Juan Carlos I abandona España. Zarzuela emite un comunicado escueto sobre su destino. El Gobierno no le retirará el título de rey

El Rey y las empresas
76
Juan Rosell
JUAN ROSELL
JUAN ROSELL

22/08/2020 00:02Actualizado a22/08/2020 12:38
Desde el día de la salida provisional del rey emérito me han llamado no uno ni una docena, sino muchos empresarios, recordando los viajes empresariales por todo el mundo, desde China hasta Estados Unidos, pasando por Latinoamérica hasta Europa y Asia, donde su presencia ha ayudado a promocionar los productos y los servicios españoles, poniendo la marca España al máximo nivel.
Un empresario me decía: “Yo estoy en China por él, así de claro. Hizo que los dirigentes chinos me abrieran las puertas, algo que yo nunca había conseguido”. Otro empresario añadía: “Había dudas en mi proyecto, y el Rey intercedió y ganamos, ¿te acuerdas?”. Y así podría citar muchos ejemplos.










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Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional y un gran embajador que ha sido clave en el progreso económico

He sido testigo durante años de los viajes en que el rey emérito, y ahora el rey Felipe VI, han servido y sirven a las empresas españolas como embajadores inmejorables, los dos con estilos bien distintos, pero a cual mejor. Algunas personas muy alejadas del mundo de la empresa siguen sin entender que una institución arraigada y consolidada transmite seguridad y estabilidad. Nada que objetar, por supuesto, a que, como todos y como todo, deba guiarse con los máximos índices de exigencia.
La transición política española se explica “de la ley a la ley”, pero la auténtica realidad es que el rey Juan Carlos I se despojó de todos los poderes que tenía –y que podía haber mantenido– y puso los cimientos de una auténtica monarquía parlamentaria moderna, que nada tiene que envidiar a las modernas monarquías del norte de Europa o a la propia monarquía del Reino Unido.
En paralelo a una transición política impecable, y que tuvo como principal virtud integrar a todos los que quisieran hacerlo (y fueron casi todos), se ha desarrollado una economía que en los últimos 40 años ha creado en España más y mejor bienestar que en toda nuestra historia.
Nuestra renta per cápita se ha multiplicado por dos en los últimos cuarenta años; el número de personas empleadas ha crecido un 50%; la esperanza de vida ha aumentado en diez años, y el número de estudiantes universitarios se ha multiplicado por más de dos. Y así cualquier parámetro, tanto económico como social, que queramos observar y comparar.
Dani Duch / ARCHIVO
Dani Duch / ARCHIVO (Dani Duch)
Si en el año 2000 había 66.278 empresas españolas exportando, hoy hay más de 200.000 y las exportaciones representan el 34% de nuestro PIB. Ni que decir tiene la gran importancia de la inversión extranjera en España durante estos años, en los que la figura del rey Juan Carlos I es clave para la implantación, entre otras, de las fábricas automovilísticas, especialmente estadounidenses, tanto en el caso concreto de Ford, en Valencia, como de General Motors, en Zaragoza. Y así tantas otras. La clave ha sido la imagen de un país nuevo y joven con ganas de trabajar.
También ha sido decisiva la Corona en el acompañamiento de las grandes inversiones de las empresas españolas en el exterior. El dinero es importante, pero también lo es por quién va acompañado.
Algunos, no pocos por desgracia, anclados en el pasado y en viejas reliquias ideológicas fuera de lugar en el mundo actual, culpan a la monarquía de todos los males y atribuyen a una supuesta república todos los valores y parabienes. Desgraciadamente en la historia de España hemos tenido dos repúblicas: la primera acabó en monarquía por su fracaso rotundo y la segunda constituyó un fracaso colectivo que trajo como consecuencia una guerra civil fratricida, que es el peor de los males para cualquier país.
Podrán ponerse en tela de juicio algunas actuaciones del rey emérito a escala personal, pero pocas, muy pocas, a escala institucional, un ámbito donde ha cumplido con nota cualquier actuación.
Si a escala personal ponemos el listón tan alto, probablemente muy pocos podrán salvarse. Veamos a tantos políticos actuales, analicemos su vida privada y sus circunstancias. Y veremos que no son, con excepciones, un ejemplo de nada; salvo de servirse a sí mismos y a su bienestar particular, si lo comparamos con lo que fueron ellos mismos antes de entrar en política.
Primero habrá que aceptar la presunción de inocencia, que supongo que rige para todos, después demostrar los supuestos hechos y, posteriormente, que cada cual responda adecuadamente.
También en estos nuevos tiempos, con nuevas actitudes para todos y para todo, habrá que ir haciéndose algunas preguntas aclaradoras. ¿No ha habido más donaciones con anterioridad? ¿No se gastó algún dinero para ayudar a traer la democracia a España? ¿Quién ha pagado ciertas necesidades del Estado cuando éste tenía varias o eran insuficientes los gastos reservados? ¿Por qué determinados temas se han arreglado sin dinero? ¿Por arte de magia o pagando? ¿Cómo se arregla en otros países? ¿Por qué vamos a ser diferentes? En estos tiempos empiezan a aparecer pruebas de todo tipo, pero hasta hace muy poco no todo era digital, y no ha quedado ningún rastro.
Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional que nos ha cambiado este país para mejor, con lo difícil que resulta construir riqueza y bienestar. Tiene, por supuesto, aunque no el ámbito político, sus sombras pero que quedan minimizadas por su papel institucional. Por eso, en vez de perder el tiempo en juegos políticos sería bueno que entre todos buscáramos cómo poder mejorar la vida de todos en estos tiempos tan difíciles que nos vienen.
 
