Helados

Cómo hacer helado de menta


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El helado de menta es un excelente digestivo al tiempo que un postre delicioso, perfecto para quienes desean disfrutar de algo dulce pero sin excederse. Es el cierre perfecto de una cena familiar o entre amigos, y la buena noticia es que se trata de una receta simple que puedes preparar en casa sin mayores complicaciones. ¿Te animas a hacerlo?, en unComo.com te explicamos cómo hacer helado de menta.


Ingredientes:
  • 1 taza de leche entera, desnatada o si prefieres de soja
  • Media taza de nata líquida
  • Un puñado de hojas de menta
  • 6 huevos
  • 150 gramos de azúcar glass

Pasos a seguir para hacer esta receta:

1 El helado de menta es una excelente alternativa para elaborar un postre diferente y refrescante. Además se trata de una opción que se puede adaptar a las personas intolerantes a la lactosa al usar leche de soja y nata sin lactosa, como la elaborada a base de arroz.

2 Para empezar, mezcla la taza de leche con la media taza de nata. Enciende el fuego a potencia media y lleva la mezcla a calentar revolviendo constantemente hasta que hierva. Luego retira del fuego.

3 Con una batidora eléctrica o usando la varilla, bate los 6 huevos junto al azúcar glass hasta obtener una mezcla espesa. Luego añade al recipiente con la leche y la nata previamente calentado.

4 Toma un puñado de hojas de menta y tritúralas con la batidora o la licuadora, mientras más hojas agregues más intenso será el sabor. Une estas hojas al resto de los ingredientes, enciende el fuego en potencia media y calienta la mezcla durante cerca de 5 minutos, revolviendo con frecuencia.

5 Retira del fuego y deja enfriar hasta la temperatura ambiente, tu mezcla de helado de mentaestá ya lista.

6 Una vez que la mezcla esté a temperatura ambiente, viértela en un recipiente apto para el frío y llévala al congelador por 3 o 4 horas. Cada media hora deberás remover la mezcla con una espátula para evitar que el azúcar se cristalice, obteniendo así un resultado más cremoso y perfecto.

7 Transcurrido este tiempo podrás disfrutar de un helado de menta casero y exquisito. Te recomendamos que saques tu helado del congelador 15 minutos antes de servirlo, de esta forma estará más suave y rico. Para decorar, puedes servir con unas hojas de menta.



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POLVITO HELADO


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Un postre muy popular en Canarias que combina galleta, helado y el merengue seco en polvo que le dá nombre. Puedes comprarlo preparado en el supermercado, pero la versión casera está mucho mejor.




Ingredientes

Para 4 polvitos helados individuales

  • 6 galletas tipo Digestive
  • 25 g de mantequilla
  • 4 bolas de helado de nata
  • 4 cucharaditas de dulce de leche
  • 6 suspiros de Moya o merenguitos secos pequeños
  • 100 ml de nata para montar con el 35% de materia grasa
  • 25 g de azúcar glas

Preparación

  1. Derretir la mantequilla en el microondas con cuidado de no pasarnos (para que no explote).
  2. Triturar las galletas en una bolsa de zip o con ayuda de un robot de cocina y mezclarlas con la mantequilla.
  3. Cubrir el fondo de unos aros posados sobre un papel de hornear, lo ideal es que vayan sobre una tabla, o una tartera grande, para meterlo todo en el congelador y que no pierda la forma. Llevar a congelar durante 30 minutos.
  4. Colocar la bola de helado de nata encima de la base, intercalándola con la cucharadita de dulce de leche y cuatro de los suspiros de Moya muy triturados. Llevar al congelador.
  5. Montar la nata bien fría con las varillas, cuando esté semimontada añadir el azúcar glas y seguir batiendo. Poner en una manga pastelera.
  6. Decorar el polvito helado con la nata montada y llevar a congelar durante 2 horas.
  7. Desmoldar con la ayuda de un cuchillo o una espatulina. Terminar con los suspiros reservados triturados.

    https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2019/07/26/receta/1564130295_966176.html
 
HELADO DE HIGOS O BREVAS


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Foto del plato terminado


INGREDIENTES PRINCIPALES

  • 750 g de higos o brevas
  • 2 yogures griegos
  • 1 yogur natural
  • 75 g de azúcar moreno
  • 200g nata líquida


PREPARACIÓN DE LA RECETA

Lavamos los higos con agua. Con un cuchillo cortamos el pedúnculo y el culete.


