Investidura de Pedro Sánchez.

El naranjito da la impresión que está completamente desbordado, es alucinante lo que comenta sin sentir pudor.
Una cosa es cierta... " La cabra siempre tira al monte"

No es cuestión de cambiar de cara, es cuestión de cambiar las políticas que nos han llevado a este desastre.
 
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El naranjito da la impresión que está completamente desbordado, es alucinante lo que comenta sin sentir pudor.
Una cosa es cierta... " La cabra siempre tira al monte"

No es cuestión de cambiar de cara, es cuestión de cambiar las políticas que nos han llevado a este desastre.

Para sentido del pudor ya llega Poniteil, ¿verdad, chorba? Pero qué morramen el vuestro.
 
Previamente tiene que hacer el paripe,pobrecito Pedro con lo bueno que es y no le apoya Podemos...Claro así no tiene más remedio que pactar con la derechona :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:.No solo los barones no quieren un cambio hacía una justicia social que demandan los ciudadanos,él mismo no cree y nunca ha creido en ese cambio,lo demás son patrañas.

Que pacte YA, no sé a que está esperando, a convencer a sus votantes de lo malos que son los de PODEMOS que no le apoyan.
Toma a su electorado por idiotas si piensa que se van a tragar esa bola.
 
Es muy bueno. Gracias por recomendarlo.

Romeo y Julieta
El Gran Wyoming

Actualizada 07/03/2016 a las 20:35


Como soy observador me he dado cuenta de algo en lo que nadie se ha fijado: El pacto entre PSOE y Ciudadanos no ha gustado a ninguna fuerza del Congreso.

El pacto que nació con la voluntad de unir ha suscitado el mayor rechazo posible.

¿Autocrítica? Ni de coña: reafirmación. Como el toro, se crecen ante el castigo. Es la ventaja que tiene ser demócrata, liberal, de izquierdas, progresista, renovador, de derechas y estar por el cambio, que a tus líneas rojas las llaman “condiciones”, y a tus imposiciones “mano tendida”.


El rechazo, como digo, ha sido general. Han recibido la negativa del sesenta y tres por ciento de la cámara, cosa que no parece preocupar a propios ni a algunos extraños que ven en esta alianza la posibilidad de la continuidad del proyecto anterior.

Paradójicamente, los únicos que se manifiestan encantados y sonrientes, confiados en su futuro, son los actores que unen los nombres de sus partidos con una conjunción copulativa. Precioso adjetivo que define la intención de los contrayentes. Falta por ver si lo que deberían hacer entre ellos en la noche de la consumación se lo van a hacer a los demás y acaben dándonos sin consentimiento.

Como nuevos “travoltas” de la política, estos candidatos exponen su poderío desde la arrogancia de sus chasis apolíneos con la seguridad de un playboy de discoteca entrando a las chicas con la convicción de que su propuesta es irrechazable: Soy guapo, joven y me apoyan los del dinero, ¿te subes a mi coche?

Claro que si la cosa no te pone cachondo, el personaje se sumerge en el lodo del patetismo. No le faltará con quién comerse roscas y podrá llegar a pegar el soñado braguetazo para el que nació, para el que se programó, para el que dedicó sus horas de moldeado abdominal, pero no podrá escapar al implacable juicio de la realidad: es un capullo.

Y todavía, capullo en puño, algunos reivindican la herencia de sus antepasados. Pago una cuota y heredo los años de lucha y cárcel de los que me precedieron defendiendo estas siglas. Qué fácil se hereda el sufrimiento y el sacrificio de los que dedicaron su vida a la conquista de derechos fundamentales, pero qué difícil es recoger el testigo de la ética, el coraje y la honradez de aquellos hombres que hoy sentirían nauseas al comprobar el entreguismo y vasallaje al poder de este invento del mestizaje político. Dejémosles descansar en paz ajenos al sufrimiento de ver cómo sus herederos convierten aquel sacrifico en un capricho gratuito, inútil, estéril.

Volviendo al turrón, decía que han conseguido ponerse en su contra a todo el arco parlamentario: la derecha histórica, los nacionalistas de derechas, los nacionalistas de izquierdas, los independentistas, la izquierda, la otra izquierda, la de más allá. Pero no parpadean. Siguen ufanos, de la mano, semilevitando en su condición de enajenación enamoradiza creyendo haber descubierto la cuadratura del círculo.

