Yo probé durante un año prima, pensé que debían adaptarse pero el primer gato sentía miedo perpetuo, al nivel de ir mal al baño, iba suelto, vamos como un humano cuando se poner nervioso. Fue triste despedirme del otro gato, pero creo que era lo mejor. ¿Ves? Jenni no habla de las cacas de su gato, no es animalista, fin.
Está claro que son muchísimos kilos. Pero hay que ver las circunstancias de la gente también... Puede que estés pasando por un muy mal momento, imagina que tienes un accidente importante, te quedas postrada X tiempo, se te suma una ansiedad brutal porque no sabes gestionar tu nueva situación y te refugias en la comida. Pon que cambias de trabajo y te pasas 8 horas sentada en una silla, con unos horarios de mierda en los que comes lo primero que pillas. Pon simplemente que empiezas una relación y los planes suelen ser más tranquilos e incluyen comida (cena, cine y palomitas, peli en casa y pizza, paseo y helado...) y, joder, no te apetece una mierda privarte. Pues lo mismo te pasas varios años así, encadenando circunstancias, y cuando te quieres dar cuenta has engordado una barbaridad.
Jennifer es más de desear unos taconazos de 15 cm pero ponerse unas chanclas y así, de paso, poder decir que no tiene problemas ni su peso la limita para atarse unos cordones. Todo adornado con que las chancas son muy cómodas, monísimas, espectaculares, brutales, maravillosas e increíbles, que Attitude y palante. Eso es Jennifer.
