"Historia de un Matrimonio" Silvia Taulés.

Los temores del padre de Urdangarin ante el ascenso de su hijo
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Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina de Borbón, a su llegada al juicio del 'caso Nóos'. GTRES
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Silvia Taulés publica 'Historia de un matrimonio', donde se aborda por primera vez la relación sentimental de los ex duques de Palma

"Me da miedo, sé lo que va a pasar", aventuraba el padre de Iñaki un mes antes de su boda

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07/05/2016 03:44
Mucho se ha especulado acerca del matrimonio entre Cristina de Borbón (50) e Iñaki Urdangarin (48), una relación que, ya desde el flechazo inicial en 1996, no hizo más que sumar mentiras y convertir lo que parecía un sueño en una auténtica pesadilla. La periodista Silvia Taulés ha indagado en la peculiar historia de esta pareja, en los aspectos más desconocidos, desde esos primeros días a la soledad ante el juez por el proceso del Caso Nóos, para escribir Iñaki y Cristina. Historia de un matrimonio, que La Esfera de los Libros publica la próxima semana.

Por primera vez, se cuentan los detalles del encuentro de Iñaki y Cristina, que no fue una apuesta, como se dijo, ni una casualidad. Las vidas de Cristina e Iñaki se habían cruzado varias veces antes de que ella, decidida, diera el primer paso. Ya de jóvenes, en algún acto deportivo relacionado con la residencia Blume, había habido algún contacto. Después llegaron los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, donde el equipo de balonmano en el que jugaba Iñaki Urdangarin ganó la medalla de bronce. Otra presentación, otro cruce de miradas, otro saludo. Y el camino abierto para volverse a encontrar.

El libro cuenta cómo fue en el restaurante El Pou, no obstante, donde saltó aquella famosa chispa que les unió ya sin remedio. El local estaba en el Pasaje Pellicer de Barcelona y se había convertido en uno de los lugares de moda de la ciudad. No en vano, sus socios eran deportistas de elite, guapos y solicitados por las mujeres. Iñaki Urdangarin, Manuel Doreste, Fernando Barbeito y el abogado José Manuel Valades habían abierto el restaurante hacía unos meses. Y allí fue donde se produjo el cruce definitivo. Era septiembre y uno de los socios, Manuel Doreste, quiso montar una fiesta para rendir homenaje a los deportistas que habían estado en Atlanta. Quería reunir a los de waterpolo y los de vela, sus amigos más cercanos. Lo hizo en El Pou, y como Urdangarin tenía acciones junto con Fernando Barbeito, uno de sus mejores amigos y compañero de equipo, tanto en los Juegos como en el Barça, la selección de balonmano se unió a la fiesta.

Fue ella la que preguntó: "¿Quién es ese rubio?". Y pidió su teléfono. El deportista tenía novia por aquel entonces, una joven de Puigcerdà, Carme Camí, a la que plantó por la Infanta. "Pero Iñaki siempre tenía novietas, Carme dijo que se iban a casar y todo eso, pero no es cierto, al menos los íntimos de Iñaki nunca lo tomamos en serio y nunca supimos de esa boda. Eran novios desde hacía un par de años, la cosa era seria y estable, pero de boda no se habló nunca", cuenta uno de sus amigos íntimos. "Iñaki siempre había estado con muchas chicas hasta que llegó Cristina, entonces todo cambió".

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Iñaki Urdangarin acompañado de sus padres, Claire Liebaert y Juan Mª Urdangarin.El desaparecido suegro de la Infanta tiene un papel importante en el libro. GTRES
El abogado que los presentó en la fiesta de El Pou es un amigo de Cristina, deportista, natural de Palma y aficionado a la vela. En esa cena es cuando surge la primera chispa. "Quiero el teléfono de ése", dijo tras preguntar por su nombre. La fiesta se alargó y todos pudieron ver cómo la Infanta estuvo tonteando toda la noche con Iñaki, un tonteo que él recibía con gracia y satisfacción. "Sí, sí, aquella noche ligaron en el sentido clásico de la palabra, se gustaron y charlaron un buen rato, entre risas tontas y promesas de volverse a ver".

Así fue. El teléfono de Iñaki sonó a los pocos días e, incrédulo, accedió a una primera cita. "¡Me ha llamado la Infanta!, ¿qué hago?, esto es una locura, ¡no sé qué hacer!", les decía a sus amigos desconcertado.

