Intrigas - Teorías conspirativas - Misterios

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A la izquierda, un autobús quemado durante la ola de ataques organizada en São Paulo por el PCC en mayo de 2006. Murieron 560 personas en dos semanas. A la derecha, arriba, Marcos Williams Herbas Camacho, ‘Marcola’, el dirigente que simboliza la organización, en un juicio y, debajo, un policía encañona a un hombre durante los ataques de 2006. / MAURICIO LIMA (AFP) / ROBSON FERNANDJES (AFP)
A la izquierda, un autobús quemado durante la ola de ataques organizada en São Paulo por el PCC en mayo de 2006. Murieron 560 personas en dos semanas. A la derecha, arriba, Marcos Williams Herbas Camacho, ‘Marcola’, el dirigente que simboliza la organización, en un juicio y, debajo, un policía encañona a un hombre durante los ataques de 2006. / MAURICIO LIMA (AFP) / ROBSON FERNANDJES (AFP)
Tras patear muchas favelas, el sociólogo Feltran discrepa de la fiscalía. Dice que el PCC “no es un cartel con capos”. Sostiene que en la etnografía indígena brasileña existen “muchos otros referentes que jefatura sin mando. Estoy seguro de que es una de esas jefaturas sin mando”.

La investigadora Biondi explica que “la palabra del PCC no es soberana”. Y evoca dos casos. La vez que los bautizados de un barrio se fueron de viaje para evitar recibir la circular que dictaba que por cada hermano que la policía matara debían asesinar a dos agentes, y los presos que se negaron a recibir “una salve de igualdad de género por la que cada celda tenía que aceptar un homosexual de los que estaban reunidos en una sola celda”. Los presos se negaron con el argumento de que el PCC estaba “siendo opresor”.

En la calle, la banda es invisible a primera vista. Nada indica en lugares como Brasilandia que controla un territorio. Ni banderas, ni pintadas. Mucho menos el exhibicionismo de los narcotraficantes de Río de Janeiro, que llegan a grabarse con el móvil mientras bailan funk agitando en alto el fusil. Los modos son más bien reflejo de la contención que caracteriza a los brasileños de São Paulo. Pero basta observar en muchas barriadas paulistas para distinguir grupos de chavales reunidos en las esquinas cualquier mañana entre semana, cuando las calles están desiertas porque todos han salido a trabajar lejos. Son adolescentes, incluidas algunas chicas, que parece que no hacen nada pero están atentos a la clientela mientras fuman marihuana. Son el final de la cadena, los que venden maría o coca a quien la pague.

Al desembarcar en los barrios, la banda impuso a los traficantes controles de precio para evitar la competencia y los conflictos. El PCC “no tiene el monopolio de la venta de drogas en São Paulo, le basta con regular el mercado”, dice Feltran.

Para los vecindarios de las favelas de São Paulo su llegada fue una revolución, como relata el cineasta Rodrigo. “Con la llegada del PCC, reinó la paz en la periferia. Lo que el Gobierno intentó hacer durante décadas, lo resolvió en un mes. Fue increíble”. Un cambio radical en la vida cotidiana de millones de personas. De adolescente, Rodrigo presenció tiroteos a menudo. “Eran comunes, especialmente en kermesses (fiestas religiosas). Toda fiesta tenía su pelea. La fiesta atraía a mucha gente a tomar vino caliente, y luego venían bandas rivales y llegaban los muertos”. Mientras en las periferias se atribuye al PCC el mérito de los bajos índices de violencia en São Paulo, en la academia sigue el debate y los fiscales como Gakiya rechazan que sea obra de la banda.

Gakiya calcula que el PCC mueve unos 100 millones de dólares al año con la venta de drogas, su principal negocio. Podría parecer poco si se compara con algunos carteles de América Latina, pero ese cálculo no incluye las ganancias internacionales porque, explica, aún no ha habido ocasión de estimarlas.

Para entender los fabulosos beneficios que promete la venta de cocaína a Europa, sirven las cuentas de otro negocio, el muy frecuente robo de coches de alta gama a punta de pistola en São Paulo. En Irmãos, Feltran hace el siguiente cálculo con una camioneta Toyota Hilux: alguien paga a dos chavales 900 reales (190 euros) a cada uno por robarla; el vehículo circula hasta la frontera con Bolivia, donde se cambia por 5-7 kilos de pasta base de coca que, cortada y vendida al por menor en Brasil, puede suponer 76.000 euros. Al otro lado del Atlántico, cada uno de esos kilos de coca supondría 80.000 euros.



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Evolución del número de presos en Brasil



Datos en miles de reclusos.



800



755,3



698,6



700



600



496,3



500



400



361,4



300



232,8



200



148,8



90,0



100



0



1990



1995



2000



2005



2010



2015



2019



Fuente: Ministério da Justiça. A partir de 2005, datos de Infopen.

EL PAÍS



El negocio es tan lucrativo que en 2017 se robaron en Brasil 1.149 camionetas Toyota Hilux

La droga se vende en Brasil a precios irrisorios para cualquier europeo. Y por eso es un momento crucial para el PCC. En el escaso tiempo transcurrido desde que se abrió a los mercados internacionales ha visto elevarse al cubo sus beneficios.

El último plan para matar al fiscal Gakiya es de finales del año pasado, después de que consiguiera que 22 hombres considerados los mandamases del PCC, con Marcola a la cabeza, fueran dispersados. Ahora están en cárceles federales, más modernas, vigiladas, menos atestadas que las estatales. Pasan 22 horas al día en celdas de aislamiento. Gakiya recalca que le hubiera gustado que la petición de dispersarlos fuera colectiva, firmada por autoridades judiciales y políticas, para evitar que lo convirtieran de nuevo en un blanco. Deja claro que si alguien puede presumir de haberlos dispersado es él; ni el exministro de Justicia Sergio Moro, ni el gobernador ni nadie. Solo él, que fue el único que firmó la solicitud.

Cree que estos traslados no afectarán al negocio del grupo criminal porque “tiene el engranaje de los negocios cotidianos muy aceitado, pero sí le va a perjudicar para tomar decisiones estratégicas”. El plan de Gakiya es ahondar en las fricciones internas para que la organización implosione.

En plena pandemia, el PCC ha recibido otro duro golpe, la detención de “su principal suministrador de cocaína, aunque no el único”, dice el fiscal. Gilberto dos Santos, Fuminho, detenido en abril en Mozambique, “no es miembro del PCC”, pero sí amigo de Marcola. Le llevaba los negocios personales.

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Todavía venden más dentro de Brasil, pero el tráfico a Europa es un camino sin vuelta porque es un lucro fantástico con poco riesgo Lincoln Gakiya



Hasta parlamentarios o fiscales brasileños admiten que las prisiones son las grandes canteras de los grupos criminales, que reclutan frente a las narices del Estado. Como las bandas se reparten el dominio de los presidios, es frecuente que al recién llegado le pregunten si prefiere ir al ala dominado por el PCC u otro grupo. Gakiya revela que es habitual que, si uno es de una facción rival, se haga pasar por uno de ellos o directamente se convierta. Estrategias básicas para seguir vivo.

El 1 de enero de 2017, cuando los brasileños se recuperaban de los festejos de Año Nuevo, un ambiente siniestro se instaló en el patio de una cárcel de Manaos (Amazonia) tras las visitas familiares. Las cámaras de vigilancia captaron a docenas de presos armados con escopetas, pistolas, machetes, palos y barras de hierro a la caza de reclusos del PCC. Como la organización de São Paulo era minoritaria allí, los hermanos estaban en la galería de los indeseables, con los violadores y expolicías. Durante 17 horas de violencia brutal fueron asesinados 56 presos, la mayoría del PCC o afines: unos fueron decapitados, a otros les arrancaron el corazón, algunos fueron quemados vivos. Escenas de barbarie que luego circularon vía WhatsApp.

Fue el mayor golpe sufrido por el PCC en su historia. Su venganza, seis días después, en una prisión a 800 kilómetros, en Boa Vista, dejó 33 muertos del Comando Vermelho, la banda más poderosa de Río, y aliados locales. Estas orgías de sangre significaron la ruptura de años de alianza entre las dos organizaciones criminales más poderosas de Brasil. Comenzaba una guerra por el control de las rutas de droga y prisiones que ensangrentó el norte y el nordeste de Brasil. Para engrosar sus filas de cara a la batalla, el PCC simplificó las normas de reclutamiento, según han constatado investigadores.

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Un grupo de reclusos tras un enfrentamiento entre miembros del PCC y de otro grupo criminal, la Familia del Norte, en la cárcel de Alcaçuz, en Natal, en 2017. / AFP

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Enfrentamiento entre presos del PCC y de un grupo rival en la prisión de Alcaçuz, en Natal, en 2017. / AFP



El grupo criminal paulista había dado en Paraguay un año antes su golpe más espectacular con la vista puesta en eliminar intermediarios en su expansión internacional. Emboscaron la Hummer blindada del brasileño Jorge Rafaat, conocido como el Rey de la frontera, que controlaba el narcotráfico y el contrabando en la zona. Lo asesinaron. Un rival menos. La meticulosa operación ocurrió en Pedro Juan Caballero, la primera ciudad del lado paraguayo. Justamente su cárcel fue en enero pasado el escenario de la mayor fuga carcelaria de la historia de Paraguay. El fiscal Gakiya sostiene que la operación para sacar a 75 presos no fue organizada por la cúpula del PCC sino por alguno o algunos de sus miembros.

Las cárceles de Brasil son hace décadas un inmenso agujero negro. En los noventa era más peligroso para un delincuente estar preso que en las calles. Los criminales se mataban por cualquier asunto dentro o fuera de prisión. Y también eran exterminados. El PCC quizá no habría nacido ni ascendido tan rápidamente sin la matanza de la prisión de Carandirú, la peor de la historia brasileña, en 1992. Un año antes del truculento partido de fútbol en el que se fundó la hermandad, la policía entró en el mayor presidio de América Latina para sofocar un motín y mató a 111 reclusos. Sidney Salles, que sobrevivió a aquella masacre, abandonó el crimen y se convirtió en un pastor evangélico que dirige cinco centros de rehabilitación y da charlas sobre el sistema carcelario que le han llevado hasta Harvard, fue testigo de ese proceso: la llegada de los hermanos fue bienvenida por gran parte de los reclusos, dice.

En un país como Brasil, que tiene más de 800.000 personas encarceladas, el ascenso del PCC representó un cambio radical para los reos, explica Salles. De repente alguien defendía a los que eran violados, a los que no tenían visitas familiares porque eran demasiado pobres para costear el viaje, a los que no tenían un cepillo de dientes ni agua para lavarse. “Fue entonces cuando entró el PCC, desempeñando el papel del Estado. Hasta hoy”.



Créditos

 
A 80 años de la entrada del Tercer Reich en Francia: las memorias del embajador argentino durante la caída de París

Por Mariano Caucino
15 de junio de 2020





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Una postal del 23 de junio de 1940, con la Segunda Guerra Mundial vigente. Adolf Hitler y la Torre Eiffel a sus espaldas (Shutterstock)

“París ha caído”, tituló el New York World Telegram. Un día como hoy, hace ochenta años, la capital francesa caía ante las tropas de la Alemania Nazi. Los franceses habían optado por no luchar en su capital y habían huido hacia el sur.

Un corresponsal describió que una París semi-vacía aguardó la llegada de las tropas alemanas aquel 14 de junio de 1940. Apenas unos pocos agentes policiales se dejaron ver en sus calles. Tanques, camiones armados y unidades anti-tanques desfilaron por los Campos Eliseos aquella jornada ante la mirada silenciosa de los pocos franceses que quedaban en la capital mientras las estaciones de radios fueron tomadas de inmediato.

El embajador argentino en Francia era Miguel Angel Cárcano, quien con anterioridad se había desempeñado como diputado nacional por Córdoba y como ministro de Agricultura del presidente Agustín P. Justo. En su obra Victoria sin alas: París-Burdeos-Vichy (1949), Cárcano relató que semanas antes su colega norteamericano, William C. Bullit Jr., quien había sido el primer embajador de los Estados Unidos ante la Unión Soviética en 1933, le había confesado que “Roosevelt vio venir la catástrofe. Hace un año pidió a una gran fábrica de aviones que ampliara sus talleres porque la guerra era un hecho y la producción bélica insuficiente (...) solamente producimos anualmente diez mil aviones”. El norteamericano le pintó un panorama aterrador: “La situación es de una gravedad inusitada. Francia sola, frente a Alemania, no resistirá hasta el próximo invierno”. Solo un elemento aportó algo de tranquilidad en los oídos de Cárcano cuando Bullit le aseguró que el presidente Roosevelt estaba decidido a abandonar la neutralidad y que los Estados Unidos ingresarían a la contienda, algo que recién ocurriría un año y medio más tarde.

Cárcano recuerda que en la mañana del 16 de mayo uno de sus funcionarios había vuelto alarmado del Quai d´Orsay donde el jefe de protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores le había aconsejado quemar los archivos secretos de la Embajada. “Los alemanes marchan sobre París”, repetían las voces. Días más tarde, Cárcano envió a su familia a Biarritz.



La desesperación de los franceses aumentaba hora a hora. El 18 de mayo, un asesor técnico del Ministerio del Aire se presentó en la Embajada de la República Argentina. Así lo recordó Cárcano: “Viene a pedirme informes, en nombre de su gobierno, sobre la predisposición de una firma argentina para construir aviones en la fábrica de Córdoba. Me sonrío de la credulidad del gobierno francés. En Córdoba no estamos todavía en condiciones de fabricar un solo aparato capaz de luchar esta guerra. Si Francia cuenta con esa clase de recursos para aumentar su poder en el aire, ya está vencida...”.

Al llegar el 25 de mayo, Cárcano se vio obligado a suspender la clásica recepción en la Embajada. Los alemanes seguían avanzando sobre Francia, dirigiéndose hacia París. Tres días más tarde una ola de rumores invadió la ciudad. En horas los murmullos se hicieron realidad: Bélgica había capitulado. El 9 de junio, el gobierno abandonó la capital, rumbo a Tours. Al día siguiente, Noruega se rindió ante Alemania y el rey Haakon VII huyó a Londres, junto con su gabinete con quienes instaló un gobierno en el exilio mientras en Oslo se instalaría el régimen colaboracionista de Quisling. Ese mismo día, Benito Mussolini anunciaba desde el Palacio de Venecia que Italia le declaraba la guerra a Francia y al Reino Unido, mientras que el general Erwin Rommel llegaba con su Séptima División Panzer a Le Havre.

Al día siguiente, la Cancillería francesa emitió una nota circular que indicaba que “de acuerdo con los deseos del cuerpo diplomático de abandonar París, expresados por medio del Nuncio, el gobierno francés no halla inconveniente en que la salida la realice el embajador cuando él quiera”. Cárcano recuerda que la comunicación le produjo “indignación” y que de inmediato se dirigió al viceministro Baudoin: “Acabo de recibir del Protocolo esta nota impertinente. Usted bien sabe que los embajadores no necesitan autorización del Gobierno francés para trasladarse a donde les plazca”. El embajador argentino le explicó que “estamos acreditados ante el Presidente de la República y corresponde a nuestro deber no dejar esta ciudad un momento antes que él, porque podría interpretarse con suspicacia; ni un instante después porque podría tener consecuencias irreparables”. Horas más tarde, Cárcano recibió un llamado de Mandel, ministro del Interior: “Monsieur l´ambassadeur, estimo prudente que hoy, antes de la noche, salga de París”. Los alemanes estaban a las puertas de París.

