Pues a mi no me da pena ninguno de los dos, básicamente por la soberbia con la que hablan en general, alardeando de lo maravilloso y único que es su amor y su vida y pensando que dan envidia cuando creo yo que pocas quisiéramos eso para nosotras. Si se han metido en boda fantasiosa, casa e historias es por eso mismo, su realidad paralela en la que creen vivir.
Si tuviese cualquiera de ellos un poco de humildad otro gallo cantaría pero como no es así me dan la risa más que pena.
A mí pena ninguna tampoco, van como si fueran los más felices pero se nota mucho que es para demostrarlo a los demás, tienen ambos la necesidad de demostrarlo de cara a la galería a diario. En fin, vivir para ver, y ya veremos primas que la historia no ha acabado.