El Rey y las empresas
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22/08/2020 00:02Actualizado a22/08/2020 12:38
Desde el día de la salida provisional del rey emérito me han llamado no uno ni una docena, sino muchos empresarios, recordando los viajes empresariales por todo el mundo, desde China hasta Estados Unidos, pasando por Latinoamérica hasta Europa y Asia, donde su presencia ha ayudado a promocionar los productos y los servicios españoles, poniendo la marca España al máximo nivel.
Un empresario me decía: “Yo estoy en China por él, así de claro. Hizo que los dirigentes chinos me abrieran las puertas, algo que yo nunca había conseguido”. Otro empresario añadía: “Había dudas en mi proyecto, y el Rey intercedió y ganamos, ¿te acuerdas?”. Y así podría citar muchos ejemplos.










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Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional y un gran embajador que ha sido clave en el progreso económico

He sido testigo durante años de los viajes en que el rey emérito, y ahora el rey Felipe VI, han servido y sirven a las empresas españolas como embajadores inmejorables, los dos con estilos bien distintos, pero a cual mejor. Algunas personas muy alejadas del mundo de la empresa siguen sin entender que una institución arraigada y consolidada transmite seguridad y estabilidad. Nada que objetar, por supuesto, a que, como todos y como todo, deba guiarse con los máximos índices de exigencia.
La transición política española se explica “de la ley a la ley”, pero la auténtica realidad es que el rey Juan Carlos I se despojó de todos los poderes que tenía –y que podía haber mantenido– y puso los cimientos de una auténtica monarquía parlamentaria moderna, que nada tiene que envidiar a las modernas monarquías del norte de Europa o a la propia monarquía del Reino Unido.
En paralelo a una transición política impecable, y que tuvo como principal virtud integrar a todos los que quisieran hacerlo (y fueron casi todos), se ha desarrollado una economía que en los últimos 40 años ha creado en España más y mejor bienestar que en toda nuestra historia.
Nuestra renta per cápita se ha multiplicado por dos en los últimos cuarenta años; el número de personas empleadas ha crecido un 50%; la esperanza de vida ha aumentado en diez años, y el número de estudiantes universitarios se ha multiplicado por más de dos. Y así cualquier parámetro, tanto económico como social, que queramos observar y comparar.
Dani Duch / ARCHIVO
Dani Duch / ARCHIVO (Dani Duch)
Si en el año 2000 había 66.278 empresas españolas exportando, hoy hay más de 200.000 y las exportaciones representan el 34% de nuestro PIB. Ni que decir tiene la gran importancia de la inversión extranjera en España durante estos años, en los que la figura del rey Juan Carlos I es clave para la implantación, entre otras, de las fábricas automovilísticas, especialmente estadounidenses, tanto en el caso concreto de Ford, en Valencia, como de General Motors, en Zaragoza. Y así tantas otras. La clave ha sido la imagen de un país nuevo y joven con ganas de trabajar.
También ha sido decisiva la Corona en el acompañamiento de las grandes inversiones de las empresas españolas en el exterior. El dinero es importante, pero también lo es por quién va acompañado.
