Investigación independiente apunta a Adnan Khashoggi como clave en la fortuna opaca del rey emérito

El rey Juan Carlos I fraguó su fortuna con la venta de armas a países árabes junto a Colón de Carvajal y Khashoggi​

'Público' ofrece una serie de informaciones exclusivas que revelan los cimientos ocultos de la fortuna del rey emérito: no se asientan en las comisiones por un porcentaje del crudo importado como se hizo creer, sino en el tráfico de armas. Ésta es la verdadera historia de un fraude gigantesco y de quienes lo administraron.​



Juan Carlos I con el recién coronado rey Salman bin Abdulaziz, durante el viaje privado que hizo a Arabia Saudí en 2015 para felicitar al que, siendo príncipe y gobernador de Riad, le prestó los primeros 100 millones de dólares sobre los que levantó su fo
Juan Carlos I con el recién coronado rey Salman bin Abdulaziz, durante el viaje privado que hizo a Arabia Saudí en 2015 para felicitar al que, siendo príncipe y gobernador de Riad, le prestó los primeros 100 millones de dólares sobre los que levantó su fortuna. — SAUDI PRESS


MADRID
11/07/2021 20:47 ACTUALIZADO: 11/07/2021 21:1
CARLOS ENRIQUE BAYO@TABLEROGLOBAL

Antes de subir al trono, el heredero a la Corona borbónica designado por el dictador Francisco Franco ya está obsesionado con acumular una gran fortuna, la que su padre nunca llegó a tener. Para conseguirlo, Juan Carlos de Borbón promociona por todos los medios a Manuel Prado y Colón de Carvajal, su mejor amigo desde principios de los años sesenta, para que le haga rico por cualquier vía, sea suplicando dádivas de las otras casas reales —no sólo en las europeas— o sacando tajada de las relaciones económicas internacionales del Estado: en 1974 envía una carta a Henry Ford II —nieto del fundador de la famosa empresa automovilística— recomendándole a Prado como gestor de la entrada del coloso automotriz Ford en España.

Nada más ceñirse la corona, Juan Carlos I nombra (en 1977) senador por designación real a este descendiente directo de Cristóbal Colón, y lo hace embajador especial plenipotenciario ("Ambassador At Large") permanente de España, así como administrador solidario al 50% –como pantalla de su propia participación– de todos sus negocios, empezando por el más rentable que hay: la venta de armas.
Manuel Prado y Colón de Carvajal, en 2009.
Manuel Prado y Colón de Carvajal, en 2009. — Efe

En la primera visita de los reyes españoles a Riad, en octubre de 1977, el hoy emérito negocia la creación de una empresa conjunta hispano-saudí, supuestamente para canalizar el comercio entre los dos países: Alkantara ("puente", en árabe) Iberian Exports. El príncipe Fahd –en aquel momento, hombre fuerte del régimen teocrático del rey Jaled, sucesor de Faisal– nombra delegado saudí en Alkantara al magnate Adnan Khashoggi, traficante de armas cuyo holding Triad International ostentará el 50% del capital. Por su parte, Juan Carlos designa a Manuel Prado como presidente de la compañía, financiada con fondos públicos en la mitad española: el Instituto Nacional de Industria (INI) pondrá un 25% y Focoex (Fomento del Comercio Exterior, del Banco Exterior de España pero operando desde Panamá) el otro 25%.

La intención de que esa joint venture quede fuera del control fiscal de la Hacienda Pública se trasluce en el hecho de que Alkantara Iberian Exports no se constituye en Madrid ni Riad, sino en Londres, el 6 de julio de 1978, como "Private limited with Share Capital company" con registro 01377422. Borja Prado Eulate, hijo del socio y testaferro del rey, es colocado en la empresa por parte de Focoex, para la que trabajará de 1980 a 1988. En ese momento, el presidente del INI es Francisco Jiménez Torres, quien después asesorará como abogado al propio Khashoggi en operaciones comerciales internacionales.


En aquellos años, todas las operaciones internacionales de ventas de armamento y material militar son consideradas "materias clasificadas" por tratarse de "asuntos, actos, documentos, informaciones, datos y objetos cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda dañar o poner en riesgo la seguridad y defensa del Estado", según dispone el artículo 2 de la ley 9/1968, de 5 de abril, sobre secretos oficiales. Una ley que todavía hoy sigue vigente e impide obtener los documentos de esos contratos gestionados por Alkantara.

Felipe González se opuso a las comisiones por el crudo del Golfo​

Dos años después, en 1980, Adolfo Suárez viaja a Riad para asegurarse el suministro de crudo saudí, pero la total ignorancia del idioma inglés del presidente del Gobierno no le permite desentrañar los negocios con ese país de Colón de Carvajal, al que había nombrado primer presidente de Iberia (1976-78) y después presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI, hasta 1982).

