Historias de Amor argentinas, anteriores a Máxima y Guillermo

Registrado
19 Mar 2019
Mensajes
95
Calificaciones
468
Antes de que Máxima se casara con el heredero del trono de los países bajos, he conocido de dos historias de amor que tienen como protagonista un/a argentino/a y un miembro de la realeza. Seguramente son más (aunque clandestinas) porque es conocido el gusto que tiene la realeza de todo el mundo por los caballos argentinos y son muchas sus visitas y estadías en las estancias pampeanas mi país, La duquesa de York tiene un campo aquí, y el príncipe Harry, como su abuelo antes el duque de Edimburgo vinieron a Argentina a "estudiar" polo.
Estas historias, ocurre una en la corte Británica y la otra en el romántico Reino de Siam.
Colocaré casa historia en su respectiva casa real. Si ya fueron contadas sepan disculpar no es que quiera ser repetitivo sino que no las he visto antes.

La fantástica historia de la primera princesa argentina: de empleada del Automóvil Club a los extravagantes lujos del reino de Siam
Mucho antes de que Máxima Zorreguieta se convirtiera en princesa, otra argentina llegó al mundo de los royals. Bellísima y audaz, Celia “Chelita” Howard se casó en 1951 con el nieto del legendario rey Mongkut de Siam. Hoy, a los 96 años, nos cuenta su maravillosa historia de amor

Un día de 1949, su alteza de Siam el príncipe Birabongse Bhanutej Bhanubandh, más conocido como Bira, llegó a la Argentina. Venía a participar de una carrera de autos. Alguien le mostró la foto de una chica. Morocha. Bellísima.
Se enamoró de ella a primera vista. Parece la escena de una película. Pero es el principio de un romance auténtico que ahora relata Chelita -Celia Howard según sus documentos-, su protagonista, en una nota exclusiva de Infobae.
– Cómo tengo que decirte? ¿Celia, Chelita? ¿O princesa?
-¡Princesa ya fui!

-Eso no prescribe.
-Vos sabés que cuando camino por Diego Palma (San Isidro) algunos me saludan y me dicen "adiós princesa"…
-Ya ves… Además, vos salís linda en todas las fotos.
-96 años tengo.
– ¡No te puedo creer!
-Sí, si vos sabés que tengo 96… Lo que pasa es que me ven linda… y todavía tengo la mente… A esta edad no todos tienen la mente…

Es imposible no enamorarse de esta mujer. Porque, como ella lo sabe y lo dice, es linda y pícara. Tiene una sonrisa perfecta y la mirada de fuego.
El príncipe Bira se dio cuenta mucho antes que este cronista:
-Él era corredor de autos y venía a la Argentina a participar de una competencia. Viajaba en el barco Conte Grande y traía su auto. Estaba deprimido, porque se acababa de separar de Cheryl Heycock, su primera esposa. Entre los pasajeros estaba mi amigo Fernando Segura, que era hijo del director del Hospital de Clínicas. Ellos se conocían, habían estado juntos en Europa. Y Fernando le dijo: "Levantá el ánimo… Cuando lleguemos yo te voy a presentar a las mujeres más lindas de Buenos Aires…".

Chelita sigue contando:
-Nosotros teníamos una barra de amigas y amigos, salíamos a navegar por el río… Mi amiga íntima era Chaly Pizarro Lastra, la madre de quien con los años fue el juez que condenó a Monzón… Un día, Fernando lo llevó a este príncipe Bira, y al principio le presentó a Anita Larronde, que era bellísima. Pero no congeniaron, a él le pareció muy sofisticada. Entonces le mostraron mi foto, y le dijeron "si querés te presentamos a esta criollita hermosa"… El príncipe se entusiasmó y dijo "ésta, ésta"… Pero yo le dije a Fernando, "dejame de joder, yo no salgo con un tintorero…".

