HILO SOBRE CULTURA JAPONESA

A mi me gustaría que quienes conocen esas tierras, me platicaran algunas cosas............. no tan profundas ni culturales.


El hilo se llama "Hilo sobre cultura japonesa". Las cosas que te interesan tal vez estarían mejor en un hilo específico, porque el tema de éste es hablar precisamente de cultura e intercambiar informaciones y enlaces sobre eso.

* * *

EL ZEN

Cuando la mente china entró en contacto con el pensamiento hindú, en la forma del Budismo, alrededor del primer siglo d.c, dos desarrollos paralelos sucedieron. Por un lado, la traducción de los sutras budistas estimuló a los pensadores chinos y los llevó a interpretar las enseñanzas del Buddha hindú a la luz de sus propias filosofías. De esta manera surgió un muy fructífero intercambio de ideas, que culminaron, en la escuela Hua-yen (sanscrito: Avatamsaka) del budismo en China y la escuela Kegon de Japón. Por otro lado, el lado pragmático de la mentalidad china respondió al impacto del budismo hindú, concentrándose en los aspectos prácticos y desarrollándolos en una forma especial de disciplina espiritual que recibió el nombre de Ch'an, una palabra normalmente traducida como "meditación". Esta filosofía Ch'an fue eventualmente adoptada por Japón, alrededor del año 1200, y ha sido cultivada ahí bajo el nombre de Zen, una tradición que se mantiene viva hasta la actualidad.

La filosofía Zen es una mezcla única de filosofías e idiosincrasias de tres culturas diferentes. Es una forma de vida típicamente japonesa, y aún así refleja el misticismo de la India, el amor de la naturalidad y espontaneidad del Taoísmo y el pragmatismo profundo de la mente confucionista.

A pesar de su carácter tan especial, el Zen es puramente budista en su esencia, pues su objetivo no es ni más ni menos que el de Buddha: lograr la iluminación, una experiencia conocida en Zen como satori. La experiencia de la iluminación es la esencia de todas las escuelas de filosofía orientales, pero el Zen es la única que se concentra exclusivamente en esta experiencia y no está interesada en ninguna interpretación más allá de esta. En las palabras de Suzuki, "el Zen es la disciplina en iluminación”. La base es que todos tenemos el potencial de lograr la iluminación. El resto de la doctrina, incluido en los voluminosos sutras, es visto como suplementario.

La experiencia del Zen es, por lo tanto, la experiencia de la iluminación, de satori, y puesto que esta experiencia transciende toda categoría de pensamiento, el Zen no se interesa en ninguna abstracción ni conceptualización. No tiene ninguna doctrina o filosofía especial, ningún credo ni dogma formal y enfatiza su libertad de todo pensamiento fijo.

Más que cualquiera otra escuela de misticismo oriental, el Zen está convencido de que las palabras nunca expresarán la verdad última. Debe haber heredado su convicción del Taoísmo, que mostraba la misma actitud sin compromisos. "Si alguien pregunta sobre el Tao y otro le responde", dijo Chuang Tzu, "ninguno de ellos lo conoce realmente".

Pero la experiencia Zen puede ser transmitida de Maestro a discípulo, y, de hecho, así se ha hecho durante siglos por métodos especiales propios de Zen. En un resumen clásico de cuatro líneas, Zen es descrito como:

1) Una transmisión especial externa a las escrituras,
2) No sostenida por palabras ni letras,
3) Apuntando directamente a la mente humana,
4) Mirando directamente a la naturaleza propia y alcanzando el estado de iluminación.

Esta técnica de "apuntar directamente" constituye el sabor especial de la filosofía Zen. Es típico de la mente japonesa, que es más intuitiva que intelectual y que le gusta entregar los hechos como hechos, sin comentario alguno. Los maestros Zen no son adeptos a la palabrería y aborrecen todo tipo de teorización y especulación. De esta manera desarrollaron métodos que apuntan directamente a la verdad, con acciones y palabras repentinas y espontáneas, que exponen paradojas del pensamiento conceptual y, como los koans, están orientados a parar el proceso mental del pensamiento, preparando así al estudiante para la experiencia mística.

