Investidura de Pedro Sánchez.

:ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
  • No, ene o
02/03/2016 15:13

Lo malo de la presidencia de Pedro Sánchez es que le duró un rato, que no fue presidente ni por un día, que al final era todo un sueño, como 'Los Serrano'. Si de verdad creía que podía ser investido "la próxima semana", esta mañana se encargaron de despertarle a sopapos. Y por turnos. "A la próxima, vuelves", debió pensar alguno en Ferraz.

A Rajoy, que se pasó la tarde del martes chupando caramelos como el que masca tabaco en el Salvaje Oeste antes de liarse a tiros, le faltó escupirle un pictolín a Sánchez. Lo más suave que le dijo fue un hashtag: "Es usted un bluf".

"¿Qué parte del 'no' no han entendido?", se preguntó el presidente en funciones, que disfrutó como pocos del regreso por un instante a la oposición. Qué tiempos aquellos en los que llamaba "bobo solemne" a Zapatero y luego hinchaba los mofletes. Poco le faltó para llamar imbécil hoy a medio hemiciclo: "Ya verán como me van a entender".

Pedro Sánchez acudía al Congreso hecho un pincel, traje azul, corbata roja, sonrisa Funnydent, cantando a Serrat. "He vuelto para liarla", se decía a sí mismo. Subía a la tribuna como aquellos jugadores de basket de las pelis americanas que van a recoger a la chica del baile con un brazalete de flores en el esmoquin. Anímate, que igual te dicen que sí, que el no ya lo tienes.

Al final le dijo que no la chica, el padre de la chica, la madre, el conserje y hasta el perro. Pablo Iglesias le dijo que no tan fuerte que acabó con la camisa arrugada y la coleta hecha un cristo. Le dijo que no con el ceño tan fruncido que casi le dan la vuelta los ojos. Decía que no y Sánchez le volvía a tender la mano con la cabeza gacha. Le decía que no y Sánchez se preguntaba si mañana tampoco. Que no. ¿Y la próxima semana? Ene O. Iglesias le recordó hasta la "cal viva" de Felipe González para conciliar y Sánchez le volvió a ofrecer el brazalete de flores. "¿Qué parte del 'no' no has entendido?", se preguntó entonces el líder de Podemos.

Por decirle que no hasta pidieron la palabra los ministros en funciones Margallo y Fernández Díaz. Patxi López se la dio porque Margallo y Fernández son como los Rolling, que siempre hay que oírlos por si ya no vuelven a cantar. Pidió tanta gente la palabra que se echó en falta un teléfono de aludidos sobreimpreso a lo Sálvame Deluxe.

Al final, lo esperado. A Pedro sólo le queda bailar en el garaje con Albert, su amigovio (lo que antes se llamaba follamigo), "persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo", dice la RAE. Rivera es al final la cheerleader del instituto, un diputado de orla. Saludó a su padre desde la tribuna, atizó a Rajoy con implacable elegancia, habló en catalán y citó a Suárez y a Churchill mientras su amigo Ignacio Prendes le hacía fotos desde su puesto en la Mesa del Congreso. Se echó en falta un 'selfie' y alguna cita de Steve Jobs. "Hay que decir que no a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando".

Albert dio las gracias a Pedro, Pedro a Albert. Cuelga tú. No, cuelga tú. Y se oyó un "oooooooooooooh" en el Congreso. No se besaron porque Iglesias y Domènech ya les habían robado la foto con un pico confluyente. Ni eso les dejaron.

Lo malo de la presidencia de Sánchez no es que sólo durara un rato. Lo malo de después, como decía Sabina, son los despojos.

http://www.elmundo.es/espana/2016/0...1&s_kw=rajoy_y_sanchez_quien_ha_fracasado_mas
 
Bueno,parece que a Naranjito se les a quitado las ganas de hablar,por lo que dicen su cara era un poema cuando salio de la cámara....y se negó a dar entrevista a una periodista,la cosa anda mal y está cabreadillo,el Toni Cantó es un poco iluso,le "pedía" a Podemos que se abstuviera para que "ellos" pudieran "trabajar por España"....pobrecillo.
 