El fastuoso Reino de Siam estaba integrado por tres países del sudeste asiático (Tailandia, Camboya y Laos) y fue símbolo de esplendor y refinamiento desde el siglo 14. Su monarca más famoso fue el Rey Mongkut, que gobernó desde 1851 hasta su muerte en 1868. Tuvo 82 hijos y 100 mujeres, entre esposas y concubinas. Para que su gran familia aprendiese a hablar inglés contrató a una profesora galesa llamada Anna Leonowens, episodio que inspiró la novela Anna and the king of Siam de Margaret Landon, en 1944. Luego vino la comedia musical The King and I, de Rodgers & Hammerstein y las tres versiones cinematográficas: la de 1946, con Irene Dunne y Rex Harrison, la de 1956 con Yul Brinner, Deborah Kerr y Rita Moreno, y la 1999 con Jodie Foster.
El Rey Mongkut fue el abuelo del "tintorero" al que Chelita inicialmente rechazó, es decir el príncipe Bira. Había nacido en 1914 y como su padre era alcohólico un hermanastro llamado Chula se ocupó de su educación. Y para eso lo llevó a estudiar a Inglaterra. Primero cursó en Eaton y luego en Cambridge.
Pero además, el joven príncipe estudió dibujo y escultura, actividad esta última en la que se destacó especialmente. Aunque lo que más le gustaba eran las carreras de autos.

Con la ayuda económica de Chula compró varios coches y participó en muchas competencias antes de la Segunda Guerra Mundial. Tenía voluntad, garra y ganas de aprender, lo que le permitía contrarrestar una limitación visual que lo obligaba a correr con anteojos ahumados recetados.
Fue un verdadero piloto, no un simple millonario aficionado que se permitía un hobby carísimo. Por eso, finalizada la guerra, volvió a los circuitos y manejó una Maseratti.
Así fue que llegó a la Argentina, para participar en el Gran Premio Eva Perón de 1949, que se corrió en Palermo. Pocas semanas después, en Mar del Plata, llegó segundo, detrás de Juan Manuel Fangio. Con el tiempo se hicieron muy amigos y muchas veces -en Europa- Fangio era pasajero del avión privado de Bira.
Hoy, la nueva estrella de la Fórmula Uno es el tailandés Alexander Albon. Tiene 22 años, integra la escudería de Toro Rosso y todas las crónicas lo señalan como el heredero deportivo del príncipe Bira.

-Chelita, ¿entonces no quisiste salir con el príncipe, pese a la insistencia de tus amigos?

Él estaba encandilado conmigo. Y consiguió la dirección de mi casa. Yo vivía con mi hermana y mi hermano en Chacabuco 178, muy cerquita de la confitería Los Dos Chinos, que estaba en la esquina de Alsina. Un día sonó el timbre, yo estaba sola. Fui a abrir… ¡y era el príncipe Bira! Me asusté… "¡Qué hace acá!", le dije… "Go away, go away", lo eché en inglés. Mi abuela, que me crió porque mi mamá murió cuando yo tenía diez años, me había mandado a la Pitman. Yo hablaba inglés, era dactilógrafa, sabía contabilidad, tenía el diploma… Bueno, yo insistía: "Por favor, váyase, va a venir mi hermano". Todavía sentíamos ese respeto familiar. Y él, nada… Me dijo: "La espero en la confitería de la esquina".
-¿Y vos qué hiciste?

-Me puse un vestido hermoso, que me había hecho, de tres colores, escotado y sin mangas… Cuando me vio, arreglada y pintadita, se volvió más loco. "No la dejo más -me dijo- ¡no se despegue de mí!".
-¿Te convenció?

-De entrada le dije "Are you crazy?". Pero me dijo que quería hablar con mi hermano.
-¿Tu hermano Juan Carlos, el pianista de tango?
-¡Sí, el autor de Y te parece todavía! -y Cholita, la princesa de 96 años, se puso a cantar -"…Vos serás como una herida, para el resto de mi vida… ¡pero otra cosa, jamás!…"