Con un carácter fuerte y disciplinado, Cristina de Borbón tomó las riendas del asunto. Fue la que pidió el teléfono, fue la que primero llamó y fue la que organizó la primera cita. Quedaron para ir al cine con otra pareja, Alexia de Grecia y Carlos Morales. Después del cine fueron a tomar algo los cuatro, una reunión que discurrió muy relajada y divertida. Iñaki sacó sus armas de seducción: su enorme simpatía y desparpajo, y Cristina quedó rendida a sus pies. Ya no hubo vuelta atrás.

"Ella se enamoró desde el primer momento. Iñaki era un hombre alto, guapo y fuerte, pero encima era simpático y decidido, se lo pasaba en grande con él y decidió probar suerte", recuerdan sus allegados. "Él se enamoró de todo desde el primer momento, aunque le costó reaccionar. Estaba impresionado por la situación, sobre todo por la posibilidad de terminar siendo parte de la Familia Real, recuerdo que lo decía y se partía de risa, como si no fuera posible ni imaginarlo. Aunque tardó muy poco tiempo en hacerse a la idea y en disfrutar con ella".

A los pocos días de haberse visto en el cine, el teléfono de Iñaki sonaba de nuevo. Esta vez, no obstante, la Infanta fue mucho más directa y le pidió a Iñaki que la invitara a cenar. Él debía hacerse cargo de la situación, escoger restaurante, reservar, organizar... Pero la cosa le superaba de tal manera, que llamó a varios amigos para que le ayudaran. Dos fueron al menos los que recibieron la llamaba de socorro de Iñaki y sólo uno de ellos se decidió a echarle una mano. Reservaron dos mesas, una para dos y otra para cuatro, los escoltas que en aquellos tiempos acompañaban siempre a la hija del Rey.

Cuando la relación se afianzó, Juan María, el padre de Iñaki Urdangarin, demostrando lo mucho que conocía a su hijo, intentó advertir a sus amigos y les pidió ayuda para que las cosas no terminaran como finalmente han sucedido: alejándose de los suyos y solo, sin el apoyo de los amigos de verdad, pero con malas compañías.

La periodista Silvia Taulés cuenta en 'Historia de un matrimonio' cómo después de los partidos, la sección de balonmano del Barça solía irse a tomar unas cervezas. El bar Tomás, en Sarriá, era uno de los locales que frecuentaban por sus famosas patatas bravas. Tanto es así que hasta habían llevado al mismísimo Rey en alguna ocasión. Tras una victoria poco más de un mes antes de la boda entre Iñaki y Cristina, algunos de los jugadores se fueron a tomar las cañas de siempre.

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Portada del libro, a la venta el próximo martes.
Hacía sol, muy buen tiempo, y aprovecharon para acercarse al bar caminando. Nada de bajarse del coche y que aparcara uno de ellos, como hacían a veces. Aparcaron en un garaje público cercano y se fueron a pie hasta el Tomás, situado en Mayor de Sarriá, una vía de poco tránsito en un barrio de calles enrevesadas y poco transitables. En esa corta caminata de apenas 500 metros les acompañó Juan María, el padre de Txiki Urdangarin, ilusionado e integrado en el grupo desde hacía años.

Más que un grupo era un trío, recuerdan algunos de aquella época. Eran el Barru, el Ferdi y el Txiki, quienes habían forjado una amistad a lo largo de los años y se convirtieron en un aparte en el mismo equipo. Entre ellos no había secretos. El 'trío de la benzina', les habían apodado hacía años por su fortaleza, su juego eléctrico y su fuerte unión; y esa relación no la iba a romper nada ni nadie. Juntos desde pequeños, ahora, con más de 30, seguían siendo inseparables. Se conocían los padres, se conocían las parejas y pronto se conocerían los hijos. Porque el Txiki estaba a punto de casarse. Quedaba poco para la boda y los amigos lo celebraban en todo momento. Habían vivido muy de cerca el noviazgo y estaban felices porque finalmente su amigo iba a cumplir uno de sus sueños. Porque no sólo había encontrado el amor, sino que Txiki iba a triunfar más allá de lo que nunca imaginó. Todos eran conscientes del enorme éxito personal que había logrado Iñaki, incluso su padre, Juan María, un hombre sensato y pulcro en las formas, sabía lo que había conseguido su hijo. Y sabía también a lo que se enfrentaría a partir de ese momento.