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  • No, ene o
02/03/2016 15:13

Lo malo de la presidencia de Pedro Sánchez es que le duró un rato, que no fue presidente ni por un día, que al final era todo un sueño, como 'Los Serrano'. Si de verdad creía que podía ser investido "la próxima semana", esta mañana se encargaron de despertarle a sopapos. Y por turnos. "A la próxima, vuelves", debió pensar alguno en Ferraz.

A Rajoy, que se pasó la tarde del martes chupando caramelos como el que masca tabaco en el Salvaje Oeste antes de liarse a tiros, le faltó escupirle un pictolín a Sánchez. Lo más suave que le dijo fue un hashtag: "Es usted un bluf".

"¿Qué parte del 'no' no han entendido?", se preguntó el presidente en funciones, que disfrutó como pocos del regreso por un instante a la oposición. Qué tiempos aquellos en los que llamaba "bobo solemne" a Zapatero y luego hinchaba los mofletes. Poco le faltó para llamar imbécil hoy a medio hemiciclo: "Ya verán como me van a entender".

Pedro Sánchez acudía al Congreso hecho un pincel, traje azul, corbata roja, sonrisa Funnydent, cantando a Serrat. "He vuelto para liarla", se decía a sí mismo. Subía a la tribuna como aquellos jugadores de basket de las pelis americanas que van a recoger a la chica del baile con un brazalete de flores en el esmoquin. Anímate, que igual te dicen que sí, que el no ya lo tienes.

Al final le dijo que no la chica, el padre de la chica, la madre, el conserje y hasta el perro. Pablo Iglesias le dijo que no tan fuerte que acabó con la camisa arrugada y la coleta hecha un cristo. Le dijo que no con el ceño tan fruncido que casi le dan la vuelta los ojos. Decía que no y Sánchez le volvía a tender la mano con la cabeza gacha. Le decía que no y Sánchez se preguntaba si mañana tampoco. Que no. ¿Y la próxima semana? Ene O. Iglesias le recordó hasta la "cal viva" de Felipe González para conciliar y Sánchez le volvió a ofrecer el brazalete de flores. "¿Qué parte del 'no' no has entendido?", se preguntó entonces el líder de Podemos.

Por decirle que no hasta pidieron la palabra los ministros en funciones Margallo y Fernández Díaz. Patxi López se la dio porque Margallo y Fernández son como los Rolling, que siempre hay que oírlos por si ya no vuelven a cantar. Pidió tanta gente la palabra que se echó en falta un teléfono de aludidos sobreimpreso a lo Sálvame Deluxe.

Al final, lo esperado. A Pedro sólo le queda bailar en el garaje con Albert, su amigovio (lo que antes se llamaba follamigo), "persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo", dice la RAE. Rivera es al final la cheerleader del instituto, un diputado de orla. Saludó a su padre desde la tribuna, atizó a Rajoy con implacable elegancia, habló en catalán y citó a Suárez y a Churchill mientras su amigo Ignacio Prendes le hacía fotos desde su puesto en la Mesa del Congreso. Se echó en falta un 'selfie' y alguna cita de Steve Jobs. "Hay que decir que no a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando".

Albert dio las gracias a Pedro, Pedro a Albert. Cuelga tú. No, cuelga tú. Y se oyó un "oooooooooooooh" en el Congreso. No se besaron porque Iglesias y Domènech ya les habían robado la foto con un pico confluyente. Ni eso les dejaron.

Lo malo de la presidencia de Sánchez no es que sólo durara un rato. Lo malo de después, como decía Sabina, son los despojos.
Muy bueno el articulo
 
Buenas noches a todas....a sido un día muy largo e intenso...ultima puya,Sánchez ahora estará en casa hecho polvo,la próxima que cambie de asesores o negociadores lo que han demostrado que son una panda de inútiles y ambiciosos.....y chabacanos,la educación es muy bonita,me decían y es verdad.El viernes mas y mejor.Batacazo parte dos ¿?
 