Algunos, no pocos por desgracia, anclados en el pasado y en viejas reliquias ideológicas fuera de lugar en el mundo actual, culpan a la monarquía de todos los males y atribuyen a una supuesta república todos los valores y parabienes. Desgraciadamente en la historia de España hemos tenido dos repúblicas: la primera acabó en monarquía por su fracaso rotundo y la segunda constituyó un fracaso colectivo que trajo como consecuencia una guerra civil fratricida, que es el peor de los males para cualquier país.
Podrán ponerse en tela de juicio algunas actuaciones del rey emérito a escala personal, pero pocas, muy pocas, a escala institucional, un ámbito donde ha cumplido con nota cualquier actuación.
Si a escala personal ponemos el listón tan alto, probablemente muy pocos podrán salvarse. Veamos a tantos políticos actuales, analicemos su vida privada y sus circunstancias. Y veremos que no son, con excepciones, un ejemplo de nada; salvo de servirse a sí mismos y a su bienestar particular, si lo comparamos con lo que fueron ellos mismos antes de entrar en política.
Primero habrá que aceptar la presunción de inocencia, que supongo que rige para todos, después demostrar los supuestos hechos y, posteriormente, que cada cual responda adecuadamente.
También en estos nuevos tiempos, con nuevas actitudes para todos y para todo, habrá que ir haciéndose algunas preguntas aclaradoras. ¿No ha habido más donaciones con anterioridad? ¿No se gastó algún dinero para ayudar a traer la democracia a España? ¿Quién ha pagado ciertas necesidades del Estado cuando éste tenía varias o eran insuficientes los gastos reservados? ¿Por qué determinados temas se han arreglado sin dinero? ¿Por arte de magia o pagando? ¿Cómo se arregla en otros países? ¿Por qué vamos a ser diferentes? En estos tiempos empiezan a aparecer pruebas de todo tipo, pero hasta hace muy poco no todo era digital, y no ha quedado ningún rastro.
Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional que nos ha cambiado este país para mejor, con lo difícil que resulta construir riqueza y bienestar. Tiene, por supuesto, aunque no el ámbito político, sus sombras pero que quedan minimizadas por su papel institucional. Por eso, en vez de perder el tiempo en juegos políticos sería bueno que entre todos buscáramos cómo poder mejorar la vida de todos en estos tiempos tan difíciles que nos vienen.
Uffffff Que ya sabemos que los reyes son los padres, YA VALE DE CUENTOS!!! presunción de inocencia el rey??? si es inviolable por la gracia de Dios
Que más saldrá que hay tanto nerviosismo, claro saben que si salen más cuentas fuera de España van a salir más nombres, por eso dicen que defienden a JC, cuando en realidad SE ESTÁN DEFENDIENDO ELLOS
 
El Rey y las empresas
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22/08/2020 00:02Actualizado a22/08/2020 12:38
Desde el día de la salida provisional del rey emérito me han llamado no uno ni una docena, sino muchos empresarios, recordando los viajes empresariales por todo el mundo, desde China hasta Estados Unidos, pasando por Latinoamérica hasta Europa y Asia, donde su presencia ha ayudado a promocionar los productos y los servicios españoles, poniendo la marca España al máximo nivel.
Un empresario me decía: “Yo estoy en China por él, así de claro. Hizo que los dirigentes chinos me abrieran las puertas, algo que yo nunca había conseguido”. Otro empresario añadía: “Había dudas en mi proyecto, y el Rey intercedió y ganamos, ¿te acuerdas?”. Y así podría citar muchos ejemplos.