Otro aspecto característico del Zen es que la preparación para la iluminación no significa retirarse del mundo. Al contrario: la vida cotidiana se utiliza como soporte meditativo. Los maestros siempre hacían hincapié en que el Zen estaba en nuestras experiencias diarias, no en una vida ociosa o especial.

En Zen, satori significa la experiencia inmediata de la naturaleza búdica de todas las cosas. El terreno primero y más importante donde entrenarse para esa experiencia está en los objetos, las acciones y las personas involucradas en nuestra vida diaria, de tal manera de que aunque enfatiza las cosas prácticas de la vida, el Zen las dota de una significación profundamente mística. Al vivir enteramente en el presente, dándole atención completa a los asuntos diarios y a las personas más cercanas, alguien que ha logrado el satori experimenta la luz y el misterio de la vida en cada situación y cada persona.

“Qué maravilloso es esto:
cargo la leña y saco agua del pozo”.

La perfección de Zen es por lo tanto vivir la vida diaria en forma natural y espontánea. Cuando a Po-chang se le pidió que definiera el Zen, dijo: "Cuando tengo hambre, como, cuando estoy cansado, duermo". Aunque esto suene simple y obvio, como tantas otras cosas en el Zen, es de hecho una tarea bastante difícil porque se trata de hacerlo con total atención y reverencia. A esa actitud de completa atención y reverencia es a lo que se llama “la luz de nuestra naturaleza original”. Recobrar esa luz, esa naturaleza original, requiere un largo entrenamiento y constituye un gran logro espiritual. En las palabras de un dicho Zen muy famoso:
"Antes de estudiar Zen, las montañas son sólo montañas y losríos son sólo ríos. Mientras estás estudiando Zen, las montañas ya no son sólo montañasy los ríos ya no son sólo ríos. Pero una vez que alcanzas la iluminación las montañasvuelven a ser montañas y los ríos vuelven a ser ríos".

El énfasis sobre la naturalidad y espontaneidad muestra claramente las raíces taoístas, pero la base para este énfasis es estrictamente budista. Es la afirmación de la perfección de nuestra naturaleza original y de que el proceso de iluminación consiste en transformarnos para recuperar de nuevo esa naturaleza luminosa ahora oscurecida.

Hay dos escuelas principales de Zen en Japón actualmente que sólo difieren en sus métodos de enseñanza. La escuela Rinzai utiliza el método de los koan y da prominencia a entrevistas formales periódicas con el maestro, llamadas sanzen, durante las cualesse le pregunta al estudiante su visión actual sobre el koan que ha estado tratando de resolver. La resolución de un koan involucra largos periodos de intensa concentración que llevan a una revelación repentina de satori. Un maestro con experiencia sabe cuando un discípulo ha llegado al borde mismo de la iluminación y le es posible desencadenar su experiencia satori con acciones inesperadas, tales como un golpe con una varilla o un grito fuerte.

La escuela Soto evita los métodos de shock de la Rinzai y apunta hacia la maduración gradual del estudiante Zen, "como la brisa de primavera que acaricia la flor, ayudándola a florecer." Propugna la utilización de la meditación sentada y de las situaciones cotidianas como herramientas para la purificación de los procesos mentales y la profundización de la reverencia y de la atención.

A principios del siglo XX surgió en Japón la escuela Sambo, que se caracteriza por utilizar, de modo combinado, los métodos de la escuela Soto y la Rinzai.

Todas las escuelas le confieren la mayor importancia al zazen, o meditación sentada. La postura correcta y la respiración son las primeras cosas que debe aprender un estudiante de Zen. En el Zen Rinzai, el zazen se usa para preparar la mente intuitiva y poder manejar mejor el koan. En la escuela Soto se considera la forma más importante de ayudar al estudiante a madurar y evolucionar hacia el satori.