02MAR201617:58 h
Rocky "Iglesias" Marciano y Rajoy, el "potro" de Moncloa




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Tras el "Supermartes" de Pedro Sánchez, su día, su momentum, llegó el "Super miércoles". El fuego real. Hubo dos batallas hoy: por la presidencia entre Rajoy y Sánchez y por el liderazgo de la izquierdaentre Sánchez e Iglesias. Con dos claros ganadores en la jornada: la del, a partir de ahora, Rocky "Iglesias" Marciano", que puede con todo y con todos, que va sobrado políticamente y la de Rajoy, hoy, a ojos de toda España, por primera vez el "potro" de Moncloa.

Vayamos con el presidente. Estuvo socarrón, irónico, gallego. Estuvo también creíble y ocurrente. Definitivamente nos gustó. Quizás le sobraron algunos retazos de "cronista".

El giro inesperado de su discurso hay que destacarlo: no tendió contrapronóstico la "mano al líder de los socialistas". Todo lo contrario, se la dobló. Volviendo con ello el mejor Rajoy, el más auténtico, mostrando personalidad como en aquellos debates brillantes de 2008 con el ex presidente Zapatero cuando el popular era líder de la oposición (el papel que le correspondía técnicamente hoy y que ha representado con suma habilidad).

No cayó en la trampa. En términos de posicionamiento abandonó su traje de presidente en funciones para barrer literalmente como "primer parlamentario" a Pedro Sánchez. Demostró su gran experiencia en el hemiciclo, en la precisión y puntada de sus palabras, ante un líder todavía por hacer.

El rol que quería desempeñar era, sin duda, el de reivindicarse como blue, como el presidente del Partido Popular, el ganador de las elecciones, ofreciendo el argumentario y los mensajes básicos que necesitaban sus 7 millones de votantes desde hace 70 días. Y lo consiguió sobradamante. Si tuviéramos que resumir su debate en una única palabra fue "eficaz".

Pero Rajoy quería ir un paso más allá. Estaba decidido a dejar más cosas claras, entre ellas, certificar públicamente su estrategia, esa que compartió entre bambalinas con David Cameron y que captaron las cámaras, y que desde el minuto 1 se respiraba en el alma de su discurso de hoy.

Es lo que tiene el lenguaje presidencial, que cuando habla el presidente, todos callan. Con ello, nos dio el titular de la jornada: habrá nuevas elecciones generales en España el próximo 26 de junio. Y como con el debate se han roto todos los puentes de izquierda a derecha, ha muerto oficialmente también no sólo la Gran Coalición, sino la Coalición de izquierdas.

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Pablo Iglesias, por su parte, perseguía otros objetivos en su intervención. Su lógica es gramsciana y sigue inmersa, como les explicamos, en una "guerra de posiciones" que le funciona.

¿Recuerdan a Rocky Marciano? Un registro de 49 combates, 49 victorias y 43 de ellas por KO. Va camino de ello el de Podemos. Representó el "sorpasso". No hay nadie en etse Parlamento que sea capaz de igualar al líder de los morados en la tribuna. Su comunicación política es extraordinaria: mira a los ojos a sus adversarios cuando habla, marca claros los titulares y ocupa el espacio político y electoral que necesita para seguir creciendo.

Lo hace además contándonos una historia: la del relato de los padres y abuelos de sus principales votantes, la de la lucha de los españoles netamente de izquierdas, que nace desde la República, que continúa con la represión de la Dictadura, con el aislamiento en la autarquía, la del olvido con "una transición", en su opinión, basada en el "consentimiento" hasta que vuelve con el grito de sus hijos el 15M, que es la llamada de atención a toda la clase política por parte de la generación de la democracia (12 millones de votantes, el 34% del censo, su base electoral).

