Javier López Madrid, íntimo de los Reyes, Tarjetas Black Caja Madrid. Denuncia de la Doctora Pinto.

El mensaje a López Madrid del policía que le investigaba por acoso a la doctora Pinto: "Este partido lo vamos a ganar"
La Guardia Civil halla conversaciones del empresario y el mando policial entre el material incautado a Javier López Madrid cuando fue detenido en el caso Lezo "Queda poco de secreto de sumario y toca tirar de paciencia en esta última vuelta", escribe el entonces inspector jefe de Policía Alberto Carba al yerno de Villar Mir El informe de Carba motivó el archivo de la causa contra López Madrid y enterró los indicios contra Villarejo, pero la Audiencia reabrió la causa cuestionando su trabajo
Pedro Águeda Follow @pedroagueda
Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid

Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid
El caso que reúne las denuncias cruzadas por acoso entre la doctora Elisa Pinto y el empresario Javier López Madrid experimenta un nuevo giro. Unos mensajes incautados al yerno de Juan Miguel Villar Mir cuando fue detenido en el marco del caso Lezo revelan la relación de proximidad que mantenía con el mando policial que supuestamente trataba de esclarecer las acusaciones entre él y la dermatóloga, ambos imputados en distintos juzgados.

En uno de esos mensajes, a los que ha tenido acceso eldiario.es, el entonces inspector jefe Alberto Carba une los intereses de la investigación a los del poderoso empresario y le escribe: "Buenos días javier. Solo quería transmitirte que el informe que queríamos es muy bueno para nuestra investigación. Paciencia en este último cuarto que este partido lo vamos a ganar".

El Confidencial publicó una información el pasado lunes acerca del oficio de la Guardia Civil y estos mensajes bajo el título: "La UCO halla correos de López Madrid con el policía que investigó el acoso sexual de Pinto".

La Guardia Civil remitió el pasado 23 de julio un oficio al juez Manuel García-Castellón dando cuenta de los mensajes hallados en su investigación del caso Lezo, la trama que llevó hasta el expresidente madrileño Ignacio González por enriquecerse presuntamente a través de la empresa pública del agua Canal de Isabel II. Esas pesquisas derivaron en el caso de la presunta financiación irregular del PP madrileño y es ahí donde aparece Javier López Madrid, investigado por entregar dinero negro del Grupo Villar Mir a la formación políticay quedarse, según las pesquisas, con una parte que se habría repartido con Francisco Granados y David Marjaliza.

El 21 de abril de 2017, agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvieron a Javier López Madrid y registraron, por orden del juez, su domicilio y sus despachos, incautándose de teléfonos y otros dispositivos móviles. Entre todo ese material aparecieron los mensajes de teléfono y correos electrónicos que llamaron la atención de los investigadores pese a no tener relación con la causa y que "se encontrarían relacionados con una investigación llevada a cabo con motivo de una denuncia presentada por la doctora Elisa Pinto Romero contra Javier López Madrid por un supuesto delito de acoso, agresión y amenazas", traslada la Guardia Civil en el oficio remitido el pasado verano al juzgado y que ha sido incorporado al sumario de Lezo.

El primero de esos mensajes data del 16 de octubre de 2015. Carba se presenta al empresario y le explica su misión en la investigación, casi dos años después de que la doctora acudiera por primera vez a comisaría a denunciar amenazas y agresiones. Un mes después de dirigirse por primera vez al empresario, el 19 de noviembre de 2015, López Madrid escribe al policía: "Alberto de verdad mil gracias por tu amabilidad y cariño, dándome confianza (…) Es uno de los tresiMessage incorporados al oficio de la Guardia Civil y que fueron recuperados de una tablet.

El policía se deshace en atenciones en su trato con el empresario imputado por acoso y delitos de corrupción. Si éste le avisa que llegará tarde a una cita que habían previsto, el mando responde: "Por supuesto javier. No te preocupes. Tenemos toda la mañana". Si López Madrid le llama y no le localiza, después le contesta: "Buenas noches javier. Acabo de aterrizar que venía de profesor en un curso de la Ertzaintza. Querías algo?"

El informe que elaboró a la postre Alberto Carba sirvió para que, a petición de la Fiscalía de Madrid, la titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid archivara la investigación contra López Madrid. En esos informes, Carba concluía que la doctora se había inventado el acoso y que ella era la presunta responsable de otros mensajes amenazantes recibidos por el empresario. La defensa de la mujer denunció un montaje policial, recurrió la decisión y la Audiencia de Madrid terminó por corregir a la magistrada Belén Sánchez. La instancia superior ordenó a la jueza reabrir la causa y volver a imputar a López Madrid, en un auto en el que cuestionaba el método seguido por Carba para señalar a la mujer y exculpar a López Madrid.

Elisa Pinto había denunciado en trece ocasiones en la comisaría madrileña de Chamartín dos agresiones con arma blanca, así como amenazas telefónicas, sin que la Policía hiciera nada. La mujer optó por escribir a la Secretaría de Estado de Seguridad pidiendo auxilio. En esa época, Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior; Francisco Martínez, ahora al borde de la imputación por el espionaje a Bárcenas, su secretario de Estado; Ignacio Cosidó, director general de la Policía; y de número dos del Cuerpo estaba Eugenio Pino, artífice de la brigada política y jefe operativo de la Policía.

El comisario Villarejo, también beneficiado
Cuando Alberto Carba recibió la orden de investigar el caso de la doctora Pinto, el caso ya había saltado a los medios y había entrado en una nueva dimensión: la mujer había reconocido fotográficamente al comisario Villarejo como el hombre que la había pinchado en el costado en abril de 2014 mientras le decía: "López Madrid quiere que cierres la boca". La jueza había citado en dos ocasiones a Villarejo para una rueda de reconocimiento y la Dirección de la Policía le había disculpado asegurando que estaba en misiones en el extranjero.

Antes de que llegara la fecha de la tercera citación, Carba presentó su informe exculpatorio para López Madrid y su compañero Villarejo. El comisario hoy en prisión estaba entonces destinado en la Dirección Adjunta Operativa de Pino y guardaba todos los secretos de la guerra sucia contra la oposición que se desarrolló entre 2012 y 2016 y en la que participó activamente. El comisario que organizó el reconocimiento fotográfico de la mujer a Villarejo acabó defenestrado por aquella Dirección de la Policía.

