Historias y anécdotas que os hayan pasado en una iglesia.

Ostras, pues menuda situación. Los pollos en la iglesia son situaciones como muy violentas, para asistentes y para los curas ni te cuento.


Yo presencié una vez una pelea, en los primeros bancos además, y ya no sabía ni dónde meterme de la vergüenz ajena que daba el espectáculo que estaba dando una, y de lo violento de la situación .
Donde vivo la vergüenza es algo que no se tiene. Los clanes familiares son la repera y la vehemencia a la hora de defender su verdad es algo que está más que aceptado entre ellos. Respecto a los curas, aquí tuvimos uno que tuvo un hijo con la que le limpiaba la casa del cura. Cuando el rumor se hizo bola se fue a otra parroquia.
 
Cuando era jovencita, pertenecía a una asociacion parroquial, la Legión de María, a la que mis padres casi me obligaban a ir. Hacíamos unas labores de :apostolado" como ir a dar clase a niños y adultos en poblados de chabolas, visitar a enfermos en sus casas, hacer funciones de teatro y canciones en residencias de ancianos,... Había una secretaria que era la que nos distribuía las tareas y el párroco que velaba para que no nos "descarriásemos".
El caso es que al cabo de un tiempo se desataron las furias del Averno pues la secretaria se lio con el párroco.
Mis padres no volvieron a insistirme/obligarme para que fuese a las reuniones de la dichosa Legión.
 
Recuerdo que, en una de las misas de mi parroquia, siendo niña, me decidí a pasar el cestillo durante el ofertorio. En mi parroquia, los niños se subían a los reclinatorios para pasar el cestillos entre los bancos. Así que, íbamos con el cestillo lleno de monedas haciebdo equilibrios sobre el tablón del ancho de un pie.

Como era de esperar, cuando sólo me faltaban unos cuatro bancos para terminar, con el cestillo lleno de monedas, trastabillé sobre el reclinatorio y salí volando, derramando todas las monedas, enseñando las bragas (iba con vestido) y metiendo un ruido de mil demonios. Como es normal, a la vergúenza de la caída, se unió la vergüenza por el revuelo que se armó en medio de la misa: las señoras de los bancos levantándose a ver si me había hecho daño, ayudándome a recoger las decenas de monedas que se habían desparramado, los feligreses mirando para ver la causa de tanto ruido y el cura que no sabía lo que había pasado. Intenté levantarme con toda la dignidad posible y volver a mi sitio rapidamente.

Otro día contaré la historia de cómo perseguí a mi hijo pequeño por el presbiterio mientras el sacerdote celebraba la misa.
 
Recuerdo que, en una de las misas de mi parroquia, siendo niña, me decidí a pasar el cestillo durante el ofertorio. En mi parroquia, los niños se subían a los reclinatorios para pasar el cestillos entre los bancos. Así que, íbamos con el cestillo lleno de monedas haciebdo equilibrios sobre el tablón del ancho de un pie.

Como era de esperar, cuando sólo me faltaban unos cuatro bancos para terminar, con el cestillo lleno de monedas, trastabillé sobre el reclinatorio y salí volando, derramando todas las monedas, enseñando las bragas (iba con vestido) y metiendo un ruido de mil demonios. Como es normal, a la vergúenza de la caída, se unió la vergüenza por el revuelo que se armó en medio de la misa: las señoras de los bancos levantándose a ver si me había hecho daño, ayudándome a recoger las decenas de monedas que se habían desparramado, los feligreses mirando para ver la causa de tanto ruido y el cura que no sabía lo que había pasado. Intenté levantarme con toda la dignidad posible y volver a mi sitio rapidamente.

Otro día contaré la historia de cómo perseguí a mi hijo pequeño por el presbiterio mientras el sacerdote celebraba la misa.


Vaya faena, encima siendo niña es que te mueres de la vergüenza. Lo primero que piensas es que te va a caer una buena bronca, y eso que la culpa no es tuya por caerte.
Cuenta cuando tuviste que perseguir a tu hijo por el presbiterio.
 
Bueno, pues actualicemos.


La beata más famosa, cotilla y cansina de mi zona, conocida por estar en todo y a todo (y para todos), ahora quiere montar una hermandad. Me parece maravilloso, pero no me persigas para proponérmelo, Eusebia, porque ahora te haya dado la última deriva mística.
Traducido: quiere mangonear a todo un núcleo de la población a través de una hermandad, no descansa, montar una hermandad es la última ida de olla para gobernarlos a todos.


