, donde daba otra versión de aquel romance.

Según Vaitiare, Julio Iglesias la introdujo en el consumo de cocaína y la obligaba a hacer tríos sexuales contra su voluntad. "Cada noche hay una mujer distinta en nuestra cama. Siempre de senos grandes y dispuestas a todo... Son sombras que me abrazan, me hacen el amor, me comparten con él", escribía. Julio consideró la publicación una traición inesperada y dolorosa, pero no demandó a su antigua amante.

La modelo holandesa Miranda Rijnsburger, apareció en la vida de Julio con un grupo de modelos que solían formar parte de una corte femenina que atraía a señores importantes.

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El cantante Julio Iglesias junto a su novia Miranda Rijnsburger en 1996
Se encontraron con el cantante en Indonesia en 1990, donde él actuaba. La otras se fueron marchando, Miranda se quedó. Todo apuntaba a una relación diferente. Y así ha sido. Viven juntos desde entonces, tienen cinco hijos y se casaron en 2010. Con Miranda no acabaron las aventuras amorosas de Julio Iglesias. Pero el que resiste gana y la holandesa ha sabido tener paciencia y mirar para otro lado. También es cierto que a los 75 años, hasta el amante más fiero resulta inofensivo.

https://www.elmundo.es/loc/famosos/2019/07/13/5d28a868fdddff600d8b4585.html
 
La verdad es que Julio siempre ha aparentado mayor edad de la que tiene. No ha parecido importarle abusar del sol y allí están las consecuencias.
Nunca ha sido guapo, pero ha tenido un "no sé qué", que a mí, y supongo que a muchas llama la atención.

A mi lo único que me llama la atención de ese hombre es su cuenta corriente. Me ha dado repelús de joven, de adulto intermedio y de viejo.
 
Miguel Iglesias tiene una pinta muy poco saludable con esa delgadez extrema. Su novia tiene tipazo, pero si llueven gafas las engancha todas..
 
Si Julio Iglesias todavía se rodea de tias que le rien la gracia es porque se ha convertido en un viejo tan ridículo como Manolo Santana con esa "señora" con la que está o se ha casado.
 
Yo no estaria con un hombre que ha dicho lo que ha dicho de las mujeres,y que se ha demostrado lo depravado que ha podido llegar a ser.
Y,como padre,también deja mucho que desear.No sé lo que vio Miranda en él ( aparte de la billetera)...pero,valores,cero.
Dice muy poco a favor de ella.Ningún hijo lo quiere...
Tanto cantar aquello de "soy un truhán,soy un señor",que se ha creído mucho lo primero...y nada de lo segundo.
A mí es que Miranda no me convence.
Me da que es una mosquita muerta y sin escrúpulos. Todo por la pasta y a cualquier precio.
Recuerdo las fotografías de Julio en una cala caribeña rodeado de mujeres.
Lo entrevistaron un tiempo después preguntándole por lo ocurrido y no tuvo otra cosa que contestar que “El con Miranda era un Gavilán que necesitaba volar y que con Isabel fue un ancla”
A mí ya con aquello me quedó muy claro que esa relación era lo más frívolo que había conocido.
Si mi marido dice de nuestro matrimonio eso, lo tiro como poco al acantilado.
 
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