En una oportunidad estábamos un grupo de amigos conversando intensamente y de pronto se nos ocurrió la brillante idea de dedicarnos a investigar temas paranormales.
No se nos pudo ocurrir en mejor fecha ya que aquella noche era la primera vez que hablaríamos con la que acabó siendo la pieza clave de nuestro equipo.
Una mujer, acababa de entrar en el bar y justo al llegar a nuestra mesa se presentó: «Hola, me llamo Rosadelia, soy de Las Palmas, estoy buscando alojamiento para dos personas y un gato siamés, muy bonito.»
Todos los que estábamos en la mesa decidimos ayudarla menos virgovamp. «Por qué no querrá ayudarla?», nos preguntamos. Y de repente virgovamp se levantó y le pidió a Rosadelia que quería conocer al gato, pues @franfei expuso en un hilo una teoría fascinante sobre el origen del gato en este planeta y por qué eran adorados por los egipcios. Fue entonces cuando entendimos porque virgovamp no quería ayudar a Rosadelia. Según la teoría, los gatos egipcios son los únicos seres capaces de herir mortalmente los vampiros.
Así que, luego de ver el gato aparentemente tranquilo y sosegado, noté como a pesar de la iluminación existente en el local, la dilatación de sus pupilas no se correspondía con la intensidad lumínica emanada de las lámparas, o eso me pareció; y de repente, una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Aquel animal me miraba fijamente, sin un parpadeo, sin un movimiento, y hasta quise adivinar que sin respiración. Supe con certeza que en él se escondía un gran y trascendente secreto de asesinatos en cadena.
Pero de repente, Rosadelia empezó a agitar nerviosamente el transportín, dando golpecitos por los costados y con un hilo de voz se dirigía al gato: «Ibis, ¡Ibis!, ¡Ibisiitaa!». Ibis, no se movía, seguía con los ojos abiertos, parecía talmente una estatua.
LLegados a este punto, debo decirte ,querido lctor que es la amabilidad de seguir este tenebroso relato, que en contra de algunas opiniones de los presentes en aquel local, yo, que estaba a punto de terminar una frugal cena fría,mal servida y cocinada supongo que con tres dias de antelación no entendi tal cosa de ""ibis"", sobre el nombre de la tal gata, entendí.....""Isis"", ""Isiis"", y un extremecimiento recorrió mi cuerpo de nuevo, pues si raro y extraño resultaba el comportamiento de aquel gato, mas extraño aún lo era el de su dueña. Y ya os diré por qué.-
Todos seguíamos espectantes el comportamiento del animal y de Rosadelia, que curiosamente también tiene un color de ojos intrigante, violeta del estilo de Liz Taylor, transmitiendo intriga. Tanto es así, que estábamos esperando que llegase la persona para la que también había pedido alojamiento Rosadelia, que hasta el momento era desconocida para todos. Es más, llegado a este punto, existirá esa persona o será la disculpa perfecta para el plan sibilino que parece se trae entre manos la protagonista con su gato-pasmado?
Y tal como sospechábamos algunos, el gato era falso. Era una excelente y detallada reproducción en cerámica de un abisino de pelaje cobrizo y orejas puntiagudas y bien erectas. Rosadelia abrió el transportín y horrorizada se quedó, y nos quedamos, al ver a su «Ibisita» hecha a pedacitos en el suelo de aquel bar.
Pronto decayó el suspense de aquella situación, pues al instante traspasó el umbral de la puerta una figura masculina que avanzó hacia la recién llegada tras saludar con una venia a los presentes. El nerviosismo de la partenaire desapareció mágicamente, en sus ojos apareció un brillo del que estaban carentes, y su rostro serio esbozó una sonrisa de esas que lo dicen todo, tras fijarme bien, debido a la curiosidad, debo admitir que era una mujer guapa.
El hombre era un tipo con un aire distinto al habitual, vestía un chaquetón afelpado de un color azúl oscuro provisto de una botonadura dorada y refulgente, pantalón del mismo color, tenia el pelo de un color que no se puede describir, pues era adornado de canas incipientes entrelazadas con el negro original sin que pueda asegurar la proporción, y exhalaba un perfume recio y penetrante que a mi se me antojó una extraña mezcla de pino, creosota y alquitrán. Decididamente era un Marino.-
El Marino se acercó a nuestra mesa, con dificultad y balbuceando algo ininteligible, pero parecía que dijese: «de dónde sois oriundos??», expresándose en un antiguo o desconocido Idioma que, por sorpesa de los presentes, @Miss Guerlain parecía conocer a la perfección. De hecho, Miss, le respondió al caballero algo como: "Eres el Holandes Errante? Hacía rato queríamos tener noticias tuyas... Dónde has atracado tu navío?", entonces aquel hombre esbozó una sonrisa y alargando su mano derecha en un ademán firme, señaló el Puerto con su dedo índice diciendo...Allí, o al menos eso quise yo entender.
