Hilo de noticias silenciadas por los medios políticamente correctos

Gracias @MUGUET Aseguro que cuando fui a buscarla en Google estaba solo en blogs como los que he citado. La próxima vez hare una captura de pantalla en Google. Gracias de todos modos.

Lo leí todo ayer tarde porque conozco Aserco (de leeeeeejos), me mandaron unos amigos un mensaje para que lo leyera. No se sabe más porque hay secreto de sumario. El caso es gordo. Ha habido también detenciones en Orense y en otros puntos de España, se esperan más. Llevan años con el fraude que es un truco tan viejo como Hacienda misma.
 
Los emigrantes la verdad,no me molestan,siempre y cuando respeten nuestras costumbres y cultura.Para un partido musulmán en España,no estoy mentalmente preparada.No lo veo,por lo tanto hoy por hoy, lo rechazo,si tenemos pocos líos políticos.... eso sería ya la madre del cordero degollado
 
Expolio del Archivo de Salamanca

Mañana (en la madrugada del 19 al 20) se cumplen trece años de aquella vergonzosa infamia.


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Trece años del expolio (con nocturnidad) de 1.500.000 documentos del Archivo de Salamanca que el Gobierno de España, presidido entonces por Zapatero, por orden de la que era en aquel momento ministra de Cultura, Carmen Calvo, entregó indebidamente y contra toda razón, a la Generalidad de Cataluña.

13 años.

Y se llevaron más que unas cajas...

Aquella noche triste en la que saquearon el Archivo de Salamanca, destruyeron su integridad y asaltaron la historia y la unidad de España que ese Archivo simboliza, lo que querían, más allá de la materialidad del botín, era quitarnos la dignidad, quebrar la voluntad de la mayoría y, rompiendo la razón, destruir una parte importantísima de nuestra historia, que quieren reescribir.

Fue el 20 de enero de 2006.

Con motivo de esa triste fecha, ayer viernes, frente a las puertas del Archivo, con la presencia del alcalde de Salamanca, el Ilmo. Sr. García Carbayo, convocamos una rueda de prensa para...

Dejar clara, una vez más, nuestra firme voluntad de seguir trabajando sin descanso hasta que restituyamos al Archivo los documentos indebidamente sustraídos: «no pararé, no pararemos, hasta recuperar todos los documentos que retiene ilegalmente la Generalidad de Cataluña y no dejaremos salir ningún legajo más del Archivo de Salamanca. Emprenderemos cuantas acciones sociales, políticas y judiciales sean necesarias para ello».

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Y para pedir, esta es la novedad, la derogación de la ley del expolio del Archivo que permitió, hoy hace trece años, aquella infamia contra el Archivo, España y la razón.

Porque, lo he pensado mucho, la cuestión es que imágenes como las de aquella noche de 2006 se van a seguir repitiendo mientras esté vigente la ley 21/2005, 17 de noviembre, que amparó y favoreció el expolio.

Pedimos la derogación de la ley del expolio del Archivo por eso y porque:

  • Una ley que destruye un Archivo Histórico Nacional, es una mala ley.
  • Una ley que destruye ese Archivo Histórico Nacional para favorecer y contentar a unos partidos políticos separatistas catalanes en contra de todos los españoles, es una mala ley.
  • Una ley que enfrenta a los españoles en función del lugar en el que viven o vivieron sus padres, es una mala ley.
Y como es una mala ley cuanto antes la deroguemos, mejor.

Y estamos en el buen camino, cada vez conseguimos más y mejores apoyos para nuestra misión. En ese sentido quiero agradecerle expresamente, aquí en público, como hice ayer personalmente, al alcalde de Salamanca, el Ilmo. Sr. García Carbayo, su presencia en la rueda de prensa y su apoyo, que sé incondicional y muy valioso, a nuestras reivindicaciones. Un apoyo que, entre otras cosas de las que te iré teniendo al corriente, se va a concretar muy pronto en la co-edición (Ayuntamiento de Salamanca y Asociación Salvar el Archivo de Salamanca) de un libro divulgativo que explique y documente el expolio.

Porque es de justicia y porque lo prometimos.

Un abrazo y muchas gracias por formar parte de esto.

Policarpo Sánchez,
presidente de la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca


Que se derogue la ley del expolio. Queremos que se devuelvan a todos los españoles, a su custodio original, el Archivo de Salamanca, todos los documentos que nunca debieron salir del mismo.

Que se cumplan las sentencias, firmes, del Tribunal Constitucional (31-01-2013) y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del pasado 13-12-2017 y se devuelvan al Archivo de Salamanca los documentos expoliados.

Que no se agrave el problema, que no se aumente el daño ya hecho y se abandone, para siempre, la idea de una segunda saca de documentos ¡OTRA VEZ, NO! del Archivo de Salamanca.

¿Puedes ayudarme difundiendo nuestras reivindicaciones?: https://www.citizengo.org/hazteoir/166670-no-expolie-por-segunda-vez-archivo-salamanca
 
LATINOAMÉRICA EN TIEMPOS DE LAWFARE: RIESGOS Y CONSECUENCIAS
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GUERRAS DE RED
AMERICA LATINA


23.01.2019
Mario Ramón Duarte
Hoy por hoy nuestra región Latinoamericana no sigue ajena a las innumerables embestidas, organizadas e implementadas por potencias extranjeras con plenos intereses en este último rincón del mundo; una zona de vital importancia geoestratégica, quizás la de mayor importancia en los próximos 50 años, debido a los múltiples bondades que ofrece para toda la comunidad mundial, empezando por los recursos naturales, pasando por las riquezas vírgenes por descubrir en zonas aun inexplorada por la raza humana para culminar con la contaminación de nuestra aun democracias frágiles pero que garantizan a nuestros ciudadanos una vida en paz y plena para su normal desarrollo.