En otro de los mensajes descubiertos por la Guardia Civil, del 23 de noviembre de 2015, el inspector jefe Alberto Carba escribe a López Madrid. El investigador revela al investigado que esa mañana ha estado reunido con la jueza que le mantiene imputado y con la magistrada que hace lo propio con la mujer. Pero ahí no acaban las confidencias del agente, que actúa como "policía judicial". El inspector jefe le adelanta que le queda poco para acabar su "trabajo". “De aquí al próximo lunes, salvo requerimientos”, le precisa. Y añade: "Queda muy poco de secreto de sumario y toca como hemos dicho tirar de paciencia en esta última vuelta". Efectivamente, la jueza dictó el levantamiento del secreto de sumario el 9 de diciembre siguiente, dos semanas después. eldiario.es se ha puesto en contacto con el hoy comisario Carba, quien declinó hacer declaraciones alegando que necesita un permiso expreso de sus superiores.

La "estrecha relación" de López Madrid con policías
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hizo un volcado del teléfono de López Madrid a requerimiento de la jueza que investiga a la doctora Pinto y extrajo una serie de mensajes, pese al borrado intenso al que unos especialistas habían sometido al terminal antes por requerimiento de su propietario. Algunos de esos mensajes fueron objeto de un informe por parte de la UCO ya que evidenciaban, según los agentes, las "estrechas relaciones" entre el investigado López Madrid y un grupo de mandos policiales.

Entre esos mandos estaba José Manuel Villarejo Pérez, quien asegura que un amigo le puso en contacto con el comisario y que se limitó a aconsejarle que denunciara. López Madrid también trató con el comisario Enrique García Castaño, mando de la lucha antiterrorista ya jubilado e imputado en el caso Villarejo, quien niega gestiones a favor del empresario. López Madrid acabó denunciando el supuesto acoso de la doctora ante el Grupo V de Homicidios, pese a no investigarse ningún crimen. El empresario negó en un principio esas relaciones con mandos policiales ante la jueza, pero ante las evidencias tuvo que desdecirse y reconocerlos. Según afirmó, estaba desesperado ante la injusticia que sufría.

Los especialistas de la Guardia Civil recuperaron otros mensajes que fueron incorporados por la jueza al sumario y que recogían el apoyo de los reyes de España al empresario al poco de conocerse los gastos de las tarjetas black de Caja Madrid, por los que el empresario fue condenado con posterioridad.

Al frente de la comisaría más grande de Madrid
Alberto Carba González tomó posesión como comisario el 20 de diciembre de 2018. Licenciado en Ciencias Policiales y Derecho, su destino en la Sección de Secuestros y Extorsiones hizo que se prodigara en intervenciones en los medios de comunicación. Apenas ha estado unos meses en su primer destino como comisario, en la localidad valenciana de Alzira.
Bien relacionado con la cúpula policial, la Dirección del Cuerpo hizo uso de un mecanismo extraordinario para que Carba regresara rápidamente a Madrid, nada menos que como jefe de la comisaría del distrito Centro, la más grande de la capítal. El comisario Carba está al mando de medio millar de agentes desde agosto y es frecuente verle en recepciones de embajadas o rodeado de magistrados y fiscales de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, como en la copa que se celebró en este último con motivo del Día de la Policía el pasado octubre.
El policía tuvo que reconocer ante la jueza errores en su investigación del caso Pinto. Carba, por ejemplo, había concluido que no había pruebas de que la doctora estuviera en el lugar de la agresión con arma blanca de abril de 2014, por la que está imputado hoy Villarejo. Unas imágenes de cámaras de seguridad atestiguan lo contrario, según tuvo que reconocer después en sede judicial. Sus conclusiones sobre la supuesta culpabilidad de la doctora Pinto incluyen un informe de la unidad de Análisis de la Conducta de la Policía, que elaboró un retrato de la mujer sin haberla siquiera entrevistado. La autora de ese informe es la esposa de Alberto Carba.
 
El mensaje a López Madrid del policía que le investigaba por acoso a la doctora Pinto: "Este partido lo vamos a ganar"

La Guardia Civil halla conversaciones del empresario y el mando policial entre el material incautado a Javier López Madrid cuando fue detenido en el caso Lezo
"Queda poco de secreto de sumario y toca tirar de paciencia en esta última vuelta", escribe el entonces inspector jefe de Policía Alberto Carba al yerno de Villar Mir
El informe de Carba motivó el archivo de la causa contra López Madrid y enterró los indicios contra Villarejo, pero la Audiencia reabrió la causa cuestionando su trabajo


Pedro Águeda
10/12/2019 - 21:49h
Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid

Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid
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El caso que reúne las denuncias cruzadas por acoso entre la doctora Elisa Pinto y el empresario Javier López Madrid experimenta un nuevo giro. Unos mensajes incautados al yerno de Juan Miguel Villar Mir cuando fue detenido en el marco del caso Lezo revelan la relación de proximidad que mantenía con el mando policial que supuestamente trataba de esclarecer las acusaciones entre él y la dermatóloga, ambos imputados en distintos juzgados.

En uno de esos mensajes, a los que ha tenido acceso eldiario.es, el entonces inspector jefe Alberto Carba une los intereses de la investigación a los del poderoso empresario y le escribe: "Buenos días javier. Solo quería transmitirte que el informe que queríamos es muy bueno para nuestra investigación. Paciencia en este último cuarto que este partido lo vamos a ganar".




El Confidencial publicó una información el pasado lunes acerca del oficio de la Guardia Civil y estos mensajes bajo el título: "La UCO halla correos de López Madrid con el policía que investigó el acoso sexual de Pinto".

La Guardia Civil remitió el pasado 23 de julio un oficio al juez Manuel García-Castellón dando cuenta de los mensajes hallados en su investigación del caso Lezo, la trama que llevó hasta el expresidente madrileño Ignacio González por enriquecerse presuntamente a través de la empresa pública del agua Canal de Isabel II. Esas pesquisas derivaron en el caso de la presunta financiación irregular del PP madrileño y es ahí donde aparece Javier López Madrid, investigado por entregar dinero negro del Grupo Villar Mir a la formación política y quedarse, según las pesquisas, con una parte que se habría repartido con Francisco Granados y David Marjaliza.

El 21 de abril de 2017, agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvieron a Javier López Madrid y registraron, por orden del juez, su domicilio y sus despachos, incautándose de teléfonos y otros dispositivos móviles. Entre todo ese material aparecieron los mensajes de teléfono y correos electrónicos que llamaron la atención de los investigadores pese a no tener relación con la causa y que "se encontrarían relacionados con una investigación llevada a cabo con motivo de una denuncia presentada por la doctora Elisa Pinto Romero contra Javier López Madrid por un supuesto delito de acoso, agresión y amenazas", traslada la Guardia Civil en el oficio remitido el pasado verano al juzgado y que ha sido incorporado al sumario de Lezo.