Pero para nuestra sorpresa sólo se divisaba una densa niebla que impedía ver más alla... No dábamos crédito a nuestros ojos pues la noche era diáfana y despejada y sin embargo la presencia de esa niebla...que por momentos lo envolvía todo nos hizo presagiar un repentino cambio de tiempo, si no de los acontecimientos, como así sucedió.
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Hagamos una redacción (juego).
- AutorRosadelia
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En una oportunidad estábamos un grupo de amigos conversando intensamente y de pronto se nos ocurrió la brillante idea de dedicarnos a investigar temas paranormales.
No se nos pudo ocurrir en mejor fecha ya que aquella noche era la primera vez que hablaríamos con la que acabó siendo la pieza clave de nuestro equipo.
Una mujer, acababa de entrar en el bar y justo al llegar a nuestra mesa se presentó: «Hola, me llamo Rosadelia, soy de Las Palmas, estoy buscando alojamiento para dos personas y un gato siamés, muy bonito.»
Todos los que estábamos en la mesa decidimos ayudarla menos virgovamp. «Por qué no querrá ayudarla?», nos preguntamos. Y de repente virgovamp se levantó y le pidió a Rosadelia que quería conocer al gato, pues @franfei expuso en un hilo una teoría fascinante sobre el origen del gato en este planeta y por qué eran adorados por los egipcios. Fue entonces cuando entendimos porque virgovamp no quería ayudar a Rosadelia. Según la teoría, los gatos egipcios son los únicos seres capaces de herir mortalmente los vampiros.
Así que, luego de ver el gato aparentemente tranquilo y sosegado, noté como a pesar de la iluminación existente en el local, la dilatación de sus pupilas no se correspondía con la intensidad lumínica emanada de las lámparas, o eso me pareció; y de repente, una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Aquel animal me miraba fijamente, sin un parpadeo, sin un movimiento, y hasta quise adivinar que sin respiración. Supe con certeza que en él se escondía un gran y trascendente secreto de asesinatos en cadena.
Pero de repente, Rosadelia empezó a agitar nerviosamente el transportín, dando golpecitos por los costados y con un hilo de voz se dirigía al gato: «Ibis, ¡Ibis!, ¡Ibisiitaa!». Ibis, no se movía, seguía con los ojos abiertos, parecía talmente una estatua.
LLegados a este punto, debo decirte ,querido lctor que es la amabilidad de seguir este tenebroso relato, que en contra de algunas opiniones de los presentes en aquel local, yo, que estaba a punto de terminar una frugal cena fría,mal servida y cocinada supongo que con tres dias de antelación no entendi tal cosa de ""ibis"", sobre el nombre de la tal gata, entendí.....""Isis"", ""Isiis"", y un extremecimiento recorrió mi cuerpo de nuevo, pues si raro y extraño resultaba el comportamiento de aquel gato, mas extraño aún lo era el de su dueña. Y ya os diré por qué.-
Todos seguíamos espectantes el comportamiento del animal y de Rosadelia, que curiosamente también tiene un color de ojos intrigante, violeta del estilo de Liz Taylor, transmitiendo intriga. Tanto es así, que estábamos esperando que llegase la persona para la que también había pedido alojamiento Rosadelia, que hasta el momento era desconocida para todos. Es más, llegado a este punto, existirá esa persona o será la disculpa perfecta para el plan sibilino que parece se trae entre manos la protagonista con su gato-pasmado?
Y tal como sospechábamos algunos, el gato era falso. Era una excelente y detallada reproducción en cerámica de un abisino de pelaje cobrizo y orejas puntiagudas y bien erectas. Rosadelia abrió el transportín y horrorizada se quedó, y nos quedamos, al ver a su «Ibisita» hecha a pedacitos en el suelo de aquel bar.