Frente a cada una de las fotos que Julio Lagos le mostró, Chela se emocionó y recordó las anécdotas más maravillosas de su vida. Obviamente, también hubo flores para la princesa (Colin Boyle)
Habla con orgullo de su hermano:
-Llegó a tener su orquesta, fue famoso. Era el pianista de Héctor Varela. También compuso Melodía oriental. Paraba en Callao y Corrientes, en un café de los músicos. Todos jugadores, se quedaban sin un mango, jugaban a la generala.Yo le daba todos los días plata a él, 10 pesos, que era plata…
El hermano mayor, finalmente, aceptó la pretensión romántica del príncipe, quien aseguró su promesa formal:
-Le dijo que estaba locamente enamorado de mí, que nunca había visto una mujer tan bella y que nos íbamos a casar.
Y así, previa escapada a Punta del Este ("yo no tenía ropa, me tuve que poner una camisa de él") la pareja se fue a Europa.
-Viajamos en el barco "Presidente Perón".

Cuando Chelita menciona a Perón, le muestro una foto en la que ella está en el medio, entre Bira y el entonces presidente:
-¡Esta foto vale millones! Lo que has trabajado, mirá las cosas que conseguiste. Te cuento la historia de esta foto… En una reunión con los corredores de autos, Perón los fue saludando a todos y cuando llegó a Bira le dijo: "Felicitaciones príncipe, usted se ha casado con una paisana nuestra que es muy bonita". Entonces Bira le contestó: "Cuando usted quiera se la presento, general". La respuesta de Perón fue: "Pero por supuesto, estoy ansioso por conocerla"
La princesa continúa entusiasmada con el relato:
-Estábamos en el departamento comiendo fideos con manteca y queso, que a Bira le encantaban, y suena el teléfono… ¡Era de la Presidencia! Dijeron que "el Excelentísimo Señor Presidente espera mañana a las diez de la mañana a su Alteza Real y a su esposa". ¡Imaginate! Cuando llegamos nos advirtieron que la entrevista iba a ser de diez minutos, porque Perón tenía dos audiencias con embajadores ¿Sabés cuánto nos quedamos? ¡45 minutos! Cuando salimos, los pobres embajadores estaban esperando…

Le sigo mostrando fotos. Aparecen Chelita y el príncipe Bira en cenas de gala, con autos de lujo, en viajes por el mundo. Pero hay una que la conmueve especialmente. Es la foto en la que están arrodillados, en el Palacio Real de Bangkok, recibiendo la bendición del Rey, al llegar a Siam en viaje de luna de miel:
– ¡Ay, me quedo helada…! ¡Escalofríos me da…! ¿Cómo hiciste para conseguir esa foto? ¡No lo puedo creer! Bira le había prometido al Rey que la luna de miel iba a ser en Bangkok, veníamos de Europa.

El placentero viaje de los recién casado, de todas maneras, había tenido algunas particularidades:
-Era el avión de Chula. El avión era de madera, muy dura… celeste, dos motores. Salimos de Inglaterra, pasamos por Arabia. Yo tomé clases de tiro, para defenderme, para defendernos por si nos atacaban cuando hacíamos las escalas cuando teníamos que cargar combustibles. Bira tenía el puñal para matarlos… Yo tenía el revólver y él tenía el cuchillo…
-¿Me estás diciendo que ustedes estaban armados?
-¡¡¡¿¿¿Armados???!!!… Habíamos tomado clases, para defendernos. Por cualquier cosa…(hace ruidos y dispara al aire)… ¡¡¡pan pan pan!!!…

El 18 de diciembre de 1951, el casamiento del príncipe Bira con Chelita Howard fue un hecho periodístico y un acontecimiento social.
La ceremonia, que se desarrolló en la sede de la Embajada del Reino de Siam en París, fue profusamente difundida por los medios.
Algunos diarios de Buenos Aires hablaron de la "porteñita", de la "criollita" y de la "pompa oriental".

