Joyas de la Monarquía Británica

Me dio curiosidad este collar tan trabajado y esa enorme gema, sobre todo porque no se había visto más que en esa ocasión, y busqué más información al respecto.

La extensa gira posterior a la coronación de la Reina de 1953-54 produjo varias joyas para su colección. El gobierno de Australia del Sur quería obsequiar a su nueva Reina una piedra por la que su región era conocida, el ópalo, y se propuso encontrar el mejor ejemplar. La gema elegida provenía de los Campos de Ópalo de Andamooka y se había encontrado en 1949. Conocida simplemente como el Ópalo de Andamooka, se cree que es el ópalo más fino jamás descubierto allí y es alabado tanto por la intensidad de sus colores como por su gran tamaño.

El corte y pulido final fue realizado por John Altmaan, y la piedra obtenida pesa la friolera de 203 quilates. La compañía de Adelaida Wendts Limited lo colocó en un collar de ornamentadas volutas de diamantes de 18 quilates engastados en paladio y creó un par de aretes a juego, cada uno con un colgante de ópalo. El semi-parure se presentó a la Reina en Adelaida en marzo de 1954 en nombre del pueblo del sur de Australia.

La Reina usó el collar como cortesía, si se quiere, durante el mismo viaje, pero parece que se retiró al cofre real después de eso. Las joyas que usa regularmente no indican ningún amor particular de su parte por los ópalos, por lo que el hecho de que no use este set no es una gran sorpresa.
Es muy grande esa pieza de joya. Y no debe ser fácil combinar el collar.
 
Me dio curiosidad este collar tan trabajado y esa enorme gema, sobre todo porque no se había visto más que en esa ocasión, y busqué más información al respecto.

La extensa gira posterior a la coronación de la Reina de 1953-54 produjo varias joyas para su colección. El gobierno de Australia del Sur quería obsequiar a su nueva Reina una piedra por la que su región era conocida, el ópalo, y se propuso encontrar el mejor ejemplar. La gema elegida provenía de los Campos de Ópalo de Andamooka y se había encontrado en 1949. Conocida simplemente como el Ópalo de Andamooka, se cree que es el ópalo más fino jamás descubierto allí y es alabado tanto por la intensidad de sus colores como por su gran tamaño.

El corte y pulido final fue realizado por John Altmaan, y la piedra obtenida pesa la friolera de 203 quilates. La compañía de Adelaida Wendts Limited lo colocó en un collar de ornamentadas volutas de diamantes de 18 quilates engastados en paladio y creó un par de aretes a juego, cada uno con un colgante de ópalo. El semi-parure se presentó a la Reina en Adelaida en marzo de 1954 en nombre del pueblo del sur de Australia.

La Reina usó el collar como cortesía, si se quiere, durante el mismo viaje, pero parece que se retiró al cofre real después de eso. Las joyas que usa regularmente no indican ningún amor particular de su parte por los ópalos, por lo que el hecho de que no use este set no es una gran sorpresa.
Muchas gracias por la historia de tan magnifica joya, única como bien dice el artículo...
 
Me atrevo a traer este post de @Princess Kate subido en otro hilo, porque muestra a Angela Kelly sustituyendo las perlas por esmeraldas en la tiara Vladimir. Me pareció interesante porque muestra cómo se guardan por separado, tanto las perlas como las esmeraldas, en bolsitas numeradas.
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Angela Kelly, la asisstente de la Queen y la tiara Vladimir.
 
Última edición:
Rubí Timur

El famoso rubí Timur en realidad no es un rubí, sino una espinela.
Posee un peso aproximado de 352 quilates y fue considerado el rubí más grande del mundo hasta 1851.
Fue regalado a la reina Victoria por la East India Company en Octubre de 1851 y se ha mantenido dentro de la Real Familia Británica desde entonces.
Este rubí posee una larga y colorida historia.
Timur fue un conquistador tártaro, quien se cree consiguió el rubí cuando saqueó Delhi en 1398.
Permaneció en India por poco más de un año antes de regresar a Samarkand con el rubí formando parte de sus nuevas posesiones de guerra.
El rubí fue heredado por su hijo, Mir Shah Rukh y posteriormente por su nieto, Mirza Ulugli Beg.
Durante su reinado hubo varias guerras en contra de los persas y después de una de estas, el rubí cayó en las manos de Shah Abbas I de Persia, quien en 1612 le dio el rubí a un amigo cercano, Jahangir, Emperador Mogol de India.
Jahangir mandó grabar el rubí con su nombre y el de su padre, Akbar.
La leyenda dice que cuando su esposa favorita lo reprendió por desfigurar una piedra tan hermosa, él le contestó: “Seguramente esta piedra hará que mi nombre pase a la posteridad más que cualquier historia escrita. La casa Timur puede caer, pero mientras haya un rey, esta piedra le pertenecerá”
Así sucesivamente, todos los dueños de la piedra fueron inscribiendo sus nombres en ella hasta Mohomed Farukh Siyar.
El sucesor de este último emperador de Delhi en grabar su nombre en la gema fue Nadir Shah, quien saqueó Delhi in 1739 y la llevo junto con otras joyas famosas a Isfahan.
El grabó lo siguiente en la piedra:
“Este es el rubí de entre 25,000 joyas genuinas del rey de reyes, el Sultán Sahin Qiran (Timur), que en el año 1153 (1740 DC) de la colección de joyas de Hindustan llega a este lugar (Isfaham).