Para entonces dos millones de parisinos habían dejado la ciudad. El día 12 el New York Herald Tribune tituló: “Los alemanes en el Marne. Barricadas en París”. El colapso de la Línea Maginot y la entrada de las tropas germanas en la capital francesa provocó la celebración de los alemanes el día 14. Hitler ordenó que las banderas nazis flamearan en toda Alemania en los tres días siguientes. Las multitudes cantaban Deutschland über alles (Alemania, por encima de todo).

Cárcano anotó el día 16: “El gobierno ha perdido el control de los sucesos (...) la palabra del gobierno no tiene valor. La población sabe que Francia ya no combate y que mañana el enemigo puede estar en los Pirineos”. El mariscal Phillipe Petain sustituyó a Paul Reynaud como primer ministro aquella jornada. El héroe de Verdún tenía entonces 84 años. Al día siguiente buscó negociar la paz con Hitler. El armisticio fue firmado el día 22 y una semana más tarde instaló su gobierno en Vichy.

En tanto, Winston Churchill pronunció su legendario discurso ante el Parlamento británico en el que aseguró que “sin importar lo que suceda en Francia o con el gobierno francés o con otro gobierno francés, nosotros en esta isla y en el Imperio Británico nunca perderemos nuestro sentido de camaradería con el pueblo francés. Lo que el general Weygand ha llamado la Batalla de Francia ha terminado, pero la Batalla de Gran Bretaña recién está por comenzar. Una batalla de la que dependerá la supervivencia de la civilización cristiana...”.

Ese mismo día, el general Charles de Gaulle hizo su histórico pronunciamiento: "¡Francia no está sola! Tiene un vasto imperio tras ella. Puede unirse al Imperio Británico que controla los mares y prosigue la guerra. Y, como hace Gran Bretaña, puede utilizar la gran potencia industrial de los Estados Unidos".

París fue liberada cuatro años más tarde. Miguel Angel Cárcano culminó sus funciones como embajador en Francia dos años más tarde, cuando fue destinado como representante argentino en Londres. En 1961, Cárcano fue nombrado canciller por el presidente Arturo Frondizi. Murió en 1978, a los 89 años.

El autor es especialista en Relaciones Internacionales y sirvió como embajador argentino en Israel y Costa Rica

 
Muere Éric «el belga», el infame ladrón de cara amable que desvalijó monasterios y palacios en toda España
Cultivó una imagen heroica, pero en realidad fue el más dañino saqueador del patrimonio que se recuerda

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Jesús García CaleroSEGUIR Actualizado:20/06/2020 01:26h

Ayer murió en Málaga a los 80 años la persona llamada René Alphonse van den Berghe, un hombre de cara amable y vida trepidante que ha pasado a la historia como Érik «el belga». Hablamos de uno de los mayores ladrones de arte que se recuerdan, cuya huella en España es una historia triste de repetidos expolios que provocaron grandes daños en nuestro patrimonio, hechos que él se pasó toda la vida intentando endulzar.

Era un ladrón en serie que trataba de endulzar sus robos con el relato de que en el fondo eran encargos -como si eso le exculpara o los volviera inexorables- y con el cuento de lo bien que los coleccionistas sin escrúpulos cuidaban las obras que le habían encomendado robar. Todo alrededor del robo cobraba una pátina de aventura e inocencia propia de los cazatesoros. Simpático y sonriente, se ganó a muchos periodistas para salir bien en los medios, en entrevistas y documentales, como si fuera un buen ladrón. Pero su estela es la más dañina para el patrimionio español y europeo que pueda imaginarse. No hay manera de endulzarla.

Nació en Nivelles (Bélgica) en 1940, y moría ayer tras sufrir un infarto a los 80 años por las complicaciones de una operación en una pierna, según dio a conocer su esposa. Era diabético y cardiópata hace décadas. Estuvo en la guerra del Congo y por eso le gustaba denominarse «mercenario de la belleza». En realidad ese entrenamiento le convirtió en implacable. Y su conocimiento del arte -había sido anticuario- en una mezcla perfecta para autentificar y distraer piezas sin temor al fallo.

Tras una carrera llena de robos y compras más o menos legales en las que las cifras forman una densa niebla de millones cambiando de manos y fronteras, en 1966 Érik «el belga» fue detenido cuando trataba de robar el Beato de Liébana en la catedral de El Burgo de Osma (Soria). En 1976 volvió a verse arrestado y fue condenado a 10 años de prisión en Bélgica, pero poco después se fugó de la cárcel de Verviers.

Málaga sería su retiro dorado tras saldar sus cuentas con la justicia. Logró vivir como un jubilado más y disfrutar del dinero cuya procedencia debe suponerse, aunque no pueda explicarse con pruebas fehacientes.

Nunca sabremos la verdad. Toneladas de arte, miles, incontables golpes -muchos no reconocidos- despojaron a España de piezas fundamentales del patrimonio. Pintar Vírgenes y sonreír en los medios no podrá borrar el destrozo que deja. No denunciaba falta de medidas de seguridad de iglesias y monasterios, se aprovechaba de ella. Hizo mucho daño a la imagen de España -hablaba a menudo de funcionarios y párrocos corruptos, después de corromperlos en sus andanzas-, todo al servicio de su propia imagen como héroe de la película. Incluso alardeaba tanto de colaborar con la Policía como de engañar a museos que solicitaban su «expertise».

También hablaba de lo mal que estaban las obras en sus lugares de culto -algo que podía ser cierto en numerosos casos pero no justificaba el robo- para transformar sus tropelías en acciones alternativas que acababan con restauración de las piezas.

La región más castigada por sus robos fue Castilla y León, pero también saqueó en templos de Aragón, Navarra, La Rioja y Cataluña. Compró cuando pudo obras al clero, como parte de arte sacro de la Catedral de Santa Maria de Calahorra. Se le atribuye el robo de las tablas de Pedro Berruguete en la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava (Palencia) o la sustracción en Baltanás (Palencia) de la Virgen de Revilla. Se le achacaron los intervenciones en Tordesillas, Medina del Campo, Hornillos de Eresma, Toro, Frómista, Castrojeriz, Santa María de Huerta. Todos ellos pueblos de Palencia, Valladolid, Burgos, Zamora y Soria.

Tras uno de los grandes golpes en 1979, en Roda de Isábena, en el saqueó la Silla de San Ramón, junto a otras 50 piezas románicas, fue detenido. A cambio de la libertad condicional dijo que la devolvería, pero al no concedérsele su banda destrozó la pieza, uno de los muebles más antiguos de Europa. Esa obra rota desmiente su leyenda. ¿Cuanto robó? Faltan miles de obras que nunca aparecerán. Un tapiz de la misma iglesia fue recobrado por la Guardia Civil en 2013, gracias a la denuncia de la historiadora Carmen Berlabé.

En 1982 decidió entregarse. Acabó en la cárcel Modelo de Barcelona. Tras 35 meses y 1.500 obras devueltas, abandonó la prisión en 1985, quedando absuelto de sus 14 juicios pendientes. Tituló sus memorias «Por amor al arte» y cultivó su buena imagen. No nos engaña. Esa falsedad no puede borrar su legado de daños al patrimonio español.

 
Así pasó inadvertido el «topo» que tenían los terroristas islámicos en la Policía belga
El agente de origen marroquí Mohamed intercambio numerosos mensajes con el hermano del coordinador de los atentados de París y Bruselas
Enrique SerbetoSEGUIRCorresponsal en Bruselas Actualizado:25/06/2020 02:26h

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Los bomberos auxilian a los heridos en el atentado de la sala Bataclan en París, en 2015 - Reuters

La revelación ha servido para explicar muchas cosas que parecían inexplicables cuando se produjeron los atentados de París y Bruselas en 2015 y 2016.

Era difícil de entender que esa miríada de terroristas de baja estofa pudieran circular a sus anchas por el barrio de Molenbeek y el de Schaerbeek, yendo y viniendo a la capital francesa sin levantar sospechas.

Al final, y a pesar del sigilo con el que se ha tenido que hacer pública la información, se ha terminado sabiendo que los principales cabecillas que vinculaban a los dos atentados que causaron 137 muertos y 415 heridos en París, y 35 muertos y 340 heridos en Bruselas, tenían un informador en el seno de la Policía belga. Mohamed S., un oficial de policía del barrio bruselense de Schaerbeek, de 53 años, fue condenado la semana pasada a 50 meses de prisión por haber mantenido contactos confidenciales con Yassine Atar, hermano del coordinador principal de los ataques en las dos capitales europeas.


La revelación de la existencia de este «topo» incrustado en la Policía belga durante el periodo más dramático de su historia reciente ha pasado prácticamente desapercibida para la opinión pública de este país, ocupada ahora sobre todo en la pandemia del Covid-19. Pero sirve para explicar cómo pudieron resistirse a ser detenidos aquellos que habían huido desde Francia buscando refugio en barrios de densa población de origen musulmán de la capital belga.

El policía de origen marroquí ya fue detenido y enviado a la prisión en septiembre de 2017 bajo la acusación de violación del secreto profesional y corrupción pasiva, cuando en el seguimiento de las comunicaciones de los terroristas se descubrió que figuraba entre sus contactos habituales y que había intercambiado una cantidad significativa de mensajes por SMS y WhatsApp con Yassine Atar, el hermano del coordinador principal de los atentados de Bruselas y París, Oussama Atar.

El policía ha sido defendido por Sven Mary, un conocido abogado belga que se ha labrado una escabrosa reputación a base de encargarse de los acusados más patibularios y siniestros, incluyendo pedófilos, narcotraficantes y asesinos. En estos sucesos fue también el abogado de Salah Abdeslam, el único terrorista superviviente de los atentados de París de noviembre de 2015, que fue detenido en Bruselas y extraditado a Francia. Las peripecias de la búsqueda de Abdeslam en Bruselas pusieron en algunos momentos en graves apuros a la Policía belga.

Información sensible

Yassine Atar, el interlocutor del «topo» en la Policía belga, es también primo de los hermanos El Bakraoui, que se inmolaron en la estación de metro Maelbeek de Bruselas y en el aeropuerto de Zaventem el 22 de marzo de 2016, causando la muerte de 32 personas.

Según lo que la sentencia considera probado, el policía desleal había estado transmitiendo a Yassine Atar información sensible obtenida gracias a su papel de inspector de la zona de Bruselas-Norte, desde 2014. Entre el 10 de septiembre de 2015 y el 20 de marzo de 2016, justo antes de los ataques de Bruselas, se ha probado que hubo al menos 203 «contactos» directos entre el policía Mohamed S. y Yassine Atar. Este último fue detenido cinco días después de los ataques de Bruselas y se encuentra actualmente encarcelado en Francia.

La versión policial tanto francesa como belga considera que su hermano, Oussama Atar, belga de origen marroquí, había teledirigido los ataques de París y Bruselas desde Siria, donde se encontraba combatiendo bajo la bandera del «estado islámico» y por eso nunca fue detenido ni juzgado, aunque murió en noviembre de 2017 durante un bombardeo de la coalición internacional.

Condenado en firme a 50 meses de prisión por el Tribunal de Apelaciones de Bruselas, el oficial de policía obtuvo una suspensión de la pena que excede a su detención preventiva desde septiembre de 2017. El abogado Sven Mary no hace más que acrecentar su reputación, en este caso apelando a que sus comunicaciones con el núcleo de los terroristas cesaron inmediatamente antes de los atentados. Lo que no se ha podido probar por ello es que participase en los hechos, pero la sucesión de los acontecimientos permitiría pensar que estaba al corriente.


 
Diálogo íntimo con un ex agente de la CIA en Moscú: los secretos del final de la Unión Soviética y la construcción del poder de Putin
En diálogo con Infobae, John Sipher contó su experiencia de 28 años trabajando para la inteligencia norteamericana en la capital rusa y cómo el Estado llegó a convertirse en un "híbrido de poderosos servicios de seguridad y pandillas criminales organizadas"

Por Lucas Goyret
27 de Junio de 2020
lgoyret@infobae.com


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John Sipher es un ex agente de la CIA. Desde 1986 hasta 2014 trabajó en, tal vez, uno de los lugares más hostiles para la inteligencia norteamericana: Rusia. Sus primeros pasos en Moscú coincidieron con un momento trascendental en la historia moderna: los últimos años de la caída de la Unión Soviética. Luego, fue testigo de esa transición en la que Rusia buscó “un nuevo camino político”, hasta que en ese camino se cruzó Vladimir Putin a fines de los noventa.

Sobre el presidente ruso, a quien califica de “dictador”, desmitifica la imagen que prevalece en Occidente de un hombre “todopoderoso”. Además de explicar los “brutales métodos” que emplea el Kremlin para atentar contra opositores -tanto interna como externamente-, Sipher evaluó que la mayor debilidad de Putin es, paradójicamente, la misma estructura que construyó en estos 20 años en el poder.

“Mucha gente cree que Putin es una especie de mente maestra que puede controlar todo el mundo, y eso no es cierto (...) Hay que entender que cuando los países están dirigidos por dictadores, éstos siempre están muy preocupados porque saben que su liderazgo es ilegítimo. Gente como Putin tiene que preocuparse constantemente por el control, por el poder, por asegurarse de que ninguna oposición pueda trabajar en su contra (...) La gente que lo rodea se volvió increíblemente rica porque apoyan a los que están cerca de él. Creó este grupo crónico de personas que dependen de su fuerza y su capacidad para pagarles. Su preocupación es que si Putin se va y el sistema cambia, pueden ser arrestados o asesinados. Así que está atrapado en una posición de poder, parece increíblemente poderoso para nosotros en Occidente, pero creo que se da cuenta de que es una especie de rehén, tiene que mantener el sistema sólo para mantener su vida”.


El ex agente norteamericano destacó que el poder de los servicios de seguridad rusos se mantiene intacto. Algo que Putin mantuvo como en los tiempos de los zares y de la Unión Soviética. Pero en esta compleja estructura que hoy mueve los hilos del Kremlin también hay que mencionar a “pandillas criminales organizadas muy ricas y poderosas, casi estatales”. Esos son los grupos que, junto a los servicios de inteligencia, se emplean para la “liquidación de los enemigos”. ¿Qué significa esto? “Matar a cualquiera que pueda ser oposición”. Así es como en las últimas décadas se han multiplicado los casos de muertes sospechosas de opositores o ex espías rusos. El patrón más común es el envenenamiento. La víctima más reciente fue el ex agente Sergei Skripal, quien, sin embargo, logró sobrevivir. “El Estado ruso usa armas químicas, biológicas y neurológicas porque quiere enviar un fuerte mensaje a los rusos, tanto interna como externamente (...) No hay dudas de que Putin y los rusos están detrás de eso”.