Una de esas embestidas en tantas sufridas estos últimos años, sobresale como una especie de moda en Latinoamérica la: Guerra jurídica o LAWFARE, una palabra inglesa de reciente acuñación que aún no figura en el Diccionario Inglés de Oxford, y es una contracción gramatical de las palabras "ley" (Law) y "guerra" (warfare), esta última para describir una forma de guerra asimétrica. define "Guerra jurídica" como el uso ilegítimo interno, o del derecho internacional con la intención de dañar a un oponente, consiguiendo de dicha manera la victoria en unas relaciones públicas, paralizar financieramente a un oponente, o atando en el tiempo a estos para que no puedan perseguir otras empresas como presentar sus candidaturas a cargos públicos. El término "guerra jurídica" se usa más comúnmente como una etiqueta para criticar a los que utilizan el derecho internacional y los procedimientos legales para hacer reclamaciones contra el Estado, especialmente en áreas relacionadas con la seguridad nacional.

Son varios los juristas y expertos que se han pronunciado sobre esta problemática en cuestión. Hay voces que expresan que desde el final de la guerra fría, los EEUU prefieren tener el control sobre Latinoamérica, por vías de apariencia democrática, como ser a través del control del Poder Judicial; sin emitir juicio personal sobre el mismo, nuestro país es una muestra acabada de ello, al menos la realidad va marcando y demostrando esta modalidad con varios dirigentes del campo popular, mas allá de los diferentes casos, para no generalizar la cuestión.

Las características más comunes que se perciben y que en la actualidad parecieran ser algo normal en cualquiera de nuestros países hermanos, debido al silencio sepulcral de quienes tienen la responsabilidad, puesto que fueron elegidos legítimamente en elecciones democráticas para representar y defender al pueblo de estas embestidas, están rodeadas de un inentendible silencio sepulcral. Entre esas características a la que se ha hecho mención precedentemente son: Jueces vinculados a una determinada parcialidad política, testigos pocos fiables, ausencia de pruebas, implicación de los grandes medios de comunicación, condena decidida de antemano, entre otras, prácticamente en resumen, un disciplinamiento estricto, que en nada ayuda a consolidar las instituciones democráticas.

Según un sondeo de Américas Barometer, se estima que un 19% de la población latinoamericana paga sobornos. He ahí una posible explicación antropológica y cultural. Sea real o percibida, lo cierto es que el explosivo crecimiento de las redes sociales, la expansión de una clase media políticamente muy activa y la extendida percepción de que las instituciones y las estructuras económicas favorecen a una pequeña élite han disparado la visión de la corrupción como uno de los mayores problemas.

“Te ayudo a ganar elecciones y tú me das esa concesión millonaria”. Este modus operandi, particularmente potenciado por la gigantesca constructora brasileña Odebrecht, se ha normalizado. Y los antiguos gobiernos de izquierda (particularmente el argentino y brasileño), salpicados por las declaraciones incentivadas por leyes que favorecen la delación, aún no han hecho autocrítica, seguramente por miedo a que podría usarse en su contra, obviando que la verdad tiene una fuerza propia. No obstante, las ex presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, la primera encausada por corrupción y la segunda destituida tras un golpe de Estado institucional, han lanzado un mensaje en el que destaca el concepto “lawfare”, criticando la utilización del aparato judicial como arma para destruir a la política y a los líderes opositores.

Entre otros ejemplos o casos emblemáticos en la región podemos mencionar los casos de: El 24 de enero de 2018 el Tribunal Supremo de Brasil ratifica la sentencia contra el que fuera presidente del país y actual candidato mejor situado en las encuestas para las próximas elecciones presidenciales, Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión por corrupción. Acaba en prisión en abril de 2018 y resulta inhabilitado para la reelección presidencial.

El 9 de abril 2018 la Fiscalía de Colombia ejecuta una orden de captura con fines de extradición de los EEUU contra el diputado electo del partido FARC y responsable de la implementación del Acuerdo de Paz Jesús Santrich, por un supuesto delito de conspiración para exportar cocaína a los EEUU. Desde entonces permanece en prisión, apartado de la implementación del acuerdo de paz y sin haber podido tomar posesión de su escaño en la Cámara Legislativa a pesar de no existir acusación alguna contra él en Colombia.

El 3 de julio de 2018 se dicta por un tribunal de Ecuador una orden de prisión y captura internacional contra el ex presidente Rafael Correa. Previamente, el 14 de diciembre de 2017, era condenado a seis años de prisión el vicepresidente Jorge Glas, acusado de corrupción. Y el 17 de junio de 2018 era capturado en Madrid, por solicitud de Ecuador, Pablo Romero, quien fuera parte del equipo de Gobierno de Rafael Correa.

Una perspectiva lógica señala a esta modalidad como un tipo de guerra sin armas y de apariencias democráticas con tres modalidades de ataque minucioso en tres dimensiones, ellas serian: Geográfica: los atacantes eligen el campo más ventajoso, en este caso un tribunal que mejor atienda su objetivo de acabar con su opositor. Dos: entremado de una ley específica para esa guerra. Y tres: los medios de comunicación para crear una sensación de presunción de culpa. Las estrategias del “lawfare” pasan por abusar de las leyes vigentes para deslegitimar y perjudicar la imagen del adversario. Usar el proceso legal para cercenar su libertad, intimidarlo, silenciarlo, influenciar negativamente a la opinión pública para anticipar la sentencia condenatoria y cercenar el derecho a una defensa imparcial.