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Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional y un gran embajador que ha sido clave en el progreso económico

He sido testigo durante años de los viajes en que el rey emérito, y ahora el rey Felipe VI, han servido y sirven a las empresas españolas como embajadores inmejorables, los dos con estilos bien distintos, pero a cual mejor. Algunas personas muy alejadas del mundo de la empresa siguen sin entender que una institución arraigada y consolidada transmite seguridad y estabilidad. Nada que objetar, por supuesto, a que, como todos y como todo, deba guiarse con los máximos índices de exigencia.
La transición política española se explica “de la ley a la ley”, pero la auténtica realidad es que el rey Juan Carlos I se despojó de todos los poderes que tenía –y que podía haber mantenido– y puso los cimientos de una auténtica monarquía parlamentaria moderna, que nada tiene que envidiar a las modernas monarquías del norte de Europa o a la propia monarquía del Reino Unido.
En paralelo a una transición política impecable, y que tuvo como principal virtud integrar a todos los que quisieran hacerlo (y fueron casi todos), se ha desarrollado una economía que en los últimos 40 años ha creado en España más y mejor bienestar que en toda nuestra historia.
Nuestra renta per cápita se ha multiplicado por dos en los últimos cuarenta años; el número de personas empleadas ha crecido un 50%; la esperanza de vida ha aumentado en diez años, y el número de estudiantes universitarios se ha multiplicado por más de dos. Y así cualquier parámetro, tanto económico como social, que queramos observar y comparar.
Dani Duch / ARCHIVO
Dani Duch / ARCHIVO (Dani Duch)
Si en el año 2000 había 66.278 empresas españolas exportando, hoy hay más de 200.000 y las exportaciones representan el 34% de nuestro PIB. Ni que decir tiene la gran importancia de la inversión extranjera en España durante estos años, en los que la figura del rey Juan Carlos I es clave para la implantación, entre otras, de las fábricas automovilísticas, especialmente estadounidenses, tanto en el caso concreto de Ford, en Valencia, como de General Motors, en Zaragoza. Y así tantas otras. La clave ha sido la imagen de un país nuevo y joven con ganas de trabajar.
También ha sido decisiva la Corona en el acompañamiento de las grandes inversiones de las empresas españolas en el exterior. El dinero es importante, pero también lo es por quién va acompañado.
Algunos, no pocos por desgracia, anclados en el pasado y en viejas reliquias ideológicas fuera de lugar en el mundo actual, culpan a la monarquía de todos los males y atribuyen a una supuesta república todos los valores y parabienes. Desgraciadamente en la historia de España hemos tenido dos repúblicas: la primera acabó en monarquía por su fracaso rotundo y la segunda constituyó un fracaso colectivo que trajo como consecuencia una guerra civil fratricida, que es el peor de los males para cualquier país.
Podrán ponerse en tela de juicio algunas actuaciones del rey emérito a escala personal, pero pocas, muy pocas, a escala institucional, un ámbito donde ha cumplido con nota cualquier actuación.
Si a escala personal ponemos el listón tan alto, probablemente muy pocos podrán salvarse. Veamos a tantos políticos actuales, analicemos su vida privada y sus circunstancias. Y veremos que no son, con excepciones, un ejemplo de nada; salvo de servirse a sí mismos y a su bienestar particular, si lo comparamos con lo que fueron ellos mismos antes de entrar en política.
Primero habrá que aceptar la presunción de inocencia, que supongo que rige para todos, después demostrar los supuestos hechos y, posteriormente, que cada cual responda adecuadamente.
También en estos nuevos tiempos, con nuevas actitudes para todos y para todo, habrá que ir haciéndose algunas preguntas aclaradoras. ¿No ha habido más donaciones con anterioridad? ¿No se gastó algún dinero para ayudar a traer la democracia a España? ¿Quién ha pagado ciertas necesidades del Estado cuando éste tenía varias o eran insuficientes los gastos reservados? ¿Por qué determinados temas se han arreglado sin dinero? ¿Por arte de magia o pagando? ¿Cómo se arregla en otros países? ¿Por qué vamos a ser diferentes? En estos tiempos empiezan a aparecer pruebas de todo tipo, pero hasta hace muy poco no todo era digital, y no ha quedado ningún rastro.
Tenemos en el rey emérito una figura histórica excepcional que nos ha cambiado este país para mejor, con lo difícil que resulta construir riqueza y bienestar. Tiene, por supuesto, aunque no el ámbito político, sus sombras pero que quedan minimizadas por su papel institucional. Por eso, en vez de perder el tiempo en juegos políticos sería bueno que entre todos buscáramos cómo poder mejorar la vida de todos en estos tiempos tan difíciles que nos vienen.