Sipher considera que estamos viviendo “una continuación de la Guerra Fría”: “Cualquier cosa que dañe a los Estados Unidos, cualquier cosa que dañe las relaciones entre los Estados Unidos y sus socios democráticos, en Europa y en cualquier lado, es positivo para Rusia, y negativo para Occidente”.

Tras casi tres décadas trabajando para la CIA, hoy en día Sipher sigue ligado al mundo del espionaje. Pero desde otro costado. Esa vida llena de secretos, intrigas y operaciones encubiertas lo acercó a Hollywood: hoy colabora con la industria del cine a través de su empresa Spycraft and Entertainment. A raíz de su larga experiencia, intenta llevar más realismo a las películas de Hollywood.

En diálogo con Infobae, Sipher habló de todo: sus años como agente de la CIA, la caída de la Unión Soviética, la llegada de Putin al poder, la influencia de los servicios de seguridad rusos y reveló los secretos más oscuros del Kremlin.







John Sipher, sobre sus años como agente de la CIA en Moscú y la caída de la Unión Soviética

-Estuvo 28 años como agente de la CIA en Moscú. Vivió los últimos años de la Guerra Fría y la llegada de Putin al poder. ¿Cómo fue esa experiencia, y qué cambios vió desde la caída de la Unión Soviética hasta la actual Rusia?

-Estuve 28 años en la CIA, en el servicio clandestino en el extranjero, aparte de la información de espionaje recopilada dentro de la agencia. Trabajé en Rusia a principios de los noventas. Dirigí un equipo de trabajo sobre asuntos rusos. Antes de eso trabajé en Escandinavia y en asuntos rusos mientras la Unión Soviética se desmoronaba. Fue una época loca y difícil para muchos rusos. Se veían a sí mismos como una superpotencia, como una de las dos superpotencias del mundo, y la Unión Soviética se desmorona. Fue devastador para mucha gente allí: mentalmente, económicamente. En las noventas fue una época muy interesante porque trataron de encontrar un nuevo camino político. La Unión Soviética se desintegró en diferentes países independientes, siendo Rusia uno de ellos. Pero una cosa que no cambiaron mucho, es la fuerza de los servicios de seguridad. Desde el principio, desde los días de los zares, hasta la Unión Soviética, la KGB y los servicios de seguridad rusos fueron increíblemente poderosos en el país y en el extranjero. Continuaron siendo muy fuertes y obteniendo mucho dinero del Partido Central Comunista Soviético, que les permitió seguir con sus operaciones. Y lo que vimos bastante interesante es que Putin, al llegar al poder a finales de los años noventa y principios de los años 2000, fue capaz de utilizar esa organización para fortalecer la KGB. Él mismo fue un ex oficial de la KGB en los últimos días del régimen de Yeltsin, y por lo tanto fue capaz de continuar muchas de esas mismas políticas de seguridad que estaban a cargo de los servicios de seguridad. Así que, de alguna manera, la Rusia de esta época no es tremendamente diferente a la de los días de la Unión Soviética. Todavía depende mucho de sus servicios de seguridad para mantener a la oposición en casa, a raya, y también en el extranjero para tratar de mantener a sus oponentes fuera de equilibrio. Entonces fue un tiempo fascinante para estar allí, fue un tiempo esperanzador, pero tristemente Rusia se convirtió en muchos sentidos en la forma tradicional rusa de un zar fuerte o líder controlando a la sociedad.

-Cuando hoy en día analizamos los distintos conflictos que hay a nivel mundial, como Siria, Ucrania y Venezuela, vemos un fuerte choque de intereses entre Estados Unidos y Rusia, y a sus aliados encolumnados detrás de uno y otro, tal como ocurría en la Guerra Fría. ¿Estamos viviendo una especie de Guerra Fría moderna?

-De alguna manera es correcto, sí. Lo que Rusia hizo contra los Estados Unidos en las elecciones de 2016, y lo que siguió haciendo alrededor del mundo, en lugares como Siria y Venezuela, también trataron de socavar partidos y cosas en Europa... Ellos llaman a eso “guerra política”. Es muy similar a lo que hicieron durante los días de la Unión Soviética. Así que en cierto sentido, Rusia ha seguido viéndose a sí misma en guerra con Occidente. Cuando una parte, los rusos y el presidente ruso dicen que hay una guerra, probablemente deberíamos escuchar eso. Es desafortunado, pero ellos ven que cualquier cosa que dañe a los Estados Unidos, cualquier cosa que dañe las relaciones entre los Estados Unidos y sus socios democráticos, en Europa y en cualquier lado, es positivo para Rusia, y negativo para Occidente, y tenemos que tomarlo en serio. Así que de alguna manera hay una continuación de la Guerra Fría. Los rusos están bombardeando lugares como Siria, están apoyando a los talibanes en Afganistán, e incluso están llevando a cabo asesinatos en las calles de Europa. Sería bueno si pudiéramos dejar esto atrás, pero creo que en cierto modo es una Guerra Fría, sí.

Vladimir Putin, el hombre que maneja los hilos del Kremlin desde hace 20 años y que busca perpetuarse en el poder (Ramil Sitdikov via REUTERS)
Vladimir Putin, el hombre que maneja los hilos del Kremlin desde hace 20 años y que busca perpetuarse en el poder (Ramil Sitdikov via REUTERS)

-En ese contexto, ¿cómo es para un agente norteamericano de la CIA operar en un país como Rusia, y qué habilidades o cualidades debe tener para convivir con el asedio de los servicios de inteligencia rusos?

-La CIA opera en todo el mundo, y lo que mucha gente no entiende es que, probablemente el 80% del trabajo de inteligencia que hacemos es con socios. Somos extranjeros en Argentina, extranjeros en Malasia, extranjeros en Indonesia, extranjeros en Francia, trabajando con los locales allí en temas de su interés. Pero en algunos países, como Rusia, y otros, están muy enfocados en cualquier actividad que hagamos. Puede ser muy opresivo. Cuando estuve allí, por ejemplo, aunque la Unión Soviética cayó, los servicios de seguridad se mantuvieron muy fuertes. Tenían una vigilancia a tiempo completo. Todo mi tiempo allí tenía vigilancia, todo el día y toda la noche. Me podía despertar a las 2 de la mañana, ir a la puerta, y ver que había vigilancia rusa y coches y gente siguiéndome a todas partes. Nuestras casas estaban infiltradas en todas las habitaciones, tenían videos y audios. Interrogaban y entrevistaban a todas las personas que se habían visto con nosotros. Usaban todo tipo de métodos técnicos y químicos para tratar de averiguar lo que hacíamos. La CIA prepara a la gente para lugares como ese de manera diferente a cómo los preparan para ir a destinos como México o Sudáfrica. Nos preparan para lidiar con esa vigilancia, te preparan con psicólogos y sobre cómo lidiar con tu vida siendo vigilado todo el tiempo. Tienes que ser cuidadoso en todo lo que dices, incluso en tu vida privada, no sólo en tu vida profesional. Lo más importante es que, una vez hecho todo esto, tratamos de proteger a cualquier fuente y gente que esté informando y ayudando a los Estados Unidos. Entonces si hay un ruso que está trabajando con nosotros, que ve que la corrupción en su país es tal que quiere ayudar a los Estados Unidos a entender mejor a Rusia, la vida de esa persona está en nuestras manos. Por eso, mientras operamos y nos movemos por Rusia, tenemos que estar totalmente preparados y tener totalmente claro que cuando nos encontremos con esa persona no haya posibilidad de que los rusos puedan saber de ella, porque sería arrestada inmediatamente o potencialmente asesinada. Por lo tanto, es un lugar intenso para trabajar, pero creo que también es un lugar muy gratificante para trabajar, porque cuando tienes éxito te das cuenta de que estás venciendo a un servicio de seguridad muy poderoso y opresivo.

-Desde Occidente se ve a Putin como una persona prácticamente intocable. Desde su experiencia en el campo, ¿hay gente dentro de Rusia que intente, quiera, o se atreva a desestabilizarlo? ¿Cuál es el gran objetivo de ustedes, los agentes de inteligencia norteamericanos en ese país?

-No creo que Estados Unidos esté buscando eso, o que puedan desestabilizarlo en este momento. La gente con la que trabajabamos nos da información para entender la política rusa y lo que están haciendo alrededor del mundo. Queremos saber qué están haciendo en Siria, queremos saber qué están haciendo en Venezuela, y ese tipo de lugares. Creo que es algo totalmente distinto a que podamos o debamos emplear esfuerzos en tratar de desestabilizar a Rusia, no creo que eso esté dentro de los intereses de los Estados Unidos. Creo que estamos muy preocupados por el régimen de Putin y la forma en que piensa el Kremlin. Pero también nos interesa mucho el éxito a largo plazo de Rusia. Queremos que Rusia sea un país estable y normal, un lugar de posibilidades en el mundo. No creo que aunque lo intentemos tengamos la capacidad de desestabilizar a Rusia. Pero también hay que entender que cuando los países están dirigidos por dictadores siempre están muy preocupados porque saben que su liderazgo es ilegítimo. Han visto en todo el mundo, en lugares como Libia, Ucrania, se pueden nombrar otros cientos, donde se pueden desmoronar en un santiamén. Si las protestas se salen de las manos, o la gente se harta de la corrupción, alguien que parece estar en el poder completo hoy podría estar fuera del poder mañana. Así que la gente como Putin tiene que preocuparse constantemente por el control, por el poder, por asegurarse de que ninguna oposición pueda trabajar en su contra.



-Dijo “países dirigidos por dictadores”. ¿Putin es un dictador?

-Así es. No es un dictador en el estilo anticuado en el que todo el mundo tiene que permanecer oprimido. Creó un sistema en el que casi hace un trato con la población. Mientras te mantenga a salvo, y la economía más o menos crezca, te quedas fuera de la política y yo me haré rico y seguiremos presionando. Él tiene que crear un sistema dentro para, cualquier problema que ocurra, puede culpar a alguien. Por eso crea enemigos fuertes: cualquier problema es porque los americanos, Occidente, están haciendo este tipo de problemas. Es un dictador en el sentido de que construyó el control de los medios de comunicación, el sistema de la ley, el gobierno, no hay reelecciones serias reales, pero no es un Stalin o un tipo de dictador como Hitler.

-¿Cómo definiría o describiría a Putin, y qué influencia tuvo su paso por la KGB?

-No quiero enfatizar demasiado, mucha gente cree que Putin es una especie de mente maestra que puede controlar todo en el mundo, y no creo que eso sea cierto. Hay un par de cosas que son realmente poderosas en su vida, y una de ellas es la KGB. Creció en la institución, que fue utilizada por el poder para mantener el liderazgo a nivel nacional, para mantener a raya a los posibles oponentes del régimen, a veces utilizando métodos brutales, y también en todo el mundo. Desestabilizando países que se les oponen... Entonces la KGB juega un papel muy importante en su vida. Y la otra cosa que creo que tiene un hecho increíblemente poderoso sobre él, es que es un representante del país, un representante de la KGB, que es la institución más poderosa del país, y su país poderoso se vino abajo. Cuando él vivía en Dresde, en el este de Alemania, trabajando con la poderosa Stasi y su régimen alemán, la Unión Soviética se vino abajo y Putin cree que se vino abajo porque mostraba debilidad cuando necesitaba ser brutal y fuerte. El Estado no estuvo allí, de hecho. Lo escribe en su propio libro. Cuando necesitaban a Rusia, Moscú estaba en silencio, no hacían lo que necesitaban para mantenerse en el poder. Así que creo que esas dos cosas juegan un papel psicológico importante en él. Ahora, que está en el poder, no creo que sea un comunista fuerte, pero quiere mantener un estado increíblemente poderoso y fuerte, y quiere asegurarse de mantenerse en el poder y usar sus servicios de seguridad para eso. Debido a que llegó al poder a fines de los noventa, también fue un momento en que los servicios de seguridad fueron poderosos, pero a medida que la Unión Soviética se desmoronaba, el crimen organizado también se volvió muy poderoso. El Estado ruso ahora es una especie de híbrido de poderosos servicios de seguridad y pandillas criminales organizadas muy ricas y poderosas, casi estatales. Es casi como el miembro principal de un grupo de pandillas criminales y servicios de seguridad que mantienen el poder en Rusia hoy.

-Recién explicaba cómo, además de la KGB, grupos criminales han logrado mucho poder en la Rusia de Putin. Recuerdo los envenenamientos a los ex espías rusos Aleksandr Litvinenko y Sergei Skripal. ¿Es Putin quien está detrás de esos ataques o las agencias operan de forma autónoma en estos casos?

-Sí, 100%. Esta es una de las grandes políticas que impulsó en sus días la Unión Soviética: la liquidación de los enemigos. Lo que significa, mata a cualquiera que podría ser una oposición. Hay historias fantásticas, como la del asesinato del nacionalista ucraniano en Munich por parte de la KGB en los años 50. Lo hicieron con una cápsula de veneno falsa que se encontraba en un periódico. Lo hicieron ver como si tuvo un ataque al corazón. Durante años Occidente pensó que había sufrido un ataque al corazón, hasta que un desertor, en realidad el desertor que llevó a cabo el crimen, salió y lo explicó. Exactamente como las cosas que vemos hoy en día. Creo que el Estado ruso usa armas químicas, biológicas y neurológicas porque quiere enviar un fuerte mensaje a los rusos, tanto interna como externamente. El uso de venenos secretos soviéticos es para enviar un fuerte mensaje a Rusia de que cualquiera que esté dispuesto a cometer traición y ser un traidor y trabajar con Occidente -si trabajas con los británicos, con los americanos- eventualmente venimos y te matamos a ti y a tu familia. No hay dudas de que Putin y los rusos están detrás de eso.

El ex espía ruso Sergei Skripal fue envenenado en Inglaterra (Reuters)
El ex espía ruso Sergei Skripal fue envenenado en Inglaterra (Reuters)

-Hablamos de injerencia en elecciones occidentales, como las de Estados Unidos, persecución contra opositores, ataques y asesinatos de desertores y ex espías. ¿Por qué en lugar de ser cada vez más presionado por la comunidad internacional, Putin cada vez logra más poder?

-Esto es algo realmente interesante. Los rusos llaman a los servicios de seguridad, la KGB y otros, llaman a esto “medidas activas”. La mayoría de los servicios de inteligencia, como la CIA, nuestro objetivo es recopilar inteligencia para proporcionar inteligencia a nuestros líderes, por lo que tratamos de recopilar información, nuestros analistas la analizan y la proporcionan a nuestros funcionarios políticos. En Rusia los servicios de seguridad se involucran para recolectar información y analizar la inteligencia, pero también juegan otro papel: mantienen a los líderes en el poder, y usan lo que llaman “medidas activas”, que son todas las cosas que usted mencionó: desinformación, vigilancia, sabotaje, asesinato, propaganda. Todo este tipo de cosas las hacen para debilitar a sus enemigos y hacer que se dispersen por todo el mundo. Y no es nuevo, fue usado consistentemente desde el comienzo del estado bolchevique hasta la Guerra Fría. Intentaron interferir, dar dinero a políticos de derecha e izquierda en todo el mundo; tienen al Partido Comunista para proporcionar ese dinero, intentan crear historias falsas y desinformación. Una famosa, por ejemplo, la KGB soviética creó una historia de que el Pentágono, el Ejército de los Estados Unidos, había creado el virus del sida para usarlo como arma, en lo que llamaron la guerra mundial de los países. Acudieron a un periodista, que estaba espiando para ellos en la India y lo publicaron en un periódico. Luego, durante años fueron a otros periódicos comunistas tratando de hilar la historia hasta que lo consiguieron difundir en la prensa occidental. Y hay mucha gente que aún cree que Estados Unidos creó el virus del sida. Fue completamente inventado por la KGB.