Los objetivos que se persiguen son similares a los que otrora buscaban directamente las Fuerzas Armadas: deslegitimar y perseguir figuras políticas populares opuestas a sus intereses. Y lo hacen a través de expertos, que manejan el lenguaje jurídico, en contraposición al lenguaje contaminado por la política. El proceso de recorte del Estado y de lo público incluyó la reforma jurídica como parte de la batalla contra la ineficiencia del Estado. La corrupción venía de la mano de una mala gestión de los políticos que creían e impulsaban lo público, y debía ser extirpada para devolver la supremacía de lo privado.

En ese sentido, no resulta sorprendente constatar que la persecución judicial se ha exacerbado contra funcionarios de gobiernos donde el Estado recuperó su protagonismo en materia económico-social, agrandando al Estado y revalorizando lo público. Y se ha cebado con los líderes latinoamericanos que impulsaron ese cambio. Tampoco pueden pasarse por alto el «timing político», ya que el caso judicial (como arma) se hace público en momentos de alto coste político para la persona o grupos que son desprestigiados; la reorganización de los aparatos judiciales, las élites, con el control del aparato del Estado, colocan en espacios clave a «técnicos» (abogados, jueces, fiscales) vinculados al poder de turno para atacar al adversario y prevenir situaciones hostiles que puedan provenir de este; o el doble rasero de la ley: pueden salir a la luz varios casos, pero se elige hacer seguimiento a unos para producir consentimiento sobre la corrupción como enfermedad del Estado y de lo público, y se invesibilizan o desestiman otros, como es el caso de las empresas offshore que Macri tenía en Panamá.

Por último, y más allá de gobiernos de izquierda o derecha, sumado ahora a nuevos actores, pero nunca para bien sino a tono con la decadencia moral de estos tiempos el poder judicial que permitió que América Latina fuera uno de los continentes con más corrupción institucional en muchos casos se benefició de ella, que nunca fue capaz de combatirla, ahora se ha convertido en un arma de intervención directa en los asuntos políticos internos, al servicio de los intereses de las oligarquías y fuerzas conservadoras foráneas y locales. La guerra jurídica implica un gran retroceso en los procesos de fortalecimiento institucional de los países de América Latina. El Poder Judicial debería mantenerse al margen de la confrontación política para evitar repetir fracasos institucionales de otras épocas que le causaron graves crisis de legitimidad y el desafecto popular. Esta injerencia en los asuntos políticos supone la anulación de la independencia judicial por su consciente politización, y provoca irremediablemente la desaparición de la división de poderes que sustenta el Estado de Derecho. El lawfare se ha convertido en uno de los mayores peligros para la democracia en todo el mundo y en especial en América Latina.

Sin dudas estas líneas obedecen a expresar la decadencia en la que paulatinamente fue cayendo la dirigencia política en general de los últimos tiempos, y también porque es menester hacerse el mea-culpa como requisito sine qua non, para poder comprender el contexto histórico por el cual atraviesa nuestra región y merced a todas estas problemáticas, diagramar el tipo o modelo de estado que queremos, en esta nueva etapa de la historia signada por las nuevas tecnologías por mencionar algunos de los cambios trascendentales y quizás el más importante, junto a las riquezas en recursos naturales que hoy marcan sin dudas la agenda mundial, y dichos potenciales aún siguen intactos, mientras tengamos políticas de soberanía y de defensa de lo nuestro, que hoy por intereses foráneos y gracias a mercaderes internos, ponen en riesgo el futuro de los mismos.

El futuro de Latinoamérica, será sin dudas estará atado a la integración regional y a la reconstitución de la hermandad en los pueblos hermanos, tal como lo soñaron y lucharon por ello San Martin y Bolívar :cautious:, una Patria Grande, unida en Estados Continentales, para poder hacer frente a este nuevo mundo y su nuevo entorno.

Bibliografía:

Dr. Mario Ramón Duarte, Abogado
Juez de Faltas – Corrientes – Argentina
Especialista en Derecho Municipal de Faltas y Contravencional
Sec. Gral. CEEYPP. Argentina-Mexico
Integrante Equipo Dossier Geopolítico/Cees
Experto en Ciberseguridad y Ciberdefensa

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Casualidades del terrorismo en España
Vaya semana de noticias "casuales" sobre terrorismo en España, todas bien imbricadas y con ese olor propio de las cloacas del Estado. Y así seguimos, de casualidad en casualidad, hacia el olvido de la memoria, el pisoteo de la dignidad, el ninguneo de la justicia y el enmascaramiento de la verdad.

Nicolás de Cárdenas -

24/01/2019

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El dirigente de ETA Mikel Albizu 'Antza' y un vagón explotado la madrugada del 11 de marzo de 2004.
Vaya semanita que llevamos en España con noticias supuestamente casuales que tienen que ver con el terrorismo. Casualidades que, como ustedes pueden suponer no son tales, como casi ninguna de las cosas que pasan en esta vida, incluidos esos 5 centímetros más de cintura pasadas las fechas navideñas o las ojeras abisales seis meses después de un estreno en la paternidad.

Por favor, si tiene una pinza a mano, no tengan empacho en colocársela en la nariz, porque todo lo que viene a continuación es consecuencia de las ponzoñas que se cuecen en las cloacas del Estado.