Uff. Lo dice el presidente de la CEOE. Ya está todo dicho.:LOL:
 
La petición que Felipe VI ha recibido de la infanta Elena. Letizia se opone

La infanta Elena y su hermano el rey Felipe VI siguen teniendo una relación cordial. A diferencia de su hermana Cristina, con la que el Rey apenas tiene relación desde que estalló el Caso Noos, la hermana mayor de Felipe tiene una relación más normal.

Ojo, no es que sean precisamente íntimos teniendo en cuenta que, entre tras cosas, como pasa también con la mujer de Iñaki Urdangarin, Elena y Letizia no pueden ni verse. Felipe y Letizia apenas tienen relación con la familia del Rey, pero eso no implica que su hermana mayor no le pueda hacer alguna que otra petición de vez en cuando.

Y la que le ha hecho ahora es de esas que ha traído cola. Y es que la madre de Victoria Federica y Froilán le ha hecho saber al Rey que le gustaría ir a los Emiratos Árabes a ver a su padre, con el que sí que tiene una relación muy estrecha.

Juan Carlos I y la infanta Elena


La petición a la que se opone Letizia

No es ningún secreto que Elena y Juan Carlos se llevan más que bien y que es la hija mayor del emérito la que siempre se ha preocupado más por él. Es por eso que, ahora que ya se ha hecho público que el padre de Felipe se encuentra en Oriente Medio, Elena quiere ir a visitarlo y a ver cómo se encuentra después de su polémica y muy criticada salida de España.

Una petición a la que, lógicamente, Letizia se opone. Ojo, no precisamente porque tenga algún problema en que Elena y Juan Carlos se vean, sino porque entiende que, aunque su cuñada nada tenga que ver con ella o su marido o sus hijas, no es conveniente ahora para la imagen de la institución que la hermana del rey acuda a ver al emérito.

Entre otras cosas porque, teniendo en cuenta la cantidad de información que se está filtrando en los últimos tiempos, no sería de extrañar que, aunque el viaje se hiciera en secreto, acabara en los medios.



Si es un tema privado como nos dicen desde el Gobierno. ¿A santo de qué tiene que pedir permiso una hija al Jefe del Estado para ver a su padre?

En un tema privado un hijo o hija visita a su padre siempre que le dé la gana sin tener la autorización de ningún otro hermano.
 
Se sabe que en las sociedades que tenía JC estaban Leonor y Sofia de beneficiarías.
Cuantros años tenían???
Las sociedades las dejan para cuando son adultos, mientras ponen fundaciones, buscan paganinis, buscan testaferros que pongan la cara y ! zas ! fundacion al canto. Explicado por el conde de Fontao como se tenia que hacer una fundacion...... y asi tirando hasta que llega la mayoria de edad, entonces ya pueden ingtermediar en los convolutos y si tienen facilidad para persuadir y seducir atraen lameculos con ansias de trepar y sube el monto del convoluto de turno.
 
Los palmeros bufones de la corte intentando blanquear todos los casos de corrupción que están saliendo sobre la monarquía y la familia real española en los medios de comunicación. Eso es lo que están haciendo, blanquear la corrupción, y luego se quejan de los políticos. Ya digo, muy cortitos.Quien cobra comisiones actúa como privado, no como representante de un pais que ya tiene más que suficiente con lo que le pagan los ciudadanos a él y a su familia. El que evade impuestos y bienes es un evasor fiscal, sea el rey o Perico de los Palotes.Basta de exprimir a los ciudadanos para que éste encima se lleve el dinero al extranjero. Si queria actuar como persona privada que hubiese dejado el trono.”