-La maquinaria de propaganda que creó Putin en medios de comunicación y redes sociales también es muy fuerte.

-Hoy en día se puede hacer lo mismo que te conté de manera mucho más poderosa y fácil, se pueden usar como armas las redes sociales. Se puede poner una historia falsa en el ecosistema y los trolls y bots, y otras personas pueden difundirlo amplificando esa historia y moviéndola en el sistema mucho más fácil que en otras épocas. Las redes sociales y la revolución tecnológica les ayudaron a hacer algunas cosas que antes hacían, pero que ahora pueden hacer con mayor rapidez. Así que lo que hemos visto en 2016 [en las elecciones de EEUU] no fue nuevo, pero fue refinado y fue más poderoso gracias a las redes sociales. Y había algunas otras cosas que podrían hacerlo más poderoso. La campaña de Trump incluso pudo haberlo impulsado. Y por supuesto, lo más importante en los Estados Unidos es que nuestro sistema político ahora está tan acalorado y enojado, que la gente se odia. Es muy fácil para una entidad extranjera. No tienen que crear una historia falsa como la historia del virus del sida. Lo que pueden hacer es observar lo que los americanos están diciendo de cada uno, toman eso y lo amplifican y lo difunden, para usarlo para su propio propósito. Así que creo que esto es algo que funciona para los soviéticos y la KGB.

-Por estos días Putin quiere modificar la Constitución. Muchos lo consideran el nuevo zar ruso, ¿Coincide con esa mirada? ¿Qué ve detrás de esta nueva maniobra que le permitiría perpetuarse en el poder?

-Creo que el problema es que si no se creas legitimidad en tu país, tienes que temer por tu seguridad. Así que creo que alguien como Putin, que se está apoderando de los tribunales y los utiliza como arma, y se está apoderando de los medios de comunicación, y se está apoderando de la banca, de la soberanía del gobierno, los gobernadores y los políticos locales no tienen ningún poder, tienen que trabajar bajo el Kremlin... Creo que su preocupación es que si está fuera del poder, como cualquier dictador, si pierde su poder también puede perder su vida. La gente que lo rodea se volvió increíblemente rica porque apoyan a los que están cerca de él. Creó este grupo crónico de personas que dependen de su fuerza y su capacidad para pagarles. Su preocupación es que si Putin se va y el sistema cambia, pueden ser arrestados o asesinados. Así que está atrapado en una posición de poder, parece increíblemente poderoso para nosotros en Occidente, pero creo que se da cuenta de que es una especie de rehén, tiene que mantener el sistema sólo para mantener su vida. En la mayoría de los países si pierdes una elección, llega el otro partido político, tú te vas y haces otra cosa, pero él creó un sistema en el que no puede contar con ello, el hecho de que puede ser arrestado o asesinado, si está fuera del poder.

-Existe mucho hermetismo en torno a la vida de Putin. Poco se sabe de su vida privada. ¿Después de 28 años trabajando como agente de la CIA en Moscú, hay cosas poco conocidas que sepa y pueda compartir?

-Es un tipo muy interesante. Creció después de la Segunda Guerra Mundial en Leningrado, que ahora es San Petersburgo. Su padre estaba en el Ejército cuando los nazis rodeaban Leningrado. Hay una historia que le contó a la secretaria [Hillary] Clinton. Le contó que su padre había salido de Leningrado para luchar contra los nazis, que estaban rodeados, y que había hambre y gente muriendo. Terrible. Su padre volvió a casa por un par de días después de luchar en el frente. Había montones de cuerpos en las calles, y los ponían en camiones para llevárselos. Putin cuenta que cuando su padre regresaba a casa vio en la calle lo que parecían ser los zapatos de su esposa en ese montón de cadáveres. Se dio cuenta de que era ella, comenzó a enloquecer, y la sacó de esa montaña de cadáveres. Resulta que no estaba muerta -estaba casi muerta-, y la cuidó hasta que se recuperó. La secretaria Clinton cuenta la historia de que Putin se ve a sí mismo como su padre: sacando a Rusia como un cuerpo débil, devolviéndole la vida. Se ve a sí mismo como una especie de figura paterna que puede hacer que una Rusia débil, casi muerta, vuelva a ser fuerte y saludable. Así que creo que esos tiempos de muy mala economía en Leningrado, luego unirse a lo que entonces eran las instituciones más poderosas del estado, como la KGB, que era una fuente de orgullo para un niño como ese, y luego el país se desmorona... hay muchas cosas sobre Putin realmente interesantes psicológicamente. Su vida personal es muy tranquila. Estuvo casado y luego se divorció hace unos años, pero sin escándalos. Tiene una hija a la que trata de mantener apartada de su vida. Es como un oficial de inteligencia, es muy bueno tratando con el mundo exterior manteniéndose aislado del resto.

-Volviendo a la disputa entre Estados Unidos y Rusia, ¿se puede considerar que Moscú hoy en día es la mayor amenaza para Washington?

-No, no lo creo. Rusia nos causa muchos problemas porque trata de socavarnos. Pero estas armas que usan, el uso de los servicios de seguridad, es una guerra asimétrica, es una guerra entre el débil contra el fuerte. Al igual que los terroristas, no pueden dañar un ejército alemán, o al ejército de los Estados Unidos, por lo que tienen que buscar debilidades, buscar objetivos blandos y atacarlos. Esto es una especie de trabajo de inteligencia rusa. Buscan debilidades y aprovechan las ventajas porque no son lo suficientemente fuertes económicamente ni militarmente para enfrentarse a Occidente. Así que buscan debilidades. Y a menos que nosotros retrocedamos, continuarán haciéndolo. Pero no creo que sean la mayor amenaza, no. Por ejemplo, crean muchos problemas en todo el mundo, pero no es que estén derribando gobiernos; han causado muertes y destrucciones en lugares como Siria. Pero francamente es un país que no es fuerte económicamente, no tienen muchos aliados. Si piensas quiénes son sus aliados, tal vez Siria, Venezuela, pero eso no es realmente una amenaza para un Occidente fuerte, Estados Unidos, Europa, y los países occidentales trabajando juntos. Creo que China es mucho más grande, no quiero decir amenaza en el sentido de una guerra o una Guerra Fría, pero es un desafío mayor para Estados Unidos y Occidente. En 30 años, si no conseguimos que la relación con China sea correcta, seguirá afectándonos. Lidiar con Rusia es algo que debe hacerse, y es difícil, pero no es la mayor amenaza para nosotros.



-¿Un ejemplo de esa búsqueda de debilidades que menciona es la reciente condena del ex marine Paul Whelan? ¿Cuál es su opinión de ese caso?

-Esto también es muy, muy consistente con el patrón histórico. Esto es algo que han hecho en el pasado para utilizarlo como herramienta, lo usan como un arma para poder arrestar a alguien y luego tratar de conseguir algo de Occidente o de los Estados Unidos. Este tipo Whelan, no hay manera posible de que fuera un oficial de inteligencia. Ha sido despedido de los marines por mala conducta. Nuestros servicios de inteligencia no contratan a gente que ha sido despedida por conducta criminal. Pero era la persona indicada para que Putin arrestara porque para el mundo exterior parece que estaba espiando, tiene pasaportes y ese tipo de cosas... Pienso que los rusos querían sentenciarlo para convertirlo en una herramienta que puedan usar para conseguir algo que quieren. Esto es muy consistente con lo que han hecho en el pasado arrestando periodistas americanos, empresarios americanos y otros.

-Hizo referencia en más de una oportunidad a la relación entre Rusia y Venezuela. En Occidente mucho se especula con qué pasaría si Moscú comenzara a distanciarse del chavismo. ¿Es vital el apoyo de Putin para que Maduro permanezca en el poder?

-Creo que Rusia busca oportunidades para ir contra los Estados Unidos. Saben que estamos preocupados con Maduro y con Venezuela, por eso se meten en esto. Como hizo Putin en Siria, Afganistán y en otros lugares. Todo lo que es malo para los Estados Unidos, es bueno para él. Aunque está apoyando a Maduro, Rusia no es lo suficientemente rica para apoyar a Venezuela a largo plazo. Putin huirá fácilmente cuando sienta que ya no es de su interés. Para Maduro a corto plazo probablemente sea útil, pero no a largo plazo.

Sipher consideró que el tema del coronavirus es la historia perfecta que utilizan regímenes como los de Rusia y China para provocar temor y generar desinformación (Reuters)
Sipher consideró que el tema del coronavirus es la historia perfecta que utilizan regímenes como los de Rusia y China para provocar temor y generar desinformación (Reuters)

-Desde el inicio de la pandemia del coronavirus hubo dudas sobre la información que brindaba el Kremlin, ya que mientras países de Europa como España e Italia registraban miles de infectados, en Rusia apenas reportaban pocos casos. La situación después cambió y creció drásticamente el número de contagios y muertos. En estos meses hubo varias teorías respecto a cómo se originó el brote; una de ellas apunta a China como responsable de una “guerra biológica”. ¿Países como China o Rusia tienen la capacidad de provocar una crisis como esta, y crees en esa hipótesis?

-Mi opinión es que no lo sabemos y yo no lo sé cómo se originó el coronavirus. Pero me cuesta mucho creer que esto haya sido creado por un laboratorio chino, o que alguien lo use como arma porque está funcionando también contra ellos y contra todos los demás. Pero sí sé que es perfecto para ser usado por los rusos y otros para crear miedo y desinformación. Esto ayuda a asustar a la gente, como lo mencioné antes. Hablar de un virus provoca el miedo de que tal vez los militares estén haciendo pruebas biológicas. Es como la historia perfecta para crear una conspiración. Lo que me preocupa es que la gente con motivos impuros pueda usar el COVID, la conspiración, para dañar la verdad misma. Así que prefiero esperar y ver lo que realmente podemos entender, para mantenernos sanos, pero no creo en ninguna de estas teorías de conspiración.

-Después de años de haberse retirado de la CIA, ¿sigue ligado al mundo de la inteligencia? ¿Aún tiene información sensible en su poder que no puedes revelar y que puede provocar algún hecho trascendental en un futuro?

-Ahora que estoy fuera, puedo hablar y escribir. Pero tengo que asegurarme de que no haya nada clasificado. Hay mucha información que no está clasificada, como la forma en que hacemos nuestro trabajo. Podemos tratar de ayudar al público a entender lo que estamos haciendo y por qué, podemos discutir los errores, y otras cuestiones. Hay secretos que podría contar, pero no creo que realmente sean del interés público. Se trata de nombres de personas, nombres y detalles de las fuentes que nos ayudaron… Y además es mi obligación proteger a esas personas. Mantener a esa persona a salvo es algo increíblemente importante. Puedo contar la historia de lo que hacemos, cómo lo hacemos. Además, no hay una gran historia que cambiaría el mundo. Y para vivir actualmente trabajo con Hollywood, tengo una compañía llamada Spycraft Entertainment, que trabaja con Hollywood para hacer películas de espionaje más realistas.

-¿Qué tan real es lo que vemos en películas y series sobre el mundo del espionaje?

-Pocas películas son demasiado realistas. Por alguna razón las películas de espionaje siempre ponen la categoría de thriller de acción. Yo en 28 años nunca he disparado un arma. No he estado en persecuciones de autos. No tenía mujeres hermosas siguiéndome. La mayoría de las películas son de entretenimiento, y es solo una parte de lo que realmente hacemos. Lo que hacemos es mucho más lento, se trata más del factor humano, las relaciones, construcción de la confianza, se trata de la confianza y la traición. En Homeland [la serie], cuando están en lugares como Afganistán, Pakistán, se asemeja un poco a lo que hacemos, pero los personajes y la historia no lo son en absoluto.

 
Las huellas dactilares, de prueba criminal a contraseña
Es la técnica biométrica más utilizada para identificar personas pero, ¿influirá la pandemia en su uso?


Las huellas dactilares, de prueba criminal a contraseña


Sara I. Belled
ELENA MARTÍN LÓPEZ y GRÁFICOS: SARA I. BELLED Madrid Domingo, 28 junio 2020, 00:10

Aunque años antes Sherlock Holmes ya andaba con su lupa identificando sospechosos a través del análisis de sus huellas dactilares, no fue hasta 1892 cuando la dactiloscopia se utilizó por primera vez para resolver un homicidio real en Argentina. Desde entonces, los dibujos de las yemas de los dedos, conocidas como crestas papilares, han pasado de ser un sofisticado método de identificación criminal a la manera más rápida de desbloquear un móvil o de saber si un trabajador hace horas extra durante su jornada laboral. Además, desempeña un papel relevante en la identificación de víctimas de catástrofes (seísmos, atentados). El tsunami de Indonesia de 2004 ha sido, hasta ahora, la mayor operación en este sentido. Solo en Tailandia, unos 5.000 afectados fueron identificados gracias a la dactiloscopia, los registros dentales o muestras de ADN.

Hoy en día, nos vemos obligados a identificarnos en muchas situaciones cotidianas (realización de exámenes, tramitaciones bancarias, acceso a otros países, procesos electorales) y la mejor forma de saber que una persona es quien dice ser es basarse en aquellas características que todos tenemos pero que, al mismo tiempo, nos hacen únicos.




El iris, la voz o las crestas de fricción palmares y plantares, son algunas de ellas. «Estas últimas son ideales para la identificación porque son perennes –desde que se forman en el sexto mes de vida permanecen invariables–, inmutables –se regeneran tal cual eran incluso tras una herida, excepto si se trata de quemaduras–, y diversiformes –hasta hoy no se han encontrado dos impresiones idénticas producidas por dedos diferentes, ni siquiera entre hermanos gemelos–», explica Javier Martín, director del Laboratorio Pericial Forense. Además, es un sistema económico, fácil de usar y con una fiabilidad bastante buena, aunque no infalible.


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Todo ello ha convertido a la dactiloscopia en uno de los métodos más reconocidos y seguros entre todas las técnicas biomé́tricas –procesos que permiten la identificación por medio de características físicas (reconocimiento facial, escaneo del iris, análisis de la geometría de la mano)–, no solo en el campo forense, también en el social.

En el ámbito policial, el cotejo de las crestas papilares ha permitido detener a algunos de los delincuentes más escurridizos, como al narcotraficante español Manuel Miranda Velasco, que se hizo trasplantar la epidermis de sus pies en los dedos de la mano con el fin de pasar inadvertido en los controles de seguridad fronterizos. Tras 15 años siguiéndole la pista, el patrón de la segunda falange de sus dedos lo delató y fue detenido a principios de 2019.