De aquella época parte la denuncia que hizo en diciembre de 2014 el catedrático de Economía y ex consejero delegado de Campsa, Roberto Centeno, quien asegura que Prado se llevaba una comisión de "uno o dos dólares" por cada barril de petróleo adquirido en el Golfo Pérsico, y que el entonces ministro de Hacienda de Suárez, Francisco Fernández Ordóñez, le impidió en 1979 cerrar la compra de 150.000 toneladas de crudo que había negociado a buen precio con la Kuwait Petroleum Company, advirtiéndole de que "Manolo Prado es la única persona que tiene derecho a comprar petróleo en Arabia Saudita y los Emiratos" Árabes.

Mucho se ha insistido en que ese trato de favor con la Corona pervivió durante la presidencia de Felipe González, pero una fuente consultada por Público afirma que el líder socialista no permitió esas comisiones e incluso fue oído, a la salida de un despacho con Juan Carlos en La Zarzuela, diciéndole a Sabino Fernández Campo (jefe de la Casa Real) en voz muy alta, de forma que lo escucharon varias personas del círculo íntimo del soberano: "¡Y de ese uno o dos por ciento del petróleo que dice Prado, nada de nada! ¿Eh?" Entre los que escucharon esas palabras, en 1982, estaba el teniente general Agustín Muñoz Grandes, ayudante de campo del rey, quien relató esa anécdota a la citada fuente.
Zourab Tchokotua y Juan Carlos I.
Zourab Tchokotua y Juan Carlos I. — EFE

Préstamo de cien millones, sin interés, del príncipe saudí Salmán​

Una prueba de que el rey no llega a ingresar cuantiosas comisiones de las compras de crudo es que, para conseguir los fondos con los que poder operar como intermediarios de otros negocios, Juan Carlos envía en 1980 a sus dos hombres de confianza, Manuel Prado y el príncipe georgiano-ruso Zourab Tchokotua –del que es amigo desde niño porque estudiaron juntos en un internado de Friburgo (Suiza)–, a pedirle un préstamo a otro de los siete hijos de la esposa preferida del fundador de Arabia Saudí, el legendario Saud: Salmán bin Abdulaziz, entonces emir de Riad –actualmente, es el rey del país–, a su fastuoso palacio de Marbella, el Al-Riyad, donde pasa largas temporadas.


Para sorpresa de Prado y Tchokotua, Salmán accede a la petición de Juan Carlos, habla con sus hermanos, y les proporciona un crédito a diez años, sin interés, por valor de 100 millones de dólares (unos 7.500 millones de pesetas en esas fechas). Una cantidad que, en pesetas, llegará a ascender a más de 17.000 millones cuatro años después a causa de las continuas devaluaciones de la moneda española.

Una de las personalidades más cercanas al rey durante ese periodo afirma a Público que ese dinero es depositado en una cuenta de Sogenal (Société Générale Alsacienne de Banque), de Ginebra. La importancia de ese depósito acredita a Prado para convertirse en consejero de la entidad –uno de los mayores bancos europeos–, al ser nombrado presidente de la Société Generale de Banque en Espagne, y retira anticipadamente los intereses de diez años (unos 33 millones de dólares), dinero con el que se financiarán a partir de entonces sus actividades como intermediarios de operaciones comerciales internacionales y especulaciones inmobiliarias.

Tráfico de armas con Khashoggi y la compañía Alkantara​

La voluntad de Manuel Prado y de Khashoggi de hacer negocios opacos de tráfico de armas a través de Alkantara se demuestra cuando, el 13 de agosto de 1982, la registran en el paraíso fiscal de Chipre como "Compañía Limitada con registro HE18048". Así puede operar fuera del control tanto del Gobierno saudí como del español, que en 1985 hace su primer informe oficial sobre las más importantes compañías de venta de armas españolas, con datos de años anteriores, y coloca a Alkantara a la cabeza de la lista, aun admitiendo que sigue siendo incompleta y que La Moncloa no controla el destino final de las exportaciones de material bélico español, menos aún las comisiones.

Alkantara Iberian Exports.
Datos de Alkantara Iberian Exports.

Fuentes gubernamentales incluso reconocen a El País: "El funcionario que en el extranjero se presta a proporcionar el certificado de último destino "puede llegar a cobrar una comisión de hasta el 30% del valor del contrato. Comisiones y corruptelas también han existido y existen en España, aunque no más, por ejemplo, que en Alemania".

