Vivir en Andorra no es un caramelo. Esta bien para visitar, comprar y esquiar pero una vez te has recorrido su unica calle ya se han acabado los planes. La gente de alli es muy cerrada y a las cinco de la tarde todo el mundo esta en casa.
Ademas Borja vivia solo ya que su señora esposa y sus hijos no se dignaron a trasladarse con el y siguieron en Madrid. Borja, el ultimo año, iba cada dia al notario para que diese fe de que estaba en el pais y firmaba un documento conforme asi era.
Evidentemente, Andorra es totalmente diferente de ciudades como Madrid o Barcelona. La vida es diferente, más cerca de la naturaleza. De ahí a decir que es un desierto sin nada que hacer cuando los trogloditos locales se van a roncar antes de anochecer....