Juego: "Sólo cinco palabras"

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Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que hable con
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero...
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está...
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer...
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no encuentra a la madre de...
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no encuentra a la madre de Carlos. Puede que la secuestraran
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no encuentra a la madre de Carlos. Puede que la secuestraran Los Medusa, una banda de...
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no encuentra a la madre de Carlos. Puede que la secuestraran Los Medusa, una banda criminal que trapichea con droga
 
Había una vez un chico de ojos verdes y moreno que guardaba un gran secreto. En su habitación oculta algo. Nunca deja que nadie entre. La puerta siempre permanece cerrada. Se oyen ruidos raros dentro. Sin embargo, en la noche de su cumpleaños invitó a sus viejos amigos de la facultad a una gran fiesta temática italiana. Había pasta, vino, queso, pizza, helados, lasaña y risottos. La comida estaba envenenada con un somnífero muy potente que causaba sueño de forma instantánea. ¿Quién había envenenado la comida?, se preguntó el inspector de policía que acudió a la casa. El inspector es un poco despistado, como Colombo, y es muy divertido. Siente vocación por su trabajo y siempre se implica con las víctimas. Le dijo a su ayudante: "este caso hay que resolverlo con la mayor premura posible". Aunque ambos saben que va a ser un caso muy difícil de resolver debido a que no parece haber ninguna víctima que quiera hablar. Entonces decidieron interrogar al chico para averiguar si estaba implicado. Necesitan además, coger muestras de todo, los CSI encontraron huellas, saliva, sangre... El chico parecía algo nervioso, inquieto, las manos le temblaban mucho y su mirada era temerosa, tenía miedo, como si estuviese ocultando algo. El inspector le tomó las huellas para comprobar cuanto antes si había alguna coincidencia con las que Grissom había recogido de la casa. Hay coincidencias, pero no todas, así que no están seguros de que él sea culpable. Además hay otros sospechosos como Jensen, su declaración no concuerda con la de los otros. Dijo que la noche del suceso se había quedado dormido después de la cena, pero hay testigos que le vieron en el salón despierto recogiendo todo. ¿Estaría ocultando alguna prueba o es que el somnífero no le había causado efecto porque su masa corporal está por encima de la media?. El inspector está convencido de que no es trigo limpio y por eso le va a pinchar a ver si consigue que hable y cuente la verdad. Su ayudante, por otro lado no piensa lo mismo. En realidad él sospecha más de Carlos, el protagonista de la historia. Conoce sus negocios sucios en el tráfico de drogas y en el de armas.
Carlos vive con su madre, que desconoce a que se dedica, a negocios ilegales. Cree que trabaja como mecánico en un taller a las afueras y por eso llega tarde siempre. Julia, la vecina, cuenta que desde hace un tiempo no ve a la madre salir a regar sus plantas ni a pasear a Mozart, su perro pastor alemán. Además, la persiana de su dormitorio permanece constantemente bajada. Julia está preocupada. Pudieron haberle hecho daño. Por eso le pide a Blas, su marido, que pida las llaves al portero para entrar en el piso y comprobar si todo está correcto. Entra con miedo de encontrarse a la pobre mujer muerta. Explora la casa pero no encuentra a la madre de Carlos. Puede que la secuestraran Los Medusa, una banda criminal que trapichea con droga o que la mujer simplemente...
 

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