La dactiloscopia también ayudó a resolver, en 2016, un asesinato ocurrido en 1996, cuando solo quedaban dos meses para que prescribiera el crimen. En este caso fueron las herramientas tecnológicas modernas las que permitieron cotejar una huella encontrada en el lugar de los hechos (huella latente) que en su día no se consiguió identificar. Actualmente, las máquinas automatizadas y algunos algoritmos facilitan mucho las investigaciones policiales. El sistema AFIS (Integrated Automated Fingerprint Identification System) que se utiliza en Estados Unidos, por ejemplo, procesa una media de 63.000 huellas diarias.

Además, la globalización ha posibilitado que los países colaboren entre ellos en este ámbito. La Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) mantiene una base de datos internacional denominada Sistema Automá́tico de Identificación Dactilar (SAID) que contiene má́s de 220.000 registros de huellas y má́s de 17.000 huellas latentes. Los países miembros, como España, están autorizados a consultarlos y compararlos con las bases de datos nacionales.


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Un mercado en auge

A grandes rasgos, se calcula que está́n archivados los dactilogramas de entre el 5 y el 15% de la población mundial, pero lo cierto es que, actualmente, hay empresas tecnológicas que tienen registradas muchas más. Por ejemplo, cuando Apple lanzó su herramienta Touch ID en 2013, un sensor para huellas digitales que permite desbloquear el 'smartphone', obtuvo en pocos meses tantos dactilogramas como los que al FBI le había costado décadas reunir. Desde entonces, las tecnologías biométricas son un sector de negocio en plena expansión, con la huella digital a la cabeza.

Según recoge la compañía francesa Yóle Development en un informe, en 2016, el 91% de los ingresos del mercado de la biometría provino de tecnologías vinculadas a la huella digital. Por su parte, la Comisión Europea ha determinado que este mercado tiene una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, en la sigla en inglés) del 22,9%, y unos ingresos potenciales de 70.000 millones de dólares entre 2016 y 2025. Aun así, debido a la pandemia, en algunos ámbitos se ha relajado el uso de las máquinas de escaneo de la huella, como en las empresas que las implantaron para controlar la jornada laboral de los trabajadores tras la aprobación del Real Decreto-ley 8/2019. «No creo que a los miles de empleados de una multinacional le apetezca poner el dedo en el mismo escaner en la situación en la que estamos», expresa Jordi Serra, profesor de los estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
«Algunas empresas han relajado el uso de la huella para registrar la jornada por el miedo que hay al contagio» Jordi Serra

Esto, unido a que el reconocimiento facial ha ido ganando peso en el sector en los últimos años, podría provocar un cambio de rumbo en dicho mercado. Es más, está previsto que, a finales de 2021, el 71% de los aeropuertos incorporen tecnologías de reconocimiento facial, un sistema que ya se utiliza para desbloquear teléfonos y hasta en autobuses y restaurantes. Sin embargo, la biometría, en especial la de reconocimiento facial, aún se enfrenta a importantes retos de seguridad y privacidad. «La contraseña se está sustituyendo por factores biométricos porque son más usables (no se olvidan) y seguros (no se falsifican fácilmente), pero una de sus grandes desventajas es que no se pueden modificar en caso de fraude, es decir, no podemos cambiar de cara o de manos cuando queramos», advierte Serra. Por lo tanto, como cualquier otro método de autenticación, la biometría por sí sola no es del todo segura. «No está comprobado científicamente que las huellas dactilares sean únicas (hay millones sin cotejar) y, en cuanto al rostro, hay casos complicados, como el de los gemelos», declara el profesor. O el de las mascarillas, más recientemente.

Él recuerda que, un acceso totalmente inequívoco, requiere que el sistema pida tres factores de autenticación: algo que eres, algo que tienes y algo que sabes. «Por ejemplo, que reconozca un rasgo físico personal, te pida un código que has recibido en el móvil y te pregunte una contraseña», aclara. «El problema es que esto no siempre es posible, como cuando estás en el extranjero. Si no tienes internet el código no te llega». También destaca la prudencia al compartir esta información. «En Europa nos ampara la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), pero hay países cuya legislación es distinta. Si guardamos la huella en una aplicación china, nadie nos asegura que no nos la vayan a robar. No es que en Europa no ocurra, pero aquí al menos está penado por ley«, concluye.

¿Por qué nuestras huellas dactilares se quedan impregnadas en lo que tocamos?

«A través de las crestas papilares, se abren paso las glándulas sudoríparas. El sudor humedece las crestas papilares y da lugar a la impresión de la huella dactilar en un soporte determinado cuando lo tocamos», explica Javier Martín, director del Laboratorio Pericial Forense.
Estas glándulas se encuentran tanto en las palmas de las manos como en las plantas de los pies, entre otras partes del cuerpo. «Aun así, la mayoría de veces, el sudor que produce la impresión de una huella dactilar proviene de otras zonas corporales, como la cara o el cuello, con las que las manos han tenido contacto antes de tocar una superficie», señala.


Historia de la Dactiloscopia

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La monstruosa fortuna de Hitler, los insólitos escondites del oro nazi y el día que cambiaron un kilo de manteca por un cuadro de Monet
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Por Alfredo Serra
18 de julio de 2020

Especial para Infobae




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Oro. Oro. ¡Oro! El oro que le da cuerda al mundo.... Y detrás de él, cierto o leyenda, la codicia salvaje del Hombre.

Y así, por siglos, miles murieron o desaparecieron buscando las minas del Rey Salomón, Eldorado, el Santo Grial, el reloj de oro de los aztecas, –que la soldadesca de Hernán Cortés, según el escritor Ricardo Palma, “se lo jugaron a la baraja antes de que amaneciera”-.

Pero no es necesario bucear en tales y presuntas profundidades.

En plena devastación, el nuevo Reich -que duraría mil años y se apagó como la luz de un fósforo entre 1939 y 1945-, desde Hitler y pasando por jeraracas, subjerarcas y algunos oficiales anónimos -herr Adolfo y su círculo del mal- acumularon una fortuna pavorosa: según el cálculo más preciso, entre robo, oro arrancado de los dientes de los masacrados en los campos de exterminio, cuadros célebres incautados en los grandes museos de Europa, moneda real y falsa –esta, un ardid del führer para quebrar a Inglaterra-, los nazis se protegieron con no menos de ocho billones de dólares.



“Los espera una larga caza: hay dinero como para comprar media docena de países”, auguró Simón Wiesenthal, el héroe silencioso que padeció nueve campos de exterminio.

Una gran parte del botín era del estado: es decir, robado al pueblo alemán. En la enorme caja fuerte del Reichsbank aparecieron, de a miles, alianzas matrimoniales, relojes, joyas con diamantes, y dentaduras de oro: lo arrancado a los muertos de los millones de judíos, gitanos, homosexuales, inválidos...


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En apariencia, el gran botín estaba más cerca de las nubes que de la tierra: en los Alpes autríacos, entre Alemania, Suiza e Italia, último refugio previsto por Hitler y sus esbirros predilectos: Göring, Goebbels, Hees, y los matones que solían acompañarlos (más los feroces perros entrenados para matar...).

Pero no hubo tiempo: ni bajo amenazas los ingenieros llegarían a tiempo a construir dicho búnker antes de 1945. Demasiado tarde...

Ya perdida la guerra, Otto Skorzeny, llamado “el hombres más peligroso de Europa”, arrojó en el lago Toplitz veintidós cajas con lingotes de oro de casi tres kilos por barra, y con sus pares Fabianke y Spaci, hundió tres camiones del mismo metal en el lago Altan.

En cuanto a Martin Bormann, el siniestro guardaespaldas y perro faldero de Herr Adolf, ocultó treinta millones de libras esterlinas en una cueva de las montañas que rodean ese lago... Lo mismo que Kaltenbruner, jefe de la temible Gestapo, hizo lo mismo con cinco cajas de oro, diamantes y otras valiosas piedras, más cinco millones de dólares...

Las toneladas de libras esterlinas falsas que inventó el führer fueron, si no del todo, un fracaso. Usaron para imprimirlas a prisioneros de Auschwitz, castigados y famélicos, y solo se logró una burda falsificación...

Pero no era necesario tanto misterio y ocultamiento en montañas y fondos de lagos.

La real fortuna nazi imitó el acertijo “¿Dónde ocultar un elefante? Muy fácil: en una manada de elefantes”.


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Durante la guerra, las tropas de Hitler escondieron valiosos tesoros como el oro que se muestra aquí, descubierto en una mina de sal

Su gran dinero estaba en los bancos suizos y sudamericanos. En parte llegó, por ruta, y luego en barcos y submarinos rumbo a las islas Baleares... y a la Argentina.

El operativo fue el mismo a través del que llegaron a tierra americana cerca de doscientos jefes nazis: la mítica pero atrozmente real Odessa descripta en el bestseller del británico John Forsyt –escritor y hombre de los servicios secretos de su país–.

Dinero secreto y seguro: todavía Suiza aplicaba con celo el secreto bancario...

Sólo en el fondo del lago Toplitz había, ente oro y diamantes, cinco billones de dólares. Eso deja en claro por qué en sus orillas aparecieron decenas e cadáveres: aventureros -en muchos casos, ex oficiales nazis que conocían ese destino- que soñaban con atrapar algún valioso pez en el incalculable cardumen...

Los grandes fanáticos del arte fueron Hitler, Goering y Ribentropp. Paradoja. Producido el desbande de las ratas, en 1946 un granjero alemán cambió su Monet por un kilo de manteca...

El gran enigma: con tanto dinero y codiciosa felicidad entre los grandes bonetes de la cruz gamada, ¿llegó a haber una mafia nazi que aún creía en la resurrección del despedazado Reich, o todo terminó con una bala y una cápsula de cianuro en un bunker ya inútil y una Berlín hecha polvo?

 
Estados Unidos ordena el cierre del consulado chino en Houston entre acusaciones de espionaje
La medida, según el ministro de Exteriores chino, significa una escalada en la tensión entre ambas potencias "sin precedentes" y Pekín amenaza con represalias

Un policía, frente a la puerta del consulado chino en Houston (Texas), este miércoles. En vídeo, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, afirma este miércoles que el cierre del consulado en Houston es una "provocación política lanzada unilateralmente" por EE UU.AP | Vídeo: REUTERS

Macarena Vidal Liy|Amanda Mars
Pekín / Washington - 22 jul 2020 - 14:19 ART

El deterioro continuo y a ojos vistas de las relaciones entre los dos colosos mundiales, China y Estados Unidos, ha dado este miércoles un nuevo salto a peor, la única dirección en la que se han movido desde el comienzo de la pandemia de la covid-19. Washington ha dado a Pekín 72 horas, que expiran el viernes, para cerrar su consulado en Houston (Texas) alegando la necesidad de proteger la propiedad intelectual. En un comunicado, un portavoz del Departamento de Estado norteamericano acusó al régimen de Xi Jinping de “haber llevado a cabo durante años grandes operaciones de espionaje ilegal y de influencia en EE UU en contra de funcionarios del Gobierno estadounidense y de ciudadanos estadounidenses”.

El martes por la noche, la filial local de la cadena NBC mostró imágenes de varias personas en el patio de consulado de Houston quemando lo que parecían ser documentos. Era la primera señal de que la decisión de Washington había llegado a sus oídos, de forma oficiosa y oficial. Solo unas horas antes, el Departamento de Justicia estadounidense había acusado a dos ciudadanos chinos por hackear a contratistas del sector de Defensa ―empresas contratadas por el Gobierno― e investigadores de la pandemia del coronavirus.

La Administración de Donald Trump no ha especificado los incidentes concretos que han llevado al cierre de esta legación. David R. Stilwell, subsecretario de Estado para Asia, señaló en una entrevista a The New York Times que el Ejército Popular de Liberación (EPL) chino se había dedicado a enviar estudiantes a universidades americanas de forma abierta “y lo contrario” con el fin de mejorar la competencia frente a otros países en el mundo económico. “En el epicentro de esas actividades facilitadas por el EPL está este consulado”, dijo. Stilwell señaló también que el cónsul general de Houston fue descubierto junto a otros dos diplomáticos en el aeropuerto intercontinental George Bush acompañando a la puerta de embarque de un vuelo chárter, pasado el control de seguridad, y que Air China tenía documentos con fechas de nacimiento falsas para los diplomáticos.

Sin embargo, queda sin resultar claro por qué Washington ha optado por el cierre de ese centro y no de cualquier otro en Estados Unidos. Además de su Embajada en Washington y el consulado en Houston, China mantiene también consulados en Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles en territorio estadounidense. El de Houston se encarga de los asuntos de 900.000 residentes chinos en el sureste de Estados Unidos.

El movimiento se enmarca, en cualquier caso, en un endurecimiento de la respuesta de Washington hacia Pekín. “El presidente Trump ha dicho ‘Basta, no vamos a permitir que esto siga ocurriendo”, ha destacado el jefe de la Diplomacia, Mike Pompeo, a la prensa durante su viaje a Copenhague este miércoles. La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, también ha subrayado que “la Convención de Viena dice que los diplomáticos deben respetar las leyes y las reglas del país anfitrión y tienen el deber de no injerir en los asuntos internos de ese Estado”.
El Ministerio de Exteriores chino, en un tono especialmente áspero, ha prometido “las represalias necesarias” si el Gobierno de Donald Trump no decide recular en el cierre del consulado.

Esta no es la primera orden de cierre que impone Estados Unidos a otro país ―en 2017 ordenó la clausura del consulado ruso en San Francisco por las restricciones al número de sus diplomáticos en Moscú―, pero sí a China. El de Houston guarda, además, el simbolismo de ser el primero que se inauguró una vez que ambos países restablecieron relaciones diplomáticas plenas, en 1979. Sí que se han producido expulsiones de diplomáticos: en diciembre, Washington echó del país a dos representantes chinos sospechosos de espionaje, después de detectarlos en las cercanías de una base militar en el Estado de Virginia. El entonces portavoz de Exteriores chino Geng Shuang negó las acusaciones, que consideró “completamente opuestas a los hechos”.

La medida ha airado visiblemente a Pekín. Especialmente, dado el breve plazo para el cese de operaciones y la salida de los diplomáticos destinados en Houston. Representa una escalada “sin precedentes” en la tensión entre las dos potencias, ha insistido el portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin, que se expresaba en términos aún más contundentes de lo habitual en el ministerio. “China condena en los más firmes términos esta medida escandalosa”, ha asegurado Wang. Se trata de “una violación de las normas internacionales y de los acuerdos consulares entre los dos países, así como un intento de socavar las relaciones bilaterales”, ha añadido.

Contramedidas

De no dar Washington marcha atrás, Pekín tomará contramedidas, insistía el portavoz. Así ha ido ocurriendo a lo largo de las últimas dos semanas, en las que casi a diario una capital o la otra han anunciado sanciones, o han amenazado con ellas, por todo tipo de disputas en momentos en los que Trump se encuentra muy por detrás en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, en especial por su gestión de la pandemia; y China sale reforzada de la lucha contra la covid-19.