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Procedemos a picar el resto con una picadora o licuadora. Quedará una masa líquida y homogénea. Lo pasamos a un bol, donde incorporamos el resto de materia; el azúcar, los tres yogures y la nata líquida. Lo mezclaremos bien con una espátula o lengüeta.


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Antes de pasarlo a la heladera lo pondremos un rato en el frigorífico, así la mezcla estará bien fría. Lo metemos en la heladera y esperamos a que manteque (10-20 min). Después lo pasamos al congelador en un tuper cerrado unas horas para que madure.


TRUCOS
Elaboración sin heladera

Si no disponemos de heladera, lo pasamos a un tuper y lo introducimos en el congelador. Cada hora lo removemos con un tenedor para que no cristalice un par de veces.

VIDEO:
https://canalcocina.es/receta/helado-de-higos-o-brevas
 
Este año el helado de vainilla será casero
El buen tiempo está a punto de llegar para quedarse y apetece deleitarse con un buen helado. Hacerlo en casa es mucho más fácil de lo que imaginas... Y te vas a chupar los dedos



Foto: Helado de vainilla. (iStock)




Por
Alimente
02/05/2020


¿Alguna vez te has planteado hacer helado en casa? Es más sencillo de lo que puedas pensar y no requiere de electrodoméstico alguno. Sin embargo, vas a tener que controlar la temperatura minuciosamente para disfrutar de un resultado cremoso. El verano se aproxima, por lo que hay que armarse de recetas sencillas y llenas de frescor para combatir el calor.

El helado de vainilla casero es uno de los más fáciles de elaborar, ya que precisa ingredientes que todo el mundo tiene en su hogar. Solo necesitarás huevos, leche entera y, cómo no, unas vainas de vainilla. No te llevará mucho trabajo y recuerda que este helado puede servirte de base para incluir otros sabores, así que podrás llegar a personalizarlo.

Tiempo de preparación: 240 minutos. Dificultad: Fácil. Coste: Económico. Comensales: 6


Ingredientes
  • 500 gramos de leche
  • 250 gramos de nata para montar (con un 34-35% de materia grasa)
  • 70 gramos de yemas de huevos
  • 160 gramos de azúcar
  • 1/2 vaina de vainilla

Elaboración
  1. Lo primero que harás será añadir la leche y la vainilla en una olla. Ponla a fuego medio y cuando alcance los 80ºC, retírala. Tápala y deja que la leche absorba los sabores de la vainilla durante 30 minutos. Añade la nata para montar y pon el fuego a media potencia otra vez.
  2. Prepara un cuenco con las yemas de los huevos y el azúcar. Bate con unas varillas para integrar los ingredientes. Agrega un cazo de esta mezcla cuando la leche llegue a los 50ºC. Pasados unos minutos, añade el resto, así las yemas no llegarán a cuajar. Retira la vainilla y utiliza la batidora en la olla hasta alcanzar una mezcla homogénea. Vigila que no se pegue al fondo y cuando alcance los 85ºC, retira la olla del fuego.
  3. Pon la mezcla en un bol. Coloca hielo en un recipiente más grande que el bol y, además, añade sal. Esto hará que el frío se transmita de manera más eficaz entre el hielo y el cuenco con la mezcla. Utiliza una espátula para remover hasta alcanzar los 4ºC. La clave es lograr reducir la temperatura en menos de 2 horas. Una vez conseguida la temperatura adecuada, pasa la mezcla a un cuenco limpio.
  4. Cubre el cuenco con film y procura que este entre en contacto con la superficie del futuro helado. De otra manera se creará una costra congelada que no aportará nada al resultado final. Guarda la mezcla 8 horas en el frigorífico o, si lo prefieres, puedes dejarla toda la noche. El resultado será un helado un tanto cremoso, idóneo para disfrutar cuando más te apetezca.