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Editorial
El establishment se arremanga: objetivo, salvar al emérito
José Antich
Barcelona. Sábado, 22 de agosto de 2020. 22:06
Actualizado Sábado, 22 de agosto de 2020. 22:11
Tiempo de lectura: 2 minutos
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Editorial - José Antich




Primero fue el manifiesto de apoyo al emérito suscrito por una treintena de exministros de UCD, PSOE y PP y de 40 altos cargos durante su reinado, después algún toque de atención para que la prensa de papel rebajara el tratamiento a las impactantes declaraciones de la princesa Corinna a la BBC, más tarde conspicuos prohombres de la Transición yendo por las radios echando agua al vino de la corrupción del emérito, y este sábado ha empezado el paso al frente de la sociedad civil española con el expresidente de la CEOE y también de Foment, Juan Rosell, loando los méritos de Juan Carlos I. No solo su ejecutoria en el plano institucional y de ayuda a los empresarios, sino señalando que pocos políticos podrían pasar el nivel de rectitud que se le exige al emérito. Y concluyendo, no sé si a nivel de advertencia por los importantes cargos que ha ocupado, que "los políticos no son, salvo excepciones, un ejemplo de nada, salvo de servirse a sí mismos y a su bienestar particular".

Osea, que lo mejor es pasar página, ya que problemas más importantes tiene España. Nadie había llegado tan lejos a la hora de blanquear todos los casos de corrupción que están saliendo sobre la monarquía y la familia real española en los medios de comunicación. Es evidente que la campaña de emblanquecer en la que están inmersos el PSOE y el PP es una operación de calado y que veremos si tiene más ramificaciones en la política española en un momento en que la crisis institucional es máxima, la preocupación sanitaria por la Covid-19 está creciendo día a día, la crisis económica consecuencia de la pandemia empieza a causar serios problemas y la deuda pública española supera el 109% del PIB, algo que no sucedía desde 1908.

Por todo ello, cada vez son más las voces en el PP que apuntan a un acuerdo amplio con el PSOE. Los socialistas no dicen ni que sí ni que no, ya que una cosa son los barones, otra los ministros, una tercera Moncloa y, finalmente, el partido. Pablo Casado ha tirado por la borda a Cayetana Álvarez de Toledo y su discurso ultra. No parece que sea para hacer un simple cambio de nombres por Cuca Gamarra en el cargo de portavoz en el Congreso de los Diputados, uno de los puestos más relevantes que tienen los populares.

El establishment aprieta a los dos partidos, hasta la fecha sin mayor fortuna. Pero por abajo se está trabajando, te lo reconocen todos, con un primer gran pacto a la vista que no es otro que la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). ¿El reparto de los jueces como antesala de más cosas? ¿O Pedro Sánchez engañando a Pablo Casado? No tardaremos mucho en saberlo. Y, mientras, el emérito a sus anchas por los Emiratos Árabes Unidos desde el 3 de agosto, mientras su familia se dice descontenta con el lujo que le acompaña en el exilio. Y, en Madrid, muchos de los que algo fueron guardando cola para ensalzarlo.

https://www.elnacional.cat/es/edito...manga-objetivo-salvar-emerito_532233_102.html
 
Alabanzas de empresarios, plácemes y elogios de empresarios.No cabe duda de que tienen mucho que agradecer.

Lo que se debiera ver son auténticos elogios de los que fueron parados, de ancianos con rentas por debajo del salario mínimo, de padres de millares de niños que dependen cada día de la comida gratuita de los colegios, de centros asistenciales de discapacitados con unas ratios de personal y unos medios que lo abarquen todo, de enfermos que no han de esperar angustiosas semanas para ser intervenidos de enfermedades mortales de necesidad, de empleados contratados en un sistema precario vergonzoso, de aspirantes a viviendas medianamente dignas y asequibles, de afectados por las brechas causadas por las privatizaciones sanitarias, de aspirantes a la investigación con extraordinarios currículos académicos que han de emigrar a otros paises para conseguir sus objetivos, del gran número de profesionales de la sanidad que tambien han emigrado para buscar unos salarios más acordes...¿Para que más?

Los empresarios con un sistema fiscal que les favorece ¿que otra cosa podrían decir y recompensar más que con elogios y lo que caiga a su angel salvador? Son agradecidos, eso sí.

Y dice el escribidor, habla, de los tiempos difíciles que nos vienen. ¿Qué hará con su empresa? ¿Será una de tantas cuyos empleados está temblando porque los va a dejar en la calle? ¿Es que tanta bonanza y ayudas reales no le ha servido para afianzar su capital ? ¿Es que no tienen reservas para conformarse con menos ganancias? ¿Es que no son los preferidos de las bonanzas de Hacienda?