En enero de 1989, el INI decide disolver Alkantara
a causa del escándalo provocado por la imputación de Khashoggi en el caso Irán-Contra; la venta de armas a Irán, violando el embargo, para financiar a los mercenarios que combatían al Gobierno de Nicaragua (1985-86).

Pero, antes de ser imputado, Khashoggi le pasa los trastos de Alkantara al traficante de armas de origen libanés Abderramán el Assir, al que ha introducido en la beautiful people de Marbella –"gente guapa" como el gran amigo de Felipe González, el empresario Enrique Sarasola, Los Albertos (Alcocer y Cortina) o el ministro Carlos Solchaga, todos ellos asiduos de las fastuosas fiestas privadas de Khashoggi–, hasta el punto de que El Assir se acaba casando con María Fernández-Longoria, hermana de la esposa de Adrián de la Joya (socio y padrino del comisario Villarejo, quien es amigo de otro traficante de armas, Monzer al Kassar), Cristina. El padre, Carlos Fernández-Longoria de Pavía, es embajador en Egipto (1985-90), país con el que veremos que les será muy rentable la intermediación de Alkantara en la venta de armamento.

Así que los negocios de venta de armas de la filial chipriota de Alkantara continúan casi dos años más, hasta su disolución en Chipre el 14 de noviembre de 1990. Por ejemplo, en el verano de 1989 El Assir negocia en Rabat la venta a Marruecos de siete aviones de transporte CN-235 fabricados por Construcciones Aeronáuticas (CASA). Cada aparato cuesta 1.100 millones de pesetas, así que el montante total del negocio ronda los 7.700 millones de pesetas, de los cuales unos 2.750 se van a abonar con préstamos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) y el resto con créditos blandos españoles, a un interés que oscila entre el 7 y el 9% (en aquel tiempo los préstamos al consumo superan el 18% en España y los de Vivienda de Protección Oficial están en torno al 11,25%).

Por descontado, El Assir y sus socios (Prado, en nombre del rey, con el que es socio a medias de todas las inversiones que hace, y Tchokotua) se embolsan una cuantiosa comisión del 20% sobre el precio total, es decir unos 1.500 millones de pesetas, que paga el Estado español, tal como recogerán José Díaz Herrera y Ramón Tijeras en su obra El dinero del poder. La trama económica en la España socialista (1991 Información y Revistas, S.A./Cambio 16).

12.500 millones en comisiones por venta de armas a Marruecos​

Después, El Assir consigue una carta de intenciones firmada por el secretario general de la Administración de la Defensa Nacional marroquí, que le permitirá seguir vendiendo armas a Marruecos durante años por un importe total de 570 millones de dólares (más de 62.000 millones de pesetas en aquellas fechas). Un negocio que ansiaban las empresas de armamento españolas como ENASA y Land Rover Santana (vehículos militares), la Empresa Nacional Santa Bárbara y Explosivos Alaveses (minas y proyectiles) o ENOSA, Amper e Inisel (material electrónico y comunicaciones).
Esa operación es la mayor venta de armamento del Gobierno español a Marruecos de la época y las comisiones que se reparten los mediadores sumarían unos 12.500 millones de pesetas. Pero "los comisionistas que trabajaban con Alkantara hacían tráfico de armas con todos los países que podían, aprovechando todas las guerras y conflictos de aquellos años", asegura a Público uno de los amigos del rey consultados, que conoció bien aquellos negocios.

En cualquier caso, Manuel Prado pronto ve la necesidad de ocultar mejor sus actividades lucrativas a medias con Juan Carlos. Así que en 1983 fija su residencia en Ponilly, junto a Lausana, y funda en Suiza la compañía Trébol S.A. con el otro socio íntimo del monarca, Tchokotua, casado con la aristócrata mallorquina Marieta Salas Zaforteza, gran amiga de la princesa María Gabriela de Saboya, conocida como el "primer amor" de Juan Carlos I. El tercer socio de ese "trébol" es el propio rey, aunque su nombre nunca figura en los documentos, según asegura a Público uno de los que estaban en el círculo íntimo del monarca. Esta fuente subraya que en aquellos años muchos de los millonarios de la élite económica y financiera de Madrid saben que Trébol SA es el vehículo de las inversiones de Juan Carlos I porque ni Prado ni Tchokotua hacen gran cosa por ocultarlo en ese ámbito, aunque rige un silencio informativo absoluto en los medios de comunicación.

Borja Prado Eulate, tras su etapa en Focoex y Alkantara, pasa a ser vicepresidente para España de la Unión de Bancos Suizos (UBS AG), una de las 29 principales entidades financieras del mundo, cargo que ocupa de 1989 a 1994. Público ha tratado reiteradamente, sin éxito, de ponerse en contacto con Borja Prado, tanto a través de sus antiguos colaboradores en Endesa –cuya presidencia abandonó recientemente– como con las sociedades en las que figura actualmente como consejero –Almagro Asesoramiento e Inversiones SA, Key Capital Partners y otras– para que comentara el contenido de este artículo.