Actuall depende del apoyo de lectores como tú para seguir defendiendo la cultura de la vida, la familia y las libertades.

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Que ya es coincidencia que se haya avisado de la filtración de la detención de un hombre cuya huella genética coincide con alguna de las que estaban -casualidad o no- en el tristemente famoso piso de Leganés en el que, según los voceros oficiales, se suicidó el pretendido comando islamista que habría perpetrado, según esa versión, los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

¿Que dónde está la coincidencia? En que pocos días antes, el cloaquero mayor del Reino, el excomisario Villarejo, ha levantado la liebre de los secretos de Estado sobre el 11-M, reclamando la desclasificación de los documentos secretos relacionados con la masacre de los trenes que, también por casualidad, facilitó la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, el muñidor de los pactos con ETA. Pero a esto ya llegaremos, que por ahí siguen las “casualidades”.

No doy un duro por Villarejo, porque no estoy dispuesto a aplaudir, como sí hizo la ministra de Justicia Dolores Delgado, a coro con el juez prevaricador Baltasar Garzón, el sistema de delaciones vaginales ideado por el excomisario.

Mikel Antza, recientemente liberado, fue pieza clave en los pactos del Gobierno con ETA

Tampoco doy un duro porque el detenido esté realmente relacionado con el 11-M, ni siquiera con que se haya encontrado el ADN. Pero nadie me quita de la cabeza que ambos hechos están relacionados.

No ha sido la única coincidencia en estos días.

También se ha producido la concomitancia de otras dos noticias. Por un lado, el presidente del Gobierno ha pactado con los nacionalistas vascos la cesión de las competencias carcelarias a la Comunidad Autónoma vasca, una reivindicación largamente exigida por quienes han vivido a lo largo de nuestra democracia de recoger las nueces que caían debido a la agitación sangrienta del árbol social y político a cargo de la banda terrorista ETA.

No es descabellado pensar, en buena lógica, que las excarcelaciones de terroristas de ETA van a seguir sucediéndose -lo que ya es una lástima, puesto que deberían permanecer en prisión hasta el fin de sus días-, pero ahora con mayor celeridad si cabe, bajo el subterfugio de supuestas enfermedades terminales y redenciones de penas cuasi mágicas.

Y, por supuesto, persistirán los homenajes impunes a sanguinarios terroristas en las calles de las ciudades vascas, tantas veces denunciadas en balde.

Y seguimos para bingo.

El indulto a la serpiente y el 11-M
El exdirigente de ETA, Mikel Albizu, alias Antza, ha sido entregado por las autoridades francesas a España y puesto en libertad, después de cumplir una condena de 20 años en el país galo. Es cierto que Antza no tiene causas pendientes en España, pero no lo es menos que ya es casual que se produzca la circunstancia al tiempo que se ceden las competencias penitenciarias a los que siempre han mirado con buenos ojos a los terroristas.

Y aquí es donde llegamos al summum de las casualidades. Justo cuando se pretende dar carpetazo definitivo al 11-M, Antza queda en libertad. No se trata de cospiranoias. Me ciño a la conferencia que pronunciara Francisco José Alcaraz bajo el título ‘El indulto a la serpiente‘ el 30 de noviembre de 2006. Han pasado 13 años y nadie le ha desmentido.

En aquella conferencia, el entonces presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo, luego desalojado a través de personas que se prestaron a hacer el juego cloaquero de Interior en tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba, explicaba cómo el pacto del Gobierno del PSOE con ETA -guardado con celo monástico por los gobiernos del Partido Popular liderados por Mariano Rajoy- estuvo liderado por el propio Mikel Antza.

Ese pacto estuvo en peligro durante un tiempo, con la desarticulación de la cúpula de la banda en varias ocasiones y la ilegalización de Batasuna, el brazo político no armado de ETA.

Alcaraz, que no exculpaba ni inculpaba a ninguna banda terrorista de los hechos del 11-M, sí subrayaba que los pactos del PSOE con ETA estaban en peligro y los terroristas necesitaban que el PSOE llegara al Gobierno.

A principio de marzo de 2004 nadie podía hacer sospechar que el Partido Popular no hubiera revalidado una mayoría suficiente -con o sin pactos- para mantenerse en el poder… hasta que el atentado del 11 de marzo, a pocas horas de la celebración de las elecciones, cambió todo.

Algo tuvo que pasar para que todo un símbolo como José Antonio Ortega Lara huyera del Partido Popular como no pudo huir de su secuestro

Se vinculó la masacre con la Guerra de Irak, en la que, cabe recordarlo, no participaron las tropas españolas de forma directa, por mucho que lo repitieran en las galas de los Premios Goya. Ergo, el PP era culpable y había que echarle por las buenas o por las malas.

García Ferreras y Pablo Iglesias, a escena
Se rodearon las sedes del Partido Popular, incluso durante la jornada de reflexión, en unos actos de acoso antidemocrático en los que, según se ha contado, tuvo especial protagonismo un entonces ignoto Pablo Iglesias, mandamás de una asociación de ultraizquierda universitaria llamada Contrapoder y hoy líder supremo de Podemos.

Antonio García Ferreras, entonces director de informativos de la cadena SER, fue el responsable de que Iñaki Gabilondo cacareara a los cuatro vientos aquello de que “tres fuentes de la lucha antiterrorista” les habían confirmado que una de las personas supuestamente suicidas “llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitada, una práctica habitual, muy habitual, entre los comandos suicidas islámicos antes de inmolarse” (sic).