Lo más lamentable es que haya quien se tome como artículo de fe toda la parafernalia de vocabulario ejercida por un verdadero favorecido por el intermedio real, por uno de tantos que se han frotado las manos a la hora de extender las privatizaciones a costa de compromisos fuera de contrato . El comisionista se saltó todas las reglas de su cargo favoreciendo con sus intervenciones el mundo de la riqueza pero no el del reparto de bienes. Con mirar su ejemplo particular ya está todo dicho.

La desfachatez y la soberbia nos rodean, y no digo que cada palo aguante su vela, más bien al revés, teniendo en cuenta que el palo es enorme y la vela inacabable.
 
A los palmeros bufones de la Corte hay que recordarles que hay leyes europeas que están por encima de los politicos y por encima de la monarquia: "Las leyes europeas contra la evasión de impuestos y blanqueo de capitales".
 
Sin noticias de Juan Carlos I en Abu Dabi
Un muro de silencio rodea la estancia del rey emérito en la capital de Emiratos Árabes Unidos



Un muro de silencio rodea la estancia de Juan Carlos I en Emiratos Árabes Unidos (EAU). Aunque la Casa Real ha confirmado que el rey emérito se halla en ese país ribereño del golfo Pérsico desde principios de agosto, no hay rastro suyo, nadie admite haberle visto y tampoco la prensa local ha mencionado su presencia. ¿Es huésped de su amigo el jeque Mohamed Bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi y gobernante de hecho de Emiratos? ¿Se aloja en uno de sus palacios, o en el lujoso hotel cercano a la sede presidencial que ha frecuentado en el pasado?

“No se ha puesto en contacto, y yo tampoco”, confía un alto funcionario extranjero a quien el rey solía llamar en anteriores visitas. Y don Juan Carlos ha sido un habitual de EAU en los últimos años, en especial desde su abdicación en 2014. En tres ocasiones ha acudido al Gran Premio de Fórmula 1 invitado por el jeque Mohamed, con quien comparte la afición a las carreras, y alguna más ha estado en el país sin que se hiciera público.

Los diplomáticos españoles consultados mantienen el más absoluto silencio. Si saben algo, no lo cuentan. Para eso les entrenan, para que no se vayan de la lengua. “La embajada no está al corriente”, apunta una fuente. Las cancillerías son informadas de los viajes de Estado. Pero este no lo es; se trata de un caso excepcional. “No hay protocolos”, añade.



Tampoco Ronald, Farroukh o Amy, están al tanto de la presencia del ex monarca español. Ni tienen por qué, aunque formen parte de los 2.500 empleados que atienden a los privilegiados clientes del Emirates Palace, el hotel en el que el diario Abc ha situado a rey emérito y en el que ya se había alojado antes. “No informamos sobre nuestros clientes”, respondió a una consulta de EL PAÍS Anna Olsson, relaciones públicas del establecimiento.

“Es una práctica habitual que cuando los clientes piden privacidad no se les registre con su nombre”, confía un veterano director de hoteles de lujo que ha trabajado en Emiratos. “A menudo ni siquiera la gente que les atiende sabe de quién se trata”, añade. Un propósito que resulta más fácil en conseguir en un entorno tan multinacional como el emiratí. Los miembros de la realeza europea no necesariamente son rostros familiares para los trabajadores filipinos, indios, africanos o chinos que se ocupan del servicio.

Además, en el Emirates Palace existe toda una planta reservada para invitados reales, el 8º piso del Palacio, como se conoce el edificio central del hotel. “Tiene su propio personal y acceso directo desde el aparcamiento subterráneo”, explica Thao mientras muestra varias de las suites del séptimo. Lo más arriba que puede llegar el visitante que no esté alojado en una de las seis estancias “de los gobernantes”. “Sí, ahora hay alguien”, responde sin desvelar ni identidad, ni nacionalidad.

¿Es el emérito? Difícil de comprobar. A través del atrio no se ve ningún movimiento. En las películas, policías, periodistas o criminales siempre encuentran una chaqueta de camarero o un uniforme de doncella que les permiten llegar a su objetivo. En la vida real, eso está descartado. Una miríada de cámaras vigila cada rincón y sonaría la alarma antes de dar el segundo paso. Sólo queda observar y eso es lo que esta corresponsal ha hecho durante 48 horas en busca de huellas de la presencia de don Juan Carlos o de sus acompañantes. Y resulta complicado en una propiedad que se extiende sobre 100 hectáreas de terreno.

