Juicio al 'procés' - Referéndum en Cataluña — El conflicto catalán - Parte II

Sí, es muy sencillo: porque el Magistrado Llarena ha dicho que no le interesa y que se lo queden en Bélgica.

Cuidadín con Puchi, le gusta pegar sablazos y vive de gorra sin dar palo al agua. A ver si va a ser por eso.
Puchini es catalufo...y el lema "nacional" es... "ascolti, la pela es la pela". Y cuando les dan las pelas no les importa que vengan del "estado opresor".
Para eso si somos buenos.
 
Torra es un fascista para quien los hermanos Badía, también fascistas, también eran patriotas catalanes.

Lo tuyo es preocupante. Y trata de mantener las formas, cada vez te resulta más difícil disimular tu impotencia.

cada cual con sus patriotas, los españoles con los suyos y los catalanes con los propios.

se ve que los héroes nacionales catalanes son incompatibles con los héroes nacionales españoles , será el famoso hecho diferencial.

España, nación de naciones.
 
Igual hasta se cansan, si lo sabré yo, que llevo sangre catalana en mis venas. De muuuuchas generaciones.
Para más inri, el señor nos ha salido "fisno" Por lo que cuentan, nada de ir al bar de la esquina a desayunar.. Viledo va a la chocolatería más cara de la ciudad (mismo caso en la comida y la cena)
Es lo menos que se merece el mandamás de la "república más mejor" del mundo mundial....:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
cada cual con sus patriotas, los españoles con los suyos y los catalanes con los propios.

se ve que los héroes nacionales catalanes son incompatibles con los héroes nacionales españoles , será el famoso hecho diferencial.

España, nación de naciones.

Error. Una cosa es ser patriota y otra fascista. Lo último lo descalifica todo. Los patriotas honestos son los primeros interesados en no mezclarse con gentuza que ensucia su causa.
 
La capital del régimen

Si Presidentorra buscaba capital para un país casposo y carca, que cree ser más de lo que es, aferrado a las ferias del ajo y la ratafía, con ciudadanos de roscón dominical y chalet en la costa, preocupados sobre todo por las apariencias, y que miren por encima del hombro a los charnegos, inmigrantes y otros animales de clase baja, su elección es perfecta: Girona es la ciudad ideal y él mismo el inmejorable jefe de estado. Que hay otros Girona? Quizás sí, pero no son la auténtica.

La capital tiene que ser el reflejo del país cerrado y lóbrego que según todos los indicios pretenden crear, así que está justificado que Presidentorra prefiera Girona a la cosmopolita Barcelona, un país provinciano merece una capital provinciana. En Girona todos se conocen, y esto permite mirar mal a quien lo merece, en Girona existen más de 300 maneras de mirar mal al vecino -transmeses de padres a hijos, en un abanico de posibilidades que van desde el «a la que te vuelvas te criticaré »hasta el« que poco eres », tan sutiles que son imperceptibles para el forastero.
La Cataluña actual necesita una panoplia similar de miradas, ahora que cada vez es más claro cuáles son los malos catalanes.
Los gerundenses, además, han demostrado que al grito de «ya» y -esto es básico- sin pensar, tanto cortan la vía del tren como cambian de nombre una plaza, como con sólo cuatro tractores bloquean la principal arteria ciudadana, algo imposible en Barcelona, ciudad de amplias avenidas. Y todo, con permiso municipal, qué digo permiso, colaboración, a ver si toma nota Colau .
En Girona mundo lleva lazo amarillo, por la sencilla razón de que quien no lo lleva no es gerundense auténtico, y nos levantamos temprano porque lo dice en Guardiola . Y aquí la ropa sucia se lava en casa, y de fuera vinieron que de casa nos sacaron, y los catalanes de las piedras hacemos panes y quien no quiera polvo que no vaya a la era, nos encantan las frases hechas, cuanto más rancias mejor, que dejen claro que aquí, en conservadores, no nos gana nadie. Como la Cataluña de Presidentorra.
Girona, en fin, es la ciudad que ha hecho del xuixo su símbolo: una pasta azucarada, aceitosa y empalagosa hasta decir basta, exactamente como la republiqueta que nos quisieron endosar, e igualmente creada sobre la falacia que nació aquí, desde abajo. Por voluntad popular, como si dijéramos.
Aunque estas razones ya serían suficientes para proclamar Girona capital de la nueva Cataluña, me huelo que Presidentorra ha valorado otros, más personales. El factor humano, ya saben. En Barcelona nadie lo reconoce, y eso duele a quien cree ser importante. Va a paseo, va en metro, y lo toman por un marchante de ganado que va a la capital a gastarse lo que ha ganado vendiendo Elvira, su amada vaca. Le faltan sólo las alpargatas de veta y una cesta en el brazo con una gallina que asoma. Mejillas rojas, sonrisa boba, es la víctima propicia de malnacidos que lo quieren embaucar con una estampilla a cambio de 1.000 euros y, lo que es peor, lo consiguen cada día. No, en Barcelona nadie loa a Presidentorra, y eso duele. Girona, provinciana ella, es otra cosa: no puede dar un paso sin que alguien le pida un selfie , sin que le acerquen niños para que los mariposee, sin que le hagan tocar enfermos para que los cure.
Barcelona, desafecta al régimen, no puede ser capital, esto es prerrogativa de Girona. Quizás, a semejanza del Ferrol, deberíamos bautizar Girona del Caudillo. Suena bien.