Nunca he sabido donde vive Eusebia, se que debe vivir cerca de mi casa, aunque Eusebia parece que está empadronada en un sitio: la parroquia. Da igual a qué hora vayas, que día y en qué momento: la verás allí, día y noche, llueva o truene. Se supone que lleva un comercio como oficio, pero nunca está allí, espero que tenga empleados porque ella trabajar, no trabaja, o sí: trabaja para el Señor.
Eusebia está segura de que el Señor le pide hacer misiones, y te lo dice con dos coj*nes. El caso es que no es la típica beata de estas viejas, si la tía tendrá como 58/60 aprox, y encima parece algo más joven por aspecto, pero es la peor de todas las beatas.
Ella está en dos hermandades, más aparte se mete al coro de vez en cuando, participa en saraos de una iglesia de otra ciudad, y se mete de coordinadora de cualquier actividad; no se sabe cuando Eusebia come, trabaja o tiene ocio. La he visto darse cuenta de haber un grupo de gente haciendo lo que sea, hasta tomarse fotos en el altar tras la misa, y Eusebia se coloca, os lo prometo, en ese grupo de gente para estar en la foto. Como os lo estoy contando.
Te la encuentras en todas partes, hasta en cierta festividad de guardar, a la que asistí a una iglesia de cómo a más de 40 kilómetros de mi zona, allí estaba Eusebia que cuando vino a saludarme casi me da algo. Mira yo es que no puedo, como pude encontrarmela en aquel sitio.

¿Que es lo peor de Eusebia si parece alguien inofensivo? Que te quiere meter en todos los fregados en los que está ella, cual captadora de una secta. Eusebia es peligrosísima, como te pares a saludarla LA HAS CAGADO, ya te querrá pringar en el grupo de oración o el retiro espiritual y en la catequesis de algo. Tu le dices "tengo que trabajar" y hasta se queja, y alucina claro, no como ella, que trabaja para el Señor.
Tiene particular fijación por la gente joven, por captar a la gente joven más bien, así que lo más prudente es huir sin mirar atrás, es tan babosa y cansina que yo llegué a pensar que Eusebia es lesbiana y quería hacer cosas depravadas conmigo, cual sodomita y gomorrita, e ahí su ansia por atraparme.
Yo llegué a un momento en el cual no podía más, mujer blanca soltera y católica busca...
Ha llegado a fijarse en mis movimientos a niveles de puro acoso, me ha estado acechando cosa mala, y la he visto con malas intenciones de mangoneo, mentiras y manipulaciones.

Ella dice que el Señor la envía a hacer cosas, que el Señor guía sus pasos. Eusebia me temo que el Señor está hasta los mismos de ti, basta ya Eusebia, el Señor piensa que Eusebia es gilipollas.

A Eusebia la podréis encontrar repartiendo flyers de lo que sea que tenga lugar en la parroquia, cual comercial de Tecnocasa, como si fuera testiga de Jehová o de esos del amanecer del último día.

Eusebia tiene muy bien montado el personaje de beata super comprometida de la parroquia, a la que le falta decir "menos mal que hay gente como yo que participamos...", Pero se guarda muy bien sus verdaderas intenciones: que ese rollo que se trae es una forma de tener controlada a la gente y así puede cotillear de todo y todos, mientras adquiere ese rol de "influyente", soltera que no ha tenido nunca pareja ni tiene hijos, ni amigos, y parece que no le ha quedado más remedio que andar en esa vida, casi resignada, y como ella misma se da cuenta de que se desborda con tanto compromiso (porque ella quiere, por su afán de estar en todo, por huele y cotilla), va buscando al acecho cual captadora de una secta a nuevas víctimas. Eso le pasa por meterse en fregados para buscar aprobación, y para ser alguien, aparte de para controlar a los demás.

Persigue a la gente, cotillea, quiere saber los pasos de todo el mundo, con ese personaje de beatilla, y le preguntas y suelta "aquí haciendo un poquito de misión". "Es que el Señor me lleva donde yo tengo que estar para hacer misión".
Eusebia, estas en un corrillo de paisanas con Asun, Petri y la tal Rosario, estáis hablando de vuestras movidas y cotilleando, que coxx vas a estar tú de "misión".