Aún no se conoce rectificación.


Tampoco parece casualidad que fuera Zapatero el que legalizara por las bravas La Sexta a través de la fusión con Antena 3, desde donde Ferreras imparte doctrina y carnets de demócrata y llama por el apellido a su mujer. Un duopolio Atresmedia-Mediaset que, por otro lado, es absolutamente contrario a la pluralidad informativa.

En mi nombre ¡no!
La peor de las “coincidencias” en todo esto, con mucho, fue probablemente que el Partido Popular, al llegar al poder y bajo el mando del Don Tancredo gallego se mimetizó.

Después de desarrollar una oposición aparentemente dura, el Partido Popular asumió los pactos con ETA, mantuvo en secreto las actas de la negociación y asimiló sin rechistar la versión oficial del 11-M, que no es sino un pantano de manipulaciones que nada ha resuelto. Que algo tuvo que pasar para que todo un símbolo como José Antonio Ortega Lara huyera del Partido Popular como no pudo huir de su secuestro.

No se olviden de aquello que trascendió del Rey emérito, quien instado por una víctima que expresó su anhelo de conocer la verdad de lo sucedido, expuso con crudeza algo así como “si a mí no me han contado lo del 23F todavía, podéis esperar sentados”.

Y así seguimos, de casualidad en casualidad, hacia el olvido de la memoria, el pisoteo de la dignidad, el ninguneo de la justicia y el enmascaramiento de la verdad.

En ocasiones, uno piensa que no mereció la pena toda la lucha civil contra la negociación con ETA vistas las tragaderas de unos y otros, incluidas algunas víctimas del terrorismo -disculpen la crudeza si esto escandaliza a alguien poco enterado-. Pero luego me arrepiento cuando salgo a la terraza de casa, veo ondear la bandera y recuerdo mi juramento ante ella, hace más de 10 años. Y en mi mente, resuena aquello que repetíamos con el corazón en la mano: Por ellos, por todos. En mi nombre ¡no!

http://em.citizengo.org/MX3Y070rOToeN00JR0ID0S3
 
La foto viral de los hijos de Bolsonaro con camisetas del Mossad y el Ejército israelí, ¿es real?
Publicado: 6 nov 2018 21:52 GMT
Jair Bolsonaro. Se trata de Eduardo y Carlos, que aparecen caminando con una camiseta del Mossad (servicio de inteligencia israelí) y de las Fuerzas de Defensa de Israel. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, surgieron dudas sobre la veracidad de la imagen.

No obstante, una búsqueda relativamente rápida por la web, da cuenta de que Eduardo, diputado y miembro del Partido Social Liberal de extrema derecha que dirige su padre, publicó la imagen en Twitter en mayo de 2016, justamente cuando estaba en ese país de visita con su familia. "Un país del primer mundo que valora sus Fuerzas Armadas y la Policía", escribió en ese momento.

Además etiquetó a su hermano Carlos, que es miembro de la Cámara Municipal de Río de Janeiro por el Partido Social Cristiano, también de derecha.

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De aquel viaje existen varios registros en las redes en las que también aparece un tercer hermano, Flavio.

El apoyo y simpatía de la familia Bolsonaro por el Estado de Israel no es una novedad. En mayo de este año Eduardo publicó una controvertida caricatura en su cuenta de Instagram que afirmaba mostrar la diferencia entre israelíes y palestinos. Allí se veía a un soldado israelí que protege a una mujer y un niño, mientras que un combatiente palestino se esconde detrás de una mujer.





Ver esta publicación en Instagram


Una publicación compartida por Eduardo Bolsonaro 1720 (@bolsonarosp) el 24 de May de 2018 a las 3:52 PDT

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É isso que imagino quando criticam Israel. Só pessoas mal informadas, que não sabem o que se passa por lá acham que Israel é um povo assassino. Se Israel quisesse já teria conquistado toda a região, veja o que foi a guerra dos Seis Dias. Falando de Brasil agora: Lula se negou a colocar flores no memorial do holocausto, mas colocou no túmulo do líder palestino Yasser Arafat; Lula doou R$ 25mi para "reconstruir" Gaza mas que sabemos vão para armas do Hamas; Dilma se negou a aceitar as credenciais do embaixador israelense que Israel indicou para o Brasil, por isso fomos justamente chamados de anões diplomáticos. Vamos mudar nossas relações internacionais e resgatar nosso respeito.

Eso es lo que imagino cuando critican a Israel. Sólo las personas mal informadas, que no saben lo que está pasando allí, piensan que Israel es un pueblo asesino. Si Israel quisiera, ya habría conquistado toda la región, a ver qué era la Guerra de los Seis Días. Hablando de Brasil ahora: Lula se negó a poner flores en el memorial del holocausto, pero las puso en la tumba del líder palestino Yasser Arafat; Lula donó R$ 25mi para "reconstruir" Gaza pero que sabemos que irá a parar a las armas de Hamás; Dilma se negó a aceptar las credenciales del embajador israelí que Israel designó a Brasil, por lo que con razón se nos llamó enanos diplomáticos. Cambiemos nuestras relaciones internacionales y recuperemos nuestro respeto.
(Traducción realizada con el traductor www.DeepL.com/Translator)


Por su parte, el nuevo mandatario brasileño declaró varias veces sus intenciones de trasladar la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo los pasos de Donald Trump y violando, así, las resoluciones de Naciones Unidas.