Las operaciones desde Suiza del Holding Trébol​

Desde Suiza, para Manuel Prado es fácil evadir fiscalmente los beneficios del holding Trébol en España (Trébol Internacional, Trébol Condal, Trebolquivir…), a pesar de que sigue pasando la mayor parte del tiempo en la Zarzuela, "y Juan Carlos, que lo que necesita es el reconocimiento de todas las monarquías europeas, adopta a dos primos, que no pegan golpe ni tienen un duro (Carlos de Borbón y Dos Sicilias, Duque de Calabria, y el rey Simeón de Bulgaria) y los pone a trabajar en la compra-venta de armas de Alkantara", explica a este diario la fuente antes citada. "Pero tampoco disponen de muchos fondos, porque gastan demasiado: se compran un avión, caro, a reacción, cuando casi no había ninguno de ese tipo en España, al que Tchkoutoua trata de sacar rentabilidad alquilándolo a altos ejecutivos para viajes de negocios de larga distancia. Y despilfarran las ganancias con gastos suntuosos".
Respuesta gubernamental en el Congreso sobre las ventas de material militar de Alkantara a Egipto.
Respuesta gubernamental en el Congreso sobre las ventas de material militar de Alkantara a Egipto. — PÚBLICO
Aún así, en 1984 Alkantara Iberian Exports Ltd es ya la mayor exportadora de armas de España y su mejor cliente acaba siendo Egipto, que compra buques de guerra y vehículos militares a empresas españolas. Enasa obtiene por esa vía contratos para vender miles de camiones Pegaso y cientos de blindados al Ejército egipcio por valor de casi 600 millones de dólares. Por su parte, Bazán vende al gigante árabe dos corbetas, todo ello gracias a la línea de créditos blandos que abre España al Gobierno de El Cairo a través de ocho convenios por un valor total previsto de 22.000 millones de pesetas. Préstamos españoles con los que el Ministerio de Defensa egipcio adquiere ese armamento.

Comisiones millonarias del rey y sus socios, pagadas con fondos públicos​

Sin embargo, en 1985 Egipto suspende pagos en plena crisis financiera internacional y nunca devuelve aquellos créditos a España. Eso sí, las empresas fabricantes españolas cobran la totalidad de lo facturado y los socios de Alkantara se embolsan sus comisiones millonarias íntegras, a cuenta de esos préstamos del Estado. Diez años después, España tendrá finalmente que condonar a Egipto 18.800 millones de pesetas, con los que se han financiado esos negocios. Por tanto, toda la operación, incluidas las comisiones del rey y sus socios, se pagan con fondos públicos, según la obra ya citada de Díaz Herrera y Tijeras.

No obstante, los gastos fastuosos en los que incurren los socios del Holding Trébol merman enseguida esos ingresos y Prado trata de hacer también negocios inmobiliarios, aprovechándose de sus conexiones al más alto nivel. Aunque en ese terreno es un desastre y sus sucesivas inversiones fracasan continuamente, como las del Castillo de los Garciagos (un proyecto faraónico que idea en Jerez en 1988 y acaba siendo ruinoso), para el que le saca un crédito de 3.500 millones a Mario Conde (Banesto) con los que en realidad acaba tapando otros agujeros.

En 1989, Prado va a presentarse a Javier de la Rosa, cuyo cargo de delegado en España del potentísimo Kuwait Investment Office (KIO) es ambicionado por las más altas autoridades económicas y políticas del país, muchas de las cuales acuden directamente al presidente de esa oficina kuwaití de inversiones internacionales, Ahmad Al-Fahad Al-Sabah, para asegurarle que se ha equivocado al escoger a su apoderado español. Hasta Solchaga intenta conseguir ese puesto, hablando con el vicepresidente de KIO.

Prado: "El rey es socio mío en todo, al 50%"​

Lo primero que hace el testaferro del rey es mostrar a De la Rosa una carta de Juan Carlos I, dirigida a su "hermano" el emir de Kuwait –entonces, el jeque Yaber III–, subrayando que la persona adecuada para representar los intereses de KIO en España debe ser el propio Manuel Prado y Colón de Carvajal. Pero éste tranquiliza de inmediato al financiero catalán, prometiéndole que no cursará esa misiva regia ni tratará de arrebatarle el puesto, porque confía plenamente en él… pese que aún no lo conoce. Y le asegura (como declarará De la Rosa después ante el juez): "Prefiero hacer negocios contigo, y si los hacemos has de saber que la mitad de todo de lo que se gane es para mí y la otra mitad para el patrón" [refiriéndose al rey]. "Porque es socio mío al 50% en todo".