Bien, pues ahora ha sentido la llamada del Señor y quiere hacer una hermandad...y estoy en su lista de víctimas a las que secuestrar. "Porque es que el Cristo necesita esa hermandad". Ella está en dos hermandades pero siente que ese Cristo en particular necesita su hermandad personalizada.
Estoy escuchando al Cristo decir "Eusebia déjame en paz, Padre perdónala porque esta loca no sabe lo que hace".


Acepto consejos y tips para deshacernos de Eusebia. No soy la única víctima, ojo, aquí estamos todo un grupo de gente deseando quitárnosla de encima.
Por Jesucristo, os lo pido, es desesperante.
 
Bueno, pues actualicemos.


La beata más famosa, cotilla y cansina de mi zona, conocida por estar en todo y a todo (y para todos), ahora quiere montar una hermandad. Me parece maravilloso, pero no me persigas para proponérmelo, Eusebia, porque ahora te haya dado la última deriva mística.
Traducido: quiere mangonear a todo un núcleo de la población a través de una hermandad, no descansa, montar una hermandad es la última ida de olla para gobernarlos a todos.


Nunca he sabido donde vive Eusebia, se que debe vivir cerca de mi casa, aunque Eusebia parece que está empadronada en un sitio: la parroquia. Da igual a qué hora vayas, que día y en qué momento: la verás allí, día y noche, llueva o truene. Se supone que lleva un comercio como oficio, pero nunca está allí, espero que tenga empleados porque ella trabajar, no trabaja, o sí: trabaja para el Señor.
Eusebia está segura de que el Señor le pide hacer misiones, y te lo dice con dos coj*nes. El caso es que no es la típica beata de estas viejas, si la tía tendrá como 58/60 aprox, y encima parece algo más joven por aspecto, pero es la peor de todas las beatas.
Ella está en dos hermandades, más aparte se mete al coro de vez en cuando, participa en saraos de una iglesia de otra ciudad, y se mete de coordinadora de cualquier actividad; no se sabe cuando Eusebia come, trabaja o tiene ocio. La he visto darse cuenta de haber un grupo de gente haciendo lo que sea, hasta tomarse fotos en el altar tras la misa, y Eusebia se coloca, os lo prometo, en ese grupo de gente para estar en la foto. Como os lo estoy contando.
Te la encuentras en todas partes, hasta en cierta festividad de guardar, a la que asistí a una iglesia de cómo a más de 40 kilómetros de mi zona, allí estaba Eusebia que cuando vino a saludarme casi me da algo. Mira yo es que no puedo, como pude encontrarmela en aquel sitio.

¿Que es lo peor de Eusebia si parece alguien inofensivo? Que te quiere meter en todos los fregados en los que está ella, cual captadora de una secta. Eusebia es peligrosísima, como te pares a saludarla LA HAS CAGADO, ya te querrá pringar en el grupo de oración o el retiro espiritual y en la catequesis de algo. Tu le dices "tengo que trabajar" y hasta se queja, y alucina claro, no como ella, que trabaja para el Señor.
Tiene particular fijación por la gente joven, por captar a la gente joven más bien, así que lo más prudente es huir sin mirar atrás, es tan babosa y cansina que yo llegué a pensar que Eusebia es lesbiana y quería hacer cosas depravadas conmigo, cual sodomita y gomorrita, e ahí su ansia por atraparme.
Yo llegué a un momento en el cual no podía más, mujer blanca soltera y católica busca...
Ha llegado a fijarse en mis movimientos a niveles de puro acoso, me ha estado acechando cosa mala, y la he visto con malas intenciones de mangoneo, mentiras y manipulaciones.

Ella dice que el Señor la envía a hacer cosas, que el Señor guía sus pasos. Eusebia me temo que el Señor está hasta los mismos de ti, basta ya Eusebia, el Señor piensa que Eusebia es gilipollas.

A Eusebia la podréis encontrar repartiendo flyers de lo que sea que tenga lugar en la parroquia, cual comercial de Tecnocasa, como si fuera testiga de Jehová o de esos del amanecer del último día.

Eusebia tiene muy bien montado el personaje de beata super comprometida de la parroquia, a la que le falta decir "menos mal que hay gente como yo que participamos...", Pero se guarda muy bien sus verdaderas intenciones: que ese rollo que se trae es una forma de tener controlada a la gente y así puede cotillear de todo y todos, mientras adquiere ese rol de "influyente", soltera que no ha tenido nunca pareja ni tiene hijos, ni amigos, y parece que no le ha quedado más remedio que andar en esa vida, casi resignada, y como ella misma se da cuenta de que se desborda con tanto compromiso (porque ella quiere, por su afán de estar en todo, por huele y cotilla), va buscando al acecho cual captadora de una secta a nuevas víctimas. Eso le pasa por meterse en fregados para buscar aprobación, y para ser alguien, aparte de para controlar a los demás.