Pablo lo quiere todo. Y se lleva, por supuesto, en el día de hoy hasta la foto: ese beso, casi en forma de corazón si cierran el plano, entre Domenech e Iglesias (Cataluña y España) que compite con "El abrazo" constitucional.

Repartió también para todos. No sólo para contentar a los suyos, sino para empequeñecer la talla de Sánchez como presidente y a Rivera como supuesto "animal político" (es ironía de la buena cuando le dice a Albert que está entre el lingüista George Lakoff y el florentino Nicolás Maquiavelo).

Quiso desmontar punto por punto el acuerdo PSOE-Ciudadanos, que tiene en su lógica de izquierdas un pecado capital de fondo que trató de mostrar y que hace moralmente imposible el "Gobierno progresista y reformista": el abandono por parte del PSOE de la necesidad de "democratizar la economía en España" (esencia del eje ganador de Podemos arriba-abajo). Sabe bien Iglesias que ahí están sus votos no tanto en la regeneración democrática que todos aprueban (PP-PSOE-Ciudadanos).

Al Partido Popular le recordó su pasado franquista (lo que no desgasta demasiado al PP). La "sorpresa troncal" (grata para Rajoy que disfrutaba en los planos de escucha observando los reproches entre los dos principales partidos de izquierda) fueron los ataques descarnados hacia la actual dirección del PSOE.

En lugar de que las críticas fueran para el presidente en funciones, lo que venía siendo habitual desde la pasada legislatura, Pablo Iglesias reventó la estrategia socialista convirtiendo esta moción de censura técnica a Rajoy, bajo el disfraz de un debate de investidura, en una moción hacia el propio Sánchez. Brillante en la triangulación.

Tuvo un error fruto del éxtasis del que se siente tan superior hoy. Pero muy grave que debemos de apuntar: se pasó de frenada con el ataque innecesario a Felipe González acusándole de tener "su pasado manchado de cal viva". No tenía la necesidad el líder de Podemos de excitar a su base más activista incrementando los decibelios. Del 0 al 10 tras su discurso, ya estaban en el 9. Le dio, en ese momento, el papel de víctima a Sánchez. Que lo aprovechó para reducir lo que era un auténtico asedio a la "Casa del pueblo" de cada socialista, a una simple derrota parlamentaria. Deberá aprender a levantar el pie del acelerador y a contenerse.

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La decepción: no lo tenía fácil. Pero, sin duda, está en el lado de Albert Rivera. Quedó desdibujado el líder de Ciudadanos, en pleno "barro electoral", citando a Churchill y a Súarez eincomprensiblemente atacando nuevamente al PP, haciendo de "escudero" de Pedro Sánchez. Y eso que es el líder que más dice la palabra "compatriotas" por décimas de segundo.

Desaprovechó una oportunidad política para definirse a nivel nacional y marcar su crecimiento político. Si Albert cuenta los minutos de su intervención se dará cuenta que ha estado más tiempo atacando y defendiéndose, que proponiendo y marcando un perfil político propio. Es un gran comunicador, pero, como ya le sucedió en el debate a cuatro de Atresmedia, hoy más que de "la Complutense", parecía un chico de "Georgetown". Algunos de sus planteamientos parecen de importación y no lo decimos por sus homenajes constantes a la serie Borgen que compartimos.

Debería haber aprovechado el debate para alejarse del rol de "candidato del IBEX" que acertadamente le han etiquetado sus rivales y que sigue sin darse cuenta que le perjudica enormemente. Cada vez que dice para defender a Luis Garicano, un gran economista, que es bueno para España porque es profesor de la London School of Economics debería hacérselo mirar.

Nuestro país tiene sus claves. España es muy diversa. Y ese tipo de argumentos ad hominem que propaga y esa "autoritas" que reclama reiteradamente Rivera, tiene su coste en nuestro país. La centralidad del tablero está en el sentir de la calle, no en los despachos. Ciutadans en 2006 como Plataforma de la sociedad civil que luego fue partido lo supo ver y formalizar en Cataluña, Ciudadanos como proyecto nacional sigue miope sin reproducir sus esencias en España. Podemos se ha inspirado más en ellos que ellos mismos.