Ya de salida del despacho, en la puerta y como si fuera una idea de último minuto, Prado indica a De la Rosa que, como primera operación conjunta, KIO debe adquirir la mitad de la finca que el rey y él tienen junto al circuito de velocidad de Jerez y donde proyectan el desarrollo inmobiliario Sherry Golf Montecastillo. Incluso le fija el precio a pagar: 1.500 millones de pesetas por la mitad de un terreno que dos años antes les había costado 125 millones.

Como no es una mera sugerencia, y a KIO le interesa gozar del favor del jefe del Estado, De la Rosa accede a esa inversión, desaconsejada por todos los técnicos de la división inmobiliaria del grupo kuwaití, y en junio de ese año Trebolquivir (cuyo presidente es Prado) anuncia a bombo y platillo que ambas compañías van a invertir 10.000 millones en la construcción de un complejo turístico y deportivo en 1,8 millones de metros cuadrados, con unas mil viviendas, dos campos de golf, una escuela de equitación, dos hoteles y un club deportivo con todo tipo de instalaciones. Aunque la verdad es que KIO no tiene intención real de meterse en semejante proyecto faraónico de dudosísima rentabilidad, ya que requiere una inversión total de 25.000 millones, de los que habría que obtener 15.000 de sociedades inmobiliarias locales.

Son este tipo de operaciones las que llevan a la ruina a los socios de Trébol, pues se gastan el total del crédito de 100 millones de dólares de Salmán bin Abdulaziz, y, al cumplirse el plazo de diez años para devolverlo, Prado y Juan Carlos tienen que mendigar a KIO que les preste esa misma cantidad.

Además, en 1990 Sadam Husein invade Kuwait y esa guerra da al traste con los negocios conjuntos, así que finalmente Prado –acosado por las causas judiciales– deberá apartarse de sus funciones como administrador personal del rey y traspasar esa sociedad secreta con el monarca a Alberto Alcocer, siempre asistido por su primo Alberto Cortina, como veremos en el próximo capítulo de esta serie.

*Para la realización de esta serie de investigación se han consultado decenas de fuentes, numerosos materiales y se ha obtenido el testimonio confidencial de algunos de los más estrechos amigos y colaboradores de Juan Carlos I. También se ha contactado con la Casa Real, que ha declinado hacer cualquier tipo de comentario.


Supongo que mañana ésto pasará desapercibido en las tertulias por supuesto. No es una noticia importante. Se explayarán con Sanchez y sus nuevos ministros-as
 
Traficante de armas y de polvos (Vease buque escuela Juan Sebastian ElCano), sedicioso, golpista, evasor y blanqueador de capitales, cobrador de comisiones, jefe de torturadores y, asesinos, etc. No es traficante de negros porque ya no está de moda y queda feo si posas llorón al lado de Nelson Mandela en su celda.

El Elefanticida es como un osito de peluche. ¿A qué si?
 
POSIBILIDAD DE UN NIDO

Juan Carlos I engordado con sangre​

CRISTINA FALLARÁS
13 JULIO 2021
El rey Juan Carlos a su llegada al Congreso de los Diputados, para los actos del 40ª aniversario de la Constitución de 1978.AFP/CURTO DE LA TORRE
El rey Juan Carlos a su llegada al Congreso de los Diputados, para los actos del 40ª aniversario de la Constitución de 1978.AFP/CURTO DE LA TORRE

Las armas sirven para matar. Solo para eso y para eso se utilizan. Pero no solo matan. Las armas consiguen ingentes cantidades de dinero para quien las vende. Ese es dinero de sangre, empapado en sangre, goteando sangre, engordado por la sangre de cientos de miles y miles de hombres mujeres, niños y niñas. ¡Bum!, les cae una bomba y sus pedazos salen disparados. Su sangre empapa la tierra y se convierte en monedas que van a parar a las cuentas de los despreciables, de los criminales.

¿Piensa en ello una persona que se dedica a vender armas? ¿Piensa que come sangre, bebe sangre, viaja sobre sangre, se divierte en sangre y sangre goza? Caben dos posibilidades: que no lo piense o que lo piense y no le importe. Ambas resultan espeluznantes.

Pero al rey Juan Carlos I, jefe del Estado español durante cuatro décadas, ni le importó, ni le importa, ni probablemente haya perdido un minuto de su fastuosa vida en detenerse a pensarlo. Bastante tenía con navegar, matar animales y cazar hembras. Con sangre.