Pronto decayó el suspense de aquella situación, pues al instante traspasó el umbral de la puerta una figura masculina que avanzó hacia la recién llegada tras saludar con una venia a los presentes. El nerviosismo de la partenaire desapareció mágicamente, en sus ojos apareció un brillo del que estaban carentes, y su rostro serio esbozó una sonrisa de esas que lo dicen todo, tras fijarme bien, debido a la curiosidad, debo admitir que era una mujer guapa.
El hombre era un tipo con un aire distinto al habitual, vestía un chaquetón afelpado de un color azúl oscuro provisto de una botonadura dorada y refulgente, pantalón del mismo color, tenia el pelo de un color que no se puede describir, pues era adornado de canas incipientes entrelazadas con el negro original sin que pueda asegurar la proporción, y exhalaba un perfume recio y penetrante que a mi se me antojó una extraña mezcla de pino, creosota y alquitrán. Decididamente era un Marino.-
El Marino se acercó a nuestra mesa, con dificultad y balbuceando algo ininteligible, pero parecía que dijese: «de dónde sois oriundos??», expresándose en un antiguo o desconocido Idioma que, por sorpesa de los presentes, @Miss Guerlain parecía conocer a la perfección. De hecho, Miss, le respondió al caballero algo como: "Eres el Holandes Errante? Hacía rato queríamos tener noticias tuyas... Dónde has atracado tu navío?", entonces aquel hombre esbozó una sonrisa y alargando su mano derecha en un ademán firme, señaló el Puerto con su dedo índice diciendo...Allí, o al menos eso quise yo entender.
Pero para nuestra sorpresa sólo se divisaba una densa niebla que impedía ver más alla... No dábamos crédito a nuestros ojos pues la noche era diáfana y despejada y sin embargo la presencia de esa niebla...a la que seguía un fuerte olor a azufre y a podredumbre y tras ella se adivinaba la presencia de formas indefinidas enmascaradas en la bruma y como traídas de otra dimensión; y que los viejos marinos del lugar en conversaciones susurradas en la taberna "El corsario" --con su cachimba de tabaco picado en los labios-- ya habían hablado de que marinos procedentes "de la noche de los tiempos" vendrían a buscar el tesoro que junto a su galeón vino a embarrancar en las escolleras de los acantilados, de resultas de un naufragio en una noche infernal en la que parecieron conjugarse la mar bravía y la furia de los elementos meteorológicos; con pérdida de hombres, barco y vituallas todas tragadas por un mar negro cual alquitrán pegajoso y devorador.....
No se nos pudo ocurrir en mejor fecha ya que aquella noche era la primera vez que hablaríamos con la que acabó siendo la pieza clave de nuestro equipo.
Una mujer, acababa de entrar en el bar y justo al llegar a nuestra mesa se presentó: «Hola, me llamo Rosadelia, soy de Las Palmas, estoy buscando alojamiento para dos personas y un gato siamés, muy bonito.»
Todos los que estábamos en la mesa decidimos ayudarla menos virgovamp. «Por qué no querrá ayudarla?», nos preguntamos. Y de repente virgovamp se levantó y le pidió a Rosadelia que quería conocer al gato, pues @franfei expuso en un hilo una teoría fascinante sobre el origen del gato en este planeta y por qué eran adorados por los egipcios. Fue entonces cuando entendimos porque virgovamp no quería ayudar a Rosadelia. Según la teoría, los gatos egipcios son los únicos seres capaces de herir mortalmente los vampiros.
Así que, luego de ver el gato aparentemente tranquilo y sosegado, noté como a pesar de la iluminación existente en el local, la dilatación de sus pupilas no se correspondía con la intensidad lumínica emanada de las lámparas, o eso me pareció; y de repente, una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Aquel animal me miraba fijamente, sin un parpadeo, sin un movimiento, y hasta quise adivinar que sin respiración. Supe con certeza que en él se escondía un gran y trascendente secreto de asesinatos en cadena.
Pero de repente, Rosadelia empezó a agitar nerviosamente el transportín, dando golpecitos por los costados y con un hilo de voz se dirigía al gato: «Ibis, ¡Ibis!, ¡Ibisiitaa!». Ibis, no se movía, seguía con los ojos abiertos, parecía talmente una estatua.