Las sanciones y críticas mutuas se han dado en torno a Hong Kong, donde China ha impuesto una draconiana Ley de Seguridad Nacional que Estados Unidos cree que pone fin de hecho a la amplia autonomía del enclave. Por Taiwán, con quien Washington ha aprobado una nueva venta de armamento entre las protestas de Pekín, que considera la isla parte de su territorio. Por el trato a la minoría uigur, de religión musulmana, en la región de Xinjiang, donde Estados Unidos denuncia graves abusos de los derechos humanos. Por el mar del Sur de China, donde Pekín se atribuye la soberanía del 80% de las aguas y donde Washington ha anunciado que considera las reclamaciones chinas “ilegítimas”. Y por acusaciones de uso indebido de la tecnología.

A la orden de cierre del consulado, China podría responder con un cerrojazo a alguna de las representaciones diplomáticas que Estados Unidos mantiene en su territorio. La agencia Reuters, que cita fuentes con conocimiento directo del caso, apunta que en ese supuesto el elegido sería el consulado de Wuhan, que los diplomáticos estadounidenses evacuaron cuando esa ciudad, el primer foco de la pandemia, quedó cerrada en enero para impedir la propagación de la enfermedad. Desde entonces, no ha reabierto. El país norteamericano tiene también legaciones, además de la Embajada en Pekín, en las ciudades de Shenyang, Chengdu, Shanghái y Cantón.
Mientras tanto, el Gobierno chino ha advertido a los estudiantes de esta nacionalidad en territorio estadounidense sobre la posibilidad de “interrogatorios arbitrarios” al hilo del cierre del consulado en Houston. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores chino avisa de que “recientemente las fuerzas del orden intensificaron los interrogatorios arbitrarios, el acoso, la confiscación de bienes personales y las detenciones de estudiantes chinos en Estados Unidos”.

Amenazas

En la rueda de prensa, el portavoz chino arremetió contra lo que considera una política hostil por sistema de Estados Unidos que, según aseguró, ha llevado a que los diplomáticos del país asiático allí destinados hayan recibido amenazas anónimas contra su integridad física. “Debido a las medidas estadounidenses que no hacen sino incitar al odio y calumniar deliberadamente, las representaciones diplomáticas chinas en Estados Unidos han recibido amenazas de muerte y amenazas de bomba en los últimos tiempos”, denunció Wang. “La Embajada de EE UU en Pekín también ha publicado con frecuencia artículos en los que se ataca a China. Debería estar claro quién está interviniendo e infiltrándose en la política interna de otros, y quién está empezando las peleas”, agregó.

 
La desconocida carpeta soviética que confirmó el su***dio de Hitler y apareció misteriosamente en Buenos Aires
La historia secreta del informe que contenía material exclusivo sobre la muerte del Führer en su bunker de Berlín y un oficial alemán trajo a la Argentina hace 70 años. Y porqué el bloque comunista, a instancias de la KGB, hizo un relato distinto de su destino final


Por Juan Bautista "Tata" Yofre
9 de agosto de 2020




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Cerca de las 03 de la madrugada del 16 de abril de 1945 Adolfo Hitler terminó de participar en la reunión informativa de la noche. Luego, como era su costumbre, fue a tomar su te vespertino con Eva Braun y las secretarias Christian y Junge. Fuera del profundo Führerbunker, en el salón de fumadores de la vieja Cancillería, Burgdorf (jefe oficial adjunto del Ejército), Fegelin (teniente general de las SS, enlace con Himmler y cuñado de Hitler) y Gunsche (oficial de las SS, ayudante personal de Hitler) tomaban vodka y coñac. A las cinco suena el teléfono en el salón. Es el general Krebs, el jefe del Estado Mayor, quien le informa a Burgdorf que los rusos acaban de lanzar una fuerte ofensiva en el frente del Oder. Transmitía, en pocas palabras, que comenzaba la Batalla de Berlín con una fuerte descarga de 41.600 piezas de artillería. Luego avanzarían 2,1 millones soldados de la Unión Soviética apoyados por 6.250 tanques y 7.500 aviones.

A partir de la primera noticia Hitler apenas durmió durante las dos semanas que le quedaban de vida. Pasaba de una reunión a otra y sus humores se alternaban sin reparar en sus palabras y sus gritos. Sabía que si los rusos cruzaban el río Oder sin problemas lo poco que quedaba de su Imperio se desplomaría. No aceptaba ningún pedido de repliegue. El general Heinrici, jefe del grupo de ejércitos del Vístula, era el centro de sus críticas. A pesar de la llegada de algunos refuerzos nada ni nadie podía detener la ola roja. El 12 de abril Franklin Delano Roosevelt muere de un derrame cerebral y Hitler imaginó que su suerte cambiaria. Los rusos seguían profundizando su ofensiva y los ataques alemanes eran rechazados uno tras otro y, alrededor del 16 de abril, los rusos comenzaban a penetrar los suburbios orientales de Berlín. En el bunker no había horarios ni descanso.

El 17 de abril el Führer, tras una reunión con sus comandantes, a las seis de la mañana volvió a encerrarse a tomar té con Eva Braun y sus secretarias. El 19, las unidades rusas habían penetrado hasta 30 kilómetros al norte de Berlín. La noticia desequilibró al jefe alemán y se quejaba de fuertes dolores de cabeza. Llamó al doctor Morell y le practicaron una sangría porque la sangre se le coagulaba en la cabeza. Mientras algunos altos funcionarios intentaban convencer a Hitler de que abandonara Berlín, otros sin despedirse dejaban el Führerbunker. El 20, día en que cumplió 56 años, se levantó temprano y recibió malas noticias de Burgdorf sobre la ofensiva soviética. Pidió hablar con Linge (oficial de las SS, jefe del servicio personal) y le dijo: “Linge, no he podido dormir nada, despiérteme a las dos de la tarde”.

Tras el descanso, Linge entró en su habitación y le puso unas gotas de cocaína en su ojo derecho para calmar el dolor. Luego, Hitler se dedicó un rato a jugar con “Wolf” el cachorro de su perro “Blondi” y más tarde salió a los jardines a saludar a unos jóvenes de las juventudes hitlerianas llevados por Arthur Axman. La filmación oficial no lo muestra pero enfocado desde atrás se observa que el temblor de su mano izquierda era indetenible.



Luego vino la corta reunión en el salón de música de la Cancillería con altos funcionarios como Himmler (el comandante de las SS), Borman (secretario privado y jefe del partido), Goring, Keitel, Ribbentrop y otros. Prácticamente no habló, no tenía voz y, encorvado, arrastraba los pies.


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Tapa del expediente sobre la investigación de los restos de Hitler realizada por el Smersh.

El 20 de abril fue la última vez que vio la luz solar porque luego se hundiría en el refugio. Era un hombre vencido, destrozado. Al día siguiente los primeros proyectiles de cañón comienzan a caer sobre Berlín. “¿Tan cerca están los rusos?”, le preguntó a Burgdorf. Al día siguiente comenzaba una huida generalizada de funcionarios, con documentos falsos tras quemar los verdaderos y los carnets del partido.

El 22, cerca del mediodía, preside una reunión informativa con altos jefes militares. Ya en esos momentos los proyectiles rusos caían sobre las cercanías de la cancillería y la avenida Wilhelmstrasse. Mientras los generales lo observan, Hitler, enrojecido, les dice que no piensa abandonar Berlín: “¡Antes prefiero meterme una bala en la cabeza!”.

El 23, con la excusa de buscar al general Wenck y sus tropas, el mariscal Keitel abandono el bunker y no volvió más. Luego se fue el doctor Morell, cuando los rusos cerraban el cerco alrededor de Berlín, mientras otros se vestían de civil y se escondían en casas particulares.


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Una de las últimas fotos de Hitler, obtenidas el 20 de abril de 1945. Luego no saldría más del búnker hasta su muerte.

Hitler hizo llamar a Linge y en pocas palabras le dijo que lo liberaba de todo compromiso y que se fuera con su familia. La respuesta de Linge fue: “Mi Führer, permanecí junto a usted en los buenos tiempos y pienso permanecer junto a usted en los tiempos difíciles.”

Hitler lo miró fijo y le dijo que tenía una misión especial: “Yo y la señorita Braun nos dispararemos un tiro en la entrada del bunker, en los jardines. No hay otra salida. Consiga gasolina para rociar nuestros cadáveres y quemarlos. Bajo ninguna circunstancia debe usted permitir que mi cadáver caiga en manos de los rusos…destruya todo lo que encuentre en mis habitaciones. Nada aquí ha de recordar a mi persona.” Entre el 25 y 26 de abril los rusos cortaron las comunicaciones que unía a la capital del Reich con el exterior. Por la tarde una lluvia de proyectiles cayó sobre la cancillería y el bunker.


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Un agente del Smersh en Alemania del Este, foto del informe del Smersh

El 28 se entera de que Himmler intenta negociar con los americanos e ingleses por separado y que el mismo día Benito Mussolini ha sido fusilado cuando intentaba escapar a Suiza y su cuerpo colgado en la Plaza Loreto de Milán. Estaba todo terminado y, para peor, las tropas del general Wenck se encontraban frenadas por los rusos y no podían rescatarlo. Entre el 29 y el 30 Hitler se despide de sus colaboradores, se casa con Eva Braun, mientras los lanzacohetes rusos Katyusha vomitan proyectiles sobre el bunker y sus alrededores. Los rusos ya están en la Puerta de Brandenburgo.

El 30, poco antes de las 16, se suicidan con cianuro y Hitler luego se pega un tiro con su pistola Walther PPK calibre 7,65. Más tarde sus cuerpos son retirados del interior del bunker y en los jardines son rociados con la gasolina que trajo Kemkpa, su chofer personal. El 30 se anuncia por la radio de Berlín que Hitler murió “en heroica lucha contra el bolchevismo” y horas más tarde el general Hans Krebs se dirige al cuartel soviético para iniciar negociaciones con el general Vassili Chuikov quien informa al mariscal Georgy Zhukov, En la reunión relata la muerte de Hitler. Aquí, otra historia comienza a transitar.

Mientras las tropas rusas asaltan en masa los restos de la Cancillería para hacer ondear la bandera de la Unión Soviética un pequeño grupo de soldados comienzan a examinar el edificio y sus alrededores. Era un comando del 79 Cuerpo de Fusileros del Smersh (contrainteligencia militar soviética) bajo las órdenes del teniente coronel Iván Klimenko con el objetivo de encontrar a Hitler vivo o muerto. Una vez en el bunker encuentran, en su interior y exterior, obras de arte y 11 cadáveres de seres humanos y dos animales. Ayudado por la interprete Elena Rzchévskaya y en medio del caos Klimenko comienza a interrogar a los soldados que encuentran en el bunker. Primero encuentran y reconocen los cuerpos del matrimonio Goebbels y sus seis hijos. Luego analizan el cuerpo del peluquero Gustav Weler una persona parecida a Hitler pero lo descartan. Hasta el momento no encuentran el cuerpo del Fuhrer y el comandante Gorbushin, mayor Bystrov y Elena Rzchévskaya son encargados de hallarlo. Más tarde, los restos de Hitler y Eva Braun son encontrados de casualidad completamente carbonizados cuando un soldado ve una punta de un zapato entre escombros y proceden a desenterrarlos. Mientras todo esto ocurría Stalin era inmediatamente informado. Todavía no hay certezas. Encuentran una mandíbula superior e inferior con 15 dientes bien conservados. Además un pedazo de cráneo con un agujero de bala.


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Restos de Gustav Weler, un doble de Hitler, muerto en las cercanías del bunker

El 8 de mayo Alemania firma la rendición incondicional y dos días más tarde los tres miembros de la Smersh se lanzan a buscar al dentista oficial de Hitler. No lo encuentran pero sí logran contactarse con su ayudante de diez años de trabajo, Käte Heusermann. Se le muestran las pruebas e inmediatamente reconoce los dientes de oro y los puentes dentales. “Pertenecen al canciller Hitler”, dice. También reconoce los dientes de Eva Braun. Luego traza un dibujo de los dientes que coinciden totalmente con los que poseen los rusos. Ahora los soviéticos tienen la certeza de la muerte del jefe nazi pero se niegan a aceptarla. Käte es sometida a interrogatorios similares, uno tras otro. Luego es trasladada a Moscú secretamente en un avión de transporte. Una vez que llega la encierran en una celda miserable en Lubyanka, la sede de la KGB. Los rusos siguen negando el hallazgo de los restos de Hitler.


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Tarjeta del coronel Prokofi Romanenko en una de las páginas del informe

En mayo Harry Hopkins, el asesor de los presidentes Roosevelt y Truman, viaja a Moscú para preparar la próxima reunión en Potsdam. Durante uno de los encuentros le pregunta a Stalin por Adolfo Hitler y éste le contesta que está vivo en “algún sitio” y sugiere que huyó a Japón en un submarino. Unos días más tarde en Berlín, el mariscal Zhukov dirá al periodismo que “no se pudo encontrar a Hitler, seguramente está vivo y huyóa España o la Argentina.” Stalin continúa mintiendo. Durante la Conferencia de Potsdam, en julio de 1945, el líder soviético le dice a Truman durante una cena que Hitler está vivo en España o la Argentina.

Si hay algo que contiene con toda certeza el informe del Smersh es la muerte de Hitler.
Hay además otra certeza que Stalin se negaba a aceptar y era que Hitler murió pocos instantes más tarde de morder una capsula de cianuro. Y el informe dice lo contrario: la muerte inmediata del ex jefe nazi es el resultado de su su***dio con su pistola. Stalin no lo podía aceptar porque la decisión de un balazo contiene un instante de coraje, el veneno no. En todo caso, para algunos estudiosos, uso los dos sistemas. Más allá de su encono con la Argentina, Stalin mintió siempre y todo secreto tarde o temprano sale a la luz. Si no se hubiera conocido el exclusivo informe del Smersh que damos a conocer, Stalin tenía entre otros secretos los interrogatorios que se realizaron en Moscú a sus hombres de confianza, Otto Günsche y Heinz Lingue, que fueron conocidos varias décadas más tarde en lo que dio en llamarse “El Informe Hitler”.

Poco más tarde los soviéticos lanzan el rumor de que Hitler está preso de los británicos y que será utilizado contra los soviéticos. Para terminar con la campaña, los británicos mandan a Hugh Trevor-Roper a investigar su paradero. Los rusos no le prestan la menor ayuda pero Roper consigue hablar con varios testigos que vivieron en el bunker los últimos días del canciller alemán. Así logra escribir sobre el asunto y rehacer la historia.


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Equipo médico ruso que analizó los restos de Joseph Goebbels

En marzo de 1953 fallece Iosif Stalin y luego son fusilados por distintas causas Lavrenti Beria (jefe de la KGB) y Viktor Abakumov, el comandante de la Smersh. En 1964, Elena, la intérprete rusa, decide escribir un libro sobre sus días en Berlín de 1945. Ahí descubrió que Käte Heusermann estuvo seis años presa sin causa en Lubianka. En agosto de 1951 se la acusa ridículamente de no haber asesinado a Hitler mientras se lo atendía en el consultorio. En diciembre de 1951 la condenan a 10 años de arresto en un campo de trabajos forzados en Siberia, siendo liberada en 1955 y llevada a Alemania tras una serie de atenciones.