Persigue a la gente, cotillea, quiere saber los pasos de todo el mundo, con ese personaje de beatilla, y le preguntas y suelta "aquí haciendo un poquito de misión". "Es que el Señor me lleva donde yo tengo que estar para hacer misión".
Eusebia, estas en un corrillo de paisanas con Asun, Petri y la tal Rosario, estáis hablando de vuestras movidas y cotilleando, que coxx vas a estar tú de "misión".

Bien, pues ahora ha sentido la llamada del Señor y quiere hacer una hermandad...y estoy en su lista de víctimas a las que secuestrar. "Porque es que el Cristo necesita esa hermandad". Ella está en dos hermandades pero siente que ese Cristo en particular necesita su hermandad personalizada.
Estoy escuchando al Cristo decir "Eusebia déjame en paz, Padre perdónala porque esta loca no sabe lo que hace".


Acepto consejos y tips para deshacernos de Eusebia. No soy la única víctima, ojo, aquí estamos todo un grupo de gente deseando quitárnosla de encima.
Por Jesucristo, os lo pido, es desesperante.
Intenta averiguar a qué grupo, movimiento, parroquia, párroco, orden religiosa, hermandad o cofradía le tiene manía y háblale sólo de eso cada vez que se te acerque. No hay nada que soporte menos una beata que el que alguien no sea católica a su manera exacta.
 
Siguiendo con mis momebtos vergonzosos, contaré mi paseo por el presbiterio en medio de una misa.

Primero, os pongo un poco en contexto. Tras casarme con mi marido, nos mudamos a sus ciudad y, aunque vivíamos en un barrio distinto del de su parroquia de siempre, seguimos yendo a misa allí porque iba su madre y conocíamos al párroco y demás. Además, es una iglesia que está en un barrio envejecido, por lo que bajábamos la media de edad como 30 años. Todo iba bien hasta que empezamos a tener hijos y pasamos de ser lo hijos esos tan majos de la señora X para ser los que traíamos a los niños a hacer ruido en misa.

Según fueron creciendo los niños, empezamos a escondernos más en las naves laterales para que los niños "molestaran" menos y llamaran menos la atención durante la misa. Nuestro lugar habitual era la nave lateral izquierda, justo frente al sagrario, quedando el presbiterio con el altar en la nave central y la nave derecha con la capilla de la Virgen.

Pues bien, como otros domingos, fuimos a misa a la parroquia de mi suegra, nos colocamos frente al sagrario y empezó la misa. Mi hijo pequeño, de unos dos años, empezó a moverse y a caminar alrededor del banco sin armar escándalo. Como estaba tranquilo y no alborotaba, le dejamos que siguiera un poco a su aire, con tan mala suerte que aprovechó que nos distrajimos en el Credo y empezó a ir hacia en sagrario, le vi que subía las escaleras e intenté llamarlo para que viniera con nosotros.

Como era de esperar, él me ignoró y, en cuanto vio que salía del banco para traerlo de vuelta, salió corriendo, subió las escaleras de la capilla del sagrario a todo correr y, estuve a punto de cazarlo en el último escalón, pero se me escapó al hacer la genuflexión. Tras salvar las escaleras, cruzó el vano que unía la capilla del sagrario con el presbiterio, donde el sacerdote estaba en el ofertorio. Llegados a este punto, yo tenía dos opciones: o dejar al niño suelto con al esperanza de que volviera por su cuenta una vez que viera que no lo seguía, o salir tras él por si mi hijo, en vez de volver al banco, decidía seguir moneando por detrás del cura con los ojos de todos los feligreses clavados en él.

Conociendo a mi hijo, no me quedó otra que salir detrás de él mientras el sacerdote seguía con el ofertorio. Si, hasta ese momento no se había percatado de lo que ocurría a su espalda, el taconeo de mis zapatos corriendo tras mi hijo, alertó al cura, que no pudo hacer otra cosa que ver como mi hijo se escapaba hacia la capilla de la Virgen y yo iba detrás de él corriendo de la manera más discreta posible. Finalmente, lo cacé en la capilla de la Virgen y me escabullí lo mejor que pude hacia mi banco. Después de esa misa, decidimos empezar a ir a misa a la parroquia de nuestro barrio y estuvimos una temporada sin volver, especialmente, yo.