El primero de esos mensajes data del 16 de octubre de 2015. Carba se presenta al empresario y le explica su misión en la investigación, casi dos años después de que la doctora acudiera por primera vez a comisaría a denunciar amenazas y agresiones. Un mes después de dirigirse por primera vez al empresario, el 19 de noviembre de 2015, López Madrid escribe al policía: "Alberto de verdad mil gracias por tu amabilidad y cariño, dándome confianza (…) Es uno de los tres iMessage incorporados al oficio de la Guardia Civil y que fueron recuperados de una tablet.

El policía se deshace en atenciones en su trato con el empresario imputado por acoso y delitos de corrupción. Si éste le avisa que llegará tarde a una cita que habían previsto, el mando responde: "Por supuesto javier. No te preocupes. Tenemos toda la mañana". Si López Madrid le llama y no le localiza, después le contesta: "Buenas noches javier. Acabo de aterrizar que venía de profesor en un curso de la Ertzaintza. Querías algo?"

El informe que elaboró a la postre Alberto Carba sirvió para que, a petición de la Fiscalía de Madrid, la titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid archivara la investigación contra López Madrid. En esos informes, Carba concluía que la doctora se había inventado el acoso y que ella era la presunta responsable de otros mensajes amenazantes recibidos por el empresario. La defensa de la mujer denunció un montaje policial, recurrió la decisión y la Audiencia de Madrid terminó por corregir a la magistrada Belén Sánchez. La instancia superior ordenó a la jueza reabrir la causa y volver a imputar a López Madrid, en un auto en el que cuestionaba el método seguido por Carba para señalar a la mujer y exculpar a López Madrid.

Elisa Pinto había denunciado en trece ocasiones en la comisaría madrileña de Chamartín dos agresiones con arma blanca, así como amenazas telefónicas, sin que la Policía hiciera nada. La mujer optó por escribir a la Secretaría de Estado de Seguridad pidiendo auxilio. En esa época, Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior; Francisco Martínez, ahora al borde de la imputación por el espionaje a Bárcenas, su secretario de Estado; Ignacio Cosidó, director general de la Policía; y de número dos del Cuerpo estaba Eugenio Pino, artífice de la brigada política y jefe operativo de la Policía.

El comisario Villarejo, también beneficiado

Cuando Alberto Carba recibió la orden de investigar el caso de la doctora Pinto, el caso ya había saltado a los medios y había entrado en una nueva dimensión: la mujer había reconocido fotográficamente al comisario Villarejo como el hombre que la había pinchado en el costado en abril de 2014 mientras le decía: "López Madrid quiere que cierres la boca". La jueza había citado en dos ocasiones a Villarejo para una rueda de reconocimiento y la Dirección de la Policía le había disculpado asegurando que estaba en misiones en el extranjero.

Antes de que llegara la fecha de la tercera citación, Carba presentó su informe exculpatorio para López Madrid y su compañero Villarejo. El comisario hoy en prisión estaba entonces destinado en la Dirección Adjunta Operativa de Pino y guardaba todos los secretos de la guerra sucia contra la oposición que se desarrolló entre 2012 y 2016 y en la que participó activamente. El comisario que organizó el reconocimiento fotográfico de la mujer a Villarejo acabó defenestrado por aquella Dirección de la Policía.

En otro de los mensajes descubiertos por la Guardia Civil, del 23 de noviembre de 2015, el inspector jefe Alberto Carba escribe a López Madrid. El investigador revela al investigado que esa mañana ha estado reunido con la jueza que le mantiene imputado y con la magistrada que hace lo propio con la mujer. Pero ahí no acaban las confidencias del agente, que actúa como "policía judicial". El inspector jefe le adelanta que le queda poco para acabar su "trabajo".

“De aquí al próximo lunes, salvo requerimientos”, le precisa. Y añade: "Queda muy poco de secreto de sumario y toca como hemos dicho tirar de paciencia en esta última vuelta". Efectivamente, la jueza dictó el levantamiento del secreto de sumario el 9 de diciembre siguiente, dos semanas después. eldiario.es se ha puesto en contacto con el hoy comisario Carba, quien declinó hacer declaraciones alegando que necesita un permiso expreso de sus superiores.

La "estrecha relación" de López Madrid con policías

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hizo un volcado del teléfono de López Madrid a requerimiento de la jueza que investiga a la doctora Pinto y extrajo una serie de mensajes, pese al borrado intenso al que unos especialistas habían sometido al terminal antes por requerimiento de su propietario. Algunos de esos mensajes fueron objeto de un informe por parte de la UCO ya que evidenciaban, según los agentes, las "estrechas relaciones" entre el investigado López Madrid y un grupo de mandos policiales.

Entre esos mandos estaba José Manuel Villarejo Pérez, quien asegura que un amigo le puso en contacto con el comisario y que se limitó a aconsejarle que denunciara. López Madrid también trató con el comisario Enrique García Castaño, mando de la lucha antiterrorista ya jubilado e imputado en el caso Villarejo, quien niega gestiones a favor del empresario. López Madrid acabó denunciando el supuesto acoso de la doctora ante el Grupo V de Homicidios, pese a no investigarse ningún crimen. El empresario negó en un principio esas relaciones con mandos policiales ante la jueza, pero ante las evidencias tuvo que desdecirse y reconocerlos. Según afirmó, estaba desesperado ante la injusticia que sufría.

Los especialistas de la Guardia Civil recuperaron otros mensajes que fueron incorporados por la jueza al sumario y que recogían el apoyo de los reyes de España al empresario al poco de conocerse los gastos de las tarjetas black de Caja Madrid, por los que el empresario fue condenado con posterioridad.

Al frente de la comisaría más grande de Madrid

Alberto Carba González tomó posesión como comisario el 20 de diciembre de 2018. Licenciado en Ciencias Policiales y Derecho, su destino en la Sección de Secuestros y Extorsiones hizo que se prodigara en intervenciones en los medios de comunicación. Apenas ha estado unos meses en su primer destino como comisario, en la localidad valenciana de Alzira.

