Juicio al 'procés' - Referéndum en Cataluña — El conflicto catalán

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Francia en este caso es un muro y España no va a tragar no cedio una de las Canarias a un Hitlet triunfante y sobre Cataluña no va a admitir ingerencias


LA CUESTIÓN CATALANA
La mediación que no llegó
  • La Generalitat pidió la intervención de relevantes personalidades europeas
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La Generalitat también intentó la mediación de Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión Europea, encargado de la cartera de Relaciones Institucionales y exministro holandés de Asuntos Exteriores. Un peso pesado de la Unión.
ENRIC JULIANA, Madrid

26/11/2017 02:09 | Actualizado a 26/11/2017 13:56
Mediación, mediación, mediación. Forzar una negociación sobre el estatus de Catalunya con un mediador internacional. Esa –y no la declaración unilateral de independencia– era la finalidad que perseguía Carles Puigdemont con la organización del referéndum de octubre. Estuvo cerca de conseguirlo gracias al tremendo impacto que tuvieron en todo el mundo las imágenes de la actuación policial el 1 de octubre.

Al menos tres personalidades internacionales estuvieron dispuestas a desempeñar ese papel de mediación, a petición de la Generalitat. Tres europeos de centroizquierda: Jonathan Powell, ex jefe de gabinete del líder británico Tony Blair; el expresidente de Austria Heinz Fischer, y el expresidente de la Comisión Europea y exprimer ministro de Italia Romano Prodi. Mariano Rajoy se negó en redondo: el Estado español no podía ser objeto de tutela internacional. La diplomacia española se empleó a fondo para impedirlo. Y las instituciones europeas, encabezadas porDonald Tusk, Jean-Claude Juncker y Antonio Tajani, apoyaron de manera decisiva al Estado español.
Tres personalidades estaban dispuestas a dar el paso: Jonathan Powell, Heinz Fischer y Romano Prodi
Una de las primeras personalidades contactadas, según ha podido contrastar este diario, fue Jonathan Powell, al que podríamos definir como mediador profesional. Este diplomático inglés dirige desde hace unos años la consultoría Inter/Mediate, dedicada a la mediación en conflictos internacionales. Powell fue la mano derecha de Blair en las negociaciones para poner fin al terrorismo en el Ulster. A partir de esa valiosa experiencia ha intervenido en varios conflictos. Ha estado presente en las conversaciones de paz en Colombia. El primer ministro conservador David Cameron le encomendó labores de mediación en Libia tras el derrocamiento del coronel Gaddafi. Participó en algún tramo del desarme de ETA.

Powell fue contactado por la Generalitat el pasado 11 de junio, según fuentes conocedoras de la negociación. El asesor británico estaba dispuesto a intervenir en la cuestión de Catalunya y así consta en un texto con su firma que puede leerse en la página web de Inter/Media: “He trabajado en muchos países que se enfrentan a quejas históricas enraizadas.

La única forma de resolverlas es hablando (...) Deberíamos evitar que en Catalunya se asiente un conflicto como el que vivimos en Irlanda del Norte. Catalunya no es el Irlanda del Norte, por supuesto, pero a menudo en ese tipo de conflictos las posiciones se encrespan sin que las partes lo deseen. El Gobierno español y los catalanes deberían aprender las lecciones de confrontaciones similares en otras partes”. El artículo lleva fecha del 4 de octubre, tres jornadas después de las cargas policiales del 1 de octubre. El mismo día en que Powell colgó su articulo en internet, el rey Felipe VI se dirigió a los españoles –y a la comunidad internacional– en un tono muy grave, apelando al inmediato restablecimiento de la legalidad constitucional en Catalunya. El discurso del jefe del Estado español no dejaba resquicio alguno para la mediación de terceros.

La Generalitat también intentó la mediación de Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión Europea, encargado de la cartera de Relaciones Institucionales y exministro holandés de Asuntos Exteriores. Un peso pesado de la Unión. Una apuesta arriesgada. El contacto se llevó a cabo a través de las autoridades de Flandes.

