Joaquín Sabina se cae del escenario

NOOOOO, querida Patt. NOOOO. Están los lopistas (unos paletos), los quevedistas (unos sobraditos) y los gongoristas (LOS ÚNICOS E INIGUALABLES).
Aquí no valen medias tintas. Es como las groupies.

Góngora en el suelo del Barrio de Las Letras (Madrid).
Estoy de acuerdo, Góngora el más crak, pero yo soy mooooy fan de Quevedo (una sobradita?????:eek:), y mooooy fan de las guerrillas dialécticas de los tres.


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Góngora en el suelo del Barrio de Las Letras (Madrid).
Estoy de acuerdo, Góngora el más crak, pero yo soy mooooy fan de Quevedo (una sobradita?????:eek:), y mooooy fan de las guerrillas dialécticas de los tres.

Ver el archivo adjunto 1338211
Así no vamos a ninguna parte... Si me pones una letrilla es como si me pusieras colacao con grumitos. Eso te lo hace hasta Quevedo...
 
Hala, que me estoy dando cuenta de que me has llamado fumeta sin despeinarte una pestaña...

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¿Y Sabina @MMarina? hay que disimular un poco...:ROFLMAO:
Naaaaooooo, ahí va el hombre, ya dando guerra en la Rúber.


Las siete vidas de Joaquín Sabina
El cantante quiere continuar cuando su salud se lo permita. En el hospital tiene papel y pluma y está escribiendo canciones

El cantante Joaquín Sabina.
El cantante Joaquín Sabina. PABLO PORCIUNCULA AFP
JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid 22 FEB 2020 - 01:20 CET
MÁS INFORMACIÓN
Se preparaba para entonar su último gran himno: Lo niego todo.Pero se adelantó unos metros más de lo debido, quizás cegado por los focos. Los músicos desde atrás lo vieron precipitarse, con los brazos abiertos en cruz, en un absurdo vacío. Joaquín Sabina caía ante 15.000 personas en el WiZink Center de Madrid el pasado 12 de febrero. Ninguno de los presentes pudo negar, eso sí, lo que estaban viendo. Dudas, asombro, desconcierto, carreras, un tiempo muerto que se hizo eterno. Lo que debía haber acabado en fiesta y noche de gloria, terminó en el hospital.

Una camilla lo trasladó hacia adentro. Se había desplomado entre artilugios, justo en ese espacio intermedio que se establece entre la seguridad y las primeras filas. Cayó unos dos metros hacia el suelo pero lo hizo sobre un altavoz de graves que amortiguó en cierto sentido el golpe. En medio de su mal fario tuvo hasta un pellizco de buena suerte. Paradojas marca Joaquín Sabina. Paradojas para el rey de los contrasentidos, para el príncipe de los reversos. La fortuna que muy probablemente emana del influjo que le aportan sus siete gatos, como las siete vidas que lleva encima. El problema es que no sabemos ya cuántas ha gastado.
Pero aún le quedan. Para empezar, se ha tirado esta semana entera en el Ruber Internacional. Allí aterrizó después del golpe y de haber tranquilizado algo a la peña cuando apareció antes de suspender definitivamente el concierto, empujado por Joan Manuel Serrat. “Queridos amigos, estas cosas, solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo. Con todo dolor de mi corazón me tengo que ir al hospital porque el hombro lo tengo muy, muy, muy dolorido”.


Al parecer, quiso continuar. Pero los del Samur le dijeron que ni loco. Salió y se disculpó. Anunció que regresaría en mayo. Luego se anunció que lo haría el 22 de ese mes. Pero la fecha aún queda en el aire. En el Ruber, tras los exámenes pertinentes, se diagnosticó que presentaba un traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico. Pero también —y eso fue lo que sobresaltó a su familia y amigos— un pequeño coágulo del que fue intervenido sin complicaciones a la mañana siguiente. Tiró 48 horas en la UCI y salió a planta el pasado martes. Su historial clínico así lo recomendaba por los diversos problemas coronarios que ha sufrido desde que en 2001 padeciera un derrame cerebral del que se salvó entonces.