Descartado un encuentro durante el desayuno (con toda probabilidad, a un rey se lo sirven en sus estancias) y con el spa cerrado por la covid-19, empieza el proceso de eliminación. Ni en el gimnasio, ni en las cuatro pistas de tenis, ni en el campo de fútbol cubierto hay rastro. Es improbable que el ex monarca acuda a alguna de las dos macro piscinas, llenas de familias durante el fin de semana local (viernes y sábado). Y los policías que le acompañan ¿bajan a darse un bañito en sus horas libres? Un tipo con aspecto español (o al menos mediterráneo) tiene una tripita incompatible con el físico asociado a los guardaespaldas, pero desaparece en cuanto se siente observado…

Desde las “suites de los gobernantes” se ve el pequeño puerto deportivo que es parte del complejo hotelero. Tal vez suscite la nostalgia del emérito, un apasionado navegante que reservó su última noche antes de dejar España para su equipo de regatistas en Sanxenxo. ¿Le tentará darse un paseo hasta allí o por la playa privada del hotel, un arenal de un kilómetro largo? La temperatura no ayuda. Más que los 37ºC que aún marca el termómetro a la puesta de sol, la humedad hace muy incómoda la salida y está el riesgo de ser reconocido.

“Si tiene que moverse, en un hotel no puede hacerlo sin que le vean; estaría más resguardado en un palacio”, apunta un buen conocedor de la sociedad emiratí y que como todos los entrevistados para este reportaje ha pedido que no se le identifique. Este interlocutor se muestra convencido de que sus anfitriones van a proteger al rey de las miradas indiscretas. Esa hospitalidad y el trato cultivado durante años con los gobernantes emiratíes parecen haber influido en la decisión del emérito de trasladarse a EAU, una monarquía absoluta con creciente peso regional, pero en el punto de mira de las organizaciones de derechos por su falta de libertades civiles y políticas.

Más allá de la conveniencia de alejarse de España ante la intensa polémica por las investigaciones sobre sus finanzas tanto en España como en Suiza, ni siquiera los más monárquicos aprueban el destino que ha elegido. “La decisión se ha probado tan desacertada que sólo cabe pensar que ha sido cosa suya, más que de ningún asesor”, reflexiona un observador político. “Claramente le gusta el sitio y se siente cómodo con los jeques; son gente hospitalaria, han acogido a otros exmandatarios en apuros y en su caso ni siquiera está imputado”, añade.

El Emirates Palace no es el único hotel en el que se ha hospedado Juan Carlos I durante sus visitas a Abu Dabi. Al menos en una ocasión lo hizo en el Four Seasons, de la isla de Maryah, parte del archipiélago sobre el que se levanta la capital de Emiratos Árabes. Allí se encuentra uno de sus restaurantes favoritos, el 99 sushi bar, y no lejos, el Zuma, otro japonés donde se ha dejado ver en el pasado. Pero si ahora busca pasar desapercibido, resulta improbable que se acerque por allí.

Es posible que el rey emérito esté durmiendo apenas unos pisos más arriba de donde estoy escribiendo esta crónica. Antes de terminar, intento un último truco. Redacto una nota dirigida a Su Majestad Juan Carlos I y le pido al conserje que se la haga llegar a él o sus asistentes. “No puedo aceptarla porque no está aquí. Es una noticia falsa”, responde Islam, quien asegura que ha pasado mucha gente preguntando.

 
Última edición:
Lo que en España llamais "cobro de comisiones" en la Justicia europea se denomina "so-bor-no". Y si, Juan Carlos está siendo investigado en Suiza ya que se están investigando sus cuentas por evasión de impuestos y sobre todo por "blanqueo de capitales." Al igual que en Europa (formación de paises no sumisos una monarquia implantada por un s*men e impuesta con traición a los ciudadanos) también se incluye al Sexto y la Consorte por haber aceptado 400.000 € de dinero negro para pagar su viaje de novietes.
https://www.morgenpost.de/vermischt...g-Felipe-und-Letizia-wegen-Flitterwochen.html
 
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