“No”, fue la respuesta, seca y tajante, de Timmermans, acorde con la línea de trabajo del presidente de la Comisión, Juncker, línea compartida con matices por el presidente del Consejo Europeo, el ex primer ministro polaco Tusk. Una respuesta positiva del socialdemócrata Timmermans habría abierto una brecha de imprevisibles consecuencias en la línea oficial de la Unión. El político holandés no colgó el teléfono a sus interlocutores, pero su negativa fue contundente. Que surgiesen voces favorables a la mediación internacional desde el interior de las instituciones europeas era la hipótesis más temida por la diplomacia española tras los hechos del 1 de octubre. Había aquellos días una auténtica ola de descrédito en la prensa internacional. La peor imagen que ha dado España desde la muerte del general Franco. Una imagen que ahora el Gobierno español intenta reparar con una campaña de publicidad en el exterior, que tendrá continuidad en el 2018. Fueron días muy críticos para el Gobierno.

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, con larga experiencia en Bruselas, y el embajador ante la UE, Pablo García-Berdoy, tuvieron que emplearse a fondo para contener los movimientos tácticos de la Generalitat, que tenía un excelente oficial en Bruselas, Amadeu Altafaj, jefe de la embajada catalana. Exportavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea y ex jefe de gabinete del vicepresidente Oli Rehn en el anterior mandato, Altafaj jugó una delicada partida de ajedrez con la diplomacia española. Su profesionalidad es reconocida abiertamente por sus contrincantes. Altafaj fue cesado inmediatamente por el Gobierno tras la aplicación del artículo 155.

Otra personalidad internacional dispuesta a mediar, según las fuentes consultadas, fue el expresidente federal de Austria Heinz Fischer, miembro del Partido Socialdemócrata. La Generalitat disponía de una representación específica en Viena, orientada también a países del este de Europa, dirigida por Adam Casals, experto en relaciones internacionales y excolaborador del Cidob. Romano Prodi también se mostró dispuesto a ejercer la mediación. Estamos hablando de una pieza de relieve en Europa.

Dos veces primer ministro de Italia al frente de sendas coaliciones de centroizquierda, expresidente de la Comisión Europea (1999-2004) y buen conocedor de Catalunya, gracias a su antigua amistad con Jordi Pujol y Pasqual Maragall. Prodi actuó con prudencia. Primero emitió un comunicado favorable al diálogo, junto con Piero Fassino, exministro y exalcalde de Turín, y Vittorio Craxi, ex subsecretario de Exteriores. Inmediatamente después envió un delegado a Barcelona para obtener un retrato más preciso de la situación.

Ese delegado se entrevistó con Puigdemont en el Palau de la Generalitat el 4 de octubre. “Vi a un hombre táctico, dispuesto a la negociación, pero lejos de la orilla. Un hombre sin nada a qué agarrarse. Un hombre en alta mar, desilusionado con algún contacto internacional que quizás le había hecho creer en otros escenarios. Insistía en la mediación, y le comuniqué que era muy difícil, dada la negativa del Gobierno español y la línea adoptada por la Comisión Europea. Le recomendé que no tomase decisiones que pudiesen empeorar la situación.” Ese fue, en síntesis, el informe que recibió Prodi.

El Gobierno italiano no ha sido muy duro con la Generalitat estos meses. Incluso Silvio Berlusconi se permitió criticar la actuación de la policía el 1 de octubre. “Yo lo habría hecho de otra manera”, dijo a los periodistas en Bruselas. La célula de Prodi también efectuó gestiones en Roma para sondear la disposición de la Santa Sede para una mediación eclesiástica, directa o indirecta. La respuesta del Vaticano fue negativa. La Iglesia de Roma no pensaba intervenir en el conflicto político de Catalunya, más allá de la labor apaciguadora y de mediación local que pudiesen efectuar eclesiásticos españoles y catalanes.

El 5 de octubre –un día después del discurso del Rey–, la Santa Sede dio a conocer su posición a través de la revista católica Vida Nueva. El Vaticano filtró que el papa Francisco había expresado su rechazo al independentismo catalán durante la presentación de credenciales del nuevo embajador español ante la Santa Sede, Gerardo Bugallo. “El Papa manifestó el rechazo de la Iglesia a toda actitud que no esté basada en el respeto a la legalidad constituida”, informaba la revista. Con todo, el Vaticano había dado su visto buena a una declaración de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre Catalunya, que no gustó nada al Gobierno español e hizo fruncir el ceño a casi toda la prensa de Madrid. Fechada el 27 de septiembre, la nota apelaba al “diálogo sincero”, pedía salvaguardar “los bienes comunes de siglos” (la unidad de España) y “los derechos propios de los diferentes pueblos que conforman el Estado”, y concluía con un llamamiento a evitar situaciones irreversibles.