"By earth, by water" -(Por tierra, por agua)-, dijo un diario inglés hablando del rito de la ceremonia.
L 'Aurore de París tituló: "La belle argentine a épousé á Paris le prince siamois" (La bella argentina se casó en parís con el príncipe de Siam).
Con información de la Agencia France-Presse, La Razón lo contó así: "Se realizó un sueño de hadas: ya es Princesa la ex-empleada del Automóvil Club; a su boda fueron príncipes, diplomáticos y deportistas".
Le muestro el fantástico archivo del British Movietone es el documento insuperable del momento en el que Chelita pasa a ser la Princesa

Al verse en estas imágenes, sonriente y cortando la torta, Chelita comenta:
-¡Ay, qué hemosa que era!… Che, soy más linda que la otra princesa…
Con una mezcla de ingenuidad y picardía, se refería a Máxima Zorreguieta, quien habría de nacer en 1971, veinte años después.
Cuando le comenté que dos veces consecutivas ella había evitado besar en la boca a Bira, me dijo:
-Querido, estaba lleno de gente. Y yo siempre fui tímida.

No es fácil imaginar esa condición en una mujer que fue figura principal en las cortes europeas y los palacios asiáticos, que vivía en Cannes, lucía joyas costosísimas y manejaba autos de alta gama:
-Hay una foto en la que estoy con un Aston Martin blanco, que me regaló Bira… Y la casa de Cannes fue un regalo del príncipe Chula, mi cuñado, que me regalaba de todo. Un anillo, maravilloso, que en Cartier de París lo cotizaron casi en un millón de dólares… Yo hoy sería más que Susana Giménez, pero…
-¿Gastaste todo?
-No tengo nada. Pero la pasé. La viví. La gocé.
Y perdí. Como todo en la vida, se va. La vida, esa ruleta en la que estamos todos. ¡La viví, la viví, la viví!… Conozco todo de la vida… Menos la droga, que es terrible.

El amor también pasa. Y un día, el matrimonio de Chelita y el Príncipe Bira terminó:
-Yo venía de viaje, llegaba a Bangkok con mi hijo Biradej. Bira me estaba esperando en el aeropuerto, con un amigo común. Al llegar, apenas bajé del avión, me regaló un anillo impresionante. Hacía unos días que había viajado a Cuba, donde proyectaba hacer una refinería de azúcar, pero Fidel Castro lo echó. Llegamos a la casa, al palacio, y estaban todos sus primos. Lo primero que vi, en una mesa, fue un portarrretrato con dos fotos juntas: la mía y la de otra mujer. Era una broma de sus primos, unos guarangos..."¡¡¡Qué eso eso!!!", grité. Él me dijo "después te explico". Yo, con mi temperamento, exploté. Y él me quería tranquilizar."Chelita, recién llegás… después te explico…".
Pero Chelita no estaba decidida a esperar:
-¡Me lo explicás ahora!
-Es una chica que conocí en un avión. Me sigue a todos lados, no se separa de mí, no se despega. Me dice que se enamoró de mí.

La porteñita, la criollita, la chica que había conseguido su diploma en la Pitman y que terminó viviendo en Cannes rodeada de lujo, explotó:
-¡¡¡Qué me estás diciendo!!! Yo vine acá a ver a mi marido, al que le prometió a mi hermano que se iba a casar conmigo, con el que íbamos a formar una familia. Hicimos un varón, yo quiero más hijos, pero no los voy a tener, porque ahora mismo te dejo ¡¡¡Llamá un taxi!!! No quiero saber más nada con vos…
Tantos años después, su relato conserva una firmeza que el tiempo no ha podido borrar. Golpea la mesa repetidamente y dice:
-¡Y me fui, con las mismas valijas con las que acababa de llegar y que no había abierto!

Celia Howard hoy, a los 96 años, sigue siendo una mujer fascinante. Con un notable parecido a la Reina Letizia de España, su magnetismo es irresistible.
Cuando se separó del príncipe Bira tenía 32 años. Nadie puede cometer el desatino de suponer que desde entonces no hubo otras historias de amor en su vida.
Tampoco este cronista, que prefiere resguardar la complicidad con la que la princesa contestó esta pregunta:
-¿Cuál fue el hombre que más amaste en tu vida?
-Creo que fue Bira. Porque lo otro es piel.
Es probable que haya habido otras historias, sí. Quizás en New York. Pero fue en otra ciudad, en Londres, donde este cuento de hadas tuvo su final.