Puesto que el Zen asegura que la iluminación se prepara en las actividades cotidianas, esta rama de la espiritualidad budista ha tenido enorme influencia en todos los aspectos de la vidatradicional japonesa. Eso incluye a las artes de la pintura, de la caligrafía, del diseño de jardines y las variadas artesanías. También a actividades ceremoniales como la ceremonia del té o el arreglo floral. A las artes marciales que formaban parte del bushido (la vía del guerrero) como el tiro con arco, el arte de la espada, el judo, el karate-do, el taekwondo etc. Cada una de estas actividades es conocida en Japón como un do, esto es, una 'vía' hacia la perfección de la mente.T odas exploran varias características de la experiencia Zen y pueden ser usadas para entrenar la mente y llevarla en contacto con la realidad última.
Las artes mencionadas son todas expresiones de la espontaneidad, la simplicidad y la aguda atencióncaracterísticas del Zen: las actividades lentas y rituales de cha-no-yu, laceremonia japonesa del té, los movimientos de manos precisos y atentosrequeridos para la caligrafía y la pintura o la misma precisión de movimientos y observación atenta del contrincante en las artes marciales. Aunque todas estas artes requieren de una perfección de la técnica, la maestría real sólo se logra cuando se trasciende la técnica y el arte se interioriza de tal forma que brota directamente desde la mente intuitiva, no desde la analítica. A esto se le llama la consecución del “arte sin arte”.

Somos muy afortunados por tener una descripción excelente del proceso de consecución del "arte sin arte" en el pequeño libro de Eugen Herrigel, “El Zen en el arte del Tiro con Arco”. Herrigel pasó más de cinco años con un renombrado maestro japonés para aprender el arte del tiro con arco como un complemento a su práctica Zen. Nos describe como el tiro con arco le fue presentado como un ritual meditativo que es ejecutado en movimientos espontáneos, libres de tensión física y de análisis racionalista. Le llevó años de práctica intensa, que transformó todo su ser, el aprender a estirar el arco "espiritualmente", con un tipo de potencia no esforzada, y el liberar la cuerda "sin intención" (sin análisis racionalista, con pura atención intuitiva), dejando que el tiro "caiga del tirador como una fruta madura". Cuando llegó al clímax de perfección, el arco, la flecha, el objetivo y el arquero, todos se fundían los unos con los otros y él ya no disparaba, sino que "esto" (la mente quieta y luminosa) lo hacía por él.

La descripción de Herrigel del tiro con arco es una de las más puras obras de Zen, pues no teoriza en ningún momento sobre el Zen, sino que desarrolla paso a paso la genuina atención y la comprensión luminosa e intuitiva que busca el Zen.

(adaptado de F. Capra, http://www.shotokai.com/filosofia/zen.html)
 
Buscando por la red he encontrado este blog. La última entrada es del 2010 pero me parece interesante Para aportar cosas al hilo.

http://culturajaponesa.blogspot.com.es/

Como yo en otro post he mencionado el tema de las geishas dejo parte de una entrada de este blog hablando de ellas. Aviso la entrada es más larga por si a alguien le interesa.

http://culturajaponesa.blogspot.com.es/2006_11_01_archive.html

GEISHAS: DONCELLAS DEL PLACER


Raquel Méndez




Cuando escuchamos la palabra “Geisha”, se suceden una serie de imágenes. Esas delgadas mujeres envueltas en hermosos kimonos, caminando a pasitos rápidos y cortos por las estrechas calles de Kyoto, con la cara pintada de blanco, semejando a un mimo o a un Pierrot, con la mirada perdida, sumida en sus propios pensamientos.
Después de la desaparición de la figura del samurai, la Geisha junto con los luchadores del sumo, son el único exponente del pasado de Japón. La Geisha aún permanece con el paso del tiempo, después de más de 400 años, y en el presente sigue causando fascinación, y muchas preguntas en torno a ella. El Festival más esperado cada año en Gion, es el de los cerezos en flor, para ver salir en todo su esplendor a todas las Geishas y maikos de sus hanamachi.

La palabra GEISHA proviene de los fonemas chinos “Gei”, que quiere decir arte, habilidad, y “Sha” que significa persona. Eso es lo que representa una Geisha, una persona con la habilidad en distintas artes.