Albert Soler
 
La capital del régimen

Si Presidentorra buscaba capital para un país casposo y carca, que cree ser más de lo que es, aferrado a las ferias del ajo y la ratafía, con ciudadanos de roscón dominical y chalet en la costa, preocupados sobre todo por las apariencias, y que miren por encima del hombro a los charnegos, inmigrantes y otros animales de clase baja, su elección es perfecta: Girona es la ciudad ideal y él mismo el inmejorable jefe de estado. Que hay otros Girona? Quizás sí, pero no son la auténtica.

La capital tiene que ser el reflejo del país cerrado y lóbrego que según todos los indicios pretenden crear, así que está justificado que Presidentorra prefiera Girona a la cosmopolita Barcelona, un país provinciano merece una capital provinciana. En Girona todos se conocen, y esto permite mirar mal a quien lo merece, en Girona existen más de 300 maneras de mirar mal al vecino -transmeses de padres a hijos, en un abanico de posibilidades que van desde el «a la que te vuelvas te criticaré »hasta el« que poco eres », tan sutiles que son imperceptibles para el forastero.
La Cataluña actual necesita una panoplia similar de miradas, ahora que cada vez es más claro cuáles son los malos catalanes.
Los gerundenses, además, han demostrado que al grito de «ya» y -esto es básico- sin pensar, tanto cortan la vía del tren como cambian de nombre una plaza, como con sólo cuatro tractores bloquean la principal arteria ciudadana, algo imposible en Barcelona, ciudad de amplias avenidas. Y todo, con permiso municipal, qué digo permiso, colaboración, a ver si toma nota Colau .
En Girona mundo lleva lazo amarillo, por la sencilla razón de que quien no lo lleva no es gerundense auténtico, y nos levantamos temprano porque lo dice en Guardiola . Y aquí la ropa sucia se lava en casa, y de fuera vinieron que de casa nos sacaron, y los catalanes de las piedras hacemos panes y quien no quiera polvo que no vaya a la era, nos encantan las frases hechas, cuanto más rancias mejor, que dejen claro que aquí, en conservadores, no nos gana nadie. Como la Cataluña de Presidentorra.
Girona, en fin, es la ciudad que ha hecho del xuixo su símbolo: una pasta azucarada, aceitosa y empalagosa hasta decir basta, exactamente como la republiqueta que nos quisieron endosar, e igualmente creada sobre la falacia que nació aquí, desde abajo. Por voluntad popular, como si dijéramos.
Aunque estas razones ya serían suficientes para proclamar Girona capital de la nueva Cataluña, me huelo que Presidentorra ha valorado otros, más personales. El factor humano, ya saben. En Barcelona nadie lo reconoce, y eso duele a quien cree ser importante. Va a paseo, va en metro, y lo toman por un marchante de ganado que va a la capital a gastarse lo que ha ganado vendiendo Elvira, su amada vaca. Le faltan sólo las alpargatas de veta y una cesta en el brazo con una gallina que asoma. Mejillas rojas, sonrisa boba, es la víctima propicia de malnacidos que lo quieren embaucar con una estampilla a cambio de 1.000 euros y, lo que es peor, lo consiguen cada día. No, en Barcelona nadie loa a Presidentorra, y eso duele. Girona, provinciana ella, es otra cosa: no puede dar un paso sin que alguien le pida un selfie , sin que le acerquen niños para que los mariposee, sin que le hagan tocar enfermos para que los cure.
Barcelona, desafecta al régimen, no puede ser capital, esto es prerrogativa de Girona. Quizás, a semejanza del Ferrol, deberíamos bautizar Girona del Caudillo. Suena bien.

Albert Soler

Un crack, este chico. Pero una puntualización: Ferrol ya no se llama “del Caudillo”. Están más orgullosos de su Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE.
 
Error. Una cosa es ser patriota y otra fascista. Lo último lo descalifica todo. Los patriotas honestos son los primeros interesados en no mezclarse con gentuza que ensucia su causa.

los patriotas catalanes rememoran a quienes lucharon por la causa de la república catalana, fueran catalanes de derechas, izquierdas o mediopensionistas. celebran la causa, no necesariamente suscriben todo lo que dijeron , escribieron, pensaron este o el otro. Los Brits rememoran a Churchill y parece ser que era un misógino, un anti-semita y cuarenta cosas mas, además de un supremacista blanco. Pero le paró los pies a Hitler, con Stalin y FDR.

en los años treinta, todas las derechas europeas eran fascistoides y la derecha catalana no era la excepción.

pero solo la derecha española se alió con Hitler y Mussolini para exterminar al adversario e imponer cuarenta años de dictadura.
 
Última edición por un moderador:
los patriotas catalanes rememoran a quienes lucharon por la causa de la república catalana, sean de derecha o izquierdas o mediopensionistas.

en los años treinta, todas las derechas europeas eran fascistoides y la derecha catalana no era la excepción.

pero solo la derecha española se alió con Hitler y Mussolini para exterminar al adversario e imponer cuarenta años de dictadura.

Fascista, Torra es un fascista indigno de decirse “patriota”. Tú sabrás a quién admiras, habla de tí. Los demás lo tenemos claro.
 

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