Hoy, este diario arranca una serie de reportajes en los que Carlos Enrique Bayo demuestra que el rey Juan Carlos I amasó su ignominiosa fortuna con el tráfico de armas.

Recuerdo cuando vi las fotos del entonces rey junto al cadáver del rinoceronte que había matado, junto al cadáver del elefante que había matado, junto al cadáver del leopardo que había matado, junto a los cadáveres de los búfalos que había matado. Un escalofrío me dejó temblando, literalmente. Eran animales magníficos, y los había matado el hombre que estaba al frente del país que habitamos, su máxima autoridad. Eran seres vivos hasta que Juan Carlos I los mató con su rifle con incrustaciones de oro.

Para matar a esos animales, pagó grandes cantidades de dinero. ¿Cuántas veces? Quién sabe. Lo que sí sabemos ahora es que ese dinero procedía de la muerte de miles y miles y cientos de miles de seres humanos. El rey Juan Carlos I participaba en el proceso que lleva a la muerte de hombres, mujeres, niños y niñas para ganar dinero. Parte de ese dinero le servía para matar a otros seres vivos. Quién sabe cuántos seres humanos.

Quién sabe cuántos seres vivos. Quién sabe qué diferencia había para él entre unos y otros. Lo cierto es que matar a un animal magnífico y cuya especie podía desaparecer por completo no significaba para él más que un capricho criminal. Pero ¿qué significaba y significa la vida de los seres humanos? ¿Qué suponían la vida y la muerte de esas personas para el monarca español? Se podría pensar que nada, que no le importaban nada. Pero no es así, para él sus muertes eran una forma de enriquecerse. Vender armas (su única función es matar) como una forma de ganar dinero a espuertas, miles de millones empapados en sangre con incrustaciones de huesos humanos.


Pero hay algo más. Parte de las comisiones (miles de millones de las entonces pesetas) que Juan Carlos I cobraba por vender armas procedían de fondos públicos. O sea, de tu dinero, mi dinero, el dinero de quienes pagábamos nuestros impuestos con estrecheces y dificultades, con la conciencia de estar contribuyendo al buen funcionamiento de un país cuyo Jefe del Estado se los llevaba en sangre. Indirectamente nos involucró.

Yo le maldigo.

¿Cuánta sangre cabe en la conciencia de un hombre sin conciencia?

¿Cuánta sangre en quienes, sabiéndolo, y aquí participan notablemente los medios de comunicación, han callado durante tantos años, décadas, o sea han sido cómplices?

¿Cuánta sangre cabe en quienes hablan de tráfico de armas sin que se les llene la boca de huesos y cadáveres?

Y ahora una pregunta cuya respuesta también han decidido y deciden callar: ¿De verdad alguien piensa a estas alturas que el hoy rey y Jefe del Estado español, Felipe VI, ignora de dónde procedía la cada vez mayor fortuna de su padre, un dinero del que ha disfrutado toda su vida, del que disfruta, a causa del cual es quien es y está donde está?

Juan Carlos I es un hombre engordado con sangre de inocentes que ha engordado y engorda con esa misma sangre a su hijo, hoy Jefe del Estado español.

En realidad, qué les puede importar a ellos, que heredaron su trono y su poder del hombre que sembró España de sangre, de fosas, huesos quebrados, asesinatos y torturas. ¿Se han parado a pensarlo? Ni uno solo de los segundos de sus vidas.

A ellos no les importan la sangre ni la vida. A nosotras, nosotros, debería importarnos tanto como para no solo eliminarlos de cualquier instancia pública, sino también pedirles cuentas por toda la sangre que acumulan alegremente, saludando con la mano desde un yate.

 

EXCLUSIVALos amigos y socios del rey Juan Carlos I en el negocio de las armas​

Este es el entorno de Juan Carlos I en sus negocios con la venta de armas.​


De izquierda a derecha; Manuel Prado y Colón de Carvajal (EFE), Adnan Khashoggi (AFP) y Salmán Bin Abdulaziz (AFP)
De izquierda a derecha; Manuel Prado y Colón de Carvajal (EFE), Adnan Khashoggi (AFP) y Salmán Bin Abdulaziz (AFP).
MADRID

11/07/2021 20:48 ACTUALIZADO: 12/07/2021 09:30
CARLOS ENRIQUE BAYO@TABLEROGLOBAL

La fortuna del rey Juan Carlos I no se asienta en las comisiones por un porcentaje del crudo importado como se hizo creer, sino en el tráfico de armas, como informa Público en exclusiva. Estos hombres cuyas biografías detallamos a continuación han hecho negocios con Juan Carlos I. Un quién es quién del entorno del rey emérito en estos negocios.