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Restos del cuerpo de Hitler analizados en el informe soviético

Los restos de Hitler permanecieron custodiados en un sector militar en la Alemania comunista bajo el control del Estado Mayor del Tercer Ejército soviético. En 1970, tras consultar a Leonid Brezhnev, Andrópov, jefe de la KGB propone eliminar sus restos. El 4 de abril de 1970 lo que queda de los restos de Hitler son quemados y sus cenizas arrojadas al río Ehle. Solo una parte del cráneo y su mandíbula inferior están guardadas en los archivos de la Federación Rusa.

La historia no termina aquí. En la década del 50, en la ciudad de Buenos Aires vuelven a encontrarse dos personas que se habían enfrentado en los campos de guerra del Este europeo. Uno era el coronel Prokofi Romanenko, el agregado de las Fuerzas Armadas en la embajada de la Unión Soviética. El otro era Ernst August von Fersen, un oficial alemán que había pertenecido a la blindada “Gespenther Division”. Son contados con los dedos de una mano los que conocieron qué historia los unió, pero lo cierto es que el oficial alemán recibió copia de la carpeta del Smersh sobre los restos de Hitler antes de 1955. ¿Por qué ese año? Porque en septiembre de 1955 fue derrocado Juan Domingo Perón y el ex oficial alemán se fue un tiempo a Asunción del Paraguay. Luego volvió y vivió en San Isidro y finalmente se instaló en Villa General Belgrano, donde falleció el 8 de agosto de 2018 a la edad de 97 años.


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Ernst August von Fersen

La carpeta era sumamente secreta porque Stalin prohibió que se conociera, no solamente las fotos sino su contenido, que se encontraba en Moscú. Romanenko era miembro del Smersh y seguramente, tras la muerte de Stalin, Beria y el jefe Abakumov, el militar soviético le entrego una copia a su amigo alemán. Posiblemente para demostrarle que Hitler estaba bien muerto y no como decían los servicios soviéticos o algunos comerciantes estadounidenses.

De Romanenko no hay pistas en los archivos argentinos. Sí existe un informe de la Inteligencia Militar de los EE.UU. fechado el 22 de diciembre de 1954, escrito por el coronel George R. Harrman, agregado de la Fuerza Aérea. En el mismo traza un cuadro de actividades sociales de los oficiales soviéticos en la Argentina, en especial del coronel Prokofi P.Romanenko.


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Fotos del cráneo de Hitler y un maxilar con restos de su dentadura fotografiados en la carpeta

https://www.infobae.com/historias/2...r-y-aparecio-misteriosamente-en-buenos-aires/
 
Última edición:
La increíble historia de la falsa médium británica condenada por “brujería” durante la Segunda Guerra Mundial
Helen Duncan había ideado junto a su marido un montaje para engañar a sus víctimas. Se la consideraba una impostora más hasta que reveló un secreto de Estado que hizo involucrar en su caso hasta a Winston Churchill


Por Eduardo AnguitaDaniel Cecchini
29 de Agosto de 2020




Las fotografías que revelaron el fraude de Duncan: el ectoplasma era hecho con gasas y los fantasmas, burdas marionetas (Creative Commons)
Las fotografías que revelaron el fraude de Duncan: el ectoplasma era hecho con gasas y los fantasmas, burdas marionetas (Creative Commons)

-Su hijo está muerto. Me dijo que el barco fue hundido por los alemanes con toda la tripulación– dijo la médium al salir del trance.

La mujer que la escuchaba comenzó a llorar. Durante la sesión de espiritismo había visto la silueta de un marinero de la Royal Navy envuelta en sombras, al mismo tiempo que una sustancia blanca salía de la boca de Helen Duncan, una de las médiums británicas más famosas y controvertidas de la época.

La sesión tuvo lugar uno de los últimos días de noviembre de 1941, en la ciudad costera de Portsmouth, en plena Segunda Guerra Mundial. Por entonces, Helen Duncan era conocida por sus teatrales sesiones de espiritismo, pero las autoridades la tenían por una vulgar estafadora que ya había sido procesada por sus malas artes en 1933.


Sin embargo, la supuesta revelación de esa noche de noviembre lo cambió todo. Lo que había dicho era cierto y era prácticamente imposible que pudiera saberlo por medios normales, salvo que fuera una espía alemana.

El marinero muerto cuyo espíritu Duncan “había contactado” durante la sesión había zarpado pocos días antes, el 24 de noviembre, a bordo del acorazado HMS Barham. Un día después, el submarino alemán U-331 lo descubrió cerca de las costas de Malta y lo alcanzó con tres torpedos que provocaron su hundimiento casi inmediato, causando la muerte de 862 tripulantes.

Helen Duncan en mayo de 1931. Shutterstock
Helen Duncan en mayo de 1931. Shutterstock
Si bien el hecho había ocurrido, la Royal Navy lo mantenía en secreto. La información no se había difundido para evitar desmoralizar a las tropas y a la población. Por eso, cuando los servicios de inteligencia británicos supieron de la revelación hecha por Duncan la pusieron bajo vigilancia, pensando que podía ser una espía alemana, aunque lo suficientemente torpe como para manejar así la información. No descubrieron nada.


Recién dos años después la procesarían por su “revelación”, pero no bajo la acusación de espionaje sino por violar la Ley de Brujería de 1735, que todavía estaba vigente.


Así, Helen Duncan se transformó en la última “bruja” condenada a prisión en la historia de Gran Bretaña.


La invención de una médium


Victoria Helen McCrae MacFarlane nació el 25 de noviembre de 1896 en Callander, una ciudad escocesa en Perthshire, hija de Isabella y Archibald MacFarlane. A los 16 años, Helen –como la llamaban– dejó a su familia y se mudó a Dundee, donde conoció a Henry Duncan, con quien se casó en 1916.


En plena economía de guerra y luego con las secuelas en la posguerra, la pareja la pasaba mal. Helen trataba de parar la olla lavando y cosiendo ropa, mientras Henry –inválido de guerra con una pobre pensión– trataba de sumar algunas libras haciendo trabajos de carpintería. La seguidilla de hijos empeoraba la situación. Para 1924 tenían seis: Bella, Nan, Lillian, Henry, Peter y Gena. Otros dos habían muerto a los pocos días de vida.

En los pocos ratos libres de que disponían, Henry y Helen compartían una pasión: la lectura de cuanto material sobre espiritismo y ocultismo caía en sus manos. Los padres de Helen aseguraban que de niña había tenido varios episodios de clarividencia, anticipando la muerte de varios vecinos de la familia y de un médico que la había atendido en la infancia.


Para sumar un ingreso, Henry le propuso a Helen hacer correr la voz sobre sus supuestas capacidades como médium y montar una escena que atrajera a los clientes. Así, mientras durante el día Helen seguía lavando y cosiendo ropa, por las noches hacía sesiones de espiritismo en las que vomitaba “ectoplasma” y convocaba a los fantasmas.

El montaje resultó un éxito. En poco tiempo, Helen se transformó en una médium respetada, que atraía cada día más clientes interesados en sus poderes.


“Ectoplasma” y guías espirituales

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Helen Duncan emitting 'Ectoplasm' - The last woman to be convicted of witchcraft in Britain
Britain's last witch, Helen Duncan - 1940s"]https://www.infobae.com/new-resizer.../infobae/O3MJAPIVABCIJIMB5R42PPMXDA.jpg[/IMG] Mandatory Credit: Photo by Shutterstock (23004a) Helen Duncan emitting 'Ectoplasm' - The last woman to be convicted of witchcraft in Britain Britain's last witch, Helen Duncan - 1940s
La escena que Helen con la ayuda de Henry y otros dos cómplices montaban para las sesiones de espiritismo era burda aunque espectacular. Cuando entraba en trance, la médium expelía “ectoplasma” por la boca o la nariz, mientras figuras fantasmales aparecían envueltas en sombras. Según Helen les decía a sus clientes, en su trabajo la ayudaban también dos guías espirituales, Alberto Stewart o “El Tío Albert” y “Peggy”,

Según la tradición espiritista, el ectoplasma es una sustancia etérica que puede asumir cualquier estado –aéreo, líquido o sólido– que tiene la particularidad de ser la única que comparten los seres vivos y los fantasmas de los muertos que aún vagan por el mundo.

Helen contaba que “El Tío Albert” era un escocés muy viejo que había muerto ahogado en 1913 en las costas de Australia, mientras que “Peggy” había muerto muy joven y que le daba sus revelaciones cantando alegres canciones que sólo ella escuchaba.

Tanto “Peggy” como “El Tío Albert” aparecían envueltos en la sustancia ectoplasmática que Helen despedía por la boca y la nariz. Ellos la comunicaban con otros muertos, aquellos a los que los participantes en las sesiones querían convocar.

Un fraude en evidencia

Duncan emitiendo ectoplasma. Un fraude. Fue la última mujer en ser condenada por Brujería en Gran Bretaña. Shutterstock
Duncan emitiendo "ectoplasma". Un fraude. Fue la última mujer en ser condenada por Brujería en Gran Bretaña. Shutterstock
La creciente fama de Helen Duncan no solo atrajo a clientes creyentes sino también a las autoridades y a investigadores de los llamados “fraudes espiritistas”. Las ganancias de la pareja –hasta hacía poco muy pobre- también llamaban la atención.

Ávida por aumentar su fama y sus ingresos, para fines de la década del 20 la pareja permitió fotografiar una de las sesiones de Helen. El análisis de las fotografías realizadas por Harvey Metcalfe a Helen en supuesto trance reveló que el famoso “ectoplasma” que supuestamente le salía por la boca y la nariz no era otra cosa que una mezcla de gasa, clara de huevo, papel y otros materiales que fáciles de moldear, esconder y hacer aparecer mediante un dispositivo, y que las figuras de “Peggy” y “El Tío Albert” eran fotografías recortadas pegadas en la tela. Las siluetas que aparecían envueltas en sombra eran simples marionetas.

Fue el parapsicólogo Harry Price – fundador y director del Laboratorio Nacional de Investigaciones Psíquicas – quien en base a las fotografías de Metcalfe desmontó paso a paso el fraude armado por la pareja.

El 11 de mayo de 1934, un tribunal de Edimburgo condenó a Helen Duncan por el delito de “fraude mediúmnico”, en realidad una variante del delito de vagancia. La multaron con diez libras esterlinas y la intimaron a no repetir sus estafas.

Helen y Henry se mudaron entonces a Portsmouth, donde siguieron con sus actividades espiritistas como si nada hubiera pasado. Hasta la sesión de fines de noviembre de 1941 y la “revelación” del hundimiento del acorazado HMS Barham.

La verdad sobre “el marinero fantasma”

El truco del pañuelo errante, con que Duncan engañaba a sus clientes.  Shutterstock
El truco del "pañuelo errante", con que Duncan engañaba a sus clientes. Shutterstock

De acuerdo con el relato de Helen Duncan a la madre de uno de los tripulantes del acorazado “Barham”, fue el fantasma de su propio hijo quien le reveló el hundimiento del buque, torpedeado por un submarino alemán.

El espíritu del marinero se había materializado ante ella durante la sesión de espiritismo, guiado por “El Tío Albert”, y le había relatado los hechos. Que el fantasma del marinero llevara una gorra con la inscripción “Barham” le daba más credibilidad al relato ante los ojos de la madre desesperada, pero en realidad revelaba una desrolijidad en el montaje de Duncan: las gorras de los marinos británicos no llevaban inscripto en nombre del barco que tripulaban.

De todos modos –más allá de las inexactitudes– Helen Duncan había “descubierto” el hundimiento del acorazado, ocurrido apenas cinco días antes, cuando todavía era un secreto militar.

Si en esa oportunidad, la inteligencia británica no detuvo a la médium por el delito de “espionaje” sino que se limitó a mantenerla bajo vigilancia, fue porque en realidad la farsa del marinero fantasma de Duncan ponía al descubierto sus propias fallas de seguridad.

La información sobre el hundimiento del “Barham” no era un total secreto: había militares que la conocían y entre ellos había clientes de Duncan. A alguien se le había soltado la lengua y la falsa médium había aprovechado la ocasión.

El almirantazgo pretendía ocultar el hundimiento durante dos meses, pero la noticia de la revelación de Duncan a la madre del marinero –que corrió como reguero de pólvora– aceleró las cosas. El 6 de enero de 1942 el gobierno hizo el anuncio oficial. No le quedaba otro remedio: The Times ya había chequeado y publicado la información.

Antes del “Día D”


Retrato de Helen Duncan alrededor de 1940, cuando una revelación sobre el hundimiento de un buque de guerra inglés la puso bajo la lupa de la inteligencia británica. Shutterstock
Retrato de Helen Duncan alrededor de 1940, cuando una revelación sobre el hundimiento de un buque de guerra inglés la puso bajo la lupa de la inteligencia británica. Shutterstock
Pese a saber que Duncan no era una espía alemana sino que la filtración de la información se debía a fallas de la propia marina británica, el MI5 siguió vigilando las actividades de la médium y su marido. Entre los clientes de Duncan había militares que, como en el caso del hundimiento del “HMS Barham”, podían irse de boca.

En enero de 1944, cuando se preparaba en el más riguroso de los secretos el desembarco de Normandía –que finalmente se concretó el 6 de junio-, los servicios de inteligencia británicos decidieron sacar a Duncan de circulación, simplemente por las dudas. No podían darse el lujo de dejar cualquier cabo suelto para la filtración de la operación aliada más importante de la guerra.

Dos altos militares, los tenientes generales Worth y Fowler, y dos policías –todos ellos encubiertos– pactaron con Duncan una sesión de espiritismo para el 19 de enero en Portsmouth. Worth se presentó diciendo que tenía una hermana y una tía muertas y que quería comunicarse con ellas. Cuando Duncan le dijo que había logrado contactar al fantasma de una de ellas, los policías se identificaron y la detuvieron de inmediato: Worth no tenía tías y su única hermana estaba viva.

El objetivo estaba cumplido: sacar a Duncan de circulación por unos meses.

La última “bruja” británica

En un primer momento, las autoridades pensaron en acusar a Helen Duncan de los mismos delitos por los que había sido condenada en 1934, relacionados con el fraude y la vagancia, pero con eso no alcanzaba para el objetivo que se habían fijado: meterla en la cárcel. Con esas acusaciones podría librarse con una multa y una condena de prisión en suspenso.

Resolvieron entonces desempolvar la vieja Ley de Brujería, que databa de 1735 y nunca había sido derogada. Duncan debió esperar el juicio en la cárcel.

El proceso se desarrolló entre el 23 de marzo y el 3 de abril en el Tribunal Penal Central de Londres y Duncan fue condenada a 9 meses de prisión en la cárcel londinense de Holloway.