Albert se ha desgastado además mucho con este pacto, mal llamado "Gran centro", porque tan sólo tiene 130 escaños de 350 posibles. La nueva cita con las urnas deberán gestionarla con prudencia. Con gran instinto político el presidente del Gobierno en funciones ha querido aprovecharse de ese carril por el centro derecha que han dejado abierto los naranjas por sus "coqueteos" con los socialistas.

Rajoy trata de reconciliarse con ese electorado más maduro de Ciudadanos, de los que 2/3 se declaran más cercanos al PP que al PSOE. Le recordó por ello en su turno por alusiones, que es el líder de los naranjas el que ha querido hacer presidente a Sánchez, que perdió las elecciones. Y, por lo tanto, deberá explicárselo a sus electores.

Decía Muhammad Alí que "la vida consiste en ser capaz de soportar los golpes y seguir adelante". Iglesias y Rajoy deberían darse la mano, porque siguiendo estrategias muy distintas (uno proactiva y otra reactiva), comparten desde el 20D más de lo que parecen. Son diariamente el objeto de las críticas de muchos y, curiosa ironía, tienen todo a favor para ser los grandes beneficiados tras el proceso de investidura como los referentes de la derecha y la izquierda en las próximas elecciones. Cuando estás equivocado, nadie lo olvida. Y cuando tienes la razón nadie lo recuerda. Y ellos, a su manera, demostraron hoy que la tienen.

Iván Redondo
Consultor político
@thewarroomblog
 
Como están entrando los buitres en la Enseñanza y se está poniendo por las nubes tener educación y saber,los estudiantes estaban en la acera del Palace,reclamando una educación pública y de calidad,estuvimos unas doscientas personas acompañando sus derechos, a la calidad de una enseñanza gratuita.Con que energía gritaban los chavales y todos acompañando con bocinas .Pero claro de esto la prensa no dice nada.Allí estaban todos los medios con escenario y todo jajajajajaja.Cuando terminaron de votar una compi y yo, nos pusimos en primera fila para verlos desfilar y poder decirles algún piropo que otro .El señor Rajoy en funciones,salió con el coche oficial de cristales tintados,sabemos que era él por que delante iba un motorista (como los que tiene el Sexto) y por que le pregunté al policía que estaba delante de mi,le cayó un chorreo y un griterío que tuvo que enterarse a la fuerza,así va el pregonero de la austeridad,para otros..Sánchez salió en coche y con cara de enfado y mustio.Alonso salió andando hacia la parte de Neptuno y cuando oyó lo de PP corruptos, volvió sobre sus pasos y con ganas de dar leña jajajajaja,el otro le cogió del brazo y siguieron caminando.Garzón y los demás "izquierdosos" jejejejeje se fueron andando hacia arriba,pensé que se iban de cañitas y le dije a mi compi,_vamos detrás de ellos y que nos inviten a algo_Pero...mi compi se rajó.En fin una pechá de dinero pa/na.
 
Parece que se le critica a Pablo Iglesias lo de la cal viva de Felipe Gonzalez y se obvia por supuesto que Felipe Gonzalez apoyó a su gran amigo el presidente venezolano Carlos Andrés Perez mientras asesinaba en las calles a mas de 3.000 venezolanos cuyo único delito era protestar contra las duras medidas económicas impuestas por el FMI a Venezuela entre otras cosillas....


Claro que la prensa servil todo eso lo oculta. La gran figura y el legado del Sr. Felipe Gonzalez está en entredicho.

Creo que quien mas habla es quien mas debe callar.


19 de septiembre de 2015

Sien nuestra historia reciente ha habido un ejemplo de esa sabia máxima de que "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe totalmente" es sin duda alguna el expresidente del gobierno Felipe González.
toleró (cuando no organizó) un grupo terrorista formado en las cloacas del propio estado que dirigía, grupo que administraban sus más leales ministros.