Sin duda deben estar en posesión de una “gran verdad” que los demás ignoramos. Deben ser potadores de unos valores que a nosotros se nos escapan, y que ellos mismos son incapaces de explicar salvo con tópicos y coartadas de nula calidad política, teniendo que recurrir al anuncio del fin de las ideologías, a la gestación de un ente mestizo producto de ese amor que llevará el carácter de apolítico en los genes, como aquellos ciudadanos que defendían lo indefendible en la época de la dictadura. “Soy apolítico”, decían para justificar su pasividad ante el atropello.

A pesar de todo, se niegan a apartarse del camino trazado (¿por quién?).

De sus respectivas bases no ha salido la idea, de sus programas tampoco, no se vislumbraba ni como posibilidad remota en sus promesas electorales. Tan sólo los ancestros, los barones, proponían extraños matrimonios de conveniencia contra natura que causaban hilaridad por lo extravagantes, por lo impresentables.

La mayoría de los españoles, la noche del recuento sumaban escaños del PP y Ciudadanos por un lado, y de PSOE, Podemos e IU y otros por otro, tanto en las Generales como en las Autonómicas y Municipales. Enfocaba el votante en su ingenuidad los pactos en ese sentido guiado por las promesas de los líderes de las diferentes formaciones. Creyó. Todavía confiaba en un sistema que ofrece la posibilidad del cambio desde la urnas, en la capacidad transformadora de la sociedad a través del voto. ¿Qué ha pasado?

Nunca hubo por parte del electorado reproches en el sentido de un pacto de las fuerzas llamadas de izquierdas.

Esto ya no es así, ¿de dónde sale esta unión indivisible, incuestionable, redentora, visionaria y salvadora? ¿Estaremos equivocados y no son los poderes económicos sino el amor el que sella esta alianza?

De no ser porque los poderes fácticos están encantados y rezando en sus retiros espirituales para que no se rompa esta unión, frágil en su esencia, ridícula en su exposición e indefendible en su fondo, todos los medios que poseen (la inmensa mayoría) la habrían calificado como lo que es: un gran disparate. Una gran estafa.

Insisto una vez más en que el silencio de los dioses sólo puede interpretarse de una manera: No delatar, no interferir, no desenmascarar. Queremos saber qué opinan porque son implacables en su mandato y de una crueldad extrema en sus planteamientos, que pueden resumirse en un solo dogma: “La pobreza genera riqueza”.

Ya sabemos qué opinan los que mandan de un posible pacto de izquierdas, pero nos ocultan qué les parece este otro nacido en la clandestinidad mientras se toreaba sin la más elemental consideración, con el mayor de los desprecios, a las otras fuerzas que ofrecían la presidencia a Sánchez. Nos gustaría una declaración contundente de los poderes fácticos, como las que hacen contra la izquierda, porque iluminaría el camino a seguir y definiría las intenciones reales de esta cohabitación que se presenta como indisoluble.

Los contrayentes hablaron de valentía, de audacia para presentar este plan en las Cortes. Bueno, otros hablaríamos de osadía, porque hay que tener jeta para llegar al hemiciclo como lo hicieron estos actores, sin apoyos, sin discurso y vendiendo a los presentes que no solo quedan abolidas las dos Españas, sino que vuelven a ser Una, como en los buenos tiempos.

Por ponerle un pero a esta unión, cabría decir que no es original.

Susana Díaz fue la primera en descubrir el secreto de la inmortalidad al pactar con la derecha en Andalucía para perpetuarse en el poder y demostrar a la burguesía de su tierra que ellos no son el peligro ni el enemigo. Que no hace falta votar al PP para que las desigualdades de su tierra se perpetúen y que si alguien podía frenar a las fuerzas emergentes que vienen reclamando derechos reflejados en la Constitución, incuestionable, pero pisoteable, esa era ella. El secreto no es tal, es sólo cuestión de escrúpulos: si me invento un partido que aglutine a la izquierda y a la derecha, y hago de la defensa de la unidad de España una herramienta para justificar la inmovilidad y cimentar las bases del nacional liberalismo, los poderes fácticos me elegirán fallera mayor. Y así es.