LLegados a este punto, debo decirte ,querido lctor que es la amabilidad de seguir este tenebroso relato, que en contra de algunas opiniones de los presentes en aquel local, yo, que estaba a punto de terminar una frugal cena fría,mal servida y cocinada supongo que con tres dias de antelación no entendi tal cosa de ""ibis"", sobre el nombre de la tal gata, entendí.....""Isis"", ""Isiis"", y un extremecimiento recorrió mi cuerpo de nuevo, pues si raro y extraño resultaba el comportamiento de aquel gato, mas extraño aún lo era el de su dueña. Y ya os diré por qué.-
Todos seguíamos espectantes el comportamiento del animal y de Rosadelia, que curiosamente también tiene un color de ojos intrigante, violeta del estilo de Liz Taylor, transmitiendo intriga. Tanto es así, que estábamos esperando que llegase la persona para la que también había pedido alojamiento Rosadelia, que hasta el momento era desconocida para todos. Es más, llegado a este punto, existirá esa persona o será la disculpa perfecta para el plan sibilino que parece se trae entre manos la protagonista con su gato-pasmado?
Y tal como sospechábamos algunos, el gato era falso. Era una excelente y detallada reproducción en cerámica de un abisino de pelaje cobrizo y orejas puntiagudas y bien erectas. Rosadelia abrió el transportín y horrorizada se quedó, y nos quedamos, al ver a su «Ibisita» hecha a pedacitos en el suelo de aquel bar.
Pronto decayó el suspense de aquella situación, pues al instante traspasó el umbral de la puerta una figura masculina que avanzó hacia la recién llegada tras saludar con una venia a los presentes. El nerviosismo de la partenaire desapareció mágicamente, en sus ojos apareció un brillo del que estaban carentes, y su rostro serio esbozó una sonrisa de esas que lo dicen todo, tras fijarme bien, debido a la curiosidad, debo admitir que era una mujer guapa.
El hombre era un tipo con un aire distinto al habitual, vestía un chaquetón afelpado de un color azúl oscuro provisto de una botonadura dorada y refulgente, pantalón del mismo color, tenia el pelo de un color que no se puede describir, pues era adornado de canas incipientes entrelazadas con el negro original sin que pueda asegurar la proporción, y exhalaba un perfume recio y penetrante que a mi se me antojó una extraña mezcla de pino, creosota y alquitrán. Decididamente era un Marino.-
El Marino se acercó a nuestra mesa, con dificultad y balbuceando algo ininteligible, pero parecía que dijese: «de dónde sois oriundos??», expresándose en un antiguo o desconocido Idioma que, por sorpesa de los presentes, @Miss Guerlain parecía conocer a la perfección. De hecho, Miss, le respondió al caballero algo como: "Eres el Holandes Errante? Hacía rato queríamos tener noticias tuyas... Dónde has atracado tu navío?", entonces aquel hombre esbozó una sonrisa y alargando su mano derecha en un ademán firme, señaló el Puerto con su dedo índice diciendo...Allí, o al menos eso quise yo entender.
Pero para nuestra sorpresa sólo se divisaba una densa niebla que impedía ver más alla... No dábamos crédito a nuestros ojos pues la noche era diáfana y despejada y sin embargo la presencia de esa niebla...a la que seguía un fuerte olor a azufre y a podredumbre y tras ella se adivinaba la presencia de formas indefinidas enmascaradas en la bruma y como traídas de otra dimensión; y que los viejos marinos del lugar en conversaciones susurradas en la taberna "El corsario" --con su cachimba de tabaco picado en los labios-- ya habían hablado de que marinos procedentes "de la noche de los tiempos" vendrían a buscar el tesoro que junto a su galeón vino a embarrancar en las escolleras de los acantilados, de resultas de un naufragio en una noche infernal en la que parecieron conjugarse la mar bravía y la furia de los elementos meteorológicos; con pérdida de hombres, barco y vituallas todas tragadas por un mar negro cual alquitrán pegajoso y devorador.....
En una oportunidad estábamos un grupo de amigos conversando intensamente y de pronto se nos ocurrió la brillante idea de dedicarnos a investigar temas paranormales.
No se nos pudo ocurrir en mejor fecha ya que aquella noche era la primera vez que hablaríamos con la que acabó siendo la pieza clave de nuestro equipo.
Una mujer, acababa de entrar en el bar y justo al llegar a nuestra mesa se presentó: «Hola, me llamo Rosadelia, soy de Las Palmas, estoy buscando alojamiento para dos personas y un gato siamés, muy bonito.»
Todos los que estábamos en la mesa decidimos ayudarla menos virgovamp. «Por qué no querrá ayudarla?», nos preguntamos. Y de repente virgovamp se levantó y le pidió a Rosadelia que quería conocer al gato, pues @franfei expuso en un hilo una teoría fascinante sobre el origen del gato en este planeta y por qué eran adorados por los egipcios. Fue entonces cuando entendimos porque virgovamp no quería ayudar a Rosadelia. Según la teoría, los gatos egipcios son los únicos seres capaces de herir mortalmente los vampiros.