Ver el archivo adjunto 1541702
La última inscripción hecha en el rubí Timur fue de Ahmad Shah, quien fue el comandante del ejército de Nadir Shah en el tiempo de su asesinato en 1747.
Él intentó llegar al trono, pero sólo logró apropiarse de un gran botín, el cual llevó consigo en su viaje para encontrar Afganistán.

Sin embargo, la piedra regresó nuevamente a la India cuando el rubí pasó eventualmente a su nieto Shah Suja.
Expulsado de su hogar natal, se refugió en el Punjab, donde Ranjit Singh, el León de Punjab, lo forzó a entregar la gema

Como muchas de las piedras famosas del oriente, el rubí de Timur viajó a Inglaterra junto con una gran colección de joyería hindú, tomada del tesoro de Lahore en 1849 cuando la Gran Bretaña anexo a Punjab a su imperio.
a reina Victoria quedó muy complacida con su obsequio, ella particularmente admiraba los rubíes, el 23 de Octubre de 1851 escribió en su diario: son cabujones, sin cortar, sin colocar, pero perforados.
Uno de ellos es el más largo del mundo, un tanto más impresionante que el Koh-i-noor!

En Abril de 1853 Garrards utilizó cuatro de estos rubíes en un collar de oro esmaltado con diamantes incrustados de diseño oriental, con pendientes de diamante también de Lahore.
Al centro del collar se ubicó la enorme piedra rosa de 352 quilates que agradó tanto a la reina Victoria.

Dos meses más tarde, Garrards ajustó el collar para que la piedra pudiera ser removible y utilizada como broche, alternando así su espacio en el collar con el diamante Koh-i-noor.


Ver el archivo adjunto 1541703Ver el archivo adjunto 1541704Ver el archivo adjunto 1541705
La piedra es impresionante y el collar es especial; de un aspecto muy moderno, que respeta y resalta el primitivismo de las espinelas.

Desde mi punto de vista no es una joya muy usable como adorno porque las piedras centrales, especialmente la más grande, resultan demasiado orgánicas; su color y forma me parecen fragmentos de carne sangrante y no los querría llevar sobre el cuerpo.
llevar sobre el cuerpo.
 
Pink and Black Paisley Brooch

Este broche fue estrenado el año pasado, y no hay mucha información sobre él. También puedo subir el post en el hilo específico de los broches.
Se aprecian siete formas de lágrima o paisley (el motivo persa bota o boteh), acentuado con diamantes u otras piedras blancas en los bordes.
Las formas principales son opacas y se alternan negras y rosas. El negro podría ser ónice (en varias fotos del garden party, el reflejo luminoso puede hacer que algunos de los paisleys negros parezcan azules); el rosa puede ser madreperla o coral u otro material. La combinación de ónice, madreperla (o coral) y diamantes recuerda los diseños de la era Art Deco.
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Es una pieza audaz con una fuerte imagen dado el alto contraste entre los colores de los materiales empleados, lo que la hace sobresalir en la gran colección de broches de la Reina. No se conoce hasta el momento su procedencia o historia, ni hay otras imágenes fuera de las obtenidas en la fiesta de jardín en el Palacio de Holyroodhouse (Escocia), ocasión en que lo llevó por primera vez, el 3 de julio de 2019.
 
La piedra es impresionante y el collar es especial; de un aspecto muy moderno, que respeta y resalta el primitivismo de las espinelas.

Desde mi punto de vista no es una joya muy usable como adorno porque las piedras centrales, especialmente la más grande, resultan demasiado orgánicas; su color y forma me parecen fragmentos de carne sangrante y no los querría llevar sobre el cuerpo.
llevar sobre el cuerpo.
Es una opinión y como dicen por ahí..."para gustos colores"...
Como no soy vegana y dentro de lo saludable gusto de saborear la carne, no encuentro que tan espectacular joya sea algo repulsivo para llevar en el cuello de una dama más cuando, aparte de la historia fascinante de la gema central, se conjuga un moderno diseño con la belleza, algo "tosca", de unas gemas únicas por su peso, color, brillo y transparencia...
 
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