El 23 de diciembre de 1985 Birabongse Bhanutej Bhanubandh, su Alteza Real el Príncipe Bira, estaba esperando el subte en la estación Barons Court del metro londinense. Iba a comprar los regalos de Navidad. Un infarto de miocardio lo derrumbó en el andén. Tenía 71 años y había salido sin sus documentos. Scotland Yard tardó un par de días en identificarlo.
Chelita, la criollita pícara y mundana, pone un velo de ternura en su mirada de fuego:
-Bira siempre me decía: "Vos te apoderaste de mi cuerpo, de mi alma, de mis sentimientos. Yo moriré con vos". Estoy segura, Dios me dice que murió recordándome en ese momento…
Y en los cuentos, las princesas siempre tienen razón.
La Princesa en su Juventud
Bira-Chelita-princesa-Argentina-37.jpg

El príncipe Bira
Bira-Chelita-princesa-Argentina-19.jpg

La pareja real
Bira-Chelita-princesa-Argentina-32.jpg

La princesa en la actualidad
ChelitaHowardPrincesaDeSiam-8.jpg

La pareja real con el presidente Perón
Bira-Chelita-princesa-Argentina-41.jpg

"Bira" y "Chela" con el rey de Siam
Bira-Chelita-princesa-Argentina-14.jpg

La boda
Bira-Chelita-princesa-Argentin-2.jpg

Nota de prensa francesa
Bira-Chelita-princesa-Argentina-3.jpg

La princesa en Cannes
Bira-Chelita-princesa-Argentina-33.jpg


Bira-Chelita-princesa-Argentina-51.jpg
 
Antes de que Máxima se casara con el heredero del trono de los países bajos, he conocido de dos historias de amor que tienen como protagonista un/a argentino/a y un miembro de la realeza. Seguramente son más (aunque clandestinas) porque es conocido el gusto que tiene la realeza de todo el mundo por los caballos argentinos y son muchas sus visitas y estadías en las estancias pampeanas mi país, La duquesa de York tiene un campo aquí, y el príncipe Harry, como su abuelo antes el duque de Edimburgo vinieron a Argentina a "estudiar" polo.
Estas historias, ocurre una en la corte Británica y la otra en el romántico Reino de Siam.
Colocaré casa historia en su respectiva casa real. Si ya fueron contadas sepan disculpar no es que quiera ser repetitivo sino que no las he visto antes.

Esta historia a diferencia de la de Máxima y Celia (lean en la sección otras casas reales reinantes) es una historia prohibida


El príncipe George de Inglaterra tenía un amante argentino
La historia secreta de la familia real que también involucra al nieto de un ex presidente de Argentina en una relación romántica.

En 1931, un año después del golpe de Estado que llevó a José Félix Uriburu al poder, el príncipe George de Kent, llegó a la Argentina en un viaje diplomático, pero había una razón oculta: su romance secreto con el nieto del presidente argentino.

La historia, revelada por el escritor Federico Andahazi en Radio Mitre, fue silenciada y removida de los archivos oficiales de la realeza británica dado que en aquella época, la homosexualidad era un pecado y una deshonra para las familias tradicionales.

José Evaristo Uriburu -se llamaba igual que su abuelo (presidente) y su padre (embajador argentino en Londres)- había conocido algunos años antes al joven Duque de Kent en un ágape protocolar. A partir de entonces mantuvieron un romance apasionado, hasta que el padre de José los descubrió y, para evitar un escándalo mayor, mandó a su hijo de regreso a Buenos Aires.

La historia completa.

“Casi nadie sabía que, en realidad, aquel viaje para «afianzar las relaciones bilaterales» tenía un propósito algo distinto. Se trataba, en efecto, de reafirmar relaciones entre dos partes, aunque no exactamente entre la Corona británica y la República Argentina. El motivo que había traído al príncipe era un secreto de Estado: en verdad, George venía a reavivar los rescoldos de un viejo amor que lo esperaba por estas lejanas pampas“

Hoy vamos a hablar de un hecho que, a pesar de que causó conmoción y escándalo, fue cautamente silenciado y removido de los archivos oficiales de la historia.

En 1931, el año posterior al fatídico golpe de Estado del ‘30 que llevó a Uriburu al poder, el príncipe de Gales, George de Kent, llegó a la Argentina en viaje diplomático.