Así que, luego de ver el gato aparentemente tranquilo y sosegado, noté como a pesar de la iluminación existente en el local, la dilatación de sus pupilas no se correspondía con la intensidad lumínica emanada de las lámparas, o eso me pareció; y de repente, una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Aquel animal me miraba fijamente, sin un parpadeo, sin un movimiento, y hasta quise adivinar que sin respiración. Supe con certeza que en él se escondía un gran y trascendente secreto de asesinatos en cadena.
Pero de repente, Rosadelia empezó a agitar nerviosamente el transportín, dando golpecitos por los costados y con un hilo de voz se dirigía al gato: «Ibis, ¡Ibis!, ¡Ibisiitaa!». Ibis, no se movía, seguía con los ojos abiertos, parecía talmente una estatua.
LLegados a este punto, debo decirte ,querido lctor que es la amabilidad de seguir este tenebroso relato, que en contra de algunas opiniones de los presentes en aquel local, yo, que estaba a punto de terminar una frugal cena fría,mal servida y cocinada supongo que con tres dias de antelación no entendi tal cosa de ""ibis"", sobre el nombre de la tal gata, entendí.....""Isis"", ""Isiis"", y un extremecimiento recorrió mi cuerpo de nuevo, pues si raro y extraño resultaba el comportamiento de aquel gato, mas extraño aún lo era el de su dueña. Y ya os diré por qué.-
Todos seguíamos espectantes el comportamiento del animal y de Rosadelia, que curiosamente también tiene un color de ojos intrigante, violeta del estilo de Liz Taylor, transmitiendo intriga. Tanto es así, que estábamos esperando que llegase la persona para la que también había pedido alojamiento Rosadelia, que hasta el momento era desconocida para todos. Es más, llegado a este punto, existirá esa persona o será la disculpa perfecta para el plan sibilino que parece se trae entre manos la protagonista con su gato-pasmado?
Y tal como sospechábamos algunos, el gato era falso. Era una excelente y detallada reproducción en cerámica de un abisino de pelaje cobrizo y orejas puntiagudas y bien erectas. Rosadelia abrió el transportín y horrorizada se quedó, y nos quedamos, al ver a su «Ibisita» hecha a pedacitos en el suelo de aquel bar.
Pronto decayó el suspense de aquella situación, pues al instante traspasó el umbral de la puerta una figura masculina que avanzó hacia la recién llegada tras saludar con una venia a los presentes. El nerviosismo de la partenaire desapareció mágicamente, en sus ojos apareció un brillo del que estaban carentes, y su rostro serio esbozó una sonrisa de esas que lo dicen todo, tras fijarme bien, debido a la curiosidad, debo admitir que era una mujer guapa.
El hombre era un tipo con un aire distinto al habitual, vestía un chaquetón afelpado de un color azúl oscuro provisto de una botonadura dorada y refulgente, pantalón del mismo color, tenia el pelo de un color que no se puede describir, pues era adornado de canas incipientes entrelazadas con el negro original sin que pueda asegurar la proporción, y exhalaba un perfume recio y penetrante que a mi se me antojó una extraña mezcla de pino, creosota y alquitrán. Decididamente era un Marino.-
El Marino se acercó a nuestra mesa, con dificultad y balbuceando algo ininteligible, pero parecía que dijese: «de dónde sois oriundos??», expresándose en un antiguo o desconocido Idioma que, por sorpesa de los presentes, @Miss Guerlain parecía conocer a la perfección. De hecho, Miss, le respondió al caballero algo como: "Eres el Holandes Errante? Hacía rato queríamos tener noticias tuyas... Dónde has atracado tu navío?", entonces aquel hombre esbozó una sonrisa y alargando su mano derecha en un ademán firme, señaló el Puerto con su dedo índice diciendo...Allí, o al menos eso quise yo entender.