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, tuvo un papel destacado en la redacción de esa nota, orientada también a salvaguardar la unidad del episcopado español. También buscó la mediación de la Iglesia católica el lehendakari vasco Iñigo Urkullu, en contacto con el cardenal Omella y los abades de Montserrat y Poblet, Josep Maria Soler y Octavi Vilà. Urkullu, formado en las comunidades católicas de base del País Vasco, comunicó el día 8 de octubre con el arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, destacado miembro de la Comunidad de San Egidio, organización solidaria, liderada por el seglar Andrea Riccardi, que ha destacado en distintas labores de mediación internacional, bajo la tutela vaticana.

El presidente vasco es un personaje fundamental para la reconstrucción rigurosa de los avatares de la política catalana de estos últimos meses. Aconsejó reiteradamente al presidente catalán que evitase situaciones sin salida, medió con el Gobierno español, envió reiterados mensajes a Bruselas y contribuyó a tejer un valioso y frágil pacto –no escrito– para que Puigdemont convocase elecciones antes de que el Gobierno activase el artículo 155. Hay detalles de la mediación vasca que aún no se conocen. Urkullu intentó evitar que se abriese en España el precinto de la intervención estatal de las autonomías. En eso consiste el 155 rápido escogido por Rajoy: la ruptura de un precinto.

La Generalitat buscó desesperadamente una mediación internacional y no la obtuvo pese a que había personas dispuestas a ejercerla. Rajoy se negó en redondo, y la Unión Europea dio pleno apoyo al Estado español. Desengañado, Puigdemont arremete ahora desde Bruselas contra las autoridades europeas, califica a la Unión de “club decadente” y sugiere, en una entrevista con la televisión israelí, de la que hoy informa La Vanguardia, la celebración de un referéndum en Catalunya –otro referéndum– sobre la UE. Con ese lenguaje, cualquier mediación europea es ya totalmente imposible.
Eso es de noviembre del año pasado. A abril de este año, la mediación no la pide la Gene, la pide el partido que gobierna en coalición con Merkel y el 90% de la prensa alemana. Ponte al día.
 
Ya no nos acordamos verdad

A CUESTIÓN CATALANA
Puigdemont cree que Catalunya debería votar si quiere seguir en la UE
  • El expresident califica la institución de “club de países decadentes y obsolescentes”
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Henrique Cymerman entrevista al president cesado Carles Puigdemont (Paul Sánchez)
HENRIQUE CYMERMAN | JERUSALÉN, Jerusalén. Corresponsal

26/11/2017 01:40 | Actualizado a 26/11/2017 18:06
Desde hace días, y sin ir más lejos ayer en la presentación de la candidatura de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont ha sumado ala Unión Europea (UE) a sus críticas al Gobierno de Mariano Rajoy.

De hecho, la define como un “club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles” y “donde hay varias varas de medir”. Sus criticas llegan al punto de plantear que los catalanes “deberían decidir si quieren pertenecer a esta Unión Europea” y “en qué condiciones”. “Vamos a ver qué dice el pueblo de Catalunya”.

Las declaraciones de Puigdemont forman parte de una entrevista realizada para el programa de investigación Zman Emet, del canal público israelí Canal 1 Kan, que ha preparado un reportaje sobre la situación en Catalunya.

En esta entrevista –de la que la presente información recoge la literalidad de algunas de sus respuestas–, el presidente cesado considera que “a lo mejor no hay mucha gente que quiera formar parte” de esta UE, “la del señor Juncker y Tajani”, y que es “tan insensible al atropello de los derechos humanos, de los derechos democráticos de una parte del territorio sólo porque una derecha postfranquista tenga interés en que sea así”.