En la antigüedad, específicamente en la Era de Edo hasta la Era de Meiji, esta palabra se utilizaba para referirse sobre cualquier persona que perteneciera a las artes (poesía, teatro, pintura), pero se extendía a otros sectores (religioso, deporte, maestros de lenguas extranjeras, e incluso para referirse a los cirujanos de la época), también se designaba con este nombre a los que actuaban en locales cerrados o privados, que quizás es lo que se acerca también a la idea de la Geisha. La Geisha aparece en la Era de Edo, conocida también como “la Geisha machi”, la Geisha urbana.

La antecesora de la Geisha, son las odoriko, que eran las bailarinas, pero si nos remontamos años más atrás, podríamos sacar sus raíces del “kabuki odori” (bailarines del teatro ambulantes). Estas bailarinas, hermosamente ataviadas en Kimonos de seda, realmente eran hombres en su mayoría, y se encargaban de bailar ante los samuráis, de realizar la ceremonia del té, servirles sake, y de tocar el shamisen (instrumento de cuerda, parecido a la guitarra, pero de tres cuerdas, y con un sonido muy melódico), este baile era conocido como Okuni.
Estando sus raíces ligadas al teatro kabuki, podemos inferir que de allí también proviene la tradición de pintar su cara en blanco.
En la Era Edo, los que tenían el poder económico eran los comerciantes. Éstos buscaban formas de distracción, con lo cual los sitios donde se representaba el kabuki fueron en crecimiento. No solamente las artes fueron en crecimiento, sino también la prostit*ción, convirtiendo ciertos sitios en perniciosos. El shogunato de Tokugawa no vio con buenos ojos las representaciones del kabuki en el distrito de Yoshiwara, porque eran las causantes de que se hubiesen iniciado “nuevas practicas de placer". Esto motivó a su prohibición, y todo tipo de actividad de distracción fue establecida en lo que se denominó “distritos de placer”. Es decir, la prostit*ción no fue prohibida sino confinada a estos sitios, y bajo el control del gobierno.


En el año 1779, las Geishas fueron reconocidas como artistas, y se adoptó el sistema "Kenban" para supervisar a las geishas de la zona, y restringió su número por debajo de 100 artistas, protegiendo así a las geishas de que cayeran en la prostit*ción. El kenban, permanece aún hoy en día funcionando como una especie de sindicato de las geishas.

Las geishas y maikos vivían en “hanamachis” (ciudad de flores, hana=flor, machi=ciudad), que eran las ciudades autorizadas a que fueran habitadas por las mismas. En la actualidad, son cinco comunidades en Kyoto: Ponto-cho, Gion-Kobu, Gion-Higashi, Miyagawa-cho, y Kamishichiken. Las geishas de Kyoto hablaban en dialecto "kiotense", que se sigue hablando en la actualidad. En kiotense geisha es geiko.

Muchas prost*tutas trataban de imitar el estilo de las geishas, pero no tenían la formación artística de éstas. Se vestían en kimonos, con exceso de maquillaje y excesos de adornos en el peinado, por lo que por nuevo edicto del shogun Tokugawa, y para protección de la imagen de las geishas, se obligaba a las mismas a moderar su vestuario y maquillaje para poder diferenciarlas de las prost*tutas.

Quizás sea por ello que durante un tiempo se confundían a las geishas con éstas, porque vivían además en las casas de “lámparas rojas”, pero el caso es que no podemos decir que las geishas fueran prost*tutas.

Ellas sólo se encargaban de distraer a los hombres, con amenas conversaciones, con danza, o tocando el shamisen. Las geishas y maikos que bailaban se denominaban Tachikata, y las que se dedicaban a tocar un instrumento, Jikata.
El tiempo de la geisha y maiko con cada hombre, se media en varitas de incienso, cuando ésta se consumía había finalizado su tiempo.

Las geishas y maikos, contaban con un pacto de silencio, por lo que cualquier hombre podía estar tranquilo con las conversaciones que se mantuvieran delante de ella, o con ella.









En esas zonas de placer, como eran llamadas, surgieron numerosa Ochayas, que son las casas de té donde las Geishas atienden a sus clientes.

Continua pero no quiero hacer muy largo el post.
 
Buscando por la red he encontrado este blog. La última entrada es del 2010 pero me parece interesante Para aportar cosas al hilo.

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Gracias, Mandarina. No conocía ese blog.