Foto: iStock.


Foto: iStock.



Truco final
Hacer helado en casa es tan sencillo como seguir esta receta. Procura mantener las temperaturas indicadas en todo momento, puesto que algunos ingredientes, como el huevo, podrían llegar a cuajar o cortarse, por lo que tendrías que empezar de nuevo. Sin embargo, con un poco de maña y precaución harás un helado fantástico. ¿Preparado para degustarlo?


 
La receta del granizado casero de lima que no te va a decepcionar
Prepáralo en casa de forma natural y controlando la cantidad de azúcar. Además, no tienes la necesidad de añadir colorantes ni aditivos. Y sabe tanto a verano...


Foto: Granizado de limón. (Snaps Fotografía)



Por
María Sainz
08/05/2020


El granizado es uno de los refrescos más demandados cuando se acerca el calor. Si bien es verdad que en los últimos años han ido apareciendo granizados de todos los sabores y, lo que es peor, de todos los colores, el de limón es, sin lugar a dudas, la estrella entre todos ellos.

Prepararlo en casa nunca había sido tan sencillo como con esta receta. Además, será un granizado mucho más natural, sin colorantes artificiales y controlando tú mismo la cantidad de azúcar que le pones. El toque especial se lo dará la lima, pero siempre puedes mantener el tradicional sabor usando únicamente zumo de limón. ¡A refrescarse!


Tiempo de preparación: 10 minutos + congelado Dificultad: Fácil Coste:Económico Comensales: 4

Ingredientes
  • 2 limones
  • 1 lima
  • 1 litro de agua
  • 150 g de azúcar

Foto: Snaps Fotografía.


Foto: Snaps Fotografía.




Elaboración
  1. Corta los dos limones y la lima a la mitad y exprímelos. Mézclalos con un litro de agua en una jarra grande y añade el azúcar para hacer una limonada. Usando una batidora, mezcla todo muy bien.
  2. Cuela la limonada para eliminar posibles pieles, pulpa y pepitas. A continuación, vierte la mitad de la limonada en cubiteras y mételas al congelador. Reserva el resto de la limonada en la nevera hasta el momento de preparar el granizado.
  3. Una vez estén congelados los cubitos de limonada, sácalos del congelador y ponlos junto con el resto de la limonada. Usa una batidora potente o una picadora para triturarlos.
  4. Sirve el granizado inmediatamente después de triturarlo en vasos con pajita decorándolos con unas rodajitas de lima y de limón.

El truco final
Si quieres un toque aún más refrescante, añade unas hojitas de menta al granizado.


 
Helado casero: los ingredientes que debes utilizar para que sea sano y no engorde
Hay que elegir productos sin azúcar añadida. Los helados industriales pueden llevar hasta un 90% más de la cantidad permitida al día.

9 mayo, 2020


Helados hechos con frutas, lácteos, frutos secos  y sin azúcar añadida se pueden tomar todos los días.


Helados hechos con frutas, lácteos, frutos secos y sin azúcar añadida se pueden tomar todos los días. Pixabay



Comienza el calor y la época de helados. Y la buena noticia es que podemos comerlos siempre que queramos y sin remordimientos. Eso sí, siempre y cuando los hagamos en casa y con productos saludables. Es decir, con ingredientes de calidad, incluidos dentro de lo que debe ser una dieta sana. Sólo así, podemos dejar de preocuparnos por los kilos de más que pueden traen consigo los helados de toda la vida…

Ahora que tenemos más tiempo para estar casa, puede ser un gran momento para lanzarse a preparar este tipo de elaboraciones. Para hacer un helado en casa que sea realmente saludable, lo más importante es elegir bien los productos o ingredientes: que sean naturales, de calidad y sin azúcar añadido. No olvidemos que el azúcar (y sus sucedáneos) es el gran enemigo en la mayoría de helados comerciales (y de tantos otros productos).