Manuel Prado y Colón de Carvajal
Manuel Prado y Colón de Carvajal, en una imagen de archivo de 2009. — EFE

Manuel Prado y Colón de Carvajal​

Fue el mejor amigo de Juan Carlos I desde 1961 hasta su muerte en 2009. Nacido en Quito (Ecuador) y con el brazo izquierdo amputado a causa de un accidente de tráfico que sufrió a la edad de 18 años, este descendiente directo de Cristóbal Colón estudió Derecho en Madrid, Economía en la London School of Economics y cursó estudios superiores en La Sorbona de París. Nombrado senador por designación real en 1977, presidió Iberia (76-78) y la IATA, así como el Centro Iberoamericano de Cooperación. Socio y administrador del rey, fijó residencia en Suiza y fue condenado por los casos Grand Tibidabo y Wardbase (Grupo Torras).
Zourab Tchokotoua
El príncipe Zourab Tchokotoua junto al rey Juan Carlos I. — EFE

Zourab Tchokotua​

Príncipe de Georgia nacido en San Francisco (EEUU), se afincó en Mallorca de muy joven y fue el otro amigo íntimo de Juan Carlos hasta que falleció en 2019. Educado en Suiza (Universidad de Lausana) y casado con la hija de un potentado mallorquín, formó parte del trío propietario de Trébol, SA, holding de los negocios de Prado y del rey.

Adnan Khashoggi
El empresario de origen saudí Adnan Khashoggi en una gala benéfica en el Hotel de Paris, Mónaco, a 2 de septiembre de 2007. — Valery Hache / AFP

Adnan Khashoggi​

Fallecido en 2017, fue considerado el hombre más rico del mundo, tras amasar una fortuna con la venta de armas a Oriente Medio, y en los años ochenta y noventa fue el rey del lujo de Marbella, donde su inmenso yate Nabila albergaba las fiestas más exclusivas. Encarcelado en EEUU por ayudar al dictador filipino Ferdinand Marcos a evadir cien millones de dólares e imputado en el escándalo Irangate, era tío de Dodi Al Fayed, muerto en el accidente con Lady Di, su compañera sentimental.

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Juan Carlos I con el rey Salmán Bin Abdulaziz
Juan Carlos I con el rey Salmán Bin Abdulaziz en 2015. — SAUDI PRESS

Salmán Bin Abdulaziz​

Actual rey de Arabia Saudí, era príncipe y gobernador de Riad (la capital) cuando prestó los primeros cien millones de dólares de la fortuna de Juan Carlos I. Levantó una gran mansión junto al palacio del rey Fahd, en Marbella, donde pasaba largas temporadas con su séquito de mil personas y su avión privado con escalerilla de oro.

 

FORTUNA DE JUAN CARLOS IPablo Echenique, sobre las investigaciones a Juan Carlos I: "Es evidente que pensamos de una manera distinta al PSOE"​

El portavoz de Unidas Podemos piensa que su socio en el Gobierno tiene unos principios "diferentes" en cuanto al control de la monarquía por parte del Estado, pero que ellos seguirán intentando "convencerles" para investigar la fortuna del monarca en sede parlamentaria.​


18/05/2021.- El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, da una rueda de prensa en el ámbito de la reunión de la Junta de Portavoces, este martes, en el Congreso de los Diputados. EFE/Fernando Villar
El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, da una rueda de prensa tras la Junta de Portavoces del pasado martes en el Congreso. — Fernando Villar / EFE

¿Merece Juan Carlos I el título de rey emérito?

Son ya muchas las noticias que hemos investigado y destapado en las que se evidencia que las actividades de Juan Carlos de Borbón distan mucho de un comportamiento ejemplar. Por eso, el Gobierno tiene que retirarle ya este título honorífico que le concedió en 2014 el Ejecutivo de Rajoy.
FIRMA PARA EXIGIR LA RETIRADA DE ESTOS HONORES

MADRID
12/07/2021 12:05 ACTUALIZADO: 12/07/2021 15:33
PÚBLICO / AGENCIAS
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha expresado en el programa de TVE La Hora de la 1 las diferencias existentes entre las fuerzas de Gobierno, Unidas Podemos y PSOE, en relación con las investigaciones sobre la fortuna del rey emérito, Juan Carlos I.

En una pregunta referente a la exclusiva publicada por Público en la que se relaciona la fortuna del monarca con el tráfico de armas a países árabes, Echenique ha afirmado que es "evidente" que su formación tiene un criterio "diferente" al de su socio de Gobierno en cuanto a la voluntad para investigar en el Congreso el patrimonio del rey emérito.

"En Unidas Podemos somos republicanos también por principios. Buscamos la transparencia, el control de los cargos públicos, la lucha contra la corrupción", ha afirmado el portavoz de Unidas Podemos.