Pero para nuestra sorpresa sólo se divisaba una densa niebla que impedía ver más alla... No dábamos crédito a nuestros ojos pues la noche era diáfana y despejada y sin embargo la presencia de esa niebla...a la que seguía un fuerte olor a azufre y a podredumbre y tras ella se adivinaba la presencia de formas indefinidas enmascaradas en la bruma y como traídas de otra dimensión; y que los viejos marinos del lugar en conversaciones susurradas en la taberna "El corsario" --con su cachimba de tabaco picado en los labios-- ya habían hablado de que marinos procedentes "de la noche de los tiempos" vendrían a buscar el tesoro que junto a su galeón vino a embarrancar en las escolleras de los acantilados, de resultas de un naufragio en una noche infernal en la que parecieron conjugarse la mar bravía y la furia de los elementos meteorológicos; con pérdida de hombres, barco y vituallas todas tragadas por un mar negro cual alquitrán pegajoso y devorador....- Estando en esos pensamientos opté por retirarme despidiendome de todos. Lo que me sucedió al dia siguiente todavía es imposible apartarlo de la mente, pues de cuando en cuando un pensamiento inoportuno perturba mi sueño sumiendome en un desasosiego que suele durar varios dias a pesar de los esfuerzos que varios galenos desarrollan para conseguir que mi salud no se vea minada.....
[QUOTE="franfei, post: 5410052, member: 20753" .-Aquel día me levanté temprano, casi al alba, la Ciudad parecía emerger de la espesa niebla en una lentitud que se hacía interminable y las farolas se apagaban con una luz mortecina de un rojo pálido indescriptible, el traqueteo del primer tranvía pareció recordarme que estaba en una Ciudad viva, y lentamente el murmullo fue en aumento.-
Aquel día era especial, y por ello me acicalé lo mejor que pude a la espera de encontrarme con mis compañeros, que a buen seguro dormían, y con los extraños visitantes de la noche anterior, y cuando hube terminado estas faenas dirigí con sigilo mis pasos por el amplio pasillo y descendí las escaleras de madera hacia el Principal del Mesón.
No me extraño en absoluto el hecho de ser yo el único ocupante del espacioso salón a aquella hora tan temprana, a excepción del camarero que se afanaba bayeta en mano con una extraña resolución en colocar vajillas y aditamentos.-
Antes de que pudiese despegar mis labios resecos todavía por el Brandy de Williams Humbert de la noche anterior el gentil edecán me dijo...
.---Buenos días señor,
.---Buenos días, respondí,
.---Lo de siempre señor??,
.---Si, si, lo de siempre.-
El buen hombre sabia que mis primeras preferencias matinales eran el café Colombiano, solo, de la variedad "caracolillo", y unas galletas de trigo "candeal" procedentes de la Argentina, concretamente de Santa Fé.
.---Enseguida señor,
.---No te apures, no tengo prisa, esperaré a los compañeros mientras ojeo la prensa.
Y ahí se produjo mi primera gran sorpresa, cuando el Camarero me respondió con un gesto de extrañeza.
.---Ya se han ido señor,
.---Como??, es imposible!!, no me estara gastando una broma!!.
.---No, señor, en absoluto, dijo al tiempo que me servia el cafe.
.---Y el Marino y su partenaire, también se han ido??.
.---Sí, señor, esos se fueron un poco antes que sus compañeros.
Como bien podéis imaginar me quedé de una pieza, me incorporé para ver mi rostro en el espejo del fondo y me ví como un cadáver, sentí una extraña sensación que no puedo describir como miedo, pero si de un profundo malestar que por un momento me hizo sentir desorientado, fuera del tiempo y fuera de la realidad. Me reincorporé al asiento y traté de disimular mi desasosiego, tomé un sorbo de café e inquirí al camarero....
.---Y ...mis compañeros...no han dicho si podíamos encontrarnos??.
.---Sí, si, si señor, se me olvidaba, discúlpeme....y me entregó un sobre.
Debo decir que estas faltas de memoria en los responsables de los negócios solo sirven para ahuyentar a los clientes, me calle por educación, no por falta de ganas.
Nerviosamente abrí el sobre y en su interior había una cartulina amarillenta que desplegué, y en su parte superior izquierda un membrete impreso, y a continuación un pasaje escrito a mano con una letra de elegante trazo seguida de una firma ininteligible; pero que no tuvo ningún secreto su descifrado al hacerlo el propio firmante en el encabezamiento.
El papél en cuestión decía así:
BERGANTIN MARY CELESTE
lIVERPOOL
El Capitan BENJAMIN BRIGGS y su esposa, tienen el gusto de invitarle al almuerzo que se servira hoy a bordo a la 1,30 H.-
Nos sentiremos muy honrados con su asistencia.
Fdo.- Ilegible.
Y mas abajo.... ""A la atención de Mr. FRANFEI"".