Si contase todas las anécdotas con mis hijos, este hilo tendría miles de páginas.
 
Intenta averiguar a qué grupo, movimiento, parroquia, párroco, orden religiosa, hermandad o cofradía le tiene manía y háblale sólo de eso cada vez que se te acerque. No hay nada que soporte menos una beata que el que alguien no sea católica a su manera exacta.


Oye muchas gracias. Ahora me toca ir de CSI católico por ahí, y liarla, por la la gracia de Dios.

¿Se pondrá furiosa si le hablo de otros que le caen mal?.

De verdad, la tía es muy cansina.
 
Hace muchos muchos años, en un pueblo pequeño, de Castilla.

Se acerca el día del patrón, 29 de junio, San Pedro. Ya están preparando la imagen, que recorrerá las calles del pueblo, tras la misa. La van a colocar sobre unas andas, pequeña estructura de madera muy modesta, con unos salientes que facilitan a los mozos llevar a hombros la figura. (esto no es Sevilla, con sus pasos majestuosos de Semana Santa, ni de lejos). El pequeño grupo de lugareños se afana en arreglar convenientemente al santo, con sus ropas, sus adornos…

Un descuido y ¡Qué mala suerte! La imagen va al suelo, y se rompe de tal forma que hace imposible arreglarla a tiempo para el día de la procesión.

¿Y qué hacemos? 😱 Se preguntan consternados. ¡Dios mío! ¿Qué hacemos ahora? No da tiempo a llevarla a que la arreglen. ¿Qué hacemos? 😱 en vísperas de la fiesta. ¿Y ahora que le decimos al cura? ¿Y a la gente?

- ¡Ya está! Mirad, el herrero se parece mucho a San Pedro. Que se ponga la túnica, le colocamos así, un poco el pelo, que se esté quieto y seguro que nadie se da cuenta.

- ¿Cómo vamos a hacer eso? Va a estar todo el mundo mirando…

- Qué siiií. Vamos a buscarlo y le preguntamos, y salimos del apuro. Ya después que se pase lo decimos a todos, que San Pedro se ha roto.


Van a buscar al herrero y se lo proponen.
- ¿Cómo voy a hacer yo de San Pedro ?
- ¡Qué sí que es solo un rato…!
- No, no, que no quiero líos.
- ¡Qué es sólo ese tiempo, hombre, que no se van a dar cuenta…! ¡Es qué estropeamos la fiesta, si no!!

Total, que el herrero del pueblo acepta, y el día grande le ponen túnica y telas cruzadas, le peinan un poco imitando a la imagen que había, se sube a las andas, que ocupan su lugar de honor en la iglesia y empieza la misa solemne en honor del santo patrón.

La iglesia llena, feligreses que siguen con interés las palabras del cura. Mucha solemnidad, cánticos… el herrero devenido en San Pedro aguanta estoico, oraciones, plegarias y…. ¡El calor! Recordemos: 29 de junio, en Castilla.

Alguna devota miraba la imagen, y en voz bajita comentaba: !Qué San Pedro tan bien puesto! ¡Parece, parece…. hasta real!

¡Qué cosas tienes! Le contesta la vecina.

El cura comienza el sermón. Repaso de la vida del apóstol.

“piedra sobre la que Jesús nuestro Señor edificó su Iglesia”

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”

Sigue


El herrero, con los calores, cada vez más incómodo, pensado para sus adentros “ya podía terminar.. con el calor que hace. Y no me puedo mover”

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”

En esto que el herrero nota algo que sube por su pierna. No lleva pantalones, claro. Entre las viejas maderas, debajo suyo, hay un avispero, del que se ha escapado una avispa, ahora entre su pierna y la túnica.

“¡Me cachis en la mar…! ¡Cómo me pique…! No terminará de una vez, el cura este…! 😰

“¡Sí que está bien, el San Pedro de nuestro pueblo! ¡Qué expresión de la cara! 🤔 ¡Su sufrimiento! “ piensa la feligresa, mientras el cura, vuelta otra vez:

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”


Y el pobre herrero, sudando la gota gorda, entre el calor 🥵 la 🐝

El cura a lo suyo, el herrero al límite.

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señooorrr …!”