"Un helado que compramos puede llegar a tener desde un 60% hasta un 90% más de azúcar de la dosis diaria recomendada. Es un cantidad muy elevada", afirma a EL ESPAÑOL la dietista-nutricionista, Sara López Oliva, colegiada del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA).

Recordemos que la cantidad de azúcar recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) no debe sobrepasar los 25 gramos al día por persona. En España, sin embargo, tomamos a diario más de 110 gramos.

Lo bueno de hacer helados en casa -añade esta experta- es que podemos evitar ese exceso de azúcar que tienen los helados industriales, incluso podemos no echar absolutamente nada de azúcar, ya que la fruta que incorporemos o los demás ingredientes que elijamos, pueden darnos un sabor muy rico, sin necesidad de echar de menos ese sabor tan azucarado de los helados que compramos.


"Al final nuestro paladar se va reeducando y nos vamos a acostumbrando a sabores más naturales y más sanos. Algo muy importante para los niños, que además de poder hacerles partícipes de la elaboración y la preparación del helado -y de pasar así un rato divertido- haremos que se habitúen también a consumir fruta de este otro modo", comenta la nutricionista.

Frutas, lácteos y chocolate
La características principal de un helado, explica López Oliva, es la cremosidad y la untuosidad. Para ello, podemos usar los siguientes ingredientes: leche, yogur natural sin azúcar o yogures griegos (que tienen más cremosidad).

Otra opción, en vez de los lácteos, serían las bebidas vegetales; igualmente debemos elegirlas sin azúcar añadida. Por ejemplo, la bebida vegetal de coco, ya que le da un sabor muy característico y sabroso. También podemos utilizar queso fresco batido que es un producto muy bajo en grasas y que dará a nuestro helado una consistencia muy palatable.

Otros de los ingredientes o elementos fundamentales de un helado casero saludable es, naturalmente, la fruta. Además, la fruta, al llevar incluida azúcar de forma natural, ya le está dando un sabor más sabroso y dulce sin necesidad de incluir azúcares añadidos de ningún tipo. "Para esto, para darle ese sabor más dulce, nos interesa que la la fruta que utilicemos esté bastante madura, por ejemplo, los plátanos maduros. También podemos usar coco rallado o dátiles", aconseja.

Podemos hacer el helado con muchos tipos de frutas. Por ejemplo, piñas, mangos, frutos rojos y arándanos o melocotones (ahora es época)… Otra opción es por ejemplo, comprar la fruta ya congelada, como venden en muchos 'súper'.

Para aderezar nuestro preparado, añade López Oliva, podemos optar, por ejemplo, por echarle cacao puro o chocolate negro -con un 85%, como mínimo de cacao - incluso derretido por encima (si así nos gusta más) o frutos secos (crudos o tostados y sin sal), bien triturados o incluso también en forma de crema. En el mercado ya existen cremas de frutos secos muy naturales. No olvidemos que los frutos secos forman parte de una dieta sana y equilibrada y son base fundamental de nuestra dieta mediterránea.

"Con esta receta (frutas más lácteos o bebidas vegetales sin azúcar añadida más cacao puro o frutos secos) podemos tomar helado todos los días sin problemas. Porque son ingredientes de calidad que se encuentran dentro de lo que es una dieta sana, sólo que los adaptamos a la época de verano", asegura.

Obviamente, no pasa nada porque de forma excepcional u ocasional tomemos helados comerciales, pero "los helados caseros, preparados de la forma en que hemos comentado, son alimentos saludables, y lo son porque contienen ingredientes de gran calidad nutricional", concluye la nutricionista.