No obstante, Puigdemont se declara partidario de la UE –y del euro– y asegura que va a “trabajar para cambiarla”, pero precisa que “también esta decisión la debe tomar el pueblo de Catalunya”. “No podemos dar por hecho que porque a los grandes intereses les convenga (...) que pertenezcamos a las UE la población esto lo va a aceptar sin ningún tipo de crítica”, argumenta el depuesto presidente de la Generalitat, al que ante tal reflexión el entrevistador le pregunta directamente si no descarta un Catexit.

Y la respuesta es taxativa: “Los que no lo descartan son los españoles y los europeos, porque no paran de decir que vamos a quedar fuera de la UE, pero quien debe tomar esa decisión son los ciudadanos de Catalunya, como deberían tomarla libremente los otros ciudadanos de Europa. ¿Quieren ustedes pertenecer o no a esta Unión Europea? ¿Y en qué condiciones? Vamos a ver qué dice el pueblo de Catalunya”.

En la entrevista, que se realizó en una localización elegida por el presidente cesado en Bruselas, Puigdemont confiesa que teme por su seguridad y confirma que el Gobierno belga ha dispuesto medidas en su entorno. Lo achaca a que “se ha atizado un odio, una especie de furia, contra todos nosotros y lo que representamos” y denuncia que su familia ha recibido amenazas de muerte. “Quién me garantiza a mí un trato justo en un contexto en el que hay vídeos de dirigentes políticos reclamando mi encarcelamiento y participando en manifestaciones con grupos neonazis que piden mi fusilamiento”, concluye.

Sobre si hubo avisos de reacción violenta del Estado a la DUI, Puigdemont señala que “el temor ha existido”. “Nos consta la voluntad del Estado de usar la violencia para evitar la independencia”. De hecho, sostiene que tiene conocimien to de que hubo “planes para ocupar con la fuerza policial las instituciones catalanas”. Afirma que se “asustó en algunos momentos” por la actuación policial el 1-O. “Temí que el Estado español no pusiera límites al uso de la violencia para frenar la democracia”. Relata que las cargas policiales en el colegio al que asisten sus hijas, “porque es el colegio de mis hijas y tenían que ensañarse ahí, fueron brutales”.

El presidente destituido sostiene que se optó por la declaración de independencia porque “no había otra opción”. A su juicio, “claro que no es la única solución”, pero señala que “es deber de España formular cuál es su solución para este problema”. “Lo que no es aceptable es que niegue el problema (…), nosotros estamos dispuestos a escuchar todo, pero hay que sentarse a hablar”, asegura en la entrevista. En esta línea, explica que tras la sentencia del Estatut se opta por el itinerario del Estado propio, que “a lo mejor puede ser un Estado que tenga una relación confederal, federal, asociada con España o independiente”, pero la respuesta siempre ha sido no.

Sobre la autocrítica de los últimos días en el bloque independentista, Puigdemont alega que “estábamos preparados para hacer la transición nacional desde la democracia”, con una situación de “normalidad democrática, de un Estado español que acepta un referéndum y una voluntad popular”. Asimismo, asegura que “jamás contemplamos otro calendario que no fuera uno muy largo”. “No esperábamos ningún reconocimiento internacional en horas, días, semanas o meses inmediatos” a la DUI.

“Es algo de cocción muy lenta”, reconoce Puigdemont, que sostiene que esa ausencia de apoyos “no prejuzga nada”. En la entrevista, Puigdemont también se manifiesta “preocupado” por el éxodo de empresas desde Catalunya, aunque señala que “hay que desdramatizar lo que es el diseño de una estrategia política de miedo económico”. En este sentido, avisa que “vaya muy con cuidado el Gobierno español en alentar la guerra económica con Catalunya porque las consecuencias las pagará toda España y Europa”. “Estoy convencido de que se creen de verdad el ‘antes pobre que rota’”.

Puigdemont se refiere a su situación judicial planteando una “paradoja”. “Si gano las elecciones y soy investido presidente, lo que me habría llevado a ganar las elecciones es lo que me puede llevar a prisión”. “Yo creo que eso Europa no puede aceptarlo”, concluye.
 
NO

sencilamente NO,

hay documentos directos del siglo XVIII que indican lo contrario, por suyerte los inglees tiene la maldita costrum,bre de guardar en archivos toda la documentación parlamentaria. TODA.,

Así que no. Hay documentos directos del siglo XVIII accesibles que invalidan toda las "revisiones" posteriores.