El caso tuvo una enorme repercusión en los medios de comunicación, que cuestionaban la aplicación de una ley obsoleta para enjuiciar a una simple impostora, más aún en tiempos de guerra, cuando la sociedad británica estaba entregando, día tras día, sangre, sudor y lágrimas.

La indignación de Churchill

Carta del primer ministro Winston Churchill al ministro del Interior, Herberto Morrison, quejándose por la aplicación de la Ley de Brujería en pleno siglo XX
Carta del primer ministro Winston Churchill al ministro del Interior, Herberto Morrison, quejándose por la aplicación de la Ley de Brujería en pleno siglo XX
Atento a los medios de prensa y el estado de ánimo de la sociedad, el primer ministro británico, Winston Churchill, se sumó a las críticas sobre el proceso. No por no saber su verdadero objetivo, sino por no desgastar la imagen del gobierno comprometido en el esfuerzo de la guerra.

Después del veredicto, Churchill le envió –y al mismo tiempo hizo pública– una durísima carta a su propio ministro del Interior, Herberto Morrison, que terminó pagando los platos rotos. El texto decía:

“Envíeme un informe sobre las razones por las que la ley de Brujería de 1735 ha sido utilizada en un tribunal de justicia moderno. Cuál fue el costo de este juicio para el Estado, teniendo en cuenta que los testigos fueron traídos desde Portsmouth y se les ha mantenido aquí, en este Londres abarrotado, durante una quincena, y el juez ha estado ocupándose de toda esta tontería obsoleta, en detrimento de otros trabajos necesarios en los tribunales”.

De vuelta a las andadas


Duncan emitiendo ectoplasma. Sólo cumplió seis meses de cárcel por sus engaños. Shutterstock
Duncan emitiendo "ectoplasma". Sólo cumplió seis meses de cárcel por sus engaños. Shutterstock

Helen Duncan cumplió apenas seis meses de los nueve que estipulaba la condena. Fue liberada el 22 de septiembre de 1944. El desembarco en Normandía había sido un éxito y el final de la guerra parecía cercano. Ella ya no importaba.

Regresó a Portsmouth donde retomó sus actividades como médium. Paradójicamente, su imagen se había acrecentado gracias a la publicidad lograda con el juicio. Después de todo, la habían condenado por “bruja”, lo que confirmaba –incluso desde el punto de vista legal– los poderes que decía tener.

Murió el 6 de diciembre de 1956, a los 60 años. Quedará en la historia como la última “bruja” condenada a la cárcel en Gran Bretaña.

La Ley de Brujería de 1735 fue abolida en 1951 por iniciativa de Winston Churchill.

 
Novichok: mil perros muertos y la historia del gas nervioso para envenenar al principal crítico de Putin
Alexei Navalny permanece en coma en un hospital de Berlín. El arma química con la que lo atacaron fue fabricada en un oscuro laboratorio de Uzbekistán donde la probaban en animales.

Por Gustavo Sierra
6 de Septiembre de 2020
Especial para Infobae America


Vladimir Putin (Ilustración: William Ferreira - Infobae)
Vladimir Putin (Ilustración: William Ferreira - Infobae)

Cuando los médicos del prestigioso hospital Charité de Berlín llamaron de urgencia a los expertos en armas químicas del ejército alemán, ya no había ninguna duda de que el disidente ruso Alexei Navalny, arribado en coma unas horas antes desde Moscú, había sido atacado con un agente nervioso de uso bélico. Dos días más tarde lo confirmó la canciller Angela Merkel. “Herr Navalny fue víctima de un crimen. Y esto plantea muy serios interrogantes que sólo el gobierno ruso puede y debe contestar”, dijo la canciller. Habían usado el temible Novichok, un poderoso químico desarrollado por científicos de la ex unión soviética en caso de un ataque por parte de las fuerzas occidentales de la OTAN. Se suponía que todo el arsenal de armas químicas soviéticas había sido destruido. Así, por lo menos, lo confirmó el presidente Vladimir Putin en 2017. Pero el Novichok sigue circulando y está en manos de los servicios secretos rusos y grupos mafiosos. Se usó en marzo de 2018 para envenenar al ex agente militar de la GRU, Sergei Skripal, y a su hija, en Gran Bretaña. También en la “eliminación” de un ex jefe de la guerrilla chechena el año pasado y en otros incidentes dentro y fuera de Rusia. Desde el medioevo, muchas de las intrigas políticas de Moscú son resueltas con alguna pócima letal.

“No recibimos ninguna información oficial por parte del gobierno alemán”, fue la respuesta de Dmitri Peskov, el portavoz presidencial del Kremlin. Y reafirmó que los médicos rusos que atendieron a Navalny no encontraron ningún rastro de químicos en su cuerpo y que “el inconveniente que tuvo fue producto de un aumento glucémico en la sangre”. Navalny, el crítico más persistente de Putin, cayó enfermo el 20 de agosto en un vuelo de regreso a Moscú, después de pasar varios días reuniéndose con candidatos de la oposición en Novosibirsk, la ciudad más grande de Siberia. Había estado promoviendo una estrategia para enfrentar al dominante partido oficialista Rusia Unida antes de las elecciones municipales nacionales del 13 de septiembre. Su avión realizó un aterrizaje de emergencia en Omsk, otra ciudad siberiana, donde fue hospitalizado por primera vez. Dos días más tarde fue trasladado en avión a Berlín.


El hecho ocurrió en momentos en que el gobierno está acosado por enormes e inéditas protestas en ciudades como Khabarovsk, en lo que se denomina el Lejano Este ruso, y por el movimiento prodemocrático contra el dictador Lukashenko de Bielorrusia. “En un país gobernado por el miedo hay que enviar señales a la población sobre lo que es aceptable y lo que no”, dijo al New York Times, John Sipher, un ex agente de la CIA que fue jefe de la oficina de inteligencia en Moscú. “Quieren dejar claro a la gente que si te metes con el zar, te van a matar”.

Alexei Navalny durante la marcha por el quinto aniversario del asesinato del opositor Boris Nemtsov, en Moscú, el 29 e febrero de 2020. REUTERS
Alexei Navalny durante la marcha por el quinto aniversario del asesinato del opositor Boris Nemtsov, en Moscú, el 29 e febrero de 2020. REUTERS

Cuando ocurrió el ataque contra el ex agente Sergei Skripal en Salisbury, el asesor de Seguridad Nacional británico, Mark Sedwill, informó al secretario general de la OTAN que el gas nervioso Novichok, una cepa a la que en Rusia se denomina como Foliant, fue desarrollado en el Instituto Estatal de Química Orgánica y Tecnología de Shikhany, una pequeña ciudad a orillas del río Volga, en el sur de Rusia. En el informe, se aclara que “durante la década de 2000, Rusia creó una unidad especial para desarrollar armas químicas con el fin de usarlas como herramientas en ataques patrocinados por el Estado y para entrenar al personal de las unidades especiales en el uso de estas armas”.

Y agrega que “este programa incluyó posteriormente la investigación de las formas de entrega de los agentes nerviosos, incluyendo la aplicación en las manijas de las puertas como ocurrió en el caso Skripal. En la última década, Rusia produjo y almacenó pequeñas cantidades de Novichoks bajo el mismo programa”.

El veneno causa espasmos musculares que pueden detener el corazón, acumulación de líquido en los pulmones que también puede ser mortal, y daño a otros órganos y células nerviosas. En el primer momento, los síntomas no son muy diferentes a los de un ataque al corazón. El veneno se desarrolla en polvo o en una masa firme de un aspecto similar a la masilla. Rusia produjo varias versiones de Novichok aunque no se conocen las diferencias entre unos y otros. Después de la desintegración de la Unión Soviética a principios de los 90, los científicos que habían trabajado en el programa de armas químicas y que fueron contratados por laboratorios de Estados Unidos, fueron los primeros que hablaron públicamente de un agente nervioso llamado Novichok, que en ruso significa “tipo nuevo”. Uno de estos científicos que fue expuesto accidentalmente al químico en 1987, sufriendo daños permanentes y finalmente fatales en los músculos y órganos, contó su historia a un periódico ruso poco antes de morir en 1992.


El Novichok pertenece a una clase de compuestos llamados inhibidores de la colinesterasa, que se utilizan en una amplia gama de medicamentos así como en venenos. Atacan el flujo y reflujo normal de los neurotransmisores, sustancias químicas del cuerpo que las células nerviosas utilizan para regular las funciones esenciales. La intoxicación por este agente nervioso puede combatirse con los antídotos atropina y oxima, pero incluso si el tratamiento tiene éxito las víctimas sufren daños permanentes. El primer informe del uso de este veneno en el terreno es de 1995, cuando un empresario ruso y su secretaria fueron asesinados. Los funcionarios dijeron entonces que habían sido envenenados con cadmio, un metal pesado, pero los medios de comunicación rusos publicaron que se trataba de Novichok. En 1999, Estados Unidos llegó a un acuerdo para ayudar a Uzbekistán a desmantelar un antiguo laboratorio soviético de armas químicas que había producido el Novichok. Después de eso, casi no hubo mención del veneno en forma pública durante 19 años, hasta hace dos años cuando el ex agente ruso y su hija fueron encontrados casi muertos en un parque de Salisbury.

Navalny, al ser ingresado al Hospital Charite de Berlin, donde se confirmó que había sido envenendado con Novichok. (AFP)
Navalny, al ser ingresado al Hospital Charite de Berlin, donde se confirmó que había sido envenendado con Novichok. (AFP)

En los años setenta se llegó a un acuerdo entre Washington y Moscú para detener la producción de agentes nerviosos con objetivos bélicos, los soviéticos continuaron trabajando en lo que se denomina la “cuarta generación” de este tipo de armas químicas que se desarrollaron después del sarín y el VX. La novedad que trajo el Novichok es que no era detectado por los sensores que usaban las tropas de la OTAN. De acuerdo a un informe de inteligencia europea, un científico que trabajaba en el laboratorio desarrollando el agente nervioso inhaló accidentalmente vapores mientras llenaba una jeringa, y se desplomó. Aunque se le inyectó el antídoto y finalmente despertó, sufrió depresión y epilepsia y murió cinco años después. Vil Mirzayanov, otro científico que ayudó a desarrollar el veneno, dijo en una entrevista con la cadena de televisión Sky News que “los antídotos existen, pero ¿qué significa antídoto? Salvan a una persona que estuvo expuesta a este gas, pero temporalmente, porque será un inválido y morirá poco después”.


Andrew Weber, ex subsecretario de Defensa para Programas de Defensa Nuclear, Química y Biológica de Estados Unidos, durante una investigación a principios de la década de 2000 estuvo en una instalación secreta y abandonada de investigación soviética en Nukus, Uzbekistán. El gobierno de ese país había pedido a Estados Unidos que ayudara a destruirla. De acuerdo al relato que Weber hizo al New York Times, al llegar al sótano se encontró con decenas de bozales y correas para sujetar animales. Un ex empleado del lugar le dijo que se utilizaban para inmovilizar a los perros mientras se los exponía a los agentes de Novichok. Dijo que cada prueba involucraba de 50 a 100 perros por vez, y que al menos 1.000 perros habían sido asesinados en ese lugar por efectos del gas nervioso.

En Moscú se habla de que el Novichok, también es utilizado por la mafia rusa, que logró acopiar una gran cantidad del veneno, para eliminar a sus enemigos. Navalny era uno de ellos. Había realizado innumerables denuncias de los negocios sucios entre los “oligarcas” y los funcionarios del Kremlin. Creen que el Novichok, que permanece de alguna manera guardado en los sótanos de los servicios de inteligencia rusos, pudo haber haber tenido uno de los habituales “descuidos” de seguridad por el que el gas nervioso llegó a las manos de los sicarios de la mafia rusa. Todo muy conveniente para sacarse de encima tanto a enemigos de otras organizaciones criminales como a molestos disidentes políticos.

 
Valentin, más de 400 metros de búnker para submarinos de la Alemania Nazi

Valentin, más de 400 metros de búnker para submarinos de la Alemania Nazi



U-Boot-Bunker Valentin es el nombre que recibía una gigantesca construcción de más de 400 metros de largo. Se trataba de un refugio que se construyó en Bremen, Alemania, entre 1943 y 1945 con el objetivo de utilizarse para el montaje final de submarinos Tipo XXI, avanzadas máquinas de guerra que participaron en la Segunda Guerra Mundial.

Pese a su espectacularidad, el refugio no llegó a terminarse antes del final de la guerra, por lo que no pudo cumplir su propósito. No obstante, su estado de conservación es excelente, e incluso se pueden visitar sus alrededores.

El espectacular búnker para submarinos alemanes

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Monumento a los fallecidos durante la construcción del gigantesco búnker. Imagen Wikipedia

Tras los bombardeos de la Real Fuerza Aérea (RAF) y las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos la producción de submarinos alemanes se vio reducida. Con el objetivo de utilizarlo para el montaje final de los Tipo XXI, se empezó a construir el bunker Valentín entre el verano de 1943 y la primavera de 1945. Es considerado actualmente como el segundo búnker más grande de Europa, por detrás del complejo de búnkeres de Lorient (Francia).

Valentín es el segundo búnker más grande en Europa. Cuenta con más de 400 metros de largo, más de 20 metros de alto y paredes de unos 4,5 metros de grosor.

Su estructura de hormigón cuenta con más de 400 metros de largo, cerca de 100 metros de anchura máxima y paredes de más de 4 metros de espesor. Se trata de uno de los proyectos militares más grandes de la Alemania nazi, pese a que no llegó a terminarse. La Organización Todt, un grupo de ingeniería alemana dirigido por Firtz Tod (alto rango de la Alemania Nazi) fue la encargada de planear y supervisar la construcción del búnker.

Según datos de National Geographic, se forzó a más de 10.000 personas a trabajar para construirlo, y cerca de 2.000 de ellos fallecieron en el proceso. Estos trabajadores vivían en campos dentro de un radio cercano al búnker. De hecho, junto al búnker, encontramos un monumento conmemorativo a los que participaron en la construcción.


Bunker Valentin


Dentro del búnker había 13 estaciones de montaje, cada una pensada para encargarse de una parte de dicho montaje. El objetivo principal era que el búnker iniciara la producción de submarinos a finales de 1944, aunque jamás se montó un solo submarino en su interior.

La fuerza aérea británica bombardeó este búnker para submarinos el 27 de marzo de 1945, siendo capaz de traspasar el hormigón armado y destruyendo una sección inacabada del búnker. Tras esto se paró la construcción del mismo. Pese a esto, la estructura logró resistir bien, aunque acabó quedando abandonada por los alemanes para ser posteriormente usada por los Aliados para probar la eficacia de las bombas de penetración sobre objetivos altamente protegidos. Desde los años 60 y hasta el 2010, tras fracasar los planes de demolición, el búnker fue utilizado por la marina de guerra de Alemania como un depósito de almacenamiento.

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A partir de 2011, U-Boot-Bunker se convirtió en Denkort Bunker Valentin, una atracción turística en la que, en un paseo de kilómetro y medio podemos conocer la historia del mismo.
Imagen | Wikipedia

 
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