Por eso, Juan María rodeó a dos de los amigos de Iñaki por los hombros y caminó algo más lento para separarse del resto. "Mirad", les dijo, "os tengo que pedir un favor, yo sé que a partir de ahora a mi hijo le van a salir muchos amigos de debajo de las piedras, que será famoso y muchos querrán estar cerca de él. Y de estos muchos, los habrá que lo hagan por interés, por conseguir algo para ellos. Estos amigos no le convienen a mi hijo. Como os conozco y sé que sois buena gente sólo os pido que no déis un paso atrás, que ayudéis a mi hijo, que estéis con él. Me da miedo, sé lo que va a pasar".

No fue posible. A los halagos de la prensa, que llegaron a calificar a Urdangarin de "chico perfecto", se sumaron los privilegios que de pronto adquirió por estar relacionado con la Casa Real. Entró directamente a formar parte del núcleo duro de la Familia del Rey y fue nombrado duque (consorte) de Palma el mismo día en que se casó con la Infanta. "No hay que olvidarlo, era el yerno del Rey... es que ahora todos lo miran con desprecio pero ¡entonces era la leche!", refleja el libro.

Los amigos de verdad ya no están, tal y como se temía el patriarca Urdangarin. "La vida es así y ya está", comenta uno de aquellos antiguos compañeros.

La doble infidelidad de Urdangarin
"Él está enamorado desde el primer día, en el doble sentido, además: enamorado de ella y enamorado de la situación", dice uno de sus íntimos. "Entre copas, riéndose y bromeando, nos decía a todos 'siempre he soñado con esta vida de príncipe azul'. Lo decía de cachondeo, pero lo decía". Todos coinciden en algo: Iñaki Urdangarin nunca tuvo ninguna duda de que quería estar con Cristina. Desde el primer día, desde la primera llamada, vio cómo un mundo nuevo, interesante, lleno de fascinación y posibilidades, se le abría. "Le costó reaccionar, tenía miedo al principio, pero una vez lo aceptó, se convirtió en el hombre más feliz del mundo", explica en el libro de Silvia Taulés uno de sus amigos de toda la vida. Y no pensaba dejar escapar esa oportunidad, aunque tuviera novia, aunque tuviera que engañar a esa novia durante un tiempo. Por eso compaginó los dos noviazgos. Lo hizo durante un par de meses, no más, porque quería asegurarse de que la cosa funcionara. "Él tenía miedo de ser un capricho, un niño mono que la Infanta iba a usar como diversión para dejarlo después por alguien más serio, más a la altura social que se le supone a una Infanta, por eso no le dijo nada a Carme. Además, podía tener una novia en Barcelona y otra en La Cerdanya, que nadie se iba a enterar".


http://www.elmundo.es/loc/2016/05/07/572c8662e5fdeae9728b4686.html
 
Es increíble el nivel de engreimiento que tienen estos Borbones.¡¡Quiero el teléfono de ese rubio!! llama y casi le exige una cita,no entra en su cabeza un NO.Vuelve a llamar y le dice que quiere cenar con él.Todo lo da por hecho.Ella decide y manda.Supongo que todo lo que sigue será así,el beso, la cama...Y ahora quieren que nos creamos, que ella era una esposa obediente,que lo dejaba todo en manos de su marido, y que no se enteraba de nada??? Que falta de respeto a los españoles,que harta estoy de que nos tomen el pelo esto Borbones, que se creen dioses.Nos cuestan una fortuna y además se creen con derecho de pernada,por que parece que es eso lo que se desprende de ese libro.
 
Mi opinión es que los medios derivan las noticias hacia donde conviene, si son malas y el personaje está en días bajos, incluso lo pueden tergiversar y exagerar si interesa.
Cosa distinta... si el personaje es intocable ,se pasa de puntillas y se le echa la manta esperando mejor ocasión.
En su día me comentaron que lo de la novia ...que vivian juntos y que se iba a casar era inventiva.M e lo comentaron tal y como lo termino de leer.
Me guataría un libro donde se explicara la relación, donde se conocieron, el inicio y el tiempo, antes del almidonazo del que interesa,las parejas anteriores...
No hay...de contar la verdad?
 