No asistimos al fin de las ideologías, sino al intento, una vez más, de imponer de manera irreversible la de siempre, la que ha mandado en España durante siglos y sofocó, por las buenas o por las malas, cualquier intento de cambio.

Montescos y Capuletos no asisten hoy al entierro de sus respectivos retoños sino a su enlace matrimonial. Los padres de las respectivas criaturas, es decir, los ciudadanos que votaron a los contrayentes, se frotan perplejos los ojos mientras los padrinos aplauden la unión, pagan el convite, el viaje de bodas y el hotel con puerta giratoria donde van a pasar la noche, mientras comprueban que los réditos de la unión no caben en la pantalla de la calculadora.

Un final más romántico, sin víctimas dirán algunos, ignorando que en el otro extremo de la ciudad se está llevando a cabo un sepelio. Entierran, teniendo como fondo las explosiones de los fuegos de artificio de la boda, la dignidad, la palabra y la razón de existir de un partido que un día luchó por los desfavorecidos, por los trabajadores de este país contra la oligarquía que los explotaba.

Se estará a favor o en contra del contenido de este artículo, pero me ha quedado precioso.

Me falta, eso sí, que los medios de comunicación en masa proclamen, como en su caso, la belleza inconmensurable que encierran estas líneas. Es lo que tiene vivir al otro lado de la valla del jardín.

Sí, es lo que parece, me corroe la envidia. A ellos les sale todo bien.

¿Y si hubiera la oportunidad de poner a cada uno su sitio?

http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2016/03/08/romeo_julieta_46095_1023.HTML

Tengo una pregunta, cuál es Romeo y cuál Julieta?:ROFLMAO:
 
El PNV también rechaza reunirse con PSOE y C's “si el punto de partida” es su acuerdo
  • La formación nacionalista considera “inasumible” el pacto entre ambas formaciones y subraya que su contenido “no suma”
  • El PNV ya ha recibido la carta de PSOE y Ciudadanos proponiéndoles mantener una reunión
El PNV no se reunirá con PSOE y Ciudadanos “si el punto de partida o la premisa de ese diálogo” es su acuerdo, ya que la formación nacionalista lo considera “inasumible” y cree que “no suma”. Por ello, ha insistido en reclamar que cualquier negociación “parta de cero”, según han informado a Europa Press fuentes de esta formación.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ya ha recibido la carta del PSOE y C's, que también ha sido remitida a PP, Podemos, Compromís e IU, en la que se les emplaza a “dialogar, sumar esfuerzos y alcanzar acuerdos”, y les recuerda que el pacto alcanzado por ambas formaciones “no ha agotado su eficacia” en el debate investidura, sino “que sigue plenamente vigente”, y está “abierto a aportaciones, sugerencias y mejoras por parte de otros grupos políticos”.

Las fuentes de la formación nacionalista consultadas han asegurado que todavía no se les ha citado a mantener un encuentro con una fecha concreta y han insistido en que el acuerdo PSOE-Ciudadanos “no sirve” como base para dialogar.


Para el PNV, las negociaciones deben enfocarse “partiendo de cero” porque se trata de un documento que no pueden asumir y no se pueda basar el diálogo en esta nueva etapa de dos meses en "los mismos mimbres".

Tras señalar que ellos no tienen “inconveniente en reunirse con nadie”, algo que han reiterado desde el principio, han precisado que, en todo caso, los encuentros no se pueden hacer con “el sustento de un documento inasumible” para el PNV. “El PSOE se ha empecinado en seguir adelante con eso. Pues nosotros creemos que no, que debe hacerse de otra manera”, han afirmado las mismas fuentes.
 
Sánchez: “Yo voy a ser presidente; estoy convencido de que Iglesias recapacitará”
  • El PSOE dice estar abierto a un gobierno de coalición porque “con 90 diputados no tiene fuerza para tener un gobierno monocolor”
  • "Se puede llegar a territorios comunes" entre diferentes formaciones "sin traicionar" los principios
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha mostrado convencido este miércoles de que será presidente del Gobierno y ha asegurado que no se cierra a que sea en coalición: "El PSOE con 90 diputados no tiene la fuerza suficiente como para tener un gobierno monocolor", ha dicho.

