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Rebingo! Potorra podría vivir eternamente recordando que fue algo de Jesulín y el pobre hombre lo único que quiere es olvidar que alguna vez se apareó con el sapo!
Me imagino que para Jesús Janeiro Bazán, quien a pesar de sus 8 cornadas, 3 de ellas de extrema gravedad y un serio accidente de tráfico que lo obligo a retirarse; sin lugar a dudas el día que conoció a la entonces llamada María Belén, habrá sido el más fatídico de su vida.
Seguro que Jesulín, maldice el día que tan -barriobajera damisela - se cruzó en su camino, porque definitivamente la buena fortuna, no estaba a su favor.