 
Yo me acuerdo de como el HOLA lo sacaba muy seguido allá por los ochenta. Su hija Nabila era una de las consentidas.
Nabila tenía una caja de acrílico transparente en forma del signo $, conteniendo 1 .000.000 de dólares triturados, a manera de pieza de decoración en el salón de su casa. No recuerdo en qué revista la ví. La mostraba ella misma como un detalle " gracioso" .
 
¿Es que no les importa a los monárquicos noticias como éstas?
¿Va a seguir el PSOE evitando a toda costa que se investigue como es debido a quien fue anterior jefe de Estado?
¿No tiene nada que decir CR en este momento?
Sigamos corriendo un tupido velo.
 
¿Es que no les importa a los monárquicos noticias como éstas?
¿Va a seguir el PSOE evitando a toda costa que se investigue como es debido a quien fue anterior jefe de Estado?
¿No tiene nada que decir CR en este momento?
Sigamos corriendo un tupido velo.

Silencio mediático ante el nuevo escándalo del emérito sobre su implicación en el tráfico de armas​

Ni los informativos de las cadenas privadas ni de las públicas se han hecho eco de la información que sacaba a la luz el diario Público sobre la procedencia de la fortuna oculta de Juan Carlos I y su relación con el tráfico de armas

Por
Alba González.

13 de julio de 2021 14:00

Silencio mediático Juan Carlos I tráfico de armas

La exclusiva que destapaba ayer Público sobre la verdadera procedencia de la multimillonaria fortuna oculta de Juan Carlos I agitó las redes sociales. En su noticia, destacaban que no provendría del cobro de comisiones de la compra-venta de crudo, sino del tráfico de armas con países árabes, remontándose los negocios, incluso, a años previos a su coronación por gracia del dictador Francisco Franco.

El emérito, fugado en Abu Dabi desde hace casi un año, habría amasado así su patrimonio, explicándose las amistades que conservaba con figuras como el ya fallecido Adnan Khasshoggi o Abdul Rahman El Assir, el traficante de armas huido de la justicia francesa, suiza y española, exmarido de la hermana de la esposa de Adrián de la Joya –el socio principal de Villarejo– e invitado al enlace matrimonial de Felipe VI.

Asimismo, la empresa a través de la que se realizaban las operaciones, Alkantara Iberian Exports, habría sido financiada con fondos públicos en un 50% provenientes de Focoex (Fomento del Comercio Exterior, que forma parte del Banco Exterior de España, pero opera desde Panamá) y del Instituto Nacional de Industria (INI).

A pesar de la relevancia de la información que podría abrir nuevas pesquisas judiciales y que apuntalan nombres de gran relevancia en tratados comerciales de antiguos gobiernos como el de Felipe González, los grandes medios de comunicación españoles, a través de sus cadenas televisivas, no han mencionado esta nueva revelación.

Ningún informativo, tampoco de la televisión pública, se ha hecho eco de la noticia. Algo que ya ocurría el pasado mes de junio tras el hallazgo de la justicia suiza de una cuenta bancaria situada en Andorra que sería propiedad del emérito y que pondría en tesitura de duda las dos regulaciones fiscales que el exmonarca ha realizado en España.

 
Este hallazgo forma parte de una investigación más ambiciosa que lleva a cabo el periodista Jaime Gómez-Obregón y que pretende ser "la mayor enciclopedia" sobre la corrupción de la Casa Real española

Por
Gara Santana.

2 de marzo de 2021 23:34

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Es una noticia publicada en el Twitter personal del periodista y pone la mirada en el millonario saudí Adnan Khashoggi, miembro activo de la galaxia de multimillonarios y poderosos cercanos a la Casa Real Española. Khashoggi, traficante de armas, estuvo casado 13 años con la iraní Shapari Zanganeh, comisionista del consorcio del AVE a La Meca y que realizaba viajes en el avión del Rey con credenciales de Indra u OHL, apunta Gómez- Obregón.



El periodista asegura que lleva meses trabajando en una herramienta digital que pretende ser "la mayor enciclopedia" sobre la corrupción de la Casa Real española y añade "Son cientos de fichas y documentos para reclamar transparencia en la institución". Este estudio se subvenciona gracias al micromecenazgo y apoyo de las personas interesadas en tener unas instituciones transparentes con datos al alcance de todos.




¿Aplicamos el refrán de dime con quien andas y te diré quien eres ?

Escandaloso, inquietante, es que el presidente de éste país tan progresista y socialista junto con los demás partidos de la derecha, se nieguen a investigar todo lo relacionado con el ex jefe del Estado.

¿Tanta mierda hay que tapar?

Tanta como no se ha visto nunca...
 
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