Este detalle acabo de ponerme nervioso, como era posible que aquél hombre conociese mi nombre, si nó habiamos sido presentados!!, serian los compañeros quizas, pensé... y volví a interrogar al camarero...
.---Mis compañeros saben algo de esto??.
.---Si si, señor, todos estan invitados y quedaron en asistir, disculpe, me olvidaba.
.---Estás disculpado, le dije, se lo dije porque su respuesta me tranquilizó, de lo contrario no se que hubiese ocurrido para tratar de refrescarle la memoria.-
Ya no escribo mas hoy, mañana si puedo seguiré, saludos.-
Aquel día era especial, y por ello me acicalé lo mejor que pude a la espera de encontrarme con mis compañeros, que a buen seguro dormían, y con los extraños visitantes de la noche anterior, y cuando hube terminado estas faenas dirigí con sigilo mis pasos por el amplio pasillo y descendí las escaleras de madera hacia el Principal del Mesón.
No me extraño en absoluto el hecho de ser yo el único ocupante del espacioso salón a aquella hora tan temprana, a excepción del camarero que se afanaba bayeta en mano con una extraña resolución en colocar vajillas y aditamentos.-
Antes de que pudiese despegar mis labios resecos todavía por el Brandy de Williams Humbert de la noche anterior el gentil edecán me dijo...
.---Buenos días señor,
.---Buenos días, respondí,
.---Lo de siempre señor??,
.---Si, si, lo de siempre.-
El buen hombre sabia que mis primeras preferencias matinales eran el café Colombiano, solo, de la variedad "caracolillo", y unas galletas de trigo "candeal" procedentes de la Argentina, concretamente de Santa Fé.
.---Enseguida señor,
.---No te apures, no tengo prisa, esperaré a los compañeros mientras ojeo la prensa.
Y ahí se produjo mi primera gran sorpresa, cuando el Camarero me respondió con un gesto de extrañeza.
.---Ya se han ido señor,
.---Como??, es imposible!!, no me estara gastando una broma!!.
.---No, señor, en absoluto, dijo al tiempo que me servia el cafe.
.---Y el Marino y su partenaire, también se han ido??.
.---Sí, señor, esos se fueron un poco antes que sus compañeros.
Como bien podéis imaginar me quedé de una pieza, me incorporé para ver mi rostro en el espejo del fondo y me ví como un cadáver, sentí una extraña sensación que no puedo describir como miedo, pero si de un profundo malestar que por un momento me hizo sentir desorientado, fuera del tiempo y fuera de la realidad. Me reincorporé al asiento y traté de disimular mi desasosiego, tomé un sorbo de café e inquirí al camarero....
.---Y ...mis compañeros...no han dicho si podíamos encontrarnos??.
.---Sí, si, si señor, se me olvidaba, discúlpeme....y me entregó un sobre.
Debo decir que estas faltas de memoria en los responsables de los negócios solo sirven para ahuyentar a los clientes, me calle por educación, no por falta de ganas.
Nerviosamente abrí el sobre y en su interior había una cartulina amarillenta que desplegué, y en su parte superior izquierda un membrete impreso, y a continuación un pasaje escrito a mano con una letra de elegante trazo seguida de una firma ininteligible; pero que no tuvo ningún secreto su descifrado al hacerlo el propio firmante en el encabezamiento.
El papél en cuestión decía así:
BERGANTIN MARY CELESTE
lIVERPOOL
El Capitan BENJAMIN BRIGGS y su esposa, tienen el gusto de invitarle al almuerzo que se servira hoy a bordo a la 1,30 H.-
Nos sentiremos muy honrados con su asistencia.
Fdo.- Ilegible.
Y mas abajo.... ""A la atención de Mr. FRANFEI"".
Este detalle acabo de ponerme nervioso, como era posible que aquél hombre conociese mi nombre, si nó habiamos sido presentados!!, serian los compañeros quizas, pensé... y volví a interrogar al camarero...
.---Mis compañeros saben algo de esto??.
.---Si si, señor, todos estan invitados y quedaron en asistir, disculpe, me olvidaba.
.---Estás disculpado, le dije, se lo dije porque su respuesta me tranquilizó, de lo contrario no se que hubiese ocurrido para tratar de refrescarle la memoria.-
Ya no escribo mas hoy, mañana si puedo seguiré, saludos.-
Maravilloso relato, fascinante...
Gracias por darnos la dicha de leer algo tan maravilloso.