No necesito leer a Martinez Show, he aprendido hace mucho que en historia de España lo mejor es ir directamente a las fuentes inglesas o francesas de la época y pasar olimpicamente de historiadores del país (incluyendo catalanes), que han "revisado" tantas veces la historia que parece una broma de mal gusto, .

Como he dicho me quedo con las fuentes primarias. Y no, no comerciaban lso extranjeros s de hecho una de las clausulas del tratado de Ultrecht fue precisamente que los ingleses pudieran comerciar con América. Los barcos habían de ser castellano, otra cosa es el personal del barco pero el barco habia de ser castellano. No se si entiendes, los catalanes podian trabajar en dichos barcos pero dichos barcos eran CASTELLANOS, es decir los catalanes podian trabajar en barcos castellanos pero de ninguna manera comerciar ellos con America, ni los catalanes ni los extranjeros, ni el resto de la corona de aragón. .

En este libro está todo sobre el tema, es original del siglo XVIII, editado en el siglo XVIII y recoge las cartas de los ministros ingleses a la Reina y la discusión en la camara de los comunes con respecto al problema catalán así como la opinión de lord Bolingbroke y la compañia de ministros ingleses diciendole a la rena Anna que no entendia porque los catalanes querian los conservar los prvilegios de la bolsa y la espada pudiendo tener los castellanos de comerciar con las Americas, hay también largas discusiones. Por suerte en todo lo relacionado con esta época hay fuentes primarias directas que se pueden estudiar pasando de interpretaciones a posteriori.

https://play.google.com/store/books/details?id=mo9IAQAAMAAJ&rdid=book-mo9IAQAAMAAJ&rdot=1
De paso que te digan que bandera llevaban los barcos.
De acuerdo contigo.-
 
De paso que te digan que bandera llevaban los barcos.
De acuerdo contigo.-
Del testamento de Isabel la Católica

OTROSÍ, por quanto las Yslas e Tierra Firme del Mar Oçéano, e Yslas de Canaria, fueron descubiertas e conquistadas a costa destos mis reynos e con los naturales dellos, e por esto es rasón quel trato e prouecho dellas se aya e trate e negoçie destos mis reynos de Castilla e León, e en ellos e a ellos venga todo lo que de allá se traxiere.

Por ende, ordeno e mando que así se cunpla, así en las que fasta aquí son descubiertas, como en las que se descubrieren de aquí adelante e no en otra parte alguna.
 
Eso es de noviembre del año pasado. A abril de este año, la mediación no la pide la Gene, la pide el partido que gobierna en coalición con Merkel y el 90% de la prensa alemana. Ponte al día.
La pide un eurodiputado de los 96 que tiene alemania en el parlamento europeo es decir un 1%
El eurodiputado de la CDU, el partido de Angela Merkel, Elmar Brok y son varios los políticos de diferentes ideologías
Traduzcamos un eurodiputado y varios cuantos dos tres cuatro y a excepcion de alguno de ultraquierda ninguno partido lo va apoyar

En la prensa española fuera de Cataluña alguien la apoya . Algun partido español
No os van a sacar las castañas del fuego a ver si se enterais

Resultados


CDU/CSUAngela Merkel
Votos 15,317,344
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15.7 %
Escaños obtenidos 246
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65

32.9 %
 
De paso que te digan que bandera llevaban los barcos.
De acuerdo contigo.-
Bueno Castilla pagaba todos los gastos y tambien fueron sus tropas y sus dineros los que evitaron que Cataluña fuera conquistada por los franceses
A Castilla y a León, Nuevo Mundo dio Colón.
Epitafio puesto en la tumba de Colon por Fernando el Catolico
Por cierto con su legendaria agudeza los catalanes apoyaron al hermano mayor de Fernando el Catolico Carlos Principe de Viana y le hicieron la vida imposible cuando era niño
Logicamente cuando fue maypr paso olimpicamente de ellos y siendo Rey apenas paso tiempo en Cataluña
 
Última edición:
Veamos las Naciones Unidas es en realidad un experto de los miles que tiene
La CPU en realidad uno de los 96 eurodiputados y supongo que toda la prensa alemana seran uno o dos periodicos de cuantos
 
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