Una película.
Está completa, en japonés y con subtítulos en español. Y es muy bella. Se titula "La vida de Dogen".

Dogen fue el introductor del Zen en Japón y el fundador de la escuela Soto.

 
Última edición por un moderador:
Indigno de ser humano, es una obra de culto en Japón.

Un libro muy pesimista, pero de una gran belleza:" A la orilla del mar, tan cerca que podría parecer que allí mismo rompían las olas, crecía una hilera de más de veinte enormes cerezos silvestres de tronco negruzco. Cada abril, cuando comenzaba el curso, los cerezos abrían sus espléndidas flores, junto con las hojas nuevas de color verde pardo y apariencia húmeda, que se recortaban contra el azul del mar. Después caían los pétalos como una tormenta de nieve, se esparcían sobre el agua, se quedaban flotando como pálidas incrustaciones de nácar...


Hace tiempo, en la sección de libros de este foro, hablé de él.

Osama Dazai se basa en su propia vida. Soledad, incomprensible existencia, miedo a relacionarse con las personas.

Por lo general, las personas no muestran lo terribles que son. Pero son como una vaca pastando tranquila que, de repente, levanta la cola y descarga un latigazo sobre el tábano. Basta que se dé la ocasión para que muestren su horrenda naturaleza".

Osama Dazai, se suicidó arrojándose al río con su amante.

Me entraron ganas de reír con sólo pensar cómo iba conociendo poco a poco de qué se trataba el mundo.

[FONT=Georgia, Utopia, Palatino Linotype, Palatino, serif]Cuando leí este libro, alguno que otro de Murakami, o veo cine japonés, no encuentro tan diferente la cultura japonesa. [/FONT]
 
Me permito entrar en este tema para contar un poco mi pequenya experiencia con la cultura japonesa. No voy a hablar de literatura, ni de filosofìa ni de arte; ya veo que el hilo va prevalentemente de estos aspectos, pero yo no estoy lo bastante informada para hablar sobre ello. Pero sì creo que la cultura no se limita a estos aspectos; creo que tambièn forman parte de la cultura de un paìs otras cosas. Espero no desvirtuar el hilo...es difìcil a veces centrar ciertos temas.

Estuve en Japòn el verano pasado. Es un paìs que vale la pena visitar; entre otras cosas, actualmente no es tan caro como era antes. No voy a hablaros de las ciudades, a menos que alguien tenga interès en ello; hay guìas turìsticas muy buenas. Eso sì...yo personalmente darìa el consejo de privilegiar Kyoto sobre Tokyo, con mucho. Tokyo, aparte los museos, no tiene casi nada de interès. En cambio, Kyoto es una joya.

Lo que me ha llamdo muchìsimo la atenciòn de Japòn ha sido la cultura cìvica de la gente. De verdad, es difìcil de creer hasta que no se ve. Està todo limpio como una patena; las calles, el metro, las estaciones, los locales...hasta los retretes pùblicos estàn mejor que muchos de nuestros hoteles. Nadie tira nada al suelo; no hay pintadas. Como pràcticamente no hay papeleras (yo no vì ninguna en quince dìas), me imagino que cada uno recoge y guarda lo suyo hasta que llega a su casa. La limpieza de los trenes,incluso de los regionales, es de no creerse. De no creerse. Lo mismo su puntualidad, asombrosa. Eficacia al cien por cien.

Hay lugares donde uno se mueve entre las multitudes, oceànicas de verdad: en el metro, en las estaciones, en los grandes centros comerciales donde a menudo estàn situados los hoteles. Pues bien: nadie te da un codazo, un empujòn. Si te encuentras a punto de coger la escalera mecànica al mismo tiempo que otra persona, èsta gentilmente te da paso, con una sonrisa. Y no es que lo hagan con los turistas: lo hacen entre ellos. Os imaginàis una cosa asì, en Espanya...o en Europa?

La cortesìa y los modales de que hacen gala, repito que no solo con el turista sino entre ellos mismos, son, para nosotros, asombrosos...de otra època.
Me ha dado mucha envidia. Ojalà tuvièramos nosotros la dècima parte de la educaciòn que gastan ellos.