La foto viral de los hijos de Bolsonaro con camisetas del Mossad y el Ejército israelí, ¿es real? https://es.rt.com/6bet via @ActualidadRT
 


Los Ulayar: el crimen más 'nazi' de ETA

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Los terroristas, sus vecinos, no sólo mataron al padre, patearon a uno de sus hijos huérfanos y marcaron la casa familiar con pintadas

Pasó hoy hace 40 años, y el pueblo sigue siendo un nido de odio

Hace 40 años, el 27 de enero de 1979, Salvador Ulayar tenía 13 años. Miraba en la tele su programa favorito y atendió a la llamada de su padre para que le ayudara con el bidón de gasóleo para la calefacción. Al salir de la casa vio cómo, a unos metros, un hombre con una media en la cabeza le disparaba a su padre primero tres tiros y, después de una pausa, otros dos. Aterrorizado, huyó porque pensó que también a él le iban a matar. Después regresó, pretendió perseguir el coche del asesino y finalmente se dirigió al cuerpo rendido en el suelo, para implorarle en vano que le hablase.

Los cuatro terroristas que participaron eran vecinos del pueblo, Etxarri Aranatz, en Navarra. Dos de ellos eran los hermanos Vicente y Juan Nazabal, que fueron ayudados por otros dos, uno de los cuales era familiar del asesinado, Jesús, un hombre discreto y honrado que había sido alcalde de la localidad.

ETA perpetró con este asesinato uno de los crímenes más nazis en su haber de un listado realmente numeroso. Cierto es que el secuestro de Ortega Lara cumplió sobradamente las características de sadismo propias del nazismo pero en el asesinato a Jesús Ulayar hay que añadir la complicidad o cobardía de un pueblo prolífico en la generación de terroristas y que todavía constituye una especie de burbuja proetarra en la que el Estado de Derecho se ve incapacitado para actuar.

Aquel niño de 13 años, su madre y sus tres hermanos metieron los papeles de su padre en una carpeta y, con aquel velatorio tristísimo y bastante solitario, iniciaron un calvario que se prolongó durante décadas. Que, en realidad, todavía hoy continúa. Salvador lo contó casi todo hace cuatro años en un libro muy doloroso, Morir para contarlo, que era además una forma de interpelar a los políticos y a la sociedad pero que ninguna editorial importante quiso publicar precisamente porque, una vez ETA dejó de matar, la sociedad y los políticos se dedicaron «a otras cosas».

Los Ulayar vivieron desde la muerte del padre como se vive en Etxarri. Sin que nadie les preguntase cómo estaban, mientras a los terroristas se los alababa. «Siendo de allí, siempre hemos sabido que vivíamos en territorio hostil. Para nosotros la vida fue una continuación de lo ocurrido. La gente, tras el asesinato, seguía pensando lo mismo que pensaba y quien nos arropaba lo hacía en privado porque el terror hace estragos», recuerda José Ignacio Ulayar, uno de los hijos de Jesús.

Hasta que pasó lo que pasó. Dieciséis años después de ingresar en prisión, el autor material del asesinato salió. «Yo llevaba años explicándole a mi mujer que un día nos lo encontraríamos por la calle. Mi mujer era incrédula. Pero en agosto, en plenas fiestas del pueblo, lo vimos. Había una comida popular en la plaza e íbamos con el crío de dos años. Nos íbamos a cruzar pero me acerqué a él y le dije: asesino. Me pegó una patada en el pecho y sus secuaces me desplazaron 50 o 60 metros. Nadie me ayudó. Significarse allí es buscarse la ruina», apunta. Después se lo encontró de compras en unos grandes almacenes y fue el etarra quien le insultó mientras se tocaba sus partes y le hacía una reverencia.

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Jesús Ulayar, al ser asesinado por ETA, dejó huérfanos a cuatro chavales, Jesús, José Ignacio, Mari Nieves y Salvador, el pequeño, que fue el testigo de la muerte. En la foto, en el regazo de Rosa, su madre.
Etxarri Aranatz nombró al terrorista hijo predilecto y la banda de música pasó por delante de la puerta de los Ulayar.

Juan José se fue a vivir a otro lugar con su familia pero tuvo poca suerte. Juan Nazabal, el hermano, que había salido de prisión antes de lo que le correspondía por estudiar la carrera de psicología que regalaba la Universidad del País Vasco (UPV) precisamente para que los etarras disfrutasen de beneficios penitenciarios, fue destinado temporalmente al colegio al que iban sus hijos. Los avisó una profesora. «Fuimos al Departamento de Educación pero nos dijeron que nada podían hacer y él estuvo tres meses allí», relata. También se encaró con el etarra psicólogo. «Eres el asesino de mi padre», le espetó en público. Y, a diferencia de su hermano, él apenas respondió: «Usted se confunde».

En el lugar donde fue asesinado Jesús Ulayar, el Ayuntamiento puso dos contenedores de basura y la fachada de la casa familiar suele aparecer marcada con pintadas de ensalzamiento a ETA. Los hijos organizaron un homenaje en 2004 por el 15º aniversario y «fue gratificante». «Pero el pueblo parecía desierto, con las persianas bajadas. Muchos se acercaron sólo a la misa de la tarde». Por miedo.

Hoy la alcaldesa de Etxarri Aranatz es de Bildu e hija de una prima del asesinado Ulayar. El Ayuntamiento tiene una partida de 4.000 euros destinada a los familiares de los presos de ETA. En el llamado Mapa del Sufrimiento auspiciado por el Gobierno navarro -formado por Geroa Bai y por Bildu- y elaborado por el Consistorio, el asesino de Jesús Ulayar aparece como una víctima, «detenido y torturado por motivos políticos».

