Historias de Sekso Cítrico

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Muerooo???? tuve un novio de la zona?????
 
Buenas tardes.

Este hilo requiere gestión en pequeñas "diócesis", jaaa.

Yo soy muy hetero y francamente, no tengo ningún interés en montarme nada con otra dama. Que me pierdo cosas... pues claro. Pero es que tampoco tengo ningún interés en hacer puenting , con todos los respetos a las personas que les mole mogollón y ya se que me pierdo chutes intensos de adrenalina, pero es que no me mola y prefiero hacer otras cosas. Es que la vida va mucho de eso precisamente, de elegir. :cool:
 
Yo después de parir pasé de tener unas reglas horrorosísimas y dolorosas de carallo a unas reglas muy muy llevaderas.
En mi caso, ver al padre con la niña en brazos, lo cariñosito que era, como se volcaba en ella, me ponía cachoooooooonda perdida, pero claro.... En principio por problemas de chasis y luego por ausencia de tiempo, fue aquello un desierto orgásmico que cuando fo.llábamos a mi sólo me faltaba ponerle una vela de agradecimiento a San Miguel Bendito, que es muy abogoso.
A mí eso me pone mucho también,no sé en que hilo lo dije y una prima me dijo que yo era bastante rara por sentir eso.
 
Ya he contado en otro hilo que soy recepcionista de hotel.Hace unos años subo a una planta buscando a una compañera,yo oía unos golpes,pom,pom,pom,siempre la misma cadencia,de pronto oigo a una mujer a grito pelao:
-Ojalá tuvieses otra po..... para metermela a la vez por el cu.......!!!!!
Ese grito provenía de una habitación,estaban celebrando el amor por supuesto,que descojone.
 
Cierto.
Una amiga mientras se lo estaba montando con el novio en la cocina se sentó sobre la encimera y cuando el fué a cogerla en brazos se resbaló y le clavó las paletas en el cráneo ??.
Yo buscaba historias de ese tipoy no creo que vayáis a defraudarme.
Esta es brutal jajajajajajajajaja
 
Yo soy funcionaria y mi sede laboral es de los lugares con menos atractivo para ese tipo de cosas. No obstante, ocurren de vez en vez., lo cual a mí me deja a cuadros porque escenario menos seductor y tal es difícil imaginar. Sobre todo los despachos, que son feos hasta decir basta.

En una ocasión, pilló a la pareja en plena faena, cuando ya todo el mundo se suponía que se había ido, una señora de la limpieza, de las de doble nacionalidad y procedencia andina, que metió un grito del susto que se llevó al entrar en el despacho con el carrito con los chismes de limpiar que se escuchó probablemente en varios kilómetros a la redonda. Al día siguiente, obviamente, era de conocimiento general el asunto.
 
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