Por supuesto, si ese "Isidoro" de la clandestinidadpudiera encontrarse con su alter ego de la actualidad, como en uno de esos viajes a través del tiempo que nos ha narrado la ciencia ficción, muy probablemente se sorprendería al comprobar que se ha convertido en un lobista que gana millones de euros compadreando con las grandes multinacionales y haciéndoles de correveidile.

Pero lo que seguramente mataría de vergüenza al joven González seríaescuchar en boca de su yo del futuro que el régimen venezolano es peor que la cruel y sanguinaria dictadura chilena, la misma que encarceló y torturó a decenas de miles de personas y asesinó a 3.200 inocentes. Pero claro que se puede esperar de un infame individuo que apoyó y financió al propio régimen asesino de Pinochet desde su cargo de presidente del gobierno español, de tal manera quehasta fue condecorado por los servicios prestados a esa misma genocida dictadura.

Es más, lo increíble del caso es que el miserable de González tambiénapoyó a su gran amigo del alma, el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez mientras asesinabaen las calles a más de 3.000 ciudadanos que simplemente protestaban contra las brutales medidas económicas impuestas por el FMI a ese país. Pero claro, eso era el ya lejano 1989 y la memoria delSeñor X(que no olvidemos sigue siendo un referente de ese extraño partido llamado PSOE) nunca ha sido lo que se dice muy precisa.

Felipe_Gonz_lez_Pinochet.jpg



http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2015/09/felipe-gonzalez-ese-deleznable-sicario.HTML
 
02MAR201617:58 h
Rocky "Iglesias" Marciano y Rajoy, el "potro" de Moncloa




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Tras el "Supermartes" de Pedro Sánchez, su día, su momentum, llegó el "Super miércoles". El fuego real. Hubo dos batallas hoy: por la presidencia entre Rajoy y Sánchez y por el liderazgo de la izquierdaentre Sánchez e Iglesias. Con dos claros ganadores en la jornada: la del, a partir de ahora, Rocky "Iglesias" Marciano", que puede con todo y con todos, que va sobrado políticamente y la de Rajoy, hoy, a ojos de toda España, por primera vez el "potro" de Moncloa.

Vayamos con el presidente. Estuvo socarrón, irónico, gallego. Estuvo también creíble y ocurrente. Definitivamente nos gustó. Quizás le sobraron algunos retazos de "cronista".

El giro inesperado de su discurso hay que destacarlo: no tendió contrapronóstico la "mano al líder de los socialistas". Todo lo contrario, se la dobló. Volviendo con ello el mejor Rajoy, el más auténtico, mostrando personalidad como en aquellos debates brillantes de 2008 con el ex presidente Zapatero cuando el popular era líder de la oposición (el papel que le correspondía técnicamente hoy y que ha representado con suma habilidad).

No cayó en la trampa. En términos de posicionamiento abandonó su traje de presidente en funciones para barrer literalmente como "primer parlamentario" a Pedro Sánchez. Demostró su gran experiencia en el hemiciclo, en la precisión y puntada de sus palabras, ante un líder todavía por hacer.

El rol que quería desempeñar era, sin duda, el de reivindicarse como blue, como el presidente del Partido Popular, el ganador de las elecciones, ofreciendo el argumentario y los mensajes básicos que necesitaban sus 7 millones de votantes desde hace 70 días. Y lo consiguió sobradamante. Si tuviéramos que resumir su debate en una única palabra fue "eficaz".

Pero Rajoy quería ir un paso más allá. Estaba decidido a dejar más cosas claras, entre ellas, certificar públicamente su estrategia, esa que compartió entre bambalinas con David Cameron y que captaron las cámaras, y que desde el minuto 1 se respiraba en el alma de su discurso de hoy.