Recientemente, en fiestas, fueron invitados al balcón del Ayuntamiento los hijos de los etarras Asier Carrera, Ohian Barandalla, Unai Parot y Juan Ramón Carasatorre, algunos de ellos menores de edad. Uno de los acontecimientos más esperados en las fiestas es el «tiro al facha» o el Dia del Inútil, donde la gente se burla de la Guardia Civil. El pasado día 3, Jokin Urain, un etarra con condenas de 421 años, cuatro asesinatos en su haber y 11 tentativas, presentó un libro con su versión de la historia con cobertura municipal.

En el Ayuntamiento de Etxarri Aranatz hay nueve concejales de Bildu y dos del PP. Mejor dicho, uno: Juan Antonio Extremera. Vive en Pamplona pero en 2011, cuando vio que el PP había sacado un concejal en el pueblo pero ninguno de la lista quiso tomar posesión -se presentaron porque pensaron que no saldrían-, lo hizo él. En 2015 duplicó los votos y sacó dos concejalías pero la otra la ocupa una señora de 70 años que vive en Madrid. Ha ido a algunos plenos pero no vota. Así que dos concejales, un voto. «Cuando llegué allí mis votantes me veían y bajaban la cabeza. Con los años, he logrado hablar con ellos pero siempre a escondidas», dice Extremera, que aún lleva escolta para ir al pueblo.

«Acabo los plenos con un Viva Navarra y un Viva España y ellos convocan plenos extrordinarios los viernes, coincidiendo con la manifestación a favor de los presos, para llenar la sala y que el público me escupa y me insulte», cuenta. Empapeló Etxarri con sus carteles electorales y se los quemaron y recibió en su trabajo una carta con una bala dibujada de la munición usada por ETA.

No es de extrañar que los Ulayar se muestran «desengañados» y piensen que los gobiernos no han cumplido con la obligación de articular las leyes que impidieran todo esto, que evitaran que los proetarras estén en las instituciones sin ni siquiera haber condenado los atentados de la banda; leyes que protegieran y honraran, de verdad, a las víctimas del terrorismo. «Toda aquella buena gente que murió asesinada no se creería lo que está pasando», se lamentan.

ETA fue derrotada operativamente pero los Ulayar sienten que los vencidos han sido ellos. «No nos matan, pero, ¿nos dejan vivir?», se preguntan. Este domingo, hartos de sufrir -cierto es que ya han hecho bastante por el Estado y por todos-, han decidido que su homenaje sea privado. En el cementerio y con un ramillete de flores en el lugar en el que Jesús, su padre, fue asesinado.

https://www.elmundo.es/cronica/2019/01/27/5c4b5117fdddff1e028b45be.html


 
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Los Ulayar: el crimen más 'nazi' de ETA

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Los terroristas, sus vecinos, no sólo mataron al padre, patearon a uno de sus hijos huérfanos y marcaron la casa familiar con pintadas

Pasó hoy hace 40 años, y el pueblo sigue siendo un nido de odio

Hace 40 años, el 27 de enero de 1979, Salvador Ulayar tenía 13 años. Miraba en la tele su programa favorito y atendió a la llamada de su padre para que le ayudara con el bidón de gasóleo para la calefacción. Al salir de la casa vio cómo, a unos metros, un hombre con una media en la cabeza le disparaba a su padre primero tres tiros y, después de una pausa, otros dos. Aterrorizado, huyó porque pensó que también a él le iban a matar. Después regresó, pretendió perseguir el coche del asesino y finalmente se dirigió al cuerpo rendido en el suelo, para implorarle en vano que le hablase.

Los cuatro terroristas que participaron eran vecinos del pueblo, Etxarri Aranatz, en Navarra. Dos de ellos eran los hermanos Vicente y Juan Nazabal, que fueron ayudados por otros dos, uno de los cuales era familiar del asesinado, Jesús, un hombre discreto y honrado que había sido alcalde de la localidad.

ETA perpetró con este asesinato uno de los crímenes más nazis en su haber de un listado realmente numeroso. Cierto es que el secuestro de Ortega Lara cumplió sobradamente las características de sadismo propias del nazismo pero en el asesinato a Jesús Ulayar hay que añadir la complicidad o cobardía de un pueblo prolífico en la generación de terroristas y que todavía constituye una especie de burbuja proetarra en la que el Estado de Derecho se ve incapacitado para actuar.

Aquel niño de 13 años, su madre y sus tres hermanos metieron los papeles de su padre en una carpeta y, con aquel velatorio tristísimo y bastante solitario, iniciaron un calvario que se prolongó durante décadas. Que, en realidad, todavía hoy continúa. Salvador lo contó casi todo hace cuatro años en un libro muy doloroso, Morir para contarlo, que era además una forma de interpelar a los políticos y a la sociedad pero que ninguna editorial importante quiso publicar precisamente porque, una vez ETA dejó de matar, la sociedad y los políticos se dedicaron «a otras cosas».

Los Ulayar vivieron desde la muerte del padre como se vive en Etxarri. Sin que nadie les preguntase cómo estaban, mientras a los terroristas se los alababa. «Siendo de allí, siempre hemos sabido que vivíamos en territorio hostil. Para nosotros la vida fue una continuación de lo ocurrido. La gente, tras el asesinato, seguía pensando lo mismo que pensaba y quien nos arropaba lo hacía en privado porque el terror hace estragos», recuerda José Ignacio Ulayar, uno de los hijos de Jesús.