La excelencia de Su Alteza Real no sólo era un legado de sangre, sino que, a juzgar por su foja de servicios, tenía sobrados méritos para ostentarla por derecho propio: oficial de la Real Marina a bordo de los buques Iron Duke y el Nelson, más tarde fue nombrado almirante en la División de Inteligencia, luego en la Fuerza Aérea y, como si fuera poco, fue elegido Gran Maestre Masónico de la Logia Unida de Inglaterra.

Además de semejantes títulos, era dueño de una estampa esbelta, una sonrisa seductora y unos ojos claros de mirada serena. Era la encarnación del príncipe azul con el que soñaban las adolescentes de entonces. Para la fecha en que visitó la Argentina todavía no se había casado con Marina, princesa de Grecia y Dinamarca, de modo que provocaba suspiros e ilusiones entre las jóvenes solteras.

Casi nadie sabía que, en realidad, aquel viaje para «afianzar las relaciones bilaterales» tenía un propósito algo distinto. Se trataba, en efecto, de reafirmar relaciones entre dos partes, aunque no exactamente entre la Corona británica y la República Argentina. El motivo que había traído al príncipe era un secreto de Estado: en verdad, George venía a reavivar los rescoldos de un viejo amor que lo esperaba por estas lejanas pampas.

La realeza no habría visto con buenos ojos que el príncipe se hubiese fijado en alguien que, aunque de «buena familia», no tuviera sangre azul ni títulos de nobleza. Por otro lado, aunque la familia de la parte criolla de esta «relación bilateral» solía rendirse a los pies de la monarquía británica, no estaba dispuesta a que este romance se hiciera público, entre otras cosas, porque el nombre del gran amor de George era… José Evaristo Uriburu.

En efecto, el nieto del célebre José Evaristo Uriburu, homónimo de su abuelo y también de su padre —embajador argentino en Londres— había conocido algunos años antes al joven Duque de Kent en un ágape protocolar. A partir de entonces mantuvieron un romance tan apasionado como furtivo, hasta que el padre de José los descubrió y, para evitar un escándalo mayor, mandó a su hijo de regreso a Buenos Aires.

Ni siquiera nos queda el orgullo nacional de haber tenido al único amante del Príncipe. El Duque de Kent, lejos de encerrarse a llorar la pérdida de su amor argentino, inició una frenética carrera de romances, por momentos con hombres, por otros con mujeres y, circunstancialmente, con ambos.

Entre sus amantes más conocidos se cuentan la cantante negra Florence Mills —todo un desafío para los cánones reales—, el dramaturgo Noël Coward, la millonaria Poppy Baring, el príncipe Luis Fernando de Prusia, la Maharani Indira Raje y una docena de gigolos cuyos nombres la historia no ha registrado.

Por esas épocas, la homosexualidad no sólo era un pecado: en ámbitos castrenses era un delito y en los círculos de las familias tradicionales, una deshonra. Por si fuera poco, en aquellos años también la medicina vino a dar su opinión y le puso a la homosexualidad el sayo de la patología.

No había escapatoria para aquellos que sentían atracción por personas de su mismo s*x*: aborrecidos por la religión, perseguidos por la policía, condenados por sus propias familias y tratados como enfermos por la medicina, los homosexuales debían esconder su condición o vincularse entre sí en ámbitos poco menos que clandestinos.

El Duque de Kent
245px-Prince_George%2C_Duke_of_Kent.jpg

José Evaristo Uriburu-Roca (izq). No tenía títulos de nobleza pero pertenecía al patriciado argentino. La familia Uriburu desciende de los conquistadores, participaron en la lucha de independencia. José Evaristo era nieto de dos presidentes (José Felix Uriburo padre y Julio Roca) Sobrino del Vice-Presidente Julio Roca hijo y primo del Presidente de facto José Félix Uriburu.
3.jpg
 
Ohhh que interesante. La verdad que es la primera vez que leo algo así.
Lo de la sexualidad en el ambiente de la realeza siempre fue un secreto a voces. Que rápidamente se ponían manos a la obra y los casaban con alguna princesa o quien tenga títulos para acallar los rumores.
 