Es lo que tiene el lenguaje presidencial, que cuando habla el presidente, todos callan. Con ello, nos dio el titular de la jornada: habrá nuevas elecciones generales en España el próximo 26 de junio. Y como con el debate se han roto todos los puentes de izquierda a derecha, ha muerto oficialmente también no sólo la Gran Coalición, sino la Coalición de izquierdas.

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Pablo Iglesias, por su parte, perseguía otros objetivos en su intervención. Su lógica es gramsciana y sigue inmersa, como les explicamos, en una "guerra de posiciones" que le funciona.

¿Recuerdan a Rocky Marciano? Un registro de 49 combates, 49 victorias y 43 de ellas por KO. Va camino de ello el de Podemos. Representó el "sorpasso". No hay nadie en etse Parlamento que sea capaz de igualar al líder de los morados en la tribuna. Su comunicación política es extraordinaria: mira a los ojos a sus adversarios cuando habla, marca claros los titulares y ocupa el espacio político y electoral que necesita para seguir creciendo.

Lo hace además contándonos una historia: la del relato de los padres y abuelos de sus principales votantes, la de la lucha de los españoles netamente de izquierdas, que nace desde la República, que continúa con la represión de la Dictadura, con el aislamiento en la autarquía, la del olvido con "una transición", en su opinión, basada en el "consentimiento" hasta que vuelve con el grito de sus hijos el 15M, que es la llamada de atención a toda la clase política por parte de la generación de la democracia (12 millones de votantes, el 34% del censo, su base electoral).

Pablo lo quiere todo. Y se lleva, por supuesto, en el día de hoy hasta la foto: ese beso, casi en forma de corazón si cierran el plano, entre Domenech e Iglesias (Cataluña y España) que compite con "El abrazo" constitucional.

Repartió también para todos. No sólo para contentar a los suyos, sino para empequeñecer la talla de Sánchez como presidente y a Rivera como supuesto "animal político" (es ironía de la buena cuando le dice a Albert que está entre el lingüista George Lakoff y el florentino Nicolás Maquiavelo).

Quiso desmontar punto por punto el acuerdo PSOE-Ciudadanos, que tiene en su lógica de izquierdas un pecado capital de fondo que trató de mostrar y que hace moralmente imposible el "Gobierno progresista y reformista": el abandono por parte del PSOE de la necesidad de "democratizar la economía en España" (esencia del eje ganador de Podemos arriba-abajo). Sabe bien Iglesias que ahí están sus votos no tanto en la regeneración democrática que todos aprueban (PP-PSOE-Ciudadanos).

Al Partido Popular le recordó su pasado franquista (lo que no desgasta demasiado al PP). La "sorpresa troncal" (grata para Rajoy que disfrutaba en los planos de escucha observando los reproches entre los dos principales partidos de izquierda) fueron los ataques descarnados hacia la actual dirección del PSOE.

En lugar de que las críticas fueran para el presidente en funciones, lo que venía siendo habitual desde la pasada legislatura, Pablo Iglesias reventó la estrategia socialista convirtiendo esta moción de censura técnica a Rajoy, bajo el disfraz de un debate de investidura, en una moción hacia el propio Sánchez. Brillante en la triangulación.

Tuvo un error fruto del éxtasis del que se siente tan superior hoy. Pero muy grave que debemos de apuntar: se pasó de frenada con el ataque innecesario a Felipe González acusándole de tener "su pasado manchado de cal viva". No tenía la necesidad el líder de Podemos de excitar a su base más activista incrementando los decibelios. Del 0 al 10 tras su discurso, ya estaban en el 9. Le dio, en ese momento, el papel de víctima a Sánchez. Que lo aprovechó para reducir lo que era un auténtico asedio a la "Casa del pueblo" de cada socialista, a una simple derrota parlamentaria. Deberá aprender a levantar el pie del acelerador y a contenerse.

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La decepción: no lo tenía fácil. Pero, sin duda, está en el lado de Albert Rivera. Quedó desdibujado el líder de Ciudadanos, en pleno "barro electoral", citando a Churchill y a Súarez eincomprensiblemente atacando nuevamente al PP, haciendo de "escudero" de Pedro Sánchez. Y eso que es el líder que más dice la palabra "compatriotas" por décimas de segundo.