Hasta que pasó lo que pasó. Dieciséis años después de ingresar en prisión, el autor material del asesinato salió. «Yo llevaba años explicándole a mi mujer que un día nos lo encontraríamos por la calle. Mi mujer era incrédula. Pero en agosto, en plenas fiestas del pueblo, lo vimos. Había una comida popular en la plaza e íbamos con el crío de dos años. Nos íbamos a cruzar pero me acerqué a él y le dije: asesino. Me pegó una patada en el pecho y sus secuaces me desplazaron 50 o 60 metros. Nadie me ayudó. Significarse allí es buscarse la ruina», apunta. Después se lo encontró de compras en unos grandes almacenes y fue el etarra quien le insultó mientras se tocaba sus partes y le hacía una reverencia.

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Jesús Ulayar, al ser asesinado por ETA, dejó huérfanos a cuatro chavales, Jesús, José Ignacio, Mari Nieves y Salvador, el pequeño, que fue el testigo de la muerte. En la foto, en el regazo de Rosa, su madre.
Etxarri Aranatz nombró al terrorista hijo predilecto y la banda de música pasó por delante de la puerta de los Ulayar.

Juan José se fue a vivir a otro lugar con su familia pero tuvo poca suerte. Juan Nazabal, el hermano, que había salido de prisión antes de lo que le correspondía por estudiar la carrera de psicología que regalaba la Universidad del País Vasco (UPV) precisamente para que los etarras disfrutasen de beneficios penitenciarios, fue destinado temporalmente al colegio al que iban sus hijos. Los avisó una profesora. «Fuimos al Departamento de Educación pero nos dijeron que nada podían hacer y él estuvo tres meses allí», relata. También se encaró con el etarra psicólogo. «Eres el asesino de mi padre», le espetó en público. Y, a diferencia de su hermano, él apenas respondió: «Usted se confunde».

En el lugar donde fue asesinado Jesús Ulayar, el Ayuntamiento puso dos contenedores de basura y la fachada de la casa familiar suele aparecer marcada con pintadas de ensalzamiento a ETA. Los hijos organizaron un homenaje en 2004 por el 15º aniversario y «fue gratificante». «Pero el pueblo parecía desierto, con las persianas bajadas. Muchos se acercaron sólo a la misa de la tarde». Por miedo.

Hoy la alcaldesa de Etxarri Aranatz es de Bildu e hija de una prima del asesinado Ulayar. El Ayuntamiento tiene una partida de 4.000 euros destinada a los familiares de los presos de ETA. En el llamado Mapa del Sufrimiento auspiciado por el Gobierno navarro -formado por Geroa Bai y por Bildu- y elaborado por el Consistorio, el asesino de Jesús Ulayar aparece como una víctima, «detenido y torturado por motivos políticos».

Recientemente, en fiestas, fueron invitados al balcón del Ayuntamiento los hijos de los etarras Asier Carrera, Ohian Barandalla, Unai Parot y Juan Ramón Carasatorre, algunos de ellos menores de edad. Uno de los acontecimientos más esperados en las fiestas es el «tiro al facha» o el Dia del Inútil, donde la gente se burla de la Guardia Civil. El pasado día 3, Jokin Urain, un etarra con condenas de 421 años, cuatro asesinatos en su haber y 11 tentativas, presentó un libro con su versión de la historia con cobertura municipal.

En el Ayuntamiento de Etxarri Aranatz hay nueve concejales de Bildu y dos del PP. Mejor dicho, uno: Juan Antonio Extremera. Vive en Pamplona pero en 2011, cuando vio que el PP había sacado un concejal en el pueblo pero ninguno de la lista quiso tomar posesión -se presentaron porque pensaron que no saldrían-, lo hizo él. En 2015 duplicó los votos y sacó dos concejalías pero la otra la ocupa una señora de 70 años que vive en Madrid. Ha ido a algunos plenos pero no vota. Así que dos concejales, un voto. «Cuando llegué allí mis votantes me veían y bajaban la cabeza. Con los años, he logrado hablar con ellos pero siempre a escondidas», dice Extremera, que aún lleva escolta para ir al pueblo.

«Acabo los plenos con un Viva Navarra y un Viva España y ellos convocan plenos extrordinarios los viernes, coincidiendo con la manifestación a favor de los presos, para llenar la sala y que el público me escupa y me insulte», cuenta. Empapeló Etxarri con sus carteles electorales y se los quemaron y recibió en su trabajo una carta con una bala dibujada de la munición usada por ETA.

No es de extrañar que los Ulayar se muestran «desengañados» y piensen que los gobiernos no han cumplido con la obligación de articular las leyes que impidieran todo esto, que evitaran que los proetarras estén en las instituciones sin ni siquiera haber condenado los atentados de la banda; leyes que protegieran y honraran, de verdad, a las víctimas del terrorismo. «Toda aquella buena gente que murió asesinada no se creería lo que está pasando», se lamentan.

ETA fue derrotada operativamente pero los Ulayar sienten que los vencidos han sido ellos. «No nos matan, pero, ¿nos dejan vivir?», se preguntan. Este domingo, hartos de sufrir -cierto es que ya han hecho bastante por el Estado y por todos-, han decidido que su homenaje sea privado. En el cementerio y con un ramillete de flores en el lugar en el que Jesús, su padre, fue asesinado.

https://www.elmundo.es/cronica/2019/01/27/5c4b5117fdddff1e028b45be.html


Es todo tan repulsivo. Toda una sociedad adoctrinada, dominada y humillada por unos viles asesinos.
 
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