Intuyo que hay mucho más en este ambiente de misterio y literatura fantástica...
Quedo a la espera del próximo capítulo.
Gracias por darnos la dicha de leer algo tan maravilloso.
Intuyo que hay mucho más en este ambiente de misterio y literatura fantástica...
Quedo a la espera del próximo capítulo.
[QUOTE="franfei, post: 5410052, member: 20753" .-Aquel día me levanté temprano, casi al alba, la Ciudad parecía emerger de la espesa niebla en una lentitud que se hacía interminable y las farolas se apagaban con una luz mortecina de un rojo pálido indescriptible, el traqueteo del primer tranvía pareció recordarme que estaba en una Ciudad viva, y lentamente el murmullo fue en aumento.-
Aquel día era especial, y por ello me acicalé lo mejor que pude a la espera de encontrarme con mis compañeros, que a buen seguro dormían, y con los extraños visitantes de la noche anterior, y cuando hube terminado estas faenas dirigí con sigilo mis pasos por el amplio pasillo y descendí las escaleras de madera hacia el Principal del Mesón.
No me extraño en absoluto el hecho de ser yo el único ocupante del espacioso salón a aquella hora tan temprana, a excepción del camarero que se afanaba bayeta en mano con una extraña resolución en colocar vajillas y aditamentos.-
Antes de que pudiese despegar mis labios resecos todavía por el Brandy de Williams Humbert de la noche anterior el gentil edecán me dijo...
.---Buenos días señor,
.---Buenos días, respondí,
.---Lo de siempre señor??,
.---Si, si, lo de siempre.-
El buen hombre sabia que mis primeras preferencias matinales eran el café Colombiano, solo, de la variedad "caracolillo", y unas galletas de trigo "candeal" procedentes de la Argentina, concretamente de Santa Fé.
.---Enseguida señor,
.---No te apures, no tengo prisa, esperaré a los compañeros mientras ojeo la prensa.
Y ahí se produjo mi primera gran sorpresa, cuando el Camarero me respondió con un gesto de extrañeza.
.---Ya se han ido señor,
.---Como??, es imposible!!, no me estara gastando una broma!!.
.---No, señor, en absoluto, dijo al tiempo que me servia el cafe.
.---Y el Marino y su partenaire, también se han ido??.
.---Sí, señor, esos se fueron un poco antes que sus compañeros.
Como bien podéis imaginar me quedé de una pieza, me incorporé para ver mi rostro en el espejo del fondo y me ví como un cadáver, sentí una extraña sensación que no puedo describir como miedo, pero si de un profundo malestar que por un momento me hizo sentir desorientado, fuera del tiempo y fuera de la realidad. Me reincorporé al asiento y traté de disimular mi desasosiego, tomé un sorbo de café e inquirí al camarero....
.---Y ...mis compañeros...no han dicho si podíamos encontrarnos??.
.---Sí, si, si señor, se me olvidaba, discúlpeme....y me entregó un sobre.
Debo decir que estas faltas de memoria en los responsables de los negócios solo sirven para ahuyentar a los clientes, me calle por educación, no por falta de ganas.
Nerviosamente abrí el sobre y en su interior había una cartulina amarillenta que desplegué, y en su parte superior izquierda un membrete impreso, y a continuación un pasaje escrito a mano con una letra de elegante trazo seguida de una firma ininteligible; pero que no tuvo ningún secreto su descifrado al hacerlo el propio firmante en el encabezamiento.
El papél en cuestión decía así:
BERGANTIN MARY CELESTE
lIVERPOOL
El Capitan BENJAMIN BRIGGS y su esposa, tienen el gusto de invitarle al almuerzo que se servira hoy a bordo a la 1,30 H.-
Nos sentiremos muy honrados con su asistencia.
Fdo.- Ilegible.
Y mas abajo.... ""A la atención de Mr. FRANFEI"".
Este detalle acabo de ponerme nervioso, como era posible que aquél hombre conociese mi nombre, si nó habiamos sido presentados!!, serian los compañeros quizas, pensé... y volví a interrogar al camarero...
.---Mis compañeros saben algo de esto??.
.---Si si, señor, todos estan invitados y quedaron en asistir, disculpe, me olvidaba.
.---Estás disculpado, le dije, se lo dije porque su respuesta me tranquilizó, de lo contrario no se que hubiese ocurrido para tratar de refrescarle la memoria.-
Ya no escribo mas hoy, mañana si puedo seguiré, saludos.-
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