Pero en los últimos meses estaba bien. Muy bien. Las tres actuaciones precedentes en Madrid —habían llenado Serrat y él ese recinto para cuatro noches— espantaron los malos presagios y arrinconaron su miedo escénico. La duda es ahora si volverá a recuperar la confianza. Él así se lo ha dejado claro a sus amigos: va a continuar. Desea vencer la sombra de ese síndrome de Pastora Soler del que echó mano como justificación para retirarse ya en su parón de diciembre de 2014. Luego, en junio de 2018, le traicionó la voz y no pudo coronar una gira en solitario. También ocurrió en Madrid. Esa ciudad, su ciudad, la que le fascina y le aterra.
El programa de los próximos meses queda en el aire aun, alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su salida del hospital. De la gira conjunta con Serrat estaban llegando al final, aunque pensaban cerrar algunas fechas no confirmadas por España después de haber rodado meses por América.

El documental que Fernando León lleva realizando cerca de una década está a punto de culminar. De hecho, el cineasta andaba cámara en mano entre bastidores aquel día cruzado del destino, captando algunos detalles para el montaje final. La serie que sobre su vida planean hacer se encuentra en preparación. También de eso se ha ocupado en parte León, gran amigo de Sabina: será un biopic que tiene en estos momentos 10 capítulos previstos, impulsado por Endemol Shine Boomdog, la productora mexicana BTF Media y Sony Music España.
En el terreno personal, la boda anunciada sigue prevista para este año. Jimena Coronado y el cantante, tras 20 años de convivencia, tomaron la decisión el pasado verano, cuando Sabina le pidió la mano en una fiesta con la complicidad de varios amigos. Aún no han desvelado cuándo ni dónde tendrá lugar. Pero no hay duda de que cumplirán el compromiso.

El ánimo no decae, por su parte. Bien es cierto que el otro día no vio el triunfo del Atlético ante el Liverpool, pero sí que se alegró del resultado: ese 1-0 con el que el equipo madrileño se impuso al actual líder de la Premier League le ha insuflado moral.
La convalecencia se ha alargado en el hospital por mera precaución. A la rotura del hombro se unió la complicación de un coágulo. Al haber padecido antecedentes, los médicos decidieron operar, pero se ha recuperado sin complicaciones.
De hecho, ha respondido a las musas y su amigo Chus Visor, editor, asegura que tiene papel y pluma junto a su mesilla y que está escribiendo canciones. Buena señal, comenta. Desde luego, todo un analgésico y un quitapenas contra las malas pasadas que le juega el WiZink Center. Tras la penúltima salida, Jimena Coronado aseguró a EL PAÍS que también se había puesto a componer.
En todo momento ha estado rodeado de su círculo íntimo. Mientras Jimena y las hijas de Sabina, Rocío y Carmela, pasaban a diario a la unidad de cuidados intensivos, una guardia de amigos íntimos esperaba abajo. Desde el lunes pasado ha ido recibiendo más visitas. Pero su familia apenas ha abandonado el hospital. Él sigue dentro, suspirando por tomarse un tequila.
 
¿Y Sabina @MMarina? hay que disimular un poco...:ROFLMAO:
Naaaaooooo, ahí va el hombre, ya dando guerra en la Rúber.


Las siete vidas de Joaquín Sabina
El cantante quiere continuar cuando su salud se lo permita. En el hospital tiene papel y pluma y está escribiendo canciones

El cantante Joaquín Sabina.
El cantante Joaquín Sabina. PABLO PORCIUNCULA AFP
JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid 22 FEB 2020 - 01:20 CET
MÁS INFORMACIÓN
Se preparaba para entonar su último gran himno: Lo niego todo.Pero se adelantó unos metros más de lo debido, quizás cegado por los focos. Los músicos desde atrás lo vieron precipitarse, con los brazos abiertos en cruz, en un absurdo vacío. Joaquín Sabina caía ante 15.000 personas en el WiZink Center de Madrid el pasado 12 de febrero. Ninguno de los presentes pudo negar, eso sí, lo que estaban viendo. Dudas, asombro, desconcierto, carreras, un tiempo muerto que se hizo eterno. Lo que debía haber acabado en fiesta y noche de gloria, terminó en el hospital.