Tambièn me ha llamado la atenciòn que no acepten propinas. Lo habìa leìdo en la guìa, y pensè: "sì, figùrate...". Pues es cierto. No es que esten viviendo unos anyos muy boyantes...la crisis existe allì tambièn, se ve y se nota. Pues no aceptan propinas. Si te equivocas con el cambio, y me ha pasado unas cuantas veces, te lo dicen inmediatamente.

Siento no haber podido hablar algunas personas con quienes me hubiera gustado hacerlo, porque son pocos los que hablan inglès. Esto no lo sabìa:al revès, pensaba que estaba muy extendido. Pues no...increìblemente, hasta en los grandes hoteles hemos encontrado gente que, en su mayorìa, sòlo lo chapurreaba el mìnimo imprescindible para entenderse.
En los restaurantes, es tambièn dificilìsimo encontrar a alguien que hable inglès. En la mayorìa, la carta està solo en japonès. Nos dijeron que ahora entre los jòvenes es màs frecuente el estudio del inglès, pero tampoco està tan extendido como parece. Tenedlo en cuenta si vais.

Con los turistas en particular, son de una disponibilidad magnìfica. Me ha ocurrido varias veces de encontrarme en medio de la calle mirando un mapa, con cara de besuga, y siempre se acercò alguien para tratar de ver si, en un modesto inglès o incluso en japonès,podìa ayudar. Una vez tuvimos una cola de taxis, delante de la estaciòn, parada màs de diez minutos, con gran bochorno nuestro, sencillamente porque el taxista no sabìa dònde estaba el museo al que querìamos ir. Hizo varias llamadas telefònicas....intervino el conserje que se ocupaba de los taxis...llegaron a parar a un chico joven que llevaba un I pad para buscar en Google maps, que, amabilìsimo, estuvo allì tratando de ayudar al cconserje y al taxista a encontrar el dichoso museo....y nosotros no sabìamos donde meternos,porque la cola para los taxis crecìa....y estaban todos parados, esperando que el nuestro partiera....pues nadie dijo nada,ni los taxistas, ni la genyte que hacìa cola... nadie protestò....jajajaja...os imaginàis una cosa asì aquì?

Tienen una cultura cìvica asombrosa. Espero que les dure. Sè que hay otros aspectos màs oscuros, màs difìciles de la cultura y el modo de vida japonès, pero supongo que hay que vivir allì para notarlos. Como turista, yo puedo decir que mi experiencia no pudo ser mejor.

Una ùltima cosa: si vais a Japòn,no dejeis de ir al Monte Koya. Està fuera de todos los circuitos turìsticos, tendrìais que arreglàroslas por vuestra cuenta para llegar, aunue no es difìcil,pues ya os digo que el servicio ferroviario es extraordinario. Vale absolutamente la pena: es un monte sagrado para los japoneses, lleno de pequenyos templos budistas, repartidos en la montanya, y, dado que acoge muchos peregrinos, lleno tambièn de ryo-san, esos hoteles japoneses en los que vale la pena alojarse al menos una noche.

Dejo unas imàgenes del Monte Koya

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Ay Pato, qué maravilla de país. Siempre he querido ir. Creo que no me va a decepcionar. Gracias por las fotos.
 
Kyoto es patrimonio cultural de la humanidad. Los templos son lo más destacado conjuntamente con el Gion la calle de las geishas.
El Kin ka ku yin (el templo de oro) y el kiomi sudera son 2 de los templos más emblemáticos.
Yo estoy convencida que si hay un país que vale la pena visitar y conocer ese es Japón.
En Osaka está el castillo de Jimenji visitarlo es como volver a la época de los shogunes....
 
Lo que me ha llamdo muchìsimo la atenciòn de Japòn ha sido la cultura cìvica de la gente. De verdad, es difìcil de creer hasta que no se ve...

Es cierto que esto impresiona mucho y los ejemplos que has puesto son muy ilustrativos. Yo añado otro que resulta increíble visto desde nuestro contexto. En las cafeterías o sitios donde se puede comer es muy normal ver que entran, se reservan la mesa dejando sobre ella un móvil o incluso la cartera con todo el dinero, y se van a la barra a pedir. Y a veces la barra está en el piso de abajo. Por supuesto, nadie toca la cartera o lo que hayan dejado sobre la mesa.