 
POLOS DE ALBARICOQUE Y YOGUR GRIEGO


Polos de albaricoque y yogur griego



Estos 'jetapolos' de fruta son perfectos para rechupetearlos sin que te confundan con un oso y refrescarte al mismo tiempo. Solo necesitas un congelador y dos manitas para hacerlos.



Marta Miranda


Ingredientes

Para 12 polos

  • 300 g de yogur griego cremoso
  • 8 albaricoques pequeños muy maduros
  • 1 cucharadita de miel (opcional)
  • 6-8 galletas Lotus
  • 1/2 vaina de vainilla
Preparación

  1. Abrir la vainilla a lo largo y rascar el interior.
  2. Mezclar poco a poco la pulpa de la vainilla con el yogur griego, probando para dar con el punto de vainilla al gusto. Si vas a endulzar los polos con la miel, mézclala ahora.
  3. Desmenuzar las galletas hasta conseguir una arena gruesa.
  4. Lavar y secar los albaricoques y eliminar el hueso.
  5. Triturar la mitad de la fruta hasta conseguir una papilla. Trocear la otra mitad.
  6. Para hacer polos en capas, llenar una manga pastelera con el yogur e ir haciendo capas de yogur, albaricoques triturados, galletas en polvo y trocitos de albaricoque hasta llenar el molde, cuidando que la última capa sea también de yogur. Colocar la tapa.
  7. Para hacer polos sin capas, mezclar el yogur con los albaricoques triturados, los troceados y las galletas desmenuzadas. Rellenar con esa masa los moldes de yogur y colocar la tapa.
  8. Antes de taparlos, golpear varias veces los moldes con suavidad sobre la encimera para eliminar las burbujas de aire que se puedan formar en el interior.
  9. Congelar los polos durante 6-8 horas o hasta que estén congelados por completo.
  10. Sacar del congelador y pasar los moldes por un chorro de agua caliente para poder desmoldar.

 
POLVITO HELADO


Una bomba calórica -y de sabor- para ocasiones especiales


Un postre muy popular en Canarias que combina galleta, helado y el merengue seco en polvo que le dá nombre. Puedes comprarlo preparado en el supermercado, pero la versión casera está mucho mejor.




CLARA PÉREZ VILLALÓN


Merengue, nata, dulce de leche y galleta… ¿qué puede salir mal? Efectivamente, este postre que se ha hecho tan popular en Canarias -y ya en toda España, gracias a la versión que comercializa Mercadona-, es una auténtica bomba de relojería pero es de esas bombas que hacen muy feliz. Es innegable que la combinación es contundente, pero de cara al verano esta inyección de azúcar en vena se puede hacer un poco más refrescante si se congela y se toma casi como una tarta helada.

Es curioso porque no se llama “polvito” sin más sino que esta mezcla se conoce como “polvito uruguayo”, ¿es que trajeron unos polvos de Uruguay para hacerlo? ¿o será que en Uruguay hay un postre que se llama así? Pues puede ser, o puede no ser, pero lo que sí que está claro es que en el postre original no faltan los Suspiros de Moya, unos merengues secos adictivos, que se incorporan hechos polvo… y quizás de ahí venga lo del “polvito”.

Hagamos un polvito helado entonces, y que cada uno lo interprete como quiera cuando digáis que ese va a ser el postre del día. En la base una capa de galletas con mantequilla también hechas polvo, encima un buen helado de nata -ojo al de Regma, al de Bico de Xeado o al de AcaramHelados-, un chorretón generoso de dulce de leche, unas migas de merengue y para rematar un poco de nata montada con más merengue dentro de la misma. El resultado es una tarta helada genial para tener en el congelador y servir en cualquier momento, contundentísima, sí, pero no pasa nada por darnos un capricho muy de vez en cuando.