Una camilla lo trasladó hacia adentro. Se había desplomado entre artilugios, justo en ese espacio intermedio que se establece entre la seguridad y las primeras filas. Cayó unos dos metros hacia el suelo pero lo hizo sobre un altavoz de graves que amortiguó en cierto sentido el golpe. En medio de su mal fario tuvo hasta un pellizco de buena suerte. Paradojas marca Joaquín Sabina. Paradojas para el rey de los contrasentidos, para el príncipe de los reversos. La fortuna que muy probablemente emana del influjo que le aportan sus siete gatos, como las siete vidas que lleva encima. El problema es que no sabemos ya cuántas ha gastado.
Pero aún le quedan. Para empezar, se ha tirado esta semana entera en el Ruber Internacional. Allí aterrizó después del golpe y de haber tranquilizado algo a la peña cuando apareció antes de suspender definitivamente el concierto, empujado por Joan Manuel Serrat. “Queridos amigos, estas cosas, solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo. Con todo dolor de mi corazón me tengo que ir al hospital porque el hombro lo tengo muy, muy, muy dolorido”.


Al parecer, quiso continuar. Pero los del Samur le dijeron que ni loco. Salió y se disculpó. Anunció que regresaría en mayo. Luego se anunció que lo haría el 22 de ese mes. Pero la fecha aún queda en el aire. En el Ruber, tras los exámenes pertinentes, se diagnosticó que presentaba un traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico. Pero también —y eso fue lo que sobresaltó a su familia y amigos— un pequeño coágulo del que fue intervenido sin complicaciones a la mañana siguiente. Tiró 48 horas en la UCI y salió a planta el pasado martes. Su historial clínico así lo recomendaba por los diversos problemas coronarios que ha sufrido desde que en 2001 padeciera un derrame cerebral del que se salvó entonces.

Pero en los últimos meses estaba bien. Muy bien. Las tres actuaciones precedentes en Madrid —habían llenado Serrat y él ese recinto para cuatro noches— espantaron los malos presagios y arrinconaron su miedo escénico. La duda es ahora si volverá a recuperar la confianza. Él así se lo ha dejado claro a sus amigos: va a continuar. Desea vencer la sombra de ese síndrome de Pastora Soler del que echó mano como justificación para retirarse ya en su parón de diciembre de 2014. Luego, en junio de 2018, le traicionó la voz y no pudo coronar una gira en solitario. También ocurrió en Madrid. Esa ciudad, su ciudad, la que le fascina y le aterra.
El programa de los próximos meses queda en el aire aun, alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su salida del hospital. De la gira conjunta con Serrat estaban llegando al final, aunque pensaban cerrar algunas fechas no confirmadas por España después de haber rodado meses por América.

El documental que Fernando León lleva realizando cerca de una década está a punto de culminar. De hecho, el cineasta andaba cámara en mano entre bastidores aquel día cruzado del destino, captando algunos detalles para el montaje final. La serie que sobre su vida planean hacer se encuentra en preparación. También de eso se ha ocupado en parte León, gran amigo de Sabina: será un biopic que tiene en estos momentos 10 capítulos previstos, impulsado por Endemol Shine Boomdog, la productora mexicana BTF Media y Sony Music España.
En el terreno personal, la boda anunciada sigue prevista para este año. Jimena Coronado y el cantante, tras 20 años de convivencia, tomaron la decisión el pasado verano, cuando Sabina le pidió la mano en una fiesta con la complicidad de varios amigos. Aún no han desvelado cuándo ni dónde tendrá lugar. Pero no hay duda de que cumplirán el compromiso.