Así se ha pronunciado el líder de los socialistas, en una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press, cuando se le ha preguntado si el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, podría ser vicepresidente de su Gobierno.

Sánchez ha recalcado que "nunca" se ha "cerrado" a los gobiernos de coalición y ha dado un paso más al apuntar que su partido no tiene fuerza para gobernar en solitario "porque así lo han querido los españoles" en las urnas. "No me cierro a ninguna formulación", ha afirmado, sin aclarar quién cree que puede ser su socio.


Eso sí, preguntado acerca de si se ve en La Moncloa, Sánchez ha asegurado que sí: "Yo voy a ser presidente del Gobierno y no va a haber elecciones. Estoy convencido de que Iglesias recapacitará", ha respondido.

El líder de los socialistas ha defendido los acuerdos en política y ha recalcado que "se puede llegar a territorios comunes" entre diferentes formaciones "sin traicionar" los principios de cada uno.

Para traicionar los principios, primero hay que tenerlos y por lo que llevamos visto Snchz si los tiene, los debe tener muy bien guardado, sera para que no se le desgasten
 
Sánchez: “Yo voy a ser presidente; estoy convencido de que Iglesias recapacitará”
  • El PSOE dice estar abierto a un gobierno de coalición porque “con 90 diputados no tiene fuerza para tener un gobierno monocolor”
  • "Se puede llegar a territorios comunes" entre diferentes formaciones "sin traicionar" los principios
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha mostrado convencido este miércoles de que será presidente del Gobierno y ha asegurado que no se cierra a que sea en coalición: "El PSOE con 90 diputados no tiene la fuerza suficiente como para tener un gobierno monocolor", ha dicho.

Así se ha pronunciado el líder de los socialistas, en una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press, cuando se le ha preguntado si el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, podría ser vicepresidente de su Gobierno.

Sánchez ha recalcado que "nunca" se ha "cerrado" a los gobiernos de coalición y ha dado un paso más al apuntar que su partido no tiene fuerza para gobernar en solitario "porque así lo han querido los españoles" en las urnas. "No me cierro a ninguna formulación", ha afirmado, sin aclarar quién cree que puede ser su socio.


Eso sí, preguntado acerca de si se ve en La Moncloa, Sánchez ha asegurado que sí: "Yo voy a ser presidente del Gobierno y no va a haber elecciones. Estoy convencido de que Iglesias recapacitará", ha respondido.

El líder de los socialistas ha defendido los acuerdos en política y ha recalcado que "se puede llegar a territorios comunes" entre diferentes formaciones "sin traicionar" los principios de cada uno.

Para traicionar los principios, primero hay que tenerlos y por lo que llevamos visto Snchz si los tiene, los debe tener muy bien guardado, sera para que no se le desgasten

El Mesías en eso no se queda atrás. Lo da el querer estar en política.
 
C’s no acepta cambios en el texto
El PNV pide a PSOE y C's que retiren el veto a la consulta
Ortuzar rechaza sentarse a negociar un pacto cerrado que, además, implica que los jeltzales renuncien al derecho a decidir
Míriam Vázquez - Viernes, 11 de Marzo de 2016 - Actualizado a las 06:04h
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El candidato socialista, Pedro Sánchez, con el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en febrero. Foto: Efe

BILBAO - Salvo que se produzca un viraje extraordinario que nadie espera en las posiciones negociadoras del socialismo, se puede decir que se han esfumado las opciones de acuerdo entre PNV y PSOE para la investidura del próximo presidente español. El pacto que ha suscrito Pedro Sánchez con Ciudadanos se ha presentado como un documento cerrado que no admite retoques en lo sustancial, y buena prueba de ello es la decisión del socialismo de llevarse a su socio a las reuniones con el resto de grupos. No se trata solo de que los jeltzales no ven margen para introducir sus propuestas en ese pacto tan encorsetado sino que, además, el texto incluye puntos que contradicen abiertamente el ideario del PNV y cuya firma supondría un su***dio electoral en puertas de las autonómicas de otoño. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, concretó ayer en Radio Euskadi que no pueden sentarse a negociar sobre un acuerdo que implica que renuncien al derecho a decidir. Piden retirar ese veto y, más aún, negociar sobre un folio en blanco.

 
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