Ingredientes
Para 4 polvitos helados individuales
  • 6 galletas tipo Digestive
  • 25 g de mantequilla
  • 4 bolas de helado de nata
  • 4 cucharaditas de dulce de leche
  • 6 suspiros de Moya o merenguitos secos pequeños
  • 100 ml de nata para montar con el 35% de materia grasa
  • 25 g de azúcar glas

Preparación
  1. Derretir la mantequilla en el microondas con cuidado de no pasarnos (para que no explote).
  2. Triturar las galletas en una bolsa de zip o con ayuda de un robot de cocina y mezclarlas con la mantequilla.
  3. Cubrir el fondo de unos aros posados sobre un papel de hornear, lo ideal es que vayan sobre una tabla, o una tartera grande, para meterlo todo en el congelador y que no pierda la forma. Llevar a congelar durante 30 minutos.
  4. Colocar la bola de helado de nata encima de la base, intercalándola con la cucharadita de dulce de leche y cuatro de los suspiros de Moya muy triturados. Llevar al congelador.
  5. Montar la nata bien fría con las varillas, cuando esté semimontada añadir el azúcar glas y seguir batiendo. Poner en una manga pastelera.
  6. Decorar el polvito helado con la nata montada y llevar a congelar durante 2 horas.
  7. Desmoldar con la ayuda de un cuchillo o una espatulina. Terminar con los suspiros reservados triturados.

 
POLOS DE SANDÍA CON LIMA, CHILE Y SAL
Un polo casero muy sencillo de elaborar –y aún más de comer–, con la fruta estrella de la temporada como protagonista y un punto ácido y salado que hace que te replantees la forma en la que siempre has comido sandía.


Polos de sandía con lima, chile y sal


La mezcla de dulce, salado y ácido marcará un antes y un después en tu vida..



MÒNICA ESCUDERO



La primera vez que probé la sandía con lima, sal y chile, aconsejada por una amiga mexicana, un nuevo universo se abrió ante mis ojos. Esa mezcla de dulce, salado y ácido iba a marcar un antes y un después en mi vida, como bien saben todos los invitados a los que se la he servido como postre, merienda o picoteo de medianoche (y la máquina de vacío que dio su vida mientras intentaba osmotizar la sandía con vodka para convertirlo en un cóctel comestible).

En un momento en el que sandía ha alcanzado su punto óptimo de consumo, utilizarla en tantas recetas como sea posible no solo es aconsejable sino casi mandatorio, y así es como se me ocurrió convertir esta imbatible combinación en un polo, paleta o como queráis llamarle.

Además, para hacerlas no necesitas ni molde, ni licuadora, batidora o prácticamente nada más aparte de los cuatro ingredientes que se mencionan en el título de la receta, un rallador y un cuchillo (y un congelador, claro, que siempre va bien para eso de congelar cosas). Un palito de madera como soporte se agradece, pero si no tienes uno a mano puedes usar un tenedor de postre, el mango de una cucharilla de café o algunas brochetas clavadas muy cerca para que el peso quede repartido y no se rompan.

Por eso son perfectas para ese momento del año llamado vacaciones, cuando tu ajuar culinario suele estar a kilómetros de ti y tienes que subsistir con una sartén rallada, una espumadera medio quemada y un escurridor que, por el tamaño que tiene y el plastiquete con el que se ha fabricado, debe haber salido por lo menos de la factoría Playmobil.

El único truco para que salgan bien es escoger una sandía muy carnosa (si está medio hueca se desmontará en cuanto salga del congelador), no cortarla en rodajas finas y ponerla en una bolsa de zip para que el frío no la queme. La velocidad con la que la sirvamos también será crucial, y poner al alcance de quien la vaya a tomar un extra de aderezos por si quiere ponerle más mandanga no es obligatorio, pero sí aconsejable.