También podemos nombrar a Paulina Trozt que supuestamente tuvo algo con William antes de entrar a la Universidad?
Ella siempre lo negó. Aunque su tía (famosa en argentina para quienes no son argies) confirmó que salieron por 3 meses.
paulina-trotz-11.jpg

trillizasorotrotzpaulina2.jpg


Paulina se casó con el rugbier Gonzalo Tiesi y salio ganando jajaja, a William los años le cayeron muy mal
1590342927340.jpeg
1649029w380.jpg
 
El Duque de Kent, lejos de encerrarse a llorar la pérdida de su amor argentino, inició una frenética carrera de romances, por momentos con hombres, por otros con mujeres y, circunstancialmente, con ambos.
Entre sus amantes más conocidos se cuentan la cantante negra Florence Mills —todo un desafío para los cánones reales—, el dramaturgo Noël Coward, la millonaria Poppy Baring, el príncipe Luis Fernando de Prusia, la Maharani Indira Raje y una docena de gigolos cuyos nombres la historia no ha registrado.
Pues sí que le gustaba la variedad... Hay que agregar otros nombres de la alta sociedad inglesa también (ladies y lords).
Por esas épocas, la homosexualidad no sólo era un pecado: en ámbitos castrenses era un delito y en los círculos de las familias tradicionales, una deshonra. Por si fuera poco, en aquellos años también la medicina vino a dar su opinión y le puso a la homosexualidad el sayo de la patología.
No había escapatoria para aquellos que sentían atracción por personas de su mismo s*x*: aborrecidos por la religión, perseguidos por la policía, condenados por sus propias familias y tratados como enfermos por la medicina, los homosexuales debían esconder su condición o vincularse entre sí en ámbitos poco menos que clandestinos.
Bueno, no es realmente que fuera homosexual, claramente se ve que era bi.
La condena legal y social a la homosexualidad en esas épocas, y mucho después, no perdonaba a nadie; pensemos si no en Alan Turing condenado por ese motivo en 1952, a pesar de todo lo que le debía UK...
Lo que le debía UK por su trabajo durante la guerra descifrando códigos nazis, que ahorró no solo vidas sino al menos dos años más de guerra.
Hablando de nazis, el duque de Kent también era sospechoso de tener simpatías por Hitler, pero además, por la variedad de sus intereses sexuales, podía ser objeto de chantaje en favor de Alemania. Por eso su muerte, en un accidente de aviación, siempre despertó dudas... supuestamente habría sido provocado por el M15 bajo dirección de David Petrie.
Pero en relación al duque y José Evaristo Uriburu se dice que también compartieron una amante, una chica de alta sociedad americana (prima de la heredera Gloria Vanderbilt) y de esos amores nació un niño, que sería hijo de uno de ambos... el niño fue adoptado por otra familia americana muy pudiente y años más tarde fue el primer esposo de Lee, la hermana de Jackie Kennedy.
 
Ella siempre lo negó. Aunque su tía (famosa en argentina para quienes no son argies) confirmó que salieron por 3 meses.
paulina-trotz-11.jpg

trillizasorotrotzpaulina2.jpg


Paulina se casó con el rugbier Gonzalo Tiesi y salio ganando jajaja, a William los años le cayeron muy mal
Ver el archivo adjunto 1450529
1649029w380.jpg
También soy de Argentina. Por eso me acordé de ellos y lo relacione con el título.
 