Y el herrero ya no puede más, con la avispa subiendo por su pierna, y el calor, y da un salto hasta el suelo gritando:


“¡¡¡¡¡…. y le negaré 100 veces, c.ño !!!!!!!!


gritos de sorpresa, caras de susto.. ¿Qué ha sido eso ? 😳😳😳 y algunos huyendo despavoridos


🤣🤣🤣

(Relato de mi abuelo, basado en hechos reales 😄)
 
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Hace muchos muchos años, en un pueblo pequeño, de Castilla.

Se acerca el día del patrón, 29 de junio, San Pedro. Ya están preparando la imagen, que recorrerá las calles del pueblo, tras la misa. La van a colocar sobre unas andas, pequeña estructura de madera muy modesta, con unos salientes que facilitan a los mozos llevar a hombros la figura. (esto no es Sevilla, con sus pasos majestuosos de Semana Santa, ni de lejos). El pequeño grupo de lugareños se afana en arreglar convenientemente al santo, con sus ropas, sus adornos…

Un descuido y ¡Qué mala suerte! La imagen va al suelo, y se rompe de tal forma que hace imposible arreglarla a tiempo para el día de la procesión.

¿Y qué hacemos? 😱 Se preguntan consternados. ¡Dios mío! ¿Qué hacemos ahora? No da tiempo a llevarla a que la arreglen. ¿Qué hacemos? 😱 en vísperas de la fiesta. ¿Y ahora que le decimos al cura? ¿Y a la gente?

- ¡Ya está! Mirad, el herrero se parece mucho a San Pedro. Que se ponga la túnica, le colocamos así, un poco el pelo, que se esté quieto y seguro que nadie se da cuenta.

- ¿Cómo vamos a hacer eso? Va a estar todo el mundo mirando…

- Qué siiií. Vamos a buscarlo y le preguntamos, y salimos del apuro. Ya después que se pase lo decimos a todos, que San Pedro se ha roto.


Van a buscar al herrero y se lo proponen.
- ¿Cómo voy a hacer yo de San Pedro ?
- ¡Qué sí que es solo un rato…!
- No, no, que no quiero líos.
- ¡Qué es sólo ese tiempo, hombre, que no se van a dar cuenta…! ¡Es qué estropeamos la fiesta, si no!!

Total, que el herrero del pueblo acepta, y el día grande le ponen túnica y telas cruzadas, le peinan un poco imitando a la imagen que había, se sube a las andas, que ocupan su lugar de honor en la iglesia y empieza la misa solemne en honor del santo patrón.

La iglesia llena, feligreses que siguen con interés las palabras del cura. Mucha solemnidad, cánticos… el herrero devenido en San Pedro aguanta estoico, oraciones, plegarias y…. ¡El calor! Recordemos: 29 de junio, en Castilla.

Alguna devota miraba la imagen, y en voz bajita comentaba: !Qué San Pedro tan bien puesto! ¡Parece, parece…. hasta real!

¡Qué cosas tienes! Le contesta la vecina.

El cura comienza el sermón. Repaso de la vida del apóstol.

“piedra sobre la que Jesús nuestro Señor edificó su Iglesia”

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”

Sigue


El herrero, con los calores, cada vez más incómodo, pensado para sus adentros “ya podía terminar.. con el calor que hace. Y no me puedo mover”

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”

En esto que el herrero nota algo que sube por su pierna. No lleva pantalones, claro. Entre las viejas maderas, debajo suyo, hay un avispero, del que se ha escapado una avispa, ahora entre su pierna y la túnica.

“¡Me cachis en la mar…! ¡Cómo me pique…! No terminará de una vez, el cura este…! 😰

“¡Sí que está bien, el San Pedro de nuestro pueblo! ¡Qué expresión de la cara! 🤔 ¡Su sufrimiento! “ piensa la feligresa, mientras el cura, vuelta otra vez:

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señor …!”


Y el pobre herrero, sudando la gota gorda, entre el calor 🥵 la 🐝

El cura a lo suyo, el herrero al límite.

“¡Ahí, ahí tenéis a San Pedro…. qué negó tres veces al Señooorrr …!”


Y el herrero ya no puede más, con la avispa subiendo por su pierna, y el calor, y da un salto hasta el suelo gritando:


“¡¡¡¡¡…. y le negaré 100 veces, c.ño !!!!!!!!


gritos de sorpresa, caras de susto.. ¿Qué ha sido eso ? 😳😳😳 y algunos huyendo despavoridos


🤣🤣🤣

(Relato de mi abuelo, basado en hechos reales 😄)

¡Qué risotada he soltado! Mil gracias, buenísimo. Más por favor!!
 

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