Ingredientes
Para 4 paletas
  • 4 trozos grandes del centro de la sandía, cortados con la base cuadrada o en rombo
  • Sal
  • 2 limas
  • Chile en polvo
  • Para sostenerlas: palitos de madera para polos
Preparación
  1. Con la ayuda de un cuchillo, hacer pequeñas incisiones en en centro de la corteza de la sandía para clavar un palito de helado en ella (al palito debería costarle entrar, o después se caerá fácilmente).
  2. Poner los trozos de sandía en una bolsa de zip, sin tocarse entre ellos para que no se peguen al congelarse. Llevar al congelador por lo menos durante 6 horas, o de un día para otro.
  3. Justo antes de sacar la sandía rallar la piel de la lima y reservarla. Tener listos todos los ingredientes para, solo sacar la sandía del congelador, mojarla con el zumo de lima y espolvorearla con un poco de chile, sal y la ralladura. Consumir inmediatamente.
 
POLOS DE SANDÍA CON LIMA, CHILE Y SAL
Un polo casero muy sencillo de elaborar –y aún más de comer–, con la fruta estrella de la temporada como protagonista y un punto ácido y salado que hace que te replantees la forma en la que siempre has comido sandía.


Polos de sandía con lima, chile y sal


La mezcla de dulce, salado y ácido marcará un antes y un después en tu vida..



MÒNICA ESCUDERO



La primera vez que probé la sandía con lima, sal y chile, aconsejada por una amiga mexicana, un nuevo universo se abrió ante mis ojos. Esa mezcla de dulce, salado y ácido iba a marcar un antes y un después en mi vida, como bien saben todos los invitados a los que se la he servido como postre, merienda o picoteo de medianoche (y la máquina de vacío que dio su vida mientras intentaba osmotizar la sandía con vodka para convertirlo en un cóctel comestible).

En un momento en el que sandía ha alcanzado su punto óptimo de consumo, utilizarla en tantas recetas como sea posible no solo es aconsejable sino casi mandatorio, y así es como se me ocurrió convertir esta imbatible combinación en un polo, paleta o como queráis llamarle.

Además, para hacerlas no necesitas ni molde, ni licuadora, batidora o prácticamente nada más aparte de los cuatro ingredientes que se mencionan en el título de la receta, un rallador y un cuchillo (y un congelador, claro, que siempre va bien para eso de congelar cosas). Un palito de madera como soporte se agradece, pero si no tienes uno a mano puedes usar un tenedor de postre, el mango de una cucharilla de café o algunas brochetas clavadas muy cerca para que el peso quede repartido y no se rompan.

Por eso son perfectas para ese momento del año llamado vacaciones, cuando tu ajuar culinario suele estar a kilómetros de ti y tienes que subsistir con una sartén rallada, una espumadera medio quemada y un escurridor que, por el tamaño que tiene y el plastiquete con el que se ha fabricado, debe haber salido por lo menos de la factoría Playmobil.

El único truco para que salgan bien es escoger una sandía muy carnosa (si está medio hueca se desmontará en cuanto salga del congelador), no cortarla en rodajas finas y ponerla en una bolsa de zip para que el frío no la queme. La velocidad con la que la sirvamos también será crucial, y poner al alcance de quien la vaya a tomar un extra de aderezos por si quiere ponerle más mandanga no es obligatorio, pero sí aconsejable.



Ingredientes
Para 4 paletas
  • 4 trozos grandes del centro de la sandía, cortados con la base cuadrada o en rombo
  • Sal
  • 2 limas
  • Chile en polvo
  • Para sostenerlas: palitos de madera para polos
Preparación
  1. Con la ayuda de un cuchillo, hacer pequeñas incisiones en en centro de la corteza de la sandía para clavar un palito de helado en ella (al palito debería costarle entrar, o después se caerá fácilmente).
  2. Poner los trozos de sandía en una bolsa de zip, sin tocarse entre ellos para que no se peguen al congelarse. Llevar al congelador por lo menos durante 6 horas, o de un día para otro.
  3. Justo antes de sacar la sandía rallar la piel de la lima y reservarla. Tener listos todos los ingredientes para, solo sacar la sandía del congelador, mojarla con el zumo de lima y espolvorearla con un poco de chile, sal y la ralladura. Consumir inmediatamente.
Esto es sandía congelada, no es cocinar.
 
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