S
Sindrome de Rebeca
Guest
He visto por aquí un hilo que se llama "hablemos de nuestros ex" y he pensado que las y los "ex" de nuestras parejas también pueden ser una gran molestia. Si hay un hilo anterior sobre este tema, pido disculpas. Por favor, integradlo en él.
La ex de mi chico no soporta la idea de perderlo para siempre. Es una mujer inaguantable: de esas que necesitan ser constantemente centro de atención, narcisista, protágonista... Ya hace seis años que él está conmigo y todavía lo sigue rondando en cuanto que puede. Al principio era insoportable: lo llamaba a diario, a veces para decirle lo bello que era el paisaje que veía desde la ventanilla del tren, por ejemplo. ¿Eso es normal? Cuando yo protestaba, él me decía que sólo eran amigos. Una vez estábamos de viaje, en Hondarribia, y se tiró una hora de reloj hablando por teléfono con ella, sentado en un banco del paseo. Y yo como una mema en otro banco, a diez metros, para no escuchar la conversación, esperando a que terminaran.
Anotaba en su agenda las veces que comía con ella (a mí no me lo decía) y de qué hablaban (una vez lo descubrí por casualidad).
Ahora está la cosa más calmada, aunque no sé si es porque no hablan tanto o porque disimulan mejor. Pero durante un tiempo, francamente, no sabía cómo manejar la situación.
La ex de mi chico no soporta la idea de perderlo para siempre. Es una mujer inaguantable: de esas que necesitan ser constantemente centro de atención, narcisista, protágonista... Ya hace seis años que él está conmigo y todavía lo sigue rondando en cuanto que puede. Al principio era insoportable: lo llamaba a diario, a veces para decirle lo bello que era el paisaje que veía desde la ventanilla del tren, por ejemplo. ¿Eso es normal? Cuando yo protestaba, él me decía que sólo eran amigos. Una vez estábamos de viaje, en Hondarribia, y se tiró una hora de reloj hablando por teléfono con ella, sentado en un banco del paseo. Y yo como una mema en otro banco, a diez metros, para no escuchar la conversación, esperando a que terminaran.
Anotaba en su agenda las veces que comía con ella (a mí no me lo decía) y de qué hablaban (una vez lo descubrí por casualidad).
Ahora está la cosa más calmada, aunque no sé si es porque no hablan tanto o porque disimulan mejor. Pero durante un tiempo, francamente, no sabía cómo manejar la situación.