En 1933 el vice Presidete Julio Roca hijo pronunció su frase más célebre en ocasión de la firma del tratado Roca-Runciman (Que comercialmente igualaba a argentina con el resto de los dominios del imperio, hoy mancomunidad) "Argentina es la joya más preciada de la corona británica". Su sobrino y el hijo del rey seguramente habrán estado de acuerdo con esa afirmación.;););)
 
Otra historia entre una mujer del patriciado Argentino que involucra a un Kenedy (la familia real estadounidense como los llama la prensa) y un duque inglés.
-se que no son familias reales, pero acepten el OT es interesante-
Stella Ana Inés Rosa Carolina Cárcano (Apodada Baby) , nieta del Gobernador de Córdoba Ramon J. Cárcano (ahijado político de Julio Roca) e hija del diplomático Argentino Miguel Cárcano.
En 1939, tras la coronación del papa Pio XII se realizo una fiesta en un palacio de Roma, a esa fiesta acudió el embajador argentino en París y su familia (los Cárcano) y el embajador estadounidense en Londres y su familia (los Kenedy). Según contó la propia Stella al diario Clarín JFK se le acerco y le dijo "Soy Jack Kennedy y quiero salir a comer contigo ". Ella lo rechazó, pero él entablo amistad con su hérmano Michael. Tras graduarse de Harvard Kenedy inició un viaje por sudamérica y Michael lo invito a pasar un tiempo en la estancia de los Cárcano en Ascochinga Córdoba.
En la estancia San Miguel, Jack pasó su cumpleaños número 24. Fueron días relajados entre asados, cabalgatas, misas en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús y clases de tango que le daba Baby y que él tomaba divertido, vistiendo una extraña combinación de bombachas de campo, alpargatas blancas y campera militar. Las malas lenguas les atribuyen un romance, que el tono de las notas digitalizadas y archivadas en la categoría Papeles personales/Amigos de la JFK Library and Museum no haría más que confirmar. Ella comienza una enviada desde San Miguel el 2 de febrero del 42: "My love: te escribo porque he estado pensando en ti y recordando los viejos buenos tiempos." Sigue con detalles domésticos y luego agrega: "En cuanto a mí, todavía me estoy comportando, pero no le encuentro el sentido si por lo que veo no vas a volver más, como me lo habías prometido. Ocho meses han pasado". Y la firma: "Todo mi amor: Baby".
Terminada la relación con Kenedy (si es que existió) Stella se casó con William Davis Humble Ward 4º duque de Dudley y Vizconde de Ward (nobleza británica) ostentando desde entonces el título de vizcondesa (desconozco porque no el de duquesa) . Con el duque tuvo tres hijos William y las mellizas Rose mary y Anne Marie. Tras separarse Baby alterno su vida entre Buenos Aires y Córdoba. Falleció con 102 años en 2017. Fue sepultada en la Capilla Ana María, mausoleo familiar de los Cárcano en el pequeño pueblo homónimo, cercano a la ciudad de Villa María.
Baby y JFK en san miguel (Kenedy con bombacha de Gaucho)
p13-f1-RECUADRO-382x800.jpg


Los presidentes Frondizi y Kenedy junto al embajador Cárcano(der). Podrían haber sido yerno y suegro
1024px-Frondizi_y_Kennedy_en_Estados_Unidos_1961.jpg


Baby Cárcano en 2016
TAPA-Baby-recortar-768x509.jpg


Capilla Ana María mausoleo de la Familia Cárcano (llamada por la prensa el Taj Majal cordobés, porque su construcción (al igual que el hindú) esta relacionada con el amor. (por cierto esta muy cerca de la autopista rosario-córdoba, si pasan por allí vale la pena detenerse)
34739820071_527abc99d8_b.jpg
 
Jack siempre le habló a su familia de lo feliz que fue en la estancia San Miguel, por eso tras enviudar Jackeline y sus hijos quisieron conocer el lugar del que tanto hablaba su marido. Jackeline, John John y Caroline llegaron a Córdoba en abril de 1966. Al llegar la ex primera dama dijo: "Espero que mis hijos sientan la felicidad que mi esposo conoció aquí y que cuando crezcan comprendan por qué su padre quiso tanto esta tierra”.
Los Kenedy en Córdoba
78403c6049b5406bf5be8bf5045bf404.jpg

CqzwgSHXEAEwwY6.jpg

9844f937bb5156e073362f5a43c63963.jpg

jacqueline-kennedy-john-caroline_1_44b3f302c0bf91b400bf2828aab46639.jpg


Caroline Kennedy, junto a su marido Ed Schlossberg y sus tres hijos volvió a la estancia de los Cárcano en Córdoba hace unos años
 
Back