¿ Es relevante quien dio el primer paso y quien invito primero ?, yo desconozco quien tomo la iniciativa de pedir una cita al otro, pero creo que luego de casi 20 años ( a finales de septiembre de 1996 fue la primera cita ), no creo sea relevante quien tomo la iniciativa en la relación.
Si alguno de los dos hubiera querido separarse ya lo hubieran hecho al igual que hizo Elena mientras Marichalar quería a toda costa seguir casado para no perder el status social que suponía ser el yerno del entonces rey.
Si luego de 20 años la pareja sigue junta a pesar de presiones, problemas judiciales y escarnio publico por parte de los medios de comunicación es porque quiere , como guinda que la pareja este tan unida con toda la familia Urdangarin, visto desde la distancia parece que molesta a muchos, por muchos hay que entender familiares y algunos parientes de ella, medios de comunicación, monárquicos, derecha nacionalista españolista , no olvidar que él es vasco y para determinada "derechona" ser vasco equivale a ser simpatizante etarra y secesionista .
 
No sé como puedes decir que tenía malas cualidades para sacar adelante un restaurante. En Noos hizo magia financiera, si fue capaz de vender humo pá no vender solomillo ;).

Siiii... pero no lo hizo él sólo... Recuerdo que una vez se comentó que como no era buen estudiante, no le gustaba estudiar, o algo así, su padre le había dicho: "Si no quieres estudiar no estudies. Si lo que te gusta es jugar al balonmano, dedícate e jugar al balonmano, pero hazlo bien." Por eso lo inscribieron en el FC Barcelona. Entonces, toda la familia vivía en la ciudad condal.

Más tarde, cuando ya llevaba años en 1a linea del Barcelona, se ve que decidió estudiar empresariales y al casarse con la infanta, bueno... si es verdad lo que se ha contado que le regalaron el título, la tesina y todo...
 
Otra leyenda urbana : " que no le gustaba estudiar "....... otra leyenda urbana : " que le regalaron el título ".......... apuesto que seguirá.........
 
Una compañera de trabajo que conicidía con Iñaki en la misma discoteca en Barcelona, comentó una vez que éste, antes de conocer a Cristina iba todos los fines de semana a la Up&Down, donde en aquella época solían ir los jugadores del barça. Y, era de los típicos tíos altos y guapos que cada día se le veía ligándose a una de diferente.
 
Yo creo que siguen juntos porque todos están igual de metidos en la misma suciedad. Me da la impresión que él no hubiera caído tanto, si no hubiera sido por Cristina y este entorno de la realeza.
Claro que los medios lo manipulan todo, hasta influir en nuestras opiniones. Por esto, tampoco quiero dar por confirmado lo que comento sobre lo que conozco a través de lo que he leído.
 
Marichalao demandó y perdió? No tiene punto de comparacion. Urtanga está cerca de ir a la cárcel



AH!!! vale vale, para ti es mejor ser adicto porque por ser adicto no vas directamente a la carcel , haber cometido delitos económicos te puede llevar a la cárcel.

Yo pienso que de la cárcel se sale una vez cumplida la condena, salir de la adicción a la cocaína no siempre se puede salir y hasta los hay que terminan caput debido a la adicción.
Ya sabemos que Urdanga es el malo mas remalo que pario madre, pero de ahi a defender a Marichalar , alegando que no hay comparación........
Yo prefiero ir a la cárcel por un delito económico , que ser adicto con la incognita de que no hay seguridad de dejar con riesgo convertirse en yonki.

La pena de cárcel no gusta a nadie, pero da la oportunidad a cualquier preso a rehabilitarse de su delito , en la adicción a la cocaína nadie puede tener seguridad de rehabilitarse. Es una enfermedad que se pilla por propia voluntad y no hay garantía para nadie que se pueda curar por propia voluntad. Los hay que se curan y los hay que no, pero 100 % garantía de cura no la tiene ningún adicto.
 
Hay adictos que desean rehabilitarse y lo han hecho. Pero quisiera ver cuantos ladrones de altos vuelos han devuelto el dinero tras pasar por la cárcel. Ninguno devuelve el dinero y de seguro que los Urdangarin-Borbon tienen la vida resuelta para siempre aunque él pise la cárcel, y en todo caso, si pisa la cárcel, será por poco tiempo, enseguida buscaran excusas para excarcelarle...

Es más, hay una gran diferencia entre ser un enfermo y ser un (presunto) delincuente, la comparación desde un punto de vista ético es imposible.
 
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