Desaprovechó una oportunidad política para definirse a nivel nacional y marcar su crecimiento político. Si Albert cuenta los minutos de su intervención se dará cuenta que ha estado más tiempo atacando y defendiéndose, que proponiendo y marcando un perfil político propio. Es un gran comunicador, pero, como ya le sucedió en el debate a cuatro de Atresmedia, hoy más que de "la Complutense", parecía un chico de "Georgetown". Algunos de sus planteamientos parecen de importación y no lo decimos por sus homenajes constantes a la serie Borgen que compartimos.

Debería haber aprovechado el debate para alejarse del rol de "candidato del IBEX" que acertadamente le han etiquetado sus rivales y que sigue sin darse cuenta que le perjudica enormemente. Cada vez que dice para defender a Luis Garicano, un gran economista, que es bueno para España porque es profesor de la London School of Economics debería hacérselo mirar.

Nuestro país tiene sus claves. España es muy diversa. Y ese tipo de argumentos ad hominem que propaga y esa "autoritas" que reclama reiteradamente Rivera, tiene su coste en nuestro país. La centralidad del tablero está en el sentir de la calle, no en los despachos. Ciutadans en 2006 como Plataforma de la sociedad civil que luego fue partido lo supo ver y formalizar en Cataluña, Ciudadanos como proyecto nacional sigue miope sin reproducir sus esencias en España. Podemos se ha inspirado más en ellos que ellos mismos.

Albert se ha desgastado además mucho con este pacto, mal llamado "Gran centro", porque tan sólo tiene 130 escaños de 350 posibles. La nueva cita con las urnas deberán gestionarla con prudencia. Con gran instinto político el presidente del Gobierno en funciones ha querido aprovecharse de ese carril por el centro derecha que han dejado abierto los naranjas por sus "coqueteos" con los socialistas.

Rajoy trata de reconciliarse con ese electorado más maduro de Ciudadanos, de los que 2/3 se declaran más cercanos al PP que al PSOE. Le recordó por ello en su turno por alusiones, que es el líder de los naranjas el que ha querido hacer presidente a Sánchez, que perdió las elecciones. Y, por lo tanto, deberá explicárselo a sus electores.

Decía Muhammad Alí que "la vida consiste en ser capaz de soportar los golpes y seguir adelante". Iglesias y Rajoy deberían darse la mano, porque siguiendo estrategias muy distintas (uno proactiva y otra reactiva), comparten desde el 20D más de lo que parecen. Son diariamente el objeto de las críticas de muchos y, curiosa ironía, tienen todo a favor para ser los grandes beneficiados tras el proceso de investidura como los referentes de la derecha y la izquierda en las próximas elecciones. Cuando estás equivocado, nadie lo olvida. Y cuando tienes la razón nadie lo recuerda. Y ellos, a su manera, demostraron hoy que la tienen.

Iván Redondo
Consultor político
@thewarroomblog


debo de ser rara pero no me disgustó Rajoy... es decir no lo soporto, quiero que lo echen, tiene un partido corrupto hasta los cimientos.. pero al menos es consecuente, si no hace la investidura o si la hace y la pierde al menos por el momento no se ha bajado los pantalones ni ha mendigado a nadie, el gran problema de Rivera y Sánchez es precisamente no ser consecuentes con ellos mismos, en especial Sanchez... a Rivera lo que le he visto más que nada es más perdido que un pulpo en un garaje. Con esto quiero decir que a Rajoy se lo han puesto fácil para al menos salir con la cabeza alta... y mira que era complicado salir de alguna manera entero con la que le está cayendo al PP e Iglesias va sobrado ... porque sus constrincantes no llegan, ni más ni menos, no se como se desenvolvería con alguien competente pero está ckaro que con los que se enfrenta ...
 
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