Y si alguien se encuentra algo perdido en un sitio público, nadie se lo queda. En el último viaje tuvimos una experiencia personal de esto. Cuando íbamos a bajarnos del tren y recogimos todo el equipaje de mano, se nos cayó una tableta por el lateral de un asiento y nos dimos cuenta de que nos faltaba el aparato en el andén, cuando el tren ya arrancaba. En la atención al viajero llamaron al tren, les dijeron que los pasajeros que se habían sentado en nuestros asientos habían entregado el aparato al revisor y que nos lo enviaban en el próximo tren con el que se cruzaran. En menos de 20 minutos habíamos recuperado la tableta en perfecto estado.

Lo que comentas de que muy poca gente habla inglés, efectivamente es cierto, y quienes viajen a Japón y no sepan nada de japonés deben tenerlo en cuenta. En la entrevista que puse de uno de los traductores de Murakami, profesor de japonés en la Universidad de Zaragoza, él comenta esto también con un chiste de Camilo J. Cela: "los japoneses hablan inglés patrióticamente mal". Y es verdad. Los jóvenes es cierto que hablan algo más. Por cierto, que el español es la segunda lengua occidental más estudiada por los universitarios, por delante con mucho del francés.

El Monte Koya (gracias por las bellas fotos, Pato) es el centro raíz de la escuela Shingon, la más importante del Budismo Vajrayana o Tántrico en Japón. De hecho, el patriarca de dicha escuela reside en uno de los templos de Koya. El nombre de la montaña -Koyasan- deriva del nombre del templo donde reside el patriarca Shingon -Kongobuji (Templo del Diamante). Y es que el Vajrayana, la tercera rama del budismo, significa literalmente "la Vía del Diamante". De modo que el propio nombre de la montaña -una de las más importantes entre las montañas sagradas de Japón- es religioso.

En la página de la Oficina Nacional de Turismo de Japón, que tiene versión en español, dan consejos para llegar a los templos de Koyasan y recuerdan las normas de comportamiento que se exigen en ellos a los visitantes.
http://www.turismo-japon.es/Descubrir-Japon/Japon-por-zonas/Kansai/Excursiones-en-Kansai/Monte-Koya
También hay información en la página en español de los ferrocarriles japoneses.
http://www.japan-rail-pass.es/japon-en-tren/itinerarios/monte-koya

Y vídeo breve sobre esta montaña sagrada.

 
Última edición por un moderador:
A mí me sorprendió cuando el terremoto ver a la gente en los supermercados haciendo colas de una manera totalmente cívica. Era algo sorprendente. Les decían que apagasen las luces en casa para disminuir el consumo de energía y lo hacían.

Ahora leo lo de la tableta de Las Navas y me parece que tiene que haber algo sospechoso. No sé, algo relacionado con algún castigo divino porqué aquí parece que todos llevamos un Lazarillo de Tormes dentro.

Otro dato son las mascarillas que utilizan para no contagiar gripes ni demás. ¡Alucinante! Aquí vamos contagiando a todo el que nos rodea. Primero te dan dos besos y luego te dicen: ¡Ufff, que gripe tengo!

Lo de las operaciones de ojos yo lo he oido pero de las chinas, y los mofletes. Una pena pero es lo que hay. En Africa se blanquean la piel con cremas que llevan cortisona hasta el punto de que en Francia prohibieron su venta en las farmacias sin receta. Otra pena y un desastre en su piel.

Una profesora que tuve nos decía que los japoneses apenas tienen recursos naturales, así que ellos están acostumbrados a ingeniarselas para salir adelante. Cualquier proceso industrial por el método japonés es más complicado que por el europeo o americano. Curioso. Quizás de ahí viene su cultura del trabajo. Ni idea.

También oí que los japoneses valoran las marcas de lujo hasta el punto que en encuentros institucionales se les tenían que hacer regalos de firma. Daba igual el tamaño, pero de firma.

Vistos con ojos europeos, bueno por ser generosa conmigo misma, son peculiares.
 
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