Uy, si acude una asistenta a esa casa, UNA MUJER, saca el palo.Pues a mí me da pena el niño. No me quito de la cabeza lo que debe escuchar, ver y sentir ese pequeño. Me pone los pelos de punta. Y que las asistentas sociales de menores no se encarguen de acudir a ver la situación de vulnerabilidad, esos cambios de humor de su madre que pasa de la alegría a la histeria, rabia, hasta se le cabía la cara, la comida que le hacen, que lo dejan siempre con alguien, la manera en en en los directos sé queja de el menor. Que eso no lo vean en menores y no actúen me da lástima.