El ánimo no decae, por su parte. Bien es cierto que el otro día no vio el triunfo del Atlético ante el Liverpool, pero sí que se alegró del resultado: ese 1-0 con el que el equipo madrileño se impuso al actual líder de la Premier League le ha insuflado moral.
La convalecencia se ha alargado en el hospital por mera precaución. A la rotura del hombro se unió la complicación de un coágulo. Al haber padecido antecedentes, los médicos decidieron operar, pero se ha recuperado sin complicaciones.
De hecho, ha respondido a las musas y su amigo Chus Visor, editor, asegura que tiene papel y pluma junto a su mesilla y que está escribiendo canciones. Buena señal, comenta. Desde luego, todo un analgésico y un quitapenas contra las malas pasadas que le juega el WiZink Center. Tras la penúltima salida, Jimena Coronado aseguró a EL PAÍS que también se había puesto a componer.
En todo momento ha estado rodeado de su círculo íntimo. Mientras Jimena y las hijas de Sabina, Rocío y Carmela, pasaban a diario a la unidad de cuidados intensivos, una guardia de amigos íntimos esperaba abajo. Desde el lunes pasado ha ido recibiendo más visitas. Pero su familia apenas ha abandonado el hospital. Él sigue dentro, suspirando por tomarse un tequila.
Huuuuuyyyyy.... a ver si va a querer pagar la factura del estozole con papelillos....... (Chus Visor tiene más peligro que Eduardo Manostijeras poniéndose una lentilla).
 
Huuuuuyyyyy.... a ver si va a querer pagar la factura del estozole con papelillos....... (Chus Visor tiene más peligro que Eduardo Manostijeras poniéndose una lentilla).


lo que da de sí Sabina, pri... :ROFLMAO:
Esa imagen de Serrat empujándole en la silla de ruedas tras la caída y Sabina explicando al público "me duele el hombro, me voy al hospital, repetiremos el concierto", y Serrat diciendo "sí, no tiren la entrada" no tiene precio.
 
lo que da de sí Sabina, pri... :ROFLMAO:
Esa imagen de Serrat empujándole en la silla de ruedas tras la caída y Sabina explicando al público "me duele el hombro, me voy al hospital, repetiremos el concierto", y Serrat diciendo "sí, no tiren la entrada" no tiene precio.
¿Serrat empujó a Sabina al vacío? :eek:
 
¿Serrat empujó a Sabina al vacío? :eek:
Ay, no que había leído mal.
Me caen fatal todos estos cantautores. Creo que es algo generacional. Me ponen de mal humor, con tanto estrellato, tanto groupismo, tanto todo. Los seguidores son todavía peores, con sus nostalgias y sus sobradurías... Lo peor vendrá cuando empiecen a morirse. Menuda turra el encumbramiento.
 
:ROFLMAO:
Serrat no, pero hay antecedentes para inspirarse que no sé...


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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMMMMMMMMMEEEEEEEEEEEEEEEEPPPPPAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRTOOOOOOOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAACCCAAAAJJJJJJJJJJJJJJJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAATTTTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRRRRRRR
ácica.
 
Ay, no que había leído mal.
Me caen fatal todos estos cantautores. Creo que es algo generacional. Me ponen de mal humor, con tanto estrellato, tanto groupismo, tanto todo. Los seguidores son todavía peores, con sus nostalgias y sus sobradurías... Lo peor vendrá cuando empiecen a morirse. Menuda turra el encumbramiento.


jajajajajaja en mi caso no es nostalgia, me gusta sin más, y sus comienzos, cómo lo conocí y el paso a ser conocido y triunfar me trae muy buenos recuerdos.
Pero lo que dices ocurre con cualquier músico o grupo que te guste o haya gustado.
Cuando empiece a morirse empezarás a quererlo (y)
Pero...no tendrás tu canción, y @Candela10 y yo sí.
La mía será

"vivo en el número 13,
Calle Melancolía,
quiero mudarme hace años,
al barrio de la alegría,
pero siempre que lo intento,
ha llegado MMarina..."
 
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