Bien relacionado con la cúpula policial, la Dirección del Cuerpo hizo uso de un mecanismo extraordinario para que Carba regresara rápidamente a Madrid, nada menos que como jefe de la comisaría del distrito Centro, la más grande de la capítal. El comisario Carba está al mando de medio millar de agentes desde agosto y es frecuente verle en recepciones de embajadas o rodeado de magistrados y fiscales de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, como en la copa que se celebró en este último con motivo del Día de la Policía el pasado octubre.

El policía tuvo que reconocer ante la jueza errores en su investigación del caso Pinto. Carba, por ejemplo, había concluido que no había pruebas de que la doctora estuviera en el lugar de la agresión con arma blanca de abril de 2014, por la que está imputado hoy Villarejo. Unas imágenes de cámaras de seguridad atestiguan lo contrario, según tuvo que reconocer después en sede judicial. Sus conclusiones sobre la supuesta culpabilidad de la doctora Pinto incluyen un informe de la unidad de Análisis de la Conducta de la Policía, que elaboró un retrato de la mujer sin haberla siquiera entrevistado. La autora de ese informe es la esposa de Alberto Carba.


Así que encima de cometer """errores""" ha sido ascendido estando al frente de la comisaría mas grande de Madrid.

¿Que podemos pensar los españolitos de a pie de toda ésta gentuza tan bien relacionada y a la que se le premia por favores hechos a personas pudientes relacionadas amistosamente con el Jefe del Estado.

Disculpa @IDOLO no había visto tu post.
 
Las "relaciones estrechas" de la Policía con el ciudadano Javier López Madrid

La Guardia Civil descubrió la relación del empresario con mandos policiales al examinar su móvil en el presunto caso de acoso entre él y la doctora Pinto

Otros mensajes hallados en el caso de corrupción Lezo revelan el trato de favor que dispensó el investigador policial del acoso al empresario y amigo del rey

El comisario Villarejo está acusado de 'pinchar' a la mujer y amenazarla por orden del consejero delegado del Grupo Villar Mir cuando el policía estaba libre y en activo

Pedro Águeda
14/12/2019 - 21:05h
La doctora Pinto recurre a la Audiencia el archivo a López Madrid por acosarla

El empresario Javier López Madrid accede a la Audiencia Nacional para ser juzgado por las 'tarjetas black' EFE
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Cuatro sumarios judiciales recogen indicios de que Javier López Madrid recibió, cuanto menos, trato de favor de la Policía en la investigación contra él por acoso, amenazas y agresión a la dermatóloga Elisa Pinto, imputada también a raíz de la denuncia que él puso contra ella. El contencioso entre ambos lleva cinco años atascado en dos juzgados de Plaza de Castilla y durante su instrucción, así como a lo largo de otras dos causas por corrupción contra el yerno de Juan Miguel Villar Mir, han emergido los contactos del poderoso empresario con varios mandos policiales, el último, el comisario Alberto Carba, responsable de la investigación de las denuncias cruzadas entre López Madrid y la doctora, quien llegó a decir al empresario en un mensaje: “Este partido lo vamos a ganar”.

El caso del comisario Villarejo, en prisión provisional desde noviembre de 2017, ha hecho emerger la relación entre la élite económica del país con un grupo de mandos del Cuerpo Nacional de Policía, sospechosos de obtener dinero y prebendas abusando de su condición de altos funcionarios públicos. Villarejo está imputado por agredir a la doctora Pinto y amenazarla por encargo de López Madrid. La Audiencia Nacional considera que Villarejo ingresó millones de euros al frente de una organización criminal que elaboraba dosieres y recibía encargos de empresarios con problemas con la justicia. Las causas abiertas en el tribunal especial no versan por ahora sobre el presunto vínculo entre el comisario y López Madrid.




Dos años antes de que el comisario Villarejo fuera encarcelado por liderar presuntamente una organización criminal, un informe de la Guardia Civil, elaborado a partir de los datos extraídos del teléfono del empresario, adelantaba que López Madrid mantenía “relaciones estrechas” con comisarios. Una empresa de tecnología, acostumbrada a trabajar con la Policía, realizó un volcado del teléfono de López Madrid antes de que éste entregara su teléfono a la jueza Concepción Jerez con miles de contactos, llamadas y mensajes borrados. Pese a ello, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil logró recuperar una parte de ellos y elaboró un informe de fecha 7 de mayo de 2015.

“Existen relaciones estrechas con los comisarios de policía José Luis Conde, Enrique García Castaño, denotando las llamadas realizadas al comisario Conde antes y después de interponer denuncia antes su Unidad en compañía de ‘Gabriel’ y las realizadas a ambos comisarios el 12 de noviembre de 2014 antes de decir que quería ir a la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos para que le cuenten lo del montaje que se ha hecho desde allí”, recoge el atestado de la UCO, incorporado en su momento al sumario de la causa que investiga a la doctora Pinto como la autora de las amenazas.

Los comisarios aludidos, ambos jubilados ya, rechazan trato de favor a Javier López Madrid. García Castaño, imputado en el caso Villarejo de la Audiencia Nacional, asegura que López Madrid acudió a la Comisaría General de Información por el contacto que la unidad antiterrorista tiene con grandes empresas como OHL, objeto frecuente de amenazas, según dice, y porque el jefe seguridad de la constructora es un antiguo comisario de Policía, Daniel Santos.
García Castaño, entonces al frente de la Unidad Central de Apoyo Operativo, afirma que descartaron que se tratara de amenazas terroristas y que derivó el asunto a la Brigada Policía Judicial, la estructura especializada a nivel de Madrid, por los vínculos de López Madrid con la Casa Real. Pese al borrado a conciencia del teléfono de López Madrid, la Guardia Civil encontró ocho llamadas, realizadas todas ellas por el empresario al mando antiterrorista de la Policía, entre octubre de 2014 y febrero de 2015, momento en que finalizan las comunicaciones recuperadas del terminal.

Por su parte, Conde asegura que recibió a López Madrid porque se presentó en su unidad especializada en compañía de un abogado que reconoció por haber sido fiscal. El comisario defiende que, pese a que pensaron que podía tratarse de un asunto de despecho personal, el asunto no podía recaer en una comisaría cualquiera por pertenecer López Madrid, y otras personas posiblemente amenazadas, al círculo del rey de España, Felipe VI. Eso ocurría en noviembre de 2014. Cuando eldiario.es publicó los mensajes de apoyo de los reyes al empresario en pleno caso de las tarjetas black, también procedentes del móvil de López Madrid, la Casa Real se limitó a comentar que, en ese momento, 8 de marzo de 2016, la relación entre ambos, amigos desde el colegio, ya no existía.

Conde añade que mantuvo contactos telefónicos con López Madrid posteriores al día en que se presentó en la Brigada porque el empresario comenzó a “incordiar” a su jefe de grupo y él quiso descargarle de ese peso. El sumario recoge 18 llamadas con López Madrid (14 del empresario, 4 del policía y 2 perdidas). El comisario jubilado dice que López Madrid era muy insistente y que también se comportó de modo “impertinente” con él.

Después de que los policías de Conde se hicieran cargo del caso, López Madrid siguió llamando al comisario antiterrorista García Castaño. El 30 de enero de 2015 habló con él quince minutos antes de que el responsable de la empresa del volcado de su teléfono le avisara de que ya tenía el terminal listo para ir al juzgado, según consta en la causa por acoso.

"López Madrid quiere que cierres la boca"

Javier López Madrid llegó hasta el comisario Villarejo a través del presidente de Societe Generale en España y Portugal, Donato González, cuyas oficinas están en Torre Picasso, donde el policía encarcelado tenía las oficinas de sus empresas “de inteligencia”. La relación de López Madrid con los comisarios citados anteriormente no ha tenido relevancia penal para las juezas que investigan a Pinto y a López Madrid. Pero en el caso de Villarejo es diferente. El comisario sigue imputado por haber ‘pinchado’ a la doctora por acoso el 14 de abril de 2014, en presencia de su hijo de diez años, mientras le decía: “López Madrid quiere que cierres la boca”. El hijo de la doctora también reconoció al policía como el hombre que fue a amenazarle a la puerta del colegio.

Villarejo niega todo ello y se refiere a la doctora en grabaciones incorporadas al sumario de la Audiencia Nacional como “una loca”, al tiempo que reconoce en un diario manuscrito, también incautado en el momento de su detención, su temor a que le señale en una rueda de reconocimiento. La cúpula policial de entonces, al frente de la que estaba el jefe de la brigada política, Eugenio Pino, excusó en dos ocasiones de la citación judicial a Villarejo alegando que estaba de viaje en el extranjero. Cuando estaba pendiente de acudir a la tercera citación de la jueza, la Policía presentó unos nuevos informes que exculpaban a López Madrid y, en consecuencia, a Villarejo, del acoso, las amenazas y las agresiones a la mujer. Era la época de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior.

Esos informes exculpatorios pertenecen a la investigación que dirigió el hoy comisario del Distrito Centro de Madrid, Alberto Carba, el policía que traslada secretos de la investigación a López Madrid y le comunica su apoyo antes de acabar su trabajo. "Queda muy poco de secreto de sumario y toca como hemos dicho tirar de paciencia en esta última vuelta", le dice en otro mensaje Carba a López Madrid poco antes de que la jueza decidiera el fin del secreto de las actuaciones y fueran publicados los informes favorables a López Madrid en los medios. Estos mensajes entre Carba y López Madrid aparecieron entre los dispositivos incautados al empresario cuando fue detenido en el marco del caso Lezo, una investigación que derivó en la financiación irregular del PP madrileño.

Los informes de Alberto Carba sirvieron para que la Fiscalía de Madrid, dirigida entonces por José Javier Polo, pidiera de inmediato el archivo de la causa contra López Madrid que la jueza Belén Sánchez acordó sin atender a las últimas peticiones de la defensa de Pinto. La mujer hizo una enmienda a toda la investigación de Carba y denunciaba “un montaje policial”. Meses después, la Audiencia de Madrid atendió el recurso, ordenó reabrir la causa y López Madrid volvió a estar imputado. La rueda de reconocimiento contra Villarejo se celebró y la doctora le señaló como el autor de su apuñalamiento. El comisario Carba fue llamado a declarar y admitió errores en sus pesquisas.

Envío la dirección de la mujer al gurú de la Púnica

El sumario del caso Púnica también recoge mensajes que parecen conectar los intereses de López Madrid con la Policía, aunque en este caso con un intermediario, el gurú informático Alejandro de Pedro. El 27 de noviembre de 2013, ambos mantienen una conversación por Whatsapp y el consejero delegado del Grupo Villar Mir afirma: "Ya tengo la dirección". De Pedro le contesta: "Estoy hablando con los hackers que llevan temas de la policía. Destruir el móvil completo es lo más seguro". Es entonces cuando Javier López Madrid envía a De Pedro la calle, el número, el piso y la puerta donde vive la doctora en el distrito madrileño de Chamartín.

El 27 de septiembre de 2014, por la misma vía, De Pedro le dice al empresario: "Hoy he estado donde los pinchadiscos de los pincha teléfonos de la policía”. La defensa de la doctora Pinto pidió por ello la declaración de Alejandro de Pedro en el caso de acoso, pero el experto informático, con distintas excusas, ha evitado declarar en las cuatro ocasiones en las que ha sido citado.

A día de hoy, López Madrid atesora el difícil logro de estar imputado en dos causas de corrupción por sus vínculos con otros tantos enemigos irreconciliables del PP madrileño: Francisco Granados e Ignacio González. Por una parte debe responder, como ejecutivo del poderoso grupo empresarial que fundó su suegro, Juan Miguel Villar Mir, de sobornar a Granados y financiar al PP madrileño; y de otra, de pagar 1,4 millones en Suiza a Ignacio González.

 
El mensaje a López Madrid del policía que le investigaba por acoso a la doctora Pinto: "Este partido lo vamos a ganar"

La Guardia Civil halla conversaciones del empresario y el mando policial entre el material incautado a Javier López Madrid cuando fue detenido en el caso Lezo
"Queda poco de secreto de sumario y toca tirar de paciencia en esta última vuelta", escribe el entonces inspector jefe de Policía Alberto Carba al yerno de Villar Mir
El informe de Carba motivó el archivo de la causa contra López Madrid y enterró los indicios contra Villarejo, pero la Audiencia reabrió la causa cuestionando su trabajo


Pedro Águeda
10/12/2019 - 21:49h
Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid

Conversación del 19 de noviembre de 2015 entre el entonces inspector jefe Alberto Carba y el empresario López Madrid
más INFO
El caso que reúne las denuncias cruzadas por acoso entre la doctora Elisa Pinto y el empresario Javier López Madrid experimenta un nuevo giro. Unos mensajes incautados al yerno de Juan Miguel Villar Mir cuando fue detenido en el marco del caso Lezo revelan la relación de proximidad que mantenía con el mando policial que supuestamente trataba de esclarecer las acusaciones entre él y la dermatóloga, ambos imputados en distintos juzgados.

En uno de esos mensajes, a los que ha tenido acceso eldiario.es, el entonces inspector jefe Alberto Carba une los intereses de la investigación a los del poderoso empresario y le escribe: "Buenos días javier. Solo quería transmitirte que el informe que queríamos es muy bueno para nuestra investigación. Paciencia en este último cuarto que este partido lo vamos a ganar".




El Confidencial publicó una información el pasado lunes acerca del oficio de la Guardia Civil y estos mensajes bajo el título: "La UCO halla correos de López Madrid con el policía que investigó el acoso sexual de Pinto".

La Guardia Civil remitió el pasado 23 de julio un oficio al juez Manuel García-Castellón dando cuenta de los mensajes hallados en su investigación del caso Lezo, la trama que llevó hasta el expresidente madrileño Ignacio González por enriquecerse presuntamente a través de la empresa pública del agua Canal de Isabel II. Esas pesquisas derivaron en el caso de la presunta financiación irregular del PP madrileño y es ahí donde aparece Javier López Madrid, investigado por entregar dinero negro del Grupo Villar Mir a la formación política y quedarse, según las pesquisas, con una parte que se habría repartido con Francisco Granados y David Marjaliza.

El 21 de abril de 2017, agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvieron a Javier López Madrid y registraron, por orden del juez, su domicilio y sus despachos, incautándose de teléfonos y otros dispositivos móviles. Entre todo ese material aparecieron los mensajes de teléfono y correos electrónicos que llamaron la atención de los investigadores pese a no tener relación con la causa y que "se encontrarían relacionados con una investigación llevada a cabo con motivo de una denuncia presentada por la doctora Elisa Pinto Romero contra Javier López Madrid por un supuesto delito de acoso, agresión y amenazas", traslada la Guardia Civil en el oficio remitido el pasado verano al juzgado y que ha sido incorporado al sumario de Lezo.

El primero de esos mensajes data del 16 de octubre de 2015. Carba se presenta al empresario y le explica su misión en la investigación, casi dos años después de que la doctora acudiera por primera vez a comisaría a denunciar amenazas y agresiones. Un mes después de dirigirse por primera vez al empresario, el 19 de noviembre de 2015, López Madrid escribe al policía: "Alberto de verdad mil gracias por tu amabilidad y cariño, dándome confianza (…) Es uno de los tres iMessage incorporados al oficio de la Guardia Civil y que fueron recuperados de una tablet.

El policía se deshace en atenciones en su trato con el empresario imputado por acoso y delitos de corrupción. Si éste le avisa que llegará tarde a una cita que habían previsto, el mando responde: "Por supuesto javier. No te preocupes. Tenemos toda la mañana". Si López Madrid le llama y no le localiza, después le contesta: "Buenas noches javier. Acabo de aterrizar que venía de profesor en un curso de la Ertzaintza. Querías algo?"

El informe que elaboró a la postre Alberto Carba sirvió para que, a petición de la Fiscalía de Madrid, la titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid archivara la investigación contra López Madrid. En esos informes, Carba concluía que la doctora se había inventado el acoso y que ella era la presunta responsable de otros mensajes amenazantes recibidos por el empresario. La defensa de la mujer denunció un montaje policial, recurrió la decisión y la Audiencia de Madrid terminó por corregir a la magistrada Belén Sánchez. La instancia superior ordenó a la jueza reabrir la causa y volver a imputar a López Madrid, en un auto en el que cuestionaba el método seguido por Carba para señalar a la mujer y exculpar a López Madrid.

Elisa Pinto había denunciado en trece ocasiones en la comisaría madrileña de Chamartín dos agresiones con arma blanca, así como amenazas telefónicas, sin que la Policía hiciera nada. La mujer optó por escribir a la Secretaría de Estado de Seguridad pidiendo auxilio. En esa época, Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior; Francisco Martínez, ahora al borde de la imputación por el espionaje a Bárcenas, su secretario de Estado; Ignacio Cosidó, director general de la Policía; y de número dos del Cuerpo estaba Eugenio Pino, artífice de la brigada política y jefe operativo de la Policía.

El comisario Villarejo, también beneficiado

Cuando Alberto Carba recibió la orden de investigar el caso de la doctora Pinto, el caso ya había saltado a los medios y había entrado en una nueva dimensión: la mujer había reconocido fotográficamente al comisario Villarejo como el hombre que la había pinchado en el costado en abril de 2014 mientras le decía: "López Madrid quiere que cierres la boca". La jueza había citado en dos ocasiones a Villarejo para una rueda de reconocimiento y la Dirección de la Policía le había disculpado asegurando que estaba en misiones en el extranjero.

Antes de que llegara la fecha de la tercera citación, Carba presentó su informe exculpatorio para López Madrid y su compañero Villarejo. El comisario hoy en prisión estaba entonces destinado en la Dirección Adjunta Operativa de Pino y guardaba todos los secretos de la guerra sucia contra la oposición que se desarrolló entre 2012 y 2016 y en la que participó activamente. El comisario que organizó el reconocimiento fotográfico de la mujer a Villarejo acabó defenestrado por aquella Dirección de la Policía.

En otro de los mensajes descubiertos por la Guardia Civil, del 23 de noviembre de 2015, el inspector jefe Alberto Carba escribe a López Madrid. El investigador revela al investigado que esa mañana ha estado reunido con la jueza que le mantiene imputado y con la magistrada que hace lo propio con la mujer. Pero ahí no acaban las confidencias del agente, que actúa como "policía judicial". El inspector jefe le adelanta que le queda poco para acabar su "trabajo".

“De aquí al próximo lunes, salvo requerimientos”, le precisa. Y añade: "Queda muy poco de secreto de sumario y toca como hemos dicho tirar de paciencia en esta última vuelta". Efectivamente, la jueza dictó el levantamiento del secreto de sumario el 9 de diciembre siguiente, dos semanas después. eldiario.es se ha puesto en contacto con el hoy comisario Carba, quien declinó hacer declaraciones alegando que necesita un permiso expreso de sus superiores.

La "estrecha relación" de López Madrid con policías

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hizo un volcado del teléfono de López Madrid a requerimiento de la jueza que investiga a la doctora Pinto y extrajo una serie de mensajes, pese al borrado intenso al que unos especialistas habían sometido al terminal antes por requerimiento de su propietario. Algunos de esos mensajes fueron objeto de un informe por parte de la UCO ya que evidenciaban, según los agentes, las "estrechas relaciones" entre el investigado López Madrid y un grupo de mandos policiales.

Entre esos mandos estaba José Manuel Villarejo Pérez, quien asegura que un amigo le puso en contacto con el comisario y que se limitó a aconsejarle que denunciara. López Madrid también trató con el comisario Enrique García Castaño, mando de la lucha antiterrorista ya jubilado e imputado en el caso Villarejo, quien niega gestiones a favor del empresario. López Madrid acabó denunciando el supuesto acoso de la doctora ante el Grupo V de Homicidios, pese a no investigarse ningún crimen. El empresario negó en un principio esas relaciones con mandos policiales ante la jueza, pero ante las evidencias tuvo que desdecirse y reconocerlos. Según afirmó, estaba desesperado ante la injusticia que sufría.

Los especialistas de la Guardia Civil recuperaron otros mensajes que fueron incorporados por la jueza al sumario y que recogían el apoyo de los reyes de España al empresario al poco de conocerse los gastos de las tarjetas black de Caja Madrid, por los que el empresario fue condenado con posterioridad.

Al frente de la comisaría más grande de Madrid

Alberto Carba González tomó posesión como comisario el 20 de diciembre de 2018. Licenciado en Ciencias Policiales y Derecho, su destino en la Sección de Secuestros y Extorsiones hizo que se prodigara en intervenciones en los medios de comunicación. Apenas ha estado unos meses en su primer destino como comisario, en la localidad valenciana de Alzira.

Bien relacionado con la cúpula policial, la Dirección del Cuerpo hizo uso de un mecanismo extraordinario para que Carba regresara rápidamente a Madrid, nada menos que como jefe de la comisaría del distrito Centro, la más grande de la capítal. El comisario Carba está al mando de medio millar de agentes desde agosto y es frecuente verle en recepciones de embajadas o rodeado de magistrados y fiscales de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, como en la copa que se celebró en este último con motivo del Día de la Policía el pasado octubre.

El policía tuvo que reconocer ante la jueza errores en su investigación del caso Pinto. Carba, por ejemplo, había concluido que no había pruebas de que la doctora estuviera en el lugar de la agresión con arma blanca de abril de 2014, por la que está imputado hoy Villarejo. Unas imágenes de cámaras de seguridad atestiguan lo contrario, según tuvo que reconocer después en sede judicial. Sus conclusiones sobre la supuesta culpabilidad de la doctora Pinto incluyen un informe de la unidad de Análisis de la Conducta de la Policía, que elaboró un retrato de la mujer sin haberla siquiera entrevistado. La autora de ese informe es la esposa de Alberto Carba.


Así que encima de cometer """errores""" ha sido ascendido estando al frente de la comisaría mas grande de Madrid.

¿Que podemos pensar los españolitos de a pie de toda ésta gentuza tan bien relacionada y a la que se le premia por favores hechos a personas pudientes relacionadas amistosamente con el Jefe del Estado.
Así estamos,así nos va! Pura mierda y de la más hedionda
 
La jueza propone juzgar a López Madrid y al comisario Villarejo por el acoso y apuñalamiento a la doctora Pinto
  • La magistrada Belén Sánchez atribuye al empresario los delitos de acoso y amenaza y al policía uno de "lesiones con instrumento peligroso" mientras estaba en activo e integraba la policía política del PP

Javier López Madrid
Pedro Águeda
31 de agosto de 2020 22:00h
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@pedroagueda
La jueza de Madrid Belén Sánchez ha propuesto juzgar al empresario Javier López Madrid y al comisario jubilado José Manuel Villarejo por el acoso a la doctora Elisa Pinto y la agresión con arma blanca que sufrió en 2014. La titular del juzgado de Instrucción número 39 ha dictado un auto de pase a procedimiento abreviado, al que ha tenido acceso eldiario.es y que es previo a la apertura de juicio oral, en el que atribuye indiciariamente a López Madrid los delitos de amenaza y acoso a la mujer y a Villarejo uno de "lesiones con instrumento peligroso".




La causa abierta en el juzgado número 39 es consecuencia de la denuncia interpuesta hace seis años por la doctora contra López Madrid, a la que siguió otra del empresario contra Pinto por lo que la dermatóloga continúa imputada en el Juzgado de Instrucción número 26 de la capital. Según los indicios recabados, además de las amenazas y el acoso, el yerno de Juan Miguel Villar Mir habría contratado a Villarejo, entonces en activo en la Policía, para que agrediera a la mujer, lo que hizo en presencia de su hijo al tiempo que la advertía: "López Madrid quiere que cierres la boca".

En el auto, la jueza asegura que "existen indicios suficientes de la participación" de López Madrid y Villarejo en las amenazas y la agresión.

Han sido obtenidos, añade, de las declaraciones de la víctima, de los testigos y de la "exploración del hijo de la denunciante menor de edad". La mujer fue herida en un costado con un objeto punzante en abril de 2014 cuando se bajaba de su vehículo en cuya parte de atrás viajaba uno de sus hijos, que entonces contaba 10 años.

Asimismo, la jueza pone en valor el trabajo policial sobre el posicionamiento de los teléfonos desde los que Pinto recibió amenazas, a través de llamadas o mensajes, así como el análisis de la documentación de la titularidad de esos teléfonos, que llevan a López Madrid. La defensa del empresario intentó poner en duda, así como el comisario Villarejo, la existencia misma de la agresión a la doctora, pero la jueza Sánchez asegura que la acusación se sostiene por el informe médico forense, el reconocimiento de Villarejo en una rueda de sospechosos y otra documentación obrante en la causa.

En el auto, con fecha de 28 de agosto, la magistrada Belén Sánchez hace un resumen de los hechos acreditados indiciariamente. Afirma que desde finales del año 2013, Elisa Pinto "recibió llamadas y mensajes de Francisco Javier López Madrid o de personas a las que éste encargo que realizaran dichas llamadas o enviaran mensajes a aquella desde diferentes teléfonos". La magistrada detalla los números de teléfono y las fechas de las llamadas y se detiene en una del 14 de febrero de 2014, recibida por la doctora desde un número oculto, a nombre de una empresa, en el que se le advertía: "Vamos a pinchar a tus hijos".

Uno de esos mensajes decía: “Volveremos a pincharte a ti y a tus hijos te vamos a destrozar la vida o crees que puedes librarte sabiendo tanto”. La jueza reproduce el número desde el que se envió y concluye que "pertenece a Javier López Madrid". En el mismo párrafo del auto reproduce otra de las amenazas: “Sabes que el final de todo esto será que te matemos, esto solo puede acabar acabando contigo…eres una put* loca que te has creído que te vas a salir con la tuya..tus hijos están seguros?...estás sola y nadie te va a ayudar…te mereces todo lo que te pasa y lo que te va a pasar por traidora”. Este mensaje fue enviado desde un número que tenía como titular a un tal Valrin López, "habiéndose utilizado el DNI de Francisco Javier López Madrid para darlo de alta", añade la magistrada.


En cuanto a la agresión sufrida por la mujer, la jueza relata: "El día 10 de abril de 2014, María Elisa Pinto Romero se encontraba en el interior de su vehículo en la Avenida de Pio XII de Madrid, en compañía de su hijo menor de diez años de edad, Carlos, cuando un varón identificado como José Manuel Villarejo Pérez ha aprovechado que Elisa Pinto ha bajado del coche y se ha acercado a la misma apuñalándola en la zona abdominal, huyendo del lugar diciéndole López Madrid quiere que cierres la boca. Como consecuencia de estos hechos, aquélla padeció herida inciso contusa de cinco centímetros en región para umbilical izquierda, no penetrante, que precisó sutura quedando cicatriz de cinco centímetros en región paraumbilical izquierda, con perjuicio estético ligero". El auto de pase a procedimiento abreviado puede ser recurrido por las partes.

El encargo de López Madrid, consejero delegado de OHL, a Villarejo se produjo cuando el policía estaba destinado en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, a las órdenes de Eugenio Pino, el comisario artífice de la brigada política de la Policía en tiempos del Partido Popular. Villarejo participaba en los encargos contra el proceso soberanista mientras asumía encargos como el de López Madrid. De hecho, la dirección de la Policía intentó en varias ocasiones que Villarejo evitara la rueda de reconocimiento ante Pinto alegando misiones en el extranjero.

Asimismo, Pino encargó a un mando de la Comisaría General de Policía Judicial que revisara la causa y éste concluyó que todo era un invento de la doctora. Según desveló la Guardia Civil, ese comisario, Alberto Carba, intercambió mensajes con López Madrid adelantándole movimientos de la investigación pese a que el empresario estaba imputado por esos hechos. En uno de ellos, el policía le decía al ahora procesado: "Este partido lo vamos a ganar".

Al tratarse de que la agresión fue presuntamente un encargo a Villarejo mientras éste estaba en activo, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón mantiene abierta una pieza separada de Tándem por estos hechos en los que está imputados el policía encarcelado y López Madrid. El empresario se encuentra también al borde del banquillo por la financiación irregular del PP madrileño en la causa Púnica, que también instruye García-Castellón.




La jueza propone pero veremos quien dispone que sea así. Lopez Madrid está rodeado de poderosos, incluyendo la amistad con el rey y Letizia, y veremos si al final se sienta en el banquillo.

El caso lleva 6 años y no se ha resuelto, con varios intentos de desvirtuar los hechos, de modificarlos por parte de un inspector de policía afines a las cloacas, y de intentar cerrar el caso por todos los medios posibles.

Veremos. Por cierto espero que la prensa se haga eco de ésto, pero me da a la nariz que la información irá por otros lados. Nada que incomode a la compiyogui y su maridin.

Para llenar espacio y entretener al personal ya tenemos a los de PODEMOS.
 
La juez deja a un paso del banquillo a Villarejo y López Madrid por acosar y apuñalar a la doctora Pinto
Considera que hay indicios suficientes de la participación de ambos y enfila la causa a juicio

La titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid ha acordado el procesamiento del empresario Javier López Madrid y el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo por el acoso a la doctora Elisa Pinto en 2013 que se saldó con su apuñalamiento en 2014.

El auto ordena el paso al procedimiento abreviado, la fase inmediatamente anterior a la apertura de juicio oral, por delitos de acoso y amenazas en el caso de López Madrid y de lesiones con instrumento peligroso en el caso de Villarejo.

Según expone, ha quedado indiciariamente acreditado que desde finales de 2013 y hasta al menos el 30 de noviembre de 2014, Pinto estuvo recibiendo llamadas y mensajes de López Madrid «o de personas a las que éste encargó» que lo hicieran con afirmaciones como «vamos a pinchar a tus hijos», «te vamos a matar», «te mandaremos un mensaje con un cuchillo» o «vamos a acabar contigo». Una de las líneas fue identificada como perteneciente a López Madrid y otra había sido dada de alta con su DNI a nombre de un tercero.

En este contexto, el 10 de abril de 2014 y cuando Pinto se bajaba de su coche en el que iba acompañada de su hijo de diez años de edad, un hombre «identificado como José Manuel Villarejo» se acercó y la apuñaló en el vientre «diciéndole López Madrid quiere que cierres la boca», de acuerdo al relato de los hechos que expone la juez.


El procedimiento se inició hace seis años con la denuncia de la doctora Pinto, que si bien en principio había guardado silencio sobre los incidentes de acoso, decidió ponerse en manos de la justicia cuando recibió amenazas sobre sus hijos. Sin embargo, el procedimiento acabó volviéndose en su contra, fue señalada por denuncia falsa y a día de hoy, ese asunto sigue abierto en otro juzgado de Madrid.

Sin embargo, la juez Belén Sánchez Hernández entiende que «existen indicios suficientes de la participación de los citados investigados en los hechos anteriormente descritos, a la vista del resultado de las diligencias de instrucción practicadas». Ha recabado tanto las testificales de la víctima y los investigados como numerosa documentación e informes policiales sobre los teléfonos móviles en cuestión. Villarejo, además, fue reconocido por la doctora Pinto como su agresor, aunque él sigue negando incluso conocerla en persona.

Cabe recordar que la macrocausa que investiga al comisario Villarejo en la Audiencia Nacional incluye entre sus más de veinte piezas separadas una relativa a la doctora Pinto, en tanto que habría sido víctima de uno de los encargos recibidos por el comisario, en este caso, de López Madrid.

La propia afectada solicitó a la Audiencia Nacional que se la tuviera en cuenta, y si bien en un primer momento se desestimó su pretensión, la Fiscalía Anticorrupción atendió su recurso a finales del año pasado y solicitó al juez la incoación de pieza separada a fin de profundizar en la encomienda en tanto en los juzgados de lo Penal de Madrid se centran en el acoso y la agresión en sí que